Capítulo 36 "No puede ser"
Cevdet entró apurado a su habitación, seguido de cerca por Azize, que hacía un esfuerzo por no perderle el paso…
-¿Cómo puede ser que no me hayas dicho nada? - le dijo con enojo.
-No lo sé desde hace mucho, solo le di la oportunidad para que se sincerara contigo… la verdad es que la estuve controlando desde que lo supe…
-Evidentemente no lo suficiente…- dijo él en el mismo estado.
-¿Insinúas que no controlo a mi hija?
-Te digo que si lo hubieses hecho como corresponde, no habría podido enamorarse de un griego…- dijo y sacudió la cabeza, no quería gritar, pero lo necesitaba para descargarse…
-¿Qué podía hacer? Recién hemos casado a Yildiz… ella no parecía apurada en hacerlo… nunca me imaginé…
-Azize…- dijo y la tomó de los hombros- ¿te das cuenta de lo que todo esto significa? - le dijo y se quedó mirándola, observando como ella trataba de seguir el hilo de su conversación.
-Lo se… lo se…- dijo y sacudió la cabeza con preocupación.
-¿Qué te dijo? ¿qué más sabes?
-Él vino a hablar conmigo hoy… me dijo que lo que les sucede es real, que él la quiere y que piensa dejar el ejército…
-¿Dejar el ejército? ¿qué pasará con su padre? ¿lo enfrentará?
-Dijo que espera que su padre comprenda sus motivos… que sabe que él no tiene particular vocación por las armas…
-Es una locura total… esto no puede ser…
-¿Qué vamos a hacer? - le preguntó Azize.
-Si lo hubiera sabido antes…- dijo y la miró con algo de rencor.
-¿Quieres echarme la culpa para sentirte más tranquilo? Adelante, hazlo… yo solo hice lo que debía, hablar con ella no bien me enteré y pedirle que te lo dijera…
-Tú tendrías que habérmelo dicho… porque ahora necesito tomar una decisión, saber qué voy a hacer y a veces un minuto más de tiempo para pensarlo, es imprescindible…
-¿Qué quieres que haga? Lo manejé como pude…
-¿Por qué lo hiciste sola?
-Porque estoy acostumbrada a eso…- le dijo y él se perdió en sus ojos- estuve siete largos años haciéndome cargo de todo sola… y no lo pensé… ¿quieres ofenderte por eso? Adelante, hazlo…- dijo y se encaminó hacia la puerta.
-¿Qué haces? - le preguntó él.
-Necesito aire… evidentemente aquí no hago nada bien…- dijo y se fue pegando un portazo.
Cevdet se quedó mirando la puerta cerrada y suspiró. ¿por qué todo tenía que complicarse de golpe? Aún más de lo que estaba, por supuesto…
Cerró los puños con impotencia. No podía dejar que Azize estuviera sola por la calle a esa hora, era una locura…
Bajó las escaleras y escuchó la puerta de calle. Se apresuró a ponerse su calzado antes de salir tras ella y la alcanzó cuando caminaba, algo apurada hacia la esquina…
-¿Vienes a seguir gritándome y culpándome? - le dijo ella no bien él se puso a su lado.
-Vamos a casa…
-Prefiero que no… necesito aire… no me siento bien…
-Azize…- dijo y la tomó suavemente del brazo para detenerla.
-Quieres que me sienta culpable por no haber corrido a decirte lo que ocurría… yo simplemente hice lo que pude…
-Lo se…- dijo y la acercó a su cuerpo- siento no haber estado todos estos años… realmente lo siento… no es que no me haya importado… yo…
-Cevdet… se porqué no estuviste, ya lo comprendí, pero la realidad es que tuve que aprender a manejarme por mi cuenta y me acostumbré a eso…
-Lo se, mi vida… lo siento tanto…
-No lo sientas, ya pasó… ahora hay que enfocarse en lo importante…
-Así es… por favor, volvamos a casa…- le dijo y la abrazó para volver.
Cuando entraban a la casa, el teniente León se apareció ante ellos y pidió de hablar con Cevdet…
-Coronel…
-Teniente…- dijo Cevdet intentando no ofuscarse.
-Me imagino que se habrá enterado de… lo que ocurre…
-¿Te refieres al intento tuyo y de mi hija de complicar aún más las cosas?
-Le puedo asegurar que no fue nuestra intención…
-No hables por ella… no lo he autorizado…- dijo con sequedad Cevdet.
-Entiendo que no sea lo mejor que podría haber sucedido… pero es así… y voy a luchar por ello… quería que lo supiera…
-¿Luchar dices? Tienes agallas, teniente…
-El amor me hace más valiente…
-Aún más que el hecho de ser soldado…
-Usted sabe que eso no es lo mío, creo que se dio cuenta antes que mucha gente…
-Incluso antes que tu padre…- asintió.
-Así es… y por eso me animo a pedirle que reconsidere bendecir mi unión con su hija…
-¿Unión?
-Quiero casarme con ella…
-No puede ser… teniente, es una locura…
-No lo es… estas cosas pasan…
-Pero son muy inconvenientes…
-¿Qué es lo que está mal? Usted ha decidido cambiarse de bando… que su hija se case con un soldado griego, o simplemente con un griego, debería alegrarle…
-No quiero que abandone la religión… y me gustaría que fuera con un hombre sano, sin relación con la guerra…
-Pues eso es complicado… todos los hombres sanos están en disponibilidad para intervenir en la guerra…
-Teniente…
-Señor… coronel Cevdet… le pido que reconsidere… le prometo que su hija será feliz y la alejaré de todo esto…
-¿La llevarás a vivir a Grecia?
-La llevaré donde sea feliz… que es lo que me importa…
Cevdet se quedó mirándolo y no le dijo nada más. Luego lo observó irse y entró a su casa.
Hilal lo esperaba tras la puerta y Cevdet la miró con fastidio.
-No lo entiendo… de verdad…
-¿Crees que yo lo planeé? ¿qué un día me desperté pensando que me enamoraría de un griego?
-No me importa si lo planeaste o no… es un gran dolor de cabeza…
-Lo entiendo… y aún así siento que no puedo evitarlo…
Cevdet inspiró hondo y subió las escaleras, necesitaba intentar dormir unas horas, sentía que no podía pensar más…
Cuando abrió la puerta de su habitación, Azize lo esperaba sentada en la cama, sus manos acariciando con suavidad su vientre…
Cevdet vio eso y sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas… la impotencia era muy grande…
-Cevdet…- le dijo ella en voz baja y él se sentó a su lado.
-¿Por qué todo tiene que ser tan complicado? - dijo él y se agachó, apoyando su cabeza en el regazo de ella.
-No lo se…- dijo ella y lo acarició con suavidad.
-Necesito que todo esto se termine de una vez… me dan ganas de olvidarme de todo…
-Mi vida… mi Cevdet…- le dijo ella sin dejar de acariciarlo.
-No doy más, Azize…- le dijo y ella lo dejó llorar.
Lo sostuvo un rato, tratando de sosegar esa sensación de desesperación que él tenía… y finalmente, él se fue calmando…
-¿Estás mejor? - le preguntó cuando él se secó las lágrimas y la miró a los ojos.
-Mañana iré a hablar con el Pasha… quiero terminar con todo… creí que podría, pero claramente esto me está sobrepasando…
-Haz lo que te parezca mejor… yo estaré aquí, apoyándote…- le dijo ella y trató de sonreír.
-Lo se… te amo…- le dijo él y la tomó entre sus brazos para que ambos pudieran descansar.
Bueno, se acerca el momento de las decisiones. Veremos como sigue! Nos vemos en el próximo! Gracias por leer!
