Capítulo 8 – Soy inocente

No tuvo que pasar ni un día antes de que todo el mundo supiera de la tragedia que había dejado en estado de coma a Hermione Granger, la chica más lista de todo Hogwarts, quien había caído traicionada a manos de uno de sus mejores amigos. Los rumores de pasillo se hacían cada vez más intensos y acusaban a Ron de asesino, a que había utilizado una maldición imperdonable en contra de su amiga, a que deberían expulsarlo… No faltaban los chicos a quienes les había parecido una noticia fantástica (n/a: ejemmm Slytherin… ejemmm), sin embargo, nadie conocía la verdadera historia… nadie conocía realmente lo que había pasado, salvo…

Apenas Ron hubo ejecutado la acción, lo primero que hizo fue acercarse a Hermione para quitarle la pila de libros de encima y recriminarle por todo lo que había hecho… y de lo mucho que se merecía que la haya tumbado.

Pero la chica no respondía, no se paraba, no se movía. Y fue entonces cuando Ron comenzó a preocuparse.

Tomó a la castaña en brazos (lo cual se le hizo ahora bastante fácil, ya que inclusive en peso muerto era una pluma) y salió corriendo del aula de Aritmancia camino a la enfermería. El problema fue que muchos alumnos lo vieron con el cuerpo de la chica que no reaccionaba, y entonces, comenzaron los rumores anteriormente mencionados.

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"¿Estará bien?" – preguntaba un afligido Ron en la enfermería, a quien le habían dado una poción crecehuesos porque se le había roto la clavícula y estaría en la enfermería toda la noche.

"Agradece que no está muerta" – le reprochaba la enfermera al pelirrojo – "Y agradece también que no hago preguntas cuando alguien llega a la enfermería…" – añadió mientras cogía un papel – "Tendré que comunicarme con San Mungo para que me traigan suero desde el mundo Muggle… esta chica a ha perdido mucha agua y no ha comido nada en días"

En ese minuto se abrió la puerta de la enfermería para dejar pasar a Harry y Ginny.

La pelirroja, bastante preocupada, se acercó al cuerpo de su amiga y la abrazó llorando, rogando porque todo esté bien, mientras que Harry se limitaba sólo a mirarla con los ojos llorosos, temiendo por la vida de la castaña.

"¿Qué pasó Ron?" – preguntó Harry de pronto rompiendo el silencio que los separaba.

"Estábamos en duelo…" – comenzó el pelirrojo entrecortado – "…y primero el hechizo no funcionó, luego si… luego yo estaba suspendido por los aires y luego Hermione…"

"Habla claro Ron, por favor…" – dijo Ginny que seguía llorando, no tenía energías para lanzarle improperios a su hermano.

"Bueno… es que, en el duelo, ella me levantó con un Wingardium Leviosa…" – los chicos lo miraron incrédulo, ya que esa era magia muy avanzada – "… Y luego me botó al piso y se me quebró la clavícula y luego… luego… le lancé sólo un Expelliarmus y… quedó así"

"¿Y quieres que te creamos que sólo le lanzaste un Expelliarmus?" – pregunto Ginny ahora saliéndose de sus cabales – "¡Por favor hermano, no nacimos ayer!"

"¡LES JURO QUE FUE SÓLO ESO!" – gritaba Ron desesperado porque ni sus propios amigos le creían.

En ese minuto, una figura oscura y alta entró en la habitación sigilosamente. Tenía un semblante duro y múltiples arrugas recorrían su rostro ya no tan femenino como hace 50 o 60 años atrás:

"Señor Weasley" – replicó Minerva McGonagall al chico pelirrojo que estaba en la cama contigua, lo que hizo que los tres chicos se asustaran – "Apenas se recupere me gustaría verlo en mi oficina… los rumores no juegan a su favor"

Dicho aquello, la profesora salió del aula, con un aire bastante espeluznante… ¿Qué acaso todos pensaban que había matado a Hermione?... ¿Qué le había hecho eso a propósito a su mejor amiga? No podía ser, esta vez todo estaba llegando demasiado lejos. Con un nudo en la garganta y en el estómago, el pelirrojo veía como la puerta se cerraba y una mano pálida giraba el cerrojo.

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Algunas horas después de que Harry y Ginny abandonaron la enfermería por órdenes de Madame Pomfrey, fue que la poción crecehuesos comenzó a tener efecto sobre el pelirrojo. Comenzaba a retorcerse de dolor mientras sentía como su clavícula ardía cada vez con mayor intensidad. Podía sentir también como se regeneraba el hueso, sentía que lo torturaban con la maldición cruciatus, y de pronto, todo aquel dolor cesó casi automáticamente.

La verdad es que Ron pensó que el efecto duraría mucho más, que no podría dormir en toda la noche al igual que Harry, pero el chico de ojos verdes había perdido todo el brazo derecho, mientras que a el sólo se le había roto un diminuto hueso.

Miró un segundo a la cama contigua donde estaba Hermione. La chica se veía tan dulce, tan apacible, tan… tan muerta. Y por su culpa; la enfermera había llamado a San Mungo y habían traído un respirador artificial para mantenerla con vida, mientras que por vía intravenosa, le suministraban suero y comida a la chica. ¿Qué había causado tanta maldad? Se preguntaba Ron para sí, en el momento que recordaba que todo esto había empezado por su culpa, y una estúpida respuesta. Si se hubiese quedado callado, ahora no estaría en problemas, ahora Hermione estaría en la sala común, probablemente conversando con él mismo junto a la chimenea… ahora estaría bien, y no conectada a un tubo que la mantenía viva.

¡Cómo podría haber sido él el causante! Se cuestionaba para sus adentros. Él la quería… ella era su mejor amiga, no podía no quererla… ¡No podía morirse!

El pelirrojo se levantó de su cama, aún adormecido por la poción crecehuesos y se acercó a la de la chica.

Ya no notaba los huesos en su cara gracias al suero y a la comida, sin embargo, aún tenía ojeras en su rostro… pero no podía verse más hermosa, pensó Ron para sus adentros y luego se recriminó por tal pensamiento, pensando que deliraba por la poción crecehuesos… porque el no la encontraba bonita, ni mucho menos hermosa…

¿O si?

"La habitación de los corazones rotos"

Ron se sobresaltó y se alejó de la cama de Hermione pensando que estaba exorcizada. ¿Qué era lo que había dicho?... ¿La habitación de que? Lamentablemente el pelirrojo no tenía buena memoria a corto plazo, y de inmediato se le borró de la memoria lo que la chica había dicho en sueños… pero… pero… ¡HABÍA HABLADO!

"Hermione¡habla de nuevo por favor!" – le suplicó el chico.

"Los calcetines están en la nevera" – decía la chica al mismo tiempo que ladeaba la cabeza y un hilo de baba recorría su mejilla.

"¿Qué… qué calcetines?" – preguntó el pelirrojo como si la castaña acabase de descifrar el enigma del triángulo de las bermudas.

"McGonagall tiene los pies olorosos… debe ponerse los calcetines de la nevera" – dijo nuevamente la chica sorbeteando con la nariz, aún sin abrir los ojos.

¡McGonagall! Se dijo Ron para sus adentros… es cierto, debo ir a hablar con ella, me dijo que lo hiciera apenas me recuperase.

Y sin importar la hora, ni el día y sin notar que había salido con la bata de la enfermería (n/a: esa que cubre por delante y por detrás se ve el trasero xD), el pecoso pelirrojo abandonó el lado de Hermione y se dispuso a ir a la oficina de la profesora de Transformaciones.

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Mientras tanto, en la sala común, Ginny ocupaba la cama de Hermione, ya que su compañera de habitación (Demelza) había llevado a su novio a la habitación y en la habitación misteriosamente comenzaron a empañarse las ventanas, por lo que no tuvo más remedio que salir. Su premio: compartir con las populares y súper simpáticas Lavender Brown y Parvati Patil, quienes estaban en su tarea nocturna de siempre;

"Opino que las patillas de Draco son lejos lo mejor" – decía Parvati.

"Eso, junto con el cuello de Dean y las orejas de Michael Corner se verían estupendas" – asintió Lavender con una tonta risita.

"¿Cómo pueden fijarse en esas cosas que apenas se notan?" – les reprochó Ginny desde la esquina.

"Contrólate Weasley" – ladró Lavender – "recuerda que tú eres la infiltrada aquí, y si quieres sobrevivir en la selva de la popularidad, será mejor que no nos hagas enfadar…"

"Y hablando de Weasley…" – añadió Parvati con una mirada picarona – "¿Quién fue la afortunada a quien le habrá regalado su florcita? De seguro tiene que ser muy guapa, ya que es un top five después de todo…"

"To… ¿top five?" – preguntó la pelirroja nuevamente, pero ahora con curiosidad y no reproche – "¿Qué es eso?"

"Nuestra lista con los mejores chicos de Hogwarts, por supuesto" – se incorporó Lavender – "Pensé que todo el mundo la conocía".

"Pues al parecer, no TODO el mundo" – reclamó la pelirroja.

"Esta bien… aún estás a tiempo de enterarte… ya que la lista es cambiada cada 6 meses… y los TOP FIVE de este mes son… Lavender, si me haces el favor" – dijo Parvati al mismo tiempo que Lavender apagaba las luces y hacía que su varita actuara como retro proyector sobre la blanca pared de la habitación de las chicas.

"En quinto lugar, tenemos la fiel prueba de que a las chicas buenas le gustan los chicos malos" – comenzó Parvati con voz de animador de televisión – "A este chico se le ha involucrado con la HORRIBLE Pansy, pero sin embargo el alega que aún está soltero… aquí está¡DRACO MALFOY!"

En el momento en que Parvati pronunció las últimas palabras, un chico pálido de cabellera platinada aparecía en la pared formado por el retro proyector. El chico no sonreía, pero estaba cruzado de brazos y guiñaba un ojo.

"En cuarto lugar tenemos al afro americano más sexy del castillo" – Ginny tragó saliva – "Se le conoce por hacer no muy buenos encantamientos y porque la única chica a la que ha sucumbido es a una pelirroja Griffindor… denle la bienvenida a DEAN THOMAS.

Ginny observaba sonrojada la imagen del chico que parecía sonreírle sólo a ella. La verdad es que se veía bastante lindo en la fotografía móvil, la cual le hacía recordar el porque fueron alguna vez novios.

"Nuestro tercer lugar es un Ravenclaw muy travieso" – continuó Parvati – "Se dice que ha estado con Cho y Marietta a la vez sin ser descubierto, y es un fiel amante de los gatos trepadores de montaña. Saludemos a¡MICHAEL CORNER!" – El chico proyectado saludaba a la cámara con un gesto divertido – "Nuestro segundo lugar pequeña Ginny, es alguien a quien tú conoces muy bien, y que debes incluso haber visto desnudo alguna vez… es el sexy guardián del equipo de Griffindor y el mejor amigo de nuestro primer lugar… aquí tenemos a ¡RON WEASLEY!"

La imagen mostraba a un Ron muy desconcertado que al parecer no estaba listo para que le tomasen la fotografía, y miraba a la cámara con cara de miedo.

"Nuestro primer lugar que ya debes de haber imaginado, es un chico marcado por un duro pasado y una cicatriz en la frente que le da un toque más ardiente a su aún más candente personalidad. Gracias a su heroísmo, sex appeal y penetrantes ojos verdes, es que lidera nuestro ranking desde hace ya 2 años… un gran aplauso para… ¡HARRY POTTER!"

Ginny se quedó de piedra mirando como el "niño que vivió" sobrevolaba las cúspides del castillo en su Saeta de Fuego. Mientras reprochaba mentalmente a Demelza por haber elegido la MEJOR NOCHE para excursionar con su novio, la pelirroja se tapó la cara con la almohada y se preparó para la que sería la noche más larga de su vida.

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"Toc, toc"

"¡Toc, toc!"

……

"¡TOC, TOC!"

"¿Qué sucede?" – preguntó finalmente una voz adormecida que salía desde dentro de la oficina al mismo tiempo que abría la puerta.

"Profesora… he venido a discutir mi… mi… mi mi mi…"

Ron se quedó de piedra mientras observaba lo que no parecía su profesora, si no más bien un alien que había escapado del planeta Rx8 y que había incursionado en la tierra usando un excusado; la profesora McGonagall estaba arropada tan sólo en una bata café y tenía puesta una mascarilla verde que hacía juego con los pepinillos de sus ojos y la gorra de baño rosa que tenía sobre su cabello.

"¡Por Dios santo, señor Weasley!" – exclamó McGonagall asustada cubriéndose la cara – "¡Estas no son horas de visita!... ¡50 puntos menos para...!"

"¡No lo diga!" – la interrumpió Ron – "He venido porque usted ha solicitado que esté aquí apenas me recupere… y acabo de recuperarme, sólo sigo órdenes" – dijo finalmente el pelirrojo desviando su mirada a la velluda pierna de la profesora y retirándola inmediatamente.

"¡Pero venir a estas horas no es apropiado! Debió pensar eso antes de aparecerse aquí"

"Pero si no puedo aparecerme profesora… no tengo licencia"

"Usted sabe de lo que hablo señor Weasley" – le reprochó la subdirectora (n/a: no hay spoilers aquí… ya que esta historia la empecé hace un año y medio…)

"Bueno… es que… vengo a defender mi inocencia" – dijo el chico al mismo tiempo que entraba a la oficina.

"¡Que bien, por fin un juicio!" – exclamó uno de los retratos de la pared que tenía una peluca blanca y un martillo en su mano derecha – "Orden¡Orden en la corte!"

"Nadie será juzgado hoy juez Peterson" – sentenció McGonagall mientras dejaba los pepinillos en un vaso con agua – "Vuelva a dormir"

"Rayos… siempre arruinas la diversión" – se quejó el retrato y se dio la vuelta enfadado.

"Hombres…" – suspiró la profesora mirando a Ron – "Mi primer esposo¿sabes? Murió por el martillazo de otro juez en su cabeza… es una triste historia…"

"Si, si… todas las historias son tristes" – dijo el pelirrojo sin ánimos de escuchar lo que venía después – "Vengo a declararme inocente"

Para cuando el reloj tocó las doce de la noche, Ron ya le había contado todo con detalles a la subdirectora de Hogwarts… incluyendo en como Hermione se había puesto extraña y no se le veía comer, ni dormir… de hecho, hubo un tiempo en que ni siquiera se le veía. McGonagall creyó las declaraciones, sin embargo, le pidió al chico que buscara testigos para que respaldaran su información para luego tomar medidas.

Con un peso menos en sus hombros, el chico salió de la oficina mucho más aliviado… pero aún con esa carga interminable de que su amiga podía morir… que nunca la vería de nuevo… ¿Por qué era tan importante para él? Era una pregunta que aún se cuestionaba…

¿Y… si la amaba?

No… no podía ser, pensó mientras caminaba por el interminable pasillo, ella estaba enamorada de Krum, siempre lo estuvo (al pensar esto, se le formó un enorme nudo en el estómago). Y además… ¿Qué haría la chica más inteligente y guapa (¿Había dicho Guapa?) de Hogwarts con el chico más lerdo y pobretón de Griffindor?

El nudo se hacía cada vez más grande… ya no podía controlarlo. Llegaba a doler de rabia, de angustia… de pena.

Dejó escapar aquel pensamiento con una lágrima, y fue entonces cuando la vio…

Una puerta negra aparecía majestuosamente frente a sus ojos.


Lo prometido es deuda... hoy se cumplieron los 57 reviews y hoy subí el capi... que está editado en html mode... porque por alguna razón el simple mode estaba malo... pero no podía fallarles... nunca tan malvada muajaja. Y bueno... mucha inspiración para este capi... tanta, que no podía parar de escribir xD

¡Muchas gracias por sus reviews! de verdad que me alegran la existencia y me dan ánimos e ideas para seguir escribiendo... sólo espero que este cap no haya decepcionado a nadie y sigan leyendo ;)

para quienes no les guste leer en fanfiction porque les resulta incómodo (como a mi), la historia está publicada en formato word en la siguiente dirección:

www. geocities . com /nablinaty/NuncaNunca.doc (poner todo junto... ya que la dirección no sale por alguna extraña razón) ahi pueden bajar la historia completa... ya que me da paja subirla por capis xD aunque se irá actualizando a medida que suba más capítulos