Ok, he aqui el tercer capitulo, he de decirles de una buena vez (si es que aun no lo han aceptado) que Kurama SI muere, en estos momentos esta muerto, este capitulo es como lo que sucedio antes de que se le fuera encomendada la mision a Hiei, asi que... resignense o.o
Por cierto, si se me va una que otra falta ortografica (sin contar este texto inicial) diganme, es que mi word esta medio raro y aparte tengo que usar el openoffice para poder poner los acentos y creo que se me va una que otra palabra x.x Por cierto, ahora que me acuerdo me preguntaron por la serie, "Clover" fue creada por las chicas CLAMP, creo que ya son lo suficientemente famosas como para que las presente. Yo solo le conozco el manga a la serie y me pasaron un video en donde salian algunas escenas, pero de ahi en adelante, nada o.o Eso si, me gaste mi buen dineral en comprarme los mangas, que bueno que eran poquitos x.xU
Clover
By Alex-Wind
Tiempo de partida... 13 de julio de 2006, jueves, 8:19 p.m.
"3".-.-.-."3".-.-.-."3".-.-.-."3".-.-.-."3".-.-.-."3".-.-.-."3".-.-.-."3".-.-.-."3".-.-.-."3"
Si encuentras un trébol de cuatro hojas... hallarás la felicidad.
Pero¿sabes? Es mejor que lo guardes en secreto.
¿En dónde encontraste el trébol de cuatro hojas?
¿Cuántas hojas le quedan ahora?
Un trébol de cuatro hojas.
Lo único que deseo es tu felicidad. Sabiendo que jamás seré tuyo y la compartiremos.
"3".-.-.-."3"
CHAPTER III
THREE LEAFS
Kurama estaba recostado en su cama, en su jaula de oro y cristal donde la flora era abundante y se le eran proporcionadas todas las comodidades. Abrió sus ojos y se dio cuenta de que su brazo se encontraba estirado, como si intentara alcanzar algo.
-Un sueño...—murmuró.
-Muy buenos días, Kurama—saludó haciendo una reverencia el demonio de cabello largo y negro, con sus seis orejas y siete cuernos.
-Estaba soñando—comenzó a decir recostándose nuevamente, el demonio de largo cabello se acercó a su lecho—, era el sueño de un cuervo. Estaba cantando con una melodiosa voz, él también era muy guapo—se levantó y se sentó sobre sus piernas—. Es extraño, estaba viendo el sueño que ese cuervo estaba teniendo—dirigió su mirada hacia 'afuera'—¿quién podrá ser?
"3".-.-.-."3"
En un modesto escenario, luces incandescentes por todas partes; un joven de unos veinte anos, con largo cabello negro recogido en una coleta, ojos violetas muy oscuros, tez blanca, músculos firmes, alas negras, sostenía un micrófono y se encontraba justo en medio del espectáculo. Él era quien cantaba:
Ese sueño es mío...
Se trata de un sueño hermoso...
Que nadie jamás haya visto...
Sus ropas eran completamente negras, las prendas adecuadamente ajustadas a su cuerpo. Unos jeans y una playera sin mangas, claro, sin contar los accesorios: unos brazaletes colocados casi a la altura de sus hombros y otros en los muslos, sobre el pantalón.
Una hermosa mentira...
De la que nadie se dará cuenta.
Frente al escenario había varias mesas y sillas con muchos clientes del local, todos hablaban sobre casi cualquier tema y ninguno prestaba mucha atención al cantante.
Un hermoso amor...
Que jamás será destruido por alguien.
AMOR...
Nada le importaba al cantante mientras ejercía su profesión, le encantaba cantar y siempre lo hacía con todo el sentimiento que le era posible. En esos momentos, pese a lo desapercibida que pasaba su presencia, se sentía feliz, muy feliz.
Quizás te cause risa...
Pero, había alguien que miraba al cantante, sonriendo.
Pero se trata de la palabra
más hermosa que existe en todo el mundo.
El vocalista se percató de que alguien lo observaba, dedicó algunos instantes a su único admirador, sosteniéndole la mirada y, al parecer, cantando sólo para él.
AMOR...
Quizá te cause risa, pero se trata de la palabra
más valiosa que existe en este mundo.
Las siguientes palabras no estaban en la canción original, pero, el cantante, al ver a su admirador y sonreír cálidamente únicamente para él, las agregó:
Yo siempre te amaré.
"3".-.-.-."3"
-Bienvenido, Hiei—decía el cantante abrazando al mencionado.
-Gracias, Kuronue—recibió el abrazo que venía acompañado de un dulce beso.
-¿Escuchaste mi canción?—comentaba guardando sus alas en su espalda.
-Por supuesto.
-¿Qué te pareció?
-Para mí, siempre serás el mejor cantante del mundo, Kuronue.
-Pero yo quiero convertirme en el favorito de todos...—hizo una leve y juguetona mueca.
-No...
-¿Por qué no...?
-Porque tú—decía mientras lo acercaba más hacia sí—, eres mío—susurró a su oído.
-Las canciones que canto son de todos—se separó unos segundos de su amante—, pero mi cuerpo y mi corazón—comentaba mientras lo empujaba hasta recostarlo en el sofá en el que estaban—, son todos tuyos, Hiei.
El cantante se recostó sobre el demonio de fuego y este último acarició su espalda, teniendo un cuidado especial con las alas y tratándolas con delicadeza.
"3".-.-.-."3"
En la jaula de oro, la voz de un ser de cabellos plateados cantaba:
Anda...
Ven a mi lado...
Juntos cantaremos una canción interminable.
Dios mío, por favor...
Muéstrame el verdadero amor,
más ardiente que el fuego.
Se abrazó a sí mismo, cerró sus ojos.
AMOR...
Quizá te cause risa, pero se trata de la palabra
más hermosa que existe en todo el mundo.
Una pantalla holográfica apareció frente al ser de ojos de oro y su canto se detuvo.
-¿Cómo estás, Kurama?—preguntó amablemente la maestra Genkai del otro lado del holograma.
-Igual que siempre—contestó solitariamente.
Parpadeó un par de veces la anciana antes de comentar:
-¿Y esa canción?—un toque de ternura se sintió en su voz.
-Es de un cantante que trabaja en un club—se sintió cierta emoción en el, ahora, pelirrojo—. La voz de ese cantante es hermosa y dulce.
-No conozco esa canción—comprensión.
-Aún no ha sido comercializada—cerró sus ojos—, pero pude escucharla por medio de ondas menores.
Quizá te cause risa, pero se trata de la palabra
más hermosa que existe en todo el mundo.
-¿Cómo se llama el cantante?—inquirió la anciana con curiosidad.
AMOR.
-Kuronue.
"3".-.-.-."3"
De nuevo, en el club nocturno, sobre aquel modesto escenario, el ser de alas negras cantaba con voz latente:
AMOR...
Quizá te cause risa, pero se trata de la palabra
más valiosa que existe en todo el mundo.
Bésame, abrázame,
muéstrame un amor interminable...
Muéstramelo ahora...
Dios mío, por favor, muéstrame el verdadero amor, más azul que el mismo cielo.
AMOR...
Quizá te cause risa, pero se trata de la palabra más hermosa que existe en todo el mundo.
Todo el mundo dice esa palabra, pero nadie
conoce su verdadero significado. El cual no puede ser comprendido
por una sola persona, por eso, quiero comprenderlo a tu lado...
AMOR.
Hiei y Yusuke se encontraban en una mesa un poco retirada del escenario; ambos miraban a Kuronue y de tanto en tanto charlaban.
-Solamente durante las misiones, está prohibido fumar—comentaba Hiei a su compañero ofreciéndole la cajetilla de cigarrillos, éste aceptó y ambos comenzaron a fumar un poco—. ¿Por qué no trajiste a la pequeña que está viviendo contigo?
-Porque Yukina no sale de esa casa—intentaba aparentar indiferencia, pero, algunas cosas son demasiado obvias.
-¿No quiere salir¿O no puede?
-Las dos cosas—retiró el cigarrillo de su boca y lo dejó reposar por un rato en su mano derecha.
-Entiendo...—él sostenía el pitillo entre sus dientes, casi jugando—. No preguntaré razones—se acomodó mejor apoyando su brazo derecho sobre la mesa y su barbilla sobre la palma de la misma mano—. Pero veo que esta vez se trata de una mocosa—acentuó su mirada burlonamente—. ¿Acaso te llaman la atención los niños?
Aplausos los interrumpieron, Kuronue caminó hacia ellos y Hiei no apartó la mirada de él ni un momento. Yusuke se puso de pie con un enorme y hermoso ramo de flores consigo.
-Oh, viniste a verme—exclamó el ser alado al ver al amigo de su amante.
-Muy pronto será tu cumpleaños¿cierto?—dijo entregándole las flores—. Y como estaré trabajando... por eso te traje esto.
-Gracias—las aceptó y sonrió calidamente.
-Vamos, no tienes que ser tan atento conmigo, Kuro—exclamó con sarcasmo el demonio de negro cruzado de brazos observando la 'escena'.
-Apuesto que bebiste casi todo el licor¿cierto?—Yusuke señaló la botella de vino sobre la mesa casi vacía.
-¿Y si así fue qué?—irritación—. Yo siempre me quedo con las flores más hermosas—otra mueca.
-Bueno, no está mal que ustedes se peleen de vez en cuando—Kuronue, sonriendo, en medio de ellos—. Pero es más encantador que ambos compartan el licor¿no creen?
Una libélula que se encontraba sobre unas plantas no muy lejos, observaba al cantante, después emprendió el vuelo.
"3".-.-.-."3"
-Un demonio rojo—decía Kurama sobre un árbol enorme en su aposento y mirando a los seres que resguardaban su hogar—, uno que es azul y uno verde—varios demonios cuyo color de piel era diferente.
-Kurama, es hora del té—decía el demonio de seis orejas, siete cuernos y cabello largo a unos cuatro metros debajo de donde el ser plateado se encontraba.
-Hay otro demonio—miró hacia abajo unos segundos, después, su vista se fijó en el techo de su jaula—, y yo—cerró sus ojos—siempre he estado solo.
"3".-.-.-."3"
-Sería magnifico si los dos pudiéramos permanecer juntos...—decía Kuronue, desnudo, entre las sábanas de su cama.
-¿Eh?—preguntó Hiei entrando en la habitación con una bandeja de té con él.
-No es nada...—sonrió. Hiei le entregó una de las humeantes tazas que llevaba consigo—. Gracias, mesero.
-Descuide—se sentó junto a él—. Después de todo, tuve el honor de pasar la noche con usted—bebieron juntos y después el demonio de negro tomó su capa.
-¿Vas a salir?—inquirió el ser alado.
-Solo iré a presentarme a dar un informe, regresaré en la noche—terminó de arreglarse—. ¿Qué quieres de regalo?—preguntó algo sonrojado y mirando hacia otro lado.
-¿Te sientes mal al ver los buenos regalos que recibí?—sólo lo decía en broma.
-Si...—se sonrojó más, Kuronue no se esperaba ello, sonrió más sinceramente.
-Quiero un ave—Hiei se giró para mirarle—no importa que sea muy pequeña, quiero un ave con hermosas alas...
-De acuerdo—sonrió un poco y cerró la puerta detrás de sí.
-...porque yo no puedo volar...—terminó de decir.
"3".-.-.-."3"
-Guarden silencio, por favor—indicó Kurama a los demonios que se encontraban cerca de él—, Kuronue va a cantar—cerró sus ojos y se concentró en captar las ondas sonoras.
Kuronue tomó el micrófono con elegancia, la música comenzó a escucharse, el ritmo era suave y tranquilizador; todas las luces se apagaron y dos reflectores lo iluminaban únicamente a él.
El amor es mi sueño más grande...
Un sueño hermoso,
que nadie jamás haya visto.
Una hermosa mentira...
de la que nadie jamás se dará cuenta.
Un hermoso amor,
que jamás será destruido por alguien.
Kurama cantaba junto a Kuronue aunque este último no se diera cuenta de ello. En la jaula de oro, la voz del ser plateado resonaba armónicamente.
AMOR...
Quizá te cause risa, pero se trata de la palabra
más hermosa que existe en todo el mundo.
Anda, ven a mi lado.
Juntos cantaremos una canción interminable.
Dios mío, por favor, muéstrame el verdadero amor, más ardiente que el mismo fuego.
AMOR.
Quizá te cause risa, pero se trata de la palabra
más valiosa que existe en todo el mundo.
AMOR.
Tiempo después, la canción terminó y Kurama, en su hogar, se quedó meditabundo.
-Cómo me gustaría hablar con Kuronue...—decía solitariamente.
Mientras tanto, un pez que se encontraba nadando en un estanque cerca del escenario en donde Kuronue estaba, no dejaba de mirar al cantante.
"3".-.-.-."3"
-¿Qué me dices del trébol de cuatro hojas?—preguntó uno de los ancianos del consejo a la maestra Genkai.
-Siegue igual—declaró con un acento que denotaba poca importancia respecto al tema.
-Espero que no le interese nada del exterior—recalcó un segundo anciano.
-Está viviendo tranquilamente con esos demonios—declaró la anciana.
-Permitimos que los tréboles de tres hojas salieran bajo una condición, pero por ningún motivo dejaremos que el de cuatro lo haga—habló un tercero.
-Si ellos se lo proponen, ni siquiera nosotros, los cinco sabios, podremos detenerlos—el cuarto al fin participó en la discusión.
-Entiendan que el poder del de cuatro hojas es sumamente poderoso—el primero de los viejos habló nuevamente—. Por eso, él debe permanecer solo, para que nadie más logre llamar su atención—cerró sus ojos—, así será por siempre...
"3".-.-.-."3"
El teléfono comenzó a sonar, el sonido del agua caer por la regadera se detuvo, Kuronue salió completamente empapado cubierto con una toalla de la cintura hacia abajo. Tomó el teléfono.
-¿Si...?—otra toalla en la cabeza secando el cabello.
Nadie contestaba, eso era extraño, quizás un número errado o algo así; Kuronue no se sintió ofendido o extrañado, simplemente dirigió su mano hacia el instrumento para colgar.
-Espera—se escuchó del otro lado de la línea, el ser alado detuvo su mano justo antes de que llegara a dar por terminada la llamada; se llevó el auricular al oído para escuchar mejor—. Soy un gran admirador tuyo...—voz nerviosa.
-Con que un admirador—dijo Kuronue acomodándose y sintiéndose halagado—. ¿Cómo te llamas?
-Kurama...
"3".-.-.-."3"
Las calles del mercado estaban abarrotadas de gente, Hiei caminaba en busca del regalo que le habían encargado; vio un cubículo que tenía una manta encima para que proporcionara sombra frente al sol abrasador y un niño manipulaba algunos alambres de una jaula dañada. El demonio de negro se acercó para ver mejor.
-Que hábil eres—comentó observando cómo reparaba la jaula.
-Necesito serlo, de lo contrario, no podría ganar el pan de cada día—respondió el niño con indiferencia y sin voltearlo a ver.
-Si yo estuviera en tu lugar, creo que me moriría de hambre—comentó divertido.
-¿Eres militar?—dejó su trabajo y lo examinó por unos segundos—. Te ves muy débil. Apuesto que te la pasas sentado todo el día frente a un escritorio—Hiei se soltó riendo.
El chico dejó las pinzas a un lado y se levantó del banco en el que estaba, Hiei buscó entre los escaparates y de entre muchas aves encontró una que era simplemente bella, la señaló con una de sus manos y el chico la encontró con la mirada.
-¿Quieres ese...?—preguntó el niño al demonio de negro—. Es muy caro. Probablemente pueda perder mi empleo...
-Por favor, hazme una rebaja.
-¿Es para alguien especial?
-Es su regalo de cumpleaños.
-¿Es una buena persona?
-Por supuesto—una pequeña sonrisa.
"3".-.-.-."3"
-Discúlpame por tomarme la libertad de llamar a tu casa—se disculpaba Kurama por teléfono con Kuronue.
-¿Cómo supiste mi número?
-¿Estás enojado?
-No, al contrario, me da gusto tener admiradores—se sentía tranquilo y relajado—. Eres un chico¿verdad?
-Si...
Un gato que se asomaba por la ventana del cantante, dio un salto y se perdió de vista.
"3".-.-.-."3"
-¿Podrían cuidar de él mientras?—preguntaba Hiei en la casa de Yusuke.
-¿Es para el cumpleaños de Kuronue?—inquirió el detective.
-Afortunadamente no trabajaré ese día—se acomodó mejor en el sofá el demonio que manipulaba el fuego—. Hace seis meses que pedí permiso para descansar.
-Qué lindo es—comento Yukina sonriendo y entregando a Hiei una taza de té.
-No te lo vayas a comer—bromeó aceptando la bebida. La chica de cabello celeste rió un poco.
-¿Por qué no se lo pides?—caminó hacia la puerta—. Yusuke puede conseguirte uno mucho más hermoso si así lo prefieres—abrió la puerta de la habitación contigua—. Yusuke también sufrirá mucho cuando yo muera—y dicho esto, cerró la puerta detrás de ella; después, todo quedó en silencio.
-¿C-Como...?—se giró y miró al detective—. ¿Ella morirá antes que tú?—Yusuke sólo bajó la mirada que se entristeció—. Mira, si algo terrible va a suceder, no necesitas explicármelo. Sólo pídeme lo que necesites¿de acuerdo?—le ofreció un cigarrillo que el otro aceptó—. Sólo intenta morirte antes que yo, si no, ya verás cómo me desquitaré con tu cadáver.
"3".-.-.-."3"
El escenario, los reflectores, el micrófono, el cantante, todo en su lugar, sólo hacía falta la música que estaba comenzando a sonar.
Es mi sueño más grande...
Una encantadora persona, que hace voltear a cualquiera.
Un momento maravilloso, lo que todo el mundo quiere.
Un amor encantador, todos soñamos con él.
AMOR.
Jamás podrá ganarle al verdadero amor.
AMOR.
Quizá te cause risa, pero una vez que desaparezca,
no regresará.
AMOR.
Quizá te cause risa, pero se trata de una palabra
muy valiosa para nosotros dos.
AMOR.
-No fuiste a verme al club¿cierto?—comentaba Kuronue a Kurama por medio de la línea telefónica, se estaba desvistiendo y relajando por la reciente participación en el escenario.
-No, no fui.
-Entonces¿cómo me escuchaste?—la curiosidad lo estaba devorando—. Se supone que mi presentación no se produjo en ondas mayores.
-¿Tengo que decírtelo?—abrazó sus rodillas, estaba sentado en una rama de aquel enorme árbol que tanto le gustaba.
-No, está bien. Hay cosas que yo tampoco quiero decir.
-Gracias—Kurama se sintió aliviado al escuchar esas palabras—. Kuronue¿tú siempre creas tus propias canciones?
-Así es.
-Y dime¿cómo te sientes cuando cantas?
-Cuando estoy arriba del escenario, me siento como si estuviera interpretando a un héroe—explicaba tranquilamente—. Y depende de las canciones, es como va cambiando mi papel; si es una canción triste, debo interpretar un papel triste; si es una canción divertida, interpreto un papel lleno de felicidad.
-¿Y qué papel interpretas cuando cantas la canción de ahora?
-¿Amor?—sin querer, guiñó un ojo—. Es un secreto.
-Quisiera escuchar tus canciones todo el tiempo, Kuronue—decía Kurama sonriendo levemente—. Me gustaría que cantaras para siempre. Es un sentimiento extraño—se llevó ambas manos al pecho—, es la primera vez que me siento así—cerró sus ojos—. Desde que llegué aquí, no estaba interesado en nada, pero cuando escuché tus canciones, Kuronue... lo único que he deseado es escucharlas todo el tiempo.
-Gracias—terminó de sacarse los zapatos y la mayoría de las prendas molestas y apretadas—. Ésas son las palabras que quisieran escuchar todos los cantantes.
-¿Eso significa... que me gusta...?
-¿O no...?
-No estoy seguro.
-Si así es como te dicen tus sentimientos, así debe ser.
-Con que así se siente cuando te gusta algo...—se abrazó a sí mismo, feliz de haber descubierto el nuevo sentimiento—. Kuronue¿qué te gusta a ti?
-Las canciones—respondió de inmediato.
-¿Qué más?
-Hiei—sonrió sonrojándose un poco.
-¿Hiei?
"3".-.-.-."3"
Estaba lloviendo, el concierto ya había empezado y el demonio de negro corría por las mojadas calles en dirección al club en donde Kuronue estaba cantando.
AMOR...
Jamás podrá ganarle al verdadero amor.
Ya casi llegaba...
AMOR...
Quizá te cause risa, pero una vez que desaparezca,
no regresará.
AMOR...
Quizás te cause risa, pero es una palabra muy valiosa...
Llegó, abrió las puertas de par en par y entró al cálido ambiente.
...para nosotros dos.
AMOR...
Y ahí lo vio, todo en tinieblas con excepción de él, el enorme reflector de luz blanca bañándolo en un resplandor angelical que contrastaba con sus alas negras de ángel caído.
Escucha los susurros de tu corazón.
Me refiero a la verdadera voz de tu interior... escúchala con atención.
Ella te dirá dónde se encuentra el amor verdadero...
Y quién te lo ofrecerá...
AMOR...
Quizá te cause risa, pero se trata de la palabra
más valiosa que existe en todo el mundo.
"3".-.-.-."3"
-La canción que cantaste¿no tenía la letra diferente?—comentó Hiei a Kuronue, ambos desnudos, en la cama del cantante, éste comenzó a recitar:
AMOR...
Escucha los susurros de tu corazón, me refiero a la verdadera voz de tu interior. Escúchala con atención.
Ella te dirá en donde se encuentra ese amor verdadero,
y quién te lo ofrecerá.
-Eso fue lo que cambié—explicó sonriendo.
-No es común que cambies la letra de las canciones que acabas de componer—comentó algo extrañado.
-Es que se me ocurrió cuando estaba hablando con un admirador mío—la sonrisa no se desvaneció.
-¿Admirador?
-Si, un chico.
-¿Vino a tu camerino?
-Es un secreto—y lo abrazó.
Un cuervo, asomado a la ventana, miró por última vez a Kuronue y emprendió el vuelo, alejándose.
"3".-.-.-."3"
-Cambiaste la letra de tu canción—decía Kurama por el teléfono.
-¿Qué te pareció?
-La canción anterior me gustaba, pero ahora me gusta más ésta.
-Gracias—no sólo se sintió halagado, sino que también sonrió—. Veo que no te pierdes ningún día en escucharme—miró el reloj—. ¿Y no te regañan por quedarte tan tarde?
-No—agachó un poco la cabeza—. Yo siempre estoy solo.
-¿Estás solo?—se preocupó.
-Si—detectó el tono de voz del cantante—. Pero ya me acostumbré.
-Te equivocas—replicó de inmediato Kuronue—, nadie puede acostumbrarse a la soledad—cerró sus ojos sintiendo la pena del pelirrojo—. Si tan sólo pudiéramos conocernos... así podría hacerte compañía. No sabes la tranquilidad que se siente al saber que alguien está contigo—tocó su pecho, el tatuaje de un trébol se encontraba en él—. Así, cuando Hiei está a mi lado, no sabes cuán feliz me siento.
-¿Hoy también fue a visitarte?
-Si, aquí estuvo—se confortó al recordar—, ya que en éstos momentos se encuentra de vacaciones.
-Qué envidia...—abrazó más fuerte sus rodillas—. Los dos pueden permanecer juntos...
-Ojalá que pudiéramos permanecer así para siempre...—después de esas palabras llenas de dolor, vino el silencio.
-¿Kuronue...?
-Quiero hacer muy feliz a Hiei—nuevamente sus dedos rozaron la piel tatuada—. Aunque no pude convertirme en su trébol de cuatro hojas—su mirada se entristeció más—. Ya no queda mucho tiempo... entiendo a la perfección que la felicidad está a punto de terminarse...—se recostó en su cama y miró el techo—. ¿Será acaso felicidad¿O tristeza?
-¿Qué... no eres feliz ahora?
-Aunque sepa que el final está cerca, quiero encontrar la felicidad. Aún no sé qué se siente ser feliz, por eso, aunque sepa que el final está cerca... al menos me gustaría... saber qué se siente ser feliz por unos instantes.
"3".-.-.-."3"
-Mucho gusto—dijo Kuronue a Yukina, hizo una reverencia y después se le quedó viendo; Yukina posó su vista en el tatuaje del trébol que se vislumbraba por la camisa desabrochada del cantante y después miró con ojos muy grandes al vocalista—. ¿Sucede algo con mi cara?—preguntó extrañado.
-No, al contrario—se separó del grupo y se dirigió a la cocina—. Iré a preparar un poco de té—cerró la puerta después de haber entrado en la cocina dejando a Yusuke con el cantante y el demonio de negro.
-Qué niña tan linda—comentó el ser alado sonriendo.
-Pero es una niña—inquirió indiferente el demonio de fuego.
-¿Tú crees? Cuando tenía su edad, yo también era un niño como él—dijo el cantante con ingenuidad.
Yusuke abandonó la habitación para ir al lado de Yukina quien estaba observando al ave que Hiei había traído unos días atrás.
-Esa persona se ve que es muy feliz—comentó a la chica de cabellos celestes.
-Es bueno saberlo...—ella ya sabía lo del cantante...
"3".-.-.-."3"
-Te gustan mucho las canciones¿verdad?—decía Kuronue a Kurama recostado en su cama con un auricular a un lado de su cabeza.
-Me gustan—Kurama también estaba recostado en su cama, en su jaula de oro—, pero mis favoritas son las que cantas tú, Kuronue.
-Gracias—sonrió para sí—. ¿Y qué me dices¿Por qué no cantas sólo para ti?
-Bueno, no es que lo deteste...
-Si cantas, ya no te sentirás solo.
-Como no tengo a nadie, todas mis pláticas son sólo para mí—abrazó una almohada que tenía cerca.
-Oye, Kurama—la idea recién le cruzó por la mente—. Ya sé que tú no puedes salir de ahí, pero¿qué opinas si voy a visitarte?
-Lo siento—se sentía muy mal por tener que rechazarlo—, pero no quiero causarte problemas, Kuronue.
-Kurama...
-Aunque muera, seguramente no habrá nadie quien llore por mí—dolor en sus palabras—, si yo desaparezco, sé que nada de esto cambiará...
-Yo lloraré por ti—Kurama parpadeó muchas veces y pasaron varios segundos de silencio entre ambos.
-¿Por qué?—para Kuronue, la respuesta era obvia.
-Porque eres un amigo muy valioso para mí.
-¿Un... amigo...?—repitió lentamente, apenas recordando el significado de esas palabras.
-¿No es así?—hasta el mismo cantante estaba emocionado.
-¿Estás seguro?—temía que fuera una cruel broma.
-Claro, si tú me lo permites, Kurama—su voz se suavizó—, nosotros somos amigos.
-Gracias...—después de mucho tiempo de encierro, una sonrisa plena y radiante se asomó por el joven rostro del pelirrojo.
-Oye... ¿no quieres componer una canción conmigo?
"3".-.-.-."3"
Quiero encontrar la felicidad...
Quiero encontrar la felicidad contigo.
Por eso, llévame...
Llévame lejos de aquí, quiero estar en un lugar distinto.
-Esa canción es muy distinta a las que tú sueles cantar, Kuronue—el demonio de negro tenía el cuerpo desnudo de la cintura hacia arriba con una pequeña toalla sobre la cabeza, el cabello aún húmedo por la reciente ducha.
-Es que esa canción no la hice yo.
Tómame y llévame lejos de aquí...
Quiero ser feliz...
-¿Te gusta esa canción?—preguntó Hiei incrédulo.
-Si—sonrió.
-¿De quién es? Jamás la he escuchado.
-Es un secreto...
"3".-.-.-."3"
Por medio de la línea telefónica, Kuronue y Kurama podían oírse mutuamente, ambos cantaban la letra que compusieron entre los dos (Kuronue le permitió al pelirrojo aportar la mayoría de la letra).
Quiero encontrar la felicidad...
Quiero encontrar la felicidad...
Quiero ser feliz a tu lado...
Quiero convertirme en tu felicidad...
Por eso, llévame...
Llévame lejos de aquí.
Quiero estar en un lugar distinto.
Por eso tómame y llévame lejos de aquí.
-Es la primera vez que canto con alguien—decía el chico de ojos verdes mientras se abrazaba a sí mismo—. Me siento muy feliz.
-Yo también—concordó el cantante—. Pude componer una linda canción contigo, Kurama... antes de que todo llegue a su fin...—melancolía.
-¿Su fin...?
-Porque mañana pienso cantar para ti y Hiei—bajó la mirada—. Mañana es mi cumpleaños.
-Si, lo sé.
-Voy a cantar en el mismo club de costumbre... ¿Y me escucharás esa noche también?—se oía esperanzado.
"3".-.-.-."3"
Era la habitación del cantante, éste tenía la mirada perdida en alguna parte, Hiei colocó su mano en la frente del ser alado para comprobar la temperatura.
-¿Acaso te sientes mal?—preguntó aún tratando de diferenciar el calor corporal 'normal' de la fiebre. Kuronue tomó la mano y la colocó junto a una de sus mejillas.
-Hiei, perdóname...—cerró sus ojos tristemente y llevó la mano hacia su pecho, justo donde estaba el trébol.
-¿Por qué...?—abrió sus ojos de sorpresa, Kuronue ya se encontraba demasiado cerca de él.
-Estuve tanto tiempo a tu lado... que jamás lo olvidaré—ambos cayeron suavemente al suelo.
"3".-.-.-."3"
El cantante estaba en su camerino preparándose para su actuación, el maquillaje y el vestuario eran excepcionales y dedicaba un mayor esfuerzo a ambos.
-Kuronue—decía Kurama por el auricular—. ¿Qué quieres decir con que llegará el final?—silencio—. ¿Se trata de algo que no debo saber?
-No...—Pareció meditar la pregunta, pero rápidamente dejó todo de largo—. Al contrario, quiero que te enteres de algo—abandonó todo lo que estaba haciendo—. ¿Sabes...?—le tembló la voz—. El día de hoy, moriré...—a Kurama le tembló el labio inferior—. Cuando era muy pequeño, me llevaron a unos laboratorios del Reikai, ahí me hicieron una infinidad de experimentos; aún no estoy seguro, pero... ellos buscaban hechiceros y los separaron de a cuerdo con la cantidad de poderes que tenían, de una hoja hasta cuatro, el más fuerte es el hechicero con cuatro hojas. Yo soy el más débil porque poseo una, ya que el poder que encerraba dentro de mí era saber en qué día iba a morir, sólo eso...—parecía que hablar le costaba demasiado dolor—. Me hicieron un tatuaje en el pecho y me regresaron de inmediato a casa—una pausa, silencio—. Parece que no es bueno saber qué día vamos a morir¡no importa con quién esté o qué esté haciendo, voy a morir!—apretó el auricular—. Al pensar en eso, mi corazón se congela por completo. No importa cuánto lo quiera... o qué tan feliz sea... sé muy bien que el final vendrá pronto. No importa cuánto me esfuerce, el final ya está muy cerca.
Todo se estaba terminando.
-Siempre pensé—continuó hablando con el mismo tono de voz—que nunca iba a aferrarme a algo en esta vida. Pero fue muy distinto cuando conocí a Hiei y comencé a cantar, cuando canto soy muy feliz, también lo soy cuando estoy al lado de Hiei... es la primera vez que no deseo perder algo—trató de calmarse, de recuperarse para la actuación que pronto tendría que hacer—. No tienes idea de cuánto ansiaba hacer feliz a Hiei, pero no pude convertirme en su trébol de cuatro hojas... y lo peor de todo es que no podré hacer nada por él... sólo sé que moriré...
-¡Kuronue!—llamó uno de los chicos que estaban a cargo del establecimiento, ya se acercaba el momento definitivo.
-Kurama... tenía muchos deseos de conocerte para poder estar contigo, quería cantar más canciones en dúo.
-¡Kuronue!—llamó de nuevo el muchacho.
-Yo también-...—comenzó a decir Kurama.
-Adiós, Kurama—interrumpió, el corazón del pelirrojo se heló por unos instantes—. Ojalá que seas muy feliz—le dedicó una última sonrisa y retiró el auricular de su oído.
-¡Espera!—gritaba el chico de los ojos verdes—. Kuronue...—colgó—. ¡Kuronue!
El cantante, profesionalmente, recuperó la compostura, se alistó por completo, tomó el micrófono que uno de los encargados le había preparado y salió al escenario. Hiei se encontraba entre el público, sosteniendo la jaula del ave con una de sus manos. El cantante se colocó bajo la luz del reflector principal. Sus ropas blancas resaltaban en brillantés y hermosura y el contraste que se mostraba con sus oscuros ojos violetas, el cabello y las alas negras era hermoso.
-Esta canción se la dedico a las dos personas que más quiero en este mundo—sus alas negras lucían más hermosas y magnánimas que nunca—, la canción se titula: "Clover"—la música comenzó a sonar...
Quiero encontrar la felicidad...
Quiero encontrar la felicidad...
Quiero ser feliz a tu lado;
quiero convertirme en tu felicidad.
Por eso, llévame... llévame lejos de aquí.
Quiero estar en un lugar distinto.
Tómame y llévame lejos de aquí.
Un lugar donde no se termine la magia.
Donde los besos duren una eternidad.
Un sueño del cual jamás despertemos.
Donde la felicidad siempre esté presente.
Llévame a esa gran felicidad.
Las aves cantan en un lenguaje desconocido,
y aunque posean alas, jamás alcanzaran el cielo.
Llévame a un lugar donde jamás estaré sola.
Por eso, llévame,
a un lugar lejano y distinto.
Donde las alas se mojan,
donde los dedos se entrelacen,
donde nuestros cuerpos se derritan
fusionando nuestras mentes.
Así que, llévame.
Quiero ser feliz.
No busco tu pasado,
lo que me interesa es saber tu presente.
Tejiendo juntos aquel futuro frágil.
Llévame...
A una eterna felicidad...
La música continuaba sonando, sólo que la tonalidad y el ritmo cambiaron ligeramente poco a poco hasta transformarse en una nueva melodía.
Quiero encontrar la felicidad...
Quiero encontrar la felicidad...
Quiero encontrar la felicidad a tu lado...
Quiero convertirme en tu felicidad.
Por eso, llévame... llévame lejos de aquí.
Quiero estar en un lugar distinto.
Tómame y llévame lejos de aquí.
El ave que está dentro de la jaula,
que no puede volar,
que no puede llorar,
que siempre está en la soledad.
Llévame, a esa gran felicidad.
Soy feliz, con sólo estar a tu lado.
Soy feliz, con sólo verte sonreír.
Por eso, llévame
a un lugar distinto.
Llévame, a esa gran felicidad.
Ése fue mi primer pensamiento,
y también, mi último deseo.
Ahí, donde las hadas nos esperan.
Una tierra prometida hecha para los dos.
Por eso, llévame.
Para olvidar la realidad,
y quedarme en ese mundo
lleno de ilusiones...
Donde puedo pensar en ti,
para siempre.
Llévame...
A esa gran felicidad...
La música continuaba, pero, de súbito, un rayo de energía lanzado por un poderoso demonio oculto entre las sombras atravesó a Kuronue justo en el pecho, abriendo un agujero en donde anteriormente se encontraba el trébol tatuado en la piel. Había confusión y terror por todas partes, algunos corrían hacia la salida, otros se acercaban al cantante para tratar de ayudarlo a sobrevivir.
Hiei se quedó inmóvil, aún sin poder captar lo que estaba sucediendo, simplemente miraba el cuerpo de su amante en el suelo, inmóvil, con varias plumas de las alas rotas esparcidas por todas partes y el micrófono aún entre sus dedos. La imagen de verlo caer permanecía grabada en su mente y lo más probable era que nunca se iba a ir.
Esa noche, Kurama lloró desconsoladamente en su jaula. No dejó de repetir el nombre de su primer y único amigo, ahora, fallecido.
"3".-.-.-."3"
-Hoy me retiro oficialmente—dijo Hiei a Yusuke entrando al sitio en donde había comprado el obsequio para Kuronue con el ave en su jaula—. La verdad es que me siento muy estúpido haciendo esto...—susurró para sí—. Pero, pase lo que pase, encontraré al ser que mató a Kuronue.
-Y... ¿Qué ganarás con eso?—preguntó el detective, el demonio de negro sólo bajó la mirada. El niño que reparaba las jaulas los vio y se acercó a ellos.
-Vengo a devolver el ave—le entregó la jaula con el pájaro dentro—. No necesitas regresarme el dinero—el niño se le quedó viendo.
-¿Se fue?—preguntó ingenuamente.
-Si—decía mientras daba media vuelta y comenzaba a caminar—, para siempre...
"3".-.-.-."3"
Kurama, en su jaula de oro, repitió el nombre de Kuronue una vez más, una esplendorosa torre comenzó a aparecer frente a él, era una escala en miniatura de la construcción principal que se encontraba en el Parque de las Hadas, entonces, la música comenzó a escucharse al mismo tiempo que la melodía tan conocida...
Quiero encontrar la felicidad...
Quiero encontrar la felicidad...
Llévame, quiero encontrar la felicidad...
"3".-.-.-."3"
Si encuentras un trébol de cuatro hojas... hallarás la felicidad.
Pero¿sabes? Es mejor que lo guardes en secreto.
¿En dónde encontraste el trébol de cuatro hojas?
¿Cuántas hojas le quedan ahora?
Un trébol de cuatro hojas.
Lo único que deseo es tu felicidad... Sabiendo que jamás seré tuyo y la compartiremos.
"3".-.-.-."3".-.-.-."3".-.-.-."3".-.-.-."3".-.-.-."3".-.-.-."3".-.-.-."3".-.-.-."3".-.-.-."3"
Tiempo de llegada... 20 de julio, jueves, 2:26 p.m.
EL AMOR,
es mi sueno más grande.
Un sueño hermoso,
que nadie jamás haya visto.
Una hermosa mentira...
de la que nadie se dará cuenta.
Un hermoso amor,
que jamás será destruido por alguien.
AMOR...
Quizá te cause risa, pero se trata de la palabra
más hermosa que existe en todo el mundo.
AMOR...
Quizá te cause risa, pero se trata de la palabra
más hermosa que existe en todo el mundo.
Anda, ven a mi lado, juntos cantaremos
una canción interminable. ¡Dios mío, por favor,
muéstrame el verdadero amor, más ardiente
que el mismo fuego!
Anda, abrázame y dame un beso,
muéstrame un amor interminable.
¡Dios mío! Por favor, muéstrame el verdadero amor,
más azul que el mismo cielo.
AMOR...
Todo el mundo dice esa palabra, pero nadie conoce
el verdadero significado, el cual no puede ser comprendido
por una sola persona, por eso, quiero comprenderlo a tu lado...
AMOR...
Una encantadora persona, que hace voltear
a cualquiera. Es un momento maravilloso,
que todo el mundo quiere.
Un amor encantador,
todos soñamos con él.
AMOR...
Jamás podrá ganarle al verdadero amor.
AMOR...
Quizá te cause risa, pero una vez que desaparezca,
no regresará.
AMOR...
Quizá te cause risa, pero es una palabra
muy valiosa para nosotros dos.
AMOR...
Escucha los susurros de tu corazón, me refiero a la verdadera
voz de tu interior... escúchala con atención,
ella te dirá en dónde se encuentra
ese amor verdadero que buscas, y quién te lo ofrecerá...
AMOR...
Quizá te cause risa, pero se trata de la palabra
más valiosa que existe en todo el mundo.
