Feagris, Reino de las flamas. *Hace 5 años. Invierno*
Sobre las altas montañas esta construido el reino fortaleza de Feagris, ciudad consagrada a la deidad del fuego. Construida sobre altas montañas, una verdadera fortaleza natural. La montaña, siendo mas alta que la posición de las nubes, está rodeada de estas que semejan un mar alrededor del castillo.
Rei, la princesa de 12 años del reino, juega en los jardines más alejados del castillo. Vestida con una hermosa túnica roja y con el pelo suelto, cabalga en su joven unicornio blanco acompañada de su escolta personal; Häggen. Un niño de 12 años, aprendiz de caballero, rubio y de ojos azules con el pelo hasta la cintura, de apariencia un tanto distraída y torpe (N/A: Como no tengo muchas ganas de describirlo entonces solo imagínense que es Gaudi (de slayers) ya que su apariencia y personalidad son idénticas a la de él.)
Häggen esta montado en un caballo normal y usa el uniforme de los soldados del reino: Una túnica roja sobre pantalones negros y botas altas de cuero café que le llegan hasta debajo de las rodillas. El que él estuviese siguiendo como sombra no le hacía mucha gracia a Rei.
"Häggen, ¿Porqué tienes que estar siguiendo a todas partes? " Rei le dijo al chico con un aire de exasperación. "L-lo siento majestad pero ordenes son ordenes. Si desobedezco seré castigado. "
"¡Osh!, ¡Que cobarde eres!" Diciendo eso Rei hizo que su unicornio corriera hacia el área de caza de las tierras del castillo dejando atrás a Häggen quien aun no se había enterado de lo que estaba pasando.
Después de 10 interminables segundos Häggen reaccionó. "¡¡ OH NO!! ¡¡ NO OTRA VEZ!! ¡SI LA COMANDANTE SE LLEGA A ENTERAR DE ESTO ME DEJARAN SIN COMER 3 DIAS! Häggen galopó a toda velocidad en búsqueda de la princesita mimada.
No paso mucho tiempo antes que Rei llegara sola a los terrenos de caza, bosque espeso y lleno de animales que eran regularmente servidos en la mesa del castillo. Algunas veces los campesinos lograban infiltrarse y cazar en aquel terreno para poder conseguir algo que dar de comer a sus familias. El rey era muy permisivo con sus subordinados pero esto era una de las pocas cosas que se les tenia prohibido, pero en invierno la comida escasea y uno no se pone a seguir lineamientos cuando sufre hambrunas y este invierno no era precisamente uno de los más cálidos.
Las hojas de uno de los arbustos se movieron y ella se puso nerviosa.
"T-tonta es solo el viento... si eso debe ser." Pero Rei se dio cuenta de que no era así cuando 3 hombres adultos y un pequeño salieron de entro estos. Rei los miró con miedo, ella nunca había visto gente con esa apariencia que no fuera en libros.
Los cuatro estaban vestidos con pieles de animales sin curtir, toda su vestimenta era de este burdo material. Los hombres tenían barbas descuidadas y el pelo largo, amarrado con un trozo de cuero para que no les estorbara la visión e incluso tenían cascos con cornamentas de animales. Todos llevaban armas, incluso el infante, que parecía tener la misma edad que ella, llevaba una espada atada a su espalda con un cinturón de cuero. Tenían una apariencia totalmente vikinga.
Rei no tenía idea de donde venían esas personas. Rei examinó mas detenidamente al pequeño. Precia tener su misma edad... Era una niña, Rei lo supo por las facciones finas que tenía. Aún estando manchada de lodo se veía de cierto modo atractiva.
La niña era de cabello castaño claro, le llegaba a los hombros y dos largos mechones de pelo caían a los lados de la cara como si la estuvieran enmarcando. Era de piel tan blanca como la nieve que estaba esparcida por todo el lugar y de cara muy bonita. Había algo en ella que hacia que Rei se sintiera extraña, ese algo eran los ojos de aquella pequeña salvaje... eran fuertes y penetrantes como lanzas pero al mismo tiempo tan profundos como el mar, el color era lo mas extraño... no parecían normales siendo del color verde pálido, casi amarillo que eran.
Rei notó que las mismas características en los ojos estaban presentes en los otros tres salvajes siendo el color su única variante.
(Sus ojos... es como ver a un dragón directamente a los ojos.) Rei examino con mas detalle a los otros tres hombres, todos eran grandes, barbados, de pelo largo que también tenían amarrado con un trozo de cuero y de apariencia fuerte. Todos estaban vestidos en pieles de animales curtidas y burdamente confeccionadas no era solo la piel de animal si no que tenían forma. Abrigos, pantalones y botas eran básicamente lo que todos, incluso la pequeña tenían puesto. Los tres hombres se miraron entre ellos, el mas viejo parecía ser el líder. Talvez era el anciano patriarca del clan, era de pelo canoso que dejaba ver que en algún momento fue rubio. Otro era de cabello castaño casi del mismo color que la niña y el otro era un pelirrojo con el pelo trenzado. Todos tenían cicatrices, unas en la cara y otra visibles en las partes no cubiertas del cuerpo como brazos y cuello.
" Ermmm, hola." Rei dijo tímidamente solo para ver que pasaba. La conversación no duro mucho, ya que los cuatro bárbaros se miraron entre sí sin decir nada.
Un sonoro gruñido llegó a los oídos de todos. Por la duración y sonoridad era obvio que se trataba de un animal grande. Esto no iba nada bien, primero gente extraña y ahora el gruñido de un animal que se acerca. No podía ser peor... ¿o sí?
El gruñido se acercaba más y más. Rei trago saliva con dificultad cuando vio como las salvajes alistaban sus armas y miraban en varias direcciones escuchando atentamente el sonido del animal.
Huir pasó por la mente de Rei, pero no pudo mover un músculo antes de que un oso de dos metros parado en dos patas apareciera detrás de ella.
"¡¡¡AHHHHH!!!" Rei gritó agudamente lo que molesto al oso aun más haciendo que este soltara un estrepitoso rugido que asusto al unicornio en el que Rei estaba montada, este relinchó y huyó del lugar haciendo que Rei cayera sobre la nieve.
Los 3 hombres usando sus hachas y espadas arrinconaron al oso contra un enorme árbol con un tronco muy ancho, de modo que el oso no podía escaparse, mientras tanto la niña, con su gran espada atada a su espalda, escalo con agilidad el tronco del árbol hasta estar unos dos metros arriba, se paró sobre una rama, empuñó su espada de modo que la punta apuntara al cuello del oso.
La niña, sin el menor temor saltó con la espada lista. Mientras caía soltó un grito de guerra que hizo voltear al oso hacia arriba. La niña aterrizó. Las piernas aterrizaron justo en los hombros del oso y su espada atravesó su cuello completamente. La espada había cortado las arterias que van a la cabeza y la sangre del animal que salió con fuerza mancho a la niña y la nieve circundante. Ella no se inmutó e hizo un corte más. Esta vez hizo que la cabeza del oso cayera al suelo y rodara por este, manchando mas aún la blanca nieve del lugar con sangre. Luego de este corte la niña brincó para alejarse del cuerpo del oso que en cualquier momento caería al suelo.
Rei estaba en estado de shock, nunca antes había visto a un animal muerto y menos siendo decapitado frente a ella por una niña de su misma edad. Después vio algo que la confundió, parecía que los salvajes estaban sonriéndole. ¿Acaso habían matado a aquel oso para protegerla? No podía estar segura.
De todas formas su sorpresa no duró mucho ya que una legión de caballería había llegado con el pequeño Häggen entre ellos. Habían escuchado el grito de su princesa y vinieron lo más rápido que pudieron.
El comandante de la legión vio primero las manchas de sangre, luego al oso, a la princesa tirada en el suelo, y a la niña manchada de sangre y sus acompañantes.
"Campesinos que vinieron a cazar en las tierras de caza del Rey... ¡¡Saquen a la princesa de aquí, No debe ver la ejecución La niña se acercó a Rei, la tomo de las manos y la levanto del suelo. No tuvo dificultad en hacerlo, si podía manejar una mandoble a esa edad era por que tenia fuerza física suficiente y obviamente había recibido entrenamiento. El pequeño Häggen desenvainó su espada y se lanzo a atacar a la niña quien bloqueó el ataque, las espadas quedaron en el medio en posición de empuñadura contra empuñadura mientras se trataban de hacer retroceder el uno al otro aplicando fuerza para empujar al otro por medio de la espada.
Ninguno de los dos cedía y se quedaron mirándose a los ojos, plantados en el mismo lugar hasta que de repente la niña le sonrió burlonamente y le miró de forma fría. Häggen no supo que paso hasta que sintió una patada en las espinillas que le levantaron los pies del suelo y este cayo de espaldas sobre él. Cuando levantó la mirada vio que había sido la niña quien le había barrido los pies del suelo ya que aun tenía el pie en el aire. Lo puso en el suelo y apuntó su espada contra el cuello de Häggen. Después de esto los demás soldados rápidamente la rodearon junto a los otros hombres apuntándoles con espadas y lanzas.
Rei rápidamente corrió y se puso entre los soldados y los bárbaros. "¡¿P-Princesa?!" El comandante no podía hacer nada con la princesa entre los dos grupos.
Häggen se levantó y corrió al lado de Rei entre los dos grupos. "Princesa, por favor aléjese, es peligroso." " ¬_¬ No lo son, si hubieras llegado antes habrías visto como me salvaron de ese oso." Dijo Rei mientras señalaba al gran oso decapitado que yacía en el suelo.
" Aun así, ellos están dentro de las tierras de caza del castillo" Dijo el comandante mientras galopo para acercarse a su grupo de soldados pero se detuvo secamente cuando vio a los salvajes de cerca.
".... Esos... esos ojos..." Rei vio como el comandante, un hambre alto y fornido se puso pálido y tembloroso ante aquellas personas. ".... Son. ¡Son del clan de Fahdiel!" El comandante dijo lo ultimo lo suficientemente fuerte como para que todos oyeran. Los cuatro bárbaros miraron fríamente al comandante sin decir nada. Rei y Häggen no sabían lo que significaba eso del clan de Fahdiel pero vieron como la misma reacción que tuvo el comandante la tuvieron todos los demás soldados. A instante todos dejaron de amenazar a los cuatro con sus armas y retrocedieron.
" ¡¡¡TOMEN A LA PRINCESA Y HÄGGEN Y CORRAN!!! ¡¡¡RATIRADA!!!" Todos comenzaron a huir, un soldado cargó a los dos niños y se subió a un caballo. No hizo mucha diferencia, nadie llego muy lejos.
El hombre de cabello castaño dio unos pasos al frente y comenzó la invocación de un hechizo de fuego.
"Heh... Idiotas." Susurró el hombre más viejo mientras veía como el hombre de pelo castaño terminaba la invocación y con el puño golpeo el suelo. "Pared de fuego..." Dijo tranquilamente al mismo tiempo que su puño aterrizo sobre la nieve.
Al instante una pared circular de fuego apareció cortando la salida de los soldados, dejándolos atrapados adentro junto con los cuatro salvajes.
"Bien hecho Reskaresu. Ahora tendrán que escuchar lo que tenemos que decir." Dijo el hombre de pelo rojo al de pelo castaño.
El anciano tomo de la mano la pequeña niña y caminaron hasta estar frente al comandante.
Rei observó detenidamente desde el caballo don de ella y Häggen estaban montados a la niña que volvía a atar su espada a su espalda para que no le estorbara.
Algo había en ella que le agradaba a Rei...
" Escucha bien ya que solo lo diré una vez, tenemos que hablar con tu señor. Necesitamos hacer un trato con él." El comandante, con voz quebrada por el miedo, le contesto al anciano. " E-El rey nunca h-haría tratos con usted su... gente." Dijo el comandante con cierto disgusto pero predominando el miedo.
" ¿¡Y tu crees que nosotros haríamos tratos con ustedes de no ser por algo realmente importante?! Esto que debemos hablar con su Rey es tan importante que de eso depende que tu, tu gente y la nuestra siga con vida. Si no nos llevas con tu rey te mataremos aquí mismo y llegaremos nosotros con él por nuestra cuenta así que no seas estúpido y llévanos. Que no arriesgaremos la vida de nuestra gente por culpa de in imbecil como tu."
El anciano dijo en tono autoritario y desafiante mientras empuñaba su espada. Ni Rei ni Häggen entendían muy bien que pasaba. Mientras Häggen intentaba descubrirlo Rei observaba a la chica que le estaba sonriendo burlonamente al comandante.
El comandante no tenía opción si no llevaba a estos salvajes ante el rey los matarían y la princesa estaba ahí y podría salir herida, no podía exponer a la heredera a eso.
"...Bien. Los llevare pero ¿cómo sé que de todas formas no nos mataran a todos?" " Te damos nuestra palabra." "¿ Y como sé que su palabra vale algo?"El anciano frunció el ceño. " ¿Quiénes crees que somos? ¿Ustedes?" Dijo el hombre de cabello rojo que ahora estaba detrás de su líder.
" No mataremos a nadie, solo queremos hablar de algo importante con él." Dijo el hombre de cabello castaño mientras posaba si mirada y su mano en el hombro de aquella niña...
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Ok aquí ya adentro un poco en la historia, jeje perdón si no entendieron nada de lo que pasaba en el prologo. Pero lo puse a propósito. Muy pronto entenderán que hay con esa escena. Porfaz déjenme saber que piensan hasta ahora ^^ Y gracias a los que han dejado reviews!!
Sobre las altas montañas esta construido el reino fortaleza de Feagris, ciudad consagrada a la deidad del fuego. Construida sobre altas montañas, una verdadera fortaleza natural. La montaña, siendo mas alta que la posición de las nubes, está rodeada de estas que semejan un mar alrededor del castillo.
Rei, la princesa de 12 años del reino, juega en los jardines más alejados del castillo. Vestida con una hermosa túnica roja y con el pelo suelto, cabalga en su joven unicornio blanco acompañada de su escolta personal; Häggen. Un niño de 12 años, aprendiz de caballero, rubio y de ojos azules con el pelo hasta la cintura, de apariencia un tanto distraída y torpe (N/A: Como no tengo muchas ganas de describirlo entonces solo imagínense que es Gaudi (de slayers) ya que su apariencia y personalidad son idénticas a la de él.)
Häggen esta montado en un caballo normal y usa el uniforme de los soldados del reino: Una túnica roja sobre pantalones negros y botas altas de cuero café que le llegan hasta debajo de las rodillas. El que él estuviese siguiendo como sombra no le hacía mucha gracia a Rei.
"Häggen, ¿Porqué tienes que estar siguiendo a todas partes? " Rei le dijo al chico con un aire de exasperación. "L-lo siento majestad pero ordenes son ordenes. Si desobedezco seré castigado. "
"¡Osh!, ¡Que cobarde eres!" Diciendo eso Rei hizo que su unicornio corriera hacia el área de caza de las tierras del castillo dejando atrás a Häggen quien aun no se había enterado de lo que estaba pasando.
Después de 10 interminables segundos Häggen reaccionó. "¡¡ OH NO!! ¡¡ NO OTRA VEZ!! ¡SI LA COMANDANTE SE LLEGA A ENTERAR DE ESTO ME DEJARAN SIN COMER 3 DIAS! Häggen galopó a toda velocidad en búsqueda de la princesita mimada.
No paso mucho tiempo antes que Rei llegara sola a los terrenos de caza, bosque espeso y lleno de animales que eran regularmente servidos en la mesa del castillo. Algunas veces los campesinos lograban infiltrarse y cazar en aquel terreno para poder conseguir algo que dar de comer a sus familias. El rey era muy permisivo con sus subordinados pero esto era una de las pocas cosas que se les tenia prohibido, pero en invierno la comida escasea y uno no se pone a seguir lineamientos cuando sufre hambrunas y este invierno no era precisamente uno de los más cálidos.
Las hojas de uno de los arbustos se movieron y ella se puso nerviosa.
"T-tonta es solo el viento... si eso debe ser." Pero Rei se dio cuenta de que no era así cuando 3 hombres adultos y un pequeño salieron de entro estos. Rei los miró con miedo, ella nunca había visto gente con esa apariencia que no fuera en libros.
Los cuatro estaban vestidos con pieles de animales sin curtir, toda su vestimenta era de este burdo material. Los hombres tenían barbas descuidadas y el pelo largo, amarrado con un trozo de cuero para que no les estorbara la visión e incluso tenían cascos con cornamentas de animales. Todos llevaban armas, incluso el infante, que parecía tener la misma edad que ella, llevaba una espada atada a su espalda con un cinturón de cuero. Tenían una apariencia totalmente vikinga.
Rei no tenía idea de donde venían esas personas. Rei examinó mas detenidamente al pequeño. Precia tener su misma edad... Era una niña, Rei lo supo por las facciones finas que tenía. Aún estando manchada de lodo se veía de cierto modo atractiva.
La niña era de cabello castaño claro, le llegaba a los hombros y dos largos mechones de pelo caían a los lados de la cara como si la estuvieran enmarcando. Era de piel tan blanca como la nieve que estaba esparcida por todo el lugar y de cara muy bonita. Había algo en ella que hacia que Rei se sintiera extraña, ese algo eran los ojos de aquella pequeña salvaje... eran fuertes y penetrantes como lanzas pero al mismo tiempo tan profundos como el mar, el color era lo mas extraño... no parecían normales siendo del color verde pálido, casi amarillo que eran.
Rei notó que las mismas características en los ojos estaban presentes en los otros tres salvajes siendo el color su única variante.
(Sus ojos... es como ver a un dragón directamente a los ojos.) Rei examino con mas detalle a los otros tres hombres, todos eran grandes, barbados, de pelo largo que también tenían amarrado con un trozo de cuero y de apariencia fuerte. Todos estaban vestidos en pieles de animales curtidas y burdamente confeccionadas no era solo la piel de animal si no que tenían forma. Abrigos, pantalones y botas eran básicamente lo que todos, incluso la pequeña tenían puesto. Los tres hombres se miraron entre ellos, el mas viejo parecía ser el líder. Talvez era el anciano patriarca del clan, era de pelo canoso que dejaba ver que en algún momento fue rubio. Otro era de cabello castaño casi del mismo color que la niña y el otro era un pelirrojo con el pelo trenzado. Todos tenían cicatrices, unas en la cara y otra visibles en las partes no cubiertas del cuerpo como brazos y cuello.
" Ermmm, hola." Rei dijo tímidamente solo para ver que pasaba. La conversación no duro mucho, ya que los cuatro bárbaros se miraron entre sí sin decir nada.
Un sonoro gruñido llegó a los oídos de todos. Por la duración y sonoridad era obvio que se trataba de un animal grande. Esto no iba nada bien, primero gente extraña y ahora el gruñido de un animal que se acerca. No podía ser peor... ¿o sí?
El gruñido se acercaba más y más. Rei trago saliva con dificultad cuando vio como las salvajes alistaban sus armas y miraban en varias direcciones escuchando atentamente el sonido del animal.
Huir pasó por la mente de Rei, pero no pudo mover un músculo antes de que un oso de dos metros parado en dos patas apareciera detrás de ella.
"¡¡¡AHHHHH!!!" Rei gritó agudamente lo que molesto al oso aun más haciendo que este soltara un estrepitoso rugido que asusto al unicornio en el que Rei estaba montada, este relinchó y huyó del lugar haciendo que Rei cayera sobre la nieve.
Los 3 hombres usando sus hachas y espadas arrinconaron al oso contra un enorme árbol con un tronco muy ancho, de modo que el oso no podía escaparse, mientras tanto la niña, con su gran espada atada a su espalda, escalo con agilidad el tronco del árbol hasta estar unos dos metros arriba, se paró sobre una rama, empuñó su espada de modo que la punta apuntara al cuello del oso.
La niña, sin el menor temor saltó con la espada lista. Mientras caía soltó un grito de guerra que hizo voltear al oso hacia arriba. La niña aterrizó. Las piernas aterrizaron justo en los hombros del oso y su espada atravesó su cuello completamente. La espada había cortado las arterias que van a la cabeza y la sangre del animal que salió con fuerza mancho a la niña y la nieve circundante. Ella no se inmutó e hizo un corte más. Esta vez hizo que la cabeza del oso cayera al suelo y rodara por este, manchando mas aún la blanca nieve del lugar con sangre. Luego de este corte la niña brincó para alejarse del cuerpo del oso que en cualquier momento caería al suelo.
Rei estaba en estado de shock, nunca antes había visto a un animal muerto y menos siendo decapitado frente a ella por una niña de su misma edad. Después vio algo que la confundió, parecía que los salvajes estaban sonriéndole. ¿Acaso habían matado a aquel oso para protegerla? No podía estar segura.
De todas formas su sorpresa no duró mucho ya que una legión de caballería había llegado con el pequeño Häggen entre ellos. Habían escuchado el grito de su princesa y vinieron lo más rápido que pudieron.
El comandante de la legión vio primero las manchas de sangre, luego al oso, a la princesa tirada en el suelo, y a la niña manchada de sangre y sus acompañantes.
"Campesinos que vinieron a cazar en las tierras de caza del Rey... ¡¡Saquen a la princesa de aquí, No debe ver la ejecución La niña se acercó a Rei, la tomo de las manos y la levanto del suelo. No tuvo dificultad en hacerlo, si podía manejar una mandoble a esa edad era por que tenia fuerza física suficiente y obviamente había recibido entrenamiento. El pequeño Häggen desenvainó su espada y se lanzo a atacar a la niña quien bloqueó el ataque, las espadas quedaron en el medio en posición de empuñadura contra empuñadura mientras se trataban de hacer retroceder el uno al otro aplicando fuerza para empujar al otro por medio de la espada.
Ninguno de los dos cedía y se quedaron mirándose a los ojos, plantados en el mismo lugar hasta que de repente la niña le sonrió burlonamente y le miró de forma fría. Häggen no supo que paso hasta que sintió una patada en las espinillas que le levantaron los pies del suelo y este cayo de espaldas sobre él. Cuando levantó la mirada vio que había sido la niña quien le había barrido los pies del suelo ya que aun tenía el pie en el aire. Lo puso en el suelo y apuntó su espada contra el cuello de Häggen. Después de esto los demás soldados rápidamente la rodearon junto a los otros hombres apuntándoles con espadas y lanzas.
Rei rápidamente corrió y se puso entre los soldados y los bárbaros. "¡¿P-Princesa?!" El comandante no podía hacer nada con la princesa entre los dos grupos.
Häggen se levantó y corrió al lado de Rei entre los dos grupos. "Princesa, por favor aléjese, es peligroso." " ¬_¬ No lo son, si hubieras llegado antes habrías visto como me salvaron de ese oso." Dijo Rei mientras señalaba al gran oso decapitado que yacía en el suelo.
" Aun así, ellos están dentro de las tierras de caza del castillo" Dijo el comandante mientras galopo para acercarse a su grupo de soldados pero se detuvo secamente cuando vio a los salvajes de cerca.
".... Esos... esos ojos..." Rei vio como el comandante, un hambre alto y fornido se puso pálido y tembloroso ante aquellas personas. ".... Son. ¡Son del clan de Fahdiel!" El comandante dijo lo ultimo lo suficientemente fuerte como para que todos oyeran. Los cuatro bárbaros miraron fríamente al comandante sin decir nada. Rei y Häggen no sabían lo que significaba eso del clan de Fahdiel pero vieron como la misma reacción que tuvo el comandante la tuvieron todos los demás soldados. A instante todos dejaron de amenazar a los cuatro con sus armas y retrocedieron.
" ¡¡¡TOMEN A LA PRINCESA Y HÄGGEN Y CORRAN!!! ¡¡¡RATIRADA!!!" Todos comenzaron a huir, un soldado cargó a los dos niños y se subió a un caballo. No hizo mucha diferencia, nadie llego muy lejos.
El hombre de cabello castaño dio unos pasos al frente y comenzó la invocación de un hechizo de fuego.
"Heh... Idiotas." Susurró el hombre más viejo mientras veía como el hombre de pelo castaño terminaba la invocación y con el puño golpeo el suelo. "Pared de fuego..." Dijo tranquilamente al mismo tiempo que su puño aterrizo sobre la nieve.
Al instante una pared circular de fuego apareció cortando la salida de los soldados, dejándolos atrapados adentro junto con los cuatro salvajes.
"Bien hecho Reskaresu. Ahora tendrán que escuchar lo que tenemos que decir." Dijo el hombre de pelo rojo al de pelo castaño.
El anciano tomo de la mano la pequeña niña y caminaron hasta estar frente al comandante.
Rei observó detenidamente desde el caballo don de ella y Häggen estaban montados a la niña que volvía a atar su espada a su espalda para que no le estorbara.
Algo había en ella que le agradaba a Rei...
" Escucha bien ya que solo lo diré una vez, tenemos que hablar con tu señor. Necesitamos hacer un trato con él." El comandante, con voz quebrada por el miedo, le contesto al anciano. " E-El rey nunca h-haría tratos con usted su... gente." Dijo el comandante con cierto disgusto pero predominando el miedo.
" ¿¡Y tu crees que nosotros haríamos tratos con ustedes de no ser por algo realmente importante?! Esto que debemos hablar con su Rey es tan importante que de eso depende que tu, tu gente y la nuestra siga con vida. Si no nos llevas con tu rey te mataremos aquí mismo y llegaremos nosotros con él por nuestra cuenta así que no seas estúpido y llévanos. Que no arriesgaremos la vida de nuestra gente por culpa de in imbecil como tu."
El anciano dijo en tono autoritario y desafiante mientras empuñaba su espada. Ni Rei ni Häggen entendían muy bien que pasaba. Mientras Häggen intentaba descubrirlo Rei observaba a la chica que le estaba sonriendo burlonamente al comandante.
El comandante no tenía opción si no llevaba a estos salvajes ante el rey los matarían y la princesa estaba ahí y podría salir herida, no podía exponer a la heredera a eso.
"...Bien. Los llevare pero ¿cómo sé que de todas formas no nos mataran a todos?" " Te damos nuestra palabra." "¿ Y como sé que su palabra vale algo?"El anciano frunció el ceño. " ¿Quiénes crees que somos? ¿Ustedes?" Dijo el hombre de cabello rojo que ahora estaba detrás de su líder.
" No mataremos a nadie, solo queremos hablar de algo importante con él." Dijo el hombre de cabello castaño mientras posaba si mirada y su mano en el hombro de aquella niña...
+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Ok aquí ya adentro un poco en la historia, jeje perdón si no entendieron nada de lo que pasaba en el prologo. Pero lo puse a propósito. Muy pronto entenderán que hay con esa escena. Porfaz déjenme saber que piensan hasta ahora ^^ Y gracias a los que han dejado reviews!!
