Muchas gracias por vuestros reviews, una vez más. Los exámenes son los exámenes pero prometo que a partir de terminar, en febrero, escribiré mucho más.
Lo de Mónica y Chandler que habéis comentado, pues no, no me acordaba, y habré visto Friendo unas tres veces. Realmente la Ginny que yo plasmo es la que veo en los libros, eso sí, con unos añitos más. Y el Harry que yo hago lo mismo, Harry siempre ha sido cínico, cabezón, y en estos último libros, ha dejado claro que le encantan las chicas, y en HBP, ha dejado claro, que en concreto le encanta Ginny. Además, solo tienen 21 y 22 años, es normal que se pasen el día haciéndolo o con ganas… ¿o no?
Harry se levantó temprano, Ginny y él habían quedado en ir hoy a St Mungo a ver a Tonks, quien la tarde anterior se había puesto de parto. Se rascó los ojos y se puso las gafas, el edredón que le tapaba tenía a la altura de su pelvis una elevación, perfecto, pensó. Harry lo estaba pasando mal, y lo peor, es que sabía que Ginny también lo estaba pasando mal, y que ella tenía tantas ganas de hacerlo como él, y eso era peor, porque él estaba muy salido estos días, y saber que cuando Ginny tenía ganas se lo hacía ella sola era una maldita tortura, aunque Harry debía admitir, que las fotos, eran todo un alivio.
Harry abrió con cuidado la puerta del dormitorio donde dormía ahora Ginny, cerró y caminó hacia el baño. Podían dormir separados, pero el baño era algo que Harry no pensaba cambiar, no podía hacer ciertas cosas fuera de su baño.
Dejaba la mampara y la puerta del baño abiertas y así veía a Ginny desde la ducha. Harry cerró los ojos mientras se lavaba el pelo, pero los abrió en seguida cuando oyó a alguien vomitar.
-¿Otra vez?-dijo Harry mientras se quitaba la espuma de los ojos. Ginny estaba sentada en frente del váter con la cabeza prácticamente metida dentro de la taza.
-Es culpa tuya-dijo en voz baja.
-Yo no sabía que ibas a marearte-dijo Harry-Montas en escoba y no te mareas¿Cómo iba a pensar que el viaje en alfombra lo haría?-Harry volvió a enjabonarse el pelo; Ginny y él habían ido el día anterior a El Cairo con un traslador, y desde allí en alfombra hasta el punto en donde se reunían los mortífagos (porque ahora sabían, que efectivamente, había reuniones) Durante el viaje, Harry se emocionó un poco conduciendo la alfombra, y terminó mareando tanto a Ginny que vomitó tres veces aquella noche.
-Es que volaste muy deprisa-dijo Ginny mientras se enjuagaba la boca-y haciendo piruetas. No parecías estar en una misión¡haciendo el loco por el desierto!-dijo Ginny con un reproche. Estiró la mano y cogió la varita de Harry, se la acercó a los labios y pronunció un hechizo que le llenó la boca de un suave olor a frambuesas-Aliento fresco de nuevo-dijo felizmente.
-Esa varita venció al mago tenebroso más grande todos los tiempos-dijo Harry mirándola con incredulidad- Y tú la usas para aclararte la boca.
-Acababa de vomitar-dijo Ginny secamente-y no llevo mi varita. Además-dijo con una sonrisa-a tu varita le gusto.-Era verdad, la varita de Harry siempre hacía cosas extrañas cuando Ginny la tocaba-Anda, ve a hacer el desayuno mientras yo me ducho.
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Harry le estrechó la mano a Lupin mientras Ginny le daba un beso en la mejilla y la enhorabuena, segundos después, había desaparecido en la habitación donde estaban Tonks y su primera hija.
-¿Cómo te encuentras Tonks?-dijo Ginny.
-Mejor. Ahora puedo volver a transformarme-y diciendo esto transformó su pelo de rosa chicle a amarillo pollo-El embarazo te cambia-dijo-es como si la magia del niño que llevas dentro interfiriera con la tuya y ya no salen las cosas como debían. ¿Entiendes? Y en mi trabajo eso es principal.
-¿Salen los hechizos mal?
-No-dijo Tonks-simplemente, no salen como planeabas. Por ejemplo, cuando quería una nariz de cerdo realmente horrible…me salía una nariz de cerdo graciosa...esas cosas... Pero vale la pena-dijo mirando a la cuna, y Ginny le sonrió.
-¿Has tenido buen parto?
-La verdad es que estaba asustada-dijo Tonks-Pero no hay color. Ya lo sabrás. El parto no es nada comparado con el embarazo.
-Deduzco que ha sido bueno, entonces.-dijo Ginny con una sonrisa.
-Aunque hubiese sido malo, habría sido mejor que el embarazo. El parto son unas horas-dijo- el embarazo, nueve meses.
-¿Cómo se llama?-preguntó Ginny.
-Remus quería ponerle Andrómeda, como mi madre-dijo Tonks-pero me negué. Acabaríamos llamándola Andy-dijo con una sonrisa-No, se llama Luna.
-¡Como mi amiga!
-Remus detesta la luna…ahora habrá una Luna en su vida que adorará.
-Es preciosa-dijo Ginny y la cogió en brazos.
Harry entró en la habitación del hospital charlando alegremente con Lupin, venir a St Mungo por una ocasión feliz como esta, era todo un acontecimiento. Harry se quedó clavado, Ginny estaba al lado de la cama de Tonks con el hijo de ella en brazos, meciéndolo. Estaba preciosa. Por un momento la imaginó meciendo a su propio hijo.
-Ven a verla, Harry-Harry se acercó a Ginny quien movió el brazo para mostrarle la carita de la niña. Era feísima. Roja y arrugada. Y muy pequeña. ¿Cómo podía ser tan pequeña¿Eso era normal?-Qué cosita tan bonita-dijo Ginny, y bajó la cabeza hasta rozarle los labios en la frente-Es preciosa-Harry miró a Ginny con incredulidad ¿Acaso su novia estaba perdiendo visión?
-Se parece a mí-dijo Tonks con orgullo.
-¡No se parece a ti!-dijo Harry levantando la voz.
-Se parece a ella-dijo Lupin con una sonrisa-Pero hace unos minutos se puso a llorar y le cambiaron las cejas y la naricita.
-¿Es metamorfomaga?-preguntó Ginny.
-Eso parece-dijo Lupin sentándose al lado de su mujer y cogiéndole de la mano.
-¿Quieres cogerla?-preguntó Ginny, y Harry se dio cuenta espantado de que era a él a quien se lo sugería.
-Yo… yo…
-Vamos, cógela-dijo Ginny con una sonrisa-No se va a romper.
-Mejor no, Ginny. Es muy pequeña y…
-Anda, no tengas miedo-se acercó a él con la niña en brazos-Pásale la mano por debajo de la nuca, que no se le vaya la cabeza para atrás.
-Ginny…
-No es tan difícil. ¿Ves?-Harry sostenía a la niña ante la mirada de diversión de Tonks y Lupin y la mirada ensimismada y soñadora de Ginny. La niña se removió en los brazos de Harry e hizo un sonido de protesta.
-Lupin, ayúdame ¿quieres?-suplicó Harry, espantado. Pero fue Ginny quien le cogió a la niña de los brazos.
-¿Cómo es posible?-dijo Ginny-La palma de tu mano ya es mayor que todo su cuerpecito y parecía que tuvieras miedo de que se te fuera a caer.
-¡Nunca he cogido a un bebé!-se defendió Harry-¡Y se movía!-todos se echaron a reír a carcajadas. El bebé empezó a quejarse.
-Es la hora de su toma-dijo Tonks-Dámela, Remus.
-Nosotros nos vamos-dijo Ginny.
-¿No quieres quedarte a ver cómo mama?-preguntó Tonks, y Harry hizo un gesto de asco que no pasó desapercibido para Ginny.
-No podemos-dijo Ginny- Harry tiene que ir con Ron y mis padres a comprar los trajes para la boda, y yo tengo que acompañar a Hermione que tiene que probarse el suyo.
-¿Aún no tenéis los trajes?-dijo Lupin.
-Al parecer Ginny-dijo Harry con voz molesta-pensó que lo mejor era comprar el traje lo más tarde posible…por si me daba por engordar.
-¡Y menos mal que lo dije!-dijo Ginny-Estás más gordito.
-¡No es verdad!-gritó Harry.
-No chilles, Harry-dijo Lupin-Y sí que has engordado este último mes.
-Eso es porque hago poco "ejercicio"-dijo Harry con malicia, mirando hacia Ginny, quien le dedicó una mirada fulminante bajo unas cejas levantadísimas.
Una vez fuera de St Mungo, Harry levantó su varita, y en cuestión de segundos apareció el autobús noctámbulo.
-Vamos, Ginny.
-Yo me quedo aquí-dijo ella-Hermione y yo vamos al centro de Londres, no al callejón Diagon.
-Ok-dijo Harry, bajó un escalón y le dio un beso en la mejilla a Ginny-¡te veo en casa!-y desapareció junto con el autobús. Ginny suspiró. Hermione llegó unos tres minutos después.
-Llego tarde, lo siento-dijo.
-No importa, acabamos de salir del hospital.
-¿Has visto a la niña de Tonks?-Ginny asintió-Ron y yo vendremos esta tarde.
-¿Has visto algún vestido que te guste, Hermione?
-Sí, ya lo tengo calado-dijo-Pero quería que tú me lo vieras antes de comprarlo. Anda, vamos.
Cogieron un par de metros hasta llegar al Top Shop, donde Hermione se probó un vestido de un rosa muy pálido, sin forma en el escote, con raso holgado y que se abrochaba al cuello por medio de cientos de tiras cubiertas de brillantes abalorios. Ajustaba en la cintura con seda estampada con flores marrones y bajaba en vuelo hasta por debajo de la rodilla formando pinzas pequeñas.
-Es precioso, Hermione-dijo Ginny con admiración.
-¿Te gusta?-dijo entusiasmada.
-No-dijo Ginny, y Hermione se giró preocupada para mirarla-Vas a estar más guapa que yo.
-Sabes que no-dijo Hermione con una sonrisa-Pero quiero ser la segunda mujer más guapa en la boda de mis mejores amigos-Se miró un segundo en el espejo, examinando la espalda, el culo, la cintura y el pecho.
-Te sienta como un guante-dijo Ginny.
-Ya puede-dijo Hermione-con el precio que tiene… Entonces… ¿te gusta?
-Es El vestido, Hermione.
-¿No crees que es corto?
-No te ofendas-dijo Ginny-pero no eres la persona más alta que conozco, y los vestidos largos no son lo que mejor te quedan… además, tampoco es corto que digamos.
-Cuando Ron sepa que me he gastado mil setecientas libras en un vestido de Chanel me va a matar. Y eso que es de los baratos.
-No importa-dijo Ginny-seguro que Harry y él se compran las túnicas más normales que encuentren. Ya sabes como son.
-Eso creo-dijo Hermione
-Ginny-Hermione la llamó mirándola a través del espejo.
-Dime.-le contestó Ginny mientras le colocaba las pinzas de la falda- ¿Sabes que ahora hay que buscarte unos zapatos?
-¿No has notado raro a Ron últimamente?
-No le he visto mucho.
-¿Y Harry no te ha comentado nada?-insistió Hermione.
-No. ¿Por?-dijo Ginny- ¿tenéis problemas mi hermano y tú, Hermione?
-No-dijo Hermione-Todo va bien entre nosotros. Pero últimamente… no sé… siento que me oculta algo.
-¿Bueno o malo?
-Si fuera malo, Harry lo habría notado, y Ron estaría triste. No-dijo Hermione-Está nervioso.-Se quedaron unos segundos mirándose- Da igual, ya me enteraré, será cualquier tontería.-Ginny se encogió de hombros-¿Y a ti que te pasa?
-A mí nada.
-Si Ron está raro, tú estás peor-dijo Hermione-Dime que te pasa.
-No me pasa nada-dijo Ginny a la defensiva.
-Claro que te pasa. Llevas unos días la mar de rara-Hermione se quitó el vestido y se quedó en ropa interior-¿Sabes? deberías olvidar eso de no acostarte con Harry. ¡Estáis los dos que da pena veros, Ginny!
-Hermione…
-Hazme caso, Ginny. Fóllate a Harry-dijo mientras se ponía los vaqueros-Llevas días que estás horrible. Y Harry igual. Un polvo lo soluciona casi todo. Al menos curará esa cara larga que tienes todo el día, estás nerviosa, pálida, estresada…
-Estoy embarazada, Hermione.
Hermione se quedó en silencio mirándola con los ojos como platos.
-¿QUÉ?-gritó por fin.
-Que estoy embarazada.
-Pero… pero… ¿Estás segura?
-Sí-dijo Ginny.
-¿De cuánto?-dijo Hermione sentándose a su lado en el sillón del probador.
-Apenas un mes.
-¿Te has hecho la prueba?
-No-dijo Ginny.
-Entonces¿cómo estás tan segura?-dijo Hermione-¿Tienes un retraso?
-No; aún no; me toca para la despedida.
-¡Jo que casualidad!-dijo Hermione.
-Siempre viene cuando más molesta.
-Mejor que para la boda…-dijo Hermione.
-De todas formas-dijo Ginny volviendo al tema principal-No me va a venir. Vomito todas las mañanas desde hace seis días; y el otro día también vomité en El Cairo-dijo mirando a Hermione-A Harry le dije que me había mareado en la alfombra.
-¿Harry no lo sabe?
-No quiero decirle nada, aún.
-Mejor, porque podría ser otra falsa alarma.
-No lo es. Los vómitos y las nauseas-dijo Ginny-me siento rara y…
-¿Y?
-Esta mañana Tonks me ha dicho que los hechizos no siempre salen como uno quiere cuando se está embarazada, después de vomitar esta mañana he cogido la varita de Harry para hacer un hechizo y aclararme la boca, yo quería sabor a fresas pero me ha quedado sabor a frambuesa.
-Eso… eso no tiene nada que ver; era la varita de Harry. Los hechizos no siempre salen como queremos con la varita de otro mago.
-La varita de Harry siempre me obedece. Estoy embarazada, Hermione.
-Ginny-Hermione se puso en cuclillas delante de ella, con las manos apoyadas en sus rodillas-¿te acuerdas de la última vez que pensaste que te habías quedado?-Ginny asintió-Cuando te vino la regla tuve que mentir a Harry y decirle que nos íbamos un fin de semana a celebrarlo a un balneario-Ginny miró hacia otro lado-Y nos fuimos a una casa alquilada a que lloraras todo el fin de semana.-Hermione le giró la cara con la mano y la miró con simpatía-No te hagas ilusiones. Hazte la prueba.
-Vale-suspiró-tienes razón. Salgamos de dudas-Hermione afirmó con la cabeza.
-Pero ahora vamos a buscarme unos zapatos.
-Vale-rió Ginny.
-Aunque…-dijo Hermione distraídamente-también podrías prestarme tus zapatos rosas ese día-dijo Hermione como quien no quiere la cosa.
-Ya-dijo Ginny con la lengua apoyada en los dientes-Y supongo que no querrás cualquier par de zapatos-Hermione negó con la cabeza y puso manos de súplica-Promete que los cuidarás más que a ti misma ese día.
-Te lo prometo.
-Y Harry no debe saber lo que valen esos zapatos-dijo-porque si se entera que me he gastado esa pasta en unos zapatos muggles; me deja, Hermione.
-Harry no sabrá nada. Te lo juro.
-Vamos a dar una vuelta. Que tanto hablar de zapatos…-dijo Ginny-A lo mejor me compro unos-dijo alegremente-Y luego podrías venir conmigo a comprar la prueba al callejón diagon.
-Creo que…lo mejor será que compre yo la prueba.
-¿Y eso por qué?
-Porque si alguien te ve comprarla, y te reconoce, el Profeta se enterará. Y tú quieres mantenerlo en secreto.
-¡Oh Merlín¿y si se entera El Profeta?
-No se enterarán, Ginny. Yo compraré la prueba hoy, y esta tarde te lo llevaré por polvos flu. Nadie se enterará, y si Harry está allí, fingiré que vengo a por los zapatos.
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-¿Has visto el traje de Ginny?-preguntó Harry a Ron mientras Madame Malkins le ajustaba la tela de la camisa blanca en las muñecas.
-No. Mamá no me ha dejado. Tiene el cuarto de Ginny hechizado y solo si eres chica puedes entrar.
-Porque si no lo hubiera hecho-dijo la voz de la Señora Weasley detrás de ellos-ahora mismo, Ronald, estarías diciéndole al novio cómo va a ir la novia vestida en su boda.
-¡Cómo si no lo supiera!-dijo Ron-Irá de blanco. ¿A qué sí, Harry?-Harry se encogió de hombros.
-Lo único que necesitas saber, Harry-dijo la señora Weasley-es que Ginny está guapísima con él.
-Eso es trampa-dijo Harry mientras trataba de huir de un alfiler volador-Ginny está guapísima siempre. Las muñecas no me gustan tan largas-dijo Harry, y el alfiler pinchó más tela-Mejor.
-Últimamente no-dijo la señora Weasley-Está pálida y nerviosa. Estoy deseando que pase toda esta locura de la boda.
-Cuando todo esto acabe-dijo Harry-pasaremos diecisiete días maravillosos en una playa para nosotros solos. Entonces se recuperará-le dijo a la señora Weasley-Y ganará algo de peso. Está muy delgada-Se oyó un grito de hombre de la otra sala.
-Voy a ver qué le pasa a Arthur-dijo la señora Weasley.
-¿Estás nervioso, Harry?
-¿Por la boda?-Ron asintió- No, lo que estoy es harto de tanto preparativo.
-Mi hermana tampoco parece estar muy bien. Puedo ayudaros, si quieres.
-Bastante está ayudando Hermione-dijo Harry con sorna, últimamente, Ginny parecía más la novia de Hermione que la suya, estaban todo el día juntas y cuando no era así, estaban hablando por la chimenea o mandándose mensajes vía lechuza.
-Hermione…-dijo-Hermione comentó que vosotros dos… esto…que lo que os hacía falta era…
-Un buen polvo-terminó Harry quien oyó atragantarse a Ron-¿Tienes idea de lo frustrante que es vivir con tu hermana y no poder follármela?
-¡HARRY!-gritó Ron-¡ESTÁS HABLANDO CONMIGO!
-¡Esa es otra!-dijo Harry-Si tengo algún problema, no puedo hablar contigo porque "es mi hermana, Harry". No tengo ningún apoyo de tu parte. Supéralo, Ron. Me tiro a tu hermana.
-Te la tirabas-dijo Ron con malicia-porque por lo que yo sé hace bastante que no mojas.
-¡Vaya un mejor amigo que me ha tocado!
-¡Y a mí¿Qué¿Eh?-dijo Ron- ¿Qué clase de amigo se aprovecha de tu hermanita pequeña?
-¡Yo nunca me he aprovechado de Ginny!
-¡Sí lo hiciste!-gritó Ron-¡Y se enteró toda la escuela!
-¡Merlín¿Todavía estás con aquel beso después del partido?
-No-dijo Ron-El beso no. El cuarto de las escobas del tercer piso-Harry se puso muy rojo de repente, no tenía ni idea de que Ron se hubiera enterado de eso-Se enteró toda la maldita escuela.
-¡ERA MI NOVIA!-Harry no sabía qué decir.
-¡ERA MI HERMANA!-Gritó Ron.
-¡QUÉ ES LO QUE PASA AQUÍ?-gritó la señora Weasley- ¿qué son esos gritos, chicos?
-Ha empezado él, señora Weasley-dijo Harry.
-¿QUÉ HE EMPEZADO YO?-gritó aún más fuerte Ron.
La señora Weasley les pegó a los dos en el cogote.
-Quítate eso, Ron. Y vete a casa. ¡AHORA!-Ron obedeció de mala gana y se fue hacia la chimenea de la tienda de ropa, se sacó del bolsillo un puñado de polvos flu, y desapareció entre una nube de llamas verdes-Y tú-le dijo a Harry.
-Señora Weasley, yo…
-¡Nada de señora Weasley!-le reprendió-Ya verás cuando se lo cuente a Ginny. El escándalo que habéis montado los dos.-dijo con un resoplido-A tu casa tú también. ¡Venga!
Harry estaba enfuruñado. Ginny no sabía qué le pasaba ahora pero se le notaba molesto. No le había dirigido la palabra desde que había llegado hacía media hora. Ni siquiera le había dado un beso en la mejilla, porque últimamente ni siquiera se besaban, un beso llevaba a otro, y otro beso solía llevar a uno aún más largo, y al final pasaba que los dos querían mucho más que unos besos, y apartar a Harry cuando estaba tan excitado, era realmente doloroso.
Ginny le sirvió una cerveza de mantequilla.
-Vamos a tener nuevos vecinos-dijo, y Harry la miró con cara de pocos amigos-¿no has visto la casa que están construyendo más abajo?-Harry tomó un trago de cerveza-¿Qué te pasa?
-Me he peleado con Ron.
-¿Por qué?-Ellos nunca se peleaban, eran los dos mejores amigos del mundo.
-Tu hermano no acepta que nos acostemos-dijo con dureza-pero claro, ahora se parte de risa de mí-Ginny lo miró con preocupación.
-¿Qué tal te está tu traje?-preguntó mientras colocaba unos cojines.
-¿Qué tal te está el tuyo?-dijo Harry con aspereza- Si el novio no puede saber nada del vestido de la novia, tú tampoco vas a saber nada de mi traje.
-No te pongas así-dijo Ginny a la defensiva.
-¡No me pongo de ninguna manera!-gritó Harry-Pero no entiendo por qué las mujeres pueden ser todo lo pesadas que quieran y los hombres no.
-¡Si has discutido con Ron no lo pagues conmigo!-se oyó un crepitar en la chimenea, y la cabeza de Hermione apareció de entre ellas.
-¡Mira qué bien!-dijo irónicamente Harry-Ya ha llegado tu novia, Ginny.-la cabeza de Hermione desapareció de la chimenea y apareció ella de cuerpo entero.
-¿Y a ti qué coño te pasa?-le gritó Hermione a Harry-Vamos, Ginny-empujó a Ginny por el brazo hacia la escalera mientras fulminaba a Harry con la mirada-Capullo-masculló.
Harry vio como ambas subían los escalones, con Hermione jurando en arameo contra él, y Ginny cabizbaja. En cuanto la vio alejarse Harry se arrepintió de haberle gritado. Ella no tenía la culpa de que Ron fuera un imbécil.
Hermione cerró la puerta tras de sí, y miró a Ginny.
-¿Lo tienes?-preguntó. Hermione asintió con la cabeza y sacó de su bolsa un paquetito envuelto en papel marrón. Ginny lo cogió y le quitó el envoltorio.
-La bruja que me lo ha vendido me ha dicho que las instrucciones van dentro-dijo Hermione. Ginny abrió la caja y sacó lo que en ella había. Dentro había como una cucharita muy pequeña, como para una muñeca, una botellita de cristal rellena de lo que parecía agua, pero con burbujitas, tapada con un corcho de color verdoso y un papel donde se explicaba el modo de empleo.
El test de embarazo babymagic ofrece a la bruja la posibilidad de corroborar en pocos segundos una feliz noticia-leyó Ginny en voz alta-El modo de empleo es sencillo, rápido y eficaz(…)-¿Dónde están las instrucciones?-dijo nerviosa- ¡Ah aquí!-En la solución cristalina depositar con la cucharilla un poco de saliva, remover y esperar unos segundos. La solución presentada en el test reacciona ante la magia cambiando de color. La magia de cualquier mago vuelve de color azul la solución, pero si la bruja está embarazada la solución detectará esa presencia mágica "extra" adquiriendo cualquier otro color, normalmente, rosa o morado.
Se recomienda que antes de efectuar el test la bruja en cuestión se enjuague la boca abundantemente con agua para eliminar cualquier rastro que pudiera confundir al test. Asimismo, si se ha entrado en contacto oral con los fluidos de otro mago se recomienda esperar unos minutos y enjuagarse la boca con una solución de agua y sal.
-¿Has besado a Harry?-dijo Hermione
-No-dijo Ginny-Voy a enjuagarme la boca.
-Hechizaré la puerta por si a Harry le da por subir-dijo Hermione mientras veía a Ginny irse hacia el cuarto de baño.
Unos segundos después Ginny chupaba la cucharilla y la introducía dentro del líquido transparente y le daba vueltas con mano torpe e insegura. En menos de cinco segundos el líquido se volvió fucsia brillante.
-Es fucsia, Hermione-dijo Ginny con la voz entrecortada.
-Sí-dijo Hermione absorbiendo aire por la nariz- estás embarazada, Ginny-dijo con los brazos abiertos. Las dos empezaron a chillar, a reír y a llorar a la vez mientras se abrazaban.
-Me voy-dijo Hermione de repente-supongo que cuando se lo digas a Harry querrás estar a solas con él.
-No voy a decírselo-dijo Ginny.
-¿Qué?
-Aún no, quiero decir-dijo Ginny-Se lo diré en la noche de bodas.
-Pero¿por qué?-preguntó Hermione.
-Porque…porque quiero que nuestra boda sea importante-dijo Ginny.
-¡Ginny!-dijo Hermione-¡claro que vuestra boda es importante! Eso no tiene nada que ver…
-Claro que tiene que ver-dijo Ginny interrumpiéndola-El momento más importante hasta ahora en la vida de Harry ha sido derrotar a Voldemort. No quiero-dijo Ginny mirando al suelo-No quiero que el día más importante de su vida sea un día de guerra.
-Ginny…
-Si se lo digo en la noche de bodas, ese día será más especial todavía.-continuó-Lo hará más especial.-Hermione acercó a ella y la abrazó.
-Para Harry cualquier día que pasa contigo es más especial que la noche en que derrotó a Voldemort. Que no te quepa la menor duda-Ginny asintió.
-Habla con Ron-dijo Ginny, parecía más tranquila-Creo que han discutido.
-¡Vaya dos idiotas!-dijo Hermione-¿por eso está Harry tan enfadado?
-Sí-dijo Ginny-por eso y porque no folla. Pobrecillo-Hermione se rió-¿Quieres quedarte a comer?
-No sé. Tengo cosas que hacer.
-Hay pollo relleno.
-¡Me quedo!
Bajaron juntas las escaleras, y Hermione presenció como Harry, quien debía haber discutido con Ginny antes, se echaba prácticamente a los pies de su mujer para suplicarle su perdón. Bueno… quizás no tan dramáticamente, pero se le veía arrepentido de lo que hubiera hecho. Ginny solo sonrió, le cogió la cara y le dio un beso en la mejilla. La comida estaba estupenda. Ginny había heredado las aptitudes culinarias de su madre. Harry y ella se pusieron hasta arriba, mientras que Ginny apenas probó bocado, Hermione suponía, que por las nauseas.
-Parece que vais a tener nuevos vecinos-dijo Hermione, y Harry se atragantó.
-Se lo he comentado a Harry-dijo Ginny mientras le daba palmadas en la espalda.
-Ya es mala suerte-dijo Hermione pinchando un trozo de patata-que con todo el campo que hay tengan que instalarse a unos metros de aquí. Vais a tener que llevar cuidado con la magia para que no se den cuenta.
-Ya-dijo Ginny pesadamente-Harry quería plantar unos árboles cerca de la colina para tapar la vista que viene desde el pueblo y poder jugar al quidicht-se levantó y retiró su plato y su vaso-pero supongo que tendrá que aguantarse.-Harry hizo un gesto como si le diera igual y ella le acarició el pelo cariñosamente.
-Lo siento-dijo Hermione.
-No pasa nada-dijo Harry, y Ginny se dio cuenta de que sonaba bastante sincero.
-Muchas gracias por la comilona-dijo Hermione-pero tengo que irme. He quedado con Ron para hacerle una visita a Tonks.
-Muy…-Harry no terminó la frase, algo estaba golpeando la ventana de la cocina. Abrió la ventana con un movimiento de varita y entró ululando como una loca, la lechuza de Ron, Pig.
Hermione decía que Ron debería de comprar otra lechuza, una que fuera un poco más robusta, pero Ron, que siempre había sido un sentimental para sus mascotas (incluyendo a Scabbers, quien resultó ser la rata más grande del mundo, cuando se transformaba en Peter Pettigrew) se negaba a comprar otra lechuza y relegar a la buena de pig, a tareas secundarias. Lo cierto es que a Harry no le parecía que Pig fuera para nada una lechuza debilucha, era un tanto escandalosa, aunque con los años se había calmado un poco; pero de torpe en realidad no tenía nada.
Hermione tendió la mano hacia la lechucita, pero ella prefirió irse hacia Harry, se posó sobre sus gafas ululando suavemente, mientras Harry le quitaba el sobre de la patita.
-Es de Ron-dijo como si no lo supieran ya todos-dice que te verá más tarde-le dijo a Hermione.
-¿Por qué?-preguntó intentando ver la carta- ¿qué le pasa?
-Nada-dijo Harry-Quiere que vaya a la madriguera, quiere hablar conmigo.
-Querrá hacer las paces-dijo Ginny y Harry se encogió de hombros, como dándole la razón.
-Bueno, pues nada-dijo Hermione-¿Sabes qué? Aprovecharé la tarde para ir a ver si lo de la despedida está todo bajo control.
-Yo me voy dijo Harry-y le dio un beso a Ginny-No tardaré mucho.
Ginny se dio un buen baño de espuma mientras oía el disco de música dulzona que Hermione le había regalado hacia tiempo "música para hacer el amor", Hermione dijo que lo había visto en un mercadito de Londres, y que en cuanto lo vio, pensó en Harry y en ella, la verdad es que se lo había regalado como una broma, pero el disco era bueno y relajante, y lo cierto, es que no le inspiraba demasiado para hacer el amor; pero para estos momentos de relajación, le encantaba. Salió de la bañera casi una hora después, Harry solía reprimirla diciéndole que no era bueno que se pasara tanto tiempo en la bañera, primero, decía, porque podría quedarse dormida y ahogarse, y segundo, porque salía más arrugada que una pasa, cosa que no le favorecía nada. Mientras se secaba tuvo oportunidad de estarse mirando al espejo, pasó unos minutos mirándose y toqueteándose la tripa, justo en ese momento había una personita, o lo que pronto sería una personita, del tamaño de la punta de un alfiler creciendo dentro de ella. Eso sí que era mágico, pensó.
Se echó una merecida siesta mientras Harry estaba fuera, últimamente no dormía bien, lo cierto era que, desde que no dormía con él, se despertaba muchas veces y se sentía incómoda, pero eso no iba a decírselo a Harry. Era la mujer más testaruda de la tierra. Se despertó, calculó, unos cuarenta minutos después. Y Harry no volvió hasta casi anochecer. Había pasado más de cuatro horas fuera, cuando supuestamente salía para un rato. Ginny salió a recibirlo con mala cara (para que él supiera que había hecho mal y que ella estaba enfadada) a la entrada.
-Hola-dijo Harry, y Ginny notó con horror que estaba borracho.
-¿Dónde has estado?-gritó.
-Con Ron-dijo Harry con una sonrisa estúpida, mientras se peleaba con una chaqueta que, evidentemente, se negaba a salir de sus brazos en la manera en que Harry trataba de quitársela-Hemos hecho las paces-dijo alegremente, logró quitarse la chaqueta, y cuando trató de colgarla, se equivocó y la chaqueta cayó al suelo. Cuando Ginny fue a recogerla del suelo, en parte porque si no se movía o hacía algo iba a abofetearlo, él la cogió de la cintura y le dio un beso en los labios. ¡Nada menos que whisky de fuego!, pensó Ginny-¡Qué bien hueles!-dijo soñadoramente.
-¿Sí?-dijo enfadada-Pues tú apestas-No le importaba que Harry se emborrachara de vez en cuando; cuando estaban de fiesta con la familia o con los amigos todos solían beber un poquito de más para reírse de todo, además Harry tenía buen beber. Pero hoy era un día entre semana, y beber sin motivo aparente le parecía a Ginny, por más que muchos ingleses lo hicieran, una asquerosidad. Y no iba a consentírselo a Harry.
-¿Desde cuando lo sabes?-dijo Harry, ahora parecía más sobrio.
-¿El qué?-inquirió Ginny. No dejaba de pensar que era una lástima no dormir con él, porque así esta noche podría castigarlo haciéndole dormir en el sofá. Lejos de ella.
-Lo del embarazo-dijo Harry, y a Ginny se le vino el mundo encima.
-¿Qué¿Cómo te has enterado?
-Me lo ha dicho Ron-dijo Harry mientras caminaba hacia la cocina-Por eso quería hablar tan urgentemente conmigo esta tarde.
-¿Ron?-dijo Ginny confundida-Pero… pero… ¿Cómo lo sabe Ron¿Se lo ha dicho Hermione?
-¡No!-dijo Harry con una carcajada atronadora-No; se lo ha dicho tu madre-dijo con voz más calmada.
-¿Mi madre?-ahora todavía estaba más confundida-Pero… ¿cómo se ha enterado ella¿Se lo ha dicho Hermione?-Ginny no podía creer que Hermione hubiera traicionado su confianza en un tema tan importante como este. Se sentía defraudada. ¿Y a su madre¿Cómo se le ocurría a su madre contárselo a Ron, sabiendo que éste iría corriendo a contárselo a Harry?
-¡Qué va!-dijo Harry mientras se comía una de las croquetas que Ginny tenía a medio hacer para a hora de la cena -Ella no sabe que nos hemos enterado. Pero nos hemos enterado-dijo Harry, y Ginny se dejó caer en la silla de la cocina. Ella quería que fuera una sorpresa, y quería además, decírselo ella misma a Harry, ver qué cara ponía en el momento de enterarse de que iba a ser padre. Sintió las lágrimas acudir a sus ojos. Encima Harry, parecía indiferente con la noticia, como si le diera igual saber que dentro de unos meses sus vidas y su pequeña familia sería totalmente distinta.
-Ya-dijo Ginny. Miró a Harry quien estaba probando todas las croquetas, a ver cual le gustaba más, si las de verduras, las de pollo o las de bacalao. No tenía sentido, Hermione había estado con ella durante la prueba, ella no había dicho nada; era imposible que alguien lo supiera. Mucho menos su madre-¿Cómo se ha enterado mi madre, Harry?-dijo con más calma. Quería saber el nombre del gilipollas que le había arruinado el que debía haber sido uno de los momentos más felices de su vida.
-Una amiga de tu madre-dijo Harry encogiéndose de hombros-vio a Hermione comprar un test de embarazo en el callejón Diagon. Las de pollo se salen, Ginny-dijo cambiando de tema-Y le contó a tu madre todo-dijo con una sonrisa-La verdad es que a mí no me ha parecido bien que tu madre le contara a Ron que Hermione está embarazada, eso debería haberlo hecho ella-dijo mordiendo otra croqueta-¡Ya veremos cómo se pone cuando sepa que Ron lo sabe!-Ginny miraba de lado a lado¡menudo lío, o sea que alguien había visto a Hermione comprar el test y matemáticamente había deducido que la embarazada era ella, Hermione. ¿Y ahora qué hacía ella¿Le decía la verdad a Harry?. Cuando Ron le pidiese explicaciones a Hermione, quizás justo en este momento, ella le diría la verdad, Harry se enteraría por otros medios. Y ella no quería eso-Así que cuando Ron me lo contó-dijo Harry que no había notado la ausencia de su mujer-decidimos ir a celebrarlo.
-Que haya comprado un test no significa que esté embarazada.
-Ya-dijo Harry-quizás lo haya hecho para asegurarse.
-Puede que no esté embarazada-insistió.
-Puede-dijo Harry-a Ron se le veía contento. La verdad es que siempre pensé que nosotros seríamos padres antes.
-Mi madre debió esperar a que Hermione estuviera segura-disimuló Ginny
-Supongo-dijo Harry sin interés- ¡Están buenísimas!-dijo después de tragar de un bocado una croqueta de bacalao.
-Déjalas ¿No ves que aún tengo que freírlas? Todavía no están hechas del todo.-dijo Ginny con una pequeña sonrisa. No se lo diría aún. Le mandaría ahora mismo a Hedwig a Hermione para saber si había descubierto el pastel o no; dependiendo de su respuesta, se lo diría esta noche a Harry. Si se lo decía, Ginny sabía, que no iba a poder cumplir su promesa de "nada de sexo hasta la noche de bodas" una noticia así, se merecía una celebración por todo lo alto; incluyéndolos a ella y a Harry en la cama.
Ginny se excusó un momento y consiguió mandarle a Hedwig a Hermione, y le avisó a la lechuza, que nadie salvo Hermione debía verla.
Hedwig tardaba bastante en volver; lo que hacía pensar a Ginny que Hermione y Ron debían de estar teniendo una laaaaarga conversación. Ginny le sugirió a Harry ver una película, la que él quisiera, para matar el tiempo juntos, ya que Harry no tenía que trabajar, ni ella tampoco. Le quería distraído para que cuando volviera la lechuza, no se diera cuenta.
Hedwig volvió, pero del brazo de Hermione, quien se presentó en casa un poco antes de la hora de cenar.
-Tu secreto sigue a salvo-le dijo a Ginny en voz baja mientras colgaba su abrigo. Y Ginny le abrazó. Cuando Harry vio esto, se abalanzó sobre Hermione dándole la enhorabuena.
-No me la des, Harry-dijo ella-No estoy embarazada. Falsa alarma.
-¡Vaya!-dijo Harry con una mueca de compasión-Lo siento, creo.
-No importa-dijo Hermione fingidamente-Habrás más oportunidades.
-¿Y Ron?-preguntó Ginny. Harry había dicho que su hermano estaba bastante emocionado.
-¿Te importa si te robo a Ginny unas horas, Harry?-Harry negó con la cabeza, y volvió a abrazarla como dándole su apoyo.
-Harry es un amor-dijo Hermione una vez estuvieron las dos solas en el dormitorio de Ginny.
-¡Merlín, Hermione!-dijo Ginny mientras la cogía de las manos y la conducía hasta la cama con curiosidad-¿Qué ha pasado¿Qué te ha dicho Ron¿Estás bien?
-Por partes-dijo Hermione con una sonrisa-¡Ay Ginny tengo tanto que contarte!-dijo abrazándola-¡quiero a tu hermano!-gritó.
-Eso no es nuevo-dijo Ginny-Ya sé que le quieres.
-Ron me mandó a Pig hace unas horas-dijo Hermione muy emocionada-cuando llegué a la Madriguera me extrañé de que no hubiera nadie-se paró un momento como para poner sus pensamientos en orden-¡Oh Ginny¡La casa!-gritó Hermione
-¿Qué casa?-Ginny empezaba a preocuparse, Hermione parecía haberse vuelto loca porque lloraba y reía a la vez que abrazaba el almohadón de la cama.
-Yo…-dijo entre risas y lágrimas-no sabía qué le pasaba. Estaba muy nervioso, en cuanto llegué me abrazó y me dijo que no me preocupara, Ginny-y miró a Ginny sonriendo más que llorando-Que me quería y que iba a estar siempre conmigo-Ginny también le sonreía, era muy feliz por Hermione y por su hermano-Yo no comprendía nada, no paraba de decirme que si yo quería por él podíamos casarnos mañana-dijo Hermione un poco más seria-La verdad es que me asusté porque no tenía sentido toda aquella declaración de amor. Nosotros no somos unos cursis como vosotros-concluyó.
-¡Oye!-gritó indignada Ginny.
-Entonces empezó a decirme que ya lo sabía todo-siguió ignorándola- Yo no entendía nada-dijo gesticulando con las manos-Así que me contó que todos sabían ya que me había quedado embarazada. Cuando le pregunté que por qué pensaba eso; me dijo que le habían dicho que me habían visto comprando un test de embarazo-Hermione miró a Ginny y soltó una risita-Yo no sabía si reír o llorar. No sé que cara puse pero volvió a decirme que me quería y que no me preocupara, que iba a cuidar de mí. Y Ginny…-dijo mirándola.
-¿Qué?
-La casa que están haciendo aquí al lado.
-¿Qué le pasa?-dijo Ginny preocupada porque Hermione volvía a tener lágrimas en los ojos.
-¡Qué es de tu hermano!-dijo mientras sollozaba-Ha comprado la parcela de al lado y está haciendo la casa para que nos vengamos a vivir aquí.
-¿Qué?-Ginny se puso de rodillas delante de Hermione.
-Dijo que lo tenía pensado desde hacía tiempo; que cuando se enteró no lo pensó y compró la parcela, porque así podríamos ser vecinos. Dijo-Hermione hablaba muy deprisa entre sollozo y risa-que era una sorpresa para el día de nuestro aniversario; pero que ya que me había quedado embarazada era el mejor momento para decírmelo.
-Eso es fantástico Hermione-dijo Ginny mientras le acariciaba el dorso de la mano-¡Vamos a ser vecinas!-rió Ginny-¿Y qué dijo mi hermano, ya sabes…cuando se enteró de que no había embarazo?
-Se quedó…apenado, creo-dijo Hermione-la verdad es que se le veía ilusionado. Aunque creo que más que por el hecho de que pudiera estar embarazada era por… por…por poder estar juntos todo el tiempo. ¡Y le dije que sí!
-¡LE DIJISTE QUE ESTABAS EMBARAZADA?
-¡NO!-gritó también Hermione-Eso no…Le dije que lo de casarnos este fin de semana sería gastaros una mala jugada a Harry y a ti, así que hemos decidido esperar un poco para la boda-dijo con una sonrisa- Y bueno… le dije que por mí podíamos venirnos a vivir aquí hoy mismo si él quería. Al final decidimos que podíamos esperar un poco para vivir juntos, al menos hasta que terminen la casa. ¿No? No quiero mojarme en los días de lluvia-dijo Hermione sonriendo con cara soñadora-Aún después de saber que no estaba embarazada no paró de decirme que me quería, Ron nunca es así, Ginny-dijo Hermione-que no me preocupara por nada porque él iba a cuidar de mí toda la vida, dijo que eso era lo único que quería, quererme y cuidarme toda la vida-Y diciendo esto se puso a llorar como una tonta; Ginny, sensible como estaba por el embarazo, pronto la acompañó con lágrimas solidarias.
Se pasaron lo que quedaba de tarde hablando como dos cotorras, planeando detalles de la vida que iban a tener al lado de Harry y Ron respectivamente, lo bien que lo pasarían al ser vecinas, lo práctico que sería a la hora de criar a los niños. Al final, acabaron hablando sobre como habían celebrado Ron y Hermione la noticia de la construcción de su casa. Cuando estaban riendo como dos tontas, por supuesto, porque estaban hablando de sexo, Harry llamó a la puerta, abriendo despacio y asomándose poco a poco.
-Es hora de cenar-dijo; y cuando Ginny iba a decirle que ya bajaban, Harry entró en la habitación con una bandeja con dos platos, dos vasos y un montón de comida y bebida bien servida-Suponía que tendríais hambre. Lleváis horas aquí entradas.
-Gracias Harry-dijo Hermione con una sonrisa que él le devolvió.
-Os dejo solas-dijo Harry.
-Discúlpame Hermione-dijo Ginny, y salió corriendo tras él. Le pilló en el rellano de la escalera. Abalanzándose prácticamente sobre él, le rodeó de un salto la cintura con las rodillas y le besó metiéndole la lengua hasta la campanilla. Harry hizo un ruido encantador con la garganta, como de sorpresa; pero en seguida dio paso a ruidos más propios de él, como gruñidos, suspiros o gemiditos de placer. Hacía tiempo que no se besaban así, sobre todo, para evitar la tentación.
-Yo también te quiero mucho. Y también quiero pasar toda mi vida contigo-dijo Ginny besándolo.
-Ya… bueno-dijo Harry un poco desconcertado-Yo también te quiero-Ginny le sonrió y le abrazó más fuerte para luego dejarse caer al suelo, darle un último beso rápido en los labios, y volver a encerrarse en la habitación con Hermione. Pasaron unos segundos hasta que Harry despertó del letargo en que lo había sumido el beso, justo cuando iba a bajar las escaleras la puerta del dormitorio volvió a abrirse y asomó la cabeza pelirroja de Ginny.
-Hermione se queda a dormir-anunció, y Harry asintió.
Cuando Harry entró a la mañana siguiente en el dormitorio, despacio para no despertarlas, para ir al baño, las vio a las dos echadas sobre la cama; como si fueran dos amantes más que dos amigas, tendidas en posición fetal con las rodillas juntas y cogidas de la mano. Y Harry de repente, se puso celoso. No era justo que Hermione pudiera dormir con su mujer y él no. Harry se dirigió hacia Ginny y se tendió poco a poco encima de ella. Cuidadoso de no despertar a Hermione, procuró por el contrario despertar a Ginny sin sobresaltarla.
-¡Harry!-dijo al fin con voz de sueño-¿Qué estás haciendo?
-Estaba celoso de Hermione-dijo dándole un beso de buenos días-Me gusta ser lo primero que ves por las mañanas. Yo y solo yo.
-A mí también me gusta verte por las mañanas-dijo Ginny con una sonrisa- pero ¿sabes que me gusta mucho también por las mañanas?
-¿Qué?-dijo Harry mientras tocaba la punta de la nariz de Ginny con la suya.
-Me gusta dormir hasta tarde-y diciendo esto empujó a Harry fuera de la cama-Te quiero pero tengo sueño.
-Duerme cuanto quieras-le dijo cariñosamente mientras le acariciaba la mejilla-No despiertes a Hermione. Hoy tiene que trabajar, pero como soy su jefe, puedo permitirme darle el día libre de hoy. Te quiero.
Ginny se quedó dormida en un santiamén, Harry tenía mucho que hacer y lo más importante, tenía que hablar con Ron, para ver cómo se sentía su amigo. Y después ir a hablar con Fred y George de la fiesta de la despedida, del día siguiente. Después de todo el revuelo del embarazo, casi se había olvidado de la despedida. Ocho días, ocho días y estaría casado con Ginny. Ocho días, y se convertiría en el marido de Ginny. Ocho días para demostrarle al mundo lo que él ya sabía, que quería pasar su vida al lado de ella.
To be continued….
Bueno, lamento la tardanza. Hasta que los exámenes me han dejado. Es algo más corto que los demás, pero también es verdad que es probable que en vez de dos capítulos como dije que quedaban, quedaran tres (o sea, que aún quedarían dos por concluir).
Se verá sobre la marcha, no obstante.
Un saludo para todas las personas del club H/G del foro de harrylatino.
