Miara Makisan: ok, por favor, no me mates, soy una pobre humana, jajaja, ojala y este capítulo te deleite. Gracias por tus reviews y por seguir leyendo!

Serena tsukino chiba: tus comentarios son muy amables, por favor, no dejes de leer, si tienes algun tipo de petición o alguna idea házmela saber, vale?

Ch.6 Secretos corporales

Es increíble como los seres humanos pueden legar a ser tan débiles para orillarlos a hacer locuras pero es aun más impactante la inmensa fortaleza que tienen cuando se trata de proteger a un ser amado y de realizar los sueños.

Rin seguía corriendo por los bosques sin tener en cuenta las numerosas cortadas que tenía en su rostro y en sus brazos debido a las pequeñas ramas que colgaban de los árboles. Al mismo tiempo el señor de aquellas tierras corría a toda velocidad tras el aroma a flores silvestres que emanaba del cuerpo de su protegida y que poco a poco comenzaba a intensificarse; sin embargo, los bellos que cubrían aquel escultórico cuerpo se erizaron con recelo cuando el aroma de otro demonio comenzó a impregnar el ambiente. Rin estaba en peligro y todo era su culpa…aunque no entendía muy bien por qué.

Las lágrimas la segaban y sin percatarse comenzó a adentrarse a una parte del bosque que le había sido prohibida por su amo, el frío había comenzado a calarle los huesos y a pesar de que el temor la invadía poco a poco sus músculos no le respondían…ella seguía corriendo a lo que sería una muerte segura y hacia lo que consideraba la mejor salida a sus penas.

Flash back

S: Escúchame muy bien lo que te voy a decir

R:…

S: Si quieres mantenerte con vida mientras estes junto a mi te prohibo estrictamente que pongas un pie en esa parte del bosque o si no yo mismo me encargaré de matarte, entendiste?

Aquella amenaza había helado la sangre de la pequeña quien miraba con ojos expectantes a su amo y con mucho temor se atrevió a preguntar

R: Sessomaru-sama, cómo voy a saber en qué momento debo dejar de caminar en aquella dirección, cómo podré reconocer el terreno que no me es permitido visitar?

S: Eso es muy fácil…cuando las sombras comiencen a rodearte y los animales acallen sus gritos y el cielo parezca convertirse en un pozo sin fondo corre lo más rápido que puedas afin de que puedas volver a ver la luz…

Fin del flash back

Sesshomaru se detuvo en el instante en el que llegó a la frontera entre las tierras habitables y aquellas que no habían sido exploradas por nadie.

S: Por Kami, Rin, por lo que más quieras, no mueras…

Corrió lo más rápido que sus piernas y su sangre de youkai le permitían; sus ojos prácticamente se salieron de sus órbitas cuando vió aquel cuerpo tan precioso para él tirado en medio de aquel bosque y sangrando abundantemente. Inmediatamente sus ojos se centraron en la figura de un demonio quien reía burlonamente.

D: Vaya, vaya, parece que el magnífico y poderoso amo de las tierras de occidente tiene una debilidad que no es nada más ni nada menos que esta tonta e insignificante humana.

S: Será mejor que no le haya pasado nada, de lo contrario lo vas a lamentar…contestó con su voz tan neutra como siempre

D: Para este momento los latidos de su corazón se han vuelto la mitad de lentos de lo normal y para cuando decidas atacarme ella ya estará ….

No logró terminar su frase ya que Sesshomaru había sacado su látigo el cual blandió hábilmente por los aires cortándole un brazo. En ese momento una lucha devastadora comenzó entre ambos demonios quienes parecían estar en igualdad en lo que a fuerza se refiere.

Sesshomaru parecía bastante agotado razón por la cual no se percató de que estaba a punto de morir de la manera más vil y despiadada…el demonio estaba detrás de él apuntandole el corazón con sus garras; tomó vuelo y justo cuando creyó haberle dado el golpe de gracia a uno de los más temibles youkais de toda la historia se percató de que el cuerpo que había atravesado era el de aquella humana.

D: Pe-pero cómo, no es posible ella estaba…

S: MALDITO, ESTA VEZ SI NO TE LO VOY A PERDONAR, y así, descargando toda su ira Sesshomaru descuartizó a su oponente.

S: Rin, preciosa, estas bien, vamos, por favor, abre tus ojos…déjame ver esos bellos ojos que posees…por favor Rin, despierta…una salada y pesada lágrima recorrió su mejilla hasta tocar el rostro de su amada quien con mucha dificultad entreabrió sus ojos.

R: Sesshomaru-sama…esta usted bien?

S: Por Kami Rin, por qué lo hiciste?...y por primera vez Rin vio aquel sentimiento de preocupación tan característico de los humanos en los ojos de su señor.

R: Porque no podría vivir sabiendo que el hombre al que amo murió por mi culpa

Sesshomaru tomó la mano de Rin y mirándola a los ojos le dijo…

S: Perdóname por favor, perdóname por haber sido tan imbécil, por no haberte protegido como debía, por no haberte amado como lo merecías y por no haberte comprendido cuando lo necesitabas…

Poco a poco el agarre de la chica se fue soltando y con desesperación Sesshomaru buscó su espada la cual blandió por encima de aquel cuerpo que ahora yacía inerte en las hojas secas de aquel lugar. Nada, no sucedía nada; una vez ya lo había hecho, por qué ahora le fallaba?

Arrodillándose junto a su pequeña la envolvió en sus brazos y mientras daba paso a sus sentimientos reprimidos comenzó a acariciar aquellos suaves cabellos azabaches hasta que al final besó los labios de Rin quienes a pesar de estar fríos seguían rosados como siempre.

Mientras tanto, en otra zona de aquella época, una situación bastante tensa ganaba lugar en una pareja muy singular.

I: Kagome -, dijo preocupado y a la vez apenado,- estas bien, lo siento, yo no quería…-sabía que todo lo que dijese en ese instante era inservible ya que la había lastimado física y psicológicamente. Alguna vez Kagome escuchó que la primera vez era dolorosa pero jamás se imaginó que incluso las caricias llegaran a lastimarla. Aprovechando el momento de desconcierto de Inuyasha se alejó rápidamente de él mientras se abrochaba correctamente su ropa; al terminar, Inuyasha pudo ver como su miko se limpiaba con rabia las lágrimas que había dejado escapar. Sutilmente, el hanyou se acercó a la chica quien para asombro de él no se alejó, sin embargo hubiese deseado que lo hubiera hecho en vez de recibir aquella mirada tan…vacía. Parecía como si Kagome no tuviera alma.

I: Kagome, estas bien?

K: No te me acerques y no te atrevas a volver a tocarme.

Después de esto, ambos regresaron a la aldea de la anciana Kaede en silencio. Era obvio que la miko estaba enfurecida pero había algo más que iba a descubrir Inuyasha; estaba dispuesto a todo para volver a ganar su confianza y amor. Lamentablemente había algunos obstáculos que debería enfrentar antes de lograr ser feliz.

Al entrar a la cabaña se encontraron con dos rostros diferentes a los de sus amigos usuales. Uno era el de un joven lobo muy apuesto que quedó petrificado al reencontrarse con Kagome…Kouga. La otra, era una hermosa youkai con ojos verdes, piel blanca como la leche y cabellos rojos ensortijados.

K: Mi hermosa Kagome, no sabes cuánto te he echado de menos, le dijo sensualmente el hombre lobo mientras tomaba las manos de la joven entre las suyas para luego depositar un beso en ellas. Era la primera vez en que Kouga se atrevía a posar sus labios en alguna parte del cuerpo de la miko.

Kag: Yo también te eché de menos Kouga. Todos quedaron helados ante aquella réplica mientras los ojos de Kouga se iluminaban como si acabara de descubrir el duende al final del arco iris.

I: Qué demonios haces aquí lobo asqueroso, dijo mientras separaba violentamente a Kouga de su kagome.

K: Deberías de agradecerme que esté aquí ya que si no fuera por mi esta preciosa jovencita no hubiera llegado a salvo, respondió mientras mostraba con sus ojos de quien hablaba. Al principio no me lo creí Inuyasha, pero una vez que me enteré de toda la historia me quedó muy claro.

I: De qué demonios estas hablando maldito?

K: Pues de tu compromiso con ella claro está. Es increíble que durante tanto tiempo hayas intentado seducir a la preciosa Kagome sin mencionarle nada sobre la que por derecho va a ser tu esposa, qué bajo has caído Inuyasha, aunque no se podía esperar más de ti, no es así? –y dirigiéndose a Kagome continuó- lamento de verdad que te enteres de esta manera de lo poco hombre que puede llegar a ser ese perro rabioso mi amada Kagome, pero creí conveniente que lo supieras de una vez por todas.

Ante aquellas palabras Kagome sintió cómo por unos segundos su corazón dejaba de latir dando paso al frío abrazo de la muerte la cual, para desgracia suya nunca llegó. Su respiración se volvió entrecortada mientras un golpe de escalofríos recorría su suave cuerpo humedeciéndolo con una capa de sudor frío. Poco a poco las voces se fueron alejando al mismo tiempo que sus ojos ya no percibían más que sombras. Segundos después se encontró en una habitación oscura.

Inuyasha y Kouga seguían discutiendo sin percatarse de lo que le estaba sucediendo a Kagome; a pesar de su gran sentido del olfato hicieron caso omiso del cambio de aroma en la chica.

I: Ya te dije que ella no es mi prometida!

K: Lo dices sólo para quedarte con Kagome pero eso no lo voy a permitir!

I: Y eso a ti qué….no te entrometas en lo que no te importa!

K: Si ella no es tu prometida entonces cómo explicas que lleve ese dije? Habiendo dicho esto los ojos de Inuyasha se posaron en un dije en forma de gota que colgaba del cuello de aquella mujer. La piedra color violeta comenzó a brillar y fue cuando recordó

Flash Back

I: Mami, qué es esto?

MI: Inuyasha, prométeme que nunca lo vas a volver a agarrar sin mi permiso, entendido?

I: Si…respondió una vocecilla que amenazaba con quebrar en llantos

MI: Es un regalo que me dio tu padre cuando nos comprometimos, el día en que me lo dio me dijo que los de su raza acostumbran cerrar sus compromisos con este tipo de dije para que sea eterno y para que ninguno de los involucrados lo olvide

I: Entonces cuando yo me comprometa voy a tenerlo?

MI: En realidad, cariño, quien lo va a tener va a ser la chica con quien te comprometas

I: Ah!

Fin del Flash Back

Apenas estaba saliendo de su ensimismamiento cuando sintió cómo Kouga pasaba velozmente junto a él lanzandolo al suelo. Estaba a punto de golpearlo cuando se percató del por qué de aquella reacción. Frente a él se encontraba su peor enemigo abrazando protectoramente a la mujer a la que más amaba, salvándola de una fuerte caída.

Justo cuando Sesshomaru separó sus labios de los de su pequeña una fcegadora luz blanca la envolvió y la elevó por los cielos donde sus vestimentas cambiaron a unas telas semi-transparentes que resaltaban su bien torneada figura. Una vez que aquella luz hubiera puesto el cuerpo de Rin entre las manos del youkai ésta abrió los ojos para encontrarse con la mirada llorosa más preciosa de aquel mundo…su amo.

Desde aquel incidente, cada noche Sesshomaru velaba por su protegida; la deseaba pero no quería lastimarla así que por el momento solo compartían unos cuantos besos y caricias apasionantes. Su relación había mejorado mucho hasta el punto de que ya ninguno de los dos sentía pena por expresar sus sentimientos ni por robarle besos al otro.

La necesidad por estar juntos había crecido en el interior de Sesshomaru y su protegida durante este lapso de tiempo y aunque lo podían percibir tal parecía que aun existía cierta barrera entre ellos.

Una mañana, el youkai se desvió camino al comedor para recoger a su amada en la alcoba, quería hacerla sentir protegida y amada. Pero al llegar a la puerta de la alcoba de su niña, se percató de que el aroma de ésta estaba ausente lo cual se le hizo muy raro. Al llegar al comedor y ver el lugar de ésta vacío se comenzó a experimentar un sentimiento de desesperación. Nunca en el tiempo que había compartido con su princesa, se había desaparecido y mucho menos cuando el youkai estaba en su castillo; siempre le hacía compañía y le contaba lo que había hecho durante su ausencia.

S: Jaken, asegúrate de que esta noche la cena se sirva en el jardín para Rin y para mi

J: Si, amo bonito…

S: Por cierto, tienes idea de en donde se metió Rin?

J: La verdad no lo se, aunque debo decirle que durante los ultimos cinco años la niña ha tomado la costumbre de ir cinco días consecutivos por mes a la cascada de sus terrenos

S: Muy bien, puedes retirarte

Todo eso le parecía muy extraño, el comportamiento de su protegida era periódico y él ni se había percatado de aquella situación…se sentía algo incómodo al darse cuenta de que no lo controlaba todo bajo su reino pero a la vez culpable…qué tal si algo malo le estaba pasando a Rin, jamás se lo podría perdonar.

Mientras escuchaba la caída de agua de la cascada su corazón comenzó a acelerarse…aquel aroma rozaba levemente su nariz embriagándolo de un sentimiento de amor y deseo. Al llegar a la cascada, puso distinguir con facilidad a su pequeña niña; estaba tomando un baño y al parecer se veía tranquila, sin embargo, justo cuando el youkai se iba a voltear para subirse a la rama de un árbol, percibió un olor extraño. Era un olor que no había olido nunca en su vida…al voltearse vio que un hilillo de sangre se escurría entre las piernas de su mujer. Qué le había pasado, quien se había atrevido a tocarla, Le dolía? No sabía que hacer, estaba panicando, pero al ver el rostro de la joven solo percibió la serenidad común en ella. Qué sucedía? Decidió no asustar a Rin por lo cual siguió con su plan. Se acomodó en una rama de uno de los árboles más altos que estaban junto a la cascada y desde ahí admiró el bello cuerpo de su amada que estaba siendo bañada por los rayos del sol. Las perfectas curvas de su niña…niña, ahora era toda una mujer…lamentablemente, aquel bello espectáculo llegó a su fin cuando la chica decidió que era tiempo de volver al castillo. Se vistió lentamente, disfrutando de la sensación que le provocaba el contacto de la tela sobre su piel. Al terminar, Sesshomaru se percató de que llevaba un kimono muy pegado y de color rojo que lo provocaba más de lo normal, sin embargo, ese kimono no se lo había dado él y la joven no tenia recursos para comprárselos en los pueblos cercanos.

Cuando Rin iba caminando hacia el castillo su amo la abordó y con su característico aire frío e indiferente le habló

S: Rin, qué crees que estas haciendo sola?

R: Amo Sesshomaru, lo siento mucho, no creí que tuviera nada de malo…le contestó mientras lo miraba fijamente con esos ojos chocolate que lo hechizaban…es solo que quería tomar un baño

S: Y por qué no lo tomaste en el castillo?

R: Erm…bueno…es que…ahí no…no hay más que pura agua tibia o caliente…si, eso, y yo quería una ducha fría

Sesshomaru se acercó con aquellos movimientos tan sensuales que volvían loca a su niña y le dijo con un dejo de ternura mientras le agarraba el mentón para obligarla a verlo a los ojos

S: Escucha Rin, se que esta pasando algo así que será mejor que me lo digas tú a que yo me entere por otros medios

Ante estas palabras la chica se inquietó un poco para después dejar ver un leve tono rojizo en sus mejillas

R: Sesshomaru-sama, no es lo que usted cree…yo

S: Antes de que continues, hazme un favor…deja de llamarme amo. Se supone que eres mi futura mujer y como tal debes mostrar poder y sabiduría; nunca debes doblegarte ante nadie, entiendes?

R: Hai, contestó la joven quien agarrada de la mano del youkai había comenzado a caminar al castillo hasta que sintió un leve jalón en su muñeca

R: Qué sucede Sesshomaru-sa…digo, Sesshomaru?

S: No me has terminado de decir qué hacías en la cascada

R: Sesshomaru, es que…dijo mientras desviaba su mirada a otro lado y soltaba la mano de su prometido…es algo que no me es facil hablar con …

S: Acaso no confías en mi?

R: Claro que confío en ti, pero no es fácil hablar de esto con un hombre…no importando quien sea; sería algo vergonzoso…y en ese momento su voz se volvió un susurro

S: No tienes nada de qué avergonzarte, mi pequeña…le dijo mientras la tomaba de la cintura y la acercaba a su bien formado pecho para brindarle calor.

R: De verdad no tienes la más mínima idea de por qué cada mes vengo a la cascada a tomar mis duchas?

S: Cada mes, lo siento, no sabía…y ante aquellas palabras los ojos de su protegida se entristecieron ya que eso quería decir que en realidad él no le ponía mucha atención

R: Bueno, es que las humanas tenemos algo que se llama periodo menstrual durante el cual… sangramos…y…eso quiere decir que…estamos preparadas…para…tener hijos.

La primera palabra que golpeó la mente del youkai fue "sangrar", acaso aquello le dolía a Rin? Y la segunda fue "hijos"…eso significaba que serían capaces de crear la familia con la que tanto había soñado sin ningún problema. Sesshomaru acortó más la distancia que había entre los dos, la abrazó fuertemente mientras apoyaba su barbilla en el hombro izquierdo de Rin y susurrándole le preguntó:

S: Te duele?

R: Qué! Si su amo la estuviera viendo a la cara se hubiera percatado del color que le subió a las mejillas

S: Que si te duele…el sangrado

R: Bueno…si…a veces

S: Y no se puede eliminar? No quiero verte sufrir

Lo único que recibió como respuesta fue un beso en su cuello que lo estremeció, incitándolo a continuar con su interrogatorio

S: Y…eh…cuándo podemos tener cachorros?

Ante aquella pregunta una mezcla de sentimientos golpearon a Rin: alegría, amor, deseo, temor, ansias, incertidumbre

R: Cuando queramos

S: De verdad, le preguntó con una sonrisa pícara

R: Bueno, si…respondió algo nerviosa

S: No te preocupes pequeña, si nos hemos guardado tanto creo que podemos esperar un poco más…además debes saber algo…y su voz se volvió misteriosa…los youkai no somos como los humanos, nosotros tenemos relaciones durante mucho tiempo, hasta que saciamos nuestros deseos y eso puede durar horas, días, incluso meses…la pasión nace en nuestro ser para quedarse ahí y nadie mas que nuestra pareja puede apaciguar o dar más vida a ese sentimiento. Así que iremos lento, para que te acostumbres…y dicho esto le dio un beso en la frente y se fueron caminando al castillo.

Aquella noche Rin se sentía algo impaciente, como alterada…no lograba cerrar los ojos sin imaginar el cuerpo de su amo rozándola así que decidió ir al jardin (que mas bien parecía bosque por su extensión y su densa vegetación) para tomar aire frío y concentrarse en algo diferente. La chica comenzó a internarse en aquel lugar en donde un olfato muy agudo la identificó. Ninguno de los dos estaba de humor como para irse a dormir; se necesitaban el uno al otro y sentían que ya no podían contener sus deseos. Rin llegó a un claro en donde se sentó a admirar las estrellas y detrás de ella se quedó parado el elegante youkai, admirando el perfecto cuerpo de su futura mujer y aspirando aquel excitante olor a deseo que desprendía Rin. Una vez que éste llenó por completo sus pulmones su garganta emitió un pequeñísimo gruñido que fue percibido por Rin.

-Sesshomaru-sama…qué esta haciendo aquí?

Los ojos de aquel youkai desprendían fuego…lentamente comenzó a avanzar hacia su prometida hasta que tomandola de la cintura le dijo al oído muy seductoramente.

-Ya te he dicho que no me llames amo…tu eres mi mujer y debes llamarme por mi nombre para que todos sepan que eres mía y de nadie más.

Ante aquellas palabras Rin sintió escalofríos y el olor a feromonas que expiraba se intensificó…Sesshomaru no pudo más y la besó.

Sesshomaru comenzó a besar suave pero seductoramente a Rin. Sus lenguas se unieron y empezaron a intercambiar sus néctares. Las manos del youkai comenzaron a seguir un camino ciego que fue detenido por la chica. De repenete el youkai sintió cómo el cuerpo de su amada se tensaba y un ligero aire a temor la rodeaba.

-Confía en mi

-Yo…confío, es solo que yo jamás…

Sesshomaru comprendió entonces lo que estaba ocurriendo. Rin nunca había sido de nadie más ( y como si la cuidaba tan celosamente?). Ésta sería su primera vez

-No te haré daño

La recostó en el pasto y con movimientos hábiles Sesshomaru comenzó a quitarle las prendas que le impedían recorrer libremente aquella piel tan deseada. Al principio Rin se sintió avergonzada pero conforme la temperatura de su cuerpo comenzó a elevarse, empezó a experimentar emociones desconocidas para ella. Cada roce de Sesshomaru le provocaba una descarga de escalofríos quienes eran acompañados de un dolor placentero. Ciertas partes de su cuerpo se endurecieron, otras se tensaron y otras aumentaron su temperatura.

Por su parte el gran youkai pudo ver un brillo de los ojos de aquella mujer que jamás había apreciado…era…deseo? El señor de las tierras de occidente no podía creer el efecto que provocaba en él aquella humana que años atrás le había salvado la vida. Su boca se apoderó posesivamente de uno de los pezones de Rin el cual ya estaba duro debido a la excitación y sin poder impedirlo dio un leve mordisco que la hizo gritar eufórica el nombre de Sesshomaru.

Fue entonces cuando decidió seguir la misma tarea con el otro seno mientras su mano derecha comenzó a descender hasta perderse en la parte más íntima de Rin quien al sentirla se estremeció sin poder ahogar un grito de placer. Lenta y cuidadosamente Sesshomaru introdujo un dedo en aquella cavidad cálida e inexperta que ya para ese momento estaba bastante húmeda; un pequeño vaivén que provocó que Rin se contoneara bajo el peso del youkai incitó a éste a meter otro dedo. La joven no sabía qué sucedía, solo sabía que quería más, que necesitaba más así que sin pensarlo sus caderas comenzaron a seguir el mismo ritmo que la mano de su amo hasta que sintió que ya no podía más. El deseo la estaba quemando por dentro…

R: Sessho…maru…AH, más, por favor….Kami…ya…no…puedo….AAAHHH!

Mientras tanto los labios y la lengua del youkai exploraban aquella superficie tan suave y tersa, saboreando cada centímetro…impregnando cada poro de su amada con su aroma para marcarla de por vida.

Al final, aun desnuda, Rin se recostó sobre el pecho de su prometido y medio adormilada por aquella nueva experiencia susurró…"te amo…Sesshomaru". Una sonrisa se asomó en los labios del youkai.

Pero el deseo seguía ahí y aunque ninguna palabra salió de los labios del youkai Rin comprendió que ése era el momento que tanto había esperado. Y así, tomando el rostro de Sesshomaru para que la viera directamente a los ojos le dijo con voz suave e incitadora.

R: Sesshomaru, hasme tuya, te quiero dentro de mi, necesito que seamos uno, deseo que me marques y que me dejes estar a tu lado por siempre…

Es increíble como unas simples palabras pueden provocar estragos en el interior de un ser y esto fue lo que le sucedió a aquel youkai ya que sin poder contenerse más acostó completamente a Rin en el pasto al mismo tiempo que se deshacía de su yakata para así poder liberar su cuerpo que clamaba por tocar la suave piel de aquella humana. Sin más comenzó a besar con suma ternura pero a la vez pasión todo el cuerpo de Rin, desde los cabellos hasta los pies y una vez que se hubo puesto sobre ella le susurró al oído

S: No te cohíbas preciosa, acaríciame que necesito sentirte

Con suma lentitud las manos de Rin se aventuraron primero al pecho de aquel ser para después delinear poco a poco los músculos de la espalda. Sin embargo la curiosidad la aslató y sin preámbulos llevo sus manos a aquella parte del cuerpo de su amo tan imponente y varonil. Su miembro estaba completamente erecto y su dureza era incomparable. Al principio sólo lo rozó lo cual provocó un quejido por parte de él así que tomó valor y cerró toda su mano alrededor del pene de Sesshomaru. Por Kami, parecía que iba a explotar; pronto las manos de Rin causaron gemidos de placer en aquella garganta youkai quien lamentandose haber iniciado ese juego de seducción se aventuró a doblegarse frente a la mujer con la que compartiría su vida.

S: Por favor Rin…basta…necesito sentir tu interior…argggg

Quien lo dijera, el gran señor de las tierras de occidente clamando por hacerle el amor a una humana. Y sin más preámbulos se colocó sobre ella cuidando de no dejar caer todo su peso. Colocó sus manos en las caderas de Rin y la beso en el cuello al mismo tiempo que bajaba sus manos hasta llegar a la entrepierna; ahí, abrió lentamente las extremidades de su protegida para darse lugar y comenzó a introducirse en ella.

Rin sentía que la partían por dos, el pene de Sesshomaru era tan grande y tan ancho que parecía no tener fin. Lo único que pudo hacer fue tomar una bocanada de aire y ahogar un pequeño grito de dolor mientras una lágrima se escapaba.

Aquello no fue desapercibido por el youkai ya que una vez estando dentro de ella la miró al rostro para susurrarle

S: Estas bien, mi niña, te he lastimado?

R: No, solo…espera un momento

Y fue así como el dolor que en un principio invadiera el cuerpo de la humana se fue desvaneciendo dando lugar a una gran cantidad de deseo.

Rin besó apasionadamente a Sesshomaru lo cual le indicó que podía seguir y así comenzaron los vaivenes; al principio lentos y poco a poco fueron tomando velocidad.

R: Sessho…maru…es increíble!...real-mente estas…dentro de mi…

S: Preciosa…arg

R: Más…más rápido amor…por favor…más rá-pi-do!

Y sin hacerse del rogar Sesshomaru tomó a Rin entre sus brazos (bueno, hagamos la suposición de que tiene ambos brazos, vale?) y la sentó sobre él logrando que su miebro llegara hasta las profundidades de su vagina, ante aquello Rin no pudo evitar gritar aun más, completamente fuera de control a causa del placer. Y así, el youkai comenzó a balancear sus caderas hacia el cuerpo de Rin mientras la ayudaba a subir y a bajar cada vez más rápido impulsándola con sus manos que estaban sobre sus nalgas. Así estuvieron por unos cuantos momentos hasta que Rin sintió cómo un líquido ardiendo le llenaba sus entrañas al mismo tiempo que Sesshomaru la mordía causándole un ligero malestar…insignificante al lado de aquella explosión de placer.

Fue así como aquellos dos seres se entregaron el uno al otro, con la Luna y las estrellas como únicos testigos del amor que deseaban gritar a todos.

Espero les haya gustado el capitulo y que sus demandas comiencen a ser complacidas

El próximo capítulo ya esta en curso pero lo voy a subir hasta que lleguemos a 17 reviews, vale?

Dejen sus REVIEWS!

Besos Kokoru Baransu