Los personajes de esta historia no me pertenecen. Son propiedad de no se quien y de WB.
No obtengo beneficio alguno por escribir esto salvo mi propio entretenimiento.
AVISO: Este fanfic será YAOI (y slash), si este género no te interesa o te resulta desagradable no lo leas y punto, comprendo perfectamente esa postura. Chase/Jack
Capítulo 2. A veces vuelven
- Que agradable sorpresa, Omi.
Chase observó a los dragones Xaolin con una sonrisa pretenciosa, sentía real curiosidad por la presencia de estos en las puertas de su morada. Había visto a los monjes apenas una semana antes, enfrentandose a Hannibal Bean y a Clay en un trio showdown por la Mano de Gloria, un shen gong wu que abría cualquier puerta y cerrojo. La había conseguido y ahora la guardaba para un posible plan futuro.
Los monjes se cuadraron frente a él, en guardia, despues de tanto tiempo ya no eran aquellos niños que había conocido en su primer encuentro. Omi se adelantó hasta plantarse solo ante Chase. Ambos guerreros se miraron, siempre habría una conexión entre ellos, aunque fueran enemigos. Respeto mutuo por las habilidades del otro, por no hablar de la creencia de que el otro tenía un poco de mal en su interior, o un poco de bien, respectivamente.
- Chase Young, venimos a preguntarte que sabes sobre el paradero de Jack Spicer.
Ante eso Chase quedó genuinamente sorprendido¿Jack Spicer? Hacía... un momento... hacía seis meses que no veía al "genio adolescente del mal". El pelirrojo no había vuelto a aparecer por ningún Showdown ni siquiera para molestar, tampoco había aparecido en su puerta, como había hecho a menudo, suplicando que le dejara ser su lacayo o tratando de ganarse su favor con Shen gon wus o fruslerias.
Ahora se percataba de que era lo que había estado echando en falta todo ese tiempo y la inusual tranquilidad que había vivido.
- No se nada de Jack Spicer desde hace meses.
Ladragón del fuego, Kimiko, se frotó las manos con obvia preocupación.
- Nadie sabe nada de él desde que ganó el Shen gon wu de la Caja de Pandora.
Chase se encogió de hombros.
- ¿Habeis mirado en su casa?
- No hay nadie¡y su laboratorio está vacio! Se ha marchado.
Aquello si era curioso. Jack siempre estaba en su laboratorio, haciendo planes, robots...
- No es de mi incumbencia el paradero de Spicer, si os preocupa buscadle, yo ignoro que ha sido de él.
Los monjes miraron a Omi con aire de "ya te lo dije" y emprendieron el camino hacia Dojo para marchar de la montaña de Chase Youg. Omi, sin embargo, se quedó rezagado, mirando a Chase con incredulidad.
- ¿No te preocupa la ausencia de Jack Spicer?
- ¿Debería, pequeño monje?.- Chase arqueó las elegantes cejas con curiosidad.
Omi permaneció en silencio y finalmente marchó tras sus compañeros. Chase aguardó a que los jóvenes dragones marcharan a lomos de Dojo para volver al interior de su ciudad e ir directamente a su ordenador.
Un hombre eternamente joven sabía aprovechar los pequeños detalles de la vida moderna. Encendió su conexión con el taller de Jack Spicer... nada, sin señal.
Apagó el ordenador y fue hasta uno de los estanques de su ciudadela, arrojó una gema al estanque y nombró a Wuya. Aquel era el equivalente mágico de un teléfono. Lo mas adecuado cuando querías localizar a una bruja. Al rato el rostro de Wuya se hizo visible en la superficie del agua.
- Mmmmh... cuanto tiempo Chase¿deseas algo?.- Ronroneó Wuya con una caida de ojos.
- ¿Sabes donde está Jack Spicer?.- Acotó Chase.
- ¿Ese bueno para nada? Estará en su casa comiendo helado y...
Chase cortó la comunicación dejando a Wuya con la palabra en la boca. Jack no estaba en su casa, ni con Wuya... ¿dónde se había metido? Hannibal Bean había utilizado a Jack anteriormente, la última vez parecía interesado en su tecnología, pero en ese caso ya habrían tenido noticias de la nueva maquinación de aquella legumbre maligna.
Percibiendo su inquietud, una de sus panteras se acercó y se frotó contra su mano. Chase rascó la peluda cabeza pero no se calmó. Había mentido a Omi, le preocupaba la ausencia de Spicer, quizá había sido demasiado duro con él en aquel subterraneo... Apartó esa debil emoción de su mente, Jack Spicer estaría bien, probablemente había decidido irse de vacaciones, estaría paseándo su gótica cara por algun destino turístico. El muchacho no tenía una sola preocupación en el mundo, no había motivo para preocuparse.
Y sin embargo se preocupaba. Iría a comprobar personalmente que Jack no estaba en casa, quizá hubiese dejado alguna pista de donde estaba. Y si estaba a salvo, y se había preocupado por nada, pensaba darle unos azotes para enseñarle a desaparecer de esa manera.
Pasaron dos años. Dos años sin noticias de Jack Spicer.
Chase destrozó la mesa vacia con un rugido. Era la tercera vez que volvía al sótano de la Mansión Spicer y no había rastro del muchacho. Los padres de Jack habían denunciado su desaparición tras casi un año de ausencia (en una muestra de desapego por su unico hijo que resultaba repugnante) y aun podían verse carteles con su foto en las paredes y los cartones de leche. Pero no había nada, ni una pista, ni una llamada.
Cuando se había marchado, Spicer se había llevado todas sus máquinas y herramientas, no había dejado nada que diese pistas sobre su paradero. Sencillamente se había marchado, los cuervos de Chase no habían podido localizarle, los monjes Xaolin también habían puesto mucho de su parte para buscarlo con ayuda de los Shen gong wu, sin éxito.
Y Chase no podía dejar de darle vueltas a la última vez que había visto a Jack, cuando le había golpeado y gritado. Cuando había tratado de quitarle la Caja de Pandora y le había insultado. No podía quitarse de la cabeza aquella sensación de culpabilidad.
Había destruido pueblos, había asesinado, había traicionado, había entregado su alma a cambio de la inmortalidad bebiendo la sopa Lao Mang Long... ¿y ahora se sentía culpable por causa de un simple muchacho que solo daba problemas? Incomprensible.
¿Dónde se había escondido¿En que recóndito lugar de la tierra se había ocultado¿a dónde se había llevado sus máquinas?
En ese momento Chase sintió que se erizaba el vello de la nuca... otro Shen gon wu se había activado. No le gustaba usar Shen gon wus, solo hacían que un guerrero perdiese sus habilidades naturales y descuidase sus artes marciales, pero no podía negar la utilidad de algunos de ellos. El Espejo Inversor, el Ying-yoyo o la Mano de Gloria eran muy prácticos y le habían ayudado en no pocas ocasiones.
Pero sobre todo ultimamente procuraba estar atento a los Shen gon wus que se activaban para evitar que los poderosos cayesen en manos de Hannibal Roy Bean, no necesitaba que su peor enemigo y competidor se hiciese aun mas poderoso.
Se había activado el Bastón de Morag, tenía el poder de absorver la energía de otros Shen gon wu, los drenaba dejándolos inútiles y transformaba el poder absorvido en energía para su usuario. Cuantos mas objetos mágicos "devoraba", mas energía transfería. Un bocado muy apetitoso para Hannibal Bean, cuya ultima maquinación había sido intentar absorver el poder de Omi cuando este se había cargado de energía por hacer uso de los cuatro elementos al mismo tiempo.
Sería una buena idea a acudir y mantener vigilado a Hannibal, como suele decirse, hay que mantener cerca a tus amigos, y a los enemigos aun más.
Chase llegó al lugar donde había sentido el Shen gon wu. El bastón de Morag estaba a la vista, su extremo sobresalia desde una grieta del glaciar. El espectáculo era portentoso, el enorme glaciar entre las verdes montañas. No tardó en ver la silueta alargada de Dojo, el dragón, y sobre este los cuatro monjes Xaolin.
Agudizó su mirada, buscando algún rastro de la presencia de Hannibal Bean, este no dejaría escapar aquel Shen gon wu. Aparecería con alguna triquiñuela tarde o temprano.
Envió a sus felinos a rastrear los alrededores, ya les llamaría si necesitaba distracción o apoyo. Ahora tenía un Shen gon wu que reclamar.
Saltando por el glaciar, Chase se movía con facilidad por el abrupto y peligroso terreno, desde el otro lado del glaciar, los monjes Xaolin hacían otro tanto moviéndose casi con tanta agilidad como el inmortal, pero no la suficiente. Chase estuvo a punto de coger el Bastón, pero Raimundo invocó su dominio del viento y provocó una ráfaga que le obligó a afianzar su posición antes de lanzarse a coger el Shen gon wu, lo cual dio tiempo a los monjes a ganar terreno.
Momento que eligió Hannibal Roy Bean para aparecer. La especie de alubia roja saltó desde el cielo, problablemente había llegado a lomos del pájaro Ying Ying. En un instante usó el Moby Morpher (Metamorfeador?) para convertirse en una versión gigante de sí mismo y extendió sus tentáculos agarrando el Bastón de Morag.
- Esto es mio, chicos.- Exclamó con su fuerte acento.
- No cuentes con ello, legumbre parlante.
Clay agarró al pequeño Omi, que no pudo sino gritar cuando se vió lanzado por los aires. Aunque el susto se le pasó en cuanto chocó certeramente con el Bastón de Morag arrancandolo de los tentáculos de Hannibal para seguir volando... y ser parado en pleno vuelo por Chase Young.
Inmediatamente Omi reaccionó lanzando el Bastón hacia sus compañeros, Kimiko saltó para colgerlo cuando una sombra zumbó cogiendo el bastón al vuelo.
Inmediatamente todos quedaron paralizados mirando hacia el cielo.
¡Jackbots¡Eran Jackbots! Y uno de ellos había interceptado el Bastón de Morag.
Hannibal Bean dio un salto y atacó con sus zarzillos usándolos como látigos en un torbellino, dándo vueltas sobre si mismo. Varios robots se destruyeron, pero la mayoria, en una obvia mejora de software, reaccionaron y se alejaron del alcanza de Hannibal. El portador del Baston no tuvo tanta rapidez y pronto el Shen gon wu volvió a caer.
Y volvió a ser interceptado antes de que Hannibal pudiese cogerlo, pero esta vez no era un Jackbot, esta vez era el único, el inconfundible Jack Spicer.
Omi tenía los ojos enórmes de alegría. Chase no reaccionó... sorprendido. Despues de dos años de ausencia Jack se veía... algo distinto.
Pero era sin duda Jack Spicer, dos años mayor, pero realmente él. La misma piel albina, el rostro de un blanco inmaculado solo roto por la negra curva dibujada bajo el párpado derecho, el mismo cabello rojo intenso a juego con los ojos, las mismas gafas con diseño espiral por encima de la frente. Los rasgos característicos del joven no habían cambiado con el paso de los años. Pero había cambiado.
Una larga y cerrada chaqueta negra cubría un cuerpo notablemente mas musculoso y fibrado. El cabello era un poco mas largo, con mechones salvajes y rebeldes que le daban un aire de erizo, sus ojos eran el cambio que llamó mas la atención de Chase mas alla del nuevo porte atlético... aquellos ojos rojos eran mas duros, centrados.
Y la sonrisa, si, era la amplia sonrisa de siempre, pero combinada con aquella mirada obtenía el toque de real malignidad que siempre le había faltado al auto proclamado genio del mal.
- ¿Jack Spicer?.- Omi fue el primero en recuperar el habla.
- Ese es mi nombre, cabeza de queso.
En otras circunstancias Omi hubiera saltado de rabia por el apelativo, ahora saltaba de alegría.
- ¡Jack Spicer¡Realmente eres tú!
Fue a saltar a los brazos de Jack pero tuvo que detenerse cuando, alarmado por el movimiento de Omi, Jack saltó hacia atrás con agilidad inedita en el pelirrojo y se puso en posición de combate.
Sorpresa. A parecer Jack no había estado perdiendo el tiempo aquellos dos años. Chase se cruzó de brazos, curioso, quizá no daría una buena azotaina al muchacho si realmente había estado aprovechando el tiempo, o no tan fuerte al menos.
- El Bastón de Morag es mio.- Declaró balanceándolo.
- No lo creo mocoso.
Hannibal Bean saltó en el aire contra Jack, pero este reaccionó a tiempo saltando entre los hielos del glaciar al tiempo que ordenaba atacar a los Jackbots. Mientras Hannibal se entretenía con los mejorados robots, Jack se alejaba.
No obstante pronto el pelirrojo se encontró con los monjes Xaolin, aunque mas que amenazadores se les veía radiantes por volver a encontrarse con Spicer. Chase decidió que también él quería saber que explicaciones iba a dar.
- Oh, Jack, estamos tan contentos de verte sano y salvo.- Exclamó Kimiko.
- Nunca pensé que lo diría pero es bueno verte.- Coreó Clay.
Jack paseó la mirada entre ellos, los monjes, Chase... el guerrero empezó a andar lentamente hacia Jack, estaba realmente intrigado. En el momento en que entró en el area de visión del pelirrojo, notó como Jack se tensaba y entraba en modo alerta. Fascinante, el nuevo y mejorado Jack prometía mucho.
- Digamos que he estado haciendo planes.- Spicer se encogió de hombros.
- ¡Creíamos que te había pasado algo malo!.- Omi daba saltos en el aire.- ¿Dónde has estado¿Qué has hecho¿Has estado entrenando¿Has decidido abandonar la senda del mal y unirte a nosotros?
Alguien tenía que rebajar el azucar en la dieta de Omi, tenía demasiada energia. Jack rió levemente sosteniendo en sus manos el bastón de Morag.
- Necesitaba un poco de tiempo para mi, eso es todo, ahora si me disculpais...
- No podemos permitir que te lleves el Bastón de Morag, aunque hagas una escena de El Regreso melodramatico.- Replicó Raimundo cruzándose de brazos.
- Supongo que podeis intentarlo.
Jack lanzó el bastón al aire y enfrentó a los monjes Xaolin.
Totalmente desprevenidos, los monjes no estaban preparados para el ataque de Jack, que había dejado de ser el enclenque que recordaban. En un momento los cuatro monjes estaban recuperandose del veloz ataque, y el bastón de Morag cayó del cielo volviendo a manos de Jack. O lo hubieran hecho si Chase Young no se hubiese adelantado. Ahora estaban frente a frente.
- Cuando tiempo, Spicer.
En los ojos rojos de Jack no vió la acostumbrada admiración ni veneración, ni siquiera el clásico terror hacia su persona. Jack Spicer le dirigió una mirada teñidade rencor.
- ¿No tienes nada que decir?.- Continuó Chase, entre la curiosidad y el enfado.- ¿Desaparecer dos años sin dejar rastro te parece correcto? No tienes la mas mínima educación, Spicer.
- Dudo que me hayas echado en falta, además¿qué te importa?
Atrevido. Al parecer los dos años de ausencia no habían sido para comprender su lugar frente a Chase... aunque era un comportamiento refrescante sin duda.
- Tienes razón por una vez, Jack, no me importa.
Jack tensó la mandíbula y alargó la mano hacia el bastón de Morag.
- ¡Orbe de Tornami!
Chase evitó con facilidad el ataque dando un rápido paso atrás pero Jack fue arrastrado por el poderoso torrente de agua y por muy poco no cayó en una de las peligrosas grietas del hielo. Chase levantó el bastón de Morag por encima de su cabeza y enfrentó a Omi, esquivando y manteniendo a raya al monje.
Era fuerte, pero desde luego aun no estaba a su altura. Algún día, pero no ese.
El problema vino cuando Jack se recuperó y le atacó al mismo tiempo que Omi.
Súbitamente Chase se vió asaltado por unos veloces y casi certeros puñetazos y patadas, cuando logró recuperar el control empezó a evitar y parar la andanada, sorprendido por la nueva destreza de Spicer. El pelirrojo tenía una expresión de odio salvaje, con las pupilas empequeñecidas, nunca Chase había visto aquellos ojos rojos de esa manera, cargados de odio, de rabia. El odio ardiendo en sus ojos era... hermoso.
Y luchaba bien, realmente bien, Chase recuperó el control, el duelo era de calidad, Jack Spicer mostraba conocimientos de artes marciales que podían muy bien equipararse con los de Omi, pero había un defecto, no se compenetraban como cuando Omi y Chase habían luchado codo con codo. Jack y Omi eran incapaces de coordinarse contra él.
Se preguntó que hacían los demás monjes... de un vistazo vió que tenían sus propios problemas enfrentando a Hannibal Bean, que usaba el Metamorfeador para confundirles cambiando de aspecto o sencillamente variando su tamaño.
La distracción bastó, el bastón de Morag se iluminó cuando tanto Jack como Omi lo tocaron mientras el lo sostenía.
Trio Xaolin Showdown.
- ¡Jack Spicer, Chase…
- ¡Omi, Chase…
Los dos jóvenes se miraron y Omi, colgando de su agarre del bastón cedió el desafio.
- Los recién llegados primero.
Jack debería aprender educación de Omi, pensó Chase con una sonrisa satisfecha.
- ¡Omi, Chase, os desafio a un trio xaolin showdown! El orbe de tornami y... ¿qué shen gonwu tienes?
- La Mano de Gloria.
- De acuerdo, y la Mano de Gloria contra mi Caja de Pandora. El duelo es campo quemado.
- ¡Xaolin Showdown Trio!
El glaciar se convirtió en una enorme pista de hielo de la que sobresalían estalagmitas a modo de barricadas y los tres adversarios recibieron una mochila llena de bolas. Era campoquemado después de todo.
- ¡Gong Yi Tanpai!
Omi fue el primero en salir del duelo Xaolin, esquivar un balon de Jack le valió un resbalón que le impidió evitar el de Chase. Ahora Jack y Chase se rondaban por el terreno helado
Chase se movía sigilosamente sobre el hielo, deslizándose con habilidad, puede que Jack hubiese mejorado sustancialmente su forma física, pero seguía siendo excesivamente confiado y mas preocupado por hacer trampas que por su objetivo.
- He aprendido un par de cosas desde la ultima vez que nos vimos.
¿No lo había dicho? Jack Spicer siempre sería el mismo, se le iba la fuerza por la boca. Acababa de delatarle su posición de la manera mas tonta. Chase se acercó por la espalda.
- Ha sido duro, pero ha valido la pena. Ella me ha dado lo que me faltaba para progresar.
¿Ella? Chase se asomó tras la estalagmita y preparó el balón, Jack le daba la espalda, el mentecato ni siquiera sabía donde estaba su adversario.
- Tú me rechazaste porque no era lo suficientemente bueno para ti, así que busqué un nuevo maestro.
Chase esperó, dejaría que Jack siguiese hablando, quería saber de quien estaba hablando, había dicho "ella", solo Wuya podía haber entrenado a Jack y la bruja Heylin nunca hubiera dedicado su tiempo a eso, incluso habiendo vivido tanto tiempo con Spicer no había considerado enseñar nada al chico.
- Edea es una maestra excelente.
El shock fue tan fuerte que Chase no pudo reaccionar cuando Jack se volvió como un rayo y le lanzó la pelota, que golpeó contra su torso de lleno.
Fin del Shaolin Showdown, Jack Spicer había ganado.
Jack exhibía la mas amplia sonrisa posible al recibir su premio, los tres Shen gon wus. Chase apretó los puños, sus ojos se iluminaron, estaba al borde de convertirse en su alter ego reptiliano de pura rabía¡había perdido un showdown contra Jack Spicer! Y todo por un truco de distracción mencionando a la claramente difunta Edea.
Esa sonrisa prepotente e insultante... quería arrancarsela de la cara.
- No has cambiado, Jack , sigues pensando que tus infantiles tretas te harán mejor que aquellos que son indudablemente superiores.
La sonrisa efectivamente desapareció y el gesto de Jack se tornó amargo y rencoroso, al parecer Chase se había librado para siempre de la adoración del "genio del mal" para recibir en cambio su odio.
- ¿Treta infantil? Te he sorprendido, y has perdido el duelo.
- Eres un simple timador, un estafador y nada más.- Replicó Chase.
Jack estaba rojo de ira.
- Piensa lo que quieras, pronto seré lo suficientemente fuerte para hacerte tragar todos los insultos y desprecios.
Una de las máquinas de Jack, una nave voladora, se aproximó pilotada por uno de los robots, Jack saltó dentro con sus Shen gon wus.
- Volveremos a vernos.
- No lo creo.- Replicó Chase con aire aburrido.
Jack Spicer se marchó con el zumbido de un despegue veloz.
- ¿Por qué eres tan cruel con Spicer?
Chase bajó la vista hacia Omi, que le hacía la pregunta con gesto triste.
¿Había sido cruel? Quizá, pero estaba enfadado con Spicer, muy enfadado, había desaparecido dos años, dos años preocupándo a todo el mundo y no se molestaba en dar una explicación, no se daba cuenta de que... de que le habían echado en falta. Y encima tenía del descaro de aparecer de aquella manera y no explicar su falta.
- Se lo tiene merecido.- Respondió a Omi antes de marcharse por su lado. Aunque tenía la impresión de que solo trataba de convencerse a si mismo.
- ¿Por qué esa cara tan larga, Jack?
Jack no respondió, concentrandose en su postura, hacía dos años jamas nadie hubiera imaginado al perezoso Spicer practicando un arte marcial. Pero había aprendido mucho desde aquellos días.
- Estoy orgullosa de ti, Jack¿por qué estas triste?
- No estoy triste.- Replicó.- Estoy contento de haber conseguido los shen gon wu.
- Estas triste, te has reencontrado con los monjes Xaolin... y Chase Young¿no es cierto?
No podía ocultarle nada, Jack abandonó sus ejercicios y se acercó a su maestra, arrodillándose a la diestra de su asiento. Allí estaba, la persona que le había apoyado y enseñado, la única persona en el mundo que creía en él, que le necesitaba... Al principio la había temido, pero pronto había aprendido todo cuanto podía recibir a cambio de su esfuerzo. Ella no era aquella traicionera Wuya, no le gritaba e insultaba, no le exigía y exigía sin dar nada a cambio.
Por ella lo haría todo, por la única persona que le valoraba era capaz de entrenar, de centrarse y luchar. Despues de todo, no tenía nada más que a ella, a nadie mas le preocupaba Jack Spicer. Ella le necesitaba, él la necesitaba.
- No importa, mi señora.- Susurró.
- Sssssh.- Le acariciaba el pelo, como su madre nunca había hecho.- Yo sé lo que vales, Jack, sé aquello en lo que puedes convertirte a mi lado. Eres mi caballero.
- Gracias.
- Ahora traeme los Shen gon wu que tenemos, es hora de que el Bastón de Morag demuestre su utilidad.
Jack se apresuró a llevarle el Orbe de Tornami, la Mano de Gloria y la Caja de Pandora. Su maestra alzó el bastón señalando los Shen gon wu.
- ¡Bastón de Morag!
Los shen gon wu empezaron a perder lustre, a agrietarse y oxidarse... en unos instantes estaban destruidos y el Bastón de Morag centelleaba transmitiendo la magia y poder.
- Y Edea vuelve a poseer su magia. Ven Jack, la larga espera ha terminado.
Nota de la autora: Gracias por el alegre review, procuraré mantener el entusiasmo y un buen ritmo.
