Capitulo 8 ; Israfel (parte 2)

Esos ojos grises, el rey se encontraba observando esos vacíos pozos grises una vez más...

El cuerpo del rey se volvió rígido, apenas podía respirar. Sentía que todo a su alrededor se resumía a aquellos interminablemente vacíos ojos, comenzaba a sentir que se ahogaba...se estaba ahogando en la profunda frialdad de los ojos de aquella joven mujer de acento cargado.

El profesor miró de reojo al rey y pudo ver claramente como la pupilas de él se dilataban.

"Ryële..." Fue lo único que pudo pronunciar el rey, fue un susurro casi inaudible.

La sonrisa arrogante desapareció de los labios de Ryële. El rey pareció recuperarse casi inmediatamente cuando Ryële le soltó la barbilla.

"¿Qué hace aquí?... Mi señora." Preguntó el rey en un tono sumiso agregando la ultima frase para hacerla sonar más respetuosa.

"A que he venido..." Dijo Ryële en un tono que aunque era calmado aterraba tanto al profesor como al rey. Las sombras volvieron a cubrir por completo el rostro de Ryële. Su cabeza giró y parecía que observaba los jardines nevados a través de la ventana.

Ryële suspiró y su aliento se tornó blanco....

"Si mal no recuerdo, Saekaki... Hace 40 años visite en sueños a un hijo de los hombres nacido para gobernar el reino de las flamas. En esos sueños le hablé de una guerra de la cual no existen documentos escritos, no muchos saben de su existencia hasta que es tiempo de que ocurra otra vez...." Dijo Ryële.

Lafurne se sentó en la silla detrás de el escritorio y sacó de entre sus mangas un mazo de cartas largas las cuales empezó a barajar y a acomodar sobre el escritorio.

"Hace alrededor de 30,000 años, una diosa descendió del mundo etéreo, universo donde residen las esencias de los dioses, al mundo material donde creo la tierra de Gahiel usando una corta espada sagrada, Sylfaën.

Creó la tierra, el cielo y las estaciones pero la diosa no estaba satisfecha con eso. El mundo estaba vacío, no había quien lo habitara."

Continuó Ryële.

Lafurne sin mover la vista de las cartas que ahora volteaba y leía continuó la explicación de Ryële.

"Todo mundo, universo e incluso personas y animales depende de un balance de creación y destrucción. Hay veces en que se representa a la creación como el bien y a la destrucción como el mal. Es una representación errónea. Sin destrucción la creación no tendría limitantes y eso se traduce en la autodestrucción de las creaciones al igual que si la destrucción no tuviera la limitante de la creación no existiría nada sobre la faz de Gahiel.

Al momento en que la diosa decidió crear vida en Gahiel, usando el criterio erróneo de la creación y la destrucción, decidió separar la parte de destrucción que había en ella con la finalidad de crear seres buenos y ella misma ser una diosa que fuese como una madre con sus creaciones. Buscaba crear un mundo utópico que no era posible. Quería crear un mundo donde no existiera el sufrimiento que causa la destrucción a las creaciones, donde no hubiera muerte ni enfermedades...pero olvido que la felicidad existe porque el sufrimiento también existe, que la muerte es para dar el lugar de otros a nuevos.

Separó la destrucción de ella y creo lo que vemos; Humanos, elfos, sirenas, dragones...pero hubo un problema, aun habiéndose dividido. Sus creaciones enfermaban, entristecían, envejecían y eventualmente morían. No dio mucha importancia a eso ya que aun así sus creaciones eran felices.

Para ellas creo tres mundos más, uno para las almas que tenían una gran carga de energía acumulada a lo largo de varias reencarnaciones. Esta almas con energías descansarían en ese paraíso no material alimentando a la diosa con esa energía hasta que se descargaran y volvieran al ciclo de reencarnaciones, el mundo donde las almas partían a la reencarnación era Nifelheim una gran montaña donde solo existía la noche y las almas caminaban y escalaban hasta la cima donde había un agujero donde estas almas caían para entonces llegar al universo material, donde estaba Gahiel donde tomarían el cuerpo de algún niño dentro del vientre de su madre.

Y finalmente un infierno, un mundo formado por una gran planicie donde no existe ni el día ni la noche, no existe dicha ni tristeza. Un mundo completamente estéril donde las almas que hubiesen cometido un crimen imperdonable ante los ojos de la diosa esperaban en incertidumbre y miedo a que su alma y su esencia fuesen destruidas completamente sin posibilidad de volver.

Una vez terminado eso la diosa descansó en el paraíso que creó. Todo fue perfecto de esta manera por 5,000 años , años de creación y aumento de población. Hasta que entre las creaciones de Fahdiel, que ya se habían esparcido por Gahiel, empezaron a correr rumores

de que antes de que la diosa subiera al paraíso escondió la espada con la que había creado a Gahiel y sus creaciones en una cueva del continente norte; Syriandiël.

Esa espada tenía el poder de manipular las creaciones de la diosa en la forma que quien la usara quisiese.

Una guerra entre todas las razas de mayor inteligencia sacudió a Gahiel. Diezmando terriblemente la población de las creaciones.

La diosa entonces se dio cuenta de su error, al dividirse ella misma no habían quedado una diosa de creación y otra de destrucción sino simplemente habían quedado dos diosas ambas con su balance entre creación y destrucción, cada una con voluntad propia e igual omnipotencia.

La diosa ignoró completamente el paradero de su otra parte, de esa otra diosa, y no le dio importancia.

Ahora entendía porque sus creaciones envejecían y morían, el poder de la destrucción siempre estuvo presente en Gahiel y tanto en una diosa como en la otra. La diosa que creo Gahiel nunca se purificó como ella pensaba.

La diosa que creo Gahiel tomó entonces el nombre de Fahdiel mientras que la otra tomó el de Myriël. Creación y destrucción presentes en lo que resultó ser un intento fallido de un mundo utópico.

Myriël había sido quien incitó a los hombres y demás razas a entablar guerras mientras se buscaba la espada.

Fahdiel, desilusionada de sus creaciones bajó a Gahiel tomando la forma de una joven mujer halada de pelo dorado y ojos del mismo color vestida en túnica blanca mientras irradiaba una tenue luz.

Llamó a una de las únicas razas sabias que no participaron en la guerra, los dragones.

Todos los clanes de dragones acudieron al llamado de la diosa. Los representantes de cada clan de dragones hizo saber los acontecimientos de su región a la diosa.

Fahdiel, al ver que casi todas las razas sabias estaban peleando unas contra otras por tomar el control de Gahiel, decidió crear una raza más."

Lafurne terminó de hacer sea lo que fuese que estaba haciendo con las cartas y dejó a Ryële continuar con lo que él decía.

"La diosa creo una raza más cuando las llamas de la guerra quemaban todo a su paso. Esta raza sería la más fuerte entre todas y aplastaría a cualquier otra raza que tratara de tomar el control de Gahiel otra vez. Serían los brazos de la diosa en Gahiel.... Nacerían de entre los dragones, teniendo su fuerza, nobleza y capacidad de volar.

Tendrían el poder de invocar la más alta magia de los demonios que cuidaban el infierno, también tendrían la apariencia de los humanos y su capacidad de sentir, hablar y caminar en sobre dos piernas.

Los dragones aceptaron ser el vientre de donde nacería esa nueva raza sin nombre.

Cada clan daría nacimiento a un niño de esta nueva raza. Eran seis clanes de dragones; luz, oscuridad, tierra, fuego, viento y agua.

Fahdiel bendijo a las hembras representantes con su sangre. Ellas bebieron la sangre de la diosa quedando preñadas con la nueva raza. Dijo que cuando estos niños nacieron que entonces volverían a reunirse en ese mismo lugar.

La diosa entonces ordenó a los dragones volver a sus territorios , donde pasarían 6 meses en los cuales la diosa recuperó su espada antes que los demás y esperó a que los niños de la nueva raza nacieran.

Pasaron los 6 meses, y la diosa y los dragones se reunieron trayendo a niñas y niños con las alas de los dragones del clan donde habían nacido, estaban desnudos y sucios montados en los lomos de los dragones, aunque hacía poco que nacieron parecían ser de 7 años. Tenían miradas vacantes y profundas con ojos parecidos a los de sus dragones aunque podrían pasar por ojos humanos a simple vista.

A estos niños se les encomendó la tarea de liderar a lo dragones a las capitales donde se encontrase el líder de cada raza en guerra. Los dragones acabarían con sus ejércitos mientras los niños asesinarían al líder de cada raza. Los niños parecían estar en estado de trance, estos niños carecían de alma. La diosa prometió darles una en cuanto cumplieran con sus ordenes.

Al terminar de dar indicaciones la diosa envió a sus niños y a sus dragones a acabar con la guerra.

Al cabo de semanas las razas en guerra fueron rindiéndose y la guerra no tardó en apagarse. Mientras los niños y los dragones cumplían con los deseos de la diosa, ella vagó por todo Fahdiel tratando de salvar a tantas de sus creaciones jóvenes como pudo.

Una vez que la guerra terminó la diosa y los dragones perdieron contacto con sus niños, estos habían obtenido una alma y perdido sus alas y ahora vagaban sin un rumbo y sin saber quienes eran esparcidos por todo Gahiel.

La diosa Fahdiel entonces se embarco en busca de sus niños recorriendo cada rincón, cada pueblo, cada orfanato donde pudieran estar tomando la forma de una mujer rubia vestida con armadura y túnica blancas.

Después de una larga búsqueda Fahdiel encontró a sus niños y entonces les dijo la razón por la que habían sido creados ya que ellos no recordaban nada.

Hijos de los dragones que mantendrían una control sobre las demás razas sin ellos dominarlas, tendrían un propósito fijo el cual deberían cumplir o morir para dar lugar a otro.

Los niños fueron enviados a Syriandiël, el continente del norte donde fundaron Mavoria.

Antes de subir de nuevo al paraíso, la diosa Fahdiel hizo algo más, dio a todas las razas una oportunidad más y escogió a un niño de cada raza , dos de sus niños de Mavoria y creó a 7 semidioses quienes tendrían templos en Gahiel y quienes serian mensajeros entre sus razas y la diosa además de cumplir con una tarea especifica cada uno.

El equilibrio entre las fuerzas de Fahdiel y Myriël, quien ahora empezaba a crear sus propias creaciones se mantuvo por mucho tiempo. Hasta que un día Myriël logró llegar al paraíso donde la diosa vivía con sus niños, ahora semidioses, y convenció a la más pequeña de todos, a la dragón de la oscuridad quien cuidaba del paraíso y demás inframundos, a traicionar y asesinar a la diosa Fahdiel.

Ese acto causo un desequilibrio en las fuerzas de creación y destrucción, la presencia de Fahdiel ya no estaba en Gahiel, Myriël incrementó sus creaciones en secreto y declaró la guerra las creaciones de Fahdiel.

Los semidioses al ya no tener la sangre de la diosa que los alimentaba entonces eligieron a una niña del clan de Fahdiel para que les diera la sangre necesaria para poder pelear con Myriël y ganar.

Así ha sido por los últimos 25,000 años, teniendo esa guerra contra Myriël cada 200 años.

A la niña elegida para el sacrificio se le dio el nombre de la bestia de Fahdiel y esta nacería con una marca de nacimiento con forma de dragón en la parte superior de la espalda, La marca de Kaín.

Para que esta niña nazca cada 200 años es necesario que todas las razas paguen un precio a los semidioses durantes decenas de años antes del nacimiento de la bestia, un precio que solo puede ser pagado con sangre."

Ryële miró a Saekaki mientras pronunciaba lenta y peligrosamente la ultima frase.

"Hace poco preguntaste que hacíamos aquí..." Continuó Lafurne.

"Cuando te visité en sueños acordamos tu pago, el pago que deberías pagar por el nacimiento y por que esa niña fuera traída a tu castillo. Estamos aquí para verificar que el precio acordado sea pagado."

Dijo Ryële mirando fijamente a Saekaki.

Lafurne entonces tomó una carta de las que estaban en su escritorio y se la lanzó a Saekaki, quien estaba pálido, sudoroso, y temblando. Este tomó la carta ya la miró, era una carta de tarot grotesca.

Una bestia parecida a un dragón devorando a un hombre vivo que estaba atado en lo que parecía un altar.

"La carta del sacrificio...." Dijo el profesor Wiccan palideciendo.

"Radhamis alcanzará su etapa adulta en exactamente dos semanas, la noche de su metamorfosis morirás a manos de la bestia de Fahdiel.... tal y como acordamos hace 40 años. Tu sangre será tu precio a pagar por la salvación de tus súbditos exclusivamente." Dijo Ryële fríamente mientras volvía a subir junto con Lafurne hacia la viga en la esquina donde las sombras eran anormalmente oscuras y profundas.

"¿Solo de mi gente? ¡¿Qué hay de mi nieta, Rei?!" Dijo El rey nerviosamente. "¡Hace cuarenta años me dijiste que Rei también se salvaría!"

"Tu sacrificio la salvara pero... me pregunto si ella realmente quiere ser salvada...."

"!¿A QUE TE REFIERES CON ESO?!" Saekaki ahora estaba desesperado.

"Algo que no había ocurrido antes esta ocurriendo.... Radhamis parece ser una persona .... muy importante para tu nieta. No me sorprendería que terminara convirtiéndose en La flor de la bestia si esos son los deseos de los dioses..." Fue lo que dijo Ryële antes de desaparecer entre las sombras junto con Lafurne.

El rey Saekaki no entendió a que se refería Ryële con "La flor de la bestia." Pero el profesor pareció entender bastante bien cual era el significado de eso.

El rey noto eso y le ordenó al profesor que le explicara lo que significaba.

El profesor asustadamente le explicó al profesor lo que era la flor de la bestia.

"Casi nada se sabe de la flor de la bestia, solo sé que es alguien que será el sustituto de la bestia por si esta muere antes de poder hacer el sacrificio...." Wiccan susurró al oído del rey y este se alteró de inmediato.

Se levantó de inmediato y se acerco a su escritorio donde tomó un tarro y lo llenó de licor.

Si Rei decidía convertirse en la flor de Radhamis, la bestia de Fahdiel, entonces no habría nada que él pudiese hacer para salvarle, hacerlo sería ir en contra de los dioses y los que lo hacían morían a manos de estos....

La puerta de abrió de golpe, el rey y el profesor miraron hacia la puerta, Yuuichiro estaba en la entrada mirando al rey con una sonrisa y una mirada poco honesta.

Un rayo cayo del cielo iluminando con blanca luz la mal iluminada habitación justo cuando el rey y Yuuichirou se miraron.

Un escalofrío recorrió la espina de ambos hombres maduros. Había algo que estaba mal en ese hombre joven, el rey siempre había sentido eso cuando lo miraba. No podía dejar de notar como él era el mismo tipo de hombre que el infante Yukichi, padre de Rei y hombre que nunca había aceptado del todo como esposo de Faye, su hija.

Yuuichirou cerró la puerta tras él.

"Lo siento, no pude evitar escucharles.... "Dijo Yuuichirou sonriendo burlonamente.

Para ser sinceros, al rey no le agradaba del todo Yuuichirou pero su reino estaba convirtiéndose con el pasar del los años en una poderosa nación bélica que no podía ser ignorada sin correr el riesgo de que intentara conquistar reinos, después de todo Labesnrau es solo una isla y su población crece rápidamente.

Un pacto era necesario para la soberanía de Feagris, esa era la razón por la cual él le había pedido a Yuuichiro que viniera a Feagris. Para firmar un tratado.

"Rei ,La flor de la bestia.... No me agrada la idea." Dijo Yuuichiro mientras tomaba una copa y se servia de la botella sobre el escritorio.

"A nadie le agrada la idea..."Dijo el rey cortantemente antes de beber de su tarro.

"Debí haberlo sabido... La infanta Rei, desde niña ha mostrado un interés especial por Radhamis...." Dijo el profesor quien se estaba sentando en una silla frente al escritorio.

"¿Interés especial?" Preguntó el rey, no tardo en entender que quería decir.

"No querrás decirme que a Rei le interesa Radhamis... de esa forma. ¡Radhamis es mujer también!"

El profesor asintió con la cabeza.

"No es su culpa, estas cosas no se deciden... Talvez, así es como los dioses han decidido que sea." Dijo el profesor mientras se enjugaba el sudor de la frente con un pañuelo de tela.

"No es justo. ¡De que sirve morir por los dioses si mi linaje no continua! "

El rey azotó su tarro contra su escritorio y se dejó caer en la silla detrás del escritorio.

"No sirve de nada... " Dijo Yuuichirou calmadamente.

"....Rei va a odiarme pero no tengo otra opción, quiero que el reino tenga a Rei como reina y que ella tenga un heredero...." Murmuró el rey lo suficientemente alto como para que el profesor y Yuuichirou escucharan.

El profesor se levanto de golpe de su silla.

"!Si intervienes en esto y resulta que los dioses han designado a Rei como la flor de Radhamis estarías desafiando su voluntad!" Exclamó el profesor Wiccan alteradamente después de escuchar al rey.

"¿Eso significa que ha considerado mi oferta de esta mañana?" Dijo Yuuichirou ignorando al profesor totalmente.

La mirada del profesor viajo del rey a Yuuichirou y de regreso.

"¿!Qué propuesta?!" Alegó el profesor.

"He venido aquí para firmar un tratado de paz con Feagris...En mi opinión no hay mejor tratado de paz que un acta de matrimonio firmada por los soberanos de los reinos. ¿No cree profesor?"

Yuuichirou esperó a que el anciano le contestara pero no lo hizo, estaba demasiado escandalizado, así que siguió hablando.

"Es algo que les conviene más a ustedes que a Labesnrau...." La actitud altanera de Yuuichirou estaba cabreando al rey quien no estaba de humor como para soportarlo.

"¿En que me conviene casar a mi nieta contigo? Talvez no ataques Feagris, pero que hay de los demás reinos pequeños. Feagris formara parte de una nación con política expansionista como la tuya. No volveré a cometer el mismo error como con Faye, a la cual le permití casarse con un hombre como tu."

"En esos tiempos Feagris no necesitaba un tratado de paz porque Labesnrau era solo una reino pobre pero ahora que es una potencia hegemónica, un tratado entre Feagris y mi reino no solo es importante, es elemental para ustedes. Nosotros podemos declarar guerra contra ustedes cuando nos plazca a menos que haya algo de valor en medio que nos impida hacerlo."

"¿Insinúas que tu verdadera intención ha sido el venir a pedir la mano de Rei?" pregunto el profesor.

Esto estaba tomando una dirección que no le agradaban ni al rey ni al profesor pero lo que más les molestaba era el que no tenían salida alguna. Estaban cayendo en el juego del príncipe de Labesnrau.

"Lamentablemente yo difiero en la opinión que tiene el profesor con respecto al especial interés que tienen Rei y Radhamis la una por la otra. Es asqueroso y antinatural. El hombre fue echo para tomar mujeres y la mujer para ser tomada por el hombre, es por eso que existe el hombre y la mujer. La prueba de que eso es lo correcto y lo natural es que la unión de hombre y mujer da como resultado la descendencia y las uniones de otro tipo no lo hacen. ¡Tal unión entre la infanta y esa bestia asquerosa no puede ser tolerada y mucho menos permitida! No solo porque sea una unión antinatural, sino porque llevará a la infanta a la muerte como la flor de la bestia. Hay que impedir que tal unión se dé para que Rei no resulte elegida como la flor de la bestia. Es por eso que estoy aquí, yo siempre he querido a Rei como mi esposa pero la bestia siempre me ha robado su atención. Si acepta mi proposición entonces Rei se casará conmigo y la bestia no podrá reclamarla como suya, Rei no será elegida como la flor de Radhamis y se salvará además de eso Labesnrau no atacará nunca a Feagris."

El tono de voz de Yuuichirou esta vez sonaba más desesperado que arrogante aunque eso solo lo notó Wiccan. Yuuichirou era solo un muchacho de 18 años enamorado de una mujer que no lo notaría por más que intentara, un muchacho que en la competencia por Rei, donde solo se supone pueden competir otros hombres, era siempre vencido por una mujer.

"¿ Y qué si no lo acepto?" Dijo el rey desafiantemente, no se iba dejar engatusar tan fácil por un mocoso de la edad de su nieta y eso hizo a Yuuichirou enfurecer.

"La decisión de matrimonio le corresponde solo a mi nieta, quien será reina. Talvez, no lo sepas pero nosotros no usamos en la ley sálica para gobernar nuestro reino así que no tenemos que buscarle marido como si estuviéramos criando perros, como lo hacen ustedes. "

Yuuichiro llegó al limite, arrojó su copa contra el piso en una ataque de rabia antes de gritar:

"!!Si no acepta entonces Labesnrau y Feagris están oficialmente en guerra!!"

Que falta de respeto... Un mocoso viene prácticamente exigirle su reino y su heredera, si tan solo tuviera la fuerza militar como para declararle la guerra a Labesnrau lo haría... pero no tenia esa fuerza militar. Ellos habían encontrado la forma de controlar a los no muertos y los usaban para le guerra. Un no muerto necesita mucho más castigo para ser muerto en batalla que un soldado normal. Estaban en desventaja contra ese tipo de ejércitos.... Aunque fueran a la guerra, Yuuichirou obtendría al reino y a Rei. Sería inútil poner resistencia.

El profesor Wiccan parecía estar apunto de golpear a Yuuichirou, el rey estaba frustradamente mirando el vació tarro en sus manos... No tenía salida. Él moriría como pago a los dioses en poco tiempo y si Rei seguía junto a Radhamis acabaría siendo su flor y su linaje de todas formas acabaría.

El rey no quería que Rei se casara con un pelmazo como ese, si la hacía feliz estar con Radhamis por el estaba bien mientras encontrara la forma de darle un heredero pero ese no era el caso, justo antes de caer en desesperación el rey de pronto recordó algo que le sería útil...

Si los dioses han decidido que Rei sea la flor de la bestia entonces los seis dragones fieles se encargarían de matarlos tanto a él mismo como a Yuuichirou por desobedecer y si resulta que los dioses permiten que Rei se case con Yuuichirou entonces por lo menos ella estará a salvo.

Es más... era un plan casi perfecto para matar a Yuuichirou y debilitar a Labesnrau.

Como ellos se gobernaban usando la ley Sálica entonces entrarían en guerras civiles para ver quien sería el próximo rey ya que Yuuichirou era joven y no tenía herederos.

Otra cosa llegó a la mente del rey...

La tarea de pagar el precio de sangre a los dioses era transferible... quien fuera que fuese el rey de Feagris en una semana y media tendría que morir a manos de Radhamis.

Si los dioses permitían que Yuuichirou se casara con Rei entonces el rey abdicaría y Yuuichirou pasaría a ser el rey tanto de Feagris como de Labesnrau y él moriría a manos de Radhamis!

Que suerte que Yuuichirou no supiera que el pago de sangre es transferible.

¡Era un plan maestro, no importaba cual fuese la reacción de los dioses ante la boda de Rei, ese arrogante Yuuichirou moriría de cualquier forma!

El rey cuidadosamente no dejó que su alegría y alivio se notaran, fingió estar arrinconado y desesperado, hizo una trágica pausa donde se sirvió más licor.

( Si Rei resulta ser la flor de la bestia elegida por los seis dioses dragón entonces no habría forma de salvarla... No habrá nada que hacer así que no me preocupare si Rei resulta serlo pero por lo menos me encargaré que no caiga en manos de este idiota. Hoy es Viernes tengo hasta el miércoles que vendrá en dos semanas para llevar esto acabo.) Pensó el rey antes de decir:

"Hoy es viernes... Que la ceremonia se lleve acabo el Lunes por la noche." Dijo el rey aparentando resignación.

El profesor estaba completamente escandalizado, no podía creer que el rey accediera tan fácilmente al capricho de ese niño. No fue hasta después de unos minutos que llegó a la misma concusión que el rey después de pensar el porque.

Yuuichirou pareció calmarse y volvió a su arrogancia de siempre.

"Pediría que fuese antes, pero tengo entendido que necesitará hacer preparativos. Bien... es hora de que me vaya..." Con eso dicho Yuuichirou se acerco a la puerta y la abrió.

"No te atrevas a tocarla. Hasta pasada la ceremonia ella no es nada tuyo." Dijo el rey autoritariamente.

Yuuichirou sonrió irónicamente.

"No lo haré." Dijo Yuuichirou antes de salir por la puerta y cerrarla tras él.

Una vez que las pisadas de Yuuichirou se alejaron Wiccan se acercó al rey.

"¿Qué estas tramando? No habrías aceptado tan fácilmente de no ser porque planeas algo... quiero yo pensar."

El rey le contestó con una sonrisa irónica antes de contarle todo su plan.

El profesor Wiccan pensó que era brillante solo que tenía un pequeño detalle que podría echarlo a perder.

"¿Tu crees que Rei aceptará casarse con Yuuichirou cuando solo tiene ojos para Radhamis?"Preguntó Wiccan

"Tarde o temprano tendrá que hacerse a la idea que no podrá vivir el resto de su vida con ella. Radhamis pronto iniciara su viaje y Rei no puede cambiar el destino de la bestia de Fahdiel. Es mejor que la deje ir ahora a que la vea morir con sus propios ojos."

Wiccan no dejaba de estar totalmente de acuerdo con el rey ,no había una mejor forma de separarlas ya que ninguna era menos dolorosa que la otra.

"No hay más que podamos hacer..." Dijo Wiccan.

"No, no hay más. Habrá que esperar hasta el lunes por la noche para ver que es lo que pasa."

"Entonces me iré a mi habitación tengo que analizar esto." Mintió el profesor tomando el brazalete, el se dirigía a la habitación de Rei como ella se lo había pedido.

Caminó hacia la puerta y antes de salir del cuarto miró al rey y le preguntó:

"¿Hablaras con Rei acerca de esto?"

"Prefiero que lo hagas tu ahora que en estos momentos te diriges a su habitación." Dijo el rey riéndose suavemente, conocía a Wiccan desde hace años y sabía que él le tenia cierto cariño a Rei y que iría a contarle todo lo que sabe del incidente de hoy.

"Jejeje. Más sabe el diablo por viejo que por diablo." Dijo Wiccan.

"No podría estar más de acuerdo con eso" Contestó el rey, se sentía mejor ahora que sabía que era lo que haría y que es lo que pasaría...

Tanto el rey como el profesor salieron de la habitación y cada quien se dirigió a donde debería ir.

El rey volvió a la mesa donde estaba y el profesor Wiccan fue a la biblioteca por unos libros que necesitaba para poder explicarle mejor a Rei. En cuanto terminara iría a buscar a Rei.

Rei, quien en estos momentos estaba cambiándose para dormir. Estaba muy cansada, habían pasado demasiadas cosas este día.

Radhamis estaba acostada debajo de las mullidas colchas de la cama de Rei, estaba despierta, sonrojada y respetuosamente fijando su mirada a la pared para no ver a Rei cambiarse.

Rei y Häggen ya habían desinfectado y vendado sus heridas dejándola solo en pantalones y sostén como pijama. Rei quería prestarle un camisón pero Radhamis no quiso, sentía que se enredaba en la cama cuando usaba esas cosas.

Una vez que terminó Rei de desvestirse sacó uno de esos camisones que le gustan para dormir de su guardarropa y cerro la puerta de este. La puerta del guardarropa tenia espejos incrustados al frente del mismo tamaño de la puerta y por medio de este espejo observó a Radhamis sin que ella se diera cuenta. Con una extraña mezcla de admiración y desilusión Rei notó que Radhamis hacía lo posible por evitar mirarla, pretendía estar muy interesada en el intricado vitral que había en la pared a su lado aún cuando su rostro estaba sonrojado y tenso, con mirada apenada y semblante nervioso.

Después de todo... Rei estaba frente a ella en nada más que sostén y bragas...y pues, Radhamis ya no era una niña.

Esta no era de ninguna forma la primera vez que veía así a Rei pero se había dado cuenta que al pasar los años se le hacía más difícil impedirse mirarla.

El impedirse eso y el impedirse acercársele y atreverse a tocarla le resultaba casi doloroso.... Radhamis entonces decidió pensar en la quimera... Eso era más importante que preguntarse porque estaba nerviosa y sonrojada.

Rei se sentía decepcionada ya que quería en parte que Radhamis la mirase aunque tenía que darle crédito a su auto control por no estar morbosamente observándola... como ella, Rei, lo haría.

Ella quería que Radhamis la viera, no era una fijación o manía extraña, Rei quería que Radhamis tuviera ojos solo para ella , no quería ser solo una amiga, como Radhamis siempre la había visto hasta hace unos cuantos días ... Quería que la notara... ¡Y eso es a lo que obligaría a Rad ahora!

Rei abrió nuevamente la puerta de su guardarropa y sacó otro camisón. Este era mucho más corto que el otro, apenas le llegaba a la mitad de los muslos. El material de la cual estaba hecho era muy fino y se podía ver a través de este. Era blanco, ceñido y con un escote que no dejaba mucho a la imaginación. En pocas palabras era una prenda bastante llamativa.

Rei jamás en la vida lo había usado, de hecho fue Minako quien se lo regaló en su pasado cumpleaños como una broma.

Todas sus amigas se rieron de la cara que puso cuando sacó el camisón de la caja.

!Jajajaja! ¿Quién ríe ahora? Pensó Rei pícaramente.

Rei entonces volteo en dirección donde estaba la cama con todo y Radhamis.

Abrió ampliamente los brazos sosteniendo un camisón en cada mano dejando el resto del cuerpo al descubierto.

"Rad, no puedo decidirme por uno ¿Cuál te gusta más?" Le preguntó Rei a Radhamis guiñándole un ojo haciendo que ella a fuerzas volteara a verla. Radhamis se incorporó hasta quedar sentada sobre la cama y miró a Rei.

La cara de Rad al instante se puso tan roja como el edredón de la cama pero no dejó de mirarla. Rei no hacia el menor intento por cubrirse con alguno de los camisones y podía jurar que en cualquier momento cantidades industriales de sangre saldrían por la nariz de Radhamis.

La expresión de Rad era bastante cómica. Era una mezcla de estupidez, sorpresa y estupefacción, tenía la boca abierta y los ojos casi desorbitados.

La cara no le duró mucho a Radhamis ya que rápidamente bajó la mirada a las sabanas y se cubrió con estas la boca. Su intención era cubrirse la boca con las manos pero estas ya estaban agarrando las sabanas sin que ella lo notara.

Había veces en las que Radhamis era irresistiblemente adorable a los ojos de Rei. Radhamis estaba sentada en una esquina de la cama y estaba apunto de caerse de esta.

"Rad, ponme atención. ¿Cuál de los dos?" Dijo Rei disfrutando el torturar a Radhamis de esa manera.

Ella inocentemente volvió a mirarla encontrándose a la misma Rei en ropa interior de hace unos instantes. Se quedó mirándola como diez segundos antes de registrar en el cerebro lo que estaba haciendo y voltear bruscamente a un lado cerrando los ojos fuertemente como si le hubiera entrado jabón en ellos.

"Radhamis, ¿Cuál?" Insistió Rei disfrutando cada gesto de Radhamis.

Rad no volvió a mirarla, solo intentó hablar aunque de su boca solo salían balbuceos.

"¿El blanco?" Rei le puso una trampa a Radhamis ya que ambos camisones eran blancos.

"S-s-s-si, el blanco." Dijo Radhamis apresuradamente sin siquiera abrir los ojos.

"!Ajá! ¡Caíste! No me estabas poniendo atención Radhamis. Los dos son blancos solo que uno es largo y otro corto."Dijo Rei continuando con su tortura.

Radhamis soltó otra tanda de balbuceos incomprensibles a los cuales les sacó provecho.

"¿Dices que te gusta más el corto?"Dijo Rei refiriéndose al atrevido camisón que le dio Minako.

Radhamis con tal de acabar ya con la situación le respondió lo primero que se le ocurrió.

"S-si el corto esta bien."

"Ok"

Mientras Rei se ponía el camisón Radhamis se acostó en la cama y se cubrió totalmente con las sabanas.

Rei se puso el camisón rápidamente y se subió a la cama para continuar torturando a su Radhamis.

Aprovechando que estaba acostada Rei la atrapó acostándose encima de ella.

Radhamis gritó como un puerco y Rei se rió histéricamente mientras le quitaba las sabanas de la cara a Radhamis la cual se llevo una infartante sorpresa ya que el amplio y lleno escote de Rei estaba pocos centímetros sobre su cabeza. Radhamis tuvo que llevarse las manos a la nariz porque esta le empezó sangrar.

Rei se dio cuenta de eso y decidió que ya era suficiente tortura.... por el día de hoy. Se quitó de encima de ella y se acostó a su lado bajo las sabanas.

La sonrisita pícara de Rei se convirtió en un débil sonrisa acompañada de una calmada mirada.

Radhamis se calmó una vez que Rei se cubrió con las sabanas, el sangrado de la nariz se detuvo. Radhamis entonces se levantó de la cama y fue al baño para lavarse, no cerró la puerta del baño para no manchar el pomo de sangre

Rei siguió a Radhamis con la mirada hasta el baño... no le quitó la mirada de encima ni un instante. La vio caminar hasta entrar al baño y de ahí observó cada movimiento suyo.

Como abrió la llave del agua (un adelanto en comodidad para el castillo increíble hecho por el profesor Wiccan) y se miró la sangre en las manos y nariz.

Radhamis se quedó viendo la sangre en sus manos y dejó correr el agua sin darse cuenta.

La sangre que había en sus manos le había recordado lo que dijo la voz que venía de la quimera... Ella solo era una muerto en vida. Esa sangre que tenía ahora en las manos le recordó que muy pronto la daría en sacrificio junto con su vida...

El pensar en ello la entristecía y la hacia temerosa de ese momento.

Había veces en que se preguntaba porque había sido ella escogida... pudo haber sido cualquiera del clan. ¿Porqué ella?

Radhamis se sacudió la cabeza mandando a volar esos pensamientos autocompadecientes, pensara lo que pensara la realidad era que ella era quien tenia la marca de Kain en su espalda y no otra persona. De nada servia hacer dramas y pensar porque ella de toda la gente. Eso no iba a cambiar las cosas.

Radhamis entonces metió las manos al chorro de agua que caía y vio como el agua se teñía ligeramente de rojo y como este color poco a poco desaparecía del agua y de sus manos.

Rei la miró todo el tiempo... notó la marca de nacimiento de peculiar aspecto en su espalda además de muchas cicatrices en ella, cicatrices de batalla seguramente.

Todo de ella le fascinaba, su personalidad distraída e ingenua.

Su voz hacía que sintiera escalofríos por el cuerpo y cuando la tocaba hacia que se le doblaran las rodillas. Cuando la veía de sorpresa sentía mariposas en el estomago y vértigo... No tenía muchas oportunidades de verla con poca ropa como esta, no quería desaprovecharla.

Rei estaba siguiendo las líneas de el cuerpo de Radhamis, la estaba desvistiendo con la vista y no se preocupaba en disimularlo. Estaba más preocupada por suprimir el enorme deseo que tenía de ir donde Radhamis y besar suavemente sus labios al tiempo que le desvestía lentamente.

No podía hacer eso si quería que Radhamis pasara la noche con ella ya que la pondría demasiado nerviosa y esta acabaría yéndose a su propia habitación.

El impulso no se iba y el mirar así a Radhamis no la estaba ayudando en nada.

Rei optó por morderse el labio inferior, talvez si sentía dolor el impulso desaparecería... No fue así el impulso no desapareció y ahora también tenia que soportar el dolor de una pequeña cortada en los labios.

Rei se sintió tonta. Tomó una almohada y la puso sobre su rostro preguntándose si podría resistirse al impulso cuando Radhamis regresara a la cama.

Radhamis terminó de lavarse y salió del baño. Al salir vio su ropa tendida sobre el respaldo de una silla. Caminó hacia la silla y pensó que sería mejor ir a dormir a otro lado, lejos de Rei.

No porque no quisiera estar con ella... sino había esa lucha interna de si dejarse enamorar de Rei o mantenerse a distancia. Si optaba por la primera estaba segura que haría la sufrir cuando llegara su hora. Si optaba por la segunda....

Solo la estoy haciendo sufrir en estos momentos.... Pensó Radhamis en si optaba por la segunda.

Ojalá y supiera que hacer, nadie nunca me ha explicado que hacer en casos como estos...

Radhamis sintió miedo y fue por eso que escogió irse de la habitación. Tenia miedo de escoger una opción y que esta fuese la equivocada así que decidió huir.

Radhamis tomó su ropa de la silla, se puso solo la camisa y se aclaró la garganta sonoramente haciendo que Rei se quitara la almohada de la cara y se incorporara hasta estar sentada sobre la cama.

Rei vio a Radhamis parada frente a su cama, inmóvil y alterada con la ropa que había puesto sobre una silla en sus manos y de inmediato supo que Radhamis iba a irse a dormir a otro lugar... lejos de ella.

Rei de inmediato se levantó de la cama y caminó hasta estar frente a Radhamis. Pudo notar como ella se sonrojó nuevamente al verla vestida así y como miró hacia otro lado.

Rei miró a Radhamis mientras esta evitaba hacer contacto visual con ella. Fue entonces cuando Rei tomó la ropa que estaba en las manos de Radhamis y también evitó hacer contacto visual con ella.

".... No te vayas." Fue lo único que pudo obligarse a murmurar Rei.

"Esto no esta bien... Lo que hemos estado haciendo estos últimos días no esta bien."

Rei ahora miró a Radhamis a los ojos, lagrimas empezaron a acumularse en los ojos de Rei pero ella siguió evitando su mirada.

"¿Porqué está mal? Jamás te quejaste y.... jamás sentí que estuviera mal en ningún momento." A Rad se le hacía cada vez más difícil hablar, tenia un nudo en la garganta de ver a Rei así de nuevo cuando se había prometido no volver a hacerla llorar.

"Lo que estoy haciendo no es algo que una amiga hace." Dijo Radhamis como su patética excusa.

Rei comenzó a llorar en silencio y su voz al hablar estaba quebrada y era casi inaudible.

"...Idiota... Tu nunca has sido una amiga para mi." Rei no pudo controlarse, eliminó la distancia entre las dos y sin que Rad pudiera reaccionar juntó sus labios con los de ella.

Rad no se apartó, ni siquera pudo moverse, Rei inmediatamente puso sus manos en los hombros de Rad, despegaron sus labios, aún sintiendo que la calidez de la general la embriagaba la miró a los ojos, ese color verde ambarino la empujaba a ir mas allá, lentamente puso sus labios en la oreja a Rad, ésta en seguida se estremeció por el leve contacto.

"Siempre te he amado" suspiró Rei mientras soltó a Radhamis y camino hasta estar al lado de su cama, alejándose de ella.

Radhamis se quedó inmóvil donde estaba, tragó saliva con dificultad... Rei le había dado su primer beso. Nunca había besado a nadie antes, nunca. Desde que la calidez del cuerpo de Rei la dejó, Radhamis sintió que le faltaba algo...

Miró a Rei que estaba parada junto a su cama, estaba de frente pero evitando mirarla. Aun estaba sonrojada y respiraba rápidamente, las lagrimas acumuladas en sus ojos aun estaban ahí... Por primera vez Radhamis sentía que quería estar cerca de Rei una vez más sin tener ese remordimiento de que la estaba hiriendo... En esos momentos ya no deseaba huir, deseaba el calor de Rei y sus labios una vez más. Nunca había conocido algo más placentero que el sentir los labios de Rei y sus senos presionándose contra los suyos. Radhamis quería desesperadamente sentir eso otra vez.... No, no solo una vez más. Quería poder tener a Rei así de cerca siempre...Ya no importaba lo que sucediera después, solo importaba el ahora ya que ella no tendía un después.

Radhamis miró el cuerpo de Rei, esta vez no se sintió avergonzada sino que era ella era lo que sentía que le faltaba...

"Si te vas a ir... vete ya." Dijo Rei con voz quebrada sin ver a Radhamis al tiempo que cruzaba las brazos bajo sus senos haciendo que estos se apoyaran sobre el brazo que ahora los sostenía.

Radhamis tragó saliva nuevamente esta vez con más dificultad, tenia la boca seca. Esta era la primera vez que se veía a si misma deseando a otra persona con tanta fuerza.

Misma fuerza que la hizo soltar la ropa que llevaba en las manos y caminar rápidamente hasta donde estaba Rei quien la miró sorprendidamente, Rei estaba esperando oír el abrir y cerrar de una puerta, no esperaba tener a Radhamis frente a ella viéndola con una mirada afectuosa.

Radhamis la abrazo fuertemente por la cintura haciendo que sus cuerpos estuvieran tan pegados como fuese posible.

La mirada de Radhamis cayó en los labios de Rei.

"Yo...Ya no quiero estar lejos de ti... "Radhamis no dijo nada más y se acercó para besar a Rei... no giró la cabeza a un lado y su nariz chocó suavemente con la de Rei en su intento por besarla.

Rad se sintió avergonzada, Rei comenzó a reír suavemente antes de murmurar:

"Torpe... Se hace así."

Rei rodeo el cuello de Radhamis con sus brazos y le besó los labios una vez más, lo hizo lentamente disfrutando con los ojos cerrados cada roce...Cada nuevo beso y cada caricia de las manos de Radhamis en si cintura.

Se quedaron así varios minutos tan absorbidas en lo que hacían que no notaron cuando se abrió la puerta de la habitación con el profesor tras de ella.

Se quedó boquiabierto al verlas, más bien al ver a Radhamis besar a Rei con el mismo cariño que con el que lo hacía Rei.

El sabía que indudablemente ambas se sentían atraídas la una por la otra desde niñas (aunque a Radhamis le costara trabajo admitírselo) pero nunca se habría imaginado que lo que había entre ellas estuviera ya a ese nivel... Siempre pensó que no rebasaba el nivel platónico.

Él ya venia listo para hablar del acuerdo con Rei, estaba listo para ver negarse y llorar a Rei por ya no poder estar con Radhamis porque pensaba que la relación aun venia solo del lado de Rei...

No contaba con que Rei ya estuviese besándose al lado de la cama con Rad, vestida en una camisón... poco ortodoxo.

Ahora no solo tendrían que lidiar con Rei sino que también tendrían que lidiar con una guerrera del clan de Fahdiel quien seguramente encolerizaría al ver que casaban a su mujer con su rival.

La poca confianza que el profesor había logrado juntar en el tiempo que estuvo en la librería se había ido al suelo.

Ya no se atrevía a decirle nada a Rei. No porque tuviera miedo de la reacción de Radhamis sino que.. sería muy duro para todos.

Wiccan en el fondo no quería llevar a cabo el acuerdo pero hacerlo era lo correcto y lo correcto no siempre es lo más fácil.

El profesor cerró la puerta, la cual no abrió demasiado, y se fue a hablar con el rey. De todas formas, la situación se había complicado... en el plan no se había contemplado la reacción de Radhamis. La reacción de Rei podía ser controlada, la de Radhamis no...y esta podía arruinar todo el plan.

El profesor bajó las escaleras del ala oeste y se dirigió al salón de baile donde aun estaba el rey. Varias persona ya se estaban retirando, ya era tarde pero la mayoría aun estaba dentro. Abrió la puerta del salón y entró, pensando en una forma de deshacerse de Radhamis por unos días.

Rei y Rad aun estaban haciendo lo suyo en la habitación. Rei recordó algo y dejó de besar a Radhamis quien no dejó de hacerlo obligando a Rei a hablar entre besos lo cual resultaba bastante incomodo y tuvo que taparle los labios a Rad con su mano.

Rei logró detenerla con eso ganándose una confundida y reprochadora mirada de Rad.

Rei entonces se quitó el pendiente que tenía puesto y se lo puso a Radhamis.

"El pendiente de tu madre. Te lo devuelvo antes que se me olvide."

Radhamis miró a Rei con cara de ¿y para eso me detuviste? e intentó besar a Rei de nuevo pero fue detenida en el acto.

"Ven conmigo, hay algo que quiero mostrarte..." Dijo Rei mientras se quitaba el camisón y se ponía ropa cómoda; unos pantalones café tipo pesquero (pantalones que llegan apenas debajo de la rodilla) , una camisa de seda y botas; las ultimas dos parecidas a las que Radhamis usa solo que las botas no llegaban hasta debajo de la rodilla sino que llegaban a los tobillos. Radhamis reconocía esa ropa, esa era la ropa que Rei usaba cuando practicaba con el arco y la flecha. Rad la había visto muchas veces practicando desde que llegó al castillo.

El arco y la flecha eran el arma que Rei usaba con más eficacia, no es de sorprenderse que su "Mascan Elendi" sea tan fuerte.

Una vez que Rei se vistió tomó a Radhamis de la mano.

"Listo, ya vamonos."

Rei llevó a Radhamis hasta la ventana y la abrió.

Había una resistente enredadera que crecía y subía por el muro del castillo hasta el pretil de la ventana, uno podía fácilmente bajar al jardín usando la enredadera de escalera.

Radhamis ya la había usado muchas veces en el pasado para escapar de la habitación de Rei cuando ella quería ponerle un vestido y maquillarla.

Las dos bajaron por la enredadera y corrieron tomadas de la mano hacía uno de los establos que no habían sido evacuados.

Rei sentía que estaba en el cielo y a Radhamis se le vencían las piernas... Era extraño, en poco tiempo empezó a experimentar cosas como estas cuando estaba con Rei.

Llegaron al establo y Rei entró dejando a Radhamis afuera.

Rei se tardo un poco allá adentro y entonces Rad escucho varios gruñidos débiles provenientes de donde había ordenado que se mantuviera a la quimera. Volteó a mirar el establo donde estaba esta. La quimera era ya de tamaño adulto pero no parecía ser muy madura, aun era una cría y sería fácil domarla como se lo habían enseñado en Mavoria. Ahora ya no tendría que usar caballos.

Rei entonces salió con solo una caballo, uno grande. Un percherón negro de peludas patas que ya estaba ensillado. La silla era lo suficientemente grande como para que cupieran las dos en ese mismo caballo.

Rei montó en el caballo y Radhamis hizo lo mismo, deliberadamente sentándose detrás de ella para poder abrazarla durante el viaje.

Jejeje me estoy volviendo cursi como Rei... pero ¿Que puedo hacer? Pensó Radhamis mientras abrazaba la cintura de ella.

Rei sintió que su estomago dio un brinco, tomó las riendas e incitó al caballo a caminar.

Rei se adentró en los bosques del reino y cabalgaron un buen rato ... más bien dejaron al caballo ir por donde el quería ya que Rei estaba muy ocupada derritiéndose ahora que Radhamis la abrazaba mientras le besaba el cuello.

"Te estas volviendo cursi, Radhamis." Dijo Rei cuando Rad se detuvo.

Ella se rió y después le contestó a Rei.

"Pues es tu culpa, tu me has pegado lo cursi. Así que ahora tendrás que soportarme .Por cierto ¿A dónde me llevas?"

"Ya verás cuando lleguemos pero ya habríamos llegado si me hubieras dejado concentrarme en el viaje."

"Jejejeje Perdón."

Radhamis tuvo que hacer un pequeño esfuerzo de no distraer a Rei, después de todo no faltaba mucho... según Rei.

Mientras Rei llevaba a Radhamis a quien sabe donde , Wiccan había encontrado al rey sentado donde antes, aunque estaba dando la impresión de que no había pasado nada en la habitación, aún estaba pálido y sus manos temblorosas.

El profesor tragó saliva difícilmente y se acercó a la mesa, esta estaba ocupada solo por el rey y la reina del reino Luna. Los otros ocupantes de la mesa ya se habían retirado a dormir.

Fue una gran suerte que mientras el profesor se acercaba a la mesa la reina se despedía para retirarse a dormir. Wiccan, una vez que la reina se retiró, se sentó al lado del rey sin decir nada. Puso el brazalete de la quimera y los papeles que traía sobre la mesa con aire de frustración.

"... No te atreviste a decirle."

Fue el rey quien rompió el silencio con una acertada oración.

"La situación... es más complicada de lo que pensamos."

"¿A que te refieres con complicada?"

"¿Nunca pensamos en la reacción de Radhamis? ¿Por qué habría de tomarse en cuenta? A ella no le interesará que casemos a Rei, ella solo la ve como una amiga según me he dado cuenta."

"Eso era hasta hace poco... Las vi hace un momento. Rei estaba besando a Radhamis y ella la besaba de vuelta."

El rey frunció el ceño

"... Esto complica los planes, será muy difícil controlar a Radhamis por ser Mavoriana."

"No es solo eso, Radhamis tiene completo control del ejercito. Podría dar un golpe de estado si se lo propusiese ahora que es general."

El rey pensó por un momento con el ceño fruncido.

"Hay que deshacernos de Radhamis por 3 días....¿Que tal las mazmorras?" Dijo Saekaki de repente y sin mirar a Wiccan. No había expresión en su rostro.

"No hay mazmorra que pueda contener a un Mavoriano que ya esta entrando en etapa adulta."

"¿No hay alguna forma de inutilizarla? Dormirla tres días talvez."

"....Hay una pero sería arriesgar mucho."

Un mesero se acercó a la mesa y sirvió más vino en sus ahora vacías copas, sospechosamente tardándose lo más posible

"No importa."

" Cuando los Mavorianos fueron creados, estos nacieron de los huevos de los dragones bendecidos por la diosa. Ellos carecían de alma y por ende solo obedecían al propósito que la diosa les dio; terminar con la primera gran guerra. Una vez cumplida la tarea, la diosa les recompensó con almas y estos sentían y pensaban como las personas. Pasaron por niños humanos ya olvidaron quienes eran y para que existían.

Ya que fueron creados sin alma se dice que es posible extraer esta del cuerpo del Mavoriano dejándolo en estado de catatónia ya que solo actuará si la diosa se lo ordenara y como sabemos que la diosa está muerta pues Radhamis no se moverá."

"¿Por que dices que es arriesgado? A mi me suena como la solución perfecta."

"Porque si por alguna razón alejamos más de la cuenta el alma del cuerpo, Radhamis morirá. Si se rompe el contenedor de su alma también morirá. Y si ella muere entonces puede que usen la sangre de Rei y aunque todo salga según el plan, Rei morirá también.

"Entonces lo que hay que hacer es mantenerla en un celda de las mazmorras, con grilletes en sus tobillos y muñecas y cintura para que quede suspendida en la pared y no pueda moverse. Diremos que enviamos a Radhamis en un visita diplomática al continente del este.

El mesero se retiró hacía otras mesas cercanas a la del rey y del erudito.

"El problema no es ese sino el conseguir una (caja del alma)...." Dijo Wiccan.

El mesero fue llamado por una persona sentada en una mesa cercana y vestida de blanco quien le dio una nota para que se la diera al rey.

El tomo la nota y la entrego al rey.

"De parte del caballero de blanco de la mesa de atrás."

El rey tomó la nota y la leyó.

Esta decia:

El collar de Radhamis.

Ambos ancianos voltearon y encontraron a Yuuichirou sentado en la mesa de atrás, saludándoles con la mano burlonamente. Él había enviado al mesero a que espiara la conversación y ahora estaba al tanto de todo.

( Jjajaja vaya tonto, el solito me esta entregando las herramientas para que lo envié al infierno.)

"Todo resuelto, ahora solo tienes que hacer que vayan a algún lugar lleno de gente para poder secuestrar a Radhamis." Dijo el rey.

"Yo me encargaré de eso." Dijo Wiccan con aire penumbroso. En otras palabras debería tenderles algún tipo de trampa a las niñas.

"Bien, entonces retirémonos de aquí."

Wiccan asintió con la cabeza.

Los dos hombres se levantaron de la mesa casualmente y se fueron en diferentes direcciones.

Mientras tanto, Rei y Radhamis seguían cabalgando.

En poco tiempo llegaron a lo que parecían ser las ruinas de lo que alguna vez fue una catedral. Eran las ruinas donde Radhamis había encontrado a Rei después de la muerte de su madre cuando eran niñas.

Radhamis no reconoció el lugar. Se quedó admirando la catedral, que aun estando en ruinas y siendo carcomida por hiedras trepadoras y arbustos, era muy hermosa y reconfortante hasta cierto punto.

Rei desmontó y Radhamis hizo lo mismo.

"¿Recuerdas este lugar?" Preguntó Rei mientras caminaban adentrándose en las bien conservadas ruinas.

"Honestamente...no." Respondió un apenada Radhamis mientras se rascaba la nuca con la mano.

A Radamis el lugar se le hacía familiar más no lo recordaba.

"Fue aquí donde me diste esto-"Rei sacó un vieja y burda pulsera con dos plumas que colgaban de ella.

".... Mi seler kess." Radhamis dijo al ver la burda y casi mal hecha pulsera que Rei sacó de su bolsillo. Lo miró un momento y volvió al rascarse la nuca mientras se reía.

"Nunca fui buena para las manualidades. Si que se ve fea. Pensé que ya te habías deshecho de ella teniendo cosas más bonitas y finas que usar."

"Siempre la llevo conmigo desde que me la diste, sobretodo cuando tengo practica de mafia o tiro con arco. Es mi amuleto de buena suerte y la pulsera que más me ha gustado."

"Pero es de cuero corriente y plumas pintadas con pigmentos de flores y hecha por una deficiente artesana de 8 años." Dijo Radhamis refiriéndose a si misma, estaba extrañada de que Rei aun tuviera eso con ella, ya hasta se había olvidado de esa pulsera.

"No es la pulsera en si, si no lo que significaba cuando me la diste. ¿O es que te olvidaste de eso?"

Radhamis había olvidado la pulsera más no la promesa, olvidó la pulsera porque jamás pensó que Rei fuera a apreciarla cuando tenia tantos lujos a su alcance y el que la hubiese guardado durante tantos años las había dejado desconcertada.

"Mmmm no.... De hecho fue por eso que solicite el puesto de escolta cuando me gradué."

Ahora fue el turno de Rei de desconcertarse.

"¿Tu lo solicitaste? Siempre pensé que solo te lo habían asignado."

"De hecho estudie dos semanas para sacar las mejores notas y quedarme con el puesto y pues lo logré."

Dijo Radhamis cotidianamente.

"Rei miro a Rad por unos instantes y después se aclaró la garganta.

"Bueno, ¿Entonces ahora recuerdas el lugar o todavía no?"

"Si, ya lo recuerdo. Fue donde te escondiste después de que tu papa se fue."

"Si. ¿Sabes porque de todos los lugares me escondí aquí?"

Radhamis no dijo nada, no tenía idea del porqué. Miró a Rei quien estaba ahora abriendo el portón para entrar a la catedral.

Abrió la puerta y ante ellas estaba una majestuosa iglesia que parecía no haber sido corroída por el correr de los años.

Todo era rico en detalles y lujos, todo de mármol blanco y los adornos en plata. Habían estatuas de la diosa Fahdiel y de los 7 dragones, coloridos vitrales que mostraban escenas de la creación de Gahiel.

La semidiosa la oscuridad estaba entre las esculturas al lado de la semidiosa de la luz. Radhamis no pudo evitar notar como ambas eran de rasgos muy parecidos.

"La luz y la oscuridad...." Dijo Rei al ver que Radhamis se había detenido a ver esa escultura.

"¿Sabías que ambas semidiosas eran hermanas? La mayor, Ryële, era la semidiosa de la luz encargada de mantaner el orden y justicia en Gahiel. Dicen que es una de las primeras integrantes del clan de Fahdiel."

Radhamis vio la escultura de la jovencita al lado de la de la semidiosa Ryële y la señaló.

"¿Y ella?"

"Ella es la semidiosa de la oscuridad, nadie sabe su nombre pues fue exiliada después de asesinar a Fahdiel. Solo se sabe que era la hermana menor de Ryële y la más pequeña de los semidioses. Era la más inocente y ella juzgaba a los muertos y los mantenía en sus respectivos mundos según su comportamiento; Alfenheim; el paraíso donde las almas descansan de las reencarnaciones y con su energía alimentaban a Fahdiel. Nifelheim; la montaña por donde caen las almas hasta el mundo material, Gahiel, para reencarnar.

Y por ultimo Helheim; el infierno donde las almas que no merecían existir eran devoradas por no muertos y erradicadas del universo. Ahí rumores que dicen que era muy habi en las artes de la guerra.... No me sorprende que lograra asesinar a un dios. Debió ser muy duro para la hermana mayor ver como la pequeña se había corrompido tanto."

".... Si. ¿Me pregunto que habrá hecho que ella decidiera matar a un dios?"

"Nadie sabe con certeza, como fue condenada al olvido pocas personas recuerdan tan solo su existencia, hay teorias que dicen que ella se alió con Myriël, la contraparte de Fahdiel. Ahí otras que dicen que fue engañada y cosas por el estilo."

Radhamis se sintió extraña al ver esa escultura, la hermana de Ryële parecía ser una persona triste y solitaria. Hasta cierto punto se sintió identificada con ella.

"Esta capilla debe ser muy antigua pues la escultura de la hermana de Ryële no esta destruida como en catedrales remodeladas."

Radhamis entonces siguió caminando mirando que otras cosas había en esa interesante catedral.

Después de ver algunas otras cosas preguntó a Rei que eran. Y al no recibir respuesta miró hacia atrás.

Rei estaba repetidamente viendo de la escultura de la semidiosa de la oscuridad hacia ella.

"¿Que pasa?"

Rei miró a la escultura por ultima vez. Antes de ir donde estaba Radhamis.

"No es nada."

"¿Que tanto le veías a esa escultura?"

"Nada en especial, solo me parecío, al ver esa escultura, que tu y la semidiosa exiliada.... son parecidas."

"¿Parecidas? Yo no soy una traidora asesina a sangre fria jajajaja." Dijo Radhamis bromeando.

"No, pero-"Radhamis y Rei miraron la cara de la escultura de mármol.

"Pero la expresión llena de soledad y tristeza de ambas.... son las mismas." Continuó Rei ahora mirando a Radhamis quien aun veía a la escultura.

Rei miró como Radhamis se ponía pensativa, pero ella no había traido a Radhamis aquí para eso. Tomó la mano de Rad y una vez que Radhamis dejó de mirar la escultura las dos caminaron hacía el altar.

"...Aquí fue donde mi madre se casó con papá..." Dijo Rei y se tomó de la mano con Rad.

"Por eso viniste a esconderte aquí de todos los lugares..." Dijo Rad en voz baja.

"¿Sabes cual ha sido mi sueño desde niña?"

"¿Cual?"

"Casarme en este lugar usando el vestido de bodas de mamá....y que me traiga aquí en brazos la persona que quiero." Rei abrazó el brazo de Radhamis al decir la ultima oración.

Radhamis tragó saliva y sintió vacío en el estomago.

Rei se sonrojó y abrazó el brazo de Rad más fuerte antes de decir lo que quería, la razón por la cual la había traído aquí.

"¿C-crees.... Crees que algún día p-puedas.... traerme en brazos aquí?" Preguntó Rei con mucha dificultad y pena.

A Radhamis casi se le desorbitan los ojos y se cae la quijada pero se compuso rápidamente.

Abrazó a Rei y le susurró al oído.

"Algún día te traeré aquí..."

Rei se sonrojo más y besó a Radhamis suavemente en los labios quien la besó de vuelta.

Después de unos instantes Rad se separó y le pellizcó la lonjita de cintura.

"Pero tendrás que adelgazar o no podré cargarte por pesada." Dijo Radhamis riéndose.

Rei hizo una mueca de descontento y entonces pellizcó el trasero de Radhamis.

"Pues todos esos pastelillos que te comes ¿A donde crees que van? ¡Tu también tienes que adelgazar para entonces!"

Radhamis se rió más pero Rei se quedo medio ofendida por el comentario sobre su figura.

"Huy si, Ya te enojaste." Dijo Radhamis burlonamente.

Rei le sonró malévolamente antes de darle una buena nalgada a Radhamis que le dolió hasta el alma.

"!OWW, OYE! ESO ME DOLIÓ." Dijo Radhamis mientras se sobaba el trasero.

"Esa era la idea, jajajaja."

" .- Ya vámonos. Tengo sueño y ahora me duele el trasero."

Radhamis se adelantó y salió de la catedral dejando atrás a Rei quien caminó hasta llegar a la escultura de las hermanas donde miró salir a Radhamis y miró la escultura de la hermana pequeña...

No lo decía, pero mientras más observaba a esta escultura más de Radhamis encontraba en ella.

Se sacudió la cabeza para obligarse a regresar al mundo real pero no pudo evitar pensar que tal vez, la hermana pequeña de aquella semidiosa y Rad podrían tener la misma personalidad..

Apresuró el paso, alcanzó a Radhamis y la tomó del brazo el resto del camino hacia el adormilado caballo.

No hablaron mucho durante el camino al castillo, Radhamis se limitó a abraza a Rei y a tratar de no quedarse dormida. Rei se recargo en Rad y dirigió al caballo.

Tardaron alrededor de 20 minutos en volver, mientras más se acercaban al castillo más se escuchaba la alegre música que se estaba tocando para los que aún estaban en el salón bailando.

Se dirigieron al establo para guardar al caballo y dejarlo dormir. Rei desensilló al caballo y lo metió al establo ya que Radhamis y los caballos no se llevaban muy bien.

Ambas salieron del establo. La música que provenía del salón podía escucharse hasta allí y a Rei pensó que sería divertido bailar ahí mismo.

Radhamis ya había comenzado su camino hacia el castillo cuando Rei la tomó de la mano y con un pequeño jalón la hizo detenerse.

"¿Huh?" Fue la inteligente reacción de Rad ante la risita alegre de Rei quien le estaba tomando la mano con las suyas.

Rei simplemente tomó la otra mano de Rad, la puso en su cintura, la mano de Rei que ahora estaba libre ahora estaba sobre el hombro de Rad mientras las otras manos de ambas aún estaban entrelazadas.

Rad no se dio cuenta que la pose en la que estaban era una de baile, estaba muy ocupada sonrojándose al notar que una de sus manos estaba en la cintura de Rei.

"¿Bailamos?" Fue la sencilla pregunta de Rei que sacó del trance a Radhamis y la hizo sonrojarse más pero era porque ahora se sentía algo apenada.

Después de todo... Radhamis no sabía bailar. Para ese tipo de cosas tenía la misma gracia que un elefante corriendo por una cristalería.

" Yo... mmm Yo... no se hacerlo..." Dijo Radhamis mirando hacia otro lado.

Rei sonrió ampliamente, esperaba esa respuesta.

"No importa. Es muy fácil. Mira—"

Rei guió a Radhamis en los movimientos. Rad la siguió pero sus pasos eran torpes, pesados y a destiempo.

"Un, dos, tres. Un, dos---¡Ouch!"

Radhamis pisó a Rei.

"!Lo siento!" Se disculpó rápidamente Rad.

"No importa...Sigamos. Un, dos, tres..."

Las dos siguieron con los movimientos...

"!OUCH!"

"!P-perdón!

Pero Radhamis no tardó en pisarla de nuevo.

Rei miró a Rad quien se veía frustrada y avergonzada y estaba tratando de memorizar como debía moverse.

Rei estaba divirtiéndose con esto pero Radhamis se estaba frustrando. Ella sabía que a Radhamis le era importante "impresionar" a Rei. Radhamis pensaba que así Rei mantenía el interés en ella y cuando no lo lograba se frustraba. Eso siempre había sido así. Aún cuando a Radhamis no le interesaba Rei como más que amiga el que Rei mantuviera el interés en ella le era importante.

Rei pensaba que Radhamis se veía adorable cuando se frustraba por no poder hacer algo bien frente a ella. Afortunadamente para Radhamis, de alguna u otra forma ella siempre lograba capturar la atención de Rei... aunque no siempre era impresionándola, como ahora.

Así que Rei fingió que se tropezaba con Rad. Ambas perdieron el equilibrio y Radhamis cayo de espaldas sobre el pasto y luego Rei le cayó encima sacándole el aire en el proceso.

"Ouwww...."

"Jajajajajaja" Rei se rió felizmente. "La venganza es dulce."Agregó.

"No lo hice a propósito." Dijo Rad cuando recuperó el aliento pero Rei siguió riéndose.

Ahora que lo notaba... Nunca antes había visto a Rei tan feliz. No la había oído reír así desde que su madre murió.

"Jajajaja. Estas borracha." Dijo Radhamis mientras se quitaba de encima a Rei y se levantaba. Ayudó a Rei a levantarse y la tomó de la mano.

" Mejor tirame sobre tu cama cuando estemos en tu habitación. Duele menos que caer en el suelo contigo encima."

Rei no contestó, estaba muy ocupada riendo y jugando con Radhamis.

Le dio una buena nalgada a Radhamis y salió corriendo para que Radhamis la persiguiera. Parecía una niña pequeña que había ingerido demasiado azúcar pero aun así... a Radhamis le dolió la nalgada, así que salió corriendo tras Rei para devolvérsela.

No se detuvieron hasta que llegaron a la habitación de Rei. Radhamis no logró alcanzarla... Talvez Rei tenía razón con eso de los pastelillos pero aun así ella se había ganado un buen pellizco en la lonja.

Rei abrió rápidamente la puerta de su habitación y entró en ella dejando a Rad afuera.

Entonces Rad tuvo una idea, no intentó abrir la puerta y se escondió recargándose contra la pared donde estaba la puerta.

Después de un rato Rei salió ya que pensó que Radhamis se había ido a su habitación. Gritó sorprendidamente cuando sintió el pellizco en la cintura y otra vez cuando Radhamis la cargó sobre su hombro como si fuera un viejo tapete enrollado para entrar a la habitación.

Una vez adentro, Rad tiró a Rei sobre la cama y se acostó.

Se quitó las botas y la camisa y es acurrucó bajo las gruesas sabanas, Rei hizo lo mismo; se quito la camisa y las botas quedando solo en pantalones y sostén.

Se acurrucó bajo las sabanas lo más cerca de Radhamis que pudo. Ambas estaban acostadas de lado, una frente a la otra.

El candelabro en el techo de la habitación se apagó gradualmente, dejando a las dos a oscuras.

Rei ya no podía ver a Radhamis, sus ojos aun no se acostumbraban a la falta de luz, solo el olor característico de Radhamis, el calor de ella y el sonido relajada su respiración le indicaban que aún estaba allí junto a ella.

Los párpados comenzaron a pesarle debido al cansancio. No se había dado cuenta de lo cansada que estaba hasta ahora que estaba en su cama. Habían pasado tantas cosas desde la gradación de Rad en tan poco tiempo...

( Mañana dormiré hasta tarde.) Rei sonrió después de pensar eso, nada sería mejor para descansar que dormir con Radhamis a su lado.

Un par de brazos rodearon la cintura de Rei. Acercándola hacia Radhamis quien acurrucó su cabeza en el pecho de ella. Rei rodeó con los brazos a Radhamis y así se quedaron dormidas al poco rato.

La noche transcurrió sin eventualidades hasta entrada la madrugada, justo cuando la noche era más oscura, dos negras figuras antropomorfas emergieron de entre las sombras y se desplazaron hasta estar parados al pie de la cama, uno en cada lado de esta.

Ambos observaban fijamente a las dos chicas que dormían abrazadas en aquella cama. Ninguno de los dos hablo por varios minutos

"N'nir nat' naa n'ataya. (..........Algo es diferente a las otras veces.)" Dijo Lafurne por fin rompiendo el silencio murmurando como una serpiente, su aliento pintándose de blanco debido al frío de la noche.

"Tisi, ta naa sai rato nae sint. (....... Podría ser, es muy pronto para saberlo.)" Murmuró Ryële en esa forma que hacía que pareciera una serpiente.

"Lav lye cael tyalie faer sen kesha i' cor neuma. ( .... Divirtámonos un poco con ellas antes de ver como el rey lleva acabo su pequeña conspiración.)

Si sus rostros no hubiesen estado cubiertos por sombras se habría podido vislumbrar la hambrienta y sádica sonrisa que se dibujó en el rostro de ambos.

Sonrisa que dejó entrever blancos colmillos cuyas puntas sobresalían de los demás dientes.

"Amin cael n' mat nesh an commae.(No he comido desde la ultima vez que visitamos el palacio de tu pequeña hermana traidora.)" Continuó Lafurne mientras retiraba el suave pelo azabache del cuello de Rei.

La no visible sonrisa del rostro de Ryële se desvaneció por completo.

"Uum n' hinual en' seler aul ale'quel en' amin. ( No hables de mi hermana en mi presencia...) Dijo Ryële peligrosamente.

"Amin Taudl.( Lo siento) Dijo Lafurne burlonamente. "Vel'bol bauth izin ilta ulu kyorl mzild bauth lil j'nesst il v'dri xuil ji loff'ta ( Que tal si le dejamos ver a esta niña un poco acerca de la persona con quien duerme abrazada tan confiada y felizmente...)"

Continuó él mientras jugueteaba con el pelo de Rei, enredándoselo en sus pálidos dedos.

"Usstan xun naut kyon vel'bol dos xun ulu ilta.( Hazlo que quieras con ella....) Dijo Ryële con una voz teñida de repulsión hacia Rei.

"Jhal udos z'klaen jous lil fuer'yon lil toha klez udos jous ilta. ( Pero aquello que le vas a mostrar también debe verlo la bestia. Ya que ella también debe empezar a saber más de ella misma.)

Ryële retiro el castaño cabello del cuello de la dormida Radhamis. Lafurne rió en tono bajo y grave.

"En' rant, he lem nae i'helheim yest rato.( Claro... Su viaje al infierno está por comenzar.)"

Ambos se hincaron al pie de la cama y abrieron la mandíbula sobre los cuellos de Rei y Radhamis. Lafurne clavó los suyos en el cuello de Rei, quien estar en un sopor extrañamente profundo, lo suficientemente profundo como para no sentir las puntas de aquello colmillos penetrar su cuello.

Ryële estaba por hacer lo mismo que él, pero cuando estuvo a punto de morder a Radhamis se detuvo. Lafurne al darse cuenta de esto dejó a Rei.

"¿Mani naa ta? ( ¿Qué te ocurre?)

"Re usquener ve' pio am..... Amin uum n' van ta.... Amin drag ta. (....Huele a flor de cerezo.... No soporto ese olor... Me da asco.")

"Ta naa sanya nesh gwaith ve' he nae usquener ve' tanya ( Es normal que la gente como Radhamis huela así.)"

Ryële se esforzó en soportar el olor y hundió sus colmillos en el cuello de Radhamis como lo hacía Lafurne.

Ni Radhamis ni Rei sintieron algo, estaban sumergidas en un profundo sopor desde que ambas sombras se materializaron en la habitación. Como si su sola presencia fuera la causa.

No hubo una reacción externa por parte de las dos que estaban dormidas en la cama a las mordidas en sus cuellos. Las reacciones fueron internas... ambas tuvieron un sueño... Él mismo sueño, que las sombras les mostraban al tiempo que se alimentaban con su sangre.

Ryële al poco tiempo dejó de alimentarse de Radhamis y esperó a que Lafurne terminara..

La sangre de la bestia era demasiado valiosa como para desperdiciarla en una comida además el olor a cerezo la repugnaba demasiado, le mostraría aquella visión de alguna otra forma...

Lafurne siguió alimentándose de Rei y ella siguió viendo ese sueño inducido...

Rei estaba parada a mitad de lo que parecía ser un bosque nórdico, todo pino árbol y arbusto tenía nieve sobre sus ramas. Su pies estaban varios centímetros hundidos en la nieve debido a la cantidad de esta acumulada en el suelo.

Miró hacía arriba. Podía verse un cielo nocturno entre las copas de los árboles y pinos. Estaba despejado y estrellas que brillaban intensamente cubrían el cielo. Sin embargo, las estrellas parecían tener un extraño color esta noche... parecían estar enrojeciendo lentamente con cada destello

Cada exhalación de ella se pintaba de blanco debido al frío. No había nada a su alrededor más que oscuridad, árboles ,el pie de una montaña no muy lejana y más nieve.

Caminó sin rumbo por unos minutos antes de notar como algo se movía ente las sombras. Era una pequeña luz verde que se movía aleatoriamente hacia arriba y hacía abajo pero siguiendo una línea recta en dirección a la montaña.

Notó que lo que parecía ser una sombra antropomorfa más oscura que las demás llevaba esa luz colgada del cuello como si de un collar se tratara..

Rei identificó esa sombra como la que la había estado siguiendo en el castillo.

No parecía haberse dado cuenta de que Rei la estaba observando... así que Rei decidió seguirla a ella.

Ella siguió a esta mujer en túnica negra cuidando que no la viera. Su andar por la nieve era torpe y se tropezaba con facilidad.

En varias ocasiones tropezó y cayo en la nieve y otras piso ramas, extrañamente aquella mujer no se percató del ruido que Rei hacía.

Siguió su camino hábilmente caminando sobre la nieve. La pequeña luz moviéndose a la altura de su pecho.

Rei la siguió por varios minutos, siguiendo su paso con ruidosa dificultad que la mujer no notó.

En su camino se toparon con un hombre alto de mediana edad. Su rubio pelo estaba ya encaneciendo, era largo y estaba mantenido en una holgada trenza. Tenía una barba corta y una poblado bigote. Su mirada era dura, nerviosa y preocupada. Vestía con burda ropa hecha con pieles de animales y una fina armadura y capa negras que eran la antitesis de su burda ropa. Tenía una aire autoritario y una altura de cerca de 2 metros.

Rei se había confiado al seguir a la sombra, no esperaba encontrar a nadie más en el bosque y ahora estaba a tan solo unos metros de distancia del hombre de la armadura quien salió sigilosamente de entre los árboles.

Rei estaba justo en medio del campo de visión de este impresionante hombre pero aún así él no pareció verla era como si no estuviera ahí para empezar.

La mujer entonces caminó en dirección al hombre de negra armadura pero como Rei estaba frente a él. Ella pensó que aquella mujer se dirigía hacia ella porque la había visto.

Su sorpresa fue grande cuando aquella mujer traspasó su cuerpo y siguió su camino hacia aquel hombre sin darse cuenta de su presencia.

Rei se quedó boquiabierta, una persona acaba de traspasarla como si fuera un holograma.

"Este no es un sueño.... "Una voz familiar llegó a los oídos de Rei, por un instante creyó que se trataba de Radhamis pero se encontró con la mujer de túnica negra que había entrado a su habitación al voltear. Después de todo tenía el pesado acento de un extranjero hablando el dialecto de los humanos.

Habían dos mujeres de túnica negra ahora, una que estaba hablando con aquel hombre y otra al lado de ella que le estaba hablando. La única que parecía darse cuenta de que ella estaba ahí.

Tenía una y mil razones para sentir miedo en esta situación pero no lo tuvo, el resentimiento de lo que le hizo ver hace unas horas era lo único que sentía en ese momento. Sin embargo no dijo nada.

"Es una realidad en los recuerdos de alguien más....No puedes cambiar nada aquí, nadie puede verte ni oírte. Aquí tu no existes , esto ocurrió hace 18 años. " Dijo Ryële mirando en dirección donde estaba ese hombre hablando con la otra mujer vestida de Negro.

Rei entonces miró a aquellos dos y se concentró en escuchar lo que decían.

Ambos estaban hablando en el idioma en el que le hablo la quimera a Radhamis pero aun así entendió cada palabra,.

"Sylfaen ha estado en labor desde hace 5 horas." Dijo el gran hombre

barbado aparentemente contestando una pregunta hecha anteriormente por la Ryële de ese recuerdo.

"Las estrellas ya han comenzado a cambiar de color. Ellas son las que anuncian la hora esperada. En muy poco tiempo tendrás aquello por lo que has pagado."

Dijo aquella Ryële mientras tomaba aquel pendiente luminoso en su mano, como si se estuviera cerciorando de que aun estaba allí.

Rei alcanzó a ver la apariencia de este pendiente...

Era igual al pendiente que pertenecía a la madre de Radhamis... No, era el mismo solo que estaba brillando.

¿Por qué tenía esa mujer el pendiente de Radhamis?

Fue lo que pensó Rei en cuanto lo vio.

"Toda la aldea esta esperando en la cueva y sus alrededores, hemos avistado movimientos de lo que creemos que son creaciones de Myriël. No sabemos cuantas son pero se han estado moviendo desde hace 3 días. No queremos sorpresas durante la ceremonia."

Dijo aquel hombre en tono severo y preocupado.

"Es normal que las criaturas de Myriël ronden el área. Nosotros no somos los únicos que sabemos que lo que ocurrirá en pocos minutos. Es probable que ataquen... asegúrate que no puedan entrar en la cueva y que Reskares proteja a Sylfaen hasta que haya muerto."

Un peso enorme parecía haber caído sobre el corazón de aquel enorme hombre. Tanto aquella Ryële como Rei notaron eso.

"He enviado a Reskares a cuidar la aldea, no estará en la cueva hasta que Sylfaen---"Ryële interrumpió al hombre bruscamente pero sin alzar la voz.

"¿Le dijiste a Reskares que su esposa moriría dando a luz?"

Hubo un gran silencio incómodo donde el enorme hombre barbado evadió la mirada de la mujer de negro. Sus ojos estaban llenos de remordimiento e indecisión y tenian un extraño parecido

"Le dije todo cuando me dijiste que lo hiciera... Excepto eso. Estoy seguro que no lo habría tomado bien."

"La ignorancia es una bendición en casos como este ¿No es así?" Dijo aquella Ryële piadosamente antes de mirar al cielo.

Rei miró al cielo también, las estrellas ahora eran más rojas que antes. Eran rojas casi en su totalidad.

"Ya casi es hora... vayamos a la cueva."

El hombre de negra armadura asintió con la cabeza y mostró el camino a aquella Ryële.

Rei entonces pregunto a la Ryële que le había hablado hace unos instantes.

"¿Quien es ese hombre?"

No hubo respuesta, Rei entonces volteo al sitio donde estaba Ryële y se encontró con que ya no estaba allí ni en ningún otro lugar. Había desaparecido igual que como había aparecido, sin dar aviso.

Sin nada más que su curiosidad, Rei siguió a la Ryële que la había atravesado y a ese hombre de negra armadura.

Todos iban a un paso rápido y no tardaron más de diez minutos en cruzar el espeso bosque cubierto de nieve, aunque a Rei le parecieron más ya que se cansó mucho de tropezarse con toda la nieve.

Ahora estaban al pie de una montaña no muy grande en la que había una entrada a una cueva subterránea.

Se podía ver la débil y parpadeante luz de antorchas alumbrar el camino cuesta abajo hacia el interior de la cueva.

El repetitivo sonido de cánticos ceremoniales que provenían de la cueva llegaban hasta los iodos de Rei. Había gente con armaduras, espadas y arcos alrededor defendiendo la cueva de posibles ataques.

Todos tenían ojos parecidos a los de Radhamis en cuanto a la forma, habían hombres, mujeres e incluso niños de alrededor de 13 años armados guardando la entrada y desperdigados en los alrededores de la montaña.

Ryële y aquel hombre entraron y descendieron las escaleras que llevaban abajo. Rei los siguió y entro en la cueva.

El camino era estrecho y peligroso, habían solo unas derruidas escaleras de piedra alumbradas por antorchas de pobre alumbrado para conectar la entrada y el fondo de la cueva que estaban separadas por un abismo.

La escalera estaba pegada a la pared y bajaba por el abismo tomando forma de escalera de caracol.

Mientras más descendían más sonoros eran los cánticos y mejor era la luz puesto que abajo había mayor numero de antorchas.

Las voces que llegaban a los oídos de Rei eran graves y aguardentosas. Pertenecientes a hombres, quienes cantaban los cánticos.

Esta vez Rei no entendió lo que decían los cánticos porque no se esforzó en entenderlos. Le interesaba más ver lo que estaba pasando allá abajo donde había bastante gente, toda vestida en túnicas negras como la de Ryële solo que sus cabezas no estaban cubiertas con las capuchas.

Mujeres y hombres, todos vestidos de negro, estaban reunidos en aquella cueva. Todos estaban armados con armamento diverso. Bajo sus túnicas podía notarse que llevaban algún tipo de armadura como la del hombre que venía con Ryële.

Ella y aquel hombre llegaron hasta el final de las escaleras. Tan pronto como llegaron la gente que llenaba el lugar se hizo a una lado abriendo paso a Ryële y a aquel hombre de armadura negra que , a diferencia de los demás, no llevaba puesta una túnica.

La gente siguió abriendo paso, formando un camino que llevaba hasta un altar de piedra. Había un relieve tallado en la pared de el fondo, era una relieve de la diosa Fahdiel con dos dragones, uno a cada lado.

La miradas de ellos estaban puestas sobre el altar de piedra.

Rei se acercó al dicho altar junto con Ryële y aquel hombre, que ahora que lo veía bien, le parecía haberlo visto antes en algún lugar.

Ahora estaban los tres frente a aquel altar de piedra. Adoloridos gritos y gemidos llegaron a los oídos de Rei y fue cuando ella se dio cuanta que sobre aquel altar de piedra yacía una joven mujer pelirroja vestida en nada más que un delgado camisón blanco que estaba cubriéndose de sangre en la región de las ingles. Estaba dando a luz encima de aquel frío altar de piedra con una vieja partera lista para recibir al bebé. La sangre parecía ser demasiada para ser un parto normal.

Los gritos de esa mujer estaban empezando a sobresalir de entre los cánticos.

"¿Cuanto tiempo falta para que nazca? Sylfaen lleva así horas...." Dijo el

hombre de negra armadura preocupadamente.

Ryële no contestó y Rei examinó las facciones de aquel hombre....

Fue entonces que Rei recordó donde había visto a este hombre. Aquí se veía más joven pero había visto a este mismo hombre el día que trajeron a Radhamis a Feagris. Era el jefe del clan de Mavoria, el hombre más viejo de los tres que habían traído a Rad.

El querer saber que pasaba dejó de ser una simple curiosidad de Rei para convertirse en una necesidad.

Entonces el sonido del resonar de un cuerno llegó a la cueva, los cánticos se detuvieron y lo único que se pudo oír eran los quejidos de aquella mujer.

El cuerno sonó de nuevo.

"Dos toques.... Las creaciones de Myriël han llegado a la cuidad. Seguro están buscando a Sylfaen."

Dijo el hombre de armadura negra sonriendo confiadamente.

"Es ahí donde esta Reskares con su grupo de guerreras ¿No es así?" Preguntó Ryële.

"Así es. Solo encontraran su exterminio en la cuidad.... Ahora solo podemos esperar a que nazca la bestia de Fahdiel y a que el cuerno suene tres veces. Esa es la señal de que hemos conservado la ciudad y exterminado a las criaturas de la diosa oscura. Si suena una vez significa derrota, dos veces es que piden refuerzos"

"¿La bestia de Fahdiel?" Se preguntó Rei a sí misma en voz alta.

"Entonces.... ¡Este es el día en que Radhamis nació!"

A partir de ahí la mente de Rei comenzó a generar muchas preguntas de las cuales no tenía las respuestas.

"¿Porque estoy aquí? ¿Por qué estoy soñando esto? ¡Es esa mujer de túnica negra que me esta mostrando cosas de nuevo!"

Un grito más fuerte que los demás de aquella mujer sacó a Rei de sus pensamientos y la obligó a mirar a aquella mujer en el altar.

Esa mujer no era mucho mayor que Rei. Talvez tan solo era 2 o 3 años mayor... El parecido de esta mujer con Radhamis no era mucho a primera vista pero si uno se fijaba bien las mismas facciones finas y hermosas de aquella mujer las tenía Radhamis. La misma forma de labios, nariz y cara. Esta mujer era pelirroja y de ojos azules, de un tono de piel aun más blanco que el de Radhamis y al parecer de menor estatura.

Pasó el tiempo y ni el nacimiento de la bestia de Fahdiel ni el sonar de el cuerno ocurría.

Rei entonces dedico su tiempo a observar a la gente de ahí. Pudo reconocer a otro de los hombres que habían traído a Radhamis un muchacho pelirrojo que estaba al lado de la joven mujer que estaba dando a luz. Eran hermanos seguramente por el parecido que tenían.

Después de un largo momento de silencio absoluto un alarido agudo escapo a los labios de aquella mujer.

La partera entonces exclamó:

"!Aquí viene, la bestia aquí viene!"

La ansiedad se dibujo en el rostro de todos los presentes y Ryële caminó hasta estar al lado de Sylfaen. La madre de la bestia.

Pocos segundos después del anuncio de la partera el cuerno sonó una vez... el pánico sustituyó la ansiedad en el rostro de los presentes... entonces el cuerno sonó por segunda vez y segundo después por tercera vez...

Habían logrado detener el ataque de la criaturas de Myriël.... Ahora solo faltaba el nacimiento de la bestia.

El tiempo pasó y las reacciones de la vieja partera fueron haciéndose más extrañas conforme la bestia iba naciendo.

Nunca hubo un lloriqueo por parte del bebé. Ni tampoco se vio que cuando la partera lo envolvió completamente en una sabana este se moviera.

La partera dejó al bebé sobre el altar al lado de su madre quien estaba exhausta y medio inconsciente y corrió a susurrar algo al oído de el hombre de negra armadura.

Una vez que hizo eso este hombre pareció enfurecer. Corrió al altar y cogió al bebé en sus brazos le quitó la sabana y se horrorizo al verlo.

Cogió a la niña recién nacida de los costados y se la enseño a Ryële furiosamente.

"¡¿Qué significa esto?¡"

La niña en las manos de este hombre, no se movía. En su rostro no habían ojos, boca o nariz. No tenía un rostro y estaba completamente muerta. El color de su piel y el rigor mortis que presentaba su cuerpo lo decían.

Todos la miraron, unos confundidos, otros incrédulos de lo que veían y otros simplemente la veían furiosos.

"Rei se horrorizo al ver a un niño así, completamente desfigurado. No tenía rostro... nada que se le pareciera.

Ryële permaneció solemne y tomo a la niña poniéndola en el altar.

Se quitó el luminosos pendiente que traía en el cuello y lo sujeto a pocos centímetros de la cabeza del desfigurado bebé.

El pendiente instantáneamente comenzó a brillar con más intensidad.

( La hora ha llegado. Por la ley que rige a el universo.

Levántate. Regresa a Gahiel. Tus castigos vendrán a ti uno tras otro para volverse tu realidad. Serás maldita en la luz así como en la oscuridad de la muerte. Cuando nazcas.... cuando mueras, serás maldita. Tus acciones te perseguirán y el remordimiento te destruirá.)

El gas luminiscente que estaba dentro del pendiente se licuó y ahora era una liquido azul que brillaba intensamente.

La tierra comenzó a temblar. Pequeños trozos del techo de la cueva cayeron al suelo.

"( El cielo se tornara rojo y la tierra se volverá negra en infértil pero tu cadáver será la puerta a la salvación de los cielos. Serás quien salve a Gahiel.

Aquel que pudiera detenerte no existe.)

El liquido dentro del pendiente comenzó a chorrear de este y cayó sobre la cabeza de la pequeña niña. En cuanto este liquido hizo contacto con la niña , la cara de esta niña comenzó a tomar forma. Los ojos, nariz y demás comenzó a formarse. Las puntas de los dedos de sus pequeñas manos comenzaron a moverse espontáneamente.

"( Despierta... La sangre de la diosa se ha derramado y el fuego dorado de la diosa de la destrucción nos amenaza. Quemando todo a su paso. Conviértete en la sangre que devolverá el balance a este mundo.... ¡Despierta!)"

En cuanto Ryële terminó de pronunciar la ultima palabra. La niña inhaló desesperada y sonoramente comenzando a llorar inmediatamente.

La niña, que hasta hace unos minutos estaba muerta y sin rostro, ahora lloraba enérgicamente y tenía un hermoso rostro y unos grandes ojos verdes.

Rei estaba atónita jamás en su vida se había imaginado que cosas como esta pudieran pasar... pero algo que la desconcertó más fue ver como la capucha que siempre cubría el rostro de esa mujer de túnica negra resbalaba de su cabeza y la dejaba al descubierto.

Estada dándole la espalda a Rei en esos momentos. Su cabello era un castaño tan claro que casi era rubio, era largo y lacio. Ryële entonces tomó a la niña de los costados, dio la vuelta y la sostuvo victoriosamente sobre su cabeza mostrándola a todos quienes vitorearon y gritaron de emoción. Como si aquella niña fuese un trofeo. El olor a flor de cerezo llenó el lugar...

Todos estaban felices... todos menos Rei.

Ella no podía dar crédito a lo que veían sus ojos. Esa mujer de túnica negra, grises ojos, y finas y hermosas facciones tenía un parecido impresionante con Radhamis... Todo era igual excepto el color del pelo y ojos. Era como el negativo de Radhamis.

En ese momento todo lo que pasaba a su alrededor se detuvo y poco a poco se fue oscureciendo hasta que Rei quedó atrapada en una infinita oscuridad.

Donde solamente estaba ella y des pues de nos momentos... Ryële, quien había aparecido de tras de Rei de entre esa oscuridad. Como siempre, tenía la capucha sobre su cabeza, cubriéndole el rostro.

Rei volteó.

"¿Q-quien eres? ¿Qué es lo que quieres de mi? ¿Qué es lo que pretendes al mostrarme todo esto?" Se apresuró a preguntar.

" Demasiadas preguntas... Demasiadas respuestas que no podrás asimilar todavía."

"!Responde!" Rei estaba alterada por lo que había visto y no tenia mucha paciencia.

"Que irónico... Ahora un humano me da ordenes.... Bien, responderé lo que crea que debes saber.

Mi nombre es algo que pronto sabrás. Y lo que pretendo es saber si eres digna de la bestia."

Esas respuestas solo generaron más preguntas. Pero antes que Rei pudiera formularlas Ryële desapareció en la oscuridad y ella despertó de golpe.

Se encontraba sentada sobre su cama, respirando agitadamente y sudando frío.

Sintió un ardor en el cuello y puso la mano donde lo sintió. Su mano se humedeció un poco.

Dos puntos de sangre estaban en su mano.... como llego a tener esas dos incisiones en su cuello, Rei no sabia.

Ella entonces ató cabos y llegó la conclusión de que fue aquella mujer que le muestra todas esas cosas la que le hizo esto.

Rei oyó un suspiro a su lado, era Radhamis quien, dormida aún, se acomodó en la cama y abrazó la cintura de Rei, quien pudo ver que Radhamis también tenía esas dos incisiones en su cuello.

La princesa entonces sintió miedo, no solo ella había sido victima de aquella mujer sino que Rad también. ¿Qué podía posiblemente querer con Radhamis?

Rei no lo sabía, solo sabía que lo que restaba de la noche no dormiría. Haría guardia y le arrojaría alguna magia de ataque a lo que fuese que se acercara a su Radhamis.

Rei abrazo a Rad y permaneció alerta las pocas horas de la noche que quedaban mientras trataba de asimilar lo que había visto en su sueño....