Draco espero a que todos salieran del salón de pociones. Había intercambiado varias miradas con Harry. Pero él no estaba seguro de si había entendido la indirecta. Le quedo claro que no, no era muy perceptivo, cuando salio apresuradamente del salón acompañado por Ron. Suspiro y se talló la frente con los dedos, tomó sus cosas y giró hacia la puerta justo para ver a Crabbe y a Goyle esperándolo recargados en el marco. 'Creo que puedo aprovechar esto.'
"Vamonos." Dijo de manera autoritaria pasando en medio de sus compañeros.
"A donde" respondieron al mismo tiempo con preocupación y curiosidad.
"Por Potter" Y puso una sonrisa macabra en su rostro, esa sonrisa que venía antes de una actividad deliberadamente emocionante.
Harry caminaba por un pasillo buscando a Amaya, todavía no había logrado explicarle lo sucedido y por ello ella seguía evitándolo. Realmente él no se esperaba que alguien saliera saltando de un armario, le tapara la boca y lo metiera de regreso al armario, pero las cosas no siempre pasan cuando uno las espera, y es en una de esas ocasiones donde no lo esperas que puedes pensar que tu corazón va a explotar, podría llamarse "Sorpresa Mortal". Y todos estamos de acuerdo en que querríamos matar a aquel que nos asusta.
Crabbe y Goyle sujetaban a Harry quien trataba de alcanzar el cuello de Draco a cualquier costa. Draco trataba de tranquilizarlo utilizando sus manos, pero solo recibió algunos manazos. "Ahhh salvaje, me dejaste mis manitas rojas." Tras el grito de Draco Harry se volvió más desesperado por alcanzarlo.
"¿Cómo me llamas salvaje, yo no soy el que casi te mata de un susto."
"Pero yo no quiero matarte a golpes" Una ves más la voz soberbia de Draco no ayudo a que Harry se controlara
"¿NO? Pues yo si te voy a matar. Espera a que te agarre. Estas acabado." Harry se zangoloteaba de un lado al otro tratando de zafarse.
"Bueno, bueno. Pero yo quería hablarte de otras cosas, más... cercanas que la muerte." Draco le sonrió y Harry se quedó quieto mirándolo directo a los ojos. Draco hizo una seña y tanto Crabbe como Goyle salieron del closet.
"OK. Habla y después te mato." Harry se recargó en uno de los extremos del armario.
Draco suspiro y levantó las cejas. "Suponiendo que aún quieras matarme." Agregó para si 'Y si querrás'. Draco le sonrió "Estoy listo para cooperar contigo y descubrir el gran misterio que no es producto de las drogas"
"Esta bien¿tienes alguna condición?"
"Llegamos separados y nos vamos separados. Esto no nos hace amigos Potter, solo que nos necesitaremos. Te seguiré molestando y no le contaras a nadie de nuestra supuesta alianza, ni siquiera a tus amiguitos. ¿Entendido?"
"Es una promesa" Harry le acercó el dedo meñique a Draco
"¿Qué es esto?"
"Una pinky promise" Harry le sonrió a Draco quien tenía una cara de total confusión y no estaba seguro de querer cerrar el trato de esa manera.
Para aquellos que no lo sepan, una pinky promise si es mas fuerte que una promesa al aire o con la palma entera ya que tras el cierre de la promesa viene una especie de amenaza, que consta en que aquel que no cumpla la promesa cien agujas caerán sobre su dedo y lo cortarán.
"Bueno, con una explicación tan prometedora como esa, aceptaré cerrar el trato así." Y Draco unió su meñique contra el de su gran contrincante.
Harry comenzó a levantarse, pero Draco lo tomó del brazo y lo detuvo. "será mejor que yo salga primero, podría mal interpretarse que salgamos juntos de un armario."
"Tienes razón. Sal yo cuento hasta diez y cuando yo salga tu ya no estarás cerca."
"Puedes apostarlo, yo estaré muy lejos" y salio, las puertas volvieron a cerrarse.
Fue entonces cuando Harry comenzó preguntarse ¿Por qué Draco tenía que ser el primero en salir y no él que había sido metido a la fuerza? Y ¿Qué quería decir con -Puedes apostarlo, yo estaré muy lejos-? entonces recordó que todavía no había visto a Amaya y se le ocurrió 'Mierda, va a contarle una mentira para ganar puntos, la encontraré primero' y trató de abrir las puertas pero fue inútil.
Justo después de que Draco salió les dio la instrucción a sus amigos de que no lo dejaran salir hasta que él pasara con Amaya frente a ellos y luego contaran hasta diez, entonces debían abrir las puertas del closet. Y se marchó en la búsqueda de la tan aclamada pelirroja.
Draco no tardó mucho en encontrar a Amaya, que estaba sentada en una escalera mientras esta se movía libremente. Draco subió corriendo unas escaleras y bajo corriendo otras, trataba de alcanzar aquellas donde estaba Amaya y parecía que no tenía ningún éxito. Era como si las escaleras se divirtieran viéndolo dar vueltas y por tanto se cambiaban cada vez que estaba cerca. Al fin se presentó ante él el esperado camino y subió corriendo para encontrarse con ella.
Se sentó a su lado y guardó silencio un momento, buscaba las palabras perfectas para contentarla, pero este era un caso ligeramente más complicado a lo que él estaba acostumbrado. "Perdóname"
"¿Eso es todo?" Amaya lo veía atónita, estaba acostumbrada a las frases elaboradas y exitosamente tiernas que normalmente le decía, no solo a un –Perdóname-.
"¿Qué mas puedo decir?" Draco sonrió ligeramente mostrando su preocupación. "No me disculpo por lo de la pelea, mis problemas con Potter son totalmente independientes a ti."
"Entonces¿por qué te disculpas?" Amaya lo veía fijamente.
"Por varias razones, bueno tres. La primera, por haberte dejado el otro día en el comedor, no es asunto mío si andas con Harry."
Amaya cambio su expresión y mostró que estaba totalmente confundida. "No ando con Harry, solo fue un beso"
A Draco se le ilumino el rostro pero trató de disimularlo un poco. "No me interrumpas" por el tono era claro que estaba bromeando. "Segundo, por haberte echo sentir que te evitaba. Es solo que cuando estoy contigo siento que tiemblo y no puedo decir que eso me desagrade, pero no estoy acostumbrado."
Amaya se sonrojo y por más esfuerzos que hizo no pudo esconder su gran sonrisa. "¿Y la tercera?"
"La tercera, es por la que más me arrepiento y sigo buscando un modo de rectificarme." Draco clavo su mirada penetrante en la de Amaya y guardo silencio.
"Pero ¿cuál es?"
"Es el no haberte besado cuando tuve la oportunidad en la enfermería." Y se acerco a Amaya dándole un beso directo en los labios. Amaya lo respondió inmediatamente y atrapó a Draco entre sus brazos.
"Eres un maldito manipulador" Amaya permanecía abrazándolo y con una gran sonrisa en sus labios. Draco la miró, ella mantenía los ojos cerrados, la besó nuevamente.
Se acercaba la hora de la cena así que caminaron hacia el comedor, en el fondo de un pasillo Draco pudo distinguir a Crabbe y a Goyle. Diez segundos más tarde Harry entró al comedor completamente enfurecido, pero Draco estaba sentado en su mesa con todos sus compañeros y Amaya estaba con Ron y con Hermione. Lo cual lo tranquilizó un poco, no sospechaba nada de lo que había pasado.
