A/N: Lamento mucho la tardanza, pero al fin aquí esta un nuevo capítulo. Pero bueno, ya van varias personas que me preguntan si mi historia es slash y quiero que sepan que no lo es (aunque creo que lo parece un poco), o al menos no lo es por el momento ya que siempre uno se puede volver loco y querer darle un giro a las cosas que sería totalmente inesperado y hasta cierto punto ilógico. Espero que a pesar de que no lo sea no pierdan su interés en la historia ya que lo que quiero es que los demás puedan disfrutarla tanto como yo cuando la escribo. Así que a todos mis lectores les agradezco que se interesen en mi historia y espero que no estén pasando tantos fríos como yo. ¡No olviden escribir!

Serenia, Janus y Anitsirc: Los quiero mucho gracias por ser la familia

Synn, Witchmin : espero que les guste este capítulo y que me dejen su opinión.

¡SALU2!

Pasó un largo rato antes de que alguien volviera a hacer cualquier tipo de ruido. El silencio era estremecedor. Harry comenzó a recordar el tiempo que estuvo en detención con Draco. Suspiró ligeramente, miró a su alrededor con una pequeña sonrisa en sus labios y de pronto gritó y se giró hacia el respaldo del sillón. Todos los demás gritaron también y cayeron al suelo. Se levantaron sujetándose el pecho.

Harry comenzó a reírse sonoramente. "¿Cuál es tu problema!" Amaya le grito mientras le aventaba una almohada.

"El silencio…" La respuesta de Harry fue tan extraña y tan carente de sentido que todos comenzaron a reírse, claro, después de haber intercambiado miradas incrédulas y sorprendidas.

Después de un rato escucharon pasos fuera del cuarto, pasos provenientes del pasillo. Se incorporaron lentamente y clavaron sus miradas en la puerta que se habría. Comenzaron a entrar otros alumnos y se fueron acomodando en la sala. Todo el cuarto se invadió de las distintas conversaciones efusivas. Amaya suspiro reconfortada, todo ese barullo la protegía y alejaba de lo que mas la molestaba, sus propios pensamientos y aquellos recuerdos difusos que le producían malestar.

Llegó la hora de ir a comer. Nuevamente hordas de alumnos comenzaron a salir amontonados dirigiéndose al comedor. Harry tomó a Amaya y la jaló para que se uniera con él entre la multitud. Pero Amaya lo jaló un instante deteniéndolo y girándolo hacia ella. En la distancia se perdieron Hermione y Ron, ocultados entre sus compañeros, ya los alcanzarían después en la mesa.

"Debemos regresar a ese mundo." Amaya miraba seria a Harry.

"¿Para que? Si ya logramos salir, no creo que debamos tratar de regresar." Harry estaba sorprendido por la petición. "Mira como esta Draco y ni siquiera podemos ayudarlo." Miro hacia el suelo para no dar a notar que sus ojos comenzaban a humedecerse.

"Es por él que debemos regresar. Para poder salvarlo." Amaya tomó las manos de Harry y las apretó con fuerza.

Harry vio como ya casi todos los de sus casa terminaban de salir. Jaló a Amaya por entre las personas y se ocultaron con ellos para poder pasar sin ser vistos hasta el comedor. En una esquina el grupo de chicas esperaba a que ellos aparecieran pero lograron pasar desapercibidos.

"Realmente están locas." Amaya le susurró a Harry en el momento en que sintió que estaban a salvo. Harry asintió con la cabeza y tomó asiento en la gran mesa. La comida transcurrió sin novedades, ambos sentían que eran observados desde la mesa continua y no podían evitar el voltear constantemente.

"Amaya. Cuando pudimos ver a Draco… ¿Qué te pasó?" Harry miraba a Amaya con un gesto de preocupación y curiosidad.

"No lo sé… No lo recuerdo." Amaya sujetaba un vaso con agua entre sus dedos, lo hacía girar lentamente. " Solo recuerdo su cara azulada recostada sobre una cama blanca brillante, como una nube."

Harry la miraba asombrado. "¿Y eso que significa?"

"¿Alguna ves escuchaste una historia donde un hombre conoce a una criatura misteriosa y se enamoran, pero el hombre no era aceptado por los otros de la especie de su amada y estos lo enferman?"

Amaya hizo una pausa para ver siHarry conosía la historia. "Se ve obligado a estar recostado sobre una nube para que su magia lo mantenga con vida, mientras su amada busca la cura para la enfermedad entre los sabios de la aldea y ahí entiende que la única forma de salvarlo es darle la sangre de una de estas criaturas, claro que ninguno de su especie se prestó para rescatarlo así que usó su propia sangre para regresarle la vida a costa de la de ella."

Los ojos de Amaya comenzaron a humedecerse. "Sé que esto es solo una historia de niños, pero tenía una imagen de un hombre azul recostado sobre una cama blanca... Solo quisiera salvarlo, pero mientras estamos aquí sentados él esta muriendo lentamente en la enfermería. " Y comenzó a llorar en silencio.

Harry la tomó por los hombros y la acercó a su cuerpo, la sostuvo hasta que ella pudo dejar de llorar. "Quiero pensar que Draco también es mi amigo, y si no lo fuera, de cualquier manera estaría preocupado por él." Amaya subió la mirada para encontrarse con la de Harry. "Y es por eso que yo también quisiera poder ayudar. No nos rendiremos, encontraremos la respuesta aunque tengamos que regresar a ese lugar."

Amaya sonrió y se secó la cara. Se levantó y le ofreció su mano a Harry. Caminaron hasta su casa, entraron a la sala común y se sentaron juntos a esperar que todos se marcharán. Cuando llegaron Hermione y Ron les hicieron una seña para que los acompañaran. Una ves solos, Harry les contó cual era el plan. Todos estaba de acuerdo de que sus fundamentos eran malos y que la historia sonaba poco probable, pero no tenían otras ideas y no podían quedarse sin intentarlo todo.

Ya entrada la noche, comenzaron a pensar que nunca aparecería una puerta o entrada. Estaban somnolientos y comenzaban a sentir que se quedaban dormidos en la sala común. "No podemos hacer nada así." Hermione se levantó del sillón y se estiró. "Lo mejor será que nos vallamos a dormir."

Todos se levantaron y se estiraron con fuerza. "Supongo que tienes razón. Además no veo por que desvelarnos tanto por Malfoy" Las palabras de Ron provocaron miradas desaprobatorias entre sus amigos, pero nadie le dijo nada.

En ese instante el cuarto comenzó a oscurecerse al punto en que nadie podía ver ni su propio cuerpo en la penumbra. Una luz comenzó a brillar en una pared, se acercaron lentamente, intercambiaron miradas y comenzaron a internarse uno a uno. La primera fue Amaya seguida por Harry y después iba Hermione. Ron permaneció en la oscuridad por unos segundos más y luego corrió hacia la luz, en el momento en que iba a atravesar se cerró el portal y el cuarto se ilumino nuevamente, dejándolo solo en la sala común, mientras que sus amigos habían desaparecido.