Disclaimer: Ustedes saben bien que Slam Dunk no me pertenece. Ni sus personajes. Solo al gran Takehiko Inoue. Solo este fic es mío.

N/A: Antes que nada es mi primer fic yaoi de Slam Dunk uu ya que me encanta este género quise probar a ver como me va, espero sus comentarios.

Negro y rojo

Capítulo 3: Sufrir y evadir

- ¡Cuidado¡TETSUO! – era lo que más se le pasaba por la cabeza a Mitsui mientras observaba como esa desgraciada…como esa maldita bala le pulverizaba la tapa de los sesos mientras hablaba con él. Lo más aterrador era que su capacidad motora para hablar no existía. Tanto sus labios como sus cuerdas vocales se habían congelado.

Unos segundo, miles de eternidades al desplomarse.

Y de la nada surgió otra imagen…

- ¿Que pasó¿Por qué no se levanta? – intentaba vislumbrar algo, pero otro cuerpo no identificado se lo impedía. Se desplazó, esquivándolo. Cuando estuvo frente a frente con lo que quería ver…

Un chico se despertó con una estruendosa exclamación.

- ¿eh…? –su vista era algo nublosa, luego se dio cuenta donde estaba. Ese lugar lo conocía muy bien, es más en los dos años anteriores terminaba allí muy a menudo. Era la enfermería de la preparatoria de Shohoku - ¿Qué hago aquí?

- Mitsui…que bueno que ya despertaste – una media sonrisa se dibujo en un chico con gafas, también reconoció a su compañero y amigo Kogure, el cual estaba sentado a su derecha.

- ¿Qué…?...mierda – se llevó su mano a la frente al recordar el porque estaba allí. Un contenido rosado y enfermizo mezclado con sangre regado en el metálico brillar de una moto hizo que se levantara de inmediato de la cama y fuera como alma poseída al baño más cercano. Kogure escuchaba con mezcla de asco y pena el sonido que emitía su amigo al devolver el contenido de su estómago sobre el lavabo.

- Mitsui…Dios, es imposible que estés bien – rectifico ya que iba a preguntar si estaba bien. Pregunta inútil.

El aludido no contestó, solo se limitó a recostarse de nuevo en la mullida cama. A su lado había varias camillas, sillas y botiquines de primeros auxilios. Como no había nadie, le había tocado la cama más cómoda y en mejor estado. Pero esto no era motivo de felicidad.

- Kogure…fue una pesadilla – el chico parpadeó -…el asunto es que no logro recordar el por qué estoy aquí ¿Acaso alguien me golpeó¿Tuve un accidente? – su mirada era vacía y expresiva a la vez

- Rayos, no quiero decírtelo, no quiero hacerlo – dijo el chico al reconocer el mecanismo de defensa de su amigo – pero Tetsuo…no pudo resistirlo.

- Con que eso fue lo que paso… - sonrió, por un momento Kogure tembló – eso le pasó por no usar casco – acentuó la sonrisa. Kogure estaba cada vez más aterrado y lo entendía cada vez menos.

- ¡Pero que cosas dices¡Alguien lo asesino! – por un momento se alteró al escuchar las palabras de Mitsui con su normal acento sarcástico -…discúlpame, yo no quise… - el de gafas reaccionó, se suponía que debía hablar con calma ante su compañero, pero incluso él se encontraba en shock

Como si esa fuera noticia nueva Mitsui fijó sus esferas de zafiro en él, y estas se mostraron impactadas. Se levantó, mantuvo la cabeza inclinada y murmuraba con suma rapidez cosas que Kogure no lograba captar.

- Mitsui… - se acercó lentamente, cada vez más preocupado.

- ¡NO LO REPITAS DE NUEVO! – bramó con horror desplomándose de la nada. Kogure se arrodilló quedando a la misma altura. Entristecido descubrió que esas esferas zafiro estaban manando lágrimas como si de sangre se tratara. Hace mucho tiempo que no le veía llorar –y menos de esa forma- por lo que de inmediato le ofreció un lecho donde terminar de derramar las gotas que le quedaran.

Kogure tenía tanto miedo…

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- ¿Lo escuchaste¿Verdad que suena horrible?

- ¡Esto me da miedo!

- ¡Bah! De seguro era un pobre diablo que no tenía donde caerse muerto…

- Fue cerca de aquí ¡pudo ser cualquiera!

- Me pregunto quien es capaz de cometer algo así...

- Por eso no es bueno meterse con pandilleros...

Esos eran los comentarios que más se escuchaban por toda la preparatoria. Alguien escuchó una charla entre un profesor y el director. El segundo le hablaba al primero de que debían extremar las medidas de seguridad en la preparatoria. Y claro, la noticia se extendió como pólvora.

Y eso también tenía que llegar a los oídos de Hanamichi Sakuragi.

- ¿Te enteraste Hanamichi? – Ryota fue a su salón en la hora de la salida algo alarmado - ¡Mataron a Tetsuo!

El pelirrojo parpadeó. Había escuchado que habían asesinado a alguien a muy pocas calles del colegio. Cuando lo supo por la boca de su amigo quedó algo sorprendido por unos segundos.

- Quien sabe que habrá hecho para que lo mataran… - pero el chico del piercing lo observo con muy mala cara.

- ¡Como te atreves a decir algo así! – Se escandalizó el chico - ¡No creo que alguien merezca morir así!

- ¡No me refiero a eso! – Intentó rectificar, al parecer había sonado muy cruel sin que esa fuera la intención – Por supuesto que es horrible… - murmuró ya que más de uno cuchicheaba la forma en que lo asesinaron – solo que no puedo evitar pensar por qué razón.

- Y eso no es lo peor – su rostro se ensombreció – alguien andaba con él y vio todo – el pelirrojo lo miró con más interés.

- ¿Qué has dicho¿Y quien pudo ser? – preguntó interrumpiendo abruptamente al otro.

- Demonios…fue Mitsui – esto si que remató a Sakuragi – ¡Mitsui estaba allí y fue testigo de todo!

- ¿Mitsui¿El Mitchi que conocemos? – Ryota asintió – pero…no entiendo…¿Qué pasó? Espera… ¿Cómo sabes todo esto? – lo señaló como si lo acusara de algo.

- Me encontré a Kogure yendo a la enfermería y me lo contó todo. Como fue cerca de aquí, trajeron a Mitsui –y estaba inconsciente- para que alguno de nosotros pueda ayudarlo.

- ¿Pero que carajo hacía allí! – fue lo único que halló para decir.

- Según Kogure, al parecer Tetsuo solo le acortaba el camino hasta aquí. Mitsui se encuentra mal y muy confundido. No tiene remota idea de lo que pasó.

- ¡Que clase de cobarde y mal nacido lo habrá hecho¡Sea quien sea yo mismo me encargaré de pulverizarle todos los huesos¡ME LAS PAGARÁ! – por un momento Ryota iba a sonreír por el cambio tan rápido de Hanamichi. Mataron a Tetsuo: no era asunto del N 10, pero si un buen amigo suyo tuvo que presenciarlo: si fuera el mismo asesino estaría escondido bajo tierra. Así era el pelirrojo, lastimaban a alguien que apreciaba, lo lastimaban a él.

Y ese pelirrojo era muy vengativo.

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Ni de broma pensaba quedarse todo lo que quedara de día en esa sombría casa. Ese día tenía entrenamiento y no pensaba perdérselo. No, no si quería ser el mejor jugador de Japón. Pero tendría que disponer de todo su valor para traspasar la puerta del gimnasio y verlos a todos. En especial a dos personas.

Tal vez solo fuera a una nada más. La otra debía de estar acabada por presenciar algo tan perturbador. Ese debía de ser el viernes más negro de todos. Y con la llamada que esa misma mañana recibió, el día se hizo noche con más facilidad.

- Que gran trabajo Rukawa, si que eres bueno – la voz se escuchaba complacida y radiante – sabía que podrías con esa situación.

- "Maldita rata del caño" – pensó con rabia - ¿Acaso dudabas de mí?

- Si, es verdad. Con lo que dices creo que fue algo sencillo.

- Dilo ahora, no creo que hayas llamado para felicitarme nada más.

- mmm ya que fuiste tan eficiente, estoy seguro que mañana podrás secuestrar sin problemas a Hanamichi Sakuragi ¿A que es una buena noticia?

- ¿mañana? Es sábado – eso le complicaba un poco mas las cosas.

- ¿Algún problema? – su tono mostró un leve irritamiento.

- Pienso que sería más fácil un día de semana – y era cierto, el jamás se encontraba con Sakuragi ni de casualidad los fines de semana –y de cual forma, si a excepción de los domingos en la mañana permanecía esos dos días enclaustrado en su casa- el planeaba algo como ejecutar el secuestro a la salida de la preparatoria…

Ya lo tenía.

- Entonces por lo que dices mejor…

- Olvídalo, esta todo bien. – corrigió con rapidez, la prórroga le volvería más pesada la carga que llevaba a sus espaldas. Quería acabar con todo lo más rápido posible.

- Bien, pon mucha atención a lo que voy a decirte, ya que te llamaré cuando tengas a Sakuragi – comenzó a darle las instrucciones. Estas fueron grabadas sin error alguno en la turbia mente del joven.

- Entendí todo, aunque todo depende del mismo Sakuragi…

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ooooooooooooooooooo

depende del mismo Sakuragi...ia mente del joven.

Entró con cuidado las puertas del gimnasio. En los pocos segundos en que estas se abrían por completo Rukawa deseaba con todas sus fuerzas que ni Mitsui, ni Sakuragi estuvieran allí.

Pero una cosa era desear y muy diferente era realizar. Allí estaban los dos.

¿Los dos? Mitsui tendría que estar vomitando, llorando, gritando o desmayado en alguna parte. Pero no allí y menos con rostro impasible…bueno, fijándose mejor en él ni tan impasible, la expresión de vacío y desconcierto eran insólitas y notables en él.

Y también Sakuragi. Al toparse con ambos tuvo que bajar la cabeza, fingiendo algo de sueño. No quiso voltear para descubrir quien rayos le observaba tanto.

- ¡Has llegado tarde apestoso zorro! – bramó el pelirrojo. Rukawa ni siquiera tuvo el valor de mirarle y brindarle una respuesta.

- ¿Eh¿Qué te has creído maldito¡Contéstame estúpido! – incluso se paró en frente suyo, con sus esferas castañas retadoras y fijas. Se detuvo sin levantar la cabeza todavía.

La persona que observaba a Rukawa con tanta insistencia era Ayako. Su intuición al ver los ojos del jugador estrella le alertó que algo había cambiado en el. Su intuición no llegaba a ser tan aguda para adivinar cual era ese cambio que se operó.

Y sin duda, estaba mucho más callado que de costumbre. A esas alturas un "torpe" saldría de su boca. ¿Estaba relacionado con Sakuragi?

Solo le quedaba observar y esperar.

- ¡MIRAME! – grito furioso el número 10. Si algo odiaba era ser ignorado. Y Rukawa por muy maldito zorro que fuera, le respondía cada insulto y golpe.

- "Si no puedo siquiera verle el rostro, no seré capaz de secuestrarlo y quien sabe que más, Kaede ¡ya no tienes cinco años!" – y el pálido chico accedió a la orden.

Hanamichi no se inmuto, pero algo le parecía distinto.

Según la percepción de Ayako el mirar de Kaede inspiraba cierta melancolía. Lo más seguro era que tenía problemas con su familia o algo así.

-……Torpe…. – atinó a decir el chico.

- Hasta que al fin reaccionas…un momento ¿Qué dijiste¡Ya verás hediondo kitsune…!

- ¡No quiero peleas aquí! – Interrumpió Ryota - ¡No voy a dudar en sancionarlos si alguno de ustedes comienza una riña!

- Pero Ryochin si este zorro…

- Eso fue para todos Hanamichi. Rukawa, cámbiate de inmediato que estamos retrasados ¡Y no vuelvas a llegar tarde!

- …………….

- Vaya Ryochin estas idéntico al gorila jijijiji – comentó alegremente el jugador más alto del equipo.

- ¿De verdad lo crees? – preguntó sin saber si sentirse halagado o insultado.

Diez minutos después ya estaban demostrando en la cancha la razón porque vencieron a Sannoh. Contando a dos principiantes (Satsuki y Amano) Shohoku mostraba que las practicas constantes le hacían evolucionar como jugadores y como equipo. Solo había un detalle que en esa práctica no encajaba.

E irónicamente era el jugador estrella.

No es que fallara. Al contrario, jugaba mejor que siempre. Lo único que personas atentas como Ayako e inteligentes como Kogure observaban era que sus ojos se habían vuelto más esquivos cada vez que recibía un pase, o era marcado por algún adversario. Y por supuesto, no podía ser ignorada la tristeza y el pesar del número 14, ya que pocas veces encestó sus notables tres puntos.

Ya cuando el reloj dio las 7:00 PM todos se marchaban con rostros agotados, deseosos de llegar a casa. Solo quedaron Rukawa y Sakuragi. Al zorro la ducha por muy raro que fuera, le refrescó el cerebro. El agua podría limpiar cada centímetro de su piel, pero jamás limpiaría su conciencia, y menos aún separado de Hanamichi por una débil cortina.

A Rukawa solo le quedó contemplar la silueta desnuda y bajo una tela transparente del chico, no podía negar lo bien formado que estaba…

¡Por favor! A la hora de la verdad ese fornido cuerpo no le serviría de nada ante un revolver calibre 44 en la sien y con un mínimo detalle infaltable: unas bellas esposas atarían sus muñecas y tobillos, y para más seguridad las sogas más gruesas que tuviera a la mano. Un musculoso y deportivo cuerpo no era rival ante eso.

Aún así, reconocía la perfecta combinación del tono bronceado de su piel junto con la bien distribuida masa muscular, por un momento se le atravesó la extraña idea que si mostrara más carne no sería rechazado más nunca. Pero desgraciadamente su actitud no era tan armoniosa, lo que le faltaba de sentido común le sobraba en arrogancia.

Y a todas estas ¿Qué hacía él juzgando a alguien, siendo mil veces peor que el pelirrojo?

Lo más inquietante: no podía despegar la vista. Se había quedado fijo mirando un punto en específico de su cuerpo. Un lugar más arriba de los muslos y más abajo del fuerte vientre.

Ya, debía disimular, Sakuragi no pasaría toda la vida lavándose el cabello, en cualquier momento abriría los ojos y de seguro encontraría a los suyos escrutándole de manera tan "minuciosa".

Simplemente se limitó a darle la espalda y seguir aseándose. El único momento de tensión después fue cuando se toparon a la salida de la preparatoria.

- Definitivamente adoro los fines de semana – canturreó el pelirrojo – no hay cuadernos, profesores, estúpidos… - se detuvo justo a su lado – gorilas, y lo mejor de todo: no hay zorros. Jajajaja – después siguió caminando tranquilamente hasta doblar una esquina.

- "Pero en un fin de semana hay muchos asesinos, y adivina que torpe: yo soy uno y mañana a esta hora tal vez no respires" – caminaba por divino acto de inercia, su semblante era frío, tenaz y sombrío como lápida. Sin embargo no pudo evitar una torva sonrisa al imaginar el simple hecho que por primera vez, vería el miedo y el horror en su estado más puro e inocente. Tan inocente como su futura víctima.

Lo veía todo desde un nuevo y fresco punto de vista…

Sería divertido verlo indefenso.

oooooooooooooo

Notas de la autora: Holaa! Como estan tods? Mientras escribía el chap me di cuenta que jamás he visto el interior de un vestidor de hombres ni de mujeres! Ni en la tele xD (si me he perdido de esa dicha de ver como esos….ejem mejor lo corto nnUUU) me voy disculpando de antemano por no escribir bien un desnudo, soy una completa novata en esa area nnU prometo hacerlo mejor en un futuro. Mitchi se esta volviendo loco…buee no es de menos, con lo que presencio... y Rukie no pierde oportunidades de recrear la vista (ya quisiera estar yo en sus zapatos, o en otra parte más cómoda…Dios me estoy pasando de indecente xDDD!)

Hana tan inocente…no sabe lo que le espera! Jijijijijiji n.nUU

Juro contestar los rr en el siguiente chap! es que la perola en la que estoy tiene problema, muchas gracias a Shadir, Kitty Rukawa, Toxic Angel, Paulyta y Nian

Espero mas rr! sayonara!