Muy buenas a todos los q os habéis animado a leer ste fanfic. Es el primero q escribo, simplemente para divertirme y cmprobar q tal se e da. Se lo dedico a todas esas fans de Jack Sparrow (que somos bastantes) y espero que lo disfruten todos.

Porfa dejen reviews. Acepto de todo tipo, ayudan a mejorar. Muchas gracias!


1.- Un encuentro un tanto extraño.

Otra noche más sucedía en Tortuga. La luna llena iluminaba todo el Caribe, dando un toque personal a cada rincón. Ni una nube se avistaba en el cielo, hacía calor, un calor insoportable, pero eso no era excusa para estar de fiesta; sexo, drogas y alcohol circulaban esa noche.

- Mi capitán¿no sería mejor que dejase eso ya?

- Um… ¡no!

- ¡Ja, ja, ja¡Brindemos!

- ¡Por la libertad y…esa chica de ahí!- una sonrisa picarona se dirigió a la dama.

- ¡Qué así sea!

Os podéis imaginar como aconteció la noche. Jack Sparrow, el capitán, acabó con la dama, de nombre Pauline, en su cama. Ni siquiera se enteró de nada debido a la borrachera de ron que cargaba sus espaldas. Pero seguramente sabréis mucho más de la vida de Jack Sparrow que yo. Sabréis de su barco "La Perla Negra" , en otro tiempo capitaneado por Barbossa y escoltado por "una tripulación de miserables" (según palabras de Jack). No cualquier tripulación, era una maldita, inmortal. Pero eso ya lo sabéis y lo que voy a narrar a continuación ocurrió después de ésta última noche acontecida en Tortuga, lo que no quiere decir que fuese la ultima del año…

La mañana amaneció soleada. El capitán Sparrow entreabrió los ojos, volviéndolos a cerrar.

- Jack, piensa, piensa…¿qué sucedió? Si estoy en un sitio mullido pues…

No le dio tiempo a terminar la frase en su cabeza, cuando sintió un brazo que rodeaba su pecho. Abrió los ojos de golpe y se encontró en una habitación, pequeña y acogedora, revestida de madera y con una lámpara… No había lámapara, una simple bombilla colgaba del techo. La estancia estaba iluminada con la luz del exterior, tamizada con una fina cortina blanca, que dejaba entrever las formas que fuera habían. Parecía un barco, debía de estar cerca del puerto… Entonces Jack recordó la mano al notar que se agarraba con más firmeza a él. Una bella dama, morena y de largas pestañas, dormía plácidamente a su lado. Jack no quiso castigar más a su cabeza y, en vez de intentar recordar, se hizo amigo de la lógica comprendiendo lo que había sucedido, sin vislumbrar detalles. Con suma delicadeza retiró el brazo de la muchacha y consiguió ponerse en pie. La resaca hizo que Jack casi se cayese al suelo del mareo. Se vistió, recogió sus efectos personales y se marchó dejando atrás otra chica que, seguramente lo odiaría el resto de su vida.

Jack salió con el paso apresurado y dando tumbos. En efecto, la casita estaba situada justo al lado del puerto. Un hombre empezó a gritar "¿Es a mí?" se preguntó Jack. Era Guibs que llegó corriendo a su lado corriendo y jadeando.

- Mi capitán, le estamos esperando para zarpar… Y ahora que estamos solos…¿qué tal la noche?

- …No recuerdo nada…

Jack se adelantó y se dirigió a su barco con ese paso que le distingue, mientras, Guibs no podía evitar encogerse de hombros ante la respuesta de su capitán y seguirle para zarpar.

Una vez a bordo, el capitán dejó a Ana María a cargo del timón y dio orden de elevar el ancla e izar las velas. Así, La Perla comenzó a mecerse, a introducirse en el infinito océano. Jack aprovechó para mirar la isla, que se iba haciendo más pequeña en cada segundo que pasaba. Una ráfaga de aire acarició su cara y empezaron a venirle a la mente recuerdos, muy dispersos, de la noche anterior. No pudo evitar sonreír. Ése era él, un capitán, amante de la libertad, del ron, de las mujeres y de los botines, con todas sus variantes.

- ¡Capitán¡Mire lo que he encontrado escondido en la bodega!

Riley, uno de los más feroces miembros de la tripulación de Jack Sparrow, traía consigo una muchcha preciosa, joven, tez morena, pelo largo y ondulado, ojos oscuros y unos labios firmes y rojos. Llevaba puesto un vestido algo desgastado y polvoriento, aunque en otro tiempo hubiese causado gran admiración por otras mujeres, ahora no se distinguían muy bien los bordados ni el estampado. Riley la amenazaba con un puñal en la espalda y ella no se movía. Se fijó en el capitán, tenía algo…

- ¡Vos señorita¿Qué haciais metida en la bodega de este barco?

Toda la tripulación tenía la vista puesta en la joven. Algunos aprovechaban para desnudarla con la mirada y otros pensaban que era una ladrona con un futuro poco prometedor…

- Si revisaseis más a menudo la bodega de este barco, como bien la llamáis- se aventuró a decir- os habríais dado cuenta de que llevo haciedo de polizón hará cosa de un mes, desde que partiérais de Port Royal.

- ¿Y que se supone que hace una estupenda dama como vos subida a bordo de un barco lleno de piratas?- volvió a preguntar Jack

- Simplemente necesitaba un poco de aire marino. La vida en Port Royal resulta bastante aburrida si no viene nadie a… saquearla.

La respuesta hizo que la tripulación la mirase con puro asombro. ¿Una dama había subido a un barco de piratas a…divertirse?

- Vamos¡ella es pirata!-reprochó la joven señalando a Ana María.

- ¿Me permitís preguntaros algo más?-volvió a hablar el capitán.

- ¿Es qué estoy en posición de negociar?-la joven echó una vistada al puñal que Riley sujetaba con firmeza en su espalda.

Jack no pudo evitar sonreír e hizo un gesto al marinero para que retirase el puñal, lo que hizo con muy mala gana. El resto de la tripulación se mantenía en silencio.

- Gracias, capitán.

- De nada. Ahora bien¿a qué grupo social pertenecéis en Port Royal..emm…?

- Podéis llamarme Myre

- …Myre?- terminó la frase Jack

- Yo soy de la realeza, o por lo menos he vivido toda la vida así. Soy prima de la hija del gobernador.

- ¿Elizabeth Swann?

- ¿Conocéis a Elizabeth?

- ¡Silencio! El que pregunta soy yo.

Parte de la tripulación no había podido permanecer inmutada al oír aquello. La mayoría había conocido a Elizabeth en una de las aventuras más peligrosas en la que consiguieron recuperar "La Perla". Ahora todos vigilaban los movimientos de su capitán en aquel diálogo con una chica un tanto…aventurera. ¿Les estaría tomando el pelo?

- Dime, Myre…¿Cómo se encuentra la señorita Swan?

- Uh¿Señorita decís? Por poco tiempo, me temo. Todos están alborotados con la boda. ¡Will Turner y Elizabeth! Porque si conocéis a mi prima, conoceréis a Will Turner, me aventuro a decir.

Un tono de aprobación se movió por todo el barco. Empezaban a creer las palabras de la chica.

- Creo que vos no sois el único en conocerle…¿Puedo saber vuestro nombre?

- CAPITÁN Jack Sparrow…

- Encantada CAPITÁN…Esperad¿el capitán Jack Sparrow¡Mi prima me ha contado todas las aventuras! Parece ser que sois un poco impredecible… Me gustó la parte de la isla…

No había duda, era prima o, por lo menos, conocía a Elizabeth y bastante bien por lo que parecía.

- ¿Qué hacemos con ella capitán?-se impacientó Riley

- ¡Dejadla a bordo!

- No, no, no capitán- reprochó Guibs- es de mal fario llevar una mujer a bordo y más aún si son dos.

Guibs miró a Ana María, que hizo un gesto de desaprobación. Myre esperaba, paciente.

- ¡Se quedará!-sentenció Jack

- Espero que sepáis lo que hacéis, mi señor.

Myre había comenzado a moverse por la cubierta del barco y se asomó por la barandilla. El agua, de un azul brillante, rompía contra el barco haciendo que se balancease. Myre sonrió.

- ¡Todos a vuestros puestos!-ordenó Jack

Una vez hubo vigilado el trabajo de sus marineros, Jack se acercó a Myre.

- Espero que no nos traigas muchos problemas… Por cierto…¿sabes cocinar?

Myre rió con gracia, a lo que el capitán respondió con una sonrisa.

- Sí, mi capitán.

Se levantó y bajó a la cocina. Se había aprendido el camino en el tiempo que había estado escondida. Jack se quedó mirando el mar y pensó en la chica. Era un tanto extraña para ser de la nobleza. Hasta Elizabeth resultaba un poco "pija" en algunas ocasiones, aunque hasta entonces era la chica más valiente que había conocido. Pero sólo hasta entonces…


¿Qué tal:-)