Al Infierno… de Paseo
Capítulo III
Tu vida ante tus ojos. II parte
Luego de esta escena se presentó una que es de sobra conocida por todos nosotros, la primera pelea en contra de Goku, las imágenes de la batalla le permitían analizar en retrospectiva lo que esa contienda significó para ambos…
"Mi primera batalla contra Kakarotto… ese enfrentamiento cambió mi vida… no sólo porque nunca me había enfrentado a un rival que me hiciera llegar a los límites, sino también porque era un saiyajin de clase baja, me parecía imposible que tuviera un poder comparable al mío… sé que la batalla fue desigual, pues había gente atacándome por todos lados, pero aún así debí ganarle, debí matarle ahí mismo, si lo hubiera hecho me habría ahorrado muchos problemas… aunque si no hubiera sido por mi obsesión de superarlo quizás ahora no tendría el nivel de poder que tengo… el intentar ser mejor que él me hizo superar mis propios límites… sé que para él fue igual… esa batalla nos marcó pues de no habernos enfrentado no seríamos los guerreros que somos ahora… de no habernos conocido probablemente no seríamos tan poderosos… pero debo ser realista aunque me atacaban todos a la vez, Kakarotto no dejó que me ultimaran, hubiera sido una muerte indigna, tan indigna como lo fue escapar de ahí derrotado, aún debo vengarme, ese maldito se burló de mí, como se atrevió a sentir lástima por mí y dejarme con vida…" –reflexionaba mientras veía los distintos momentos de esa memorable batalla-
------------------
La oscuridad seguida de una nueva luz le advirtió que vería otras imágenes, ya se estaba acostumbrando a los cambios drásticos de escenas.
Ahora se encontraba en Namek, las escenas que se le presentaban constituían una verdadera humillación aún mayor que la anterior, la batalla que siempre había soñado, la batalla contra el causante de todas las desdichas de su raza y las suyas personales había comenzado… sin embargo sus más internos temores se hacían realidad, aunque su poder había aumentado mucho en poco tiempo, aún no era capaz de superarle, no era capaz de derrotarle… Freezer… ese desgraciado lagarto le parecía tan insuperable…
Toda la vida había esperado ese momento… soñaba con la gran batalla en que acabaría de una vez por todas con el tirano… lo mataría lentamente… le haría pagar las torturas y humillaciones a las que lo había sometido… no sólo el exterminio de su raza… su destino completo había cambiado por el maldito que tenía enfrente… la batalla que había esperado toda su vida pacientemente, había llegado… en verdad había sido paciente… no atacó a la ligera… siempre aguantó todo tipo de maltratos y degradaciones… aguantó todo para incrementar su poder y algún día poder vencerle… la batalla de su vida y la estaba perdiendo… esperó más de veinticinco años y ahora simplemente no podía vencerle…
El era el príncipe de los saiyajin, su honor, su orgullo, su propio valor no sólo como guerrero sino como persona había sido mancillado con años de fiel servidumbre… ahora se sentía desesperado, una desesperación más grande que la que había sentido en su completa existencia, no podía vencerle… no podía… pero al menos debía luchar hasta el final… luchar para morir con dignidad… pero tampoco pudo… ahora no solo no podía vencerle sino que era incapaz de seguir luchando… años de dolor, de frustración, de arrepentimiento, de impotencia se cobraron la factura en forma de lágrimas… ¿estaba llorando?… ¿estaba temblando como un cobarde?… delante de todo el mundo… delante del tirano… delante de Kakarotto… era intolerable… ya no le importaba nada, la muerte le parecía un regalo que no merecía… descanso… eso deseaba más que nada… pero el lagarto no le dejaría morir tan fácil… lo torturó hasta casi el desvanecimiento… y para colmo como preludio de lo que sería su vida de ahora en adelante Kakarotto le salvó… al menos pudo hablarle por unos instantes… explicarle… ordenarle… pedirle… suplicarle a su último súbdito que vengara la muerte de los suyos... Si, él era el príncipe saiyajin, mas no pudo tomar la venganza en sus manos, no podía vencerle… ¿que más da, la muerte ya viene… Kakarotto eres el único que puede derrotarlo… venga a tu raza… por favor…
Vegeta no podía más que contemplar aquellas imágenes, ver su humillación y su primera muerte… no era capaz de pensar con claridad, veía todo como si de una película se tratase, conocía la trama y el final, pero era como si no le pasaran a él, contemplaba los sucesos con una mezcla de tristeza, terror, vergüenza, ira, impotencia, dolor… sentimientos que unidos le provocaban un torbellino de sensaciones que no podía poner en pensamientos concretos… simplemente observaba como hipnotizado por esa batalla que conocía de sobra… y que había sido quizás la peor de toda su vida…
------------------
Las siguientes imágenes eran más alegres, aunque le tomó un poco de tiempo poder prestar atención a lo que veía pues el estremecimiento de la visión anterior aún captaba su atención, sin embargo una voz extremadamente familiar logró enfocarlo en la nueva escena…
¿: Vegeta! Eres un bruto ¿Cómo se te ocurre hacer esos entrenamientos tan salvajes? ¿Acaso quieres morirte antes de que vengan los androides? Si sigues así no podrás derrotarlos ni tampoco a Goku, sería una tontería prepararse tanto y morir entrenando eh? –una mujer de cabellos azules seguía con sus gritos sermoneándolo mientras el pobre saiya a duras penas se mantenía de pie con una gran herida en el abdomen que sangraba copiosamente-
VG: Eso… no es de tu incumbencia… mujer terrícola…-le dijo con voz entrecortada-
¿: Ya te he dicho que me llamo BULMA, a ver si te lo aprendes BUL… -no terminó al percatarse por fin el deplorable estado en que el hombre se encontraba-
Suavemente y a pesar de las débiles protestas de él consiguió convencerle de sentarse en el sofá, sacó una capsula de botiquín e intentó curarlo…
VG: Oye mujer! ¿Qué piensas hacerme con esas medicinas tan primitivas? –le dijo en tono fuerte-
BL: Pues curarte que no es obvio –le sonrió-
VG: Insolente! No te atrevas a tocarme o te mataré! –le gritó casi con pánico-
BL: Ah! ya no seas niño, te prometo que no te dolerá mucho, además si no te curo la herida se puede infectar o peor aún puedes morir desangrado –le dijo guiñándole un ojo-
El saiya vió que la mujer tenía razón así que dejó de reclamar, solamente volviendo la cara, lo que ella tomó como un sí y procedió a curarlo…
BL: No está tan terrible, si descansas un poco y mantienes los vendajes no seguirá sangrando, pronto estarás listo para la auto-tortura a la que llamas entrenamiento
VG: Parece que la sangre no te asusta ¿verdad? –le dijo en tono cínico procurando asustarla pero a la vez un poco sorprendido al ver las manos ahora ensangrentadas de la muchacha-
BL: Por supuesto que no, yo soy una chica con mucha experiencia en batallas, siempre he acompañado a mis amigos por lo que eso equivale a prácticamente ser una paramédico titulada, jajaja tienes el honor de estar bajo la protección de la gran Bulma Briefs, una mujer de muy variados talentos –le dijo con su típica pose de superioridad-
El herido saiya solamente arqueo una ceja tratando de entender como esa mujer podría tener un concepto tan alto de ella misma, cuando él podría matarla sólo con el pensamiento, además con eso de experiencia en batalla casi lo hace reír.
Nuestro Vegeta (el muerto) observaba la escena divertido, esa fue la primera vez que ella curó sus heridas y en realidad la primera vez desde que tenía memoria que alguien había mostrado sincera preocupación por él. De repente no pudo evitar el pensamiento fatal… "No volveré a verla, nunca más… talvez sea lo mejor… no puedo permitirme esos sentimentalismos humanos que tuve con ella, fue un error desde el principio, una vergüenza como guerrero y príncipe saiyajin… no volveré a verla, si, es lo mejor…" Se mentía descaradamente tratando de convencerse a sí mismo, pues no por nada había dado su vida por ella y Trunks un rato atrás
------------------
Al desaparecer la luz que antecedía a una nueva escena, Vegeta observó algo que también recordaba con claridad… en ese momento fue el mayor de sus logros… convertirse en Super saiyajin… esa había sido su obsesión desde que vio a Miriai Trunks transformarse… al principio pensó que Kakarotto era el Super saiyajin legendario, en realidad le parecía que eso no tenía sentido, mucho menos siendo un guerrero de clase baja, mas ya había aceptado que por alguna razón quizás Kakarotto fue el elegido, después de todo logró derrotar a Frezeer, pero al ver a ese extraño joven del futuro, la obsesión volvió… si Kakarotto no era el único quería decir que entonces cualquier saiyajin era capaz de lograrlo, así que esa era la clave, él debía lograrlo… entrenó como un desesperado, casi no comía ni dormía, la imagen de ese joven y de Kakarotto le atormentaban hasta en sueños… no podía detenerse ahora que su orgullo de guerrero y príncipe estaban en juego… debió esforzarse muchísimo… algo le faltaba… él entrenaba con una gravedad tres veces superior a la de su rival y no lo lograba… no podía comprenderlo ¿que era lo que le faltaba…?
Las imágenes le mostraron ese día… se encontraba en un extraño planeta deshabitado, llevaba días entrenando ahí, el árido paisaje no mostraba ningún indicio de civilización más que aquella esférica nave con el nombre de Capsule Corporation, la desolación del lugar lo hacía perfecto para entrenar sin las interrupciones de esa humana a las que -aunque no lo quisiera reconocer- se había acostumbrado.
La gravedad de aquel planeta era lo suficientemente alta como para atraer diversos asteroides que generalmente chocaban con la superficie planetaria sin que nada pudiese detenerlos, claro hasta que cierto príncipe vió en tal acción natural el modo perfecto de entrenar. Era una manera un tanto original de ejercitarse pero a falta de un oponente indicado, las enormes rocas espaciales aportaban una innovación, pues en cierta forma la máquina de gravedad aunque extremadamente útil, era un poco aburrida ya sin los bots de entrenamiento que estaban todos destruidos…
Los asteroides de diversas formas y tamaños se abalanzaban sobre él, todos eran destruidos con facilidad, mientras sus pensamientos eran ocupados por su rival… él podía transformarse, sentía el poder queriendo salir dentro de él, debía lograrlo ¿pero como?
La distracción en que se encontraba le impidió de momento visualizar un asteroide más grande que los demás acercarse, por el tamaño de la roca se deducía que podría destruir el planeta entero. El príncipe intentó destruirla, pero como se percató de ella estando tan cerca no podía hacerlo. Aquello era inconcebible… el gran príncipe de los saiyajin derrotado por un guerrero de clase baja y ahora por una estúpida roca… Ese definitivamente era el colmo…
La ira se hizo presente, el odio extremo que sentía, el rencor, la vergüenza, la desesperación… todo se transformó en una rabia que le nacía desde adentro, el poder lo envolvió, el brillante resplandor dorado lo cubrió por primera vez. Sintió deseos de ir a buscar a Kakarotto en ese mismo instante y demostrarle el verdadero valor del príncipe saiyajin, pero se contuvo, ese era sólo el comienzo de su nueva búsqueda por el verdadero poder…
---
Vegeta observaba con orgullo aquella primera transformación, en realidad fue una meta muy difícil de alcanzar, le tomó tiempo, esfuerzo y sufrimiento de todo tipo, pero una vez más demostró su inquebrantable voluntad, y su superioridad como guerrero, mientras se halagaba a si mismo recordó algo que las imágenes habían omitido, Bulma, en ese momento estaba esperando a un hijo suyo… sola, seguramente odiándole, en definitiva la impotencia y vergüenza de no poder manejar esa situación y los sentimientos indescifrables que le producía de cierta forma influyeron en que pudiera convertirse en Super saiyajin, nunca lo había visto tan claro como ahora, esa mujer le había cambiado la vida y cada vez más podía ver hasta que punto…
------------------
Lo sucedido desde la llegada de los Androides fue el siguiente recuerdo, vio algunas escenas del gran combate que tuvo contra C-19, de la humillante pelea que tuvo contra C-18, el momento en que se dio cuenta de que Miriai Trunks era su hijo, y por último el momento en que este muchacho es asesinado por el terrible Cell.
Nunca antes le había pesado la muerte de algún compañero de batalla, pero ese no era cualquiera, era su hijo, no precisamente su verdadero hijo pero en definitiva parte de él. Su conclusión era que la muerte de Miriai Trunks en ese momento para él fue un claro ejemplo de su inutilidad, su poca valía como guerrero… le quitaron algo que le pertenecía en su propia cara y ni siquiera fue capaz de vengarse.
Recordó además su depresión después de esa batalla, la forma en que la muerte de su rival le afectó de sobremanera, el sentirse inútil en esa pelea le hizo decidir no volver a luchar más, sin embargo esa claramente fue una decisión que no pudo mantener eternamente.
Vio imágenes de esa noche después del Cell Game, el como de cierta forma permitió que Bulma le consolase y como decidió quedarse en la Tierra a pesar de que sus objetivos en dicho planeta habían sido cumplidos (esa noche será un futuro fic, muero de la emoción por eso no detallo mucho para no quemar la idea)
En definitiva esa batalla también fue frustrante para él, tanto o más que las anteriores, de repente volvía a cuestionarse porque entrenaba tanto si siempre a la hora de la verdad en las peleas importantes o quedaba muerto o deprimido o humillado o desesperado o todo lo anterior junto. Sin embargo si algo había aprendido de su crisis existencial de dejar de pelear es que su sangre guerrera era más poderosa que su sentido común, su necesidad de querer superarse y ser mejor le hacían seguir…
------------------
Precisamente la siguiente escena fue en esos tiempos de crisis, cuando no entrenaba ni hacía nada más, sólo andaba como un espectro en la casa, ni siquiera tuvo el valor de abandonar el planeta, ni de superar su poder, ni de retar a Gohan en lugar de Kakarotto, ni de nada, todo el día se le iba justamente en hacer nada, lo cual ya estaba molestando a cierta mujer…
BL: ¡¡¡Demonios Vegeta! Ve a atender a Trunks que yo estoy ocupada! –le gritó furiosa al verlo de brazos cruzados, sentado frente a la televisión (que por cierto estaba apagada) mientras ella cargaba una montaña de papeles de la empresa y el pequeño retoño lloraba con unos pulmones heredados precisamente de ella-
VG: Yo no sé atender mocosos, te lo he dicho mil veces –le dijo sin gritar y sin voltear a mirarla-
BL: Me importa un pimiento que no sepas, yo me estoy volviendo loca con tantas ocupaciones y tu no haces nada! así que anda! –continuó gritando mientras apresuraba el paso a la oficina-
VG: Hump, maldita mujer! Todavía que me he quedado en este planeta y sólo me da malos tratos –mascullaba entre dientes mientras seguía en su firme ocupación de no hacer nada-
El llanto del pequeño comenzaba a volverlo loco, sus sensibles oídos querían estallar, en definitiva ese tono lo había heredado de ella, al verse solo tenía dos opciones 1. dejar al chiquillo llorando y que terminara de destruir sus tímpanos y 2. Ir a callarlo a su manera. Buscar a Bulma le parecía una opción poco saludable así que la descartó de inmediato.
Se dirigió a la habitación del niño, sólo tuvo que seguir los gritos, al llegar a la puerta dudó unos instantes en entrar, pero dado que no tenía nada que hacer lo hizo. El pequeño seguía tan centrado en su rabieta que ni siquiera volteó a mirarlo, por lo que decidió por fin hablarle
VG: Mocoso del Demonio! Déjate de escándalos que vas a dejarme sordo y desquiciado! –le gritó apretando el puño y con una vena en la frente-
El niño al oír tal estruendo dejó de llorar de pronto, tan pequeño y ya sabía a que atenerse cuando ese padre hablaba, el príncipe se quedó mirándolo unos instantes con la mirada fría como si estuviera frente a una presa y no frente a su propio hijo, observándolo detenidamente, viendo en él su misma mirada en diferente color, esa mirada dura que había visto también en Miriai Trunks cada vez que le reclamaba algo…
El pequeño continuaba mirando a su padre que parecía perdido en sus pensamientos, hasta que de los ruidos extraños que hacía se entendió algo concreto…
Chibi Trunks: a…pa…p….a p…a…a…pa pa-pá! –terminó de decir, entendiéndosele claramente al final-
VG: O.o ¡¡¡¿Ya… ya hablas mocoso! –en realidad para él fue una gran impresión ver al pequeñín llamarlo así, su contraparte del futuro al final ya con confianza le llamaba de esa forma que ciertamente no dejaba de desagradarle pero ver al pequeño era otra historia-
Dudó unos instantes, casi paralizado de la impresión… no sabía que hacer… Sin más que decir, ni saber como más reaccionar se retiró presuroso de la habitación, él no era un típico padre, no había forma de que esos terrícolas le convencieran…
Vegeta sonrió al contemplar la escena, se veía a si mismo en son de burla ¿Cómo tenerle tanto miedo al chiquillo? Y de todas maneras no comprendía que lo motivó a quedarse en la Tierra, es cierto que ya hace años que había abandonado la idea de irse, pero en el momento de esa escena perfectamente pudo haber tomado una nave y dirigirse a Kami-sabe-donde.
Pero de cierta manera sentía que había hecho bien "Es cierto, talvez me contagie un poco de esas cursilerías humanas pero al menos Trunks me tuvo como padre un tiempo… no fui un gran padre pero contrastado con el típico padre saiyajin fue suficiente y comparado con el mío… fui el padre del año… además al menos me conoció… no como Miriai que ni siquiera recordaba al suyo… Ahora que tampoco volveré a ver a Trunks espero que no deje de entrenar, tiene el potencial para convertirse en un gran guerrero, si sigue entrenando será mucho más fuerte que los hijos de kakarotto" Pensaba con algo de nostalgia al saber que nunca más podría compartir con su hijo y que de cierta forma bien pudo haberse acercado más cuando era pequeño…
------------------
Otras imágenes alegres siguieron apareciendo, imágenes de cotidianeidad con su familia, esos momentos a los que generalmente nadie toma importancia pero que cuando se ven perdidos es cuando se echan de menos. En definitiva los últimos años que Vegeta había vivido en la Tierra le habían parecido los mejores de su existencia, su vida de por sí había sido horrible por innumerables razones pero su llegada a la Tierra y en especial su establecimiento definitivo con su familia representaban un cambio radical en sus propios valores y en su propia personalidad, aunque era claro que eso estaba lejos de reconocerlo.
Lo que si no pudo evitar notar era la mejoría en su vida, la tranquilidad que no podía negar, a veces le enfermaba y la falta de acción y batallas, pero en fin él había pasado su infancia, adolescencia y primeros años de juventud en constante lucha y ahora unos años de paz le parecían porque no, refrescantes.
Una tras otra imágenes de armonía, felicidad, luchas verbales con Bulma, entrenamientos con Trunks, buenos momentos, todos continuaron, nuestro príncipe entendió claramente el mensaje que se le quería transmitir…
VG: "Bueno, no es un gran descubrimiento… toda mi vida fue un Infierno aún mayor del que pueda sufrir en este verdadero infierno al que he sido condenado… y definitivamente los últimos años que he tenido han sido mejores, es decir pude entrenar apaciblemente, y estar con Bulma y Trunks aunque ha sido algo perjudicial y distractorio para mi entrenamiento, en cierta forma me ha brindado cierta tranquilidad… aunque ahora debo reconocer que todo eso acabó y como voy a estar aquí eternamente debo establecer mis nuevas prioridades: entrenaré sin distracciones, más que nunca y seré mucho más fuerte que todos incluso más que el mismo Kakarotto, aunque es claro que a él tampoco lo volveré a ver… ¡Demonios! Si ese desgraciado fuera un saiyajin normal aquí estaría en el Infierno y por lo menos tendría a un rival que valga la pena…"
------------------
Justamente el hecho de recordar a Kakarotto le mostró imágenes de la pelea que había tenido con él un rato antes. En parte se sintió un poco avergonzado de haberse dejado posesionar por Babidi solo para pelear con él, pero se corrigió diciendo que no era lógico arrepentirse pues la verdad esa había sido su última oportunidad de pelear con él, había disfrutado realmente la batalla, había usado su poder como en años no lo había hecho. Y aunque en el fondo él era el culpable indirecto de la liberación de Majin Boo al menos esta vez se había asegurado de enmendar el error, aún a costa de su propia vida.
Las imágenes de la batalla en contra de Majin Boo se le presentaron también, aunque ahora el príncipe ya no prestaba atención, pues le parecía estúpido ver lo que en efecto le había ocurrido horas atrás, pero en parte se alegró que la supuesta tortura de ver eventos de su vida probablemente llegaba a su fin pues precisamente su propia vida había acabado en tal batalla…
------------------
En una lujosa oficina un importante ogro observaba con atención una televisión de 42 pulgadas, mientras saboreaba un tazón de rosetas de maíz -que era más grande que él mismo- tenía un buen rato en esa distracción que para su decepción al parecer acababa. Sí, se trataba del gran Shiro, Administrador General del Infierno y responsable directo de la obligada meditación a la que fue sometido cierto príncipe saiya. Al ver que la "película" acababa reflexionó un poco…
SH: "Una vida muy interesante y llena de extremos, jajaja ese Vegeta es todo un personaje… aunque talvez Enma exageró al mandarlo a este Infierno precisamente, quizás hubiera sido suficiente con mandarlo a un infierno un poco menor, porque por más que Vegeta no quiera reconocerlo no creo que sea capaz de cometer todos los destrozos que hizo en el pasado ¡¡¡¡pero ¿que se yo, seguro Enma-sama lo hizo porque este saiyajin es demasiado fuerte y en otro Infierno podría salírsenos de las manos. Pero procuraré no topármelo durante un par de siglos, no vaya a ser que cumpla sus amenazas… además no creo que le guste saber que estuve espiando… digo observando sus mejores momentos. Jajaja esto de ver la vida de los condenados es más entretenido que cualquier programa de tv"
------------------
Vegeta despertó de su meditación, una vez que se sintió de nuevo en su cuerpo rápidamente se puso de pie, observando para todos lados tratando de asegurarse de estar de vuelta a la realidad. Pronto se dio cuenta de que estaba en el mismo lugar en donde al principio se había encontrado con el tal Shiro, la mosca-ogro que lo hizo pasar por todas esas visiones…
VG: ¿Dónde estará ese maldito? Ya me las pagará cuando lo encuentre, se cree muy listo desapareciendo su ki… cuando lo vuelva a ver tendremos cierta conversación… Además es un inconciente dejó aquí tirado mi cuerpo mientras mi mente estaba vagando en recuerdos ¡Es un imbécil! Cualquier enemigo pudo aprovechar este descuido y aniquilarme, grrrr… definitivamente lo voy a destrozar… cuando lo encuentre… -seguía gritando el príncipe cada vez más fuertemente-
------------------
En la Oficina Shiro-sama había escuchado los reclamos del saiya…
SH: O.o Ese Vegeta tiene un pésimo carácter, mejor no me le acerco… y por cierto un muy buen punto, eso de dejar a los muertos indefensos mientras meditan no está bien, pudieron haberlo matado… bueno… no es para tanto, tendremos que tomar ciertas medidas, además si matan a algún condenado a este Infierno no es precisamente una gran pérdida para el Universo –continúo despreocupado mientras se dirigía a recibir a otro condenado-
---------Continuará---------
Uff… no puedo creer lo que me tardé escribiendo esta parte… estoy agotada psicológicamente, es que son tantas cosas que tuve que omitir si no, no acaba…(y eso que el capítulo me quedó más largo de lo normal), como quizá habrán notado a pesar de estar describiendo momentos importantes de la vida de Vegeta cuando son momentos de la serie decidí no extenderme en la narración sino solo en sus impresiones sobre lo acontecido pues eso de contarles de nuevo la serie sería rizar el rizo.
En fin espero que les este gustando y gracias por los reviews que no me canso de repetir es lo que lo motiva a uno a sacar el ratito para continuar, claro! los que escriben fic ya lo saben
Mari Gary ¡Por su puesto que no me he olvidado de Raditz! De hecho él tendrá protagonismo en el siguiente capítulo, lo que pasa es que en la escena de Freezer planteo que él habla solo con Vegeta, como notarás Nappa aunque estaba ahí ni siquiera abre la boca, eso es porque me parece que no tiene el suficiente rango como para dirigirse al lagarto, si está presente es porque es teoría es el guardaespaldas de nuestro Vegeta. Además tengo entendido que es un poco de tiempo después que Raditz aparece, pues no murió porque estaba en una misión de conquista. En fin, que bien que me preguntaste pues así hice la aclaración porque ya veo que esa parte no quedó muy comprensible. Gracias por dejarme siempre reviews, y si meto la pata de nuevo, pues me avisas, un abrazo
Mayako87 Sobre la parte de Vegeta ultrajando a una mujer, me pareció necesaria sólo piénsalo: él era un mercenario, un soldado que pasaba viajando durante meses, no tenía precisamente valores firmes y como se ha demostrado en la vida real los ejércitos (por más buenos propósitos que tengan) tienden a tratar de esa manera a las mujeres de sus enemigos. Por lo tanto aunque algo oscuro me parece que la escena es apropiada, máxime que el objeto de ver esas escenas es que se arrepienta y para mí una de las peores cosas que alguien puede hacer es ultrajar a otro. Ahora, dudé para ponerla, por eso no quise ahondar mucho pero en definitiva creo que fue apropiada. Gracias por el comentario porque de veras quería que me preguntaran esto para poder expresar mi punto de vista :p
Bulnatt El fic es después del sacrificio de Vegeta con Boo, la verdad estoy contra tiempo, pues se supone que el pasó en el Infierno apenas un par de días, de ahí el título "Al Infierno de paseo" prácticamente fue como unas pequeñas vacaciones lo que tuvo en ese lugar, a penas llegando y tuvo que irse, espero que te siga gustando y por cierto te debo un par de reviews es que tengo días sin conectarme y hoy a penas tengo tiempo de subir mis capítulos, un besote
Runliney Ya me metiste miedo con eso del uso de los guiones, por ahora los seguiré usando pues si los excluyo tendría que cambiar todo mi estilo de narración, así que a la mano de Dios U
A las demás mil gracias por los reviews, me emocionan muchísimo
Siempre les dejo mi mail por si acaso: melikav22yahoo.es
Mata Ne, Melikav
