Gomen Gomen chicas ' he tardado milenios en actualizar, pero entiéndanme, no estoy en mis momentos rebosantes de inspiración mas aún así, aquí me ven, creo que ya es hora de que escriba un poco otra vez

Por cierto, que pasen muy felices fiestas decembrinas, navidad, año nuevo, y día de reyes !

Ahora, sin más preámbulo, creo que debo de dar comienzo al fic

SERIE: Beyblade

PAREJA: KaixRei como principal

GÉNERO: Yaoi, romance, angustia

KRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKKRKRKRKRKRK

VIVIENDO UNA MENTIRA

KRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKKRKRKRKRKRK

El dolor de tu presencia…

Aquellas dos semanas habían transcurrido demasiado lentas para su gusto…Sus fríos y calculadores ojos se mantenían revisando algunos papeles que descansaban sobre su escritorio…

Retiró un par de pequeños lentes, los cuales habían permanecido reposando con tranquilidad en su rostro, ocultando sus amatistas detrás de éstos, botando los papeles que había revisado una y otra vez, dejándolos desparramados en su escritorio, suspirando de forma tediada y masajeando su sien con molestia…A buen momento Voltaire le había ordenado encargarse de la abadía…

Se dejó caer en la comodidad del sillón donde había permanecido sentado desde la noche anterior, tomando delicadamente una copa de cristal que yacía a su lado y moviéndola con delicadeza, percibiendo el embriagante olor que el vino despedía…a su parecer, no había mejor cosa para tranquilizarle después de una noche de no haber dormido que una buena copa de vino de la mejor cosecha…

La llevó a sus labios, los cuales sorbieron un trago del exquisito sabor lenta y tranquilamente, dejando que su mente quedase en blanco por completo y sus músculos comenzaran a despejar la tensión acumulada en éstos…sonriendo tenuemente…al parecer, su otra droga había aparecido en aquel cuarto, colaborando con su descanso…

Un par de manos finas y delicadas habían girado el mueble para que Hiwatari quedase de frente al gran ventanal que tenía a sus espaldas, dejando lucir una esbelta y estética figura que lucía con majestuosidad los cabellos azulados sostenidos en una coleta alta, con un par de flequillos rebeldes cubriendo celosamente los grisáceos ojos que después de tantos años de haberlos visto conservaban la misma vida…

Una sonrisa se había dibujado en el pálido rostro de la dama, quien tomó su lugar en las fuertes piernas del fénix, pasando con extremo cuidado sus brazos hasta atrapar entre ellos su cuello y acercarse lo suficiente a sus labios como para besarle con dulzura, siendo tranquilamente correspondido por el bicolor, que había colocado un brazo alrededor de la cintura esbelta de la chica

No duraron demasiado en esa posición, separándose con lentitud y calma, recibiendo poco después un efusivo abrazo por parte de la menor…demasiado predecible para Kai…esa niña era todo un caso…predecible y al mismo tiempo lo contrario…

-Buenos días Kai! Expresó animosa después de haberse separado del mayor, recibiendo casi de inmediato un cocotazo, llevando ambas de sus manos al lugar del golpe mientras que sus labios embozaban una mueca de reproche-HEY! Mira que vengo a darte tu besito de los buenos días y tú me maltratas? Eres un mal novio con pésimo carácter!

-Buenos días para ti también-culminó él tan sólo embozando una sonrisa torcida y burlona, todos los días era la misma canción, o al menos, una parecida

Aquel rostro lleno de indignación y reclamo había desaparecido por completo dando lugar a una cálida sonrisa dirigida únicamente al fénix frente a sus ojos, quien poseía sobre sus facciones un semblante calmado y con una pequeña y sincera sonrisa en sus labios

-Me alegra…que hayas cambiado para bien, Kai…desde la primera vez que nos vimos…-murmuró dejando con un gesto de desconcierto a su receptor, el cual se borró casi de inmediato dando paso nuevamente a aquella dulce y pequeña sonrisa que había adquirido con el paso de los años

-Mi indiferencia y frialdad siguen en pie Ángel, y tu bien lo sabes

-Hai, lo se, estoy muy conciente de ello-contestó recostándose sobre el fornido pecho, cerrando sus ojos tras el contacto y sintiendo como los brazos ajenos se cerraban suavemente sobre su cuerpo, haciéndola relajarse mientras que una mano masajeaba sus cabellos azulados y su espalda al mismo ritmo-pero en menor escala…además, te veo mas contento…y eso…me alegra bastante, Kai…

Un silencio invadió aquella oficina nuevamente, mas era uno en el cuál ambos se mantenían alegres y cómodos…Recostaba su barbilla sobre las cuerdas oscuras azuladas en aquellos instantes, continuando el vaivén de su mano suavemente y su respiración lenta y pausada, notando sin revelar sus amatistas que la chica en sus brazos se encontraba sumida en las misma condiciones que él

Duraron así durante un tiempo indefinido, mas por la luz que irradiaba el sol ruso deducían que el medio día había llegado.

Ambos abrieron sus ojos muy suavemente antes de volver a juntar sus labios en un dulce contacto para ambos, antes de que la jovencita se retirara de las piernas de Hiwatari y se posicionara al lado de su sillón de trabajo, sonriendo con la misma alegría que le era acostumbrada y la cual contagiaba al ruso-japonés haciéndole sonreír de igual manera

-Creo que ya es bastante tarde para el desayuno, así que comenzaré a hacer el almuerzo. Quieres almorzar algo en especial?-cuestionó inclinándose un poco hacia a un lado, permitiendo que Kai no se molestase en doblar su torso para verla frente a frente

-Te parece si cocinas comida española?-sugirió suavemente mientras sujetaba con una de sus manos los pequeños anteojos que empleaba para trabajar, jugueteando un poco con ellos mientras mantenía su conversación con su linda cachorrita

-No hay problema! Aunque creo que tendré que pedirle algo de ayuda a los cocineros de la mansión, puesto que no se demasiados platillos españoles nñ-excusó llevando una de sus manos a su nuca, gesto que al empresario le provocó algo de gracia-Te vendré a avisar cuando tengamos la comida lista! Y no te esfuerces demasiado en el trabajo

-Tengo que terminar el trabajo en un par de horas; además el vuelo hacia París será a las 6 y recuerda que planeamos quedarnos aproximadamente una semana en ese lugar

-Hmpf…está bien-musitó con desagrado, corriendo hasta el marco de la puerta y saliendo por ésta, asomando su rostro una vez mas antes de partir-pero no te sobre-esfuerces demasiado Kai! O no habrá postre para ti!-amenazó graciosamente guiñándole un ojo antes de partir, por lo que Hiwatari tan sólo sonrió negando ligeramente con la cabeza…esa niña era un caso completamente perdido…y aún así la quería tanto…

-Sencillamente no comprendo como quedé en una posición semejante a ésta…-se dijo así mismo conservando aquella sonrisa mientras que pasaba su mano por sus cabellos bicolores, aún dejando su peso recargase sobre su sillón, manteniendo sus amatistas suavemente cerradas ante lo relajado que se encontraba

Tan sólo faltaban un par de horas para abordar aquel avión y ver de nuevo a aquellos niñatos con sus sonrisas tontamente alegres y optimistas...

De un segundo a otro la imagen del neko chino sonriéndole con su común tranquilidad extendiéndole el brazo mientras susurraba un 'Vamos Kai, nos están dejando atrás' cruzó por su pensamiento, girándose sobre su sillón hacia el ventanal y observando las nubes esponjosas moverse con lentitud, haciendo su sonrisa ampliarse un poco más

- Me he vuelto un completo loco...imaginando a esos tontos...- tomó sus pequeñas gafas y las volvió a colocar sobre su lugar, regresando su atención a su laptop y regresando de inmediato a su labor. Jamás creyó pensar o decir que extrañaría a su antiguo equipo...y curiosamente a unos de sus únicos amigos...

KRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKKRKRKRKRKRK

- Onee-chan...onee-chan...despierta por favor...onegai shimasu...abre los ojos...- murmuraba una pequeña creaturita poseedora de largos y sedosos cabellos negro- grisáceo y sostenida por una trenza que llegaba poco mas abajo de su traserito, ondeándose cada vez que movía aquel cuerpo escondido bajo las sábanas mientras que sus dulces ojitos vulpinos brillaban con aires de tristeza al ver en que estado había caído su pobre hermano

- Hai, onee-san...todos se encuentran demasiado angustiados por ti...tu jamás te habías encerrado en tu cuarto cuando debes abrir la tienda...- murmuraba otro pequeño niñito idéntico al otro, tan sólo que sus ojos eran casi color miel, reflejando la misma angustia que los del otro chiquito, y poseedor de cabellos negro- purpúreo atados en una cinta blanca en la parte baja de su cabeza, con su cabello rayando la altura de sus rodillas; ayudando a su gemelo a intentar despertar a aquel bulto hecho en la cama

Al ver que sus intentos eran fallidos, no pudieron mas que retirar aquellas mantas que cubrían a la figura escondida bajo de éstas, sorprendidos al encontrar la figura de Rei acomodada en posición fetal, ocultando sus dorados ojos por sus párpados...al parecer, él aún no se había despertado

Era una imagen simplemente única: las hebras de su cabello que asemejaban a la oscuridad de la noche se encontraban completamente esparcidas por toda la cama, cubriendo igualmente parte del cuerpo del chino cual si fuese otra manta mas, una camisa blanca y larga abierta de los primeros botones, la cual le llegaba hasta sus muslos, siendo la única prenda que llevaba encima además de sus boxers, dejando al descubierto la deseable piel acanelada de sus piernas y brazos. Simplemente un hermoso ser que invitaba tanto a hombres como mujeres a caer en su belleza, deseando ser poseedores de aquel cuerpo perfecto...

Ambos niños se vieron uno al otro, sonriéndose dulcemente, ya que la única manera de ver tranquilo a su hermano era cuando éste se encontraba sumido en sus propios sueños...en el mundo que le invitaba a ser feliz aunque fuese tan sólo durante algunas horas...aunque se tratase tan sólo de una triste fantasía

Se acercaron a las orillas de la cama que se encontraban mas cercanas al rostro felino del mayor de los tres, recargando sus brazitos sobre el colchón cautelosamente y apoyando sus cabezitas sobre éstos, observándole con ojos dulces y miradas enternecidas, esperando pacientemente que se levantase de su sueño, aunque no tenían prisa...si Rei estaba contento tan siquiera así, podía dormir cuanto se le antojase...

Los segundos transcurrían, dando paso a minutos y poco a poco en horas, en las cuales aquellos ojitos vulpinos y mieles no se inmutaban para nada al igual que sus sonrisas ante el rostro apacible que mantenía el chino; observando como poco a poco los dorados ojos comenzaban a abrirse suavemente, observando por fracciones de segundo como éstos poseían una vida que habían perdido años atrás y que se desvanecía conforme entraba a la realidad...sus suposiciones eran ciertas, en su mundo, Rei podía ser feliz aunque eso le repercutiera cuando volviese a la realidad...

Sus ojos se abrían perezosamente mientras se enderezaba lentamente sobre el colchón, llevando, en un gesto enternecedor, una de sus delicadas y finas manos hasta sus joyas ambarinas, tallándolos para tratar de alejar todo aquel rastro de sueño que se resguardaba en ellos aquellos instantes, soltando poco después un pequeño bostezo en la cual sus curiosos colmillitos se dejaron revelar, aunque no era nada extraño para aquellos dos gatitos que volvieron a verle con preocupación...Sus ojos volvieron a marchitarse...nuevamente...

Poco a poco su mirada comenzó a enfocar mejor los cuerpos a su alrededor, encontrándose con sus pequeños hermanitos, los cuales le veían con una mirada triste a lo que él tan sólo sonrió de aquella manera tan hueca con la cual lo hacía desde que su cuerpo abandonó su corazón y alma

- Dousta no chib...chibis...?- sintió como ambos niños se abalanzaban sobre sí, aferrándose a él a lo que tan sólo pudo corresponder el abrazo tristemente sabiendo que él era el provocador del sufrimientos de sus pequeños hermanos...- Vamos...tranquilos...

Los niños se separaron minutos después de haberse mantenido en el regazo del chino, cubiertos por las cálidas hebras azabache del sedoso cabello negro, tratando de sonreír sinceramente aunque les costara viendo al chino así

- Rei...por qué no abriste la tienda hoy?- se aventuró a preguntar el que parecía ser el más chiquito de ambos

- Si onee-san, no es muy común en ti faltar a un día de trabajo en el restaurante- a completó el otro pequeño el cuál medía unos centímetros mas que el otro, mas no demasiados

- Hoy es el viaje a París- contestó el chino con naturalidad y simpleza- así que me di la mañana para descansar, pero creo que dormí de más, pensaba levantarme a las 10 de la mañana y ya es la una de la tarde...tan sólo faltan un par de horas para el vuelo...- sus facciones volvieron a ser calculadoras como las que adquirió desde hace un par de años ante su propio sufrimiento de lo que ni él sabía el porque- Samael, Reight, podrían hacerme el favor de avisar a todos los demás que estén listos en una hora?- los niños asintieron suavemente, observando tristemente la fría mirada dorada- Gracias...si me disculpan, tomaré un baño

Sin más, tomó una toalla y se encerró en el cuarto de baño a lo cual los chicos tan sólo la vieron temporalmente antes de desaparecer por el marco de la puerta, encaminados a cumplir la petición que Rei les había encomendado hacer

El tiempo que tardaron fue casi nulo, ya que todos estaban reunidos en la sala esperando a los niños que habían subido hace ya varias horas, los cuales les explicaron la razón de su tardanza y se disculparon antes de desvanecerse a su propia habitación, la cual cerraron con llave tras entrar

Ambos caminaron hasta su cama, tirándose sobre ella para luego abrazarse el uno a el otro, siendo el mas pequeño quien se resguardara en el pecho de Samael, quien tan sólo atinó a abrazarle con la misma fuerza con la que el niño lo hacía

- Samael...crees...que Rei vuelva a nacer...? crees que debemos dejar el destino de nuestro hermano en manos de aquel fénix...? no sabemos como éste él...si ama a nuestro onee-san o no...tan sólo podemos verlo mediante fotos o el pensamiento de Rei...- murmuraba el gatito acurrucadito en el regazo del felino mayor, quien le regaló un beso reconfortante en la frente antes apresarlo aún mas con su pecho

- No nos queda de otra, Reight...es la única persona que el alma y corazón de Rei ama verdaderamente aunque nuestro hermano esté exhorto ante el hecho...aunque no deseemos dejar el destino de nuestro onee-san, es la única persona en la que podemos confiar ciegamente...Siendo el fénix el único ser capaz de renacer...ojalá y pueda hacerlo...antes de que el tigre blanco muera por completo y no pueda volver a la vida...nunca más...

- Kowai...kowai Sam...- expresó el minino mientras se escondía cada vez mas, apretando entre sus manitas la camisa del mayor, comenzando a derramar puras y tristes lágrimas ante su desesperación, las cuales fueron acompañadas por las del otro pelinegro...

Ambos temían que aquel fénix no amase al tigre que estaba en su lecho de muerte...era demasiado su temor de perder a la persona que había sido como su padre todos aquellos años, aquel chico que le sonreía tan dulcemente sin razón alguna, quien jugaba y reía alegre junto a ellos, incluso quien lloraba cuando se sentía triste...

Ahora, ni las lágrimas surcaban aquellos fríos ojos, ninguna expresión que no fuese de tristeza, muerte o frialdad volvía a él...estaba tan marchito como una hermosa rosa...

TCB

KRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKRKKRKRKRKRKRK

Bien...ya terminé éste capítulo. Está bastante corto a mi parecer, pero bueno, espero actualizar mis fics después de que culminen mis exámenes así que no se desesperen.

Espero poder mañana editar el fic de 'Watashi no Chiisai Neko' para publicarlo y estoy escribiendo un par mas de Beyblade, además de otro de varias series más

Lamento no contestar sus reviews en estos momentos, estoy algo cansada y sin tiempo, así que les pido que esperen hasta la semana próxima por favor. Si, se que hago sufrir mucho al pobre neko- chan, pero es una terrible obsesión! Y no se preocupen! Kai tambien sufrirá! MUAJAJAJAJA xDDD

Ok, los espero en el próximo capítulo

Ja ne!