Holas! Bueno, desde ya adelanto que este capitulo, a pedido del público, va a estar subido de tono, así que si les molesta o intimida, no sigan leyendo, jejejejejeje. Y bueno, tenía que ocurrir, y en este capi entre nuestro adorable rubio y la pelirroja nuestra de todos los tiempos, va a ocurrir, así que ya están advertidos. No tengo experiencia describiendo estas cosas, pero haremos el intento a ver como queda. Lean y dejen reviews! Dayah…
CAPITULO DIEZ: Una noche contigo
Draco observó el mapa durante largos minutos, con el entrecejo fruncido y hablándose a si mismo, mientras Ginny lo observaba parada ante él.
La espera le parecía eterna, pues aunque increíble, había llegado a confiar en las impresiones de su compañero, aunque en un principio no estuviera de acuerdo en que trabajaran juntos.
El muchacho levantó la vista.
"No es muy específico, pero obviamente, tenemos que comprobarlo. Bien podría ser lo que estamos buscando"
"Eso mismo pensé yo" dijo ella simplemente, tomando el mapa y mirándolo una vez más. "Quizás nos encontremos con el escondite de Hugges"
"Quizás" murmuró Draco, poniéndose también en pie. "¿Y que tal estuvo la fiesta?"
Ginny se sentó en el sillón que el rubio había abandonado, mientras se sacaba las sandalias de taco alto.
"Terrible. No podía respirar allí dentro, tan rodeada de gente misteriosa. Huí en cuanto tuve la oportunidad. Hugges no va a estar contento, prometí que me quedaría para luego de la cena"
"A Hugges no le faltan mujeres como para que quiera estar metiendo mano en la mía"
"Yo no soy…"
"Mira, Gin, puede ser que esto sea un disfraz, estamos de acuerdo en eso, pero tampoco voy a permitir que cualquier delincuente ponga sus manos sobre ti ¿de acuerdo? Simplemente no está bien, es mi obligación, mi trabajo, cuidarte."
"Yo no necesito que nadie me cuide. Bastante tengo con el clan Weasley sobre mis espaldas" musitó ella, molesta.
"El clan Weasley no se encuentra aquí en este momento"
"Pero no necesito que tú ocupes su lugar"
"Lo ocuparé, te guste o no. Ahora si me disculpas, me iré a dormir. Mañana será un día largo"
Sin decir nada más, el rubio se encerró en el baño, aguardando a que Ginny, lo suficientemente furiosa, pegara el portazo hacia su habitación que se escuchó unos segundos más tarde.
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Al día siguiente, Ginny despertó muy temprano, tanto así que cuando se dirigió a la sala de estar, su compañero aún dormía profundamente. La muchacha entró entonces a la cocina, y se dispuso a prepararse algo de desayuno, ya que no se sentía con ánimo para aguardar los diez minutos que tardaba el servicio de habitación, además de que seguramente era demasiado temprano para llamar.
Mientras tomaba su jugo de naranja, observó a Draco, que dormía pacíficamente, aunque con el entrecejo ligeramente fruncido. Ginny no pudo evitar preguntarse que era lo que tanto le preocupaba.
Bueno, a ella le agradaba un poco que la cuidara, pero últimamente aquellas ganas de protegerla, parecían haberse incrementado. Justamente, luego de que hubieran sido atacados.
La pelirroja había hecho sus averiguaciones. Calvert Hugges, aunque capaz, no había sido quien los había mandado atacar. ¿Pero entonces quién?
Abrumada, la muchacha decidió caminar un rato para aclarar sus ideas, y quizás pegarle un llamado a su hermano. Por su trabajo, Hermione había instalado un teléfono muggle, y luego de la vergüenza que le habían hecho pasar durante la cena de Navidad, no le molestaría despertarlos casi de madrugada.
Tomó su bolso, miró a Draco una última vez, y con prisa, abandonó el hotel.
Mientras caminaba, distraída, Ginny no notó que la seguían.
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Draco despertó quince minutos más tarde. Le dolía fuertemente la cabeza y una sensación extraña le invadió el estómago cuando recordó la última discusión con la pelirroja.
Decidió que hablaría más tarde con ella, y que más tarde buscaría una excusa coherente de porque se preocupaba tanto por ella. Buscaría esa explicación tanto por ella como por él. Aunque tenía una leve idea que le estaba molestando mucho últimamente. Draco maldijo mientras llamaba al servicio de la habitación, dispuesto a luego buscarla y aclarar las cosas con ella.
Comió en silencio, pensando en como decirle que se estaba enamorando de ella. Nunca se le había declarado a nadie, nunca ninguna persona había importado tanto en su vida como Ginny Weasley.
Se dirigió a su habitación y entró sin tocar. La cama estaba deshecha, y no había señales de ella. Maldiciendo nuevamente volvió a la sala principal, y entonces notó la ausencia de la chaqueta de la pelirroja.
El miedo le pegó en la mitad del cuerpo con violencia.
"Gin, ¿dónde te metiste?"
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"¿Cuándo vamos a deshacernos de ella?" preguntó el hombre con impaciencia, mientras observaba a la muchacha, que hablaba por teléfono en ese momento.
"No todavía. Hoy solo nos la llevamos" contestó Lucius.
"¿Por qué?"
"No me gustan tus preguntas, Groove, pero si en realidad quieres saberlo y logro así que sigas mis instrucciones sin interrumpir…espero agarrar un pez más gordo a través de la mocosa Weasley"
"¿Y se puede saber a quién?"
"A mi hijo"
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Ginny Weasley decidió regresar al hotel. El frío era casi cortante y ella no estaba tan bien abrigada. Además, quería hablar con Draco de una vez por todas. Algo extraño estaba sucediendo, y ella quería saber exactamente que, fuera bueno o malo.
Comenzó a caminar, cuando de pronto, algo la detuvo. Observó hacia su izquierda. Un angosto callejón, oscuro, maloliente y lleno de bolsas de basura y seguramente, pensó la chica, también ratas, se abría frente a su vista. Había visto ya muchos callejones sucios en su vida, pero el llanto del bebé fue lo que llamó su atención. Era un llanto agudo y aterrorizado.
Sin dudarlo, sin ponerse a pensar que aquello podía ser una trampa, Ginny entró al callejón, dubitativa. De pronto, una niebla oscura y espesa que ella no notó, bloqueó la salida, haciendo casi imposible que se pudiera ver algo a pesar de que era pleno día.
"¿Hola?" dijo ella, comenzando a asustarse "¿Quién está ahí?"
Un ruido a su espalda, la hizo girarse y sacar la varita.
"Lumos" murmuró.
Y entonces lo vio. Un hombre alto y robusto, con la cara tapada por una máscara, la apuntaba directamente al corazón con su propia varita.
"Vaya, vaya…si es la Weasley y toda crecida."
Ginny se mantuvo en silencio y tranquila. Así que la conocían. Cuando vio al segundo hombre, justo parado detrás de ella, la pelirroja tuvo la certeza de que ellos habían sido los que los habían atacado hacia tan solo un par de días.
"¿Qué quieren de mí?" preguntó ella, con el entrecejo fruncido.
"No queremos nada de ti, Weasley, salvo quizás tu persona. Vendrás con nosotros"
Ella levantó el mentón con determinación.
"Sabe que voy a pelear"
"Si, me lo suponía…" dijo Lucius Malfoy desde debajo de su máscara "¡Expelliarmus!"
Ginny voló hacia atrás, dando contra uno de los contenedores de basura, pero con un ágil movimiento, se volvió a poner en pie mientras gritaba ¡Accio! y recuperaba su varita que había caído a unos cuantos metros de ella.
"¡Petrificus Totalus!" gritó la chica, apuntando al hombre que se le estaba viniendo encima.
Groover quedó fuera de combate.
Mientras Lucius Malfoy se acercaba, Ginny lanzó chispas rojas al aire, esperando que por una de esas casualidades de la vida, alguien viniera en su ayuda.
Entonces, Malfoy pronunció el contramaleficio, y Groover volvió a ponerse en pie, aunque con dificultad. El hombre la tomó por detrás, inmovilizándola, mientras Malfoy se acercaba.
"¡Crucio!"
La maldición le dio de lleno. La muchacha se retorció de dolor, mientras sentía que mil cuchillos se clavaban en su cuerpo. Luego, débil, quedó totalmente laxa.
Los dos hombres rieron.
"Así me gusta más. No hay nada como una mujer en silencio"
Ginny sentía que le dolía todo, pero no estaba dispuesta a dejarse vencer.
"Si, pues es muy de hombre eso de esconderse detrás de una máscara" dijo ella con esfuerzo.
Malfoy volvió a reír.
"Creo que tienes derecho a saber al menos quien va a matarte, eso al menos podemos darte, Weasley"
Lucius Malfoy se quitó la máscara lentamente, y entonces Ginny, con los ojos muy abiertos, observó con terror a aquél hombre. Los años habían dejado mella en su rostro, ahora surcado de arrugas y una profunda cicatriz en su mejilla. Pero el odio en su mirada, muy gris, seguía intacto.
"No pude matarte cuando tenías once años, pero ciertamente lo haré ahora. No ya, este no es el momento, pero mi hijo, esa escoria humana, está enamorado de ti"
Ginny lo observó con odio.
"Si, enamorado de una Weasley, de una traidora de la sangre. Pero esto no tendrá un final feliz, niña, tú y él caerán, y el caerá por ti"
"No sé de lo que está hablando"
"¿No lo sabes? Draco, esa noche cuando les hicimos esa pequeña visita en el hotel, me miró a los ojos. Supo quien era él que estaba atacando. ¿Es que acaso no te lo dijo? Por supuesto que no, se ha convertido en un ser débil, seguramente pensó que te protegería, ¿pero dónde está ahora?"
Groover rió con una risa fría que hizo que Ginny temblara.
"Muchos años he estado escondiéndome, mocosa, huyendo de ustedes los aurors que querían meterme en Azkaban. Pero he regresado por mi venganza, y juro que la tendré."
"Lo que tendrá usted es una celda oscura y un uniforme gris haciendo juego" dijo ella.
"No, tendré mi venganza. Tendré poder, todo lo que quise."
"No lo permitiremos"
"¿No lo permitirán? Mírate pequeña ilusa, estás desarmada y sola. Draco no vendrá a buscarte, no te salvará esta vez. No hay nadie que te salve"
"Una vez más te equivocas papá"
Lucius Malfoy se giró y se enfrentó por primera vez a su hijo. Pero no había venido solo. Los ojos grises del hombre reconocieron a Ronald Weasley, a la sangre sucia, y a Potter por supuesto, además de a Remus Lupin, su esposa Tonks y otros muchos magos y brujas.
"Pensé que estabas muerto, Lucius" dijo Lupin con tranquilidad.
Groover soltó a la pelirroja, que cayó de rodillas, y se desvaneció en el aire.
"Nos volveremos a ver, querido hijo" dijo Malfoy, antes de desaparecer también.
Draco corrió hacia la chica que se encontraba en el suelo. Pero entonces ella lo detuvo.
"No me toques, Malfoy" musitó apenas, antes de perder la conciencia.
"Hay que llevarla a San Mungo" dijo Ron, levantándola en brazos.
"Te sigo, Weasley" murmuró Draco, el dolor clavado en cada una de sus palabras.
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Cuando Ginny despertó, ya era de noche. Se encontraba en su cama del hotel y Hermione estaba parada a su lado junto con Ron, ambos con semblante preocupado.
"¿Cómo te encuentras?" preguntó su hermano, sentándose en la cama y tomándole la mano.
"Estoy bien"
"Podrías estar muerta. Oh, Ginny, oh, Ginny" dijo Hermione tapándose la cara.
"No querían matarme. Solo secuestrarme. Tienen la loca idea de que Draco está enamorado de mi y…"
Se calló al ver la expresión de su hermano y la sonrisa de su amiga.
"Quizás deberías hablar con él"
"Hizo un surco en el piso y luego se refugió en el bar. No lo hemos visto en toda la tarde" dijo Ron, serio.
"No quiero volver a dirigirle la palabra en mi vida. Sabía que su padre nos había atacado, y aún así, no dijo nada. Me lo ocultó. Se supone que somos un equipo."
"Ginny, estoy segura de que él solo quería…"
"¡No quiero que me proteja, no quiero que esté pendiente de lo que hago o no!"
"Pero Gin…" dijo Ron con cuidado.
"No, Ron, no digas nada. Les pido por favor que me dejen sola. Estoy bien y a salvo. Váyanse, solo váyanse"
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Intentó ahogar sus penas en un vaso de whisky, pero no sirvió de nada.
Cuando regresó finalmente a la habitación, sabiendo a lo que debía ahora enfrentarse, la encontró parada ante el balcón, y sus maletas ya casi listas sobre su cama.
Ella le dirigió una mirada de desprecio, y se volvió a girar. La vista parecía mucho más interesante que lo que él tuviera que decir.
El se mantuvo allí parado, con las manos en los bolsillos, pero ella no volvió a mirarlo.
"¿Te vas a algún lado?"
Ella se volvió al fin. Se veía tan hermosa, allí parada con su cuerpo envuelto en una de las batas del hotel y esa mata de cabello rojo oscuro cayéndole muy liso por la espalda. Y Draco la sintió más lejos que nunca, y un pedazo del alma se le hizo añicos a los pies.
"Si, a otra habitación. Considera esto un divorcio, Malfoy" dijo ella, sacándose el anillo y tirándoselo a los pies.
"Ginny…yo…"
"No digas nada. No confiaste en mí, sabías que era tu padre, y aún así no dijiste nada"
"Y no me arrepiento de no habértelo dicho"
Ella lo miró furiosa.
"Eres un cretino, un patán y un maldito cobarde" dijo acercándose.
"Y tú eres una pequeña malcriada, que cree que puede con el peso del mundo en sus hombros"
"Yo no necesito que tú me digas con lo que puedo o no" dijo ella, clavándole un dedo en el pecho.
"No me claves el dedo, Weasley, y trata de tranquilizarte y de entender razones"
"No hay ninguna razón que valga. Somos un equipo, éramos un equipo" se corrigió "Yo confiaba en ti, pensé que estábamos juntos en esto"
"Y lo estamos" dijo él con violencia. La tomó de los brazos con fuerza.
"No, no lo estamos. Esto se terminó aquí y ya no hay vuelta atrás"
"No dejaré que te vayas"
"No eres nadie para dejarme o no dejarme. Ya ni siquiera eres mi marido" dijo ella, con el mentón en alto.
El la observó con furia.
"No dejaré que…"
"Sácame las manos de encima, y sigue tu camino"
"No lo haré, Weasley, por Merlín que no lo haré"
"Vete al infierno, Malfoy" dijo ella, forcejeando.
"Si, a donde quieras, pero tú te vienes conmigo"
"Estás completamente loco"
"Solo quería protegerte, tenía miedo por ti" dijo él en un susurro, soltándola.
Ella se pasó una mano por el pelo.
"Sabes que no me gusta que me estén cuidado como si tuviera cinco años"
"¿Por qué eres tan condenadamente orgullosa y terca?"
"¿Qué?"
"Siempre dices que no te gusta que te cuiden, que lo detestas y te enojas y discutes. Pero hay algo que no pareces comprender: tú también, Ginny, te preocupas por los demás, y hubieras hecho exactamente lo mismo con tal de protegerme a mí"
Ella lo miró con los ojos muy abiertos.
"No entiendo que es lo que quieres decir"
"Oh, por supuesto que lo entiendes" dijo él, volviendo a tomarla por los hombros "¿No te preocupaste el día en que me fui sin decir a donde y regresé helado y cubierto de nieve? ¿No te preocupaste cuando me lastimaron, y estuviste la mitad de la noche cuidándome?"
Ella abrió la boca para contestar, pero nada salió. Sin darse cuenta, ella se había aferrado a sus antebrazos como si fueran salvavidas.
"¿Ves?" dijo él con dulzura "¿No entiendes aún que preocuparse por alguien que nos importa es simplemente algo humano y que no tiene nada que ver con edades o que tan buena bruja seas?"
Las lágrimas se amontonaron en sus ojos y ella desvió la mirada para que él no lo notara.
"Tendrías que haber dicho algo"
"Si, y lo siento, pero también fue una sorpresa desagradable para mí encontrarme a mi padre luego de todos estos años. Sabes que quiere matarme ¿cierto?"
Ella lo miró de nuevo, las lágrimas ya controladas, y le acarició la mejilla.
"Supongo que te debo una, Malfoy. No dejaré que nada te pase"
El cerró los ojos ante su contacto y murmuró:
"Yo tampoco dejaré que nadie te lastime, pelirroja"
"Bien, es un trato" dijo ella, acortando la distancia que los separaba y besándolo suavemente.
El la abrazó y apoyó su frente en la de ella.
"Gin, ayer te deseaba. Hoy te necesito" dijo él, sorprendiéndolos a ambos.
"Entonces, esta noche me tendrás" dijo ella.
El volvió a besarla, con más pasión esta vez, mientras ella lo abrazaba por el cuello, desesperada por su contacto. Draco la tomó de la cintura con fuerza, mientras caminaban a trompicones se dieron contra la mesita y casi se caen, los dos se rieron y ella siguió en lo suyo, que en ese momento era seguir besándolo mientras le abría los botones de la camisa.
No supieron como llegaron a la habitación, pero lo hicieron. La luna se colaba por la ventana cuando ambos cayeron en la cama. El la besó una vez más mientras metía su mano en su pelo, como tantas veces lo había imaginado. Ella logró finalmente deshacerse de la camisa, y recorrió con sus manos su cuerpo, esos músculos largos y duros. Besó una cicatriz alargada que tenía en su hombro, y logró que él se conmoviera hasta la médula. Ginny tenía gusto a jabón y aroma a flores.
"Gin, quería tenerte así desde que te vi por primera vez"
Ella se rió.
"Yo también"
El tiró de la bata y la abrió. La observó, casi extasiado, tan hermosa, tan perfecta, como la había soñado.
"Eres perfecta, Gin"
"Tampoco estás mal, Malfoy"
Ella sonrió y él volvió a besarla, mientras la acariciaba, mientras ambos temblaban sabiendo lo que ocurriría a continuación.
"Mírame, Ginny" Ella lo observó con sus ojos muy abiertos, en ellos una mezcla de nerviosismo, deseo y expectativa "Quiero que me mires cuando te haga mía"
Se unió a ella con suavidad, pero la muchacha lo había estado esperando. Fue hermoso, y Ginny pensó, casi celestial. Tenerlo así, entre sus brazos, y saber que ella estaba entre los suyos.
Las estrellas parecían hasta titilar más fuerte que otras noches, en ese momento que Ginny y Draco se convirtieron en amantes y comprendieron, los dos a la vez, y sin decirle nada al otro, que se habían enamorado. En silencio.
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Bueno, espero que les halla gustado! Ojalá, ojalá! Besos a todos! Ah, y para las que preguntaban por el nick de Ginny, Red, bueno, red significa rojo en inglés, y por eso el seudónimo, por su cabello ven…jejejejejejje. Es algo tonto, pero a mi me guta. Claro, nunca haría que Ginny llamará a Draco "Blondie" o "Yellow" así que no se preocupen, jajajaja! Bueno, fue medio corto el capi, pero la verdad, me daba algo de cosa describir estas escenas entre los personajes, pero bueno, hice el intento al menos así que no sean malos!
