Siempre tuya
Disclaimer: Naruto y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto. La historia es de mi entera autoría.
Resumen: Tras un amargo divorcio, Naruto intenta retomar su vida haciendo todo lo posible para olvidar a su fría exesposa. Todo iba de maravilla hasta que se encuentra con una noticia impactante en una frívola revista de chismes; ¡Hinata, esta embarazada! Y no solo eso ¡Él bebe podría ser suyo! ¿Es la criatura el producto de su sórdida relación con Hinata o ella le ha montado los cuernos sin que él se enterase? Todo apunta a que es lo segundo, pero ¿Realmente Hinata Hyūga fue capaz de traicionarlo de una Manera tan ruin?
Capitulo 1
- ¿Esa es tu decisión? – La mirada de Hinata se tornó fría, como si estuviera finiquitando cualquier otro negocio. Naruto soltó un bufido antes de darle un firme asentimiento – Bien, comunícate con mi abogado, tenemos un acuerdo prenupcial, pero puedes quedarte con la propiedad que sea de tu agrado– Su esposa- futura exesposa – se levantó de comedor con la espalda recta – Deseo que estés instalado cómodamente en cualquier parte – Hinata era tan asquerosamente rica que un par de propiedades menos a penas se notarían – Me llevare a Kurama la próxima semana – Oh no, el maldito gran danés le pertenecía a él. Hinata noto la negativa en su rostro por lo que procedió a añadir – El perro me pertenece – Como casi todo, pensó mentalmente –
- Legalmente, si – Concedió, apretando los dientes – Pero Kurama entra en un estado depresivo cuando estas a su alrededor– Hinata abrió la boca indignada por un instante antes de suspirar y darse la vuelta, dándole, de paso, una vista de su generoso trasero. Naruto sintió un tirón en los pantalones – Estoy seguro de que no querrás alargar todo este asunto por la custodia de un animal que es completamente incapaz de aprender un truco –
-Se ha sentado tres veces este año– Levanto tres dedos de la mano derecha como si fuera el logro del siglo – Es mío – Su voz sonó molesta, algo sorprendente teniendo en cuenta que Hinata Hyūga, alias la reina de hielo, no demostraba ninguna clase de emoción. A excepción, claro, de cuando estaba enterrado hasta las bolas en ella, entonces Hinata gemía, gritaba y chillaba tan alto que, en más de una ocasión, su vecino lo había mirado con envidia luego de una noche de pasión –
- Hasta que firme los documentos – Recordó – Cuando eso suceda nos libraremos de toda esta estupidez ideada por Minato y tu padre– Algo parecido a un destello de dolor se asomó en esos ojos perlas, sin embargo, Naruto estaba seguro de que era su imaginación, Hinata era la persona más inexpresiva que había tenido la desdicha de conocer.
Casi siempre en silencio, apartada del resto, rápidamente se convirtió en la rarita del curso. Le perdió de vista durante sus años de universidad. Finalmente la volvió a ver luego de que Minato, le comunicara que se tendría que casar con ella como parte de una alianza entre las empresas de telecomunicaciones Hyūga-Namikaze. Todavía desconocía el tipo de droga que había consumido el día de concluir esa negociación, solo sabía que un mes después de esa llamada estaba casado con una completa extraña cuyo rostro no reflejaba nada la mayoría del tiempo. Su bóxer se había encogido dos tallas durante la ceremonia al verla ataviada en un provocativo vestido de novia. Durante la luna de miel se complementaron muy bien, a decir verdad, apenas si salieron de la habitación durante el viaje. El sexo siempre fue caliente. No obstante, sus problemas empezaron poco a poco luego ir conociéndola mejor. Hinata era una máquina para los negocios, toda su fortuna no provenía del negocio familiar sino de sus propias inversiones. Algo de admirar, de no ser que, era lo único de lo que ella hablaba cuando tomaba parte de la conversación.
A los pocos meses de casados empezó a comprender que la mujer era una maquina fría fuera del dormitorio. Nunca alzaba la voz y en solo una ocasión la vio sonreír de verdad tras concluir un trato con una inmobiliaria que le dejo como ganancia varios cientos de miles de dólares en su cuenta bancaria.
Los años trascurrieron relativamente lentos. Con el pasar del tiempo la situación se volvía más asfixiante para él, porque, para su propia sorpresa, poco a poco empezó a fijarse en las cosas positivas que tenía su mujer. Hinata era sencilla, honesta- brutalmente honesta- honrada, elegante, perseverante, hermosa, radiante… Joder había caído enamorado sin siquiera notarlo. La amaba tal cual era y le dolía en el alma que aquella mujer a penas le dedicara un par de palabras al día. Pensaba que su matrimonio iba en picada, contrario a su enamoramiento que crecía todos los días, por ese motivo decidió pasar menos tiempo juntos, él trataba de evitarla y Hinata no hacía nada por impedirlo. Todo se acabó luego de regresar de un viaje que había durado casi un mes. Hinata lo estaba esperando en el comedor con el rostro pálido, pero con la misma cara estoica de siempre. Aquellas palabras aun resonaban en su cabeza.
"Quiero un bebe"
El primer instinto que tuvo fue derribarla sobre la mesa para hacerle el amor todo el día. No obstante, lo pensó mejor. ¿La amaba? Sin lugar a dudas, ¿Era el amor unilateral suficiente para mantener a flote una pareja disfuncional? Lo dudaba. Sería injusto de su parte engendrar una criatura que probablemente carecería de amor maternal. Evito darle muchas vueltas al asunto.
"Olvídalo"
Después de recibir un "No" rotundo de su parte, Hinata le informo que empezaría con los tramites del divorcio inmediatamente. Esa decisión lo devasto, si una mujer era capaz de deshacerse de él con tanta facilidad, sin ni siquiera hablarlo, no merecía sus cuidados ni su tiempo. Por lo que termino aceptando.
Y ahora estaban en su oficina, ultimando detalles. Ella estaba siendo generosa con las cosas materiales. Lo inesperado era que quisiera específicamente a la bestia que fácilmente la podría pasar en estatura si se paraba en dos patas. Kurama, gran danés, una criatura babosa y torpe sin ninguna clase de entrenamiento. Incapaz de obedecer órdenes, la mejor escuela de entrenamiento lo había descartado dos horas después de iniciar con el curso. Un cartero había interpuesto una demanda tras ser perseguido diez calles por el intento de mascota. Hinata le pago veinte mil dólares y ahora tenían que reclamar la correspondencia en la oficina de correo. Sin embargo, ella no mostro ningún interés en el perro más que por los cuidados básicos de este. Emocionalmente era tan fría con el perro como con cualquier otro. Eso terminaría matándolo tarde o temprano.
-Olvídate del perro, estará mejor conmigo que con una bruja que no es capaz de sentir nada – Observo su rostro en busca de algo. Hinata lo miro con esos témpanos de hielo que tenía como ojos y pasado un largo minuto suspiró, sentándose de nuevo esta vez en una postura menos rígida–
- ¿Eso piensas de mí? – Naruto se llevó otra sorpresa, el tono de voz casi, casi, casi, por poco denotaba un tono de tristeza – Puedes quedarte con el perro – La vio rebuscar entre el bolso que colgaba sobre uno de sus hombros – Ten – Le extendió una pequeña libreta roja – Su esquema de vacunación. Es alérgico a las picaduras de abejas, por eso debes aplicarle repelente todos los días y mantener siempre cerca una dosis de adrenalina, solo para emergencias – Naruto dudaba que una simple abeja pudiera matar a Kurama, sin embargo, termino asintiendo. Incrédulo porque era la primera vez que su esposa decía más de dos palabras desasociadas a los negocios – Olvídate de sacarlo a pasear por el vecindario; le tiene miedo al chiguagua de la señora Ameno – Naruto bufo- Tiene reservado un campo de entrenamiento para hacer sus necesidades, se convertirá en un desastre si no lo llevas todos los días porque no defecara y… – Hizo un gesto de explosión con las manos –
- ¿Tu hacías todo eso? – Elevo una ceja, la verdad era que él no pasaba mucho tiempo en la casa durante el día, una parte por cuestiones de trabajo y la otra porque odiaba los silencios interminables que solían instaurarse entre ellos mientras permanecían juntos –
- ¿Has visto a Kurama interactuando con otra persona? – Hinata elevo una ceja, algo que la hizo ver extremadamente atractiva – Me case contigo solo porque te llevas bien con él–
- ¿Me estás diciendo que, si la enorme bola de pelos y yo no nos hubiéramos llevado bien, te hubieras divorciado de mi hace años? –
- Si no te hubieras llevado bien con Kurama, no nos habríamos casado en primer lugar – Naruto golpeo la mesa y por fin consiguió una reacción por parte de ella –
- ¡Mientes! Minato y Hiashi, de alguna u otra manera, hicieron una jugarreta para que termináramos juntos en esta farsa de matrimonio– Hinata elevo la comisura de los labios –
- Tu no tenías opción, tu empresa no tenía opción, era esta "falsa" o un despido masivo debido a la quiebra –
- ¿De qué demonios estás hablando? Era una alianza equitativa, ambas empresas ganarían lo mismo, igualdad de condiciones – Repitió las palabras que Minato le dijo –
- ¿Eso te dijo Minato? Por favor… - Hinata se levantó, caminando hasta la puerta de la oficina – Esta bien, fue una alianza equitativa, olvida lo que dije – Miro el reloj en su muñeca. Naruto sintió un poco de odio, Hinata prefería darle la razón antes de mantener una discusión con él – Comunícate con mi abogado cuando decidas con que te quedaras, puedes tener Kurama una vez te envíe un documento con todos sus cuidados –
- ¿Llevas ocho años con ese perro y te deshaces de él como si nada? –
- Estoy segura de que recibirá más cariño contigo, después de todo no eres una bruja sin sentimientos como yo – Abrió la puerta y antes de que se fuera Naruto dejo escapar una última pregunta –
- ¿Por lo menos sentiste una pizca de cariño por mí? – Hinata suspiro – Que estúpido soy, es obvio que no puedes sentir nada por nadie –
- Adiós Naruto –
Varios meses después…
- ¿De verdad quieres hacer esto? – Pregunto Karin a su hermano menor, un magnate empresario divorciado con más ego que cerebro – Es solo una pseudo reportera que se la pasa escribiendo chismes porque no tiene nada mejor que hacer con su tiempo libre –
- Solo léelo –
- Tks estas super gruñón ¿Seguro que no eres tú el que esta embarazado? –
-Karin…-
-Bien, Bien, veamos… - Alisto su Tablet, buscando entre las pestañas del navegador la noticia. Sonrió con satisfacción al visualizar la página rosa chillón – Oh aquí esta, dice…
"Damas y caballeros, queridos lectores de este humilde sitio web, el chisme, como de costumbre, ronda entre la crème dela crème de esta maravillosa ciudad. Hace poco, esta pobre periodista se vio envuelta en un vergonzoso escándalo que incluyo una demanda de por medio, así que esta vez me tomare un par de molestias en ocultar la identidad de mis "fuentes de chismecito" por eso, no se les haga raro, querida audiencia, si se topan con apodos un tanto pintorescos.
Bien, basta de bla, bla, bla, pasemos a lo interesante y es que el día de ayer uno de mis pajarillos se ha topado con una escena bastante peculiar.
¿Recuerdan al soltero-divorciado número uno de Konoha?
Ese que ha estado de modelo en modelo y cantante en cantante durante los últimos cuatro meses seguidos de su fugaz divorcio, bien pues esta noticia tiene que ver con él, mas no es de él. ¡Así es! Por primera vez, en cuatro meses, nuestro soltero-divorciado no es el centro de atención. No señores, esta vez el chisme tiene que ver con la otra mitad de este maravilloso dúo dinámico"
Naruto doblo la pluma bañada en oro que sostenía entre sus manos. Karin, hermana mayor y confidente, agrando su sonrisa, continuando con la lectura en voz alta-
"Esta mujer a quien llamaremos la dama de hielo, pues rara su rostro denota algún tipo de emoción, ha salido a la luz pública luego de pasar cuatro meses de entero confinamiento"
El rubio tenso la mandíbula tan fuerte que Karin creyó que sus perfectos dientes blancos saldrían volando en cualquier momento.
"¡Y vaya forma de hacerlo! "La dama de hielo", como ya he dicho antes, fue capturada in fraganti por uno de nuestros espías mientras tomaba el té en una cafetería exclusiva, ubicada a las afueras, en compañía de su odiosa hermana menor a quien llamaremos "La niña de papá"
-Vaya…- Se burlo en voz alta – "La niña de papá" El apodo le queda como anillo al dedo ¿No te parece? –
-Sigue – Pidió entre dientes –
"Lo que nos sorprende, queridos amantes del chismecito, no es el saludo que "La niña de papá" le dedico a la cámara"
Después del párrafo aparecía la fotografía de una castaña con el rostro pixelado enseñando el dedo medio.
"Somos conscientes del malestar que podemos generar entre la crème dela crème, después de todo es a ellos a quienes les dedicamos la mayor cantidad de líneas posibles, pero todo este malestar se ver reconfortado con las palabras de aliento que recibimos por parte de ustedes en nuestras redes sociales ¡Los amamos por eso!"
- ¡Por favor Naruto! Esto es una reverenda estupidez – Dijo Karin, ignorando la mirada furibunda de su hermano - ¿Eres consciente que esto…? - Levanto la Tablet – ¿…ya NO es asunto tuyo? –
-Sigue –
-Ah, eres un idiota – Se aclaro la garganta –
"¡Bueno! Basta de dilatación, Volviendo a lo que verdaderamente nos sorprende es ver la imagen de "La dama del hielo" vestida con un esquicito enterizo premamá y- agranden esos ojitos- ¡Una adorable barriguita de unos cuantos meses de embarazo!"
-Mierda… - El susurro de Naruto fue tan bajo que Karin pensó, por un breve instante, que Kurama o "Satanás"-Que era prácticamente lo mismo- había entrado en la habitación –
"¡Si! Lo han leído bien "La dama de hielo" está en estado de buena esperanza-Como solía decir mi santa madre que en paz descanse- o embarazada –para nuestros lectores menos hábiles- Desde ya le enviamos un enorme abrazo y la felicitamos por esta nueva etapa inicia ¡Kampai!"
Justo después aparecía la fotografía, con el rostro también pixelado, de una azabache con una notoria panza.
"No cabe duda que desde ya, ha entrado entre nuestro top diez de embarazadas hermosas de Konoha. Hemos visto la imagen sin censura y solo podemos afirmar que nunca antes la habíamos visto sonreír de esa manera. Si nos piden una palabra definitivamente usaríamos "Feliz" para describirla- Nada que ver con cierta medica con su ultimo embarazo. Pobre Doc. esta vez parecía un tomate maduro a punto de explotar"
- ¡Ja! En tu cara Sakura – Naruto soltó un resoplido – ¿Qué? Si no hubiera sido por ella Sasuke y yo nos habríamos casado después de terminar la secundaria –
- Estas casada Karin – Recordó Naruto- Tienes hijos. Supéralo –
- Púdrete –
"Sin embargo, solo seriamos un sitio más del montón si únicamente nos dedicáramos a alabar a la clase pudiente de esta ciudad. Es por eso que hemos hecho hasta lo imposible por descubrir la identidad del Macho encargado de engendrar al siguiente heredero del emporio más grande de esta ciudad y uno de los más grandes del país.
¿Acaso se trata del albino escalofriante con quien se le vio acompañada meses antes de su divorcio? ¿O será el veterinario domador de gatitas y amante de los perros? ¿El chico raro de los insectos? O tal vez… ¿El emo segundón lo volvió a hacer? Olviden este último, sabemos que es imposible, pero, con cuatro hijos ya y un quinto en camino-Todos con la misma mujer, no se preocupen- Vale la pena mencionarlo; parece todo un semental.
O…
Sera posible…
¿El pequeño y futuro magnate en camino es el regalo de despedida, cortesía del del soltero-divorciado número uno de Konoha? La pequeña tripita de "La dama de hielo" corresponde a un embarazo que no supera los seis meses y, a menos que hayas estado viviendo debajo de una roca, debes saber que nuestro dúo maravilla se divorció hace cuatro meses…
¿Coincidencia?
¡No lo creo!
Sin embargo, y por ahora, solo nos queda especular pues, a diferencia de su exesposo, "La dama de hielo" ha sido prudente, por no decir un misterio absoluto, a la hora de manejar su vida privada. Algo muy frustrante para las pobres almas que, como todo el staff de este portal, vivimos del chismecito y la farándula producidas por la crème dela crème. De momento, con toda la vergüenza del mundo, solo podemos decir que nuestros intentos por revelar la información del padre han sido en vano. Nada por aquí y nada por allá. Nadie sabe nada y eso, querido lectores, es algo que no podemos permitir. Por lo tanto, nos complacemos en anunciar una jugosa recompensa de diez mil dólares, a aquella alma caritativa que nos conduzca a revelar la identidad secreta del Machote, encargado de embarazar a la primogénita del ogro más odioso de toda Konoha.
En otras noticias…"
- ¡O-Oye espera! ¡Naruto! – Karin arrojo la Tablet sobre el cómodo sofá, levantándose rápidamente – ¿A dónde crees que vas? – La pelirroja se tropezó con la amplia espalda de su hermano –
- ¿No es obvio? – Naruto camino con grandes zancadas hasta detenerse en su auto convertible – A ver a mi mujer –
- ¡Exmujer! – Karin corrió, plantándose delante del automóvil – ¿Acaso piensas que el niño puede ser tuyo? ¡Porque hace un rato me dijiste que era imposible! – Golpeo el capó –
- A un lado Karin, esto no es asunto tuyo –
- ¡Tampoco tuyo! –
- ¡Bien! – Bajo del auto echo una fiera – Esa "reportera"-Hizo énfasis con los dedos - Se equivocó en una cosa ¡Una maldita cosa! – Naruto camino en círculos, buscando paciencia – ¡Nuestro divorcio se hizo público hace cuatro meses! ¡Un mes después de firmar los papeles! – Karin lo miro expectante, esperando que llegara al punto. Naruto soltó una maldición – Matemáticas Karin ¡Las cuentas no cuadran! –
- ¿De qué…? –
- ¡Por eso es importante la segundaria! Hinata tiene seis meses de embarazo, los papeles se firmaron hace cinco meses ¿Sabes lo que significa eso? – Luego de unos segundos-eternos- Algo se ilumino en la mente femenina – ¡¿Ahora lo entiendes?! –
- Hinata ya estaba… -
- ¡Si! Joder… ¡Ya estaba embarazada a la hora de firmar los papeles! ¡Me ha engañado y solo dios sabe por cuánto tiempo lo hizo! ¡Por eso me salió con la estúpida idea de querer un bebe! ¡Necesitaba un idiota que supliera el papel de papá cornudo! –
- Maldita sea –
- No fue sincera, de haberlo sabido- Apretó los puños – Tengo que hablar con ella, necesito una explicación –
- ¿Es eso o tienes la esperanza de que el niño sea tuyo? –
- ¡Joder no! – Se paso la mano por el rostro, a decir verdad, ellos habían mantenido relaciones sexuales hasta un día antes de que le hiciera la absurda petición – ¡No lo sé! – Confeso al fin – La cama era el único sitio en donde nuestro matrimonio funciono bien –
- ¿Crees que ella te ocultaría algo así? – Karin lo abrazo –
- Hinata se guardaba todo para sí misma, solo me pidió una cosa durante el tiempo que estuvimos casados y le dije que no ¿Crees que tenga sentido que me lo ocultara todo este tiempo? –
- La mente de esa chica es un misterio – Karin le dio unos leves golpes en la espalda – Ve y habla con ella, pero no grites – Se separo y le tomo el rostro con ambas manos – Recuerda que está embarazada –
-No quiero que le digas una palabra de esto a nadie Karin, ni siquiera a tu esposo – Advirtió antes de emprender camino –
En la mansion Hyuga...
- Ogro sexy y rubio a las doce empunto – Hinata dejo de engullir comida concentrándose en lo dicho por su hermanita. Miro por encima del hombro y visualizo el convertible naranja de su ex recorriendo el camino principal de la mansión Hyūga – ¿Crees que haya leído este estúpido articulo? – Estaban pasando una tarde relajante en la terraza de la mansión Hyūga, justo acababan de salir de la pileta por un bocadillo –
- Yo creo que si – Mastico otro bocado – Desde aquí puedo ver como la vena en su frente palpita – Hanabi soltó una carcajada -Ha venido a la casa de padre. Supongo que se creyó una de las cuantas cosas que escribió esa mujer–
- ¿Le vas a decir la verdad? – Los ojos de Hanabi se centraron en la redondez de su estómago. Hinata lo acaricio suavemente, el niño pateo en respuesta–
- No tengo porque hacerlo – Concluyo. El asunto del bebe solo le concernía a ella – Naruto no es el padre –
- Si la chismosa quería levantar especulaciones, lo logró– Hanabi sonrió en el instante en que Naruto aparto de un empujón al estirado mayordomo que aguardaba en la entrada principal– Konohamaru me llamo y fue directo; cree, sin lugar a dudas, que su primo es el padre de bebito – Hinata rodo los ojos ante el apodo que desde ya tenía su hijo, ni hablar de la cantidad absurda de cosas que Hiashi le había comprado al enterarse que, por fin, tendría un varón entre su descendencia–
- Pero no lo es – Hinata se levantó, tomando una toalla para después envolverla en su cuerpo – Es mi bebe, de nadie más – Sin añadir otra cosa, camino al encuentro de su ex, segura de que en ese momento tendría un encuentro cercano con la muerte, o con un macho cuyo orgullo había sido lacerado, cosas que eran prácticamente lo mismo – No es tu hijo – Dijo cortantemente. La respiración de Naruto se detuvo unos instantes antes de empezar a respirar agitadamente por la boca – Sabes que no lo es – Hinata noto como las venas de sus brazos se sobresaltaban y eso la excito. Naruto expulsaba testosterona por cada uno de sus poros. Trago saliva buscando aliviar la resequedad en su boca. Las hormonas hacían estragos en su cuerpo – ¿Qué te trae por aquí? –
- ¿Con quién? – Lo dijo tan bajo que, si no estuviera en frente de ella, Hinata juraría que su voz podría ser confundida con los gruñidos de Kurama –
- ¿Disculpa? – Levanto una ceja, perdiéndose momentáneamente en el bulto que se formaba en los pantalones del rubio –
- Mis ojos están aquí arriba – Chasqueo los dedos –El sexo no me distraerá–
-Una parte de ti está en desacuerdo – Camino hasta quedar a pocos centímetros de él y lo acaricio sobre la camisa, justo debajo el ombligo. Naruto se estremeció – Que bueno que alguien si se pone feliz solo con verme – Era imposible ignorar que su exmarido se encontraba en medio de un empalme total solo con su presencia – Debo admitir que me siento alagada – Naruto soltó una maldición antes de tomarla por las muñecas y acercarla a su fornido cuerpo, claro, tanto como su enorme barriga se lo permitía –
- Dime…-Exigió saber antes de tomarla por las nalgas y restregarla en su erección. Maldita polla traicionera, la muy imbécil ni siquiera se inmutaba cuando las mujeres hermosas se le acercaban, pero si se ponía como un mástil solo con ver a su mujer… no… todos estaba equivocados, Hinata no era su esposa, ni su mujer, Hinata era su ¡Hembra! Suya, era la única que sacaba sus más bajos instintos, la única con la que había experimentado cosas inimaginables en la cama que ninguna otra la reemplazaría jamás. Por eso se sentía tan traicionado, saber que otro había disfrutado de sus caricias lo ponía furioso – ¿Quién te follo Hinata? – Le mordió el lóbulo de la oreja y luego lo lamio. Hinata se estremeció ante el contacto de sus labios – Dímelo, dime su nombre porque lo buscare para despedazarlo parte por parte – Beso su cuello antes de succionarlo y morderlo, de la nada sentía la abrumadora necesidad de marcar aquel cuerpo fabricado por los dioses – ¿Quién fue el hijo de perra que se atrevió a tomar lo que me pertenece? – Sintió un pequeño golpe bajo y ese fue un baldado de agua fría. Hinata se separó de él tan pronto él bebe decidió que era hora de aparecer en escena, desde sus entrañas–
- Eso ya no te concierne – Respondió después de regular su respiración– Este bebe es solo mío – Intento rodearlo, pero Naruto fue más veloz – ¿Por qué actúas de esta manera? –
- ¿Por qué? – Repitió tomándola del rostro con un poco de brusquedad – Por esto… - Hizo lo que llevaba meses soñando; la beso profundamente, unió sus labios en un beso tan profundo que en pocos segundos ya la tenía temblando entre sus brazos. Mordió, succiono y hundió su lengua en esa cavidad hasta que la falta de aliento le hizo maldecir el tener que respirar – Eres mía – Le mordió el labio inferior y se detuvo cuando sintió el agridulce sabor de la sangre entre sus labios. Hinata protesto un poco pero no hizo el amague de apartarse – Óyeme bien preciosa, quiero que prestes mucha atención– Le tomo el rostro de nuevo solo que con suavidad. De repente todo en su mente se aclaró – Tu eres mía, soy tu dueño, me perteneces desde la punta de los pies hasta la coronilla. Cada fibra de tu cuerpo lo sabe – Hinata iba a protestar y él la silencio con un beso, hundiéndole la lengua hasta el paladar. La peli-azul se estremeció – Igualmente soy tuyo, en cuerpo y en alma, me importa una mierda que no me puedas amar, yo tengo suficiente amor por los dos – Hinata abrió los ojos sorprendida ¿Aquello era...? Sin embargo, Naruto no la dejo terminar de pensar, besándola otra vez hasta hacerla derretir – Por eso buscare al hijo de puta que se atrevió a tocar tu cuerpo y lo hare tan miserable que deseará no haber nacido nunca – Le dio un último beso antes de caer de rodillas. La sorpresa anterior no fue nada en comparación a lo que sintió cuando el rubio tomo con ambas manos su tripa y le dio un beso para después colocar su cabeza allí por varios segundos – Y este bebe es mío, será mi hijo, lo amare y cuidare, y será un Namikaze, nadie nunca se atreverá a decir lo contrario –
- ¿Q-Que? – El rubio se levantó de nuevo, imponiendo su altura. Una sonrisa socarrona se dibujó en las facciones masculinas. Era la primera vez que Naruto la escuchaba tartamudear –
- Te dije que prestaras atención – La beso una última vez, un toque ligero – No servirá de mucho que le adviertas a ese hijo de perra que lo buscaré, las ratas pueden huir, pero no esconderse – Miro sobre el hombro de su Hinata, Hanabi estaba tan en Shock como la misma Hinata – Que bueno verte Han, pasare por tu hermana mañana en la mañana, necesito oír de Shizune que todo va bien con nuestro embarazo – Shizune era la mejor obstetra de la ciudad– Te amo, lamento tardarme tanto en decírtelo– Busco los ojos de Hinata cuya alma parecía haber abandonado el cuerpo– Nos veremos mañana – La abrazo antes de salir por donde llego, casi riendo por la cara roja del empleado al que había empujado al entrar a la mansión –
El silencio se sumió en la terraza y solo era interrumpido por la respiración agitada de la mayor de las hermanas. La mente de Hinata abandono su cuerpo tras el errático comportamiento de su exesposo. De repente sus piernas también empezaron a fallar y tuvo que aferrarse del brazo que el mayordomo le ofrecía.
- Se ha puesto pálida señorita – Hinata intento recuperar la compostura, pero le fue imposible – ¡Con su permiso la cargare hasta su habitación! – Espero el leve asentimiento para después tomarla en brazos – ¡Señorita Hanabi! Acompáñeme a la habitación de su hermana, por favor. En su estado debe evitar las emociones fuertes, el bruto del señor Naruto debería saberlo – El viaje hasta su cama fue un verdadero misterio, todo paso tan rápido y fue tan borroso que cuando tuvo el control de su cuerpo estaba rodeada por el médico de cabecera de su padre, su padre, Hanabi, Neji y Tenten –
- ¿Se encuentra bien señorita Hyūga? – Asintió llevándose ambas manos a la altura de su corazón, que latía descontrolado – Ha sido solo una mala impresión señor Hiashi, los dos se encuentran en perfectas condiciones –
- ¿Esta seguro? Todavía esta pálida – El medico asintió o eso le pareció, todavía su mente se encontraba en el pasado – ¡Matare a Naruto! – La mención del rubio termino de espabilarla, observo de nuevo a su alrededor y frunció el ceño, hacía mucho que no le pasaba –
- Padre eso no será necesario – Se sobo la panza antes de intentar levantarse. Neji se apresuró a tomarla del brazo –
- Tómelo con calma señorita – Palmeo las manos del médico y sintió un leve escozor en el labio. Lo toco suavemente con uno de sus dedos, tanteando la superficie, antes de sonreír –
- ¿Qué no será necesario? ¡El muy imbécil te ha roto el labio! –
- No es verdad, solo es un mordisco – Miro a Neji en busca de apoyo y este suspiro –
- Tío, creo que lo mejor es que dejes que ellos solucionen sus problemas solos. Ambos son adultos y Hinata es lo suficientemente capaz de lidiar con su exmarido –
- Creo que dentro de poco se convertirá en su marido nuevamente – El comentario sarcástico de Hanabi instauro un espeso silencio en la habitación que solo fue interrumpido por el carraspeo del médico. Hiashi le despacho rápidamente antes de ingresar a la habitación otra vez –
- Sobre mi cadáver – Susurro entre dientes –
- Sera mi decisión – Lo miró fijamente, sin titubear – Esta vez solo me concierne a mí, no decidirás sobre esto–
Mas tarde, en el lujoso consultorio de una joven doctora...
Shizune hizo una mueca de aturdimiento cuando una voz gruesa y masculina resonó en su despacho. Aun con la puerta cerrada podía distinguir de que- o, mejor dicho- de quien se trataba. Conocía a Naruto lo suficiente como para poder reconocer su tono de voz a kilómetros, principalmente porque el rubio era incapaz de hablar en tonos bajos, casi siempre iba por ahí gritando y vociferando a todas horas. Lo que no comprendía era el motivo de su visita, si bien tenía conocimientos generales sobre el cuerpo humanos, su área fuerte eran las mujeres, aún más específicamente, las embarazadas. Naruto no cumplía ninguno de esos estándares, por eso le parecía extraño su presencia. Se levanto de su escritorio y abrió la puerta para encontrarse con una escena bastante peculiar; Naruto Namikaze era sostenido por dos guardias de seguridad mientras trataba de arremeter contra su pobre secretaria. Matsuri estaba más pálida de lo normal y no era para menos, Naruto la miraba como si quisiera pulverizarla solo con los ojos.
- ¿Se puede saber que está pasando? – Por fin su presencia se hizo notar. Naruto dejo de matar a Matsuri con la mirada y se concentró en ella como si fuese su salvadora – Pueden soltarlo, el idiota es un buen amigo –
- P-Pero doctora – Matsuri intento protestar, pero la silencio con una mueca –
- Suéltenlo, Naruto hablemos en mi despacho, estoy segura de que todo esto es un… malentendido – Una vez libre el Namikaze se acomodó la corbata y se compuso el traje, camino hasta la puerta de su oficina no sin antes llevarse dos dedos a los ojos y señalar con ellos a Matsuri – La estas asustando – Le dio un leve golpe en la cabeza para luego cerrar la puerta tras de ellos – ¿Por qué estás aquí Naruto? – Fue directo al grano – No eres una mujer y espero que no estés embarazado – Intento bromear, pero el rostro de Naruto permaneció serio –
- Hinata esa embarazada –
- Lo sé, leí el artículo, fue muy cruel lo que dijo de Sakura – Naruto movió la mano, restándole importancia – ¿Quieres una prueba de paternidad no invasora? ¿Crees que él bebe puede ser tuyo? –
-Nada de eso- Negó con la cabeza – Él bebe es mío, mi hijo – Shizune abrió la boca impresionada – O hija, no estoy seguro todavía –
-P-Pero c-creí que ustedes –
- Nos separamos sí, pero no hay dudas de que es mi bebe –
- ¿Y porque no te ha dicho nada en todo este tiempo? Eso es demasiado injusto de su parte –
- Yo lo sabía – Mintió, Hinata ya tenía una imagen negativa con sus allegados, lo último que deseaba era empeorarla ahora que volverían a ser una familia – Hemos estado conversando sobre retomar nuestro matrimonio durante todos estos meses, solo que ahora que esa chismosa ha revelado lo del bebe, las cosas serán mucho más rápido de los esperado – Su nariz creció tres centímetros con esa mentira –
- ¿Y todas esas modelos, actrices y cantantes con las que has estado saliendo? – Maldijo internamente su indiscreción, y odiaba reconocer que solo lo hizo para provocarle celos a su mujer –
- Una mentira – Fue lo primero que se le ocurrió – Hinata no deseaba que lo nuestro saliera a la luz antes del nacimiento y yo necesitaba crear la imagen de que lo nuestro estaba ya había terminado – Shizune lo analizo minuciosamente antes de soltar un suspiro – No me he acostado con ninguna de ellas – Le preocupaba que Hinata pensara lo contrario –
- Si yo estuviera en el lugar de ella ya te hubiera castrado y créeme se cómo hacerlo – El rubio trago saliva, un poco aliviado de que Shizune le hubiera creído – Sin embargo, no me has explicado ¿Por qué estás aquí? ¿Hay algo que va mal con el embarazo? –
-Dios mío, no -Ni siquiera había pensado en esa posibilidad. Se sintió mareado de solo imaginarse las mil cosas que podrían salir mal – Quiero decir, no lo creo. Hinata goza de una buena salud y se ve bastante… jugos… enorme – Se corrigió rápidamente con las mejillas sonrojadas. Claro que Hinata estaba jugosa, sus senos se veían más grandes, más llenos. Sacudió la cabeza alejando esos pensamientos – Ella está bien, solo se alteró un poco con la publicación de la noticia y en serio, en serio, estaría más tranquilo si escucho de tu boca que ella está perfectamente –
- Entiendo ¿Por eso amenazabas a mi secretaria? –
- La muy…- Se mordió la lengua, jamás se debía insultar a una mujer – Me dijo que no tenías agenda disponible sino hasta dentro de tres meses, le pedí que me dejara hablar contigo, pero me dijo que no iba a ser posible ¿Puedes creerlo? Luego llamo a seguridad como si YO fuera un criminal –
- Matsuri aún es muy inexperta y no sabe quiénes son mis allegados, olvide mencionarte porque con tu divorcio y tus aventuras jamás creí que llegaría el día en que pedirías una cita en mi consultorio –
- No me acosté con ninguna de esas- Mascullo entre dientes ¡Dios! Ni siquiera recordaba el nombre de una de ellas – Como sea, ¿Puedes verla mañana mismo? De verdad, necesito- Hizo énfasis en esa última palabra, dándose cuenta de que lo mucho que deseaba que todo estuviera en donde se supone que debe de estar con el embarazo – Saber que tanto mi mujer, como mi hijo están bien – Shizune lo medito unos instantes antes de asentir. Naruto suspiro, soltando todo el aire que, inconscientemente, mantenía en sus pulmones –
- Generalmente mi agenda empieza a las nueve de la mañana, así que debes estar aquí a las ocho – Encendió el computador, programando la cita – Serán varios exámenes, uno de ellos requiere que la zona vaginal este limpia, si van a tener relaciones sexuales, procura usar un preservativo o de lo contrario podrías entorpecer el resultado ¿Esta claro esa parte? – Naruto asintió, bastante sonrojado y bastante seguro de que esa noche serian otra vez su mano y él únicamente – Bien, eso es todo, ¡Oh lo olvidaba! Hinata debe estar en ayunas, prefiero que los resultados de sangre sean de mi laboratorio, si no les molesta –
- Claro que no – Hizo una nota mental, levantándose del asiento y haciendo una reverencia – Muchas gracias Shizune, en serio lo aprecio – La peli-negra asintió –
Mansion Hyuga...
- ¡Es mi vida! ¡Te prohíbo que te metas en ella! –
- ¡Eres mi hija! ¡No puedes prohibirme nada! –
- ¡Soy una mujer adulta! ¡Puedo ir por ahí viéndome con quien quiera, ese NO ES TU PROBLEMA! –
- ¡Ya sé que vas por ahí abriendo las piernas! – La señalo con el dedo - ¡De lo contrario sabríamos quien es el padre del niño! –
- ¡ESE ES MI PROBLEMA! – Se oyó un portazo. Hanabi suspiro, agarrando el teléfono y buscando un numero en específico, salió al balcón en donde no se oían los gritos –
- ¿Diga? – Hanabi sonrió cuando Naruto contesto –
- Naruto, soy yo… Hanabi – Espero unos segundos –
- ¿Le paso algo malo a tu hermana? – Eso la sorprendió y luego sonrió ladinamente, no se había equivocado con Naruto – ¿Él bebe está bien? –
- Ambos están bien – Se apresuro a aclarar –
-Gracias al cielo –
- Es solo que Hinata y papá están discutiendo desde que te marchaste, pienso que es mejor que te la lleves de aquí por hoy, estoy segura de que Hinata debe evitar situaciones que la alteren, su presión estaba un poco alta en la última revisión –
- Llegare en quince minutos –
Hinata intento regular su respiración, pero le estaba costando mucho. Manejar las emociones, el tono de voz, la postura, todo parecía imposible desde el primer trimestre del embarazo. Las discusiones con Hiashi no le ayudaban en nada, su hijo se movía inquieto y eso le preocupo, hizo otro intento de recobrar la compostura, pero nada parecía funcionar, menos con esos golpes insistentes en la puerta, iba a mandarlos al diablo cuando una voz profunda la interrumpió.
-Hinata nena, soy yo – ¿Qué hacía Naruto allí? – Abre la puerta –
- ¿Naruto? – Pregunto temerosa de que todo fuese una mala jugada de su mente – ¿Estás aquí? – Pregunto bajito, pegando su rostro en la puerta –
- Si nena- Contesto en el mismo tono – Vine a sacarte de aquí –
- ¿A sacarme de aquí? –
-Si, así mismo, tu padre trato de impedirlo, creo que le rompí la nariz, Hanabi y Neji van rumbo con él al hospital – Dio un fuerte asentimiento, su padre se lo merecía, se estaba comportando como un verdadero imbécil. Quería al bebe, pero no aceptaba desconocer la paternidad del niño ¡Eso no importaba! ¡Era su bebe, de nadie más! – ¿Los dos están bien? – Bueno, tal vez el niño no era solo suyo ahora –
-S-Si, estamos bien – Un poco sobresaltados, sin embargo, omitió esa información – ¿Adónde iremos? – Pregunto tímidamente, segura de que Naruto cambiaria de opinión sobre ella en cualquier instante –
-Duermo en un hotel a las afueras desde que nos divorciamos, es bastante tranquilo – Hinata se mordió el labio, no quería dormir en el mismo sitio que todas esas mujeres con las que Naruto posaba -Nunca tocaría a otra mujer, tienes mi polla atada. Quiero que eso te quede claro– Esa aclaración la sorprendió. Abrió la puerta, dándole paso al gran cuerpo de Naruto – Estas colorada– Comento, poniéndole la mano en la frente – ¿Te sonrojas cuando discutes por algo? Porque dudo mucho que tengas fiebre, tu temperatura es bastante normal –
- Si – Asintió apretando los labios. Bajo la mirada. Era culpa suya, Naruto siempre fue magnifico, tierno, honesto, brillante, guapo, apasionado, era poseedor de un sinfín de cualidades positivas que la atraían como polilla hacia la luz y, de alguna manera, ella misma se las había ingeniado para alejarlo. Odiaba su tartamudeo, lo odiaba y nada tenía que ver el hecho de que esa condición había sido la causante de su más grande desgracia, no, lo odiaba porque Hinata prefería mil veces guardar silencio, como una tumba, antes de soltar una silaba entrecortada – L-Lo lamento – Dijo bajito, tanto, que incluso le costó escucharse a sí misma – Por todo – Bajo la mirada, incapaz de observar ese océano infinito que Naruto tenía en sus ojos – De verdad –
- ¿Quieres que hablemos? – Trago saliva –
-S-Si – De nuevo ahí estaba, era algo con lo que venía luchando desde que era niña. Algo que su padre no tolero nunca, algo que le provoco cientos de golpes cuando apenas empezaba a decir sus primeras palabras – P-Pero aquí no – Se apresuro a decir, sin despegar la vista del traje que Naruto pulcramente llevaba –
- Aquí no – Repitió. Sin dejarla reaccionar la tomo en brazos. Intento protestar, pero se vio silenciada por un beso húmedo que la dejo temblando – Primero iremos a la casa de Shizune, no puedo esperar hasta mañana –
- P-Pero es muy tarde – Naruto empezó a caminar, como si ella no pesara nada. Una mentira porque en esos últimos meses únicamente se había dedicado a comer por dos–
- Es una amiga de la infancia – Dijo, depositándola en la parte delantera de su ¿Camioneta? ¿Qué había pasado con el convertible? – Estuve pensando y llegue a la conclusión de que la seguridad de mi familia es lo primordial, el convertible no es seguro para ninguno, lo he puesto a la venta y he comprado esta maravilla – Golpeo suavemente el tablero del vehículo – ¿Te gusta? –
- E-Esta… p-perfecto – Miro su rostro disimuladamente, buscando algún indicio de molestia, sin embargo, lo único que encontró fue la sonrisa más radiante que Naruto le había dedicado nunca-
- Me alegra que te guste – Hinata se sonrojo, de repente el tono de Naruto era tan ronco como cuando ellos dos… ¡Dios! Todo lo que hicieron en el dormitorio a puertas cerradas, se moría de vergüenza cada vez que lo recordaba y al mismo tiempo terminaba tan excitada – Hinata te voy a decir algo y espero que no te moleste – Ahí estaba, seguramente le iba a recriminar por hablar entrecortado, solo Hanabi la toleraba tal cual era. Cerro los ojos y termino asintiendo – Antes eras una mujer preciosa, divina, todo lo que un hombre podría desear, pero ahora… – Trago saliva, sabía que estaba gorda como un balón, se sentía torpe la mayoría de las veces, sin embargo, jamás imagino que eso molestara a Naruto. Sintió pánico de solo imaginar que su cuerpo lo asqueaba – Pero ahora… Luces perfecta – Hinata lo miro incrédula, su lengua se trabo de inmediato – Estas tan jodidamente hermosa que lo único que quiero en este instante es estar enterrado hasta las bolas en ti- Se acerco como un león a su presa antes de morderle suavemente el lóbulo de la oreja. Hinata gimió, apretando los muslos - Te haría el amor aquí mismo, pero no tengo goma a la mano y Shizune me advirtió que no debía correrme dentro de ti hasta después de tomar una muestra importante – Sus labios se presionaron con los de ella y todo su cuerpo se estremeció – Vamos rápido, tengo las bolas tan azules que siento que reventare mis pantalones –
Media hora más tarde estaban en la oficina personal de la doctora Shizune. Aun no lo creía, ella llevaba meses insistiendo en una cita y siempre recibía una negativa como respuesta, pero ahora la tenía en frente, con una bata cubriendo su pijama y el ceño fruncido ¿Eso no podía significar nada bueno o sí?
-Bien rubio idiota ¿Qué es eso tan importante que no podía esperar? – La doctora hablo entre dientes y no necesitaba ser un genio para notar que su presencia era de todo menos agradable para la obstetra –
- Hinata tuvo una fuerte discusión con Hiashi, tan fuerte que cuando llegue estaba roja y muy agitada – Los ojos negros se posaron sobre ella, analizándola de pies a cabezas antes de dar un fuerte asentimiento – Ya está calmada, pero quiero cerciorarme de que ambos se encuentran en perfectas condiciones –
- Entiendo – Shizune se puso de pie antes de quitarse la bata de dormir para colocarse la blanca típica de los doctores – Quiero que te subas a la camilla – Se levanto para hacerlo, sin embargo, Naruto fue más rápido tomándola en brazos y depositándola como si fuera una rosa a punto de romperse en la camilla – Primero te tomare la presión arterial, mediré tus signos vitales y hablaremos de todos los cuidados prenatales que llevas –
-Bien – Shizune hizo todo lo que le dijo bajo la estricta mirada de Naruto, quien no paraba de hacer preguntas que eran respondidas con miradas furibundas. Cuando finalmente termino le pregunto todo desde el inicio de su embarazo –
- Trata de ser específica, hasta que llegue tu historial médico tendré que fiarme de lo que dices para dar un diagnóstico y quitarme este pesado de encima -Señalo con la cabeza a Naruto –
- ¿Qué información necesita? –
- ¿Cuantas semanas tenías tras descubrir que estabas embarazada? – Esa pregunta la sorprendió; miro a Naruto y este desvió la mirada, nervioso –
- ¿Eso es importante porque…? –
- Yo soy la experta aquí, solo responde – Hinata suspiro, lo que fuera con tal de salir de ese lugar –
- Descubrí que estaba embarazada cuatro semanas después del procedimiento –
- ¿Procedimiento? – Shizune miro a Naruto quien levanto los hombros en señal de confusión – ¿A qué procedimiento te refieres? – Sintió las mejillas calientes –
-B-Bueno…- Vacilo un instante intentando soltar el nudo que se formó en su lengua de repente – Ya s-sabe-
- ¡Oh! Entiendo- Soltó de repente la enfermera, dando un pequeño aplauso- Para algunas mujeres es incómodo hablar sobre su vida sexual, relájate Hinata, estamos entre adultos, puedes hablar sin tapujos –
- N-No l-lo –
-Hicimos el amor y casi un mes después descubrimos que quedó embarazada, todo calculado, siguiente pregunta Shizune – Miro a Naruto confundida, pero este desvió la mirada algo ¿Molesto? –
- Bien, ¿Cuándo te hicieron tu primera ecografía? – Hablaron durante media hora, respondió todas y cada una de las preguntas, hasta las incomodas. Hinata se sabía toda la información de memoria porque para ella no existía nada más importante en el mundo que el niño en sus entrañas – Perfecto, eres la primera mamá que no titubea con las fechas, eso es impresionante, entonces estas entre la semana veintiséis y veintisiete ¿Es correcto? –
- Así es, programe la visita con mi obstetra hace una semana, el doctor me hizo todos los exámenes que corresponden al tercer trimestre de gestación y todos salieron bien, excepto-
- ¿Tu presión arterial? – Hinata asintió –Está un poco elevada, nada de qué preocuparse… – Añadió rápidamente al ver como Naruto palidecía – Pero necesitamos bajarla, lo último que deseo es un síntoma de preeclampsia en ti ¿De acuerdo? –
- Me parece perfecto – Respondió Naruto por ella – ¿Qué es la preeclampsia? –
- Hinata debe saberlo, estoy segura de que puede explicártelo detalladamente sin recurrir a la violencia – Shizune lo miro de forma amenazante – Ahora recuéstate en la camilla, iré por mi ecógrafo para darle una mirada al bebe – Sonrió dulcemente antes de desaparecer por la puerta –
- ¿Naruto? – Él se tensó como un resorte – ¿Por qué le dijiste a la doctora que concebimos este bebe? –
- Porque es mi bebe – Susurro bajito –
- No lo es…- Respondió en el mismo tono, mirándolo molesta –
- Si lo es…-
-No lo es…-
-Que si-
-Que no-
-Si-
-No-
-Si-
- ¡No! –
- ¡No! –
- ¡Si! – Hinata cubrió sus labios en cuanto lo dijo – Tramposo…-
- Mi bebe– Sonrió triunfante –
- Mi bebe no tiene padre – Comento al aire, al cabo de un tiempo, mirándose las uñas –
- Si lo tiene y soy yo – Respondió como quien no le interesa el asunto – Si es un niño lo llamare Naruto Junior Namikaze –
- Nadie en Japón tiene dos nombres, mi hijo no será la excepción – Lo miro ceñuda – Se llamará Ichirō –
- Ningún hijo mío se llamará Ichirō o Jirō – Se sentó en la silla dispuesta para él – Son nombres muy ordinarios para mis herederos – Guardo silencio durante unos instantes – Boruto, si es niño se llamará Boruto, si es una niña se llamará Shion y la siguiente se llamará Himawari –
- Olvide que también te gustan las flores – Naruto desvió la mirada, un poco avergonzado –¿Piensas que tendremos varios hijos además de este? – Se sobo la barriga, empezando a aceptar el hecho de que Naruto se había autoproclamado el padre de su bebe –
- Claro, un niño necesita hermanos con los que jugar – Pareció meditarlo unos instantes – Cuatro, creo que es un buen numero – Se puso de pie, seguramente sintiéndose incapaz de permanecer mucho tiempo quieto – Nuestro hijo menor se llamara Kawaki; Shion, Boruto, Himawari y Kawaki, en ese orden –
- Te oyes muy seguro – Naruto camino hasta quedar en frente de ella – ¿Y que si son solo niñas? –
- Entonces serán cuatro solteronas porque ningún hombre será suficientemente bueno para ellas – Hinata tembló al sentir las manos de Naruto deslizándose por toda la superficie de su barriga – Sin embargo, estoy cien por ciento seguro de que esta será una nena igual de hermosa a la mamá – Hinata tuvo que morderse la lengua para no contradecirlo. En la última ecografía, por fin, después de varios intentos el médico le indico el sexo de su bebe. Se emociono al saber era un niño, aunque al final de cuentas lo más importante era que llegara al mundo sano – ¿En qué estás pensando? – Le hablo de esa manera que la ponía a mil. El tono ronco podía excitarla hasta el punto de tenerla suplicando –
- Y-Yo – Los traviesos dedos de su ex se acercaron peligrosamente al borde de sus senos –
- Están más grandes, más apetecibles – Se lamio los labios causándole un enorme sonrojo a Hinata – y más sensibles, estoy seguro de que te vas a correr con solo chuparlo–
- ¡No en mi consultorio! – Naruto soltó un gemido de dolor luego de recibir un sonoro golpe en la cabeza, cortesía de Shizune –
- ¡Joder! –
- Mantén tus manos lejos de la chica, esto no es un motel. Hinata cariño, recuéstate por favor – Hinata obedeció – Bien, creo que ya te sabes la rutina, el gel sigue igual de frio – Bromeo esparciéndolo por toda la superficie – Muy bien, veamos, aquí esta-Logro localizarlo rápidamente –No veo ninguna anomalía en sus órganos internos, su morfología está dentro de los parámetros normales - Le costó mucho separar la mirada de la pantalla para observar a Naruto pero el resultado la maravillo; el rubio miraba con absoluta fascinación la imagen que Shizune le presentaba – Circunferencia abdominal, perímetro de la cabeza y largo del fémur dentro de los estándares, tiene un buen peso – Aplico un poco de presión –Líquido amniótico, placenta y cordón umbilical, normales, sus pulsaciones cardiacas son correctas – El sonido que la había maravillado desde la primera vez que lo oyó, resonó en la habitación –
- ¿Es su… su corazón? – Pregunto el rubio extasiado, con lágrimas contenidas –
- Así es, su frecuencia cardiaca es la normal en esta etapa de gestación y… ¡Oh vaya! – Shizune soltó una pequeña risa – Has acertado con el primero ¡Felicidades es una niña! – Esto desconcertó a Hinata, levanto la cabeza lo más que pudo para mirar la pantalla, Naruto se apresuró a ayudarla –
- ¿E-Esta segura? Hace una semana el doctor me dijo que era un niño –
- Totalmente segura – Shizune movió la máquina –Tu medico se equivocó, llevas una niña– Shizune le limpio el gel y ella misma se bajó la blusa, todavía aturdida – Cuando quieras puedes ir a mi consultorio y con gusto te hare una ecografía en tres dimensiones, para que estés totalmente segura –
- Es muy amable de su parte, pero creo que no será necesario, confió en su juicio más que en el de mi doctor, después de todo, él no es considerado una eminencia, usted si – Shizune se sonrojo levemente – Lamento si le cause alguna molestia, he tratado de conseguir una cita con usted desde el comienzo, pero es tan popular que tiene la agenda siempre llena – La pelinegra intento despejar el sentimiento de culpa, ella misma se había encargado de no asignarle ninguna cita. Odiaba ver tan abatido a Naruto después de su divorcio y para nadie era un secreto que Hinata fue quien dio inicio al proceso de separación –
-N-No tienes que agradecerme – Hizo un ademan centrando su atención en el rubio. Naruto mantenía la mirada fija en la pantalla, con los ojos todavía llorosos – Les daré un tiempo a solas mientras pienso en la mejor manera de manejar lo de tu presión – Salió por la puerta cerrándola tras si –
- ¿N-Naruto? – Tímidamente le toco la mejilla –
- Es nuestra hija Hinata, nuestra beba – Por fin las lágrimas salieron disparadas, jamás había experimentado nada así – Nunca nadie la separara de mí, ni siquiera el hombre que la engendro –
- Naruto s-sobre eso…-
-No, hablaremos luego de que te haga el amor, no antes – Se limpio las gotas saladas – Le diré a Shizune que imprima muchas imágenes, seré la envidia de todo el mundo, mamá estará encantada – Se apresuro a bajarla y a sentarla en la silla frente al escritorio, él se sentó al lado tomándole la mano mientras besaba sus nudillos – Shion Namikaze ¿Suena bien verdad? – Hinata asintió emocionada, por primera vez en mucho tiempo no se sentía sola – Dejare que escojas el nombre del siguiente –
- Boruto s-suena perfecto – El nombre era lo de menos –
- Veo que ya has salido del shock Naruto – Shizune entro con una enorme sonrisa – Es normal reaccionar así cuando te das cuenta que lo que crece en su interior es realmente una personita –
- Es una sensación maravillosa – Shizune se sentó detrás del escritorio – Quiero muchas copias – Dijo señalando la fotografía que Shizune sostenía entre sus manos –
-Dalo por hecho, ahora Hinata, como te decía lo de tu presión arterial no es nada grave de momento, está un poco elevada, pero eso suele presentarse en algunos embarazos, lo importante en todo esto es mantenerla a raya porque, como bien sabes, una presión muy alta puede producir eclampsia y la única cura para la ello es sacar al bebe – Hinata trago saliva – Lo último que queremos es tener que hacer una cesaría de emergencia, un niño prematuro siempre tiene un alto porcentaje de riesgo; sistema respiratorio, alimentación, sistema inmunológico, cerebro y algunos otros factores que no vale la pena mencionar porque seguirás mis recomendaciones al pie de la letra ¿Cierto? –
- ¡Claro! – Fue Naruto quien contesto sin vacilar – Yo mismo me encargare de eso –
- Bien – Shizune saco una libreta – Quiero que mantengas reposo, sin llegar al sedentarismo, no obstante, deseo que entre menos estrés manejes mucho mejor, no quiero que lleves una carga laboral grande ¿Correcto? – Asintió, todavía aturdida; a ninguna mujer le gustaría escuchar las cosas que podrían salir mal con su hijo si este se presentaba antes de tiempo – Debes alejarte de todo lo que te cause angustia; prohibido tener discusiones ¿Soy lo suficientemente clara? – Miro a Naruto y este le dio un fuerte asentimiento – Eso es, además de todo esto, a partir de ahora consumirás un poco más de agua, dos litros al día estaría perfecto, fuera de esto quiero que te alimentes con comidas bajas en sal y evites lo más que puedas los alimentos industrializados –
- ¿Algo más? –
- Algunos expertos consideran que beber un vaso de jugo de naranja diario ayuda a disminuir la presión arterial, estoy segura de que todo esto, combinado con una leve actividad física semanal ayudara a disminuir la presión –
- ¿Podemos hacer el amor? –
- ¡N-Naruto! –
-Lo último que deseo es que mi libido pueda causarte problemas–
- Claro que pueden, de hecho, algunos especialistas recomiendan una vida sexual activa durante todo el periodo de gestación, eso traerá grandes beneficios para ambos –
- Bien, ¿Alguna otra cosa? –
-Nada más, solo sigue mis recomendaciones; nada de estrés, mucha agua, comidas bajas en sal, un tanto de actividad física y un zumo de naranja diario – Shizune abrió el cajón de su escritorio en busca de algo – Si deseas una dieta más detallada puedes asistir con este especialista – Le entrego una tarjeta que Naruto acepto con gusto – La familia Akimichi ha tenido a los mejores especialistas en nutrición por generaciones ¿No estudiaste con una tal Chōji Akimichi? – Ambos asintieron – Estoy casi segura de que ahora es un nutriólogo experimentado, he oído maravillas de él –
-Chōji es un buen amigo, todavía permanecemos en contacto – Comento Naruto y a Hinata no le extraño. El rubio atraía a las personas como la miel a las abejas, era un rasgo que envidiaba en secreto; ella era todo lo contrario, parecía alejar a todos a su alrededor – Quita esa cara nena – El rubio le tomo el mentón – Todo estará bien – Le dio un beso en la mejilla –
- Creo que eso es todo Naruto, solo deben seguir mis indicaciones – Shizune se levantó y los acompaño hasta la entrada de su casa – Buenas noches – Se dirigieron hacia el hotel envueltos en un silencio confortable, Naruto le preguntaba cómo se sentía y ella le respondía que bien, aunque no era del todo cierto. Le preocupaban muchas cosas; el embarazo, su empresa, los negocios, su padre, Naruto. El estrés era lo último que necesitaba en esos instantes, pero era algo inevitable. La criatura en sus entrañas se removió incomoda. Le estaba costando un poco asimilar que era una niña. Tendría que devolver muchos artículos que ya había comprado; la cuna, la pintura para el cuarto, las cobijas, los juguetes… se estremeció de solo imaginarlo; el contacto con otras personas se le daba fatal, más si era en una situación que muy seguramente acabaría en discusión, además la sola idea de conducir aun le producía pánico.
- Habla conmigo Hinata – La voz de Naruto la trajo devuelta de sus cavilaciones – Se que no estás bien. Te has puesto pálida, dime lo que está mal, no me dejes fuera – Hinata intento hablar, pero sus cuerdas vocales se negaron a responder, intento poner sus pensamientos en orden, pero fue en vano. Miro a Naruto en busca de ayuda; de repente se sentía mucho peor que un ataque de pánico – ¿Qué te sucede? – El movimiento del vehículo solo lo empeoraba –
- A-A-Ay – Naruto detuvo el auto y se desabrocho el cinturón. La vista se le nublo levemente y se dio cuenta de que estaba llorando. Lo oyó hablar con alguien por teléfono – H-H-H-H-Hanabi – Logro susurrar luego de varios segundos, cerro los ojos rezando porque Naruto le hubiera escuchado. Apretó las manos hasta que le dolieron; quería balancearse de atrás hacia adelante como cuando era una niña, pero estaba segura de que eso espantaría a Naruto. Paso varios segundos sumida en una nube de confusión. Sentía las gotas de sudor resbalando por su espalda –
- ¿Hina? Soy yo, Han- No respondió, no podía hacerlo, Naruto no debía enterarse de su tartamudeo – Respóndeme por favor – Negó con la cabeza, incapaz de hilar una silaba –
- Ella te está oyendo Hanabi – La voz de Naruto la distrajo un poco – Por favor dime que hacer – Suplico –
- Solo guarda silencio un minuto – Hanabi hablo dulcemente – Hina, sabes que es un ataque de ansiedad, no estas sufriendo de un ataque cardiaco o de eclampsia ¿Eres consciente de eso? – Asintió, pero Hanabi no la vería –
-S-Si – Murmuro –
- Bien, solo tienes que respirar profundamente, inhala por la nariz, exhala por la boca. Hazlo suavemente, las veces que creas suficiente – Hizo lo que su hermana le dijo, respirando profundamente diez veces – ¿Naruto? Quita el altavoz y sal del auto un momento, déjala que se calme, generalmente sabe cómo lidiar con esto por su cuenta –
-¿Segura? –
-Solo sal del carro -
- Habla -Exclamo una vez estuvo afuera, mirando impotente la figura menuda de su mujer prácticamente encogida sobre si misma –
- Es un ataque de ansiedad, los tiene desde que sufrió el accidente de tránsito – Casi cayó al suelo ¿De qué mierdas estaba hablando?
- ¿Accidente de tránsito? ¿Cuál accidente de tránsito? – Sonó impotente ¿Ella no le ocultaría algo así?
-Mierda ¿Hinata no te lo dijo? – Hanabi sonó sorprendida –
- No – Gruño entre dientes, molesto con…-
-No te molestes con ella Naruto, mi hermana… ella tiene algunos problemas, pero no hace nada para lastimarte de adrede – Dudaba mucho que fuera verdad – Mira, no me corresponde decírtelo; pero te lo diré igualmente; Hinata es tartamuda, lo ha sido desde siempre y ha pagado injustamente por ello – Los ojos de Naruto se abrieron enormemente – Papá no lo toleraba, desde que tengo memoria lo recuerdo golpeándola cada vez que su lengua se enredaba, eso le genero muchas inseguridades ¿Entiendes de lo que hablo? – Naruto apretó tan fuerte el celular el vidrio se partió en varias partes – Recibió tantos malos tratos, padre fue tan malo con ella… - Naruto se alegró por el golpe que le había dado a ese horrible hombre, por otro lado, aquello era nada comparado con lo que se merecía – Naruto, mi hermana prefiere guardar silencio y que el mundo se derrumbe a su alrededor antes de soltar una silaba entre cortada –Si eso era verdad explicaba tantas cosas – Estoy segura de que trato de hablar contigo en tantísimas oportunidades y jamás lo logro – Varias imágenes de Hinata llegaron a su mente; ella de pie mirándolo fijamente, al otro lado de la mesa abriendo y cerrando la boca sin llegar a decir nada, se maldijo internamente – Se paciente Naruto, dale confianza, te contara lo del accidente, entre otras cosas, tan pronto le dejes en claro que no te importa en lo más mínimo su condición. Lo de ahora es un simple ataque de pánico ¿Recuerdas el viaje que hiciste antes de vuestra separación? –
-Si – Murmuro entre dientes, sintiéndose tan iracundo que temía desquitarse con la menos culpable de la ecuación –
-Hinata intuía que las cosas entre ustedes iban mal, no tiene un pelo de tonta, quería que las cosas funcionaran, nunca he visto a una mujer tan enamorada de alguien como ella lo está de ti –
- ¿Qué? –
- ¡Oh Naruto! Salvo tu empresa aun cuando eso significaba volver a estar bajo el yugo del hombre que la torturo desde pequeña ¿Eso no te dice nada? – El subió se sentó en el suelo, era mucha información para asimilar en pocos minutos ¿Hinata lo amaba? ¿Lo había salvado de la ruina y él no se enteró de nada? – Como sea, eso no viene al punto ahora, si deseas saber tendrás que preguntárselo a ella, lo importante ahora es que comprendas que tiene ataques de pánico porque un auto la envistió cuando se dirigía en coche a una terapia del lenguaje. Quería dejar de tartamudear, quería tomar un papel activo en vuestro matrimonio y lo único que consiguió fue estar incapacitada por dos semanas, lo vio como otro fracaso y se encerró en si misma hasta que regresaste. No hablo con nadie durante muchos días y cuando lo hizo estaba segura que lo único que deseaba era un hijo – Naruto trago saliva, imaginándose el valor que había requerido su pequeña mujer para pedírselo y la forma tan tajante en la que él le contesto – Sigo sin comprender de donde saco esa idea, pero cuando algo se le mete en la cabeza no para hasta conseguirlo-
- ¿Entonces me engaño con otro hombre? –
- ¿Qué te…? ¿Naruto eres idiota? – Casi que grito – Hinata nunca se acostaría con nadie más ¿Acaso no fuiste su primera vez? –
- Si, pero…-
-Pero nada, tienes que hablar con ella, solo ten paciencia ¿Sí? –
- Si…- Tenía muchas dudas en mente y lo último que quería era acomplejarla – Gracias Han, por todo –
- No hay de que, te dejo ahora, a papá lo van a operar, le rompiste la nariz – Se alegro por eso, pero no dijo nada, simplemente colgó. Cerro los ojos en busca de paciencia, tenía tantas preguntas y ninguna respuesta. Arrojo el celular lejos cuando entro una llamada de una de las modelos que con las que había estado tonteando, lo último que necesitaba era un recordatorio del comportamiento absurdo que adquirió tras el divorcio.
- Jodete Megumi – ¿O era Misa? Sacudió la cabeza, ni siquiera recordaba sus rostros – Mierda… -
- ¿Naruto? – Unos pasos tímidos sonaron a su lado, levanto la cabeza y se encontró con el rostro preocupado de su esposa - ¿E-Estas bien? – Asintió dándole la mano. Hinata la tomo y él la halo suavemente hasta dejarla sentada sobre su regazo. Acomodo a Hinata de medio lado y se dedicó pasarle la mano por toda la espalda, intentando reconfortarla. Luego de un minuto el cuerpo femenino se relajó– Estoy un poco s-sudada –
- Hueles bien – Hinata estaba equivocada; era más que un poco, podía sentir las gotas de sudor traspasando sus propias ropas. Se sentía mal de solo imaginar por lo que había pasado tan solo unos instantes atrás – ¿Te sientes mejor? – Ella asintió – ¿Estas más tranquila? – Le masajeo la tripa varias veces –
- Un poco – Sonó adormilada, seguramente agotada por todo el tumulto de emociones. Le beso la sien suavemente y la oyó suspirar –
- ¿Te gusta? – Le masajeo la parte baja de la espalda. Hinata gimió –
- Mucho – Lo hizo por varios instantes hasta que Hinata empezó a cabecear. Solo entonces se detuvo – ¿Naruto? – No respondió inmediatamente, necesitaba escoger bien sus palabras –
- Hinata – Le tomo suavemente el rostro con una mano, mirándola directamente a los ojos. Iluminada con la luz de la luna su mujer parecía una ensoñación – El ser humano tiene muchos defectos ¿Lo sabes, ¿no? –
- Si –
- Nadie es perfecto- Hinata asintió conforme con la afirmación, aunque no comprendía porque Naruto lo decía - O eso es lo que dicen – Le beso los labios lentamente – Yo creo que son puras patrañas –
- ¿Patrañas? –
- Si, ¿Sabes por qué? – Negó con la cabeza – Porque, por lo menos para mí, no existe nadie más perfecto que tu – Le beso la frente, ignorando campantemente el ceño sorprendido –Tu frente, tus mejillas, tu nariz – Hiba nombrando conforme iba besando – Tus ojos, todo tu cuerpo – La apretó contra él, haciéndola consiente de su excitación – y ¿Sabes que es lo más perfecto de ti? –
- ¿M-Mi cabello? – Naruto soltó una carcajada, adoraba descubrir que su mujercita tenía sentido del humor –
-Además de eso – Hinata lo medito por varios segundos hasta darse por vencida – Esto – La beso ardientemente en los labios, apretándola contra sí y recorriendo toda su cavidad con la lengua – Tu boca, tus labios, tu lengua, eso es lo más perfecto que tienes – Hinata proceso la información y cuando cayó en cuenta empezó a sollozar – Shh…- Le beso la boca otra vez, amando el sabor de las gotas saladas que se mezclaban con su saliva – Te amo tanto –
- N-N-No – Protesto levemente, pero la volvió a besar hasta dejarla sin aliento –
- Shh… Lo único que puedes decir ahora es "También te amo Naruto" – Unió sus labios una vez más – Te voy a besar hasta que digas que me amas también – cumplió su promesa, la beso una y otra vez, la apretó contra su cuerpo y la sostuvo hasta que todo rastro de lágrimas desapareció, dándole paso a la lujuria absoluta – Joder espera – Puso ambas piernas femeninas al lado de su cadera, agradecido con el de arriba porque su esposa llevaba un vestido en lugar de un complicado pantalón –Mmm estas tan húmeda – Le acaricio el centro de su feminidad sobre la tela y trago saliva para evitar que se le escurriera por la comisura de los labios – y tan estrecha – metió un dedo moviéndolo de arriba hacia abajo, recibió como recompensa los gemidos entrecortados de su esposa – T-Te lo recompensare – prometió antes de levantarle las caderas, Hinata comprendió el mensaje porque fue ella misma quien le bajo la bragueta para liberar su polla dura y casi tan húmeda como ella misma – M-Mierda – Hinata lo acaricio tal como le gustaba; duro y lentamente – Joder que rico…- La detuvo antes de acomodarse en la entrada femenina – Te chupare entera – La beso para por fin dejarla caer sobre su adolorida erección. Ambos suspiraron – Yo me encargare – Empezó a subirla y bajarla lentamente, consciente de que debía ser cuidadoso con su tripa – Eres deliciosa-
Una hora después conducía por las calles casi desoladas de la ciudad. Hinata dormía profundamente en el asiento recostado del pasajero. Naruto se sonrojo de solo recordar como una hora antes le hizo el amor a un costado de la carretera. Habían hablado poco o nada, pero estaba seguro de que Hinata ya sabía que él era consciente de su condición. La verdad no le disgustaba en lo más mínimo; no mentía cuando decía que la encontraba perfecta. Se lo haría entender y entonces ella respondería a cada una de sus dudas. Con esa convicción acelero un poco más, rumbo al hotel en donde dormía. Las cosas solo podrían mejorar a partir de ahora…
¿Verdad?
Y este es el final, si, han pasado muchas cosas, pero es porque solo serán 2 capítulos. Tuve que ir escribiendo escenas rápidas, sin mucho detalle.
No tengo mucho que decir, salvo que agradezco que llegaras hasta aquí.
Sinceramente agradezco todo el apoyo que he recibido de ustedes, no saben cuanto me han ayudado a sanar. Ya he reescrito unos capítulos de mi otro fic pero no voy a actualizar hasta que tenga todo al día.
Gracias totales por todo, los amo un montón.
Nos estaremos leyendo muy pronto.
Matta ne.
