Disclaimer: Todo de Masashi Kishimoto.
…
Notas de la autora: Sigo viva gente, no me morí, o bueno, no mucho (Larga historia de la vida adulta.) La verdad es que no he podido sentarme a actualizar este fic porque tanto para mi como para Andrecatt han sido meses muy movidos, así que iremos poco a poco. Hoy tenemos solamente el fic y esperemos que en las siguientes semanas podamos volver a ver las preciosas portadas de Andrecatt.
…
Las luces del amor
Capítulo 9: Desesperación
Los muchachos quedaron estupefactos al escuchar la historia que tanto Naruto como Kakashi habían acordado mantener en secreto. Nadie se atrevía a decir una palabra y lo único que llenaba el ambiente eran los gritos de los dos jóvenes que se encontraban en las jaulas.
Shikamaru se quedó mirando la fogata de manera pensativa antes de articular sus primeras palabras.
—Creo que yo también lo sabía.
—¿Qué quieres decir? —Kakashi miró a Shikamaru fijamente.
—Desde hace mucho tiempo que sentía que Naruto no era el mismo… no sé explicarlo, pero cuando los veía juntos… es complicado, profesor Kakashi.
El adulto asintió y se levantó para ir a palmearle la cabeza.
—No te culpes. Nadie sabía que esto iba a suceder. Quizás yo pude haberlo intuido, pero…
Fue el turno de los demás chicos para brindarle apoyo a su cuidador y se levantaron para abrazarlo. Todos sabían lo importante que era Naruto para Kakashi, y después de lo que les había contado, entendían de mejor manera todo lo que estaba sintiendo el mayor. Poco a poco lograban hacer encajar las piezas del gran rompecabezas que se cernía sobre el orfanato.
—¿Qué haremos? —preguntó Lee con voz temerosa.
—Está claro que no seguiremos las reglas del orfanato en este caso. —dijo Neji con voz firme.
Kakashi, que tenía a todos sus pupilos rodeados en el abrazo, apretó más fuerte sus extremidades en señal de agradecimiento.
—No estoy de acuerdo. —dijo Sai, quien había sido el único que se quedó en su sitio, mirando las brasas de la fogata.
—¡Sai! —Shikamaru se desprendió del abrazo grupal y alzó la voz para encarar a su compañero. —Te recuerdo que esto se rige por acuerdos, y creo que quedó clara la decisión que hemos tomado.
—Solo estoy diciendo que no me parece correcto —Se levantó con una actitud altanera, listo para enfrentarse a Shikamaru o a cualquiera que se interpusiese. —. Apuesto a que si cualquiera de nosotros fuera el infectado, a Kakashi no le temblaría la mano para matarnos, pero como es el niñito consentido…
—Ni te atrevas a decir lo que vas a decir. —Esta vez fue el turno de Neji de actuar. —. Recuerda que gracias al profesor estamos vivos.
—Y el profesor Kakashi está vivo gracias a Naruto. —Se atrevió a decir Kiba. —. Es más, todos deberíamos estar agradecidos de alguna manera con Naruto… se lo debemos, después de…
—¿De sus sonrisas estúpidas? Que yo recuerde, nunca fue cercano a ninguno de nosotros.
—Si serás imbécil. —Shikamaru no estaba de humor para soportar las estupideces de Sai y caminó decidido hacia él.
—Ya basta —Por fin la voz de Kakashi se hizo presente. —. No es momento de pelear, tenemos cosas más importantes por hacer. Sai, te voy a pedir por favor que dejes el asunto para después. Veremos cómo llegar a un acuerdo. —Kakashi intentaba mantener la calma a pesar de que la incertidumbre lo golpeaba con fuerza. Necesitaba tiempo para pensar en lo que tenía que hacer.
—No será necesario, profesor. Agradezco mucho todo lo que hizo por mí, pero sinceramente no me gusta como lleva las cosas cuando se trata de Naruto. Yo me largo.
Kakashi debía admitir que Sai siempre fue un muchacho problemático y, en otras circunstancias estaría feliz de que se marchara, sin embargo, sintió el peligro acercándose. No podía confiar en el joven, y menos después del comportamiento sospechoso que había tenido desde hace algunos meses.
—No. —Fue lo único que pudo articular.
Sai, que estaba dispuesto a marcharse, dio la vuelta para mirarlo.
—Tú no te vas a ningún lado. Chicos, encierrenlo también en una de las jaulas.
Los chicos no se detuvieron a cuestionar a Kakashi, después de todo, ellos también sabían sobre las sospechas que recaían sobre el joven y, antes de que pudiera reaccionar, lo acorralaron para inmovilizarlo. Sai se retorció tratando de quitarse de encima a sus compañeros, pero antes de poder hacer nada más, recibió un golpe directo a la mandíbula que lo dejó noqueado.
Kiba, Lee y Neji cargaron a Sai para llevarlo a la oficina destinada a las celdas y, en cuanto abrieron la puerta, un sin fin de luces de colores inundó el salón principal, provocando que algunas de ellas se escaparan por las grietas del escondite.
—Si esto sigue así, llamaremos demasiado la atención. —dijo Shikamaru con preocupación.
—Tendremos que asegurarnos de que las luces no puedan salir. —dijo Kakashi mientras examinaba el entorno y, tras algunas órdenes, todos se dispusieron a tapar cualquier grieta que pudiera dejar salir las luces.
Sai recobró la consciencia minutos después y se lo podía escuchar lanzando improperios tanto a sus compañeros como a Kakashi, era una total locura lo que se vivía dentro del refugio, pero nadie estaba de humor para lidiar con el chico problemático, así que decidieron ignorarlo.
Todo el grupo no fue capaz de dormir esa noche. Los gritos desgarradores de Naruto y Sasuke eran lo suficientemente llamativos como para atraer la atención de cualquiera, incluidos los bastardos del grupo de Kabuto. Todos esperaban lo peor y se atrincheraron en todas las posibles entradas. Nadie se movió ni dijo una sola palabra hasta que amaneció.
—No puedo poner en tal riesgo al grupo. —dijo Kakashi después del desayuno. —He tomado la decisión de que tendré que llevarme a Naruto y Sasuke lejos de aquí.
Los gritos seguían llenando el ambiente.
—Voy con usted. —Shikamaru apartó una pequeña lata y la depositó sobre el suelo.
—Y yo. —secundó Choji.
—Si ustedes van, también voy. —dijo un Lee temeroso, pero decidido.
Poco a poco se sumaron más voces a la causa, hasta que todos quedaron de acuerdo en que no abandonarían a Kakashi.
—Chicos, ustedes tienen toda una vida por delante, mientras que no sabemos qué es lo que vaya a pasar con… No me sentiría bien arrastrándolos a esto.
—Profesor, se olvidó de que esto no es una dictadura. —dijo Neji.
Kakashi respiró profundo. Los chicos eran necios la mayoría de las veces, así que sabía que no había nada que los hiciera cambiar de opinión.
—Entonces vamos a tener algunos días o quizás meses muy duros hasta saber qué es lo que tenemos que hacer.
Los muchachos sonrieron. Estaban listos para enfrentar cualquier situación que pudiera presentarse y se dispusieron a seguir con sus labores diarias. Cargaron sus mochilas y cuando estaban a punto de dispersarse, Kiba habló.
—¿No está muy callado?
Todos guardaron silencio para descubrir que efectivamente los gritos habían cesado. Kakashi se apresuró a ir hacia el cuarto de celdas temiendo lo peor. Abrió la puerta rápidamente y descubrió a los muchachos tendidos en el piso. El adulto se agachó para comprobar el estado de Naruto y respiró aliviado al ver que solamente se había quedado dormido. Revisó también a Sasuke y se tranquilizó. Seguramente se encontrarían cansados después de la inyección de adrenalina de toda la noche. Volteó a ver hacia la jaula en donde estaba Sai y también se había quedado dormido.
—¿Están bien? —preguntó Choji asomando la cabeza por la puerta.
—Es raro.¿Tú viste las noticias cuando estalló la pandemia?
El joven movió la cabeza negando.
—Después de que las cosas se calmaron un poco, Naruto y yo logramos llegar a una casa en donde lamentablemente sus dueños fallecieron. Prendimos la tele y más o menos pudimos escuchar las noticias.
—¿Qué decían las noticias? —preguntó un poco temeroso, era extraño ver a Kakashi hablar tan abiertamente del pasado.
—Ya sabes. Informes médicos, teorías conspirativas, propaganda religiosa y clasista… La cosa es que decían que los infectados tenían una sobrecarga de adrenalina que no podían explicar del todo.
—Profesor…
—El mayor tiempo que ha vivido un infectado dentro de las mejores circunstancias, ha sido solo de dos meses —Kakashi miró a Naruto con tristeza. —, o al menos eso es lo único que se pudo descubrir antes de que los científicos desaparecieran. Supongo que ellos también se infectaron… Vamos a crear el ambiente preciso para ganar tiempo. —Trató de desviar la atención volviendo al tema inicial.
—¿Y cómo hacemos eso? —Shikamaru, quien estaba detrás de la puerta escuchando todo, se hizo presente.
—¿Puedes mover una de las jaulas a otra oficina? tenemos que separarlos, para que no intenten escapar.
—Voy a necesitar las herramientas y la ayuda de todos.
—Entonces hazlo.
El orfanato se dispuso a trasladar una de las celdas, que básicamente eran estructuras conformadas por trozos de mallas metálicas y vigas que habían recogido cuando empezaban a consolidar su hogar.
La tarde cayó y los muchachos del orfanato se reunieron en torno a la fogata. Estaban cansados y un tanto melancólicos. Nadie se atrevía a decir una sola palabra por miedo a causar más malestar del que ya se hacía presente. Kakashi repartió las raciones de comida junto a Gaara y, tras terminar la tarea, se sentaron para por fin alimentarse.
—Recuerdo cuando Naruto me encontró. —dijo Neji de pronto, las miradas de los demás se posaron sobre él, cuestionando su manera de actuar.
—Neji —dijo Shikamaru. —, no creo que sea el momento para…
—¿Por qué no? Tu llegaste después de mí, ¿verdad? —Neji tomó un poco de agua de la pequeña botellita que le correspondía. —, ¿sabes? yo no sabía a dónde ir, pensé que moriría en alguna de las peleas que cada vez eran más y más, pero él me encontró. ¿Sabes cómo me sentí cuando vi a un niño sonreír cuando el mundo se estaba yendo al carajo?
Shikamaru asintió y miró a Kakashi, tratando de encontrar algo en su expresión siempre seria.
—Al principio fue un dolor de cabeza —habló el adulto. —. Estaba recién recuperándome de la herida de mi ojo cuando llegó Naruto con Neji. Casi lo hecho a patadas.
—Lo recuerdo. —rió el joven.
—Pero no podía dejarte así… Y luego fueron llegando los demás. Para ser sincero, todos ustedes me salvaron de una u otra forma. Cuando perdí a mi única familia, pensé que ya no había razones para vivir, y ahora miren, hemos creado una nueva familia. Por cierto, no le crean a Sai, hubiera roto la única regla del orfanato si cualquiera de ustedes se hubiera infectado. —Kakashi retiró la venda que siempre cubría su ojo, dejando ver el deplorable estado del mismo. Al final la herida se había infectado y por muchos intentos que hicieron, no habían logrado curarlo del todo, provocando que paulatinamente lo perdiera.
—¿Aún no conocían al doctor? —preguntó ingenuamente Lee.
—¡No seas tonto! —reclamó Shikamaru. —, cuando lo conocimos, el profesor Kakashi ya…
—No importa, Shika. Lo de mi ojo ya no tiene importancia, además, Lee fue uno de los últimos en llegar.
—Claro, tú vivías en el refugio femenino hasta que cumpliste los 13, y luego te mandaron acá. —recordó Kiba.
—Me dijeron que era por el bien de todos. —dijo Lee.
En ese momento, unos nuevos gritos desde el cuarto de celdas llamaron su atención.
—Parece que Sasuke despertó. —dijo Kakashi cubriendo su ojo nuevamente. —Tenemos que alimentarlo.
La labor no fue fácil, de hecho, fue imposible hacer que el joven comiera algo. Solamente se limitaba a gritar el nombre de Naruto, pedía verlo por al menos una vez y cuando le decían que no era posible, optaba por golpear las rejas, incluso llegó a lastimarse los nudillos por la fuerza aplicada.
—Es imposible. —dijo Kakashi mientras miraba a Sasuke.
—Profesor —Kiba entró a la habitación. —, Naruto acaba de despertar.
Kakashi dejó la lata de conservas a un lado y se apresuró a ir hacia el cuarto contiguo en donde habían llevado a Naruto para poder mantenerlos alejados.
Sai miró al par desaparecer por detrás de la puerta y miró a Sasuke.
—Es una pena —dijo en tono sarcástico. —, Kakashi siempre trató de mantenernos a salvo y apareciste tú. ¿No te parece injusto? Si lo hubiera sabido antes, quizás hubiera hecho las cosas de manera distinta.
Sasuke parecía no reaccionar ante la voz de Sai, así que solamente seguía gimiendo el nombre del rubio mientras un hilo de saliva le escurría por la comisura de los labios. Las luces se dispersaban por toda la habitación.
—Todos están mal de la cabeza. —Sai volvió a sentarse en una de las esquinas, mirando el entorno en búsqueda de al menos una mínima esperanza para escapar.
—Naruto, cálmate por favor. —rogó Kakashi mientras trataba de ver los ojos de Naruto cubiertos por las luces.
—Profesor… no creo que esté escuchándolo. —Kiba se aproximó a Kakashi y posó una mano en el hombro del adulto.
Naruto estaba fuera de sí. Los gritos que emitía eran inentendibles. Kakashi no pudo soportar la visión que tenía enfrente y salió de la oficina completamente derrotado.
Pasaron un par de días y, en todo ese tiempo, los chillidos y quejidos eran aún más desgarradores, provocando que los jóvenes dentro del refugio poco a poco perdieran la esperanza. Lo que en un inicio fue una clara voluntad de salvar a los jóvenes, pronto se convirtió en desesperación. Nadie dormía por miedo a los malhechores. Estaban seguros de que en cualquier momento vendrían a atacarlos y que el hogar que habían formado se vería destruido inevitablemente.
—Profesor —Shikamaru entró a la habitación en donde mantenían cautivo a Naruto. —, debemos hacer algo, no podemos seguir así.
Kakashi estaba sentado en una silla, mirando fijamente a Naruto.
—¡Déjame verlo!, déjame ver a Sasuke o te mataré. —Los ojos de Naruto estaban inyectados en sangre. —Necesito verlo, besarlo, morderlo… Quiero destrozar a Sasuke. —El joven empezó a llorar con desesperación y fue cayendo lentamente hacia el piso para después hacerse un ovillo entre las mantas que le habían dado. —Si no está conmigo, no estará con nadie más. Moriremos juntos Sasuke. —Tras la última frase, Naruto empezó a reír de manera escalofriante.
—¿Sasuke sigue igual? —preguntó Kakashi sin despegar la vista de su protegido.
—Si… grita casi lo mismo, incluso ha llegado a decir que quiere… —Shikamaru dudó un poco. —. Las cosas que él dice son mucho más fuertes.
—Si, lo he escuchado.
—¿Qué vamos a hacer? Ni siquiera han comido, tampoco han tomado agua. Van a morir de todas formas.
—¿Crees que no lo sé? —Kakashi miró a Shikamaru. Su ojo expresaba una tristeza profunda. —. No podemos hacer nada para salvarlos, pero tampoco tengo el valor de hacerlo yo. Tampoco quiero que ustedes se manchen las manos.
—¿Y si los dejamos ir?
—Veo que has estado pensando mucho en esto. ¿Te digo la verdad? También he pensado en eso, pero tampoco quiero hacerlo.
Shikamaru suspiró derrotado, pero entendía que la decisión no era fácil de tomar.
—Empiezo a pensar que lo que hace el grupo de Kabuto es lo más humano. —Kakashi rió por la ironía.
—¿A qué se refiere?
—Admito que es enfermizo pensar en que ese grupo disfruta de las peleas, pero por otro lado… —Kakashi pareció pensar sus siguientes palabras. —. Los infectados deben morir de cualquier manera. Dejarlos libres es un peligro para las personas que puedan encontrar en el camino, incluso nos ponemos en peligro nosotros mismos.
—¿La idea es que se maten entre ellos?
—¡Déjame ver a Sasuke! —Naruto volvió a levantarse para implorar lo mismo de los anteriores días. —Déjame ver a Sasuke o voy a matarte. Te cortaré la garganta con mis uñas y beberé tu sangre.
—¡Naruto! —dijo Kakashi con voz firme. —. Ya vas a ver a Sasuke, solo espera un poco.
Naruto se calló y por primera vez en ese tiempo, incluso pareció sonreír.
—Parece que entendió. —Shikamaru estaba igual de asombrado que Kakashi.
—¿Quieres ver a Sasuke?
—Por favor — imploró el rubio. —, déjame ver a Sasuke y seré bueno. No te mataré.
—Espera aquí. Voy a traerlo. —Kakashi se levantó de la silla y salió siendo seguido por Shikamaru.
—¿Está loco?
—Quiero probar algo.
El adulto entró a la otra oficina, en donde Sasuke seguía repitiendo la misma frase de hace horas atrás.
—¿Quieres ver a Naruto? —preguntó con voz firme.
—No quiero solo arrancarle la piel, cortarlo en trocitos y comerme su carne.
—Está bien. Lo traeré —Kakashi miraba al joven con admiración. —, pero debes prometerme que no nos harás nada.
—Al que quiero es a Naruto. Ustedes no me interesan.
Kakashi salió de la oficina y se quedó a la mitad del pasillo. Las piernas le temblaban, pues pensaba que no era posible establecer comunicación con ellos.
—¿Qué pasa? —preguntó Shikamaru.
—Es la primera vez que veo esto. Shika, seamos sinceros. No tenemos estudios ni nada parecido y aún así… Parece que es demasiado fácil llegar a este nivel de comunicación con los infectados. Quizás Hiro tenía razón…
—¿Su amigo? ¿el de las teorías conspirativas?
—Va a sonar loco, pero tengo una idea —Kakashi asintió con su cabeza en respuesta a la pregunta de Shikamaru. —. Puede que logremos ganar tiempo.
—O puede que se maten entre ellos. —dijo Shikamaru.
—Es un riesgo que deberé tomar.
A partir de ese momento, Kakashi empezó a pasar más tiempo con los muchachos. Trataba de tranquilizarlos haciendo uso del nombre del otro, tratando de convencerlos de que pronto llegaría el día en el que pudieran estar juntos. Al principio, el cebo duraba unos cuantos minutos, pero con el pasar de los días, parecía que recobraban un poco de su cordura y lograban mantener conversaciones un poco más civilizadas.
—Necesito verlo —dijo Sasuke sentado en el suelo. —. Me prometiste que lo vería, y estoy perdiendo la paciencia.. —El tono de voz del muchacho era escalofriante.
—¿Por qué quieres verlo? —preguntó Kakashi sin dejar de mirarlo a los ojos. Las luces se habían difuminado al punto de casi desaparecer.
—¿No es lógico? Quiero ser uno solo con el alma de Naruto. Lo necesito conmigo, dentro de mí. —Sasuke ya no gritaba, en cambio, hablaba con naturalidad mientras soltaba frases dignas de un asesino serial. —Quiero enterrarle mis uñas en la garganta, en el abdomen y llegar hasta sus intestinos.
—Estás de suerte. —Kakashi abrió la puerta de la oficina y se dirigió a los otros chicos del orfanato. —¿Están listos?
—Sí, profesor. —Las voces de Gaara, Neji y Shikamaru sonaron al unísono.
—Necesito que me prometas una cosa —Kakashi se acercó a la jaula. —Naruto estará esperándote al final del pasillo. Cuando yo abra la puerta deberás correr hacia allá sin hacernos daño.
—Lo prometo. —Las luces en los ojos de Sasuke empezaron a intensificarse.
—Está bien. Confío en ti. —Kakashi puso su mano en el candado e insertó la llave en el mismo. Giró lentamente la muñeca hasta sentir un chasquido. —¡Ahora!
Kakashi no quitó el candado y en cambio se atrincheró detrás de las viejas cajoneras. Al mismo tiempo se escuchó un chillido desde la otra oficina, era Naruto que salía de su jaula. Sasuke, al reconocer la voz del otro, perdió el control. Empezó a golpear la puerta de la celda con el hombro.
Kakashi rogó internamente por que los demás hubiesen logrado ponerse a salvo. El plan no era sencillo, todo necesitaba de una coordinación minuciosa para evitar accidentes. Las jaulas debían abrirse y ellos solos se encontrarían. Lo que sucedería después de aquello, dependía totalmente de los dos jóvenes.
Sasuke logró abrir la puerta y soltó un rugido antes de salir corriendo. A pesar de que el plan era mantenerse a salvo, Kakashi no logró quedarse en ese lugar y salió para ver qué sucedía. La imagen que le dio la bienvenida hizo que algunas lágrimas fluyeran de su único ojo.
Naruto y Sasuke se envolvían en un abrazo inexperto, mientras sus labios se fundían en un beso tosco y errático.
Las luces brillantes latían en torno a ellos, intensificando su color y haciendo movimientos circulares por toda la habitación.
Continuará
Muchas gracias por leer y también por la paciencia. Sé que desaparecí por mucho tiempo y al parecer, con tantas cosas que tengo, mi ritmo de publicación se vea afectada, esto no quiere decir que este fic se vaya a ir a hiatus, para nada, solo que demorará un poquito más en actualizar por lo menos hasta que logre resolver algunas cuestiones de mi vida personal (jaja, y yo que siempre creí que estas largas notas de disculpas eran un mito.)
Como sea, les dije que la historia iba a empezar a tornarse más y más oscura, y lo que se viene. Estamos a un par de capítulos de terminar la primera temporada y entraremos a terrenos más complicados. Muero de ganas por traerles ya estos episodios.
Recuerden que tengo fanpage en facebook y además un tiktok "Chisheccid fanfics" en ambos, por ahí subo chismecito, adelantos y cositas varias por si quieren estar más al pendiente de todos mis proyectos. Si te gusta lo que hago, puedes ayudarme muchísimo solo dejando comentarios.
Nos leemos pronto,
