Disclaimer: Nada es mío, todo pertenece a otra gente y/o otras empresas y lo único que yo consigo es desgastar mis neuronas y las teclas del teclado.
Stand by my side
Inventarios y disculpas
Remus estaba de muy mal humor, y no era sólo por la proximidad de la luna llena. Se sentía rabioso, y más rabioso aún por estar rabioso. No lograba entender muy bien lo que le pasaba y le daba tanta vergüenza que temía que pronto sus amigos se enteraran de todo.
Se levantó de la cama con las manos sobre la cabeza y se sentó en el escritorio. ¿Por qué le tenía que pasar eso a él?
A diferencia de James y de Sirius, Remus había salido con pocas chicas. Muchas veces se daba cuenta de que las chicas que querían salir con él sólo le veían como un trofeo, como un bonito complemento… y eso estaba bien cuando era algo recíproco, James y Sirius lo hacían constantemente y él lo respetaba e incluso lo admiraba… pero prefería a alguien que buscara algo más… íntimo. El principal problema es que a la que conseguía hacerse a la idea de tener algo más íntimo surgía su pequeño problema con la luna llena y le tenía miedo al rechazo. Es decir, su vida amorosa-sexual quedaba encerrada en un círculo vicioso: no quería polvos esporádicos pero tenía miedo de las relaciones serias.
Empezó a revolver los cajones de su escritorio hasta encontrar una fotografía.
Y es que, para empeorar todo, Remus tenía la certeza de que haberse enamorado. Por primera vez. La afortunada en cuestión… eso era otro tema también difícil. Era más fácil construir la torre Eiffel con palillos que conseguir que la chica le viera como un "posible".
Miró la fotografía un rato y luego dejó caer la cabeza sobre la mesa. ¿No se podía haber enamorado de alguien con menos carácter y menos "inalcanzable"? Ya que era la primera vez que le pasaba podría haber buscado algo un poco más asequible. Al menos que correspondiera un poco al tipo de la chica.
Con un gesto de rabia lanzo la fotografía al cajón y lo cerró de nuevo. Tenía que hacer algo.
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El Club de Campo estaba abierto toda la semana, pero los domingos, los trabajadores eran diferentes, ya que la ley mágica estipulaba que los trabajadores a jornada completa tenían derecho a dos días de fiesta al mes más los domingos.
Por supuesto, para hacer el inventario del almacén, el señor d'Husard se había pasado la ley por el arco de triunfo.
Cuando Lily llegó, la señora Mittens ya la esperaba con gesto severo delante de la puerta del almacén, justo al lado de la cocina.
- Llegas tarde, Leslie
- Es Lily- murmuró la pelirroja- Y no veo por aquí al señor Potter.
Si Liy hubiera dicho asqueroso bastardo no hubiera sonado peor que ese "señor Potter"
- Habrá tenido algún imprevisto- contestó altivamente su jefa- Y ahora, abre bien las orejas y escucha lo que tienes que hacer. No quiero fallos
- Mmmm- asintió desganada la pelirroja
- ¿Cómo debes contestar?- preguntó la mujer, con ojos duros detrás de sus fofas mejillas.
- Está bien, señora Mittens- contestó Lily con el mismo tono de desgana.
Cuando su jefa le hubo contado lo que tenía que hacer y se hubo ido, Lily confirmó que esa vieja urraca creía que todo el mundo era idiota. ¡Hasta un mono puede contar paquetes de arroz y apuntarlo en un cuaderno!
- Incluso Potter podría hacerlo…- murmuró- Claro está, si se dignara a venir…
Y un poco cabreada por tenerse que pasar el resto del día entre huevos y latas de atún, perdiéndose un partido de las "Falcons of Webster", se puso a contar la cantidad de posavasos que les quedaban.
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La cabeza le zumbaba un poco, y aunque estaba hecho polvo no podía seguir durmiendo. Había sido una noche dura, recordó James para sus adentros sonriendo, lástima de Sylvia que se había puesto borracha como una cuba y no habían podido acabar la faena…
- Eh Prongs, si encuentras por ahí mi estómago me lo pasas ¿vale?- gruñó Sirius desde su cama, hecho un ovillo- ¿Qué mierda bebimos ayer?
- ¿Qué no bebimos?- contestó James saliendo de la cama en calzoncillos y dispuesto a darse una buena ducha.
Cuando salió del cuarto de baño secándose el pelo encontró a Sirius, intentando caminar sin que toda la habitación se pusiera a dar vueltas.
- ¿Qué tal con tu cajera?- preguntó James mientras sacaba unos tejanos y una camiseta del armario
- Bah, bien, supongo. Pero no creo que vuelva a quedar con ella, no tenemos más que decirnos.
James le dio una palmada en el hombro.
- No hace falta que habléis mucho.
Ambos jóvenes se rieron y mientras Sirius se duchaba, James bajó a desayunar. El salón estaba desierto, así que entró en la cocina. Dorothy estaba allí, metiendo la vajilla de diario en la alacena.
- Dorothy… ¿Me puedes hacer un poco de café?
La mujer le miró extrañada y se dispuso a cumplir las órdenes.
- Discúlpeme señor, pensaba que había salido por la mañana…
James se sentó y empezó a morder una manzana.
- ¿Y eso? Sabes que anoche salí, no suelo levantarme pronto
- Pero su abuelo me dijo que hoy tenía que hacer un trabajo en el Club de Campo. Precisamente él acaba de ir para allá.
James se quedó pálido. El maldito inventario. Lo había olvidado por completo. ¡Si su abuelo se enteraba haría que lo echaran de la escuela, y no podría entrar a la academia de aurores! ¡Eso era lo único que le importaba ya!
- ¿Se siente bien, señor?
Sin contestar a Dorothy, James desapareció de la cocina hacia el salón y entró en la chimenea. Dos segundos después corría hacia la cocina. Miró el reloj. Se suponía que hacía cuatro horas que tenía que estar trabajando.
Empujó la puerta y entró en el almacén. Lo que vio casi le mata. ¡Su abuelo estaba hablando con Evans! Si ella era su compañera, ya se podía dar por perdido. Con todo lo que le había hecho a la dulce pelirroja, ella no tendría reparos en servir su cabeza en bandeja de plata a su abuelo.
Lily y el señor Potter se giraron al oír la puerta y le miraron. La sonrisa que le dedicó Lily consiguió que se le erizaran todos los pelos de la nuca.
- Bueno James, ¡Por fin llegas!- exclamó su abuelo, un poco enfadado.
- Abuelo, yo… yo no sabía…- empezó a tartamudear.
El hombre asintió.
- No sabías que iba a venir ¿no? Si no, no hubieras hecho un descanso para comer…- el señor Potter se rió- No te preocupes hijo, tampoco hace falta que te mates a trabajar.
A James se le quedó la cara a cuadros. Lily, viendo peligrar la situación, dijo rápidamente.
- Tu abuelo ha llegado hace un par de minutos y ya le he dicho que habías ido a comer…- dijo la pelirroja mirando a los ojos a James, que entendió por fin lo que pasaba y asintió con convicción.
- Tienes suerte de tener una compañera tan encantadora- dijo el señor Potter, atusándose el bigote y dándole una palmada a Lily en el hombro- Bueno muchachos, no os molesto más. Espero verte en otra ocasión, Lily.
- Será un placer- contestó la pelirroja sonriendo.
Cuando el señor Potter hubo cerrado la puerta del almacén, James fijó su mirada en Lily, que había cambiado su dulce sonrisa por una mueca indiferente y apuntaba algo en una libreta. La pelirroja había decidido ignorar al chico, por ella podía volverse por donde había venido, al menos así no tendría que aguantar el bochorno de saber que le había salvado el pellejo.
- ¿Por qué?- preguntó tras unos segundos James, apoyándose en la pared cruzado de brazos. Lily hizo que no oía nada- Dime por qué, Evans.
- ¿Por qué qué?- la joven se giró- No estoy para cuestiones filosóficas, por si no lo has percibido, estoy trabajando.
- Por qué le has mentido a mi abuelo.- respondió el joven haciendo oídos sordos a sus quejas.
Lily suspiró y volvió a mirar las estanterías, haciéndose la distraída.
- Cuando llegó aquí me preguntó que si estaba sola y le dije que sí; pareció enfadarse mucho y dijo que iba a hacer que te echaran de la escuela, que no tenías vergüenza…- tomó un respiro- deduje que era tu abuelo y como debo ser gilipollas perdida intenté arreglar la situación. Si no hubieras venido no te habrías enterado y yo ahora no tendría que darte explicaciones y sentirme estúpida por ser tan cándida.
James frunció el ceño.
- Podías haberte deshecho de mí. Y no lo has hecho
- Lo sé- suspiró la pelirroja
- Después de… de todo- siguió James más para sí mismo que para ella
- Sería un detalle que no me lo recordaras- murmuró la pelirroja.
James estaba perplejo. Se había comportado como un cabrón con ella, inventando historias sobre su cita y burlándose de ella continuamente… y Lily podría haberse deshecho de él; y la verdad, que lo hubiera hecho estaría bastante justificado. Sin embargo, había mentido y le había salvado el pellejo. A él. No lo entendía, pero toda esa reflexión le estaba haciendo sentirse… mezquino.
- Gracias- murmuró el chico acercándose a ella- Ayer salí y no…
- No me des explicaciones que no te he pedido, Potter- contestó ella clavando sus ojos verdes en los del chico- Ya estás fuera de peligro, no tienes que convencerme de nada.
James volvió a fruncir el ceño y se quedó mirándola. Se seguía sintiendo mal. Lily no se merecía nada de lo que le había hecho y el no se merecía su ayuda. Todo era demasiado confuso.
- En vez de quedarte mirando como el capullo que eres, podrías ayudarme a acabar- dijo Lily sin mirarle- A lo mejor puedo salir a una hora decente y descansar un poco.
James asintió y Lily le explicó lo que tenía que hacer. No hablaron más hasta que dieron por terminado el inventario. Lily porque no quería y James porque estaba sumido en un torbellino de pensamientos extraños y no sabía cómo actuar con Lily. Simplemente no podía tratarla como a las demás, le parecía que era… injusto. Pero tampoco sabía qué decir ni qué hacer.
Salieron del Club juntos, pero en silencio.
- Esto… Evans… ¿te apetece venir a tomar algo?- preguntó James en la puerta de entrada.
Lily le miró de arriba abajo.
- No tienes que ser simpático conmigo, ya te lo he dicho.
- Pero es que quiero serlo
La pelirroja suspiró.
- ¿Sabes qué? Tu problema es que nunca harás nada por nadie que no seas tú y crees que he hecho esto esperando tu amistad o algo a cambio… ¡Me das igual, Potter! Lo que pasa es que no podría perdonarme no ayudar a alguien a quien puedo ayudar cuando lo necesita.
Lily dejó atrás a James y levantó su varita para coger el autobús.
- Te equivocas, Evans- contestó James sin moverse del sitio. Lily se giró para encararle- Sólo siento que he sido injusto contigo y quería… pedirte perdón.
- Está bien. Disculpas aceptadas. Ahora sólo tienes que hacer lo mismo con 500 personas más y…- el autobús morado abrió sus puertas delante de Lily- dejarme en paz si de verdad estás agradecido.
La joven subió en el autobús, vigilada por James de cerca. Aunque era muy pronto, James decidió que se iría a casa. Todo lo que había pasado le había sumido en un estado de desasosiego, cosa muy infrecuente en él, siempre seguro de todo lo que hacía.
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El Caldero Chorreante estaba lleno de gente, jóvenes y no tan jóvenes disfrutaban de un amplio surtido de bebidas mientras charlaban, jugaban a las cartas, al ajedrez o a los dardos, o comentaban los últimos acontecimientos narrados en El Profeta.
En una mesa redonda, cerca de la puerta, estaba sentado un trío que parecía muy animado, formado por dos chicas y un chico.
- Ha sido una pasada- dijo una de las chicas, la más exaltada de los tres con diferencia- ¿Verdad Meg?
Meaghan asintió sonriendo.
- Muy emocionante, la lástima es que Lily no haya estado para contarnos un poco mejor cómo se desarrollaba el juego, qué tácticas y jugadas se han realizado…
El joven que las acompañaba, moreno y de grandes y bonitos ojos almendrados, sacudió la cabeza. Una chispa de rebeldía se dejaba translucir en todo él, a pesar de ir vestido con unos vaqueros y un polo de lo más formal.
- Eres igualita a mamá- dijo sonriendo- Diseccionando cualquier deporte que se te ponga entre manos…
Meaghan le sacó la lengua a su hermano mientras Susan se reía. Kirley le había decepcionado un poco porque no llevaba ni pircings por todo su cuerpo, ni el pelo de colores ni tatuajes obscenos y además era correcto y educadao; pero después de conocerle le había caído bien, aunque no era su tipo.
- Eso lo dices porque eres el raro de la familia, Kirley- murmuró la castaña- En una familia de deportistas a ti no se te ocurre otra cosa que hacerte músico.
Susan volvió a reírse mientras Kirley hacía un gesto qué se podía entender como un "¿Y qué le voy a hacer?".
En ese momento Lily entró en el bar y quedó aturdida por la multitud, Susan llamó su atención de un grito; a parte de Lily, otras cincuenta personas miraron a la escandalosa rubia, pero no pareció importarle.
Lily se acercó a ellos con una sonrisa y se dejó caer en un taburete.
- Estoy muerta- dijo antes de que nadie pudiera preguntar nada- muerta, muerta, muerta…
- Cuando resucites, creo que deberías saludar a éste caballero, encanto- dijo Susan señalando al hermano de Meaghan.
Lily se dio con la mano en la cabeza y luego se la tendió al moreno, que intentaba tapar su cara de sorpresa con una sonrisa cordial.
- Lo siento, soy un desastre… ¿Qué tal, Kirley?
- Bien, gracias- contestó él, estrechando la mano de Lily- Vaya, vaya… ¿Así que tú eres la pequeña fastidiosa que no dejaba de quejarse cuando ensayaba porque el ruido no te dejaba estudiar?
Lily se puso colorada hasta las raíces.
- Bueno… creo que sí… ¡Es que hacíais mucho ruido! Y la biblioteca es un sitio para estudiar… Si te ponías a ensayar justo en el aula de al lado…
Todos se echaron a reír.
- Lily siempre tan correcta- comentó Susan con una sonrisa.
- ¡Tú eras la que decías que parecía que alguien estaba ahorcando gatos!- protestó Lily dándole un codazo a su amiga. Kirley miró a la rubia haciéndose el ofendido.
- Es cierto- admitió ella sin problemas- Pero no es que yo entienda mucho de música…
- Entiendas o no, tenías razón- concluyó Meaghan lanzando una mirada furtiva a su hermano.
- Chicas, me estáis hundiendo- dijo en un muy bien fingido tono críptico Kirley.
Rieron de nuevo y Kirley se ofreció para ir a buscar una bebida a Lily.
- ¿Qué tal con Potter?- preguntó entonces Meaghan
Lily suspiró y les resumió la historia.
- Tendrías que haberle delatado- dijo Meg meneando la cabeza- Eres demasiado buena… Si crees que te lo va a agradecer…
- La verdad es que no- contestó la pelirroja- Pero simplemente no pude, no podría vivir con los remordimientos…
Susan suspiró.
- Desde lo de sus padres ese chico está insoportable.
Lily y Meg asintieron en silencio. La muerte de los padres de James, o mejor dicho, el asesinato de los mismos, conmocionó a la comunidad mágica. Aparecieron hacía poco menos de un año, en una habitación de un motel de carretera, sin signos de violencia pero rígidos como figuras de cera. Por muchas investigaciones que se hicieron, nadie pudo dar con los culpables ni con el móvil. De todos modos, era el tipo de cosas que le solían pasar a los aurores.
- De todas maneras eso no es una excusa- murmuró Lily frunciendo el ceño- Todos tenemos problemas.
Susan, sabiendo que Lily se refería a sus propios padres, asintió y cogió la mano de su amiga. Meaghan no sabía nada del asunto, pero tuvo delicadeza suficiente para saber que no debía preguntar.
- Bueno… ¿Qué son esas caras? ¿Tan malos recuerdos tenéis de mis canciones?- Kirley se sentó de nuevo a la mesa con una bebida llena para cada uno.
Susan y Meaghan sonrieron y se siguieron burlando del pobre chico. Lily levantó la vista y se encontró los bonitos ojos del guitarrista clavados en ella. Ambos sonrieron a la vez y Lily, sin saber muy bien por qué, se ruborizó.
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James estaba de los nervios. Estirado en la cama, lanzaba repetidamente una pelota de goma contra el techo mientras no dejaba de darle vueltas al asunto. Mirase por donde lo mirase sólo entendía que él había hecho mal y Lily era buena con él a pesar de todo; y eso no le gustaba. Si su abuelo se hubiera enterado de todo no se estaría comiendo tanto la cabeza.
- ¡Estás aquí!- Sirius entró en la habitación. En la mansión de los Potter había habitaciones suficientes como para que cada uno de ellos ocuparan cinco si se les antojaba, pero ellos preferían dormir juntos, acostumbrados a hacerlo ya en el colegio- Este mediodía has desaparecido. Te he estado esperando con las chicas en el "Liquid". Silvia quería verte para…bueno, acabar no sé que que teníais entre manos.
- ¿Y Remus?- preguntó James incorporándose
- Desde la rabieta de ayer no le he vuelto a ver… Pero no me cambies de tema ¿Por qué estás aquí y por qué tienes cara de haber estado comiendo limones a mordiscos?
James se tumbó de nuevo en la cama y cerró los ojos.
- ¿Alguna vez has tenido ganas de pegarte a ti mismo?
Sirius se sentó en su cama con el ceño fruncido.
- Sólo después de aquella borrachera gordísima de Nochevieja, cuando me enrollé con Miriette… brrrrr- el moreno sacudió la cabeza. James sólo sonrió.- ¿Qué te pasa?
Tras suspirar de nuevo, el Merodeador le contó a su amigo lo que había pasado en el Club aquel día y sus impresiones al respecto. Sirius permaneció en silencio, incluso cuando James había acabado la historia.
- ¿Qué piensas?- preguntó impaciente
- Bueno…- El moreno se rascó la cabeza- Ya hemos hablado más de una vez… o mejor dicho, hemos intentado hablar contigo más de una vez, de que desde lo de tus padres no eres el mismo, Prongs.
- ¿Y qué?- contestó bruscamente
- No hace falta que te enfades ¿vale?- le calmó Sirius- Con nosotros eres el mismo de siempre, pero con los demás… a veces resultas… cruel.
- ¿Cruel? No me creo lo que oigo Sirius. ¡Tú eres prácticamente igual que yo!
El moreno negó con la cabeza.
- Yo soy un bala perdida por naturaleza. Tú… parece que te escudas en eso. La verdad es que Lily quizás tuviera algo de razón.
James bufó.
- Es decir, ¡que soy cruel y la pelirroja santurrona hace bien queriéndome enviar a los infiernos!
- ¡No dramatices! Tú sabes tan bien como yo que no eres el mismo. Y que Lily te rechazó y tú te has dedicado a humillarla desde entonces. ¡Eso es ser cruel y mezquino, Prongs! Por citar un ejemplo.
Se hizo un silencio incómodo en la habitación.
- Yo no soy cruel y mezquino- murmuró James al cabo de un rato
- Lo sé- contestó Sirius
Segundos después Sirius salió de la habitación y James volvió a quedarse en compañía de su pelota. Está bien, había cambiado ¿y qué? A Lily no le había gustado nunca, siempre le había tachado de engreído y orgulloso, que añadiera algún adjetivo más a la lista tampoco tenía que preocuparle… pero que Sirius (y sus abuelos, y Remus por lo que parecía) estuvieran de acuerdo… ¿Y si tenían razón? Pensándolo bien, ¿qué más da si la tenían? Ninguno sabía cómo se sentía él en realidad. Nadie le entendía
Sin embargo, esa noche no durmió bien.
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Después de explicarle a Lily todos los pormenores del partido de baloncesto y hacerle prometer que un día les enseñaría a jugar, Kirley y Meaghan se marcharon a casa usando la chimenea.
- Yo me vuelvo en tren a Surrey Sus, ¿Vienes?- ofreció Lily antes de salir del pub.
- Tengo que ir a la librería…- contestó la rubia disgustada- Mis padres siguen con el rollo de las clases particulares y necesito ya los libros de séptimo. Además, he traído el coche.
Lily le dio el pésame debidamente y desapareció al otro lado de la destartalada puerta del Caldero Chorreante.
Susan, a desgana, entró en el Callejón Diaggon. Esperaba que no hubieran cerrado la librería (los domingos cerraban antes), si no volvería a tener bronca en casa y empezaba a estar harta. Si había dado su brazo a torcer con lo de las clases era simplemente por no oír a sus padres.
Afortunadamente, todavía había luces en la tienda y se veía gente dentro. Pero cuando fue a abrir la puerta, se dio cuenta de que estaba cerrada. Llamó con los nudillos. Rápidamente se oyeron pasos.
- Lo siento, está…vaya…
- ¿Está cerrado, Lupin?- preguntó Susan preocupada.
- Sí, pero pasa, pasa. Ya te atiendo.
Susan sonrió y Remus sintió un calorcillo agradable en la nuca.
- ¿Trabajas aquí?- preguntó la rubia
- Sí… es… entretenido…
- Ya veo…
Remus sonreía mirando a la chica y ella, sintiendo un poco rara, se inclinó a mirar unos libros expuestos.
- Bueno… vengo a comprar los libros de séptimo- dijo hojeando uno de los libros- ¿Los tenéis ya?
El licántropo, saliendo de su ensimismamiento, se apresuró a responder.
- Sí, sí… claro…- intentando moverse rápido, tropezó con uno de los expositores- Uy… todos están por… ¡Joder!- se golpeó el pie con una de las escalerillas móviles.
- Oye Lupin, ¿Estás bien?- preguntó la chica preocupada
- Sí… ¿por?.. ¡Mierda!- se le cayeron los dos primeros libros del montón que cargaba
- No sé… pareces nervioso… ¿Has comido algo en mal estado? ¿Estás borracho?
- ¡No!- exclamó el chico ruborizado por estar quedando como un completo imbécil- No, no, estoy bien.
Susan asintió no muy convencida mientras Remus le empaquetaba los libros, intentando calmarse. ¿Por qué se le convertían las manos en mantequilla cuando ella hacía acto de presencia? Debía pensar que era idiota, y con razón.
- ¿Está ya todo recogido, Remus?- un hombre delgado y bajito, con un bigotillo rizado apareció por la puerta de la trastienda.
- Sí, señor Biscarat. Estoy atendiendo a una… amiga, pero ya está todo recogido.
- ¡Oh! ¡Pero si es la señorita March!-exclamó el señor Biscarat, dándole la mano a la rubia- ¿Qué tal está? Salude a sus padres de mi parte.
- Lo haré
- Espero que Remus la esté atendiendo como se debe…- dijo poniendo un falso gesto de severidad y mirando a su empleado. Remus se puso colorado.
- Por supuesto, el señor Lupin es muy… eficaz…- dijo Susan con una sonrisa. Luego le guiñó un ojo a Remus y él pensó que se le iba a evaporar el cerebro por las orejas de lo rojo que se había puesto.
El señor Biscarat sonrió y le dio una palmada al joven.
- Anda, ayuda a la señorita a cargar los libros. Ya cierro yo
Remus asintió y cogió los paquetes de Susan pese a las protestas de la chica.
Salieron a la calle, todavía había gente paseando y mirando los estrambóticos escaparates de la calle.
El licántropo no sabía qué decir, pero tenía que decir algo si no quería quedar como un imbécil. Y además Susan no parecía dispuesta a colaborar.
- Si que eres precavida…- comentó con una sonrisa y a pesar de todo sintiéndose algo imbécil
- ¿Perdón?
- Comprar los libros ya…
Susan se echó a reír.
- Cosas de mis padres. Quieren que me den clases particulares.
- ¡Pero si no te fue mal en los exámenes!-exclamó Remus
- No me fue todo lo bien que se puede- contestó la rubia encogiendo los hombros- Y para mis padres, todo debe de ser perfecto. No quieren que trabaje en verano porque eso no estaría "bien visto", pero tampoco les parece bien que holgazanee todo el día…
- ¡Padres! Todos parecen padecer enfermedades mentales…
- Enfermedades mentales severas- puntualizó la rubia, mientras entraban en el Caldero Chorreante.
Salieron a la calle, charlando aún y llegaron al coche de Susan.
- Bueno pues, muchas gracias…- dijo la chica guardando los paquetes- Has sido muy amable.
- Antes de que te vayas…mmm… ¿Crees que tus clases particulares te dejarán algún ratito libre? Para invitarte a un helado y seguir hablando de padres dementes.
Susan cruzó los brazos y alzó las cejas.
- ¿Me estás pidiendo una cita, Lupin?
- No, no… bueno sí… ¿Quieres que te la pida?- preguntó al final el chico, bastante incómodo
Susan sonrió.
- A lo mejor sí… ya te diré algo- dijo la chica subiendo al coche.
- Vale, genial- Remus tenía la impresión de estar actuando como un estúpido de nuevo. Pero Susan había dicho que se lo pensaría… Mientras el coche desaparecía pensó que quizás se había preocupado demasiado… ¡Había conseguido una cita! Bueno, casi…
Susan mientras se reía en el coche… Lupin… Remus Lupin. No se lo había planteado nunca, pero ahora que lo pensaba ese chico siempre había tenido algo salvaje por debajo de su apariencia débil y sus continuos sonrojos… ¿Quién sabía? Quizás sus gustos estaban cambiando.
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Bueno, pues hasta aquí hoy… No os quejaréis eh? Que con lo que yo he sido prácticamente estoy tardando nada en actualizar… bueno, el lunes empiezo la uni y este jueves empiezo la academia y la escuela oficial, así que me ve´ris menos a menudo… Pero seguiré rondando por aquí jejejeje! No os vais a librar de mí así de fácil…
La verdad es que yo tampoco me puedo quejar… 110 reviews en dos capítulos! No sé que haría yo sin vosotros . Muchas gracias por seguir ahí, apoyándome. Un besazo colectivo a todos!
Y bueno, una mención especial a esas sirusianas, la quedad al final no pudo ser el mismo día, pero bueno, lo pasamos muy bien! Un saludo a todas wapísimas!
Y ahora….tan tatachán….REVIEWS (se me va la olla, lo sé)
Revitaa Locatis Potter: Hola guapa! Jajaja, tanto como de todo, de todo no, pero la verdad es que estoy muy contenta de tener tantos lectores que son buena gente y me tratan tan bien! Un besito
Caperucita roja: Es lo que tiene la tele, atrapa la mente y te quedas mirando ahí embobado durante horas, sin noción del tiempo jejeje… Muchas gracias. Sí, pobre Leslie…
Carla Grey: No es que os malcríe, si no que os acostumbro… ves? Tanto pueden ser 4 días, como una semana… para que veáis que no tengo constancia. Además, jejeje, es que estoy de vacaciones… verás cuando empiece. Casi no me veréis por aquí.
Pasando a temas serios… tú que tal de lo tuyo? Espero que bien, si no montamos aquí una brigada anti reviwers histéricos.
No me jodas que te tienen de servidumbre… con lo que tú has sido… pero yo ya te lo he dicho mil veces, Carla "Estar del lado de los malos te quita las comodidades" y es que claro, con toda la gentuza que se os une… Aunque yo tampoco puedo decir mucho. Me han trasladado provisionalmente a la casa de los Dursley para que cuide de Harry… ya sabes que todo anda descolocado. Pues aquí estamos, en plan Happy Family, me ha tocado dormir en el salón… Pero eso no es lo peor. Lo peor es tener que aguantar que Duddley me espíe mientras me cambio… Harry y yo hemos unido fuerzas y hemos decidido matar a ese cerdo. Ya te contaré a ver qué tal nos sale.
Lo de los horarios de la chusma mortífaga me parece bien, aunque casi se los pasas a Kingsley, porque yo, como comprenderás, no puedo llevarme a Harry. A él le gustaría, pero no me parece seguro. Por cierto te manda un saludo.
Como ves por aquí todo está muy aburrido… Bueno, te dejo que me llama Petunia. Debe creer que soy la hija que nunca tuvo y está empeñada en enseñarme a hacer pastel de riñones. Y mira que le he dicho mil veces que soy vegetariana….
Rhea Carlysse: No, no puedo cargar con tu fracaso académico en mi conciencia, pero siempre puedo echarle la culpa a tus profes, jejejeje. Bueno, la verdad es que eso de que cada uno acabe con cada otro no está aún muy claro… además, nada es definitivo…
Tomoyo-Potter: jejeje, sí al final se hicieron amigas. Espero que te guste el capítulo. Un beso
Silmarwen754: hola wapi! Qué tal la vida? Jajaja,lo de Lily y James viene siendo algo peliagudo… complicadillo, ya lo verás. Sirius pobrecito, no se lo tengas en cuenta, lo hace sinmaldad… sólo es que no le da para más al pobrecillo. Y respecto a Susan y Remus… yo creo que ahí hay tema jejejeje, lo que pasa es que no es oro todo lo que reluce. Un beso
Kandelaski: hombre, loca, loca… Susan no está tan loca… sólo se le va un poquito la cabeza… jejeje. Siriusi y james de momento en su línea. Un beso
Rasaaabe: Jajajaja, remus lover! Ya se yo que a ti éste te tiene loquita, hoy ha salido algo más… Espero que te guste el capítulo. Un besote
Bar:muchas gracias, me alegro de que te rieras, eso es un gran logro jejejejeje. Un besito
Hikari Katsuragi: Hola guapísima! Qué tal? Y qué tal esos dos exámenes. Espero que muy bien y que no te cansaras demasiado de estudiar. No te pongas a leer el capítulo a la una que luego vas dormida al cole! Jejejeje, venga, espero que te guste el capítulo. Un besito
Ely: muchas gracias! Me alegro de que te haya gustado! Un besote
Joanne Distte: Ohhh, muchas gracias! Jejeje, mover masas, lo que es mover masas no muevo, pero la verdad es que estoy muy contenta! Me alegro de que te gustara el capítulo. Un besito
Daida-evans: el problema es que ése ya no es mi estilo y si siguiera la historia quedaría fatal, además… que ya no me gusta…. Bueno, espero que este capítulo te guste un poco más. Un besote
Norely: Jajaja, bueno, espero que alguna de esas dudas se vya disipando con este capítulo. Disfrútalo. Besitos
Luciana: muchas gracias, me alegro de que te guste! A ver si este capítulo te sigue pareciendo bueno. Un beso
Lila-Dogwood: espero que tus exámenes hayan ido bien, y que este capítulo también te ayude a relajarte aunque sea sólo un poquito. Un beso
Miranda Evans: Hola! Bueno, no pudo ser la misma semana,pero espero no haberme tardado demasiado. A mí Meg también me parece un personaje interesante. A ver qué sale de todo esto jjejeje.
Nats: hola chica! Me alegro de que te gustara, a ver si este capítulo también te hace saltar por la habitación. Un beso
Blacklady: bueno… aunque no hubo encierro espero que te gustara igualmente el capítulo. Tienes razón con Sirius… aish, qué haremos con ese muchachito? Un besazo.
MaryGin: Hola jejeje! Si hubiera sido una escena divertida, tienes razón. Me alegro de que te gusten mis fics, es un placer. A mí Lily también me da un poco de pena… Una cosa, la dirección no sale en el review, por qué no me agregas tu? Mi direc es henar10 (es que las arrobas no salen). Un beso
Marce: muchas gracias, espero que te siga gustando y no haberme demorado demasiado!
Saly Black Potter: jejeje, no pasa nada espero que os fuera bien el examen… en fin, me alegro de que os guste el fic y de que no me mandéis a la mierda! Un beso
Lenne: Gracias, me alegro de que aunque hayan sido un poco aburridos te gusten. El novio de Susan… el novio de Susan era raro, pero ella le dejó cuando se enteró de lo de los cadáveres, claro jejeje. Un beso
Lialy: Jajaja, espero que no es torni a repetir això de no deixar-me reviews eh? Es conya, tens raó, avegades no se sapque posar… pero encara que sigui només per saludar-me, dona, que fan molta ilu! Petons
Lucemvicuna: Sí, no me puedo quejar . Un beso
Elanor Blackriver: Hola guapa! Me alegro de que no te pareciera aburrido, es un alivio. Jejeje, si Meg tuvo un par de narices al tirar a Sirius a la piscina. A mí tb reempieza a caer bien, jejeje. Un besito
Flor Black: Muchas gracias! La verdad es que si fueron muchos reviews, pero yo no puedo más que estar encantada jejeje. Me alegro de que te siga gustando, un beso!
Erol Haruka: Sí, la jefa de Lily no es muy simpática que digamos… y Meg es un poquito rarita, pero buena chica, espero que te siga gustando.
AnnaTB: Jajajaja,luego vuelven a Hogwarts, pero es que en Inglaterra se puede sacar uno el carné con 17 años, además en el mundo mágico no sé como irán estas cosas. Me alegro de que te gusten los personajes, espero que también te agrade este capítulo. Un beso
Harpohe: no, ya reconocía con este nick. Me alegro que te parezca original el fic y espero que te siga gustando. James… James es un poco idiota… pero digo yo que algo cambiará.
Mairim: Hola guapísima! Qué tal las fiestas de la Mercè? Espero que lo pasaseis muy bien. Me alegro de que te guste el fic nuevo! Un besito
Cammiel: jajaja, supongo que es tener suerte. La verdad es que siempre hay un montón de gente encantadora que decide apoyarme y me siento muy halagada. Espero que te gustase el fic! Jajaja, no pasa nada, puedes coger todas las ideas que quieras, además mucha gente tiene sus bios así ahora. Un beso
Lizzie Black 86: Jajaja, muchas gracias. Me alegro de que te gustase el fic, me siento muy halagada y tienes razón, la señora Mittens le da "sabor" al asunto. Un beso
Angls: Jejeje, me alegro de que te gustase, el problema de los capítulos largos es que cuestan más de escribir jejejeje. Un beso
Consue: muchas gracias, es un halago que te siga gustando. Sí, Sirius tiene algunas salidas extrañas, como eso de la menstruación. Espero que te guste el capítulo.
María Lupin: Encantada! Espero que te siga gustando, un beso.
Helena: A ver chata, no sé que demonios contarte porque he estado hablando contigo como que una hora de nada en particular, así que si tenía algo que decirte muy probablemente ya te lo haya dicho. Y sí, te llamo sosa porque el otro review era una sosería. Qué, el jueves a francés eh? Lo que digo yo es que lo de trabajar enseñando pisos entonces nada no? Bueno, hasta mañana. Besus
Anapotter: gracias! Me alegro de que me sigas leyendo y espero que te guste el capítulo, un besito.
Algida: hola wapísima! Què tal? Què guay, a Holanda! Quines vacances nena… Doncs res, que espero que et segueixi agradant la història. Un petonàs.
Anne Moody: ¡Gracias! Bueno, esta historia es un poquito más triste pero espero que te siga gustando igual. Un besito
Lladruc: Me alegro de que te siga gustando. Meg y Sirius… jejejeje, ya veremos. Un beso.
AllisonBlack11: Jejjeje, me alegrote que te guste, aunque Jamessea un poco capullo. Yo opino que Bella y Snape nunca acabarían juntos, se odian y encima Bella desconfía de él. Me alegro de que te guste Susan un beso.
Armelle Potter: Jejejeje, m'alegro de que t'agradi, un petonet.
Flora fauna primavera: Como las hadas madrinas! Jejeje, muchas gracias, la verdad es que tengo mucha suerte de que tanta gente me apoye. Un beso!
Nachita: Muchas gracias! Me alegro de que te guste y espero no haberme hecho esperar demasiado.
Kui: muchas gracias. Un beso
Bronwyn bm: Gracias,espero que te siga gustando y nos leemos! Un beso
Girl-Potter: jajajajaja, muchas gracias! Bueno, esta tocará ir leyéndola poco a poco . Espero que también te guste este capítulo, besitos.
Fyon: no, de momento esa historia no la voy a continuar. Me alegro de que te guste (esta vez he tardado algo más en actualizar, pero espero que me disculpéis jejejeje) Un beso
Nuriko: Gracias,me alegro de que te guste. "A ver si te das cuenta…" no sé si lo acabaré algún día, de momento no. Me tendría que poner muy seriamente a ello… hace más de un año que no escribo nada de esa historia y no sé… Un beso
Corin: ajajaja, sí, fueron un poco aburridos, pero es que no se me ocurría otra manera de hacer más amena la introducción. Espero que éste te guste más.
Samaritaradcliffe: Gracias, me alegro de que te guste el nuevo fic. Sí, los merodeadores también son mis favoritos, jejeje, por eso sólo escribo de ellos! Bueno, un besito y nos leemos!
PadmaPatilNaberrie: Holas wapisima! Bueno, todavía ando de vacaciones, pero ya empiezo la semana que viene… Qué guay que te guatara el capítulo . Un besito
Sanarita: Holes! Me n'alegro molt de que t'hagi agradat… sí, en Remus sempre m'ha semblat el més comprensiu de tots. Un petonet.
Lily-cPotter: Gracias, espero nohaberme tardado demasiado! Un beso
