Reviews:
Ren Usui: Muchas gracias por leer y me alegra mucho que te sea de tu agrado, y bueno, para la confesión falta un poco todavía n.nU, y créeme cuando te digo que hago todo lo posible para actualizar constantemente, espero que este capítulo sea de tu gusto, gracias n.n.
NeKoT: Umm... eso no puedo decírtelo por ahora pero ya lo descubrirás, quizás en éste capítulo, quizás en el siguiente. Gracias por seguir leyendo y espero que éste capi sea de tu agrado. Bye-Bye.
birthy: Hello, me alegra mucho que te esté gustando. El Neko se queda! Jeje, no creas que es de mi entero gusto poner a Tyson, ya que me desagrada mucho ¬¬... pero tengo que, aunque me desharé de él en éste capítulo. Bien, muchísimas gracias por leer y espero que te guste.
Addanight: Lo he pensado pero me da mucha flojera u.u además para que se muriera tendría que gastar mi tiempo en su muerte, el funeral y el entierro, así que ocuparé mis energías mandándolo de regreso a Japón para poder continuar con la historia. Y bueno, claro que puedo y pondré mas escenas de Yura y Bryan, por que a mi también me encantan n/n, en fin, gracias por leer y espero que sea de tu agrado.
Amor en la Nieve
By: Konoto-chan
Chapter IV: Just us
--Y...?.-preguntó esperando la respuesta del menor, arqueando una ceja.-Qué te dijo?.-
--Está arreglado... se queda.-dijo al tiempo que su sonrisa se agrandaba.
--Perfecto.-expresó dejando un suave beso en los labios del ojiazul.
--No es que me guste hacer de cupido, pero Hiwatari necesita un pequeño empujoncito.-dijo sentándose pesadamente al lado de su koi.
--Además, no olvides que va a ser muy divertido.-dijo con una ligera sonrisa.
--Ay, Byan! Tu sólo piensas en molestar a Kai.-le regañó el pelirrojo, sonriendo.
--Vamos, no me niegues la diversión, Yura.-dijo como si de un niño pequeño se tratara.-Además, no tienes derecho a recriminármelo, a ti también te encanta molestarlo.-dijo riendo.
--Yo nunca dije que no me gustara... pero al menos yo no lo molesto de la forma obsesivo-compulsiva en la que tú lo haces ¬¬.-se defendió.-Y yo no trato de que me mate cada vez que abro la boca para decirle algo.-objetó.-Aunque en tu caso cada vez que abres la boca es para insultarlo.-
--Es por que él siempre empieza.-se excusó con un sonrisa inocente.
--Si, claro.-dijo con ironía mirándolo con un brillo acusador en sus ojos azules.
--Ah, no me crees?.-preguntó con falso enojo.
--No.-contestó Ivanov sonriendo ante la expresión de su amado pelilavanda.-Un día de estos te va a matar.-dijo negando suavemente.
--Y visitarás mi tumba todos los días?.-preguntó acercándose al pelirrojo, eliminando lentamente la distancia entre ambos.
--Todos los días.-prometió el ojiazul, mirando las profundas orbes lavandas del otro chico.
--Bien.-dijo rozando sus labios con los del más bajo en estatura.-Promesas son promesas, Yura.-susurró, para eliminar el escaso espacio que los separaba. Unió sus labios con los del pelirrojo con suavidad, mientras el taheño pasaba sus brazos por los hombros del pelilavanda, enredándolos en su cuello.
Kuznetzov fue inclinándose lentamente hacia delante, obligando al pelirrojo a recostarse en el blando material del sillón en el que ambos habían estado sentados cómodamente. El pelilavanda se colocó sobre el pelirrojo, sin poner todo su peso sobre él evitando aplastarlo. Ivanov abrió ligeramente sus labios dándole la oportunidad al mayor de invadir su boca con su lengua, explorando aquella dulce y húmeda cavidad que le recibía gustosa, siendo correspondido por el menor de igual forma. Lo que antes fue un simple y delicado roce de labios, se transformó en un beso lleno de pasión y deseo.
Las manos del ojilavanda acariciaban con vehemencia los costados de su koi, provocando que suaves suspiros escaparan de los labios del otro, mientras que el pelirrojo acariciaba con sus largos dedos los cabellos lavandas de su pareja. Pero la falta de aire les hizo separarse contra sus voluntades, pero no por eso Kuznetzov se detuvo, continuó con su tarea de besar la tersa piel del taheño, de sus dulces labios pasó a besar el apetecible cuello, dando leves mordidas de vez en cuando haciendo gemir placenteramente al pelirrojo, quien ladeó su rostro, dejando a merced del otro ruso su pálido cuello. Desabrochó los primeros tres botones de la camisa que vestía Ivanov, besando la blanca piel que sus manos iban revelando ante él.
Pero antes de que pudiera continuar, el fuerte sonar del teléfono los interrumpió.
--B-Bryan.-llamó el ojiazul tratando de atraer su atención.
--Déjalo, ya se cansará.-pronunció el ojilavanda, dejando de besar la tersa piel para posar sus labios en los de Yuriy.
Pero en vez de cesar, el timbre del aparato, parecía ser más insistente cada vez, sonaba sin parar, era desesperante y lo que era peor... constante!.
--Mmmm... Bryan, puede ser... algo im-portante...-trató de decir el pelirrojo entre besos.
--Bah!... que se vaya a la mierda.-dijo al momento de terminar de desabrochar el último botón de la prenda que cubría aquel bien formado torso.
--Pero...-trató de hablar, pero fue callado con un apasionado beso.
--Pero nada.-cortó pasando sus hábiles manos por el blanco pecho del menor, acariciando con suavidad la tersa piel bajo sus dedos.
Pero al parecer la persona que llamaba no iva a rendirse tan fácilmente. El teléfono sonaba y sonaba, dejaba de timbrar unos segundos y volvía sonar. Así pasaron diez minutos, hasta que el pelilavanda no aguantó más, separó sus labios de los del ojiazul sintiendo cómo su inspiración se iva por la borda.
--Contesta antes de que queme ese teléfono!.-exclamó con desesperación Kuznetzov, el pelirrojo tan sólo sonrió y contestó el aparato.
--Diga?.-pronunció apenas descolgó el auricular.-Si... no, nada... eh, claro... a las seis, esta bien... hasta luego...-terminó colgando el teléfono.
--Dime quien fue el que se atrevió a interrumpirnos, para matarlo.-siseó el ojilavanda.
--Tyson.-respondió el menor, sonriendo ante la reacción de su koi.
--Ese panzón... bien podría darle una muerte lenta y dolorosa.-dijo sonriendo sádicamente (Konoto-chan: Yo lo sostengo y tu lo golpeas XD).
--No es para tanto.-dijo el pelirrojo restándole importancia.-Por cierto, nos invitaron a una cena de despedida a la mansión de Kai.-dijo abrochando su camisa.-Dentro de una hora.
--Da.-fue lo único que dijo encogiéndose de hombros.
Pero eso era lo peor que podía pasarle: Quedarse con las ganas...
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--Hiwatari no lo sabe aún, verdad?.-cuestionó el pelilavanda estando frente a la puerta de la gran mansión.
--No sabe qué?.-preguntó confuso ante la pregunta del otro.
--Qué si no sabe que Kon se va a quedar aquí?.-especificó.
--No, no lo creo.-respondió.
--Bien.-dijo simplemente, sonriendo.
--Cómo que 'Bien?.-preguntó extrañado, no le agradó para nada la sonrisa en los labios del mayor.-Qué planeas, Bry?.-cuestionó mirándolo sospechosamente.
--Yo?... nada.-dijo poniendo una carita inocente.
--No mientas, Bryan.-le regañó.-A mi no me engañas.-
--Lo sé.-dijo al momento en que la puerta se abría dándoles espacio para pasar adentro.
--Buenas noches, jóvenes.-les saludó un hombre ya algo entrado en años.-Los demás los esperan en la sala.-pronunció al cerrar la puerta.
--Gracias.-dijeron al unísono, se encaminaron hacia la sala de estar que ambos ya conocían muy bien.
--Veo que aún sigue tu pésimo sentido de la puntualidad, Kuznetzov.-dijo la fría voz de Kai.
--Ves?... él empieza.-susurró el pelilavanda para que sólo el pelirrojo lo escuchara.-Y veo que tu sigues tan amargado como siempre, Hiwatari.-respondió con una sonrisa burlona en su rostro.
--No empieces.-le regañó el ojiazul dándole un suave codazo.
--Pero si fue el señor 'Yo-soy-mejor-que-tú' quien empezó, yo sólo le contesto.-se defendió, recibiendo una fría mirada por parte del ojiescarlata.
--Paren de pelear que tengo hambre y la comida espera!.-dijo el panzón... es decir, Takao.
--Tu siempre tienes hambre, Takao.-regañó el pequeño rubio con una ligera sonrisa.
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Muchas gracias por leer, y espero que haya sido de vuestro agrado n.n lamento la tardanza u.u (las vacaciones me vuelven algo floja n.nU). En fin, opiniones, sugerencias, amenazas, felicitaciones... en los reviews por fa.
Ja Ne!
