Asexual.

Capítulo 4: Discusión y Confrontación.

.-.-.

-¡Alastor que mierda!-, Grito Angel al entrar al pequeño bar del hotel.

Todos lo miraron con extrañeza, a excepción de Alastor que se concentró en mantener su vista en su trago.

Había sido… tan satisfactorio, tan rectifican te, grato, provechoso, placentero y un largo etcétera el haberse ocupado de ese bárbaro.

Y ahora se preguntaba por qué lo había hecho.

-¡Tu idiota de mierda mal parido!-, Grito Angel sin importar la mirada que todos le daban, o que fuera el demonio Radio a quien estuviese insultando.

Alastor suspiro y se resignó a mirarlo, entonces Angel se acercó y lo abofeteo, en ese momento todos los presentes salieron de la habitación, incluso Husk que siempre estaba detrás de la barra, procedió a irse.

Sea lo que fuese que se tenían esos dos, no era problema de él.

Alastor sonrió, tal vez era eso lo que llamaba su atención, su ímpetu hacia el, aunque ese proxeneta barato lo tuviera en su control, sentía que era algo que él no podría… tenerlo entre sus manos.

-¿Te gustaría que matara a Valentino?-, Pregunto Alastor de repente.

Angel lo miro por un momento, procesando lo que acaba de decir, antes de volver a levantar su mano y darle otra bofetada.

-¿Qué mierdas estas diciendo?-, Le pregunto Angel retrocediendo, para poder sentarse en una de las mesas.

-¿Te gustaría que matara a Valentino?-, Volvió a preguntar Alastor sonriendo tan tranquilamente como si nada.

Angel con las manos sobre su cabeza, tratando que no le explotara, sea lo que sea que estuviese pasando en este momento, le iba a provocar una jaqueca.

Angel suspiro pesadamente se levantó y se acercó a Alastor para golpearlo de nuevo pero esta vez Alastor no se lo permitió, tomando su mano antes de que esta lo golpeara y devolviéndole el golpe.

Alastor entonces procedió a apretar con fuerza la muñeca de la mano atrapada, Angel al principio no sintió nada, pero rápidamente el dolor fue incrementado mientras Alastor solo se quedaba de pie ahí sonriéndole, -¡Mierda me lastimas!- Le grito Angel, parándose y tomando una botella de la barra para luego romperla en la cabeza de Alastor, el cual simplemente retrocedió liberando a Angle de su agarre.

-Si quieres jugar rudo, puedo jugar rudo-, Dijo amenazadoramente Angel sacando dos ametralladoras, Alastor en respuesta comenzó a ser rodeado por su aura maligna, pero antes de que pudieran hacer algo, Chalie entro, el infierno ardiente en sus ojos, aplaco la ira de los dos demonios que estaban por destruir el hotel.

-¡No sé qué mierda pase entre ustedes dos, pero esto termina ahora!-, Grito Charlie infligiéndoles terror a los presente.

Rápidamente Angel y Alastor se encogieron en sus lugares, ante la presencia furiosa de Charlie, sabiendo que no debían provocarla.

-¡Ahora si van a actuar como niños, los voy a tratar como tal, así que váyanse a sus habitaciones y no salgan hasta que yo lo digo!-, Dijo esto último dando un pisotón haciendo temblar el hotel.

Como si fueran niños castigados, ambos demonios caminaron en silencio hasta sus respectivas habitaciones en hotel, pero durante el trayecto Angel pregunto:

-¿Por qué diablos quieres matar ahora a Valentino?-, Alastor se detuvo por un momento, aun salía sangre de la herida provocada por el golpe de Angel.

-No lo sé… Angel… no sé qué mierda está pasando conmigo-, Dijo Alastor sonriendo como siempre, solo que detrás de esa sonrisa, había molestia, confusión y sobre todo… necesidad.

Angel suspiro, este día había sido jodidamente raro.

-Al, ven conmigo, déjame curarte esa herida-, Señalo Angel la herida que seguía supurando sangre, Alastor solo suspiro y dejo que Angel le guiara hasta su habitación.

Ahí donde hace unos días Al se había parado para pedirle sexo a Angel.

Entraron y automáticamente Angel lo invito a sentarse en la silla frente a su tocador, para luego entrar en el baño y salir con un pequeño botiquín, Angel se colocó delante de él y con mucho cuidado procedió a tratar la herida de Alastor.

-¿Dónde aprendiste a tratar heridas?-, Pregunto sintiendo el algodón limpiar su herida abierta.

-Con mamá, ella tenía que curar las heridas de papá y de mis hermanos… ya sabes mafia y todo eso-, Respondió Angel con una sonrisa ahora preparando el hilo y la aguja, -Voy a tener que darte una puntadas-, Agrego ahora cercándose a el nuevamente.

Alastor solo sonrió, ahora sintiendo a Angel suturar su herida.

-Alastor… ¿Por qué de repente tienes la necesidad de acostarte conmigo?-, Pregunto Angel mientras terminaba de suturar la herida.

Alastor no lo miro a la cara, no tenía el valor de verlo, joder se permitió pensar, esa pregunta había estado rondando su mente durante un tiempo y ni él tenía una respuesta, -Si te soy sincero mi afeminado amigo… no lo sé-, Respondió al final, tratando de sonar burlón pero solo se escuchó cansado.

Una vez terminado con la herida de Alastor y colocando una pequeña venda se separó de él, -Escucha, hoy sentí que Val me iba a arrancar la piel, porque actuaste como un loco celoso de mierda, sé que eres asexual y que no debería interesarte nada el sexo, pero aquí estamos, teniendo esta extraña discusión-, Dijo lo último parándose delante de el con los brazos cruzado.

Alastor no dijo nada, simplemente se quedó ahí con la mirada baja.

Angel suspiro con cansancio, odiaba el drama… y ya tenía mucho como para estar lidiando con el drama extra de que Alastor tuviera alguna extraña obsesión con él.

Mierda, ni siquiera podía presumir que el Demonio Radio era su acosador… pero esto era tan raro, actuaba como un novio celoso, sin ni siquiera haber tenido una relación.

-Escucha Al, vamos a acabar con esto, quítate la ropa y metete a bañar-, Dijo Angel parándose en la puerta.

Alastor lo miro con sorpresa, -¿Qué?-, Fue todo lo que pudo salir de su boca.

-Ya escuchaste, metete a bañar y vamos a probar si de verdad quieres follar conmigo o algo mas-, Dijo Angel apoyándose en la puerta y sacando su celular.

Alastor parpadeo, estuvo un minuto en silencio se levantó y comenzó a quitarse la ropa, Angel no lo admitiría pero la emoción de lo que estaba sucediendo… era simplemente asombroso.

La chaqueta y camisa fueron colocadas con cuidado en la cama, los zapatos igual a un lado de la cama y su pantalón fue doblado y colocado junto a su chaqueta y camisa, Alastor suspiro se armó de valor y retiro la última prenda, sus bóxer blancos.

Dejando expuesto su grisease piel llena de cicatrices ante Angel que se limitó a verlo por un segundo antes de desviar la mirada, sabiendo que debía ir con cuidado y no asustarlo.

Rápidamente Alastor entro en la ducha, sin decir una sola palabra y cuando Angel escucho la regadera abierta tomo la ropa de Alastor y la escondió en su gaveta de bragas y dildos, sabía que Al no buscaría allí, ya que cuando entrara a ducharse quería evitar que él se escapara como la ultima vez.