Nota autora: PORFIN! PORFIN HE TERMINADO ESTE CAPITULO! Bueno el fic ya cumplio un año en dicienmbre y quero agradecer a los que han dejao review y tambien a los que han leido la historia. Y bueno aqui les dejo el capitulo 9 que me ha costado mucho trabajo escribirlo. Bye

Capitulo 9; Israfel (parte 3)

Los primeros rayos de sol entraban por el vitral de la habitación de Rei, quien aun estaba abrazando a Radhamis y pensando en todo lo que había pasado desde que Radhamis regresó de la academia militar.

Tenía una pieza de papel a su lado, en ella estaban escritas las primeras visiones que la mujer de la túnica negra le hizo ver. La muerte de su abuelo, el rapto de Radhamis a manos de las dos sombras que últimamente rondaban el castillo, y por último la muerte de Radhamis en algún templo de un país lejano.

Ahora estaba más cerca de entender lo que había querido decir la voz de quien usaba a la quimera cuando hablo con respecto a Radhamis.

"Radhamis..." Rei susurró para ella misma mientras dejaba el papel en el que había estado escribiendo sobre la mesita al lado de su cama y abrazaba a Radhamis, acurrucándose tan cerca de ella como fuera posible.

Rei se sentía tan bien estando con Radhamis, sentía que podía enfrentar lo que fuera, aun a esas sombras. El solo pensar en que le quitarían a Radhamis le dejaba sin aire. Se sacudió ese pensamiento de la cabeza y abrazó a Radhamis con más fuerza como si el hacer eso impidiera que eventualmente se la quitaran.

Como quería que Radhamis despertara ya... Necesitaba que le hablara en estos momentos pero no se atrevía a despertarla. Todo lo que había pasado en esos últimos días seguramente también había afectado a Radhamis. Rei quería que Radhamis la tuviera en sus brazos y la besara como lo habían hecho ayer por primera vez.

Fue algo tan especial para Rei...La pobre estaba tan enamorada de ella que no había día que no le escribiera a la academia cuando aun no se graduaba. Y no había día en que no sintiera una intensa emoción cuando recibía una respuesta de ella. Si en esos días apenas podía soportar la distancia, ahora debía estar aun más enamorada de ella ya que no podía soportar el no tener un contacto físico y reciproco con ella.

Quería tanto que despertase ya, ya no quería pensar en todo lo que aquella mujer le hacía ver aunque fuera por unas horas. Lo único que quería en estos momentos era a Radhamis, quería besar a Radhamis.

La mañana era fría y nublada y los rayos de sol débiles, estaba muy oscuro afuera y no daban muchas ganas de hacer otra cosa que quedarse en cama. El cuarto se estaba enfriando y las sabanas no calentaban lo suficiente. Así que Rei se separó un momento de Radhamis para ir a encender la chimenea y cerrar las cortinas. Cerró las cortinas primero, haciendo que el cuarto se oscureciera más y después se sentó frente a la chimenea. Le bastó con una magia simple de fuego para encenderla... Ahora empezaba a hacer un poco más de calor, pero Rei aún tenía frío.

Un par de brazos sujetando una manta rodearon el cuello de Rei des de atrás.

Rei reconoció el olor de Radhamis, quien se sentó detrás de Rei y la abrazó quedando las dos cubiertas por la manta, frente a la chimenea.

Radhamis besó la mejilla de Rei cariñosamente y descansó su barbilla sobre el hombro de ella.

"Que raro, casi nunca te levantas temprano. ¿Por qué lo haces ahora que dormimos juntas?" Dijo Radhamis susurrando, besándola otra vez cuando terminó de hablar.

Rei recargó su espalda contra Radhamis, mirando hacía arriba encontró el rostro de Rad. Re entonces besó los labios de Radhamis por varios minutos mientras se calentaban frente a la chimenea.

"Porque quería que despertaras para poder hacer esto." Dijo Rei una vez que separaron sus labios.

Radhamis se sentía tan cálida por dentro, no por la chimenea, sino porque Rei estaba con ella. Era tan agradable, jamás había sentido algo como eso. Ahora quería besarla más.

Radhamis entonces cargo a Rei en brazos y la llevó de vuelta a la cama. Donde la acostó, ella poniéndose encima. Se cubrieron con las sabanas y comenzaron a besarse una y otra vez mientras se acariciaban la una a la otra con las manos.

Rei no recuerda haber sido tan feliz como lo era ahora al lado de Radhamis. Lo mismo sucedía con Rad...

Entonces Rei se recostó su cabeza en las pernas de su general mientras disfrutaban del calor de la chimenea en ese día tan frío.

"¿Qué harás hoy?" Preguntó Rei entrelazando una de sus manos con una de las de Radhamis.

"Tendré que hacer un reporte de lo que pasó ayer con la quimera y luego encargarme de ella. Me llevara toda la mañana." Dijo Radhamis con un animo extraño, generalmente no le gustaba hacer papeleos ni informes.

"Ahhh,. ¿Y después de eso?"

"No creo tener ningún tipo de misión por ahora."

Rei sonrió y se levantó de repente, sobre el pretil de su enorme vitral había un pequeño cofre de madera.

Rei lo tomó y regresó junto a Radhamis. Lo abrió y adentro estaba un trozo de papel amarillento por el paso del tiempo.

Abrió el pedazo de papel y sonrió estúpidamente cuando termino de leerlo y se lo dio a Rad.

Rad intrigada lo leyó en voz alta.

" Yo, Radhamis Vinsildür, acepto hoy, 5to día del tercer mes del año 117, ser esclava de Rei por un día completo el día que ella considere oportuno.

Firma

Radhamis."

Al final de la carta, escrita con la letra de Rei, estaba un garabato a modo de firma que parecía decir Radhamis.

Después de leer esto Radhamis se quedo boquiabierta.

"�¿D-de dónde salió esto!" Exclamo Radhamis sonrojada y confundida a la vez.

"Hace 3 años. ¿Recuerdas que entre tu y Häggen se comieron una caja entera de chocolates rellenos de licor de cereza en una tarde?"

"... No."

"Jejeje no me extraña estabas tan ebria que ni mantenerte en pie podías, pero como me enojé contigo por habértelos comido todos aceptaste firmar esto cambio de que te perdonara y no le dijera a tu superior que te habías emborrachado."

Radhamis no dijo nada...solo se quedó pensando en la frase "esclava por un día".

¿Qué querrá decir con eso?

Rei entonces se acerco seductivamente a Radhamis, quien se puso nerviosa y empezó a tartamudear y a hacerse para atrás. Justo antes de que Radhamis perdiera el equilibrio, Rei puso una sonrisa feliz e inocente y dijo:

"Quiero una cita."

"¿Ehh?" Fue la inteligente respuesta de Radhamis.

"Una cita. Hoy en la noche. Tu y yo en el pueblo."Dijo Rei explicándole a Radhamis.

"Pero—"

"No hay peros, tu firmaste esto, tu tienes una cita conmigo en la noche." Dijo Rei firmemente.

Rei levantó a Radhamis.

"Ahora ve y haz lo que tengas que hacer. Y asegúrate que estés libre para hoy en la noche." Dijo Rei feliz mente mientras empujaba a Radhamis en dirección a la puerta.

"!Hey! Espera." Mas se tardó Rad en decir eso que Rei en abrir la puerta y sacarla de la habitación.

Rei se despidió con una rápido beso en los labios de Rad y cerro la puerta de su habitación. Dejando a la asombrada Rad viendo a la puerta.

"Que... extraña puede ser a veces... En fin." Se encogió de hombros y caminó hacia a su habitación.

Abrió la puerta y entró para cambiarse y hacer lo que necesitaba antes de empezar el día.

Mientras tanto, Rei tras haber cerrado la puerta se recargó contra ella de espaldas y suspiró. No fue el suspiro de mujer enamorada sino el una preocupada persona que piensa como resolver un grave problema.

Caminó hasta la mesita al lado de su cama y tomó el papel donde había escrito las profecías que le habían sido mostradas.

Las anotó según el orden en que le fueron mostradas y les puso un titulo a cada una:

La bestia de las alas negras: Profecía en la cual se ve a Radhamis con la apariencia distinta, alas negras ojos de color rojo, rojo como la sangre que manchaba su espada y las finas ropas del cadáver de su abuelo que estaba bocabajo sobre la tierra, empapándose en el charco de su propia sangre.

El dragón y la sombra: El rapto de Radhamis a manos de una de las sombras y un gran dragón verde en el cual huían.

La muerte de la Bestia de Fahdiel; La última visión que tuvo. La cabeza de una frígida Radhamis yacía sobre su regazo mientras ella lloraba.

Rei suspiró nuevamente al terminar de leer el papel. El sonido de alguien tocando a la sacó a Rei de sus pensamientos.

Caminó a la puerta y la abrió, había una niña de alrededor de 12 años en la puerta cargando una charola que tenía unas cartas dirigidas a ella.

"Mensajes para usted, majestad."

"Gracias" Dijo Rei mientras tomaba las cartas y cerró la puerta una vez que la niña se fue.

Dejó las cartas por un momento sobre su cama aún sin tender y fue al baño para llenar la tina de agua caliente. La dejó llenándose y regreso a la habitación para desvestirse y ponerse una bata de baño. Tomó las cartas, entró al y se sentó en el filo de la tina, dando tiempo a que esta se llenara de agua.

Eran tres cartas. Una era de Yuuichirou , Rei le hizo una mueca de poco interés y la dejó sobre el lavabo, sin siquiera abrirla. Lo haría después de leer las otras cartas.

La segunda era del profesor Wiccan, Rei la abrió y la leyó.

Esta la citaba a las siete de la noche en la biblioteca del castillo para explicarle lo que anoche no puedo ya que se encontraba ocupada con la general Radhamis en la habitación.

Rei se sonrojó un poco, pero no estaba arrepentida en lo más mínimo, después de años de soñar y desear a Radhamis, por fin podía decir que era suya. Aún no eran oficialmente una pareja pero eso quedaría solucionado en la cita de esta noche.

Sabía que Radhamis era demasiado distraída como para darse cuenta que aún tenía que formalizar las cosas, así que sería ella misma quien las formalizaría.

Ahora, la cita con Radhamis tendría que ser a las ocho de la noche ya que debía prestarle por lo menos una hora al profesor para que le explicara que estaba pasando.

Volvió a meter la carta del profesor en su sobre y la dejo encima de la de Yuuichiro, que estaba sin abrir.

El último sobre no tenía remitente, estaba en blanco. Aún así, Rei supo de quien era la carta. La carta tenía el olor, ligero y casi imperceptible, de Radhamis.

Abrió el sobre con impaciencia, rompiéndolo en el proceso. Saco el papel doblado en cuatro, escrito con la garrafal letra de Radhamis, estaba lo siguiente:

En la reja principal a las 8.

Te quiero.

Radhamis.

Rei sonrió sonrojándose ligeramente. Abrazó la carta felizmente y se rió como una niña atolondrada. No podía esperar a ver a Radhamis esa noche, hasta el horario había resultado conveniente. De siete a ocho estaría con el profesor y de las ocho en adelante con Radhamis.

Rei se asomó a la tina, esta aún no estaba llena. Así que para matar el tiempo tomó la carta de Yuuichirou y la abrió. El sobre contenía una pequeña flor y una anota.

Saco el papel, leyó lo que te tenía escrito:

Una flor para celebrar el inicio de nuestra vida juntos, una nueva vida que comenzará pronto.

Rei alzó una ceja al terminar de leer la nota.

¿De que estaba hablando ese idiota¿Qué vida juntos? Habla como si hubiera aceptado una inexistente propuesta de matrimonio con el. – Pensó Rei.

Exasperada, Rei metió la carta y la flor de en el sobre.

Rei pensó que seguramente eran los patéticos intentos de conquistarla lo que lo llevo a escribir esa nota.

La tina se lleno de humeante agua caliente, dejó las nota de Yuuichirou junto con las demás en el lavabo. Se quito la bata y se metió en la tina, el agua estaba muy caliente y Rei tuvo que meterse al agua lentamente para acostumbrarse al incremento de temperatura. Tomo el frasco que tenía las sales de baño. Tomó un poco y las roció sobre el agua. La tina de llenó de burbujas en poco tiempo. Rei se relajó y se puso a pensar. Trato de pensar aún más en las cosas extrañas que habían pasado desde que Radhamis regreso al castillo, pero le estaba empezando a dar sueño así que de pensamientos importantes pasó a pensamientos triviales que le ayudaron a concebir el sueño.

Esta vez soñaría con algo más agradable que lo que soñó anoche. Mientras pensaba como sería la cita con Radhamis esa noche, Rei se fue quedando dormida sin darse cuenta de cómo las dos personas vestidas de túnica negra de anoche aparecían de la nada en su habitación...

Mientras tanto, Radhamis, quien ya había terminado de arreglarse salió de su habitación y del castillo, dirigiéndose desayunar para después ir a los establos, donde se había encadenado a la quimera. Necesitaba examinar su estado actual para poder presentar su reporte.

Entro en la cocina y salió por la puerta trasera la cual llevaba al área de los establos.

Habían varios sirvientes atendiendo a los caballos evacuados del establo donde esta ahora la quimera.

En la cocina, un are muy grande donde los soldados de baja categoría y demás sirvientes en el castillo comían. Häggen, aun que podía ir a desayunar junto con los soldados de más alto rango, prefería no hacerlo y comía junto con los demás soldados de menor rango. Al igual que Radhamis, no gustaba de la compañía de los demás nobles.

Siendo francos, los cadetes que se graduaban de la academia y obtenían altos rangos en el ejercito al poco tiempo de graduarse; la mayoría de las veces era por el prestigio de su familia no por tener las cualidades necesarias para el puesto. Eran contados los casos donde un plebeyo alcanzaba un buen rango al graduarse por excelencia académica.

Incluso, ya hasta se tenía por costumbre que ciertos puestos solo podían ser ocupados por cadetes nacidos en el seno de una familia prestigiosa aún cuando esto no estaba estipulado en ningún reglamento. Ella era una muy extraordinaria excepción.

Häggen le hizo señas a Rad para llamar su atención y que lo acompañara a desayunar. Radhamis tampoco comía con los demás de su rango, ni ella ni Häggen pertenecían allí.

Radhamis le sonrió y saludo a Häggen discretamente antes de ir con la cocinera a que le diera lo que los demás comían. Esta le dio un plato de viscosa y pesada avena cocida un pan duro y algo de leche en un tarro mientras la miraba confundidamente , como preguntándole "¿Usted que hace aquí?" con la mirada. Radhamis le dio las gracias sonriente sin poner atención a la insinuante mirada de la gorda y anciana cocinera.

Llevó su comida hasta donde estaban Häggen y otros soldados con los que se llevaban bien.

Häggen y los demás bromearon y comieron todo el tiempo. Radhamis casi no había tocado su comida y se había pasado todo el rato mirando por la ventana , estaba sonrojada y con una ligera sonrisa dibujada en el rostro.

Después de un rato Häggen y los demás se dieron cuenta de cómo estaba Radhamis, se callaron todos y la miraron aguantándose la risa.

"Mírenla, parece una puberta enamoradiza." Dijo uno de los soldados y los demás no pudieron más, se rieron y trajeron a Radhamis de vuelta al mundo real borrándole la sonrisa del rostro.

"¿Ehh?" Fue la inteligente respuesta de Radhamis.

"Jajajajajaja ¡Debiste ver tu cara Rad, parecías una niñita enamoradiza!" Dijo Häggen entre risas.

"Ahhhh." Fue la indignada respuesta de Radhamis quien entonces se puso a comer sin decir nada.

"Hey¿Por qué estas toda roja?" Pregunto Häggen.

Radhamis no contesto, se puso a comer rápido, ignorando el sabor rancio de la avena y la dureza del pan. Se bebió todo el tarro de leche en tres tragos para bajar la comida atorada en su garganta.

Terminó y se levantó de la mesa sin darse cuenta que tenía bigotes de leche en la boca.

Häggen y los otros dos soldados, un chico pelirrojo y una chica rubia de pelo largo y ojos verdes, obviamente se dieron cuenta pero no le dijeron nada a Radhamis.

"Debo ir a terminar mi reporte, los veo después." Dijo Radhamis y se fue huyendo por la puerta de la cocina que llevaba afuera, en dirección a los establos.

"!Apuesto que no se da cuenta de los bigotes de leche hasta después de dar su reporte!" Dijo Häggen a los otros dos.

La chica de pelo rubio, vio como Radhamis se marchaba lentamente hacia el frente de la cocina para dejar sus platos sucios, se sonrojó un poco.

Los otros dos se dieron cuenta y pusieron cara de ¿Y a esta que le pasa? Al tiempo que se volteaban a ver. La chica tomó una servilleta de la mesa y caminó rápidamente hacia Radhamis, quien estaba apenas dejando sus cosas al frente de la barra y le toco el hombro.

Volteó y vio a la chica. Ella le dio la servilleta a Radhamis y le dijo en voz baja que tenía bigotes de leche. Häggen notó a varias de las otras chicas del ejercito y una que otra mesera mirando con cierta envidia a la chica de pelo rubio.

"¿Huh?" Respondió inteligentemente Radhamis al tiempo que hacía bizco para tratar de verse los labios... sin lograrlo obviamente.

Tanto Häggen como el chico pelirrojo notaron como la chica rubia y otras de las soldados que estaban almorzando ahí sin sonrojaron y suspiraron al ver a Radhamis hacer esto. Era como si estuvieran viendo a un lindo cachorrito haciendo alguna gracia con la diferencia de que a Häggen y a los demás chicos de por ahí no les pareció lindo sino torpe.

Häggen miró al chico pelirrojo quien en vez de verse sorprendido se veía harto.

"¿Qué fue todo eso?" Pregunto Häggen refiriéndose a todas las chicas que suspiraron al ver la torpeza de Radhamis en acción. Digo, Häggen ya estaba bastante acostumbrado a las torpezas de ella pero nunca había pensado que eran algo de que sonrojarse.

"Eso... fue el "club de admiradoras de Radhamis" en pleno acto de estúpida e innecesaria adoración." Dijo el chico sarcásticamente.

Häggen se quedo frío.

"¿Desde cuando existe eso!"

"Desde hace 3 años... Ya estoy harto."

Dejando la servilleta con la leche que estaba en sus labios sobre la barra donde dejó sus trastes sucios y agradeciendo a la chica rubia, Radhamis salió por la puerta trasera de la cocina y se fue en dirección de los establos.

Caminó rápidamente, la nieve crujía bajo sus botas y su aliento se pintaba de blanco por el frío.

No tardó mucho en llegar, habían cinco construcciones de madera que podían albergar hasta 20 caballos cada uno. Estos eran los establos.

Uno de los establos estaba lleno al doble ya que uno de los establos tuvo que ser evacuados para mantener ahí a la quimera.

Radhamis se dirigió al establo sin caballos. Abrió la puerta y al fondo encontró a la quimera encadenada de las cuatro patas con gruesos grilletes de hierro.

Estaba dormida. A juzgar por lo desgastado de las cadenas se podía decir que la quimera estuvo durante mucho tiempo intentando liberarse sin mucho éxito.

Ahora se encontraba dormida por el inútil esfuerzo que hizo.

Radhamis se acerco y se puso en cuclillas frente a la quimera. No paso mucho tiempo antes que el enorme animal percibiera el olor de ella y despertara.

La quimera se veía confundida y alerta. Las dos se quedaron mirándose por varios minutos...

La quimera se aburrió de ver a Radhamis después de un rato y se echo a dormir de nuevo entre roncando y ronroneando sonoramente. Radhamis alzó una ceja en señal de confusión.

La quimera no estaba actuando como lo había hecho anoche.

No había una polifónica voz que emanara de ella, ni una emoción enferma por atacar. Ni siquiera le molestaba la presencia de Rad. !Le valía un soberano cacahuate que estuviera ahí o no!

Lo que estaba frente a Radhamis en estos momentos de ninguna forma era lo mismo que la ataco anoche.

Rad vio un palito de madera de más o menos medio metro de largo. Lo tomó y se acercó a la quimera un poco mas, esta sólo alzo su enorme cabeza con la mayor flojera del mundo para ver que hacia Radhamis, quien empezó a picar las costillas de la quimera con el palito.

Radhamis no sabia si espantarse o carcajearse cuando la quimera se echó de panza a querer atrapar el palito que le estaba haciendo cosquillas como si fuera un pequeño gatito.

Entonces ella llego a la conclusión de que este animal había sido controlado por otra u otras personas mientras la quimera mordisqueaba el palito felizmente.

Cualquiera que viera esto no podría dar crédito a lo que sus ojos veían; un enorme león halado que media como un metro setenta a la cruz y como dos metros y medio de punta de la nariz a la punta de la cola jugando con un palito como un gatito, pero Radhamis conocía este tipo de animales, eran como los perros para los humanos. Con la diferencia del tamaño, la capacidad de volar, y que solo obedecían a un Mavoriano durante toda su vida.

Radhamis sabia que las quimeras blancas como esta eran típicas de la región fría de Syriandiël, donde ella vivía y que las adultas eran más grandes que la cachorra frente a ella.

Así es, la enorme quimera que jugaba felizmente con el palito de madera era apenas una cachorra en vías de convertirse en adulta.

Estos animales eran muy útiles en la vida cotidiana de el hegemónico pueblo de Mavoria.

Tenían una utilidad desde la bélica hasta la de mascotas.

Radhamis tuvo una idea, conservaría la quimera. Le seria muy útil en el futuro y lo mejor de todo... Se libraría definitivamente de los caballos; de tener que estar rebotando sobre su lomo y que la tiraran cuando les viniera la gana.

Se acerco más a la quimera y le rascó la panza, una de las enormes patas de el animal se poso encima de la cabeza de Radhamis juguetonamente.

"¿Te diviertes?" Vino una voz familiar desde la entrada del establo.

"!Häggen¡No! estoy terminando la conclusión de reporte."

Häggen, quien había estado viendo a Radhamis jugar con la quimera desde hacia un rato, esta viendo a Rad con una mirada burlona y una sonrisita sarcástica.

"¿Qué?" Dijo Radhamis con tono exasperado cuando vio la expresión de Häggen.

"Jajajajja. No sabía que tenías un club de admiradoras."

"Un club de �¿QUE!" Los ojos de Rad se pusieron tan grandes como platos.

La sonrisita de Häggen se cayó.

"¿No sabías?" Preguntó Häggen ya sabiedo que la respuesta sería que no.

"�¡NOOOO¿Quién te dijo esa estupidez?

A Häggen le salió una gota de sudor en la frente.

"Nadie, yo lo vi."

Rad abrió y cerro la boca varias veces tratando de decir algo pero no podía pronunciar ninguna palabra.

" Deber ser alguna broma pesada con la cual se burlan de mi..." Dijo Radhamis acariciando tristemente la melena de la quimera que estaba feliz de la vida jugando con el palito de madera que ya le había quitado a Radhamis.

Häggen pensó que ella tenía algo de razón. Ella era el antónimo de la palabra "sociable" y habían varios chicos que la molestaban de chica porque no sabía bien el idioma, la atosigaban con preguntas tontas acerca de su raza y de Mavoria o simplemente la molestaban porque no tenían otra cosa que hacer. Las burlas cesaron cuando Radhamis golpeo a todos esos idiotas una vez que la hicieron enojar de verdad.

Pero ahora que lo pensaba bien, Häggen recordó que eran chicos los que la molestaban.

No todas, pero varias de las chicas eran a veces demasiado amables con ella y pues las que eran parte del club ese pues eran todas chicas.

Häggen decidió dejar ahí el tema, no quería traumar a Radhamis con eso de que ahora era el objeto de suspiros de varias otras chicas. Lo tomaría como algo poco agradable y se la pasaría huyendo de ellas.

"¿Que haces con la quimera?"

"Mmm, pues ... juego con ella."

"Así que se esta comportando como un animal normal. Tal vez sea nada mas una treta hay que mantenerla en observación."

"Lo se, por eso pediré custodia de ella."

"¿Ehh, Te vas a quedar con ella?

Radhamis sonrió y asintió con la cabeza.

"¿ Y como vas a domar a una quimera salvaje?" Pregunto Häggen.

"Muy fácil... Así." Radhamis sacó una navaja de bolsillo y se hizo un pequeño corte en el antebrazo.

"¿HEY, QUE HACES?" Häggen se asusto de ver a Radhamis cortarse a si misma.

Radhamis le ofreció su brazo a la quimera poniéndolo frente a su hocico, esta la olió,

se levantó y examinó la cortada, sangre estaba saliendo del pequeño corte que hizo.

La quimera miró a Radhamis y después ... se dio vuelta, caminó y se salió campantemente del establo. Häggen había dejado la puerta abierta y no la cerró.

"¿Que pasó?" Pregunto Häggen señalando la puerta.

Radhamis hizo pucheros y se cruzo de brazos.

"No quiere ser mi quimera..."

"¿Huh?" Dijo Häggen inteligentemente al ver a Radhamis caminar enfadadamente tras la quimera.

"¡No quiero tener que acercarme a un caballo!" Con eso Radhamis salió en busca de su futuro medio de transporte con Häggen caminando detrás de ella para no perderse de nada

Rei mientras tanto, estaba dormida en la tina llena de humeante agua caliente con sales de baño que despedían una relajante aroma.

Riel y Lafurne, se quedaron en la habitación. Lafurne vio el pedazo de papel donde la princesa había escrito sus visiones.

" (...¿No ha sido suficiente lo que le has mostrado ya? Los humanos generalmente no tienen acceso a esas visiones por que no soportan la realidad del futuro. La estas destrozando... )" Dijo Lafurne en un tono que reflejaba lastima por Rei.

Ryële entonces le respondió fríamente mientras miraba a la dormida Rei soñando feliz en la tina.

"( Ella puede ser la flor de la bestia, la sustituta en caso de que la bestia muriera en las pruebas que le esperan. Esa niña de cabello negro me interesa, es la causa de muchas de las diferencias que hay ahora con las bestias anteriores y las flores. Si resulta que ella es la flor... ¿Me pregunto que otras cosas cambiaran con respecto a los demás sacrificios?)"

"( Le seguirás mostrando visiones para ver las reacciones de esa niña... ¿Es eso lo que quieres decir?)

"( ... Si, necesito saber ...ciertas cosas.)"

Ryële no explicó que quiso decir con ciertas cosas y entró en el baño, era la primera vez que Lafurne la escuchaba hablar así... Talvez la influencia de esa niña es tan trascendente que incluso está cambiando a Ryële, quien había supervisado a las bestias y flores anteriores desde el asesinato de la diosa a manos de su pequeña hermana...

Lafurne entro al baño tras Ryële quien ya estaba hincada sobre una sola rodilla frente a la tina.

La temperatura en el baño bajó drásticamente , al punto en que la respiración de Rei se pintaba de blanco. Rei cayó en el mismo sopor que la noche anterior, Ryële puso su mano sobre la frente de la princesa. Era una mano de mujer joven, pero antinaturalmente pálidas y frías.

Rei empezó a soñar la visión que Ryële quería que viera...

Rei estaba nuevamente caminando en el bosque nevado del sueño de la noche anterior, lo supo porque reconoció el cielo despejado lleno de estrellas rojizas.

Sin pensarlo mucho y con frío, Rei caminó por el bosque sin un rumbo. En su camino aleatorio se encontró con varios hombres tirado en el suelo sobre un charco de su propia sangre manchando la blanca nieve. El color de la piel era extraño, era negruzca y contaba con abundante vello. Tenían los ojos rojos y estaban vestidos rudimentariamente con pieles de animales , usaban los cráneos de animales como caribúes o alces como cascos. Eran grandes, de estaturas que llegaban a los dos metros, y músculos. Seguramente de lentos movimientos por la corpulencia de sus cuerpos.

Siguiendo un especie de camino marcado por cadáveres de este tipo de gente extraña que Rei jamás había visto, encontró a un joven hombre halado.

Sus alas eran como las de un dragón, eran de color café al igual que su pelo. Tenía los ojos rojos y una correosa musculatura, no muy voluptuosa pero si muy marcada.

Usaba una armadura parecida al del jefe de la aldea solo que mucho mas sencilla y sin adornos o capa. Estaba armado con una lanza de acero de elaborado diseño la cual estaba manchada de sangre y apuntando a la garganta otro hombre. Un hombre de apariencia idéntica a la de los cadáveres que Rei había visto en el suelo.

Ese hombre de alas café se parecía mucho a la Radhamis que conocía y al mismo tiempo se parecía mucho su sádica versión de la visión de la muerte de su abuelo.

Alas, ojos rojos y frías y crueles expresiones en los rostros hacían de ese hombre y esa versión de Radhamis muy parecidos.

El color, textura del pelo y porte con el que se movían , hacinad de ese hombre también muy parecido a la torpe Radhamis que Rei conoce.

Un certero pique de la lanza de aquel hombre halado contra la garganta de su extraño enemigo le propina a este una muerte horrible. El hombre negruzco se desploma y cae al

suelo asfixiándose con su propia sangre que le invade la boca y tubo respiratorio. La sangre se infiltra hasta llegar a sus pulmones incrementando la sensación de asfixia.

Al transcurrir los segundos, los intentos de aquel hombre en el suelo por respirar se hicieron menos y menos frecuentes. El joven halado tomo su lanza y la cavó en el pecho de el agonizante hombre negruzco. Acabando con la miseria de este.

Rei mira a su alrededor. Hay otros hombre y mujeres halados, de expresiones crueles y rojos ojos en la lejanía. Apenas son visibles debido a la distancia que les separa y a la pobre luz que da la rojiza luna del cielo.

Rei camina cuidadosamente hasta estar frente a este hombre, este no la ve. Al igual que en el otro sueño nadie podía verla.

"Esa mujer de negro, debo estar en otra de sus—"

El sonido de alguien soplando un cuerno se escucha en la lejanía interrumpiendo sus pensamientos en voz alta.

El sonido del cuerno se escucha tres veces y aquel hombre frente a ella suspira aliviado.

Cierra sus rojos ojos, su expresión se relaja y ... extrañamente las alas que crecen de la parte superior de su espalda parecen estarse fusionando con el resto de su espalda.

Las alas se pliegan y se fusionan en la piel de la espalda de este hombre. Las alas desaparecen y él abre los ojos. Estos habían cambiado de rojos a verdes... la misma extraña tonalidad de ojos que Radhamis tenía.

Lo que Rei ahora tenia frente a ella no era más un hombre de apariencia demoníaca, sino un hombre de apariencia normal. Rei miró con más detalle a este hombre. Realmente era parecido a Radhamis. Tenía los mismos ojos verdes y el mismo color de pelo, hasta la textura de este era la misma. Era de pelo corto , este estaba despeinado y un poco crecido. Era músculo, alto, y tenía la misma mirada melancólica y perdida que generalmente tiene Radhamis. Usaba pantalones hechos con la piel de algún animal y botas hechas con el mismo material. Ambas eran de color negro. Tenía una especia de soporte de metal amarrado en la espalda para sostener su lanza. Tenía el pecho desnudo y cubierto de heridas tanto viejas como recientes, notó una especia de marca de nacimiento con la forma de una dragón entre todas las cicatrices. Era igual que la que Radhamis tenía.

La única diferencia era, además del sexo, la finura de las facciones faciales. Las de él eran duras y toscas cuando las de Radhamis eran finas y elegantes, como las de la mujer pelirroja que había visto dar a luz en su sueño anterior. "

La madre de la bestia" Pensó Rei mientras recordaba el sueño

¿Podría ser que el hombre frente a ella fuese ... El padre de la bestia¿El padre de Radhamis?

La expresión que tenía este hombre en el rostro era de ansiedad y urgencia.

Éste comenzó a correr en dirección a una montaña.

"La montaña con la cueva en su base." Recordó Rei al darse cuenta de adonde se dirigía el hombre. Ella entonces corrió tras el hombre. Le fue muy difícil seguirle el rastro pues él corría mucho mas rápido que ella.

Rei ignoro el dolor en sus piernas por el esfuerzo de no perder de vista a ese hombre. Ella no recordaba haber corrido con tanta fuerza o velocidad en toda su vida, pero tenia que saberlo. Tenía que saber a que se refería la mujer de la túnica negra con eso de ser digna de Radhamis. Necesitaba saberlo y talvez el seguir a ese hombre la acercaría a la respuesta.

Después de un largo tiempo corriendo tras el hombre, una agotada Rei llegó a la entrada de la cueva. Ella se quedó en la entrada recuperando el aliento mientras el hombre de ojos verdes bajaba las escaleras hasta él área donde estaban todos.

Rei podía escuchar el vitoreo de la gente que estaba abajo. Bajo las escaleras rápidamente, ya que el hombre ya le llevaba una ventaja considerable.

Cuando el hombre entro al lugar donde estaba llevándose acabo el nacimiento vio a Ryële sosteniendo a una recién nacida sobre su cabeza en modo de victoria.

Él se quedó contemplando a la niña con la mayor de las alegrías, eso le dio tiempo a Rei de alcanzarlo. Llegó jadeando al lado de este hombre.

Rei lo miró , estaba feliz viendo a la niña en los brazos de aquella mujer. Pero entonces la voz de la vieja partera que estaba con la pelirroja mujer anunció algo que acabó con la felicidad de todos.

"!Hemorragia!Traigan más telas y agua¡Sylfaen no deja de sangrar!" Algunas de las otras mujeres ancianas presentes se acercaron a la partera para ayudar.

Rei vio como de golpe la sonrisa de felicidad de aquel hombre se desvaneció por completo.

"!Sylfaën!" Gritó el hombre llamando la atención de todos, quienes habían caído en el silencio después de escuchar a la partera. Este hombre de ojos verdes corrió tratando de alcanzar el altar donde estaba la mujer pelirroja.

Varios de los hombres que estaban en la multitud corrieron hacía este joven impidiéndole el paso tomándolo de los brazos o de donde pudieran para detenerlo.

De alguna forma logró golpear a estos hombres dejándolos inconscientes. Corrió en dirección al altar. La gente de la multitud le abrió paso. Nadie se atrevió a detenerlo.

Ryële le entregó la niña a al hombre de pelo canoso y armadura negra que la acompaño y se interpuso en el camino entre ese hombre y el altar donde estaba Sylfaen inconsciente y entonces alzó la mano.

"Iva andram Pared de luz." Una extraña barrera se creo frente a Ryële. Él aspecto de esta barrera era como la de ver la luz reflejada en la superficie del agua.

El joven siguió corriendo pero cuando hizo contacto con la barrera esta lo rechazó y lo lanzó hacia tras. Él cayo de espaldas sobre la roca del suelo y Ryële salió de la barrera de luz, la cual se ondeo al momento de su salida.

Caminó hasta estar frente al joven quien se levanto hasta quedar de rodillas en el suelo frente a ella.

"No deberías estar aquí , Reskares." Dijo Ryële tranquilamente, poniendo una mano sobre el desaliñado pelo de él.

" Mi esposa esta dando a luz, mi señora ...¿Cómo no podría estar aquí?" Dijo Reskares en un tono lastimero y derrotado.

"Quédate aquí." Fue lo que Ryële dijo antes de emitir una luz blanca que envolvió a Reskares y lo dejó inmóvil completamente. A partir de ahora solo podría observar lo que pasara frente a él.

Rei se quedó mirando a Reskares, así que él era el padre de Radhamis, pero como no iba a serlo si eran tan parecidos.

La anciana partera corrió hacia Ryële tan pronto como entro en la barrera. Le dijo algo en voz baja.

Ryële asintió con la cabeza a lo que ella dijo y la anciana corrió de nuevo al altar donde estaba Sylfaen. Intercambió algunas palabras con ella.

Parecía que había vuelto en sí.

La barrera entonces desapareció y la anciana partera se dirigió hacia el inmóvil Reskares.

Rei se quedó al lado de el padre de Radhamis esperando a que la partera llegara.

Una vez que llegó se hincó frente a Reskares y con una voz sería le dijo:

"Es... Es increíble que Sylfaen ha recuperado la conciencia."

"¿Entonces ella está bien?" Preguntó Reskares ingenuamente.

"Reskares... Al salir la niña los tejidos internos del abdomen de Sylfaen se rompieron. No podemos detener la hemorragia, la cantidad se sangre que ha salido ya es demasiada. Es casi un milagro que este conciente ahora..."

Ni Reskares ni Rei pudieron decir algo. Los ojos de él se llenaron de lagrimas.

"No se cuanto tiempo le reste... y me ha pedido que hables con ella..."

Reskares trago saliva, tratando de deshacer el nudo en su garganta . Trataba de no llorar mirando evasivamente a varios lados rápidamente excepto a la partera. Después de un rato miró al suelo y hablo con la voz quebrada.

"A-Acaso...¿Es esta la ultima vez que hablare con mi esposa?" Fue lo único que se le ocurrió preguntar.

El silencio de la partera fue la respuesta.

"Trata de no alterarla... solo así nuestra señora te dejara verla."

Reskares asintió con la cabeza.

La tenue luz que lo envolvía se desvaneció y este se puso en pie y caminó hacia el altar.

Una vez frente a el las ancianas se hicieran a un lado dejando ver a una pálida mujer acostada en un frío altar de piedra.

El delgado vestido blanco que usaba estaba cubierto en sangre a partir de al área abdominal, la sangre también había manchado la piedra donde estaba acostada.

Sylfaen tenía el rostro recargado sobre su hombro izquierdo, su mirada se fijo en Reskares. Ella trato de sonreírle.

Lagrimas inundaron los ojos de Rei, la situación era casi igual... La forma en que aquella mujer moriría era la misma en la que su madre lo había hecho. La misma agonía que la había consumido en ese entonces regresó al mirar a aquella moribunda mujer que le sonreía tan débilmente a Reskares quien ahora estaba hincado a su lado haciendo todo lo posible por que su agonía no se reflejara en su rostro mientras le tomaba la mano. Trato de sonreírle pero las comisuras de su falsa sonrisa que temblaban, las lagrimas acumuladas en sus ojos y su quebrada voz hicieron que ese intento fallara miserablemente.

La agonía de ese hombre, era algo que Rei conocía perfectamente. Aquella, era una tristeza que paraliza y carcome por dentro. El tiempo parece congelarse al igual que el alma de uno.

Rei no se atrevió a acercarse. Sólo miró desde lejos, con lagrimas en los ojos, como ellos se hablaban.

Por un lado Rei creyó que ambos tenían surte de al menos verse una ultima vez, ella no tuvo ese privilegio. Nadie nunca la dejó despedirse de su madre mientras agonizaba.

Las lagrimas de Rei no dejaron de fluir ni tampoco la amarga tristeza que la consumía...Mientras veía a aquellos dos no podía evita imaginarse que seguramente su madre había muerto de la misma manera en la que esta mujer lo hacia ahora...

Una de las parteras llevo a la pequeña Radhamis, La bestia a los brazos de su padre y la mostró a su esposa, a quien que se le escaparon las lagrimas de los ojos al verla.

Sylfaën se empezaba a ver cada vez más pálida y sus ojos empezaban a nublarse poco a poco. Su cuerpo empezaba a ponerse rígido y sus palabras eran mas susurradas y espaciadas la una entre la otra...

Reskares estaba empezando a ceder ante la agonía de verla desvanecerse. Reskares estrecho a la pequeña en sus brazos como si tratara de obtener algún tipo de consuelo al hacerlo.

Sylfaën habló una vez mas antes que Reskares empezara a hacerlo, llorando completamente desconsolado mientras lo hacía.

Reskares no dejó de hablarle aún cuando los ojos de Sylfaën se nublaron completamente ...No dejó de hablarle cuando su cuerpo se relajó totalmente para después volverse rígido.

...No dejó de hablarle aún cuando parecía que ella había dejado de escucharle desde hacía tiempo...

Con la ultima palabra que salió de los labios de Reskares, el ultimo respiro escapo también de los labios de Sylfaën.

"Sylfaën..." Fue lo único que pronunció Reskares al ver el cadáver de la mujer a la hasta la mañana de ese día había amanecido feliz a su lado.

Reskares lloro amargamente, abrazando a la pequeña Radhamis, quien al escuchar el llanto del padre también comenzó a llorar.

El hombre de negra armadura y pelo canoso se acerco a Reskares y paternalmente puso su pesada mano en el hombro de él.

Reskares se levantó con la niña en brazos.

" Su funeral será honroso, Sylfaën intercambió su vida por la de la bestia y al hacerlo ha salvado la vida de todos nosotros." Dijo el hombre de negra armadura.

Rei se secó las lagrimas de la cara, por fin el sentimiento que la había invadido antes la dejó

Reskares se secó las lagrimas con una mano sosteniendo a la niña con un solo brazo. Miro al hombre canoso y le dijo tratando de verse digno aún cuando más lagrimas salían de sus ojos.

"Gracias papá... necesito estar solo... con mi hija."

Diciendo eso Reskares salió de la cueva, la niña en sus brazos. La multitud de gente le abrió paso mirándolo a el y a la niña salir. Al momento que Reskares paso al lado de Rei , ella vio a la pequeña Radhamis y pudo notar que sus pequeñas manos ...estaban cubiertas de sangre.

Ryële entonces se le acercó al padre de Reskares quien parecía estar muy alterado al igual que toda la gente reunida en la cueva. Ryële se le acercó y le dijo.

"No te acongojes ahora, es muy tarde para arrepentirte y además hace 40 años que sabías que esto pasaría. No ha ocurrido nada que no supiera que ocurriría."

El padre de Reskares miró al suelo y suspiro. Llamó a dos hombres que estaban cerca y los envió a vigilar a Reskares para asegurarse que no fuera a hacer algo estúpido con la bestia.

Rei no puso mucha atención a lo que pasó después de ver la sangre en las manos de la pequeña Radhamis...

Fue en ese entonces cuando , al igual que la vez pasada, todo alrededor de Rei se detuvo y se oscureció. Rei de la nada sintió la ahora familiar presencia de aquella mujer de negro detrás suyo. Así que decidió apresurarse a hacer sus preguntas antes de que ella le creara más.

Rei dio la vuelta encontrándose con ...¿Radhamis envuelta en una túnica negra?... No, el cabello era demasiado claro, los ojos grises y la piel aún más pálida que la de Radhamis.

Era la mujer de túnica negra tal como la había visto en el sueño de anoche, con la cara descubierta.

"Por qué...¿Por qué había sangre en las manos de la pequeña Radhamis?"

Hubo un silencio incomodo entre las dos antes que Ryële contestara.

"Las manos de la bestia han estado cubiertas de sangre desde el día de su nacimiento."

Ryële no mostró expresión alguna en su pálido rostro, éste se mantuvo completamente inexpresivo mientras pronunciaba aquellas palabras tan injustas a los oídos de Rei.

"Pero no es sangre que Radhamis haya derramado intencionalmente... Acababa de nacer, como pedí ella tener la culpa de la muerte de su madre. La muerte de Sylfaën fue una consecuencia a las complicaciones del parto."

Dijo Rei defendiendo la inocencia de la pequeña Radhamis ante tan injusta acusación.

Por un momento Re creyó ver a Ryële sonreír aprobatoriamente, talvez fue sólo su imaginación , pero si lo hizo fue tan solo un instante ya que su rostro seguía igual de inexpresivo.

Ryële cerró lo ojos, parecía como si se estuviera preparando para decir algo que le resultaba difícil decir.

"La culpabilidad de la bestia va, en muchos actos, mucho más allá de tu comprensión. Es culpable de mas actos de los que tu crees... La sangre que le mancha las manos no es solo la de aquella mujer que le dio a luz sino la de muchos otros antes que ella... y aún ahí más que mancharan aquellas manos con sus muertes mientras Radhamis viva. La sangre es el precio que hay que pagar para la existencia de ella y la supervivencia de aquellos creados por Fahdiel."

Un enunciado hizo eco en la mente de Rei:

Aún ahí más que mancharan aquellas manos con sus muertes...

La visión de la muerte de su abuelo a manos de Radhamis se le vino a la mente casi instantáneamente mientras trataba de entender a que se refería Ryële con esas palabras.

La mirada de Rei sobre Ryële se volvió alarmada, Ryële asintió con la cabeza al ver la reacción de ella como si pudiera saber en que estaba pensando.

"...Y él no será el único." Después de decir esto Ryële se dio la vuelta para irse dando por terminada la platica.

"¡Espera¡Aún tengo cosas que preguntarte!"

Ryële volteo la cabeza sobre su hombro.

"Las pruebas para que decida si eres digna de Radhamis o no, empezaran pronto. Ninguna de las otras flores me ha interesado como tú. Te estaré observando de cerca.

Necesito saber si tú podrás ...salvarla de mí."

"!Espera!"

"Dile al anciano erudito... que su plan puede que no funcione..."

Con eso, Ryële se desvaneció en la oscuridad tal y como lo había hecho la vez anterior

dejando a Rei sola en la oscuridad...

Las ultimas palabras que dijo Ryële llenaron a Rei de angustia. La angustia fue tal que ella despertó de golpe aspirando aire para llenar sus pulmones.

Se encontraba dentro de la tina en su baño ... Tenía frío , al agua de la tina estaba helada.

Ella salió de la tina de inmediato.

En cuanto salió miró por la ventana el sol se estaba poniendo. ¿Cuánto tiempo había estado dormida?

Después de varios segundos Rei ya no le dio importancia al hecho del tiempo. Se secó el cuerpo y se acercó al guardarropa. Se puso un vestido bonito pero modesto.

Iría con Radhamis al pueblo y no quería llamar mucho la atención de la gente pero si quería verse bien para ella.

Este era rojo entallado en la cintura con un escote no muy revelador. Era la primera cita y no quería que Radhamis se sintiera amenazada como la noche anterior. Quería que estuviera tranquila y relajada.

La platica con Ryële había dejado algo agitada a Rei acerca de Radhamis, pero decidió no pensar en ello, al menos esta noche. No dejaría que ello arruinara la cita ni si nueva relación con Radhamis la cual había deseado por años.

Ya vestida Rei tomó una gabardina negra y ya vestida salió de su habitación. No tenía nada de hambre. ¿Quién la tendría después de tener esos sueños?

Rei decidió que saldría a caminar un momento antes de ir a la biblioteca a ver al profesor para poderse ir con Rad.

La caminata le ayudaría a despejar su mente , tenía muchas cosas en la cabeza y si no organizaba sus pensamientos estos la molestaran toda la noche.

Caminó por el pasillo y bajo por las escaleras mientras pensaba en que beneficio obtendría esa mujer tan parecida a Radhamis al mostrarle en nacimiento de la bestia.

Algo grande peludo y blanco que estaba echado frente a la chimenea encendida del recibidor llamó su atención. Acabó de bajar las escaleras y se acerco a la cosa peluda.

Esa cosa bostezo, revelando unas enormes fauces llenas de afilados dientes.

Rei reconoció a la bola de pelos como la quimera de la noche anterior, habría gritado de no ser que vio a Radhamis profundamente dormida encima del lomo de ella, como si fueran un niño pequeño y su perro que se quedaron dormidos después de jugar mucho tiempo. Así que , Rei , en vez de gritar se quedo con la boca abierta.

En eso salió Häggen de la cocina con dos tarros llenos de chocolate caliente en las manos.

"Hola Rei¿ Donde habías estado?"

Rei miró a Häggen, ella tenía un tic nervioso en la ceja izquierda y seguía con la boca abierta, y señaló a Radhamis encima de la quimera.

Häggen miró a Rad y a la quimera y solo se rió.

"Jajaja."

"¿Qué es tan gracioso?" Pregunto Rei indignada.

"Bueno, pasaron muchas cosas hoy." Dijo Häggen felizmente.

Rei hizo una mueca de confusión.

"Esta bien, te contare lo que pasó."

Häggen le contó A Rei del "club de fans" de Radhamis y noto que Rei se puso un poquito celosa por como frunció el ceño inconscientemente mientras le contaba de la chica que le dio la servilleta a Radhamis.

Luego le contó como, mientras Radhamis intentaba domar a la quimera al mantenerse en su lomo, esta la tiraba varias veces en el gallinero. De donde Radhamis salía con plumas y granos de maíz en el pelo y la ropa.

Rei se imagino como se vería Radhamis así y no pudo evitar reírse.

Luego ,Häggen siguió con su relato. Le contó a Rei como La quimera estrelló a Radhamis contra la pared, el piso, la dejó caer en el granero, en el chiquero, de nuevo en el gallinero y por ultimo dentro del lago.

" Y cuando cayó en el lago un enorme pez la confundió con algo de comer y la persiguió por el lago, una vez que logró salir le lanzo piedras al pez que brincaba de agua. Una piedra rebotó en el pez y le pego a Radhamis en la frente. Jajajajaja."

Häggen doblado de la risa en el suelo mientras Rei miraba a Radhamis dormir sobre la quimera, ahora que lo notaba, aún habían plumas y granos entre su cabello.

Rei se sentó al lado de Rad y la puso sobre su regazo cuidando de no despertarla. Le quitó de una en una las plumas y granos del pelo mientras escuchaba a Häggen contar el resto de la historia.

"Después que la quimera se cansó se jugar con Radhamis , después de cuatro horas de azotarla con todo, aceptó ser compañera de ella. Yo creo que Rad la divirtió tanto que la quimera finalmente la aceptó, porque así nunca pasaría un momento aburrido a su lado. Jajajaja yo debo admitir que nunca me aburro con Radhamis."

Rei se rió un poco , tenía que aceptarlo, Rad tenía muy mala suerte y la mayoría de las cosas que le pasan son bastante graciosas.

Häggen le ofreció a Rei uno de los tarros con chocolate que tenia en las manos.

"Era para Rad, pero como se quedo dormida ahora se queda sin chocolate."

Rei tomó el tarro y bebió de este. El chocolate le supo realmente bien, pero pues con hambre todo le sabe bien a uno y ella no había comido en todo el día.

Después que ella diera el primer trago , el aroma del chocolate les llegó a Radhamis y a la quimera Y las dos levantaron la cabeza al instante . Ambas con caras de sueño y los ojos medio cerrados.

Como por acto reflejo Radhamis el levantarse pronunció la palabra:

"Chocolate..."

Vio el tarro en las manos de Häggen y se la quitó dando las gracias. Era como un zombi con una necesidad fisiológica por el chocolate.

"He-Hey...Eso—" Dijo Häggen tratando de detener a Radhamis , quien con una sonrisa de satisfacción se bebió todo el contenido de la taza.

"...Era mío."

Radhamis suspiró felizmente después de tomar chocolate. Ya vacía, le devolvió el tarro a Häggen, quien no sabía si reírse de los bigotes que se le hicieron a ella con la espuma del chocolate o llorar porque su tarro estaba vacío.

Rei se rió delicadamente de los bigotes de Radhamis.

"Hey." Exclamó Radhamis feliz de ver a Rei, ya que por increíble que parezca no la había visto aún cuando estaba a su lado.

"Radhamis, límpiate la boca. Te vez ridícula con bigotes de leche."

Dijo Häggen, amargado por la ausencia de contenido en su tarro.

"¿Huh?" fue la inteligente respuesta por parte de Radhamis, quien no se había dado cuenta de la espuma en su labio superior.

"¿Tengo bigotes de leche de nuevo?" Le pregunto Rad inocentemente a Rei quien la miraba con ojos de borreguito enamorado mientras le asentía con la cabeza, Rei mágicamente olvidaba todos sus problemas cuando estaba con Radhamis.

"Ohh." Radhamis dijo antes de llevarse la mano a los labios para limpiarlos.

"Se ve ridícula con esos bigotes¿Verdad Rei?"

Häggen estaba un poco celoso de que las torpezas de Radhamis muchas veces fueran catalogadas como actos tiernos.

Häggen fue ignorado olímpicamente por Rei, quien le tomo la mano a Radhamis antes que pudiera limpiarse.

" Yo te los quito." Rei abrazó a Rad después de dejar su taza por ahí.

Se abalanza sobre ella y le besa los labios succionando el labio superior Häggen las dejó solas y se fue a la cocina preguntándose como podía Radhamis ser tan torpe y que la quisieran por eso.

Justo en eso entró Minako buscando algo de comer

Pues si funciona con Radhamis también debería funcionar conmigo¿No? Pensó Häggen inocentemente.

Se sirvió chocolate en una taza y camino hasta donde estaba Minako , viendo que se le antojaba del platón de frutas.

Häggen le toco el hombro y ella volteo para ver como Häggen se tomaba un tarro completo de chocolate en tres tragos dejándole unos enormes bigotes de espuma. Le alzó las cejas y le sonrió insinuante mente a Minako quien le miró despectivamente alzando una ceja antes de darle un buen golpe en la cabeza que le dejó un chichón del tamaño de una naranja.

Minako salió corriendo de la cocina con una manzana y se fue antes que Häggen pudiera levantarse.

"...No es justo." Dijo Häggen cuando se fue a su habitación sobandose la cabeza.

Rei y Radhamis se quedaron frente a la chimenea acostadas sobre la quimera dormida.

Ella estaba abrazando a Rei mientras la besaba y ella lo hacia también, después de todo no se habían visto desde temprano en la mañana.

Nadie decía nada, el único sonido era el respirar de la quimera y el crujir de la madera quemándose en la chimenea.

El reloj de péndulo del recibidor marcó las siete y comenzó a sonar. Haciendo que Rei detuviera los besos de Radhamis para decirle al oído que tenía que irse.

"Pero si no te he visto en todo el día..."

"Lo se, pero nos iremos en una hora. Yo tengo que ir con el profesor ."

Radhamis abrazo fuerte la cintura de Rei y no la dejó irse.

"¿Por qué no te quedas conmigo y vamos con el profesor cuando regresemos?"

Rei le sonrió .

"Porque quedé de ir con él hoy a esta hora. "

Radhamis suspiró derrotada y soltó a Rei, quien le dio un beso e la frente y se levantó.

"¿Entonces te veré frente a la reja principal como acordamos?"

Radhamis levantó diciendo eso. Le dio unas palmaditas a su quimera en la espalda y esta también se levantó modorramente.

Rei asintió con la cabeza y le pregunto algo, tomándola de las manos.

"¿Te quedas a dormir conmigo esta noche también?

Rad sonrió y asintió con la cabeza. Rei le soltó las manos y se despidieron.

Radhamis, antes de subir las escaleras le dio un ultimo beso en los labios a Rei, dejándola con el estomago lleno de mariposas y las piernas ligeramente temblorosas.

Después de eso, subió las escaleras y se dirigió a su habitación seguida de su soñolienta quimera.

Rei se quedo inmóvil unos momentos, suspiró sintiéndose realmente feliz de que Radhamis estuviera con ella ahora. Después de unos instantes Rei caminó hacia la puerta principal del primer piso y se dirigió a la biblioteca, donde estaría el profesor esperándola.

Mientras caminaba hacia la biblioteca trató de organizar sus pensamientos y sus preguntas a hacer. En estos momentos eran tantas las cosas que necesitaba saber que no podía ni organizar sus ideas.

En uno de los bolsillos de su gabardina puso aquel papel donde anoto todo acerca de sus revelaciones.

Llegó a la puerta, son tener mucho éxito en si organización de ideas. Tocó un par de veces... pero nadie le contestó esta solo se abrió un poco puesto que la puerta no estaba cerrada y el golpeteo la empujó un poco.

Rei entró en la biblioteca cerrando la puerta tras ella. Todo estaba oscuro, el sol ya se había puesto. La única fuente de luz era una pequeña vela que despedía una luz muy tenía y casi imperceptible.

El lugar estaba frío, tan frío que su aliento se congelaba al hacer contacto con el aire externo.

"¿Profesor?" Rei llamó al profesor , pero no hubo respuesta. Algo cerca de la vela llamó su atención. Era la respiración de alguien, se podía ver el aire exhalado pintado de blanco generarse para después disiparse.

Rei se acercó a la vela y vio al profesor Wiccan de pié a unos dos metros de ella.

Estaba mirando al aparente vacío, tenía la expresión de un hombre aterrado, su respiración era irregular y rápida y el color de su piel era enfermizamente blanco.

Su cuerpo estaba rígido y había sudor en su frente. Rei, asustada le tomó del hombro y le sacudió mientras pronunciaba su nombre.

No hubo respuesta. Su mirada seguí fija y aterrorizada al vació aparente vacío frente al él.

Rei siguió sacudiendo al profesor. Tan absorbida estaba en lograr una respuesta del anciano que nunca se dio cuenta de la presencia de un hombre joven envuelto en una larga túnica negra a quien el profesor veía tan aterrado.

Este tenía el rostro descubierto, su cabello era largo y verdoso, sus orejas eran largas y puntiagudas y ojos rojos que miraban penetrantemente al anciano. Su expresión era seria y severa. Unos segundos después él desapareció entre las sombras como si de ellas estuviera compuesto. Hasta el momento en que ese hombre desapareció Wiccan pudo calmarse lo suficiente como para regresar en si.

Rei sacudió de nuevo al anciano, este alarmadamente volteó y se encontró a Rei a su lado tomándolo con fuerza del brazo.

"Q-que hace aquí?" Preguntó alarmado.

" ¿A que se refiere con eso? Usted me mando llamar y para colmo lo encuentro catatónico en la oscuridad. ¿Que len pasa?" La preocupación de Rei se dejaba oír en su voz.

Wiccan , nervioso, miró la mesa tras él. Habían varios instrumentos para experimentación con magia regados sobre ella.

"Estaba haciendo un experimento, pero parece ser que hice mal los cálculos y el experimento falló creando un vació de energía que apagó todos los candelabros. me dejó aturdido y creo el frío que se siente aquí."

Wiccan mintió hábilmente, tranquilizando a Rei en le proceso. Ella suspiró y se cruzó de brazos.

"... Debería tener mas cuidado. No siempre puede saber uno lo que le pasara en n futuro si no tiene cuidado." Dijo Rei preocupada, las palabras que dijo ella le hicieron eco en la mente al anciano.

Ni si quiera teniendo cuidado sabe uno que es lo que le espera en un futuro... Pensó Wiccan seriamente mientras pensaba en aquel joven envuelto en negro que acaba de visitarle.

"...Lafurne..." El anciano hablo en voz alta mientras pensaba.

"¿Que dijo?" Preguntó Rei sacando al asustado anciano de sus pensamientos.

El frío de la habitación comenzó a disminuir gradualmente y la luz regreso a los candiles iridiscentes y las velas de las mesas comenzaron a arder poco a poco al igual que el fuego de la chimenea. Era como si el calor, la luz y las flamas hubieran sido ahogados y muertos por la presencia de aquel joven, ahora que no estaba, parecía que estas revivían...

Sintiéndose mejor con la presencia de luz , el anciano le sonrió a Rei.

"No es nada de lo cual usted deba preocuparse."

Rei abrió la boca para hacer otra pregunta al respecto de lo que había hecho pero Wiccan cambió el tema abruptamente.

"Veo.. que esta noche usted y Radhamis están... menos ocupadas." Dijo el profesor insinuantemente mientras se acomodaba los anteojos y miraba al suelo.

Rei inmediatamente se sonrojó y también miró al suelo intento decir algo pero lo único que salía de su boca eran balbuceos.

" Me preguntaba cuando sería el día en el que las vería así."

La mandíbula de Rei llegó al piso, no se esperaba un comentario de ese tipo. Es más, ni si quiera sabía como era que el profesor sabía de su enamoramiento con Radhamis. Ella jamás le había dicho nada.

"Si no me equivoco, desde los trece o catorce años habían querido tener la relación que tienen ahora pero por una circunstancia o la otra jamás pudieron hacerlo."

"¿Como supo eso? Yo nunca le dije nada a usted. !Solo Minako y Serena sabían!... ¡Seguro Serena se lo dijo!... !Mataré a Serena en cuanto la vea!" Rei, con un gran vena saltada en la frente, se llevó el puño frente a su rostro amenazantemente.

El ver la expresión sonrojada y furiosa de Rei le causo gracia al anciano quien se rió confianzudamente.

"Jojojojo .El corazón de una jovencita, para un anciano como yo, es como una caja de cristal ."

Wiccan había logrado mantener la atención de Rei en otra cosa, ya se había relajado y estaba sonrojada mirando al suelo. Se había creído la historia del experimento fallido.

"Y eso aplica también para las jovencitas de Mavoria ..." Wiccan empezó a dirigir la conversación gradualmente hacia Radhamis.

"¿A que se refiere con eso? "

"Es gracioso como usted nunca se dio cuenta del tipo de afecto especial que le guardaba la pequeña Radhamis."

"Yo nunca le interese de la misma forma en la que a mi me interesa, hasta ahora." Dijo Rei bajando el puño y relajando la expresión.

El profesor forjó una paternal sonrisa.

"Si mal no recuerdo, ella fue la única que la buscó hasta encontrarla cuando huyo el día de la desaparición del infante Yuuki."

"Bueno si ,pero..."

Wiccan miró por la ventana en dirección a la luna, estaba guiando a Rei hacia donde quería llegar sin mucha dificultad...pero ahora que lo pensaba; la dificultad radicaba, no en el guiarla a hablar, sino a acceder a el matrimonio arreglado.

"Talvez si , pero es muy indirecta y fría su forma de mostrarlo entonces .Pero ahora no importa, Radhamis está conmigo y me ama."

Rei continuó felizmente.

El profesor siguió pensando... Por alguna extraña razón, en algún lugar recóndito de su mente, él sabía que el plan no iba a funcionar... tenía el presentimiento de que todo acabaría en una tragedia ... y por alguna otra razón cuando pensaba en esa posible tragedia, el nombre de Radhamis le llegaba a la mente.

Radhamis... Esa pequeña niña siempre había sido un gran misterio para él...Siempre tuvo la impresión de que ella era algo más que un sacrificio ... estaba en sus ojos y en el olor de su cuerpo...

"Rei ¿Alguna vez has imaginado como sería ...ser un niño pequeño al cual se le separa de sus padres apenas cumplen tres años para dejarlo solo en la tundra al norte de Syriandiël, para ver si es capaz de sobrevivir?...¿Cómo sería ver todos los días , a tan temprana edad, ver los cadáveres carcomidos por animales y semicongelados de los demás niños abandonados allí... ver como los adultos los recogen, los apilan formando grandes cerros y les prenden fuego? ... Crecer y sobrevivir con tan solo un arma y lo que pudieras conseguir de comer con ella hasta cumplir los seis, cuando son llevados a campos militarizados donde se les convierte en soldados hasta los doce.

Si logras sobrevivir a todo eso entonces se te permite tener un apellido el cual no es igual al de tus padres...¿Cómo sería que después de otros tres años de acabar el entrenamiento, cuando se les permite a los padres y a los hijos verse, tu estés es un país lejano con gente que no te acepta y recibes una carta... la cual te informa que tu madre murió dando a luz, que tu padre esta vivo pero se rehúsa a verte hasta que regreses?

Cómo será haber soportado todos esos años de sobrevivir a la tundra y al campo militarizado, para enterarte a tus escasos ocho años...que los dioses te han elegido para morir en un sacrificio que salvará a Gahiel.

Que si te niegas a aquel sacrificio o mueres antes de que se lleve acabo mataran a la persona de la cual te enamoraras en algún futuro.

¿Como se sentirá estar acorralado de esa forma¿Qué será ver pasar los días, los meses...los años sabiendo que cada segundo que pasa es un paso firme hacía una muerte incierta?"

Wiccan miró Rei, estaba pálida, con el corazón estrujado, sin capacidad de hablar y mirando al suelo.

"Los pequeños de Mavoria corren en las tundras vestidos con las pieles de los animales que cazan, no saben hablar bien y forman grupos. Como si de animales salvajes se tratara. Los cuerpos de los niños que mueren de hambre o no soportan el duro entrenamiento no se les da un entierro propio... Es por esas y otras razones que al clan de Fahdiel se le considera un clan de salvajes."

Rei muchas veces antes se había preguntado como habrá sido la vida de Radhamis en Mavoria, sabía que debió de haber sido una vida difícil, pero jamás se imagino que sería algo como eso.

El hecho de que Radhamis estuviese viva en estos momentos era de hecho una hazaña asombrosa.

"El nombre Radhamis es un nombre arcaico...significa "bestia" en el lenguaje antiguo. Ese lenguaje era el usado por la gente y los semidioses hace 25000 años."

"Cuando se creó Gahiel..."

"Así es... Nadie se llama así ahora. Y lo únicos que hablan un versión deformada del arcaico son los Mavorianos. Cada vez que la bestia viene a Gahiel, la semidiosa Ryële se aparece en sueños a los familiares, diciendo que deberán llamar a la niña con ese nombre.

Radhamis... ella tiene una relación con los dioses mucho más profunda de lo que nosotros podríamos comprender, Rei. Su existencia esta entrelazada con el cruel y oscuro destino de los dioses. Ella no es alguien normal y no podemos pretender que lo es.

Rei intentó decir algo, pero el profesor no le dio oportunidad.

"Los brazaletes que me diste ya los analicé y me han confirmado lo que te digo de Radhamis.

El brazalete que usaron para controlar a la bestia es un instrumento mágico de la era de la primera guerra. La guerra que fue la causa de la creación del clan de Fahdiel. Este tipo de brazaletes eran usados por los soldados del continente de los elfos. Se los ponían al enemigo y los usaban como mejor conviniese. Cuando la guerra terminó todos los brazaletes fueron destruidos por los Mavorianos."

"Entonces uno logró sobrevivir..." Dijo Rei pensativamente.

"Eso pensé al principio... sin embargo..." El profesor le dio el brazalete a Rei, el cual estaba en uno de sus bolsillos.

Rei lo tomó y lo examinó. A simple vista se veía como un brazalete nuevo y corriente pero cuando se miraba con mas atención se podían apreciar pequeñas grietas y oxido . Examinó la parte interior y pudo ver letras de un extraño lenguaje grabadas profundamente en él.

"Está sellado. Ese sello lo hizo la misma diosa Fahdiel para evitar su uso. Ninguna criatura de Fahdiel o Myriël podrían hacerlo funcionar, ni siquiera los semidioses ...A menos que..."

Rei esperó por la conclusión, pero nunca espero que la respuesta fuera lo que escuchó.

"A menos que quien controlara a la quimera ... fuese un ser con el mismo poder que Fahdiel..."

La princesa recordó haber hablado con la quimera, mas bien, con quien controlaba a la quimera... Recordó sus palabras...

La bestia de Fahdiel es solo un muerto en vida esperando resucitar cada día...

Recordó entonces el sueño del nacimiento de Radhamis.

Como aquella bebé sin rostro había nacido muerta y permaneció así hasta que La mujer de negro derramó ese gas licuado e iridiscente.

Dos cosas aparentemente sin relación estaban encajando perfectamente...

Rei, poco a poco estaba dándose cuenta de lo que quería decir el anciano. Radhamis no sólo era la niña extranjera de la cual se había enamorado. Era, alguien que tenía demasiados secretos, secretos que al parecer apuntaban hacia los dioses... Su existencia estaba entrelazada al cruel y oscuro destino de los dioses...

Pero...

Rei también estaba experimentando cosas extrañas. Visiones inducidas, visitas de una mujer envuelta en negro y con una apariencia desconcertantemente parecida a la de Radhamis.

La magnitud de las cosas que empezaban a pasar a su alrededor y al de Radhamis era aplastante...

Pero definitivamente Rei estaba teniendo un papel en todo esto. Aquella joven mujer de negro se lo dijo: Necesito saber si tú podrás ...salvarla de mí.

¿Será que ella también forma parte de los planes de los dioses igual que Radhamis?

Rei sacó el papel donde anotó lo que ha soñado y visto hasta ahora y se lo dio al anciano.

Él lo tomó y lo leyó...

Una vez que terminó, intentó decir algo... pero no pudo. No había voz que saliera de entre sus labios...

"En los últimos días he recibido visitas de una mujer joven. Las primeras veces se mostró ante mí completamente cubierta por una túnica negra que le llegaba hasta los pies la cual tenía una capucha que le cubría la cabeza y hacía una sombra que no me dejaba verle el rostro en ningún momento. En cada visita me obliga a atener visiones ya sea despierta o en sueños. El día de ayer mientras dormía tuve un sueño..."

Wiccan sólo palidecía más y mas mientras escuchaba lo que Rei le decía. Llegó un momento en que tuvo que sentarse ya sus piernas ya no le daban soporte.

"En ese sueño estuve en Mavoria... el día en que Radhamis nació. Esa mujer estaba ahí en el sueño, traía una pendiente igual al que Radhamis tiene de recuerdo de su madre solo que ese estaba llenó de un vapor azul."

El profesor empezó a sudar frío... La jaula de almas. Pensó el profesor.

"Ahí seguí a esa mujer y a un hombre alto de armadura negra hasta un cueva donde había una mujer pelirroja, de facciones finas y exactamente iguales a las de Radhamis, dando a luz sobre un altar de piedra. Una vez que el bebe salió este estaba muerto y no tenía rostro, su cuerpo estaba rígido, su cuello arqueado hacia atrás. No fue hasta que la mujer derramó el gas que se había licuado dentro del pendiente sobre el bebe cuando a este se le formó el rostro y dio el primer respiro...

Todos en la cueva vitorearon mientras esa mujer alzaba a la pequeña Radhamis sobre su cabeza, y fue en ese momento cuando la capucha que le cubría la cabeza se le cayó y pude ver su rostro."

"!No me digas como es!"

Rei miró asustada al anciano quien parecía estar mucho más asustado que ella.

"La apariencia de su rostro es solo para ti, eso no es algo que yo deba saber... Ahora.. sigue" Dijo en anciano con voz quebrada.

Rei, sin entender las reacciones del anciano siguió contándole.

"Después de verle el rostro todo se oscureció y no fue hasta la mañana de hoy que me mostró el resto... el padre de Radhamis llegó y la madre de ella murió.

Después de eso, él se llevó a la niña y todo se volvió oscuro.

Aquella mujer entonces apareció de entre las sombras. No tenía la capucha puesta, tal y como la vi en el sueño...Su rostro era casi idéntico al de Radhamis. Me habló y me dijo que estaba a prueba, que necesitaba saber si yo sería capaz de salvar a Radhamis de ella...

¿A que podrá referirse con eso?... Yo no lo entiendo."

Rei esperaba una respuesta por parte del anciano erudito... la cual nunca llegó. Él desde hacia unos momentos ya había dejado de poner atención a lo que decía.

¿qué es lo que querrá la señora Ryële con ella? Qué podría necesitar, un ser como Ryële, de un humano cualquiera como Rei... Yo tampoco lo entiendo... !A menos que..

Ella pudo notar como con cada segundo, Wiccan, con lo que pasaba por su cabeza, palidecía y temblaba más y más.

... ¿Será que ya se ha escogido a Rei como la flor de la bestia?... No, la misma señora dijo que la estaba probando... Pero si resulta que si es la flor entonces nos estaremos entorpeciendo la labor que los dioses tienen para ella... Podrán matarnos al rey y a mi... No, podríamos causar la destrucción total del reino al provocar la ira de los dragones... Si Rei es la flor de la bestia y llega a morir , no habrá heredero al trono.

Si Rei no es la flor de la bestia aun la señora Ryële tiene planes para ella, planes que le atañen a ella y a Radhamis... Si la casamos según el plan también podríamos cursar la ira de la señora y los demás...Si llevamos acabo el plan puede que de cualquier forma Feagris sea maldecida por los dioses como reino de traidores y la destruyan... Moriríamos todos en Feagris... Pero si Rei sobrevive de alguna forma ... ella podría reconstruir a Feagris...

Wiccan estaba muy concentrado pensando en todas las posibles consecuencias de llevar acabo el plan... ninguna de las posibles parecía favorable ahora...Entonces Rei le habló una vez más

""Hay algo más ,esa mujer antes de irse en mi sueño me dio un mensaje para usted..."

"Esto llamó la atención de él.

"" Dijo que lo usted planeaba junto con otras personas, probablemente no funcionaría, pero que si sí funciona, provocaran la ira de los dragones..."¿De que está hablando esa mu"

Wiccan se levanto de golpe de la silla, y tomo a Rei con fuerza del brazo no dejándola terminar de hablar. Había pánico en los ojos del anciano, aun en el fuerte agarre que tenía para su edad, Rei podía sentir como él temblaba.

""�!Q-que hace¡Que es lo que pasa!"

Wiccan acerco su rostro al de ella y con tonó firme y bajo le habló, sin soltarle el brazo.ya tenía mas o menos un plan para sacar a Rei de Feagris y estropear el plan. Era preferible un guerra con el Reino de Yuuichirou que una masacre por parte de los dioses.

""!No hay tiempo de explicarte. Escucha, debes irte de Feagris esta noche!"

""�¿Qué!"

" Tu y Radhamis viajaran tres días al este hasta llegar al Reino Luna , una vez ahí ve al monasterio del Dragón de la fertilidad que se encuentra que esta a 2 días más al norte del Reino Luna, ahí pedirás asilo a las sacerdotisas y te quedarás ahí hasta que yo te diga que es seguro salir. Por ningún motivo puedes dejar que alguien te reconozca o que sepa a donde vas. Tampoco deberás salir del monasterio. ¿Entendiste?"

Rei no dijo ni una sola palabra.

"¿Porqué debo irme!"

Wiccan ya desesperado vociferó:

""!Porque si no te vas Feagris será maldecida por los dioses y será quemada hasta las cenizas y no quedara nada de ella ni de nadie que viviera aquí!"

Rei empezó a palidecer también.

""!Ahora quédate aquí!"

Rei vio como Wiccan se acercó a la puerta la abrió y mandó llamar a una sirvienta que se encontraba limpiando el pasillo a varios metros de distancia.

Con tono severo y autoritario le ordenó a la sirvienta preparar raciones de comida para tres días para 2 personas , 2 largas gabardinas negras con capucha y 2 caballos.

Cuando la sirvienta pregunto el porque de las extrañas ordenes este se limito a decir que si hacía preguntas y le decía a alguien más lo que estaba haciendo haría que la encerraran en el calabozo. Que si alguien preguntaba que hacia que se limitara a decir que es un encargo de la princesa y que en veinte minutos debía estar todo listo y esperando en los establos.

La sirvienta, no queriendo hacer enfadar al anciano corrió a hacer los encargos y entonces Wiccan le dirigió a palabra nuevamente a Rei.

"" En exactamente 20 minutos saldrás de aquí e iras a los establos donde te estará esperando la sirvienta con lo que le he pedido. Ahí te pondrás la gabardina y cubrirás tu cabeza con la capucha y esperaras a que lleguemos Radhamis y yo. Iré a buscar a Radhamis. No salgas hasta después de los veinte minutos."

Rei se quedó parada mirando como el anciano salía de la biblioteca tratando de caminar casualmente para no llamar la atención de la demás gente.

Ella decidió también actuar casualmente. Tomó un libro y pretendió estar sentada leyéndolo, en caso de que alguien más entrara en la biblioteca.

Wiccan caminó sin realmente saber donde podría estar Radhamis así que decidió ir en busca de Häggen quien no era muy difícil de encontrar, generalmente estaba en la cocina o en el área de entrenamiento.

Decidió buscar en la cocina donde lo encontró solo bebiendo chocolate.

"Häggen ¿Haz visto a Radhamis?" Wiccan intentó hablar casual pero su voz aun estaba muy temblorosa.

"Se fue a su habitación... ya lleva ahí un buen rato. Supongo que ha de estar dormida. hoy tuvo un día difícil..."

" Y se Irán poniendo peor... Pensó Wiccan con tristeza.

"Gracias Häggen.." Wiccan ya estaba saliendo por la puerta cuando Häggen le hizo un pregunta.

""¿Pasa algo?"

Wiccan se asustó por un momento. Häggen era torpe pero sin duda tambien era perceptivo, así que se apresuró a mentir.

"No es nada, Häggen." Diciendo eso Wiccan se dirigió hacia la habitación de Radhamis sin darse cuenta de la mirada esceptica que tenía Häggen cualdo él se fue.

Wiccan subió las escaleras , llegó al segundo piso y caminó por el pasillo hasta llegar a la puerta de la habitación de Radhamis. Mientras ponía la mano en el pomo de la puerta notó un extraño olor a sangre emanando de la habitación de Radhamis . Tambien pudo percibir unos casi inaudibles gritos ahogados de dolor.

Wiccan abrió la puerta y se encontró a Radhamis de rodillas en el suelo abrazándose a ella misma. Habían dos protuberancias picudas en su espalda que estaban rasgando la piel y la camisa. Los iris de los ojos de ella ya no eran verdes sino rojos y lo blanco se había vuelto negro.

Su expresión se había vuelto cruel pero al mimo tiempo reflejaba el dolor que sentía en la espalda y en todo el cuerpo.

Reflejándose en los gritos ahogados de dolor, la voz de Radhamis de momento a momento cambiaba de ser la voz de una mujer por la del grave y gutural rugido de un dragón.

Wiccan notó que la quimera que ahora era de Radhamis estaba mirando con atención sentada en la cama. No se veía con miedo, era como si estuviera acostumbrada a ver lo que le ocurría a Radhamis.

Él sabía ahora se daba cuenta de que era cuestión de días hasta que Radhamis alanzara la madurez. Los brotes de metamorfosis se hacían más intensos y largos , dentro de poco llegarán a su clímax.

Wiccan esperó en la entrada de la habitación hasta que el brote se fuera desvaneciendo. Al cabo de varios minutos el brote se desvaneció y las protuberancias en la espalda de Radhamis desaparecieron dejando solo las rasgaduras ensangrentadas de piel y tela y a una Radhamis exhausta que se quedo en el suela tratando de recuperar el aliento.

Hasta ese entonces Fue cuando Wiccan entro en la habitación cerrando la puerta detrás de él . Ayudó a Radhamis a ponerse en pie.

Radhamis le preguntó entre profundas inhalaciones a Wiccan cuanto tiempo llevaba ahí.

Él le dijo que no se preocupara que en unos cuantos días todo esto pasaría. Fue al baño y le trajo un vaso con agua a la cual le echo una gotas de un liquido negro que él llevaba en un frasquito en su bolsillo.

"Que es.. eso?"

"Es un tónico revitalizarte, a mi edad uno se cansa mucho y para seguir con mi ritmo de trabajo uso esto. " Dijo Wiccan dándole el vaso.

Radhamis lo bebió rápidamente y se sintió un poco mejor casi al instante.

"¿Crees poder montar?"

Radhamis miró confundida a Wiccan.

" Si creo que sí ¿Porqué?"

Wiccan empezó a hablar en voz baja pero con un sentimiento de urgencia.

""Debes llevarte a Rei el Monasterio del Reino luna. cuanto antes..."

"¿Le paso algo a Rei?"

"No, pero sin duda algo le pasara si no te la llevas esta noche ,Radhamis."

Radhamis asintió con la cabeza y se puso de pie, estaba exhausta y realmente no sabía si podría cabalgar toda la noche, pero si era por Rei ella estaba más que lista para partir en ese mismo momento.

"Bien, solo cámbiate la camisa y no vamos a los establo. Todo está listo."

Radhamis tomó otra camisa de su armario y entro en el baño para cambiarse y lavarse la sangre de su espalda.

Después de unos minutos Radhamis salió del baño y los dos salieron caminando casualmente de la habitación.

Mientras tanto en los establos estaba la sirvienta con un muchacho encargado de los establos quien estaba ensillando a dos caballos . Dos caballos enormes de patas peludas, se trataba de dos percherones de color negro. Caballos grande y resistentes que aguataran un viaje de 5 días sin muchas necesidades ni descanso..

La sirvienta estaba metiendo las raciones de comida en las bolsas de las sillas de los caballos cuando alguien de semblante arrogante se les acercó a los dos siervos.

"Miren, lo que me he encontrado. Un par de siervos hurtando comida y dos buenos caballos. ¿A donde pensaban huir?"

Los dos siervos al momento que vieron a aquella persona se inclinaron en señal de respeto:

"No estamos hurtando príncipe Yuuichirou , estamos cumpliendo un encargo del señor Wiccan y la princesa."

"¿Les encargaron preparar un viaje a caballo para dos personas?"

"Así es un viaje de dos persona tres días hacia el este." Completó el muchacho ganándose un codazo departe de la otra sirvienta.

Yuuichirou supo de inmediato de que se trataba todo...

Pero no le preocupaba , él estaría preparado.

"Bien, entonces no les quitare más su tiempo." Diciendo eso Yuuichirou se dirigió al castillo con una sonrisa de satisfacción en el rostro.

Minutos después llegó Rei, caminando lentamente.

La sirvienta entonces se apresuró a vestirla con la gabardina negra y la ayudo a subir al caballo que ya estaba ensillado.

Rei esperó a Radhamis con ansias y nerviosismo. Espero por varios minutos que se le hicieron eternos hasta que llegaron por fin Radhamis y Wiccan.

Rei se bajó del caballo y abrazó a Radhamis.

De alguna forma tenía que liberar la tensión dentro de si misma y esa era la mejor manera que ella tenía.

Radhamis abrazó a Rei y después se separó para vestirse con la gabardina negra y subirse a su caballo.

Rei subió al caballo tambien.

Wiccan, una vez que las dos estuvieron montadas y listas para partir, les dio instrucciones de como debería ser el viaje. Les dijo que él enviaría un mensaje al monasterio y que avisaría d su llegada a La Reina ,

" Ese Reino es tierra neutra allí no podría entrar Yuuichirou con su ejercito sin arriesgarse a hacer guerra con otros reinos aliados de ellos.

El monasterio es tierra del Dragón de la fertilidad. Las personas de negro que rondan el castillo no podrán entrar ahí.

Ahí estarás a salvo Rei."

Wiccan miró a Radhamis, realmente estaba exhausta, a apenas podía mantenerse sobre el caballo pero sin embargo ahí estaba lista y dispuesta para llevarse a Rei lo antes posible de un supuesto peligro.

Wiccan le entregó su espada a Radhamis, quien amarró el cinturón haciendo que la espada quedara en su espalda ya que así seria mas practico desenvainarla estando en el caballo.

"Espero que no tengas que usarla... pero es necesario ir preparada."

Radhamis asintió con la cabeza

"Asegúrate de que llegue bien al monasterio... antes de regresar aquí."

Rei acerco su caballo hasta donde estaban Wiccan y Radhamis.

"¿Porqué debe regresar¿No sería mejor que se quedara conmigo en el monasterio? Después de todo esas personas de túnica también están tras Radhamis."

Radhamis no dijo nada, ella sabía perfectamente porqué debía regresar a Feagris, y solo miró al suelo .

Hubo unos momentos de silencio incómodo hasta que Wiccan habló.

"La razón por la cual esas personas están aquí es por Radhamis, ella debe volver aquí y cuando llegue el momento debe empezar su viaje."

Rei miró a Radhamis, esperando que dijera algo, que dijera que no le importaba y que se quedaría con ella, pero no dijo nada. Sólo se quedó con la cabeza gacha sin decir nada.

Wiccan le dio un mapa a Radhamis.

" Una vez que lleguen al pueblo de Feagris tomen el camino del este que va por las montañas. Casi nadie viaja por ahí."

Radhamis tomó el mapa y lo escondió entre su ropa. Wiccan mando irse a los siervos y entonces guió a Rei y Radhamis hasta un portón que solo usaba la servidumbre para entrar y salir del castillo.

Wiccan abrió el portón y las dos salieron del castillo.

Radhamis cruzó por la puerta primero y al momento que lo hizo Wiccan le pidió que cuidara bien de Rei y que no dejara que nada le pasara.

"No necesita pedírmelo..." Fue la respuesta de Radhamis, quien entonces salió por el portón y espero a que Rei se despidiera del anciano.

Rei después de unos minutos salió y se reunió con ella que estaba varios metros más adelante esperando.

Wiccan cerró la puerta nervioso, pero con la gran esperanza de arreglar todo. Caminó hacia el castillo con paso apresurado sin darse cuanta que era observado por dos personas envueltas en túnicas negras desde la copa de un árbol cercano al portón.

" Amada, tank tanya naa n' aul llie neh an...Estúpido, arreglar esto ya no está en tus manos..." Dijo Lafurne despectivamente mientras observaba a Wiccan caminar.

"Leha ro mern nae tank sina. Pero por lo menos intenta remediar su error." Contestó Ryële tambien mirando al anciano.

"Ta naa n' horme. Ta na muat nae darn mani mart iire ron utu mormhaor hosse to Yuuichirou. Bien, no importa. Me interesa mas ver que pasara con ellas dos. Vamos si ellas pueden arreglar el error de esos tres estúpidos.

Diciendo esto , los dos desaparecieron del lugar.

Rei y Radhamis siguieron el camino cuesta abajo que les llevaría al pueblo de Feagris. Una al lado de a otra.

Radhamis no había dicho nada desde que habían empezado el viaje y Rei se sentía incómoda y angustiada por tener que salir así de castillo sin mayor explicación y para colmo Radhamis no daba indicios de querer quedarse con ella en el monasterio. Se sentía mal y tenia ganas de llorar.

"Una vez que lleguemos al monasterio ¿ Qué harás Radhamis?"

Radhamis frunció el ceño. La razón por la cual no había hablado en todo ese tiempo era para evitar justamente ese tema. Pero parecía ser que no había forma de evitarlo ni de salir airosa con una mentira.

"No lo sé Rei..."

Rei se estaba desesperando. No estaba del mejor humor como para soportar las evasivas respuestas de ella.

" Y SI NO LO SABES QUEIEN VA A SABERLO ENTONCES ¿ HÄGGEN! Rei explotó y le girito mordazmente a Radhamis.

Ella detuvo su caballo y la miró dolidamente por uno segundos, haciendo sentir culpable a Rei al instante. Radhamis volteó y siguió sin responderle ni decir nada.

"L-lo siento, yo" Rei intentó disculparse.

Radhamis se detuvo de nuevo, dándole tiempo a Rei de alcanzarla ya que iba varios metros más adelante.

Rei llegó al lado de Radhamis e intentó disculparse otra vez, pero ella empezó a hablar antes.

"Yo...si quisiera poder quedarme en el monasterio contigo, pero... No puedo hacerlo."

"¿Por qué no?"

"La única razón por la que existo es ser un sacrificio... Si no hago lo que debo hacer estaría sentenciando a todos a muerte bajo las creaciones de Myriël. No puedo simplemente negar todo y huir de mi responsabilidad..."

Radhamis no miro a Rei en ningún momento, su mirada permaneció fija en el cielo y su expresión dolida y melancólica.

Rei tomó una de las manos de Radhamis entre las suyas.

"Lo siento. No debí reprocharte"

"Esta bien, se que estás alterada porque por mi culpa tienes que salir del castillo e ir a un monasterio."

Radhamis intento soltar el agarre que tenía sobre las manos de Rei pero ella sujeto la mano de Rad con más fuerza.

"Lo que me altera... no es eso, es que me quedare en el monasterio no sabiendo si volveré a verte otra vez." La tensión de Rei fue demasiada y unas cuantas lagrimas salieron de sus ojos.

Radhamis le limpió las lagrimas de la cara con la manga de su gabardina.

"Siento que tengas que pasar por este tipo de angustias por mi culpa."

Rei no dijo nada, no podía. Ahorra estaba llorando cubriéndose la cara con las manos.

Radhamis bajó de su caballo y ató sus riendas en la silla del caballo de Rei, al cual Radhamis se monto para quedar detrás de ella. Rei no vio nada de esto, solo sintió el calor y el cuerpo de alguien sobre su espalda y como

un par de brazos le rodeaban la cintura y la abrazaban con firmeza haciendo que el cuerpo de ella estuviera más junto del otro .

Rei quitó las manos de su rostro y vio a Radhamis detrás suyo , con la cabeza recargada en su hombro y los brazos abrazándola fuertemente.

Cuando Radhamis notó que las manos de Rei estaban libres , entrelazo sus manos con las de ella.

"Si te hace sentir mejor, me quedare contigo en el monasterio... hasta el día en que tenga que partir."

Radhamis esta dispuesta a todo, incluso desobedecer un mandato del jefe del clan, que era nunca dejar Feagris, con tal de no ver así a Rei.

Ella tomó las riendas del caballo y siguió avanzando hacía el pueblo.

"No es justo...No quiero que te vayas..." Murmuró Rei mientras se dejaba abrazar por ella.

Radhamis hizo de cuenta que no escuchó eso ,de todas formas ¿Qué podía decirle?

"Cuando lleguemos al pueblo, compremos algo de comer. Muero de hambre"

Dijo Radhamis tratando de alegrar el ambiente, pero falló miserablemente.

Siguieron el camino y después de una media hora llegaron al pueblo.

Había mucha gente en las calles, depuse de todo el pueblo era también un puerto y como es de esperarse hay mucha actividad a lo largo de todo el día hasta las altas horas de la noche.

Pasaron a caballo por las anchas calles llenas de puestos de frutas, ropa y demás cosas, las cuales estaban llenas de gente que entorpecía el paso.

Las casas eran de madera y adobe con techos rústicos de paja, las calles empedradas y desgastadas por el paso del tiempo. Habían varios pequeños letreros anunciando que tipo de tienda era tal edificio.

Llegaron el centro del pueblo, que era una plaza en la cual había un fuete muy grande.

Regados por la plaza habían vendedores de comida y ese tipo de cosas, que hacían muy buen negocio con las parejas que estaban allí.

A Rad ya le dolía el trasero de estar sentada en el caballo.

"¿Quieres descansar un rato?" Preguntó ella, nuevamente en un tono amable y algo alegre con esperanzas de hacer sentir mejor a Rei que había estado muy callada todo lo que iba del viaje.

Rei asintió con la cabeza. Realmente se veía desanimada. Pues generalmente estando ene l pueblo, la obligaría a visitar cada tienda.

De no haber sido por Wiccan, la cita de esa noche así habría sido...

Radhamis suspiro algo desanimada. Le habría gustado más una Rei feliz que la obligara a probarse diferentes cosas junto con ella a una Rei deprimida.

Se bajo del caballo y gallardamente ayudó a Rei a bajar del mismo.

Amarró las riendas de los caballos a un poste.

"¿Qué quieres comer?" Preguntó Radhamis.

Rei no tenía nada de hambre, no estaba de humor como para eso, pero al ver como Radhamis se esforzaba por alegrarla decidió pedirle algo dulce con una mansa sonrisa que no dejaba de ser del todo melancólica.

Rad se tranquilizó un poco al ver a Rei sonreírle y pedirle algo.

Rei se sentó en una de las bancas que estaban cerca de la fuente y le dijo que la esperaría allí mientras Radhamis iba a comprar algo a alguno de los vendedores de por allí.

Mientras esperaba en la banca, Rei miró los alrededores del pueblo. Jamás había estado allí de noche todo era romántico y hermoso. Habría sido la cita perfecta con Radhamis de no ser porque ahora debía huir sin una razón clara. Había bastante gente toda dedicada a sus asuntos... ella miró a cada persona y pensó con tristeza lo afortunadas que eran esas personas, que tenían a su lado a esa persona especial y que no tendrían que despedirse de ellas eventualmente en contra de su voluntad... la mayoría parecían estar felices y despreocupadas. Observando a la gente mas de cerca, notó a varios hombres de apariencia burda y curtida que la miraban desde lugares semi-escondidos y se hacían señas entre ellos mientras sus miradas iban de Radhamis hacia ella.

Rei los miró extrañada .

Entonces llegó Radhamis regresó sonriente con dos pastelillos de arroz rellenos de cerezas, estaba haciendo todo lo posible por olvidar todas las presiones y porque Rei las olvidara también.

Le dio el pastelillo a Rei quien lo tomó y apenas le dio un mordisco. Volteó a ver a Radhamis y notó que ya iba a la mitad del pastel. No comía de forme asquerosa, sino de forma normal y educada pero lo hacía rápidamente y en grandes cantidades.

Miró a Radhamis por un rato más, ella estaba demasiado ocupada devorando el pastelillo que ni siquiera se dio cuenta. Se preguntó a si misma como podía verse tan feliz y despreocupada en esos momentos. Wiccan ya le había contado a grandes rasgos como es la vida en Mavoria, y ella la tenía peor ya que la única razón de su existencia es ser un sacrificio.

Rei, trato de ponerse en el lugar de ella y se dio cuenta de que de ninguna manera podría sobrellevarlo con la misma aparente calma y despreocupación.

Radhamis devoro el pastel y Rei decidió preguntarle algo ahora que ella había terminado de comer... pero Radhamis sacó otro pastelillo de sus bolsillos y empezó a comer de nuevo.

Rei se rió mansamente al ver eso y a la vez se asombraba de la actitud que tenía Radhamis ante muchas cosas...

Rei miró al cielo y se quitó la capucha de la cabeza, se arrimo a Radhamis y apoyo su cabeza en el hombro de ella.

"Radhamis...¿Me amas?"

Radhamis casi se atraganta con el pastel. Sabía que Rei haría lo que fuera porque ella se quedara a su lado, se sentía feliz por ello, se sentía amada. Algo que nunca antes había experimentado, pero ella debía hacer lo que tenía que hacer... precisamente por que amaba a Rei, no desde el día que uso el listón rosado, sino desde hacía uno cuantos años atrás sólo que jamás lo demostró y trataba de negarlo.

Dejó el pastelillo a un lado, ya no tenía hambre.

Dio un profundo respiro seguido de un suspiro y abrazó a Rei de la cintura.

" Desde que salí de Mavoria, se me dijo la razón de mi existencia y lo que tendría que hacer en unos cuantos años. Desde ese día no he hecho más que tratar de olvidar esa responsabilidad, de no pensar en ella y tratar de vivir como los demás lo harían. Pero no importaba cuanto hiciera por tratar de no pensar en ello. Todo me lo recuerda, los amaneceres, las noches, ver como pasan las horas... Mientras más trate de querer vivir normalmente mas recordaba lo que debía hacer y más me aterraba... Decidí entonces dejar de huir a mi deber y alejarme de todo intacto con la demás gente. De esa forma mi muerte pasaría desapercibida... Nadie lloraría por mí y yo no lloraría por nadie.

Así planee vivir hasta el día en que muriera... pero hubieron dos personas que no me dejaron vivir así. El primero fue Häggen..."

Radhamis abrazó con mas fuerza la cintura de Rei.

"Y poco después fuiste tú... El estar contigo o haciendo tonterías con él me hacía feliz y me di cuenta de que si no cumplía con el sacrificio entonces se destruiría el mundo en el que ustedes son felices y donde fui feliz con ustedes... Así que, la razón por la que acepto el sacrificio es porque , talvez suene estúpido.. pero lo hago por Häggen y mas que nadie: por ti. ..

Talvez no pueda permanecer fisicame por siempre, pero mi muerte permitirá que tu y las demás personas que tienen una cierta importancia para mí sigan aquí...

Preguntaste si te amaba... Mi respuesta es que estoy dispuesta a dar mi vida con tal de que la tuya siga y puedas seguir viviendo feliz..."

Después de decir eso Radhamis tomó de nuevo el pastelillo y siguió comiendo, tratando de mantenerse ocupada durante los instantes de silencio incómodo que siguieron.

Rei no esperaba ese tipo de respuesta... Para ser sincera ella lo que esperaba era otra respuesta evasiva que no dijera mucho. Como esas que acostumbra dar cuando la respuesta es muy personal o difícil de explicar. Aunque las palabras de Radhamis no fueron exacta y precisamente "Si ,te amo" , Rei había comprendido lo que Radhamis había querido decirle al darle la razón por la cual estaba decidida a continuar con su razón de existir.

La respuesta, era tan sencilla que no sabía por que no la había comprendido la actitud de Radhamis antes...

Esa sencilla respuesta era que Radhamis la amaba tanto que estaba dispuesta a dar su vida con tal que ella siguiera existiendo... No solo le dijo un inexpresivo te amo sino que le dio a entender la magnitud de sus sentimientos por ella y lo que estos la impulsaban a hacer...

Rei, se sintió tan feliz de escuchar algo así de ella... Ahora entendía que le estaba hablando el profesor Wiccan cuando le hablo de la forma distinta en que Radhamis demuestra lo que siente.

Se sentía realmente feliz pero al mismo tiempo aumentó su tristeza, el hecho de que Radhamis se iría no había cambiado... al parecer no cambiaría debido a los sentimientos de ella.

Rei entonces se preguntó algo que hacía eco en la profundidad de su mente.

Ella me ama lo suficiente como para morir por mí... ¿ La amo yo tambien de la misma manera¿ La amo lo suficiente para morir en su lugar?... Ella si me ama lo suficiente para hacer eso... ¿La amo de esa misma forma yo también? Pensó Rei detenidamente.

No obtuvo respuesta a ello, realmente no sabía si estaba dispuesta a hacer algo de esa magnitud. No era cualquier cosa lo que se estaba preguntando a sí misma...

Rei se dio cuenta que entonces este viaje le aclararía muchas, muchas cosas.

Rei tomó de nuevo el pastelillo que había dejado a medio comer y siguió comiendo sin realmente tener hambre. Notó como Radhamis empezó a voltear de un lado a otro. Radhamis se había dado cuenta de los hombres que estaban viéndolas.

Radhamis frunció el seño y miró a uno de ellos fijamente, le sonrió arrogante mente y abrazó a Rei, quien se sonrojó y no pudo evitar reírse.

"¿Que haces?" Preguntó Rei riéndose un poco.

"Jejejeje, Nada. Sólo les doy celos a unos idiotas que nos están mirando."

En cuanto Radhamis dejo eso algo le cayó en cuenta pues frunció el ceño y se levantó.

"Creo que es mejor que nos vayamos de una vez, Rei."

Ella asintió con la cabeza y tomo del brazo a Radhamis. A ella también le pareció extraño ver como esos hombres las miraban y parecían moverse de lugar, siguiéndolas a distancia cuando estas se fueron en sus caballos hacía la salida este del pueblo.

Trataron de perderse entre la multitud, pero esos hombres con calma y a su paso las fueron siguiendo.

Legaron a la salida del pueblo y galopando, cada una sobre su caballo llegaron a un ancho camino poco alumbrado, Radhamis empezó a cabalgar por aquel camino primero, seguida de una desconfiada Rei a quien no le inspiraba confianza ir por ese camino cuando las estaban siguiendo...

Radhamis, empuñando la espada que le había dado el anciano , avanzó por aquel camino y al voltear sobre su hombro vio como un grupo de siete hombres que habían estado entre la multitud, con antorchas y espadas desenvainadas las seguían con una paso calmado.

Rei se acercó a Radhamis y estas siguieron avanzando con rapidez hacia el frente dejando a los confiados hombres atrás...

De entre las sombras del camino, otro grupo más de numeroso de hombres que emboscaron las emboscaron.

Radhamis inmediatamente se bajó del caballo y desenvainó la espada de Wiccan, una espada larga que se usaba con las dos manos. Imposibilitado al usuario de usar un escudo u otra cosa por lo pesada que era esta espada.

Pronto los dos grupos de hombres las alcanzaron y las rodearon, Rei no se quedaría sin hacer nada así que puso sus brazos en posición y preparó un Maskan Elendi.

Dos hombres se lanzaron a atacar a Radhamis pero ella los hizo retroceder al romper sus espadas con un golpe de la suya, mas pesada y resistente.

Entonces de entre aquellos hombres Apareció una mujer envuelta de negro. Rei la reconoció inmediatamente, pero le pareció extraño que se apareciera frente a ella y que no sintiera el mismo tipo de miedo

o pesadumbre. También pensó que era extraño que se apareciera ante ella sin descubrirse el rostro, pero seguramente era porque estaba materializándose frente a un grupo de más personas.

Los hombres se hicieron a un lado y ella se puso frente a Radhamis desenvainando una espada corriente.

"Radhamis, es hora de que empiece tu viaje. Llévense devuelta a Feagris a esa niña" Dijo esa mujer al señalar primero a Radhamis y después a Rei .

Tres hombres la sujetaron por la espalda y Rei quedó inmovilizada.

Radhamis se lanzó a tratar de herir a aquella mujer con su larga espada pero al momento de que esta tocara el cuerpo de ella, esta desapareció frente a sus ojos sólo para aparecer detrás de suyo Sosteniendo la empuñadura sobre su nuca, la cual golpea con fuerza tal que Radhamis cayo al piso inconsciente. Buscó entre sus ropas y rió satisfactoriamente cuando vio el pendiente de Radhamis.

Rei, quien estaba aun agarrada por esos tres hombres, miró impotentemente como esa mujer cargaba a Radhamis en brazos y se llevaba a Radhamis en dirección contraria.

Dio unos cuantos pasos al frente y dio la orden de llevar de vuelta a Rei al castillo, amenazando con aniquilar a cualquiera que le pusiera un dedo encima.

Radhamis, inconsciente y en brazos de aquella mujer que la cargaba sin esfuerzo aparente, fue desapareciendo entre las sombras ante sus ojos sin nada que pudiera hacer mientras era obligada a montar su caballo.

Rei fue escoltada de regreso al castillo, un hombre montado en su caballo detrás de ella poniendo su espada sobre su cuello para evitar que intentara algo...

Con desesperación y un aplastante sentimiento de impotencia, Rei, lloró amargamente hasta llegar de vuelta al castillo...