Clover
By Alex-Wind
Tiempo de partida... 20 de julio, jueves, 5:24 p.m.
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Si encuentras un trébol de cuatro hojas... hallarás la felicidad.
Pero¿sabes? Seguramente no lo encontrarás.
Porque la felicidad se encuentra en silencio, guardada en una jaula.
El trébol de cuatro hojas, nunca será de nadie...
¿Qué te parece si te adueñas de un trébol de tres hojas?
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CHAPTER IV
FOUR LEAFS
Kurama, el joven pelirrojo, estaba durmiendo apaciblemente sobre una de las ramas del enorme árbol que estaba en su jaula, abrió sus ojos y parpadeó un par de veces antes de darse cuenta de lo que estaba pasando.
-El trébol de tres hojas—miró a su alrededor—está saliendo de la jaula...
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Una enorme sala, sin ventanas, puertas por todos lados, dos escaleras que llevaban a un segundo piso que no tenía absolutamente nada asombroso. Parecía que la construcción estaba hecha a base de barras de metal y cuerdas de cobre, el techo, las paredes, únicamente el suelo y las escaleras se habían salvado. En medio del cuarto, al parecer, una niña de cabello celeste y ojos rojos descansaba apoyada en lo que parecía un espejo, su espalda se veía reflejada en él.
-¿Por qué?—preguntó la niña.
-¿Por qué será?—habló el aparente reflejo, el ser del otro lado del espejo.
-¿Qué harás?—volvió a preguntar la niña.
-¿Qué te imaginas?
-¿Es necesario?—inquirió después de un rato de meditar.
-Si lo es—pasaron varios minutos en silencio—. ¿Y si te digo que no te marches?—cuestionó el aparente reflejo. La niña se puso de pie dejando a la otra atrás.
-Adiós...—se giró un poco para mirar a quien le daba la espalda.
La otra se giró con brusquedad, sin levantarse, tomó la mano derecha del ser que estaba de pie y mordió fuertemente uno de los dedos provocando que gotas de sangre salpicaran el suelo. La niña con la mano herida no cambió su faz inexpresiva pese al dolor recién experimentado y simplemente observó a su reflejo, a su igual, su copia, su gemela.
-Es para que pronto nos volvamos a ver—dijo soltándola y sonriendo casi burlonamente.
La otra sólo sintió lastima por ella y se retiró de ese lugar dejando rastros de sangre detrás de sí.
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Volveré a nacer, por ti.
Cantaba Kuronue sobre un lindo escenario, arreglado con modestia y muy elegante. Ese día, el local estaba particularmente lleno, muchas cabezas se miraban a lo largo de las mesas y casi todas las miradas recaían en el cantante. Cerca de la barra de bebidas, casi del otro lado del escenario, dos amigos disfrutaban del espectáculo; uno vestido completamente de negro con ojos rojos y el otro con unos lentes negros cubriéndole los ojos color chocolate y una expresión un tanto seria. Ambos fumaban tranquilamente sin emitir ruido o comentario alguno, simplemente, relajándose.
Mandaré mi pasado en pequeñas nubes ondulantes.
Todos los reflectores apuntaban a una única persona, la cual, cantaba maravillosamente al ritmo de la música.
Mientras que mi futuro, dejaré que se lo lleve el viento.
-Es él—comentó el demonio de negro sonriendo.
-Con que se trata de un cantante...—dijo Yusuke sin apartar la mirada de Kuronue.
Sin temor, sin prisas, sin detenerse...
-Lo conocí hace tres meses—continuó Hiei mientras su mirada se cruzaba con la del ser alado y éste último sonreía abiertamente al reconocer los ojos rojos que le observaban, hizo un gesto con la mano y el demonio de fuego correspondió al saludo.
Yusuke miró por unos segundos a su amigo, después su vista se fijó en un vaso con licor que tenía frente a él.
Quiero volver a nacer entre tus brazos.
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Kurama, en su hermosa jaula dorada, después de escuchar la reciente melodía de su cantante preferido, también cantaba al ritmo de la música que recordaba...
Volveré a nacer, por mí.
Una vez más, esperando nacer, dentro del huevo dorado.
Una vez más, volaré con mis hermosas alas.
Sin desesperación...
Sin resignación...
Seguiré aquí.
Quiero volver a nacer...
entre tus brazos.
-Las tres personas con tres hojas—decía en susurros—. Una de ellas murió, una está dentro de la jaula, y la otra...—abrazó sus rodillas—. Salió...
Volveré a nacer, por mí.
Y estaré entre tus brazos.
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-Él es mi compañero de trabajo—informaba Hiei a Kuronue después de que éste terminara su trabajo en el club.
-Mucho gusto, soy Kuronue—indicó haciendo una reverencia.
PIIIIIIIIIIII
Un localizador que Yusuke llevaba consigo comenzó a emitir un ligero ruidito indicando a su propietario que el deber ejercía su llamado y que era necesaria su presencia junto a la de su compañero. El demonio de negro y el cantante sólo miraban al detective mientras él verificaba todo.
-¿Otro llamado?—preguntó Hiei con pereza.
-Si...—el detective revisaba que todo estuviera en orden.
-Y tenía que ser ahora, después de que nos merecíamos un descanso—perezosamente se levantó de su silla para seguir a su compañero que ya lo había hecho.
-Es una lástima que ustedes sean unas personas tan ocupadas—comentó Kuronue.
-En especial yo...—declamó el demonio de fuego—. No puedo estar mucho tiempo contigo, Kuro.
-No, sólo me llamaron a mí—dejó el cigarrillo en el cenicero. Se despidió y salió presurosamente del local, un transmisor se encontraba en su oído izquierdo y desde ese pequeño aparato uno de los ancianos le enviaba instrucciones...
-Al parecer, un trébol de tres hojas escapó—decía mediante el diminuto medio de comunicación—. Salió del laboratorio por su propia cuenta; la situación no es del todo grave, puesto que no está con el otro—Yusuke se había detenido y se apoyaba en una pared de un alto y antiguo edificio—. El Makai aún no se ha dado cuenta, sin embargo, el problema es la asamblea—la figura del anciano se vio reflejada en los lentes de un momento a otro—. Detective Urameshi, encuentre al trébol de tres hojas.
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-¿Estás seguro?—decía Kuronue mientras le quitaba la capa a Hiei—. ¿De verdad no quieres acompañarlo?
-No, además, hice una promesa con él—dijo despreocupado, dejándose hacer.
-¿Qué clase de promesa?
-Que no moriré antes que él—un suave beso, al cual, el cantante no respondió, aquellas palabras aún en su mente; el demonio de negro se separó y le observó incrédulo—. ¿Kuro?
-El no morir antes que tus seres queridos—comenzó a decir con voz suave—, es el mejor regalo que puedas recibir...
-Así es, y tampoco moriré antes que tú, Kuronue—tomó el rostro del mencionado y ambos se miraron fijamente—; porque soy muy fuerte—ambos sonrieron.
-Si, de seguro así será—dicho esto, lo empujó hacia el suave colchón de su lecho.
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En aquella otra prisión, que no se asemejaba en nada a la del trébol de cuatro hojas, una niña solitaria miraba los rastros de sangre que aún permanecían sumamente frescos, ella se acercó y con su dedo índice acarició las manchas rojas para después llevárselas a la boca en donde probó el sabor de su hermana gemela.
-Nos volveremos a ver...—decía mientras probaba el líquido color carmín— "C"—se puso de pie y admiró su 'hogar'—. Los tréboles de cuatro hojas no existen en este mundo—arrogancia en sus palabras—, los tréboles de tres hojas somos únicos...
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-Te equivocas—Kurama, en aquella figura con ropas blancas, conocía la voz de aquella niña que se encontraba dentro de la jaula consecutiva a la suya—. Porque aquí estoy, completamente solo... y así será por siempre... aquí estoy...
Mandaré mi pasado en pequeñas nubes ondulantes.
Mientras que mi futuro, dejaré que el viento se lo lleve.
Sin temor, sin prisas, sin detenerse...
Volveré a nacer... entre tus brazos...
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Estaba lloviendo, las calles de la ciudad completamente empapadas; un sinnúmero de personas iban y venían de un lado hacia otro, pero, de entre todos ellos con sus paraguas, gabardinas e impermeables, una niña descalza que únicamente vestía un simple y delgado kimono se perdía en la multitud con expresión nula y paso presuroso.
Justo detrás de ella, el detective espiritual le seguía el paso, en sus lentes del 'blanco' que le encomendaron encontrar se veía reflejada la imagen de un mapa de la ciudad, su localización en él y también la de su objetivo.
La niña caminó unas cuadras lejos de la concurrencia vespertina para después verse rodeada de varios demonios de clase alta, éstos la rodearon y ella adoptó una expresión seria.
-Eres "C"¿verdad?—preguntó uno de ellos, la respuesta era obvia al observar la vestimenta de la niña—. Vendrás con nosotros.
-No pienso regresar a ese lugar—respondió con firmeza.
-No, a ti no te espera el laboratorio—eran ocho, y ella se encontraba rodeada, sin embargo, afiló su mirada y se preparó.
Una interrupción muy agresiva llegó a la visión que aquellas gafas le proporcionaban a Yusuke junto con un chillido muy potente mareando al portador. Éste se detuvo, se sujetó la cabeza y se apoyó en una pared cercana procurando no perder el equilibrio por el dolor recién percibido; el mapa se borró siendo reemplazado por varias líneas indefinidas para después quedarse en blanco, como si el artefacto no estuviera encendido. De un momento a otro, todo se tranquilizó y la señal de la niña era nuevamente mostrada al igual que su localización.
-Está cerca—murmuro para sí recuperándose por completo y reanudando su caminata.
Se encontraba empapado por la lluvia, el sonido de sus pasos era escuchado más fácilmente por el eco que emitía el agua bajo el impacto de sus pies. Giró una esquina, levantó la mirada y se encontró con los cuerpos de varios youkais atrapados en unos cables de electricidad que se encontraban sobre ellos; suspendidos en el aire, Yusuke no sabía si aún se encontraban con vida, pudo reconocer ciertos rostros de seres poderosos contra los que se había enfrentado con anterioridad y se tranquilizó lo más que pudo después de sentir un escalofrío recorrer su cuerpo.
Su mirada nuevamente hacia delante, bajo aquella telaraña de hilos metálicos una figura solitaria se encontraba de pie, abandonada, aparentemente ignorante de aquellos cuerpos que se encontraban suspendidos en el aire a unos cuantos metros sobre él. Era la niña que había estado buscando.
Sus miradas se encontraron en cuestión de segundos y así la sostuvieron hasta que, poco a poco, la niña fue cayendo hacia el frío y húmedo suelo.
-No regresaré...—fue lo último que dijo antes de desplomarse por completo y perder el conocimiento. El detective la miró por unos instantes, rastros de compasión en su faz.
Sin temor, sin prisas, sin detenerse...
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Volveré a nacer entre tus brazos...
Los ojos dorados de Kurama dejaron de emitir un leve resplandor color jade para mostrarse más tranquilo y relajado, no como unos segundos atrás que una expresión de preocupación adornó su joven rostro.
-Ha encontrado el trébol de tres hojas...—murmuró, no sabía qué iba a suceder de ahora en adelante.
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-Lo tengo bajo mi protección—informaba Yusuke mediante un teléfono desde su departamento—. ¿Quiere que lo traslade al laboratorio?—preguntó con indiferencia. Sus ropas, al igual que las de la niña, se encontraban empapadas por la lluvia.
Ella se encontraba recostada en un sillón cercano, descansaba apaciblemente hasta que las palabras recién pronunciadas por parte del detective la despertaron con un sentimiento amargo en su pecho; abrió sus ojos cansadamente y se incorporó lo mejor que pudo.
-No regresaré—dijo decididamente.
-Si no regresaras¿a dónde más puedes ir?—ella sólo bajó la mirada ante aquella verdad tan irritante.
Sin mucha delicadeza, Yusuke tomó el brazo de la niña jalándola hacia una puerta; ella, creyendo que ya se la iba a llevar hacia su antiguo hogar, intentó resistirse con toda la fuerza que aún le quedaba, no iba a permitir que la llevaran de regreso a ese lugar, a la soledad, a la monotonía, a la ignorancia de un mundo el cual escondía un montón de cosas que a ella le gustaría conocer de un modo u otro.
Entraron a otra habitación, el detective la soltó y ella examinó el nuevo sitio: un cuarto de baño. Ella sólo se le quedo viendo.
-¿Quieres enfermarte?—preguntó el oficial sin cuidado.
-No...—sólo escuchó el sonido de la puerta cerrarse detrás de ella.
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-Qué alivio...—decía Kurama mirando la ventana aún con gotas de lluvia—. La protegió de esa lluvia tan fría.
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-Aún no encontramos el trébol de tres hojas—informaba un anciano del parlamento.
-¿Y no han obtenido más información?—preguntó un segundo anciano.
-No...—respondió el primero amargamente.
-¿Y qué nos puedes decir del otro trébol de tres hojas?—inquirió el tercero.
-No muestra ningún cambio.
Silencio. La tensión entre los cinco sabios podía sentirse claramente, únicamente uno, la maestra Genkai, parecía inmune a ella y sólo una expresión de tristeza se asomaba por su rostro.
-¿Ustedes creen que el trébol de cuatro hojas se enteró de todo esto?—preguntó el segundo anciano.
-Por supuesto—respondió el tercero; cuatro hologramas aparecieron frente al parlamento, cada uno con la forma de un trébol; estaba uno con la forma de un corazón invertido que representaba al de una hoja; otro con dos hojas, una al lado de la otra; el tercero eran tres círculos unidos y el cuatro, similar al tercero pero con una hoja más. Todos con la palabra "Clover" escrita y un número de serie en él—. El de dos hojas es mejor que el de una, el de tres hojas supera al de dos y el de cuatro al de tres. Sus poderes se incrementan de acuerdo al número de hojas que tengan—su cara se tornó más recia—; aquellos que tengan pocas hojas, no pueden percibir poderes ni tampoco localizar a las personas; en cambio, los que posean más hojas, podrán conocer las habilidades y muchas cosas más de cualquier individuo.
-¿No resultará peligroso si él se entera?—cuestionó el primero.
-¿Qué tal si contacta al trébol de tres hojas que escapó?—preguntó el segundo.
-No lo hará—aclaró severamente la maestra Genkai—. Él se encuentra solo, sin poder contactar a alguien. Sigue cumpliendo el pacto que hicimos—su mirada era extraña para todos los presentes: una mezcla de ira y tristeza—. Nosotros, los cinco ancianos, tenemos las fuerzas para controlar a un niño de tres hojas; además, el trébol de tres hojas no podrá vivir mucho si se encuentra apartado del laboratorio.
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Volveré a nacer... por ti.
Una jaula de oro, con un ser blanco dentro de ella; cabellos plateados, ojos de oro y ataviado con prendas del color de la nieve.
Convirtiendo la dicha que tuve al conocerte,
en un tenue resplandor de luz.
Y aquella triste despedida se transformará en suave lluvia, como aquella pequeña flor de color añil que florece entre las tenues sombras...
Volveré a nacer entre tus brazos.
Bajó su mirada, en su mente pudo visualizar la imagen que tenía el trébol de tres hojas en la piel de las gemelas.
-Probablemente tú serás capaz de volver a nacer—soledad.
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-¿Y esto...?—preguntó la niña, tenía puesta una enorme sudadera con las mangas muy remangadas que aún eran demasiado grandes para su pequeño cuerpo y el largo de la prenda era como un vestido que alcanzaba a tocar sus tobillos.
-¿Querías ponerte esa ropa que estaba mojada?—preguntó el detective.
-No—miró a Yusuke quien se encontraba sentado en un sofá frente a ella—. ¿Esto es tuyo?—jaló un poco la tela aún admirando el colosal tamaño que tenía a comparación de sí.
-No.
-¿Debo seguir de pie o quieres que me siente?—se sintió un poco intimidada, pero, ella tenía la fuerza de un trébol de tres hojas...
-Haz lo que quieras—tras unos segundos, ella se sentó frente a él, una mesita se encontraba en medio de ambos y ninguno dejaba de mirar al otro—. ¿Eres del Reikai?
-Si...
-¿Qué vas a hacer conmigo?
-¿Qué quieres hacer tú?—ella bajó la mirada.
-No quiero regresar a ese lugar—apretó levemente sus pequeños puños.
-¿Por qué?
-Porque "A" está ahí—su mirada estaba vacía, la lluvia seguía golpeando con fuerza los cristales de la ventana—. Quiero decirle algo a los magos—un tono de determinación adorno esas palabras.
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Volveré a nacer... por ti.
Kuronue cantaba en el mismo escenario de siempre, sin embargo, la emoción y el sentimiento con que recitaba, eran siempre únicos y atrayentes. Hiei se encontraba a un lado de las cortinas, sentado detrás de ellas mientras que un montón de gente que trabajaba en el local se las arreglaba para que todo luciera bien en donde el cantante ejercía su profesión.
Convirtiendo la dicha que tuve al conocerte, en un tenue resplandor de luz. Y aquella triste despedida que se transformará en suave lluvia.
Como aquella pequeña flor de color añil que florece entre las sombras...
Quiero volver a nacer entre tus brazos.
Los reflectores apuntaban a Kuronue iluminándolo y haciéndolo resaltar de una u otra forma; el demonio de negro sonrió al ver la imagen del cantante y éste elevó su voz agradablemente.
Dejo que te acerques a mí y tomes mi mano.
Nuestros caminos se entrelazarán como nuestros corazones de una manera tan fuerte que jamás se separarán.
Volveré a nacer, por mí.
Volveré a nacer... entre tus brazos.
Hiei tomó su localizador y notó que no recibía una señal estable, intentó presionando varios botones y aplicando varias técnicas, pero, nada.
-No puedo comunicarme...—su frente brilló por unos segundos, su tercera vista estaba enfocada en el cantante—. Eso quiere decir que el asunto no es de gravedad—intentó acoplarse a esa idea—, no hay de que preocuparse.
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-Es el sabio Shuu—decía Yusuke ofreciéndole un comunicador a la niña—, es el presidente de la asamblea mayor.
De las manos de ella comenzó a aparecer materia que poco a poco fue obteniendo forma hasta parecerse a los anteojos que el detective utilizaba para enviar y recibir información, comunicarse y, en general, para sus misiones; se colocó el aparato y la imagen del anciano pudo ser vista por sus ojos.
-Detective, quiero que escuche esto, por favor—comentó el anciano. Yusuke no se movió—. Cuántos años sin verte—dijo tornando toda su atención a la niña—, espero que no te moleste hablar conmigo—respiró profundamente y continuó—. Parece que en ese lugar se ha detenido el tiempo por completo.
-Si...—nostalgia en sus palabras.
-¿Sabías que "B" murió...?—preguntó el anciano.
-Si, lo sé. Y quizás conozco las razones. De haber estado ahí, "A" aniquilaría a los demás—su voz se sintió más fría a partir de ahora— y a ustedes también.
-¿Eso fue lo que te dijo "A"?
-No me lo ha dicho, pero lo sé, porque nosotras somos los únicos tréboles de tres hojas en el mundo. "A" me dijo que si permanecíamos juntas, podíamos salir de ahí.
-Es verdad, si ustedes utilizan su magia, ni siquiera los cinco magos podremos controlarlos—admitió el viejo, un rastro de impotencia en su faz.
-Yo no quiero hacer eso—respondió suavemente—. Pero yo no puedo hacer nada por cambiar a "A".
-¿Por eso saliste?—silencio—. "A" resultó ser tu hermana menor gemela, tiene la misma apariencia y habilidades que tú¿no importa que te separes de tu hermana?—más silencio—. Pero estando fuera de los laboratorios tú no podrás vivir por-
-Lo sé—interrumpió con brusquedad, ella estaba sentada en el mismo sofá y Yusuke se encontraba detrás de ella, sin mirarla y escuchando y viendo todo mediante aquellos anteojos, los cables unidos al igual que las imágenes y el sonido—. Lo único que puedo hacer, es mantenerme alejada de "A".
-Es verdad—aceptó nuevamente el viejo—, el estado emocional de "A" es inestable y también pienso que es muy peligroso dejarlas en el mismo lugar—mutismo—. "C"¿a dónde quieres ir?
-No importa, a donde sea—respondió de inmediato—. Ya que no tengo un lugar donde regresar...
-De acuerdo, pero me preocupa dejarte así. Primero investigaré al otro trébol de tres hojas. Detective Urameshi—la mirada del mencionado no cambió para nada—, quiero que se haga cargo de esta joven¿será mucha molestia?
-Si...—inquirió con sinceridad, la niña bajó la mirada.
-Pues esa será su misión—agregó inmediatamente el anciano—. Usted protegerá al trébol de tres hojas con su vida.
-Como usted diga—terminó por aceptar el detective. Ella sólo le miró.
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Dentro de la jaula, la gemela se encontraba meditando, sintiendo, analizando.
-¿Qué te sucede, "C"?—decía en susurros—. ¿Acaso hay algo que te sorprendió?—sonrió y miró su mano, después su mirada se tornó algo melancólica—. Puedo sentir lo mismo que tú, "C", después de todo, nacimos juntas—miró hacia el cielo donde encontró varios tubos y cables a su alrededor—. Por eso...—tocó su hombro derecho, la tela que se encontraba sobre el trébol de tres hojas en su piel y sin darse cuenta, su gemela realizó la misma acción sintiendo su trébol en el hombro contrario—. Tendremos que vivir juntas...
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Volveré a nacer, por ti.
Cantaba Kuronue en el escenario, con los reflectores enfocados en iluminar su figura y únicamente la suya, con el micrófono entre sus manos y varios espectadores admirándolo.
Sin cerrar nuestros ojos... sin soltarnos de las manos... abrazando la fuerza del pensamiento... y la debilidad del deseo.
Siendo uno solo...
Volveré a nacer entre tus brazos.
Volveré a nacer... por mí.
Entre tus brazos...
-Quizá tú...—decía Kurama en su jaula de oro, escuchando la voz de Kuronue—. Puedes convertirte en algo más que un trébol de tres hojas—abrazó sus rodillas y cerró sus ojos—. Ya que, fuiste tú quien logró salir de su propia jaula...
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Tres monitores, cara uno de ellos mostraba una imagen diferente: el primero exhibía una muñeca humana, en ella, justo donde las venas se veían marcadas, un trébol de dos hojas se encontraba tatuado en la piel; en el segundo, un hombro izquierdo, desnudo, lucía un trébol con tres hojas; el cuarto, un brazo era el que presumía de ser poseedor del de cuatro hojas.
-¿Son la marca del proyecto Hojas de Tréboles?—preguntó la maestra Genkai al líder del congreso que se encontraba mirando los monitores.
-Según un dicho, cuando alguien encuentra un trébol también descubre la felicidad—miró fijamente a la anciana—. Pero la pregunta es... ¿Cómo puede encontrar un trébol su propia felicidad?—cerró sus ojos—. Los únicos que pueden entender eso, son ellos mismos.
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Kuronue se bañaba en la regadera mientras que Hiei se encontraba en la tina de baño; una bandeja de plata con una botella de vino y dos copas en ella se encontraban cerca del demonio de negro, agua tibia para ambos y un canto tranquilizador.
Volveré a nacer... sólo para ti.
La razón por la que no me sentía solo, era porque no valoraba la felicidad de tenerte a mi lado.
Pero, comprendí el dolor de la soledad hasta que experimenté el temor de perderte.
Por eso, volveré a nacer entre tus brazos.
Volveré a nacer, por mí.
El demonio que manipulaba el fuego se encontraba revisando su transmisor, aquel aparato que le servía para comunicarse con la base, recibir órdenes, entre otras cosas. No estaba recibiendo señal alguna y eso le preocupaba. Tan ensimismado se encontraba en su tarea, que no se percató de que la regadera que emitía un constante sonido de agua cayendo se había detenido y un ser alado se encontraba junto a él, mirándolo, riéndose en sus adentros por la exhibición de destreza que tan graciosa le resultaba.
-Te veo de muy mal humor—dijo el cantante al oído del demonio de negro llamando su atención—. ¿Te dijeron que fueras al trabajo?
-No...—Tomó una copa de vino y sonrió— no es nada.
-Pero...—con uno de sus dedos tocó el transmisor—te noto algo molesto—tomó el artefacto entre sus manos—. ¿Será porque no has recibido mensaje de aquel detective?—el joven de negro sólo le miró con los ojos abiertos—. ¡Lo sabía!—sonrió ante su acierto, tomó algo de jabón liquido con delicioso aroma y comenzó a tallar la cabeza de su amante.
-¿Por qué quieres lavarme el pelo?—preguntó este un tanto indignado y curioso.
-Verás, a los animales no les gusta mostrarse inofensivos con las personas que no les agradan, pero si tú me permites lavar tu pelo, quiere decir que me quieres.
-¿Me consideras como un animal?—fue lo único que dijo, el cantante rió un poco.
-Hiei—rodeó el cuello de su amante con sus brazos—, te quiero—el demonio de negro se volvió hacia él y lo acercó más hacia sí—. Quisiera estar contigo para siempre...
-Y así será, para siempre—Kuronue bajó la mirada, la cual se encontraba muy triste.
-Ojalá que así sea...—una lágrima, camuflada con el agua, cayó junto con el resto del líquido de la bañera.
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La niña, sentada en su cama y mirándose en un enorme espejo que se encontraba adyacente a ella, hablaba con voz queda y apenas audible mientras que acariciaba el cristal suavemente con sus jóvenes manos.
-Puedo saber en que está pensando "A"—sus ojos se entrecerraron un poco—, ella cree que regresaré al laboratorio porque no puedo permanecer tanto tiempo sola—se acercó más a su reflejo y vio a su hermana en él—; pero no regresaré—se inclinó un poco más hacia delante—. Es lo mismo estar juntas que una sola, "A"...
¡CRASH!
El cristal se encontraba completamente roto, la niña se había recargado demasiado en él observando la imagen de su hermana y el adorno no soportó el peso. Ella se encontraba recogiendo los trozos del vidrio roto cuando Yusuke entró en la habitación.
-Perdóname—dijo ella de inmediato—, me caí encima del espejo—su mano derecha se encontraba rodeada de sangre, el cristal la había herido.
-Dame tu mano derecha—dijo después de haber tomado una caja que se encontraba no muy lejos de él.
Ella se puso de pie con la mirada clavada en el suelo y se acercó a él; de la caja salieron vendas, varios medicamentos, desinfectantes, entre otras cosas más, el detective se encontraba vendando la herida de la niña.
-Eres un experto—comentó ella al no sentir mucho dolor al momento de sentir las vendas sobre su piel—¿estás acostumbrado por el trabajo?—levantó un poco la mirada para verle, pero al no recibir respuesta alguna volvió a bajarla—. Perdóname, no quería molestarte—comenzó a decir—, pero sólo hablaba con "A" y "B"... es diferente tratar a otra persona.
-Descuida—habló por fin con voz serena.
-¿Eh?—lo miró, curiosa.
-No es ninguna molestia—suspiró—¿necesito responderte para que hables?—tono de voz amable.
-No es eso.
-Entonces haz lo que quieras.
-Si...—sonrió; era una sonrisa pequeña, pero linda.
Al mismo tiempo en que ella sonreía, una mueca de disgusto se formaba en la faz de su hermana, ella se encontraba aun en aquella jaula y su estado emocional se estaba alterando.
-¿Por qué estás tan contenta, "C"?—decía irritada—. ¿Cómo puedes estar contenta, si no estoy a tu lado?—su mirada se entrecerró llena de disgusto—. Además, soy la única que sabe todo sobre ti, "C"—terminó por cerrar sus ojos, frustrada.
"4".-.-.-."4"
Kurama abrió sus ojos, las palabras del trébol de tres hojas cercano a ella aún resonaban en su mente.
-No existe nadie que pueda comprender perfectamente a otra persona—se encontraba sentado en una alta rama y trató de mirar hacia el exterior—; ni siquiera yo...
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Mientras viejas conchas del mar se trozan... corren lágrimas en la mejilla de un recién nacido.
Recitaba Kuronue en aquel club, Hiei estaba lejos del escenario, detrás de todo el publico, expectante de su amante y comunicándose al fin con su compañero.
-Déjame ver si entendí bien—decía sorprendido—¿estás en tu casa pero aún sigues trabajando?
-Son órdenes del sabio Shuu—dijo como única respuesta.
-Ya veo.
Y mis alas te abrazan fuertemente.
-Hace mucho que no tomo un descanso, así que aprovecharé unos días para estar con Kuronue—comentó apoyándose en una pared y cruzándose de brazos.
-Como no se trata de una misión importante, puedes estar tranquilo.
-En pocas palabras, 'no tienes que alarmarte'¿cierto?—sonrió con ironía.
-Si...
-Volveré a nacer, por ti—cantó Yukina sentada en un sillón enseguida de Yusuke—. Qué bonita canción—el detective sólo la observó—. Discúlpeme, pero es que puedo escuchar la canción de cerca, sin necesidad de ponerme los audífonos—él sólo la observó, retiró el auricular de su oído y lo observó un rato—. ¿Es un cantante famoso?
-Aún no ha debutado.
-Ya veo... pero...—abrazó sus rodillas y cerró sus ojos— es una canción muy hermosa—sonrió.
Volveré a nacer...
Yusuke conectó su rastreador a una radio que se encontraba cerca y un holograma con la imagen de Kuronue cantando apareció sobre el aparato, eso hizo que la niña girara su cabeza y mirara a su protector.
...entre tus brazos.
-Gracias...—le dijo colocándose a un lado suyo y sonriéndole.
Volveré a nacer... entre tus brazos.
Kurama, en su jaula, recitaba la canción de Kuronue, en aquella apariencia de ser blanco que adoptaba en ciertas ocasiones; el cabello plateado brillaba hermosamente y las ropas blancas eran igual de hermosas.
Mientras viejas conchas del mar se trozan... corren lágrimas en la mejilla de un recién nacido.
Mis alas te abrazan fuertemente.
-Puedo ver que esa niña que salió de la jaula se divierte mucho, pero la otra niña está furiosa.
En otra jaula, un sentimiento amargo era sentido por una niña solitaria con una expresión desagradable en el rostro, el odio, desprecio y la ira estaban claramente marcados en su faz.
-¿Cómo puede estar tan contenta si no estoy a su lado?—miró la palma de su mano con desprecio—. ¿Por qué?
"4".-.-.-."4"
Quiero volver a nacer... entre tus brazos.
Volveré a nacer... por mí.
Cantaba el holograma de Kuronue, la niña se encontraba mirando la ciudad desde la amplia ventana que tenía frene a sí, sus brazos, bajo su cara, le proporcionaban una mejor postura para meditar y la lluvia era también un elemento relajante que se agregaba al suave ambiente que la rodeaba.
-Y dime¿cómo sigue "C"?—preguntaba el anciano líder del congreso al detective.
-No hay ningún cambio en especial—respondió Yusuke, no se encontraba cerca del trébol de tres hojas.
-Desde muy pequeña, "C" siempre fue una niña muy dócil y nunca mostró agresividad hacia los demás—comentaba el sabio—; en cambio "A" es muy distinta, es muy inestable en sus emociones. "A" aún no sabe sobre la existencia del trébol de cuatro hojas, por eso, ella piensa que "C" es el único ser capaz de igualar sus poderes y dudo mucho que guarde ese secreto por más tiempo—hizo una pausa y respiró hondo—. Además... los niños de tres hojas no pueden vivir mucho tiempo fuera del laboratorio.
Quiero volver a nacer entre tus brazos.
Volveré a nacer, por ti.
Yusuke abrió levemente una puerta que se encontraba cerca de él y se asomó para ver a su protegida apoyada en sus rodillas mirando hacia la ventana, su expresión se suavizó y la música llegó a sus oídos.
Quiero volver a nacer entre tus brazos...
Caminó unos pasos, colocándose a unos dos metros de la chica sin dejar de verla, ella no giraba su mirada y seguía casi igual de ensimismada viendo la ventana.
-¿Quieres estar afuera?—preguntó el detective.
-No...—un hilillo de voz.
Volveré a nacer, por mí.
-Sólo pensaba—comenzó a decir entrecerrando sus ojos con tristeza— que habiendo tantas luces a mi alrededor, no existe una que brille para mí...—Yusuke caminó mientras ella hablaba y se colocó a su lado, de pie—. Y siempre será así...
"4".-.-.-."4"
-¡Ten cuidado!—decía el ser de cabellos de plata, inmediatamente, no muy lejos de donde él se encontraba, el trébol de tres hojas que aún permanecía en su jaula se aferraba a su hombro derecho con mucha fuerza—. ¡La otra niña de tres hojas puede hacerte daño!
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-"A" se acerca—dijo la niña en compañía del detective con su mano vendada sobre su hombro izquierdo.
Donde Kuronue estaba cantando, su imagen se fue distorsionando hasta desaparecer por completo dejando un sonido sordo y seco interrumpiendo la melodía; una nueva imagen se fue formando, un par de pequeños pies descalzos, una bata de laboratorio, una copia exacta del trébol de tres hojas que se encontraba enseguida de Yusuke.
-¿Es un holograma?—preguntó el protector.
-No...—respondió lentamente la nueva entidad fríamente—. Soy real.
El detective preparó su mano derecha, hizo un arma con aquella mano y desde su dedo índice un rayo de luz se disparó contra la otra niña de tres hojas sin dar en el blanco puesto que su transportación no estaba completa; ya se estaba preparando para un segundo disparo en cuanto ella 'llegara' por completo.
-Espera—dijo su protegida deteniéndolo.
-¿Por qué no te pones triste con mi ausencia?—cuestionó la otra niña recién transportada y de frente a su hermana.
-Claro que me siento triste...—aclaró con la mayor sinceridad posible.
-Entonces¿por qué?—rudeza en sus palabras, no recibió respuesta—. ¿Porque él está contigo?—su mirada se dirigió a Yusuke quien observaba desde una distancia prudente, la mirada de la intrusa se tornó cruel y despiadada al enfocarse en su rival—. ¿Ya no me necesitas porque él está contigo?—preguntó girándose hacia el detective.
-¡No, no es eso!—la otra niña intentó llamar la atención de su hermana, pero su guardián ya estaba preparando el segundo rayo de ataque.
Se escuchó un crujido en la pared y un gemido de dolor por parte del detective, la intrusa de tres hojas lo había lastimado; un corte se mostraba a lo largo de su brazo derecho y se extendía por detrás de él cortando la pared y las ropas del adulto, la sangre apareció manchando la piel y el suelo inmediatamente. La niña corrió y se colocó frente a su protector con ambos brazos extendidos, protegiéndolo de un nuevo ataque.
-Hazte a un lado, "C"—se escuchaba el gotear de la sangre en la habitación—. Lo mataré...—sus ojos brillaban— tal y como lo hice con "B"—su mirada se afligió notablemente sin abandonar aquella expresión de ira—. Tú tienes la culpa, "C", por no verme sólo a mí; tú fuiste muy amable con "B"...
-"A"...—ahora se veía más decidida— si vuelves a matar a alguien más...—tomó un poco de valor— te juro que me quitaré la vida...
-¡NOOO!—gritó con los ojos llenos de lágrimas y abrazando a su hermana desesperadamente.
-"A", escúchame...—comenzó a hablar tranquilamente— la razón por la que estábamos encerradas era porque estábamos juntas, pero si vivimos por separado, no será necesario regresar a ese lugar—correspondió un poco al abrazo.
Su gemela, con los ojos llenos de lágrimas, se separó un poco y ambas se miraron por unos segundos, los cuales, parecieron siglos.
-Puedo saber todo lo que tú piensas, "C"—dijo al fin con la voz entrecortada—, y sé que si te llevo ahí de regreso, morirás...—ambas se tomaron de las manos, delicadamente.
-Déjame aquí...—pidió, suplicando.
-¿Me quieres?—preguntó con necesidad.
-Si...—respondió de inmediato.
-¿Mucho?
-Si...
-¿Para siempre?
-Si...
-Si llegas a querer a alguien más que a mí, acabaré con esa persona; y si tú mueres, "C", tampoco se lo perdonaré...—volvió a abrazarla, cálidamente—. Aunque estemos lejos, siempre sabré lo que sientes, "C", sin importar cuánto tiempo pase, ya que nosotras somos los únicos tréboles de tres hojas y así, viviremos juntas...
-Nos vemos, hermana...—le dio un beso a su hermana en una de sus húmedas mejillas, separándose y tomándola de las manos.
-Lo sé—comenzó a transportarse de nuevo—, adiós...—desapareció.
Yusuke, quien no articuló palabra en todo ese tiempo, se apoyó en la pared y se dejó caer lentamente al suelo, terminando sentado; la niña se giró hacia él, llorando, se le acercó y lo abrazó fuertemente mientras que el llanto la embargaba por completo.
-Perdóname...—dijo entre sollozos— enseguida dejaré de llorar—ocultó su rostro en las ropas de su protector.
-¿Seguirás llorando si escuchas una respuesta?—preguntó con voz suave.
-No...
-Entonces, haz lo que quieras—y la rodeó con el brazo que no estaba manchado de sangre evitando ensuciarla con ella.
-Gracias...
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La niña se encontraba durmiendo plácidamente en una cama suave y cálida; el detective, a su lado, se comunicaba con el anciano líder de la asamblea.
-Parece que "A" se marchó—comentó el anciano.
-Si...—respondió Yusuke dejando de mirar a su protegida.
-¿Y "C"...?
-Se separó de "A" para seguir viviendo.
-Es exactamente lo que me dijo "A"—tomó aire—. Si se trata de un niño de tres hojas, nosotros los sabios podemos tener control sobre él; sin embargo, hay que mantenerlo vigilado. Es muy difícil mantener controlada a "A", por su inestabilidad emocional, pero veo que "C" es la única que puede tranquilizarla.
-¿A dónde la trasladarán?
-De seguro a una institución en donde no tenga contacto con el exterior—una pausa corta—. ¿Se parecerá a las instalaciones en donde se encuentra el trébol de las cuatro hojas?
-Lo único que desean es que no tenga contacto con el exterior¿cierto...? Este departamento es de uso privado y su seguridad es infalible.
-Tú eres un trébol de dos hojas—dijo el anciano, el detective miró su mano herida ya limpia de sangre, un trébol de dos hojas se encontraba tatuado en la muñeca de la mano derecha, justo encima de las venas—, no podemos dejar que permanezcas con uno de tres. Dos más tres, igual a cinco. Sus poderes superarán a los sabios de la asamblea superior.
-Implantaré un explosivo dentro de mi cuerpo—dio como respuesta inmediata el trébol de dos hojas—; el botón detonador, estará bajo el control de la asamblea superior. De esa forma, si hay problemas con la niña de tres hojas, o conmigo, podrán deshacerse de nosotros al instante—silencio por unos minutos.
-Pero tendremos que colocártelo en la cabeza—dijo al fin—. No existe ninguna institución médica militar que pueda resucitar a un sujeto que perdió la cabeza.
-Es verdad—aceptó con una sonrisa un tanto sarcástica en su rostro.
-¿Por qué lo haces?—inquirió el anciano—. ¿Porque tú eres un trébol que surgió de aquel proyecto?
-No—la verdad—. Pensé que ese sería un método más practico para acabar con la amenaza, señor.
-Apuesto que en el pasado, jamás se te hubiera ocurrido esto—rió un poco el viejo—. Veo que has cambiado desde que llegó ese compañero tuyo—Yusuke no dijo nada—. Los niños de tres hojas, no pueden vivir lejos del laboratorio—reanudó la conversación nuevamente—, su proceso de envejecimiento avanzará rápidamente... sólo le quedan cinco años de vida.
-Si, lo sé—miró nuevamente su trébol y después a la niña.
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-Gracias por todo—decía la niña al detective—. Quiero comunicarme con el sabio Shuu, no sé qué hacer a partir de ahora—miró hacia el suelo, abochornada.
-Quédate aquí—le respondió éste, sonriendo. Ella volteó a verlo con los ojos muy abiertos.
-¿Eh...?
-Si no piensas salir, la asamblea superior no interferirá en tu vida.
-Pero...—dijo mientras tomaba la mano derecha de Yusuke— tú eres un trébol de dos hojas—lo miró a los ojos nuevamente—, si me quedo aquí, te causaré muchos problemas.
-¿Cómo...¿Quieres causarlos?
-No, pero...—decidió guardar silencio.
-¿Prefieres estar en otra parte?
-No... Me gusta estar aquí—apretó suavemente la mano que sostenía con las dos suyas.
-Entonces haz lo que quieras.
-Si...—sonrió suavemente mientras que sus facciones se relajaron haciéndola ver como la niña que era, feliz y saludable.
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-¡Vaya...! Pensé que no te comunicarías conmigo—decía Hiei a Yusuke—. Por tu culpa tuve que hacerme cargo de todo—cargaba unas enormes bolsas con un montón de comida recién comprada del centro comercial—. Le prometí a Kuro que hoy cocinaría, siempre y cuando todo salga bien, pero como no estoy seguro, tú serás el primero en probar la comida—se quejaba, sin embargo, su mirada se enfocó en la niña—. ¿Y esto...?—dijo al reparar en ella—. Vaya, no sabía que te gustaban los niños. Soy Hiei Jaganshi... pero puedes llamarme Hiei—dijo a la pequeña—¿cómo te llamas tú?—preguntó tratando de ser amable.
-Se llama Yukina—intervino el detective de inmediato, la niña volteó a verlo.
-Ya veo...—su mirada en la pequeña— ella es uno de los colores prohibidos—suspiró y se dio la vuelta—. ¡Mucho gusto, Yukina!—comenzó a caminar con todas sus cosas en brazos—. Bueno, hay que cocinar—ambos vieron alejarse al demonio de negro y pasaron varios minutos en silencio.
-Si no tienes iluminación—decía el trébol de dos hojas al de tres—, busca una luz para iluminarte—le entregó una lámpara pequeña, que podía brindarle un suave rastro de luz y calor. Aceptó el amable gesto y tomó la linterna, después Yusuke se alejó.
Quiero volver a nacer entre tus brazos.
En su habitación encendió un cerillo.
Así como el color escarlata, obtenido de una llamarada que no debe extinguirse, que no debe perderse...
El cerillo, encendido con una pequeña luz azul y naranja, encendió la lámpara.
Los pensamientos que se crean en mi mente, no deben ser disipados, ni destruidos...
Ella sonrió al ver la luz que era emanada desde tan cerca de ella, brillando suavemente; sonrió y cerró sus ojos con tranquilidad sintiendo el calor.
Tú, me vigilarás desde esta pequeña cuna, comenzando desde el principio... volveré a nacer, por mí.
Y naceré entre tus brazos.
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-Ya veo, has vuelto a renacer—decía Kurama— de "C" a Yukina.
Quiero volver a nacer entre tus brazos.
Una mirada triste en el rostro del trébol de cuatro hojas.
-Quisiera renacer en algo más que un trébol de cuatro hojas...
"4".-.-.-."4"
Si encuentras un trébol de cuatro hojas... hallarás la felicidad.
Pero¿sabes? Seguramente no lo encontrarás.
Porque la felicidad se encuentra en silencio, guardada en una jaula.
El trébol de cuatro hojas, nunca será de nadie...
¿Qué te parece si te adueñas de un trébol de tres hojas?
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Tiempo de llegada... 3 de agosto, jueves, 3:53 p.m.
Volveré a nacer, por ti. Mandaré mi pasado en
pequeñas nubes ondulantes. Mientras que mi futuro,
dejaré que el viento se lo lleve,
sin temor, sin prisas, sin detenerse...
Quiero volver a nacer entre tus brazos.
Volveré a nacer, por mí. Una vez más,
esperando nacer, dentro del huevo dorado...
Una vez más, volaré con mis hermosas alas plateadas.
Sin desesperación, sin resignación, seguiré aquí...
Quiero volver a nacer entre tus brazos.
Volveré a nacer, por ti, convirtiendo la dicha que
tuve al conocerte, en un tenue resplandor de luz...
Y aquella triste despedida que se transformará en suave lluvia...
Como aquella pequeña flor de color añil que florece
entre las tenues sombras...
Quiero volver a nacer entre tus brazos.
Dejo que te acerques a mí, y tomes mi mano...
Nuestros caminos se entrelazarán, como nuestros corazones,
de una manera tan fuerte que jamás se separarán...
Volveré a nacer, por mí.
Quiero volver a nacer entre tus brazos.
Sin cerrar nuestros ojos, sin soltarnos las manos...
Abrazando la fuerza del pensamiento y la
debilidad del deseo...
Quiero volver a nacer entre tus brazos.
Volveré a nacer, por mí. La razón por la que no me
sentía solo, era porque no valoraba la felicidad de
tenerte a mi lado... Pero comprendí el dolor de
la soledad hasta que experimenté el temor
de perderte.
Por eso, volveré a nacer entre tus brazos.
Volveré a nacer, por mí. Mientras viejas conchas
del mar se trozan, corren lágrimas por la mejilla
de un recién nacido... Y mis alas te abrazan
fuertemente. Volveré a nacer, por ti.
Quiero volver a nacer entre tus brazos.
Tus caricias y tu voz me harán olvidarlo todo,
rompiendo las cadenas que mantienen
atados a mi corazón y a mis pies.
Quiero volver a nacer entre tus brazos.
Volveré a nacer, por ti. Así como el color escarlata,
obtenido de una llamarada, que no debe extinguirse,
que no debe perderse... Los pensamientos que se crean
en mi mente, no deben ser disipados,
ni tampoco destruidos... tú me vigilarás desde
esta pequeña cuna, comenzando desde el principio.
Volveré a nacer, por mí,
y naceré entre tus brazos.
He aquí el final de la historia, y seh, es confusa, si no le entendieron mandenme un review y tratare de responder a las dudas, la historia de "Clover" es confusa, incluso con el manga te quedas con cara de: 'What...?' y uno espera que sean mas tomos, pero, cuatro tréboles, cuatro capis n.n yo me siento feliz porque ya aprendi como rayos se le hace para poder poner los acentos a esta maquina rara y si no los pongo ahorita es porque me da un monton de flojera -o- y no me critiquen ¬o¬
Me gustaria agradecer a algunas personas por sus reviews n.n
Hiyu DJaganshi- Pues, ocmo pudiste ver, Ku-chan si se murio o-oU pero, se murio feliz n.n eso creo o-oUUU el caso es que esta muertito pero sale en los cuatro tomos asi que... n.n espero que te haya gustado, el fic se termino en un mes si te fijaste, este capitulo (el ultimo) lo termine el mismo dia en que lo publique (seh, me dio flojera y me estuve haciendo mensa hasta que ya se me llego el dia de publicar y me sente tooooooooda la mañana en la sala de mi casa con la pc en las piernas y escribiendo como loca hasta que termine xD). Los poderes de Kurama... realmente nunca supe que tan fuertes eran, pero el chico si hizo un monton de cosas o.o lo elegi a él como el personaje que representaba a Suu, la niña que en el manga era el trebol de cuatro hojas por la transformacion... o-o a ella le salian alas, Kurama se transformaba en el Youko xD pues... no me quedaba mucho por escoger y se que las personalidades de los personajes no encajan del todo, pero... ni modo xP espero que te haya gustado n.n y sep, es triste x.x pero, pues... quien sabe que paso despues con Hiei y los demas... o-oU
Yuki Hiyama- Mira, Yuki! Ya termine! non a ti si te gusta este fic y me preguntas lo que quieras por el msn, ya sabes que me tienes para todo lo que quieras n.n
Daniela Minamino- Seh, el KuroxHiei estuvo medio raro, pero, nu me salio otra cosa .o.U espero que el fic te haya gustado y que la espera haya valido la pena n.n muchas gracias por el review! non
Naomi Hiwatari Kon- Espero que este fic te haya gustado mucho, mucho owo "Clover" es uns historia muy bonita y a mi tambien me gusta mucho n.n te agradezco como no tienes idea el review que me mandaste y he aqui la respuesta n.n si no te has leido todos los tomos, creo que ya sabes lo que lleva y como termina, te quedas con la duda pero esta lindap n¬n
Sonya-chanchan17- Oie, claro que voy a continuar todos mis fics! Solo que me quede corta de inspiracion (mi mugre musa me abandono bien feo y aparte la escuela esta moliendome bien genial xoxU); ya tengo toda la historia ideada en mi cabecita de los dos fics que mas te gustan, es solo que me detiene la falta de tiempo, (la flojera n.nUUU), y los pequeños detalles que ya ves como nos friegan la vida y nos impiden avanzar rapido. Pero, ya me esforzare por tratar de ir mas rapido n.n gracias por el review! non
Shady10- Seh, aka ya no vas a tener que comprarte los demas tomos, me copie los dialogos tal cual vienen y las canciones tambien xD la historia en si no esta tan mala aunque te deja con un monton de dudas en la cabeza oxo
angellight23- Muchas gracias! En verdad, muchas gracias! espero que te haya gustado el fic completo y que hayas disfrutado todos y cada uno de sus capitulos, gracias por el review! n.n
Rockergirl-sk- Si... la historia esta muy bonita n.n espero que todo el fic te haya gustado, son solo cuatro mangas de "Clover" pero es genial el diseño y todo el desarrollo de la historia n.n gracias por el review!
Youko Alukard- Si, es triste, pero, tiene sus buenos ratos; espero que te haya gustado todo el manga completo n.n
Agradesco a todos los lectores que dedicaron un poco de su tiempo a la lectura de esta pequeña historia y a mi estilo de redaccion; en verdad, gracias n.n