El mundo no es como lo pintan
By Lulu's playground
Aclaración- Ninguno de los personajes de Final Fantasy me pertenece, le pertenecen a Square Enix.
Deling City
-"Se solicita periodista." -Selphie leyó el anuncio publicado en un periódico mal trecho, había tratado de conseguir más de 50 empleos en los últimos días, pero ninguno estaba disponible para una muchacha de 17 años, y menos en la gran ciudad de Deling. El poco dinero ahorrado, ya se estaba agotando, la vida en Deling es muy costosa. A todos los lugares que visitaba le denegaban la solicitud de empleo, agravándole la situación a la joven, en un par de días mas tendría que abandonar el pequeño cuarto que alquiló. Así que con muchas esperanzas visitó la imprenta la ciudad, ya que el ejército de Galbadia era historia, la ciudad seria segura para Selphie.
-"Buenos días, señorita ¿Que se le ofrece?" - Una mujer detrás de un recibidor, acogió a Selphie, quien estaba parada en frente, mirando el gran pasillo elegante, lleno de grandes reportajes y noticias que marcaron al mundo, entre ellas estaba un retrató de primera plana de los héroes del mundo.
-"Si, vengo por el anuncio publicado para el empleo de periodista."- Selphie dijo con una gran sonrisa, pero la mujer la miró con lastima.
-"Lo siento cariño, el empleo ya esta tomado, además eres muy jovencita como para este empleo¿acaso no deberías estar estudiando?"-
Selphie pasó sus manos por la cara de desilusión, -"No, solo necesito un empleo lo antes posible, gracias de todos modos."-
-"¿Te conozco de algún lado? Tu cara me es muy familiar."-
-"Soy Selphie Tilmitt a su servicio." -La joven extendió su mano para saludar a la mujer. -"Tengo un rostro común, eso es lo mas probable."-
-"Es un rostro muy bonito ¿Por qué una muchita como tu quiere ser periodista?"-
-"Me gusta"- respondió muy energéticamente.- "Pienso que es un buen empleo para desarrollar mis habilidades."-
-"Si mis hijos pensaran como tu, son mucho mayores que tu, y al parecer son alérgicos al trabajo, sabes que, me caes bien, te haré un favor, mi jefe me ordenó publicar este anuncio por la Internet acera de un nuevo empleo para la imprenta, es de fotógrafo, pero se que te puede abrir los caminos en el mundo de comunicaciones."-
La mujer le entregó una solicitud de empleo a Selphie, de inmediato comenzó a brincar de alegría abrazando a la mujer.
-"¡Gracias, gracias, gracias, gracias, gracias!" -
-"Muchacha, firma la solicitud antes de que cambie de opinión, el jefe esta disponible en estos momentos, si te apuras podrás recibir la entrevista hoy mismo."-
Sin perder tiempo Selphie llenó la solicitud, la mujer la dejó pasar para que tuviera la cita de empleo con el director de la imprenta. Mientras caminaba por los elegantes pasillos se llenaba de emoción, su corazón palpitaba rápido al acercarse mas y mas a la oficina del gerente.
-"Pase señorita"- Un hombre gordo enchaquetado le permitió la entrada a una elegante oficina. -"No tengo mucho tiempo¿Qué quiere?"- dijo sentándose en su escritorio, que parecía pequeño por el volumen de su barriga.
-"Soy Selphie Tilmitt y vengo por el puesto de fotógrafa" dijo tomando asiento frente al escritorio.
-"¡HA! No tienes porte de fotógrafa, ni si quiera tienes cámara ¿o me equivoco?"- el hombre no leyó su hoja de vida devolviéndosela de mala gana.
Selphie bajo el rostro de desilusión, al parecer seria otro fracaso de empleo.
-"Ve y regresa ala escuela, esto no es trabajo para niños"-
Selphie se puso en pie para marcharse pero el gerente de la imprenta la detuvo con unas palabras.
-"¿Eres Selphie Tilmitt, integrante del Jardín de Balamb?"- Preguntó muy curioso poniéndose de pie
-"Si señor."-
-"Por que no lo habías dicho antes, creo que tengo el perfecto trabajo para ti niña, pero primero te quiero enseñar algo."-
El hombre sacó unas llaves de su bolsillo y le señalo a Selphie que lo siguiera. Caminaron un par de oficinas hasta llegar a unas puertas alejadas de todos.
-"Creo que me servirás de mucho, hace un par de meses ustedes fueron la gran noticia para el mundo entero."-
El hombre abrió las puertas revelando un salón lleno de diferentes tipos de noticias, pero todas tenían algo en común, todas las noticias se trataban acerca de los héroes del mundo, noticias de todas clases.
-"Desde que acabaron con la bruja, ustedes han sido la comidilla de todos durante estos meses, niños, jóvenes, adultos querían saber acerca de sus vidas, ustedes aumentaron nuestras ganancias como nunca, una foto de ustedes costaba mas de 5000 mil dólares, solo unas pocas fueron publicadas en esta imprenta."-
-"Nunca nos habían enterado que éramos tan famosos."- Selphie sorprendida miraba todo los artículos en las paredes.
-"Como eran militares, no podíamos hacerles ningún tipo de acercamiento, era imposible hacerles una entrevista. Pero como ya veo, creo que tengo una mina de oro en mis manos que quiero compartir contigo."-
Selphie alzo una ceja, no muy complacida con lo que estaba escuchando.
-"Te voy a dar 500 dólares por cada foto que me traigas de tus amigos, pero no cualquier foto, quiero fotos que el publico se vuelva loco comprando el peridioco, quiero convertirlos mucho mas famosos de lo que son."-
-"Señor no creo que sea buena idea, estamos retirados de nuestro empleo como SeeDs."-
-"Mucho mejor, así podrás conseguir fotos de la vida real de nuestros personajes predilectos de portadas. A la gente les encanta el chisme, y mucho mas de personas tan conocidas como ustedes."-
-"¿Acaso quiere que espié a mis propios amigos?." -
-"Solo estas haciendo un trabajo para sobrevivir, tu solo tríame las fotos y yo te haré una reportera si me agrada tu trabajo."- El hombre dijo sacando a Selphie del almacén un poco brusco.
-"Quiero que comiences hoy mismo, cuando vuelvas con mis fotos, te daré dinero."- El hombre terminó diciendo dándole una cámara fotográfica profesional a Selphie.
La joven lo observó por un momento, dudosa, pero el gordo la empujo a la puerta.
-"¿Qué esperas¡Tráeme fotos!"-
Días después…en algún lugar cerca de Timber
-"Despierta cariño, ya llegamos."- Rinoa le tocó el rostro a su novio tratando de despertarlo- "Nos están esperando, no tardes." -
Habían viajado varios días en tren hasta un pequeño poblado cerca de Timber, un viaje agotador para el ex comandante.
Squall gruño suavemente, no quería salir de ese tren, lo que le esperaba, no seria fácil de acoplar. Lentamente se puso en pie tomando su poco equipaje y el de Rinoa. Al salir fueron recibidos por las personas que menos Squall simpatizaba.
-"¡Bienvenida princesa!"- Zone dijo energéticamente abrazando a Rinoa, uno de los integrantes del grupo anti Galbadia, the Forests Owls. -"Bienvenido comandante." -Añadió extendiendo su mano para saludar a Squall.
"No soy su comandante." Squall dijo aburrido pasando por el lado de Zone sin darle la mano.
-"Que carácter."- Zone añadió asustado por la contestación de Squall.
-"No te preocupes, solo esta malhumorado por el viaje."- Rinoa dijo calmada consolando a Zone quien se sentía ofendido por el carácter de Squall.- "¿Dónde están los demás?"-
-"Nos esperan en el tren nuevo de los Forest owls,"-
-"¿NOS subiremos a otro tren?"- Squall dijo casi gritando, asustando a Rinoa un poco.
-"Son los cuarteles generales¿acaso lo olvidaste?"-
Squall casi su mano por su rostro respirando profundo. -"Bien."-
Después de recibimiento los llevaron hasta otro tren, que estaba localizado en el bosque, para sorpresa de Squall había más de 500 personas esperando porel y Rinoa.
-"¡Viva el nuevo comandante!"- Un hombre muy emocionado gritó al ver a Squall llegar al bosque. Squall los miraba confundido, atrajo a Rinoa hasta el para preguntarle al oído.
-"¿Por qué me llamó su comandante?"-
Pero Rinoa no tuvo tiempo para contestar por un fuerte aplauso de recibimiento de las personas hacia Squall.
-"¡Viva Timber libre!" -otro hombre gritó entusiasmado haciendo que la multitud se avivara, con aplausos y gritos.
-"¡Rinoa, dijiste que solo ayudaríamos, No que yo dirigiría el maldito complot!"- Squall le dijo al oído a Rinoa muy enojado.
-"¡Viva Timber libre y nuestra futura victoria!"-
La multitud corrió hasta Squall elevándolo entre sus manos hasta llevarlo hasta una loma donde todos lo podían ver.
-"¡Que diga unas palabras nuestro nuevo líder!"- Una mujer gritó, mientras Squall comenzaba a sudar de nerviosismo, no sabia que decirle. No quería ser su comandante, solo los pretendía ayudar pero no de esa manera. Todos sus rostros mostraban una gran esperanza, una ilusión de ver a su país una vez y por todas libre. Pero ningún rostro de esas personas lo conmovió solo el rostro de su ángel lo domino, Rinoa lo miraba suplicándole que aceptará.
-"Me debes una, Rinoa"- pensó con mirada pervertida hacia Rinoa pasando una mano por su cabello, aclaro su garganta y alzó sus manos para que la multitud guardara silencio.
-"Se que la libertad de su país es muy importante para ustedes, así que daré lo mejor de mis habilidades para servirles en todo lo posible, y brindarle la independencia a Timber."-
-"¡Viva!"- La muchedumbre gritó de emoción al escuchar las palabras de su nuevo comandante.
-"¿En que me he metido?"- pensó el comandante, pero un presentimiento de que alguien lo observaba le carcomió la tranquilidad. Un joven se acercó a Squall.
-"Señor, le mostraré su cuartel para que descanse, mañana será un día agotador."-
Días después
-"¿Qué opinas Squall?"-
Squall observaba el arsenal de armas y artefactos para una guerra que tenían secretamente guardados los Forest Owls. Tenían una gran cantidad inimaginable de armas, que por no preocuparse mas, no quería preguntar de donde habían conseguido todo, y especialmente no quería preguntarle a Rinoa, quien lo miraba significativamente.
-"No lo se, tienen armas para matar a miles de personas."- Le respondió aburridamente mirando la cueva en donde estaban escondidas las armas. "Algunas muy complicadas como para ser utilizadas en este conflicto."
-"¿Y que piensas hacer?"- Rinoa le preguntó colocando sus brazos en el pecho, mirando a su novio como no le interesaba el conflicto, comenzaba a pensar que fue mala idea confiar en que Squall los ayudara.
-"Galbadia es un ejercito muy grande, y mucho mas si se esta fortaleciendo durante los últimos meses, además de fuerza necesitamos inteligencia, y aunque no me gusta el tema, diplomacia."-
-"Pues, Timber no tiene representación alguna, los políticos y sindicatos han sido asesinados o encarcelados por Galbadia."- Rinoa se sentó en el suelo junto a Squall, mientras miraban la cueva.
-"¿Crees que hay alguna manera de conseguir personas para el trabajo?"-
-"Pertenecientes a la ciudad de Timber, no, pero podemos conseguir políticos de otras naciones que nos apoyen."-
-"Seria muy peligroso, pueden tendernos trampas políticas que podrían comprometer a Timber, tenemos que conseguir a alguien lo suficientemente inteligente y audaz que quiera estar a cargo de la parte política de Timber. Por lo que nos consta debemos mantener una actitud pasiva y secreta mientras conseguimos a alguien."-
Rinoa sonrió -"Le avisare a los demás de nuestros planes, espero que funcione." -Se puso de pie muy emocionada y salio corriendo de la cueva, pero regreso con la misma intensidad, tumbó a Squall al suelo y lo besó apasionadamente.
-"Gracias, acompáñame al campamento, no quiero ir sola por el bosque."-
-"De acuerdo."-
Ambos jóvenes se tomaron de manos, caminando hacia el campamento. Estaban en un lugar muy remoto dentro de la selva peligrosa de Timber, agarrados de manos, Squall sentía en sus entrañas un presentimiento, alguien los observaba.
-"¿Squall, que te ocurre?"- Rinoa le preguntó al ver que su novio se detuvo. Squall por costumbre, colocó su mano en su espalda en busca de su gunblade, pero no estaba, había olvidado que se lo había dado a Quistis, así que no tuvo más remedio que utilizar el látigo de ella.
-"¿Qué haces?" – le dijo su novia, al ver que Squall observaba su alrededores, con un complicado movimiento desato el látigo de su cintura, provocando que se cortara parte del brazo. – "Squall ¿Qué sucede?"
-"Algo nos esta persiguiendo."- El ex comandante dijo silenciosamente colocando a Rinoa tras el. Asustada, se agarró del brazo de Squall, observando hacia todos lados.
-"¿Sabes como utilizar eso?"- Rinoa dijo refiriéndose al látigo al ver que ya se había herido en el brazo por intentar desatarlo.
-"He visto a Quistis miles de veces utilizarlo, no creo que sea tan difícil."-
Sin esperarlo, el rugido de varios T-rex, se escuchó por todo el bosque, espantando a los adolescentes.
-"¿Qué vamos a hacer?"- Rinoa le dijo al oído, al ver como el T-rexs se acercaban a ellos con lentitud, enseñando sus afilados dientes. Squall observó el látigo varias veces, en algunas ocasiones había visto a la dueña haber matado un T-rex con su látigo, pero no estaba seguro de correr la misma suerte. Rinoa podría utilizar sus poderes, pero solo mataría a uno de ellos, dándoles oportunidad a los demás de hacerles daño o hasta matarlos.
-"¡Corre!"-
Balamb city.
-"¡Zell, pon tu trasero a trabajar antes que te despida, tienes suerte que tu madre sea mi tía o te hubiera despedido hace mucho tiempo mocoso."-
Zell brinco del susto al escuchar a su primo gritar, estaba durmiendo tras unas cajas de un almacén de piezas de autos, trabaja para la estación de gasolina de la ciudad. Había solicitado un empleo como oficial de policía, pero no tenia suficiente edad para el trabajo, aunque tuviera el cuerpo y la experiencia.
-"Tranquilízate, no hay nadie en la maldita estación ¿por que te preocupas?"- Zell caminó hasta su puesto a esperar clientes fantasmas, en la ciudad de Balamb, era muy poca la clientela, así que la mayoría del tiempo tenia que hacer trabajos diferentes del que fue contratado para ser.
-"¡Tu solo espera los clientes, en cualquier momento podrían venir!"- El hombre le gritó a Zell mientras reparaba un auto en el taller ubicado al lado de la estación de gasolina.
Como si hubiera sido una profecía, una gran limosina se estaciono en la estación para llenar el tanque, un conductor de limo, se bajo y camino hasta Zell.
-"Llénale el tanque."-
-"Si, señor."- Sin duda alguna Zell, comenzó a llenar el tanque de la limosina, el conductor lucia algo nervioso, muy sospechoso. Tenia un tatuaje en el cuello, de letras chinas, una cicatriz en parte de su ojo y fumaba mirando a Zell, como si fuera a ser algo contra el..
-"Avanza chico no tengo todo el día."- El hombre dijo mientras se dio media vuelta, levantó su chaqueta, y por unos segundos se vio un arma escondida en su cadera, además de sangre seca. De inmediato, Zell supo que el hombre había robado la limosina o peor aun había matado al conductor verdadero. Mirando los cristales de la limo, en busca de algún tipo de evidencia que le asegurara que había sido robada se encontró con el reflejo de una mujer atada tratando de pedirle auxilio, no se podía ver con mucha claridad por los tintes oscuros, pero si pudo ver el rostro de la mujer tapado con cinta adhesiva.
-"¿Terminantes?"- El hombre le preguntó, peligrosamente bajando su mano hacia su cadera, donde tenia su arma.
-"Si, señor, son 50 Gils."- Zell dijo ingeniándose un buen plan.
-"Aquí tiene"- El hombre le dio el dinero a Zell, pero el joven ex SeeD le respondió con un buen puño enviando al hombre al suelo, rompiéndole varios dientes al hombre, trató de sacar su arma pero Zell se le lanzó encima aguantando sus manos con las suyas, golpeó las manos al hombre contra el suelo alejando el arma, ambos tuvieron una lucha de fuerza, hasta que Zell le dio un cabezazo al hombre dejándolo inconsciente. De inmediato tomó al hombre de los brazos arrastrándolo metros lejos de la limosina. El primo de Zell y varios trabajadores corrieron hasta la estación al percatarse de que Zell había golpeado a alguien.
-"¿Qué demonios te ocurrió, por que golpeaste a este hombre?"- El primo tomó a Zell de la camisa y lo levanto en el aire.
-"Me quiso matar, el hombre tiene a alguien secuestrado en la limo, llamen a la policía el hombre es un ladrón."- Zell salio del agarre de su primo corriendo hasta la limo, trató de abrir la puerta trasera pero estaba cerrada, así que con su propio puño rompió el cristal del auto, y abrió la puerta, al entrar se encontró con dos personas amarradas, una mujer y un hombre, Zell toma a la mujer entre sus brazos mientras las demás personas ayudan al hombre a Salir. Zell le quitó las bandas que aguantaban a la mujer, quien lloraba de nerviosismo, al desatarla, la mujer abrazó a Zell fuertemente.
-"¡Gracias por su ayuda!" -La mujer le dijo llorando, mientras Zell la abrazaba, de inmediato la policía local arrestó al hombre secuestrador. Un hombre junto a los policías se acercó a Zell y a la mujer.
-"Gracias hijo, no sabemos como agradecértelo. Pide lo que quieras y te lo concederé, soy multimillonario."- El hombre extendió su mano, y su hija camino hasta el.- "Probablemente ese bastardo nos hubiera matado en busca de dinero a mi y a mi hija, te debemos mucho muchacho."
-"Gracias señor, pero solo fue un acto que cualquier otra persona hubiera hecho."- Zell dijo cortésmente, El hombre miro el suelo y vio varios dientes tirados en el suelo.
-"¿Son tuyos?"-
-"No señor, son del secuestrador."- Zell contestó mirando sus nudillos ensangrentados, maldiciendo en voz baja por haberle prestado los guantes a Irvine.
-"¿Te gusta boxear? Tienes un buen gancho de izquierda. Toma esta tarjeta, si quieres puedes trabajar para mi, tengo un buen negocios de boxeadores."-
El hombre le da una tarjeta a Zell, y le da un ultimó apretón de manos. -"Espero saber de ti muchacho, píenselo."-
Zell observó la tarjeta y lo leyó en voz alta.
-"Mr. Mcdowell, representante profesional de boxeadores."-
En algún lugar del océano.
-"¡Carajos, puta porquería!"- El capitán de un pequeño barco de pasajeros maldijo en voz alta al sentir que los motores del barco dejaron de funcionar. Había viajado por mas de cuatro días y los suministro se habían acabado, se suponía que llegarían a tierra en tres horas, pero al parecer se tomarían un par de días reparar el barco. Tomó el radio comunicador, pero tampoco tenia la señal suficiente. Salio de la cabina de capitán y se dirigió hasta la tripulación de pasajeros de 20 personas. Todos esperaban asustados, la mayoría eran mujeres, niños, ancianos. Solo dos adolescentes viajaban en el barco.
-"Señoras y señores, el barco acaba de sufrir unos imperfectos mecánicos, tendremos que esperar un par de horas por ayuda, tengan paciencia por favor."-
-"No podemos esperar mucho, hay niños y ancianos enfermos."- Una mujer dijo asustada abrazando a sus niños, todos comenzaron a murmurar y a comenzar a sentirse nerviosos.
El capitán era el único marino abordo, todos los demás tripulantes eran civiles, así que la tarea del capitán seria difícil para el solo.
-"Solo mantengan la calma, todo se arreglara."-
Dos días después…
La gente estaba desesperada por salir del barco, llevaban dos días sin comer y los niños e ancianos comenzaban a debilitarse.
-"No podemos quedarnos aquí. ¿Por qué carajos tomamos este barco?" -Irvine dijo desesperado a su compañera de viaje. Quistis lo miró aburridamente quitándose los espejuelos, quitando su atención de un libro entre sus manos.
-"Era el único transporte hacia Esthar, y en tu caso a F.H."-
-"Tengo sed, y el sol esta comenzando a quemarme demasiado."-Irvine se miro sus hombros, estaban rojizos por el sol que había aguantado durante esos días de viaje. Solo tenia puesto su pantalón y botas. -"Deberíamos tratar de ayudar al capitán."-
Los adolescentes estuvieron de acuerdo, caminaron hasta la cabina encontrado un capitán borracho e inconsciente en el suelo, la frecuencia estaba completamente desarmada y el timón roto.
-"¿Qué vamos hacer?"- Irvine preguntó golpeando la pared de la cabina, mientras Quistis le tomaba los signos vitales al capitán.
-"Pues no tenemos mucho tiempo antes de que las personas se deshidraten, tendremos que viajar en la balsa de emergencia hasta F.H. esta como a 45 kilómetros de aquí."-
-" !Que? Estas loca!"- Irvine la miró muy asustado, al ver que lo decía enserio.
-"No tenemos otra opción."-
-"Quisty, puede ser muy peligroso, es muy pequeña e inestables."-
-"Perfecto, si no quieres ir, lo haré yo."-
-"¡No puedes ir sola, te ahogarías!"- Irvine aguantó a Quistis del brazo al ver que salio de la cabina, pero ella rempuja suavemente a su amigo.
-"Podemos sucumbir, no puedo consentir eso, quizás con suerte alcanzaríamos sobrevivir un par de semanas pero estos niños y ancianos no aguantaran mucho, mientras mas pronto, mucho mejor."-
-"Pues entonces nos arriesgaremos juntos, nunca me perdonaría si te ocurriera algo."-
-"Bien, entonces comienza a desvestirte, tendremos que advertirles a los tripulantes."-
Se vistieron con atuendos de baño, aunque estaban en el océano, se encontraban en pleno verano, caminaron hacia la multitud y les informaron sobre la situación. Nadie se opuso, todos sabían que seria muy riesgoso, hasta suicida, pero alguien tenía que pedir ayuda. Situaron sus pertenencias en unos sacos elásticos, se comprimieron de aire, para que los ayudaran a flotar en caso de que la balsa sucumbiera. Quistis se colocó el gunblade de Squall en su espalda amarrado, mientras Irvine se puso los guantes de Zell en sus manos. Tiraron la pequeña balsa al mar junto con sus pertenencias, luego ambos brincaron hasta esta, con un par de remos ambos comenzaron a remar hacia el norte lo más rápido viable.
Zell miraba una y otra vez la tarjeta de presentación que recibió unos días atrás al salvarle la vida al millonario empresario. Todos le habían recomendado que llamara al magnate, para ver si podía encontrar un empleo como boxeador profesional, excepto su madre. Ella estaba muy preocupada, temía por la vida de su hijo.
-"Zell, es un deporte muy peligroso, puedes quedar lastimado para siempre."-
-"Mamá, todos saben que soy muy bueno en el deporte, en especial el de contacto físico, no puedo quedarme toda la vida trabajando en la estupida estación de gasolina."-
-"Prefiero verte trabajar hay toda la vida, que una noche en ese peligroso deporte."-
-"Golpear y pelear es todo lo que se hacer, no soy lo suficientemente inteligente como para estudiar en una universidad, y en Balamb escasean los empleos, No puedo desperdiciar esta oportunidad."-
Recordó la cara de desilusión de su madre en aquella charla que tuvieron antes de llamar al magnate para pedir una cita de trabajo. Respiro profundo, despejando todo pensamiento que lo llevara a cambiar de opinión, guardó la tarjeta entrando al gimnasio lujoso en la ciudad de la oportunidades en Deling.
-"¿Se le ofrece algo señor?"- Un hombre robusto de dos metros recibió a Zell al entrar. Un poco temeroso, aclaro su voz y miro al hombre a los ojos.
-"Soy Zell Dincht, tengo una cita con…"-
-"Lo están esperando, al fondo del gimnasio en el cuadrilátero de boxeo."-
Confundido no pudo terminar su oración, pero sin pensarlo mucho se dirigió al destino que le había indicado aquel hombre. Era un lujoso lugar, lleno de tecnología y buenos equipos de entrenamiento deportivo.
-"Hijo por aquí"- Zell reconoció la voz del viejo magnate que lo llamaba con gran emoción. –"Eres muy puntual, pasa por aquí."-
Zell se dirigió al cuadrilátero donde un grupo de ejecutivos lo esperaban, además habían periodistas incluidos y un fortachón esperando dentro del cuadrilátero.
-"¡Morirás, vas a regresar por donde llegaste pero rumbo al hospital gusano!"- el fortachón agresivamente recibió a Zell con insultos, indicándole que se subiera al cuadrilátero.
-"Como veras hijo, antes de darte el empleo como boxeador, tengo que convencer a mis ejecutivos que eres lo suficientemente bueno como para explotar en ti nuestra confianza como nueva adquisición. Tendrás que pelear con el, y demostrar de que estas hecho muchacho."- El magnate encamina a Zell hacia el cuadrilátero sin dejar a Zell pensar en la contestación. Un hombre se le acercó a Zell colocándole el equipo en su cuerpo, después de varios minutos, el ex soldado estaba listo, pero muy asustado.
Los ejecutivos no estaban tomando nada enserio, Zell no demostraba el tipo físico como boxeador profesional. Ademas de ser extremadamente joven y liviano para la clasificación de peso pesado que el magnate quería acomodarlo. Aunque el soldado estaba fuerte y muy bien desarrollado para su edad, los ejecutivos se reían de el. Al parecer el único que confiaba en el, era el viejo magnate. Su contrincante era un boxeador experimentado, que pudo reconocer por carteleras que había visto, lucia muy violento y molesto por el hecho que tenia que pelear con el novato. Todos en el gimnasio pararon sus actividades para observar el evento. Respirando rápidamente, Zell observaba al hombre, miedo comenzó a correr por su venas, y al mirar la gente a su alrededor, temió de sus habilidades.
-"¡Ha pelear!"- el sonido de una campana se escucho junto con un gran algarabía. El hombre gritó, lanzándose hacia Zell. Como un tornado el hombre comenzó a lanzarle fuertes puños a Zell en el rostro, atrapándolo entre las cuerdas del cuadrilátero, el ex SeeD, cayó al suelo escupiendo sangre, y mareado. Su mundo se torno lento y borroso.
-"¡Zell levántate!"- un viejo le gritó a Zell a verlo llorar en el parque, por que un niño había peleado con el. El niño con ojos lloroso, sacudió el polvo de su ropa, caminando hasta el anciano. Que aunque le había gritado, sabía que lo amaba.
-"Levantate muchacho, nunca te rindas ante nada, tienes la fuerza de un tigre, no dejes que otros te opaquen de esa manera, se que puedes."-
El hombre alzó sus brazos en victoria al ver como Zell cayó en el suelo, mareado muy mal herido en su rostro. El SeeD se puso de pie con dificultad, agarrando fuertemente las cuerdas de cuadrilátero.
-"¡Esto no ha terminado!"- escupió su protector bucal para poder escupir la sangre de sus labios rotos. El hombre se enfado mucho mas al ver a Zell dispuesto para seguir peleando.
-"¡Te matare muchacho!"- El hombre volvió a lanzar otra manada de puños enérgicos que cualquier otra persona hubiera quedado inconsciente, pero el nuevo boxeador seguía en pie. Recorrieron todo el cuadrilátero, enviando a Zell a la lona varías veces pero ningún golpe podía derrumbarlo definitivamente. Los periodistas comenzaban a emocionarse al ver como el nuevo candidato podía resistir la cantidad de golpes del hombre boxeador, tomando cientos de retratos en el transcurso de la pelea.
Y como un rayo de luz, Zell logró conectar un solo golpe al rostro del hombre, provocando que diera varios pasos hacia atrás por el terrible dolor que sentía en su rostro. Aprovechando esta oportunidad, el SeeD, comenzó a atacar con fuertes golpes en el costado del boxeador, enviando gritos de dolor por todo el cuadrilátero. El hombre estaba atrapado en una esquina del cuadrilátero recibiendo incansables puños del joven, hasta que uno logró conectar el golpe en su quijada, derribando al hombre, inconsciente en el suelo.
Solo hubo silencio, y un hombre derribado en la lona, sin señales de volver a ponerse en pie. Nadie lo podía creer, Zell dio varios pasos hacia atrás por un terrible dolor en su cabeza, se quito sus guantes y bajo del cuadrilátero.
-"Bienvenido a mi empresa campeón"-
-"¿Como se le libertad a una mujer?"- una voz seca, desde el fondo de la garganta reseca de un hombre se escuchó.
Llevaban dos días en el mar abierto, sin agua ni comida, el sol de verano castigándolos sin piedad en la balsa, que comenzaba a desmoronarse,Despues demuchas horas de silencio, Irvine decidió hablar. Quistis abrió sus ojos lentamente, dirigiendo su vista hacia el vaquero que débilmente miraba hacia lo único que podían ver, agua.
-"¿Cómo?"- preguntó, pero sin esperar una respuesta inteligente de la parte masculina. Colocó sus codos en la balsa apoyándose de ellos para levantar se torso y cabeza un poco.
-"Ampliándole la cocina"- Irvine dijo después de varios minutos de silencio, Quistis lo observó alzando una ceja. Ambos se miraron por unos segundos provocando que Irvine se riera fuertemente al verle la cara de frustración. Ella solo volvió a desplomarse en la balsa tapando su rostro del sol con una pieza de ropa.
-"¿Cómo se mantiene a una mujer ocupada el día entero?"- Irvine volvió a preguntar, pero esta vez Quistis no se molesto en preguntar, por que sabia que de todos modos vendría una contestación.
Irvine comenzó a reírse y entre risas le contestó - "dándole una hoja de papel que diga en ambos lados, dame la vuelta." Y otro mal de risas atacó al vaquero.
De todos los lugares del mundo en que pudiera estar en esos momentos, se encontraba en el peor de todos, Una balsa en el medio de la nada, con un vaquero contando chistes machistas.
-"Esto no me puede estar sucediendo"- pensó, tapando sus oídos con sus manos para no escuchar otro chiste de mal gusto.
-"¿Qué es un papel en blanco?"- Irvine aguantó su risa, y preguntó con un tono filosófico, pero Quistis no le contestó. –"El derecho de una mujer"-
Irvine no pudo aguantar la risa mas, comenzó a reírse tan fuerte que se ahogaba con su propia saliva, un dolor intenso y ganas de orinar le dieron al vaquero por su mal de risa.
-"Se que eres una feminista Quisty, no aguantas que digan esa clase de Chistes sobre las mujeres."-
-"¿Y por que los dices, si sabes eso?"- Quistis le preguntó quitando la pieza de ropa de su rostro, para observar al Irvine, quien se había tornado serio.
-"Estoy cansado de que no te expreses de ninguna manera, eres tan fría como un témpano de hielo."- Irvine dijo casualmente observando los guates de Zell que tenia puestos.
-"Yo no soy un témpano de hielo."- dijo con un tono no muy agradable, el de instructora molesta.
-"Quistis, tienes 18 años de edad, y tu comportamiento parece de una mujer de 45, no creo que sea normal."-
-"Por si no lo has notado nuestra vida no es normal"- dijo muy tranquila pero con el frió tono de instructora soberbia.-"Soy feliz de la manera en que vivo."-
-"Por eso estas soltera"- dijo entre murmuro, pero no lo suficiente bajo para que Quistis no lo escuchara.
-"Estoy soltera por que quiero."- Quistis dijo alzando un poco su tono de voz, comenzando a enfadarse, justo lo que Irvine buscaba.
-"No lo tomes personal, pero con tu comportamiento de bibliotecaria medieval, no conseguirás al hombre que esperas."-
-"Yo no espero a ningún hombre."- Quistis dijo respirando profundo, evitando que el coraje que comenzaba a fluir se reflejara en su voz o expresión facial.
-"Alguien me dijo que esperabas a Squall."- y como cientos de cuchillos clavados en el punto mas débil de su alma, esas palabras tocaron lo mas profundo en Quistis, cosas que creyó haber enterrado hace mucho tiempo.
-"El solo es mi amigo"- Quistis dijo cerrando los puños, ejerciendo presión en sus dedos provocando que su piel se tornara pálida por falta de sangre. –"No quiero seguir hablando del tema."-
-"Nunca te he visto llorar, o verte enojada a tal punto que saques todas tus emociones, lo máximo que he logrado ver en ti es que tus ojos se llenen de lagrimas pero ninguna baja por tu rostro para expresar lo que sientes, creo que estas encerando en ti quien realmente eres."-
Quistis comprendió lo que Irvine trataba de hacer, quería hacerla enojar para que pudiera soltar todas sus emociones, ya que podía ser la última oportunidad que tuvieran.
-"No quiero llorar, no quiero enojarme, no quiero reír hasta sentir esa sensación de satisfacción. "- Quistis dijo después de varios minutos de incomodo silencio. –"No siento nada."-
Irvine miro a su amiga, la reina de hielo le estaba mostrando un pedazo de su verdadero rostro.
-"Tengo miedo"-
-"Solo empieza a ser quien realmente eres, eso seria un buen comienzo."- Irvine le dijo tomando la mano de su amiga.-"Vive la vida loca"-
Y con esas palabras rondando en su mente, Quistis quedo dormida con una leve sonrisa en el medio del océano.
"Los paramilitares están tomando fuerzas señor, hay mas de 2000 hombres y mujeres fuertemente armados, ahora con un nuevo líder, uno de los hombres mas buscado por nosotros."
Un comandante de las fuerza armadas de Galbadia tomó entre sus manos un archivo lleno de fotografías de Squall Leonhart, junto a información de inteligencia acerca de su paradero.
"¿Cómo lograron obtener esta información?"
"La imprenta de Deling se unió al ejercito, uno de los periodistas perteneció al Jardín de Balamb, gracias a ella sabemos la localización del comandante."
"¿Y los demás que?"
"Tenemos información de tres de ellos, el comandante, la bruja y la nueva periodista que al parecer se unió a la imprenta, no sabe que trabaja para nosotros."
"Excelente, necesitamos localizar a los otros tres, no podemos hacer nada hasta neutralizar a los demás, son muy peligrosos unidos. Pagaran por haber hundido a nuestro ejercito, pronto saldremos del abismo en que estamos y volveremos ha ser la potencia mundial que éramos, pero primero, rastrea al general Almasy."
"El plan esta funcionando según lo planeo señor, el viejo Cid esta haciendo justo lo que le indicamos."
