Los personajes de esta historia no me pertenecen. Son propiedad de no se quien y de WB.

No obtengo beneficio alguno por escribir esto salvo mi propio entretenimiento.

AVISO: Este fanfic será YAOI, si este género no te interesa o te resulta desagradable no lo leas y punto, comprendo perfectamente esa postura. Chase/Jack

Capítulo 7. Resarcir

Los jóvenes monjes realizaban sus ejercicios matutinos en medio de un coro de quejas, aun estaban magullados, pero el maestro Fung no cedía un centímetro en sus tareas y ejercicios. Tenían que estar preparados para volver a enfrentarse a Edea en un futuro próximo.

Wuya jugaba una partida de tablero contra Dojo. Despues de todo no tenía ningún otro lugar al que ir, y el maestro Fung no había puesto mas objeciones que estar bajo la vigilancia del dragón, puesto que ya no poseía su magia para representar un gran peligro contra los monjes.

Los ejercicios matutinos sin embargo nunca fueron terminados. Raimundo alzó la vista con un presentimiento y señaló el cielo.

- ¡Jackbots!

Efectivamente unos jackbots se acercaban al templo, los monjes se pusieron en posición de ataque inmediatamente. A medida que los robots se acercaban, Kimiko se percató de algo extraño.

- Un momento... parecen averiados... y son muy pocos.

- ¡Spicer!.- Exclamó Clay señalando uno de los bots.

Efectivamente Jack llegaba con los jackbots... o mas bien en brazos de uno de ellos. Los monjes abandonaron su actitud hostil para correr al encuentro de los jackbots mientras estos descendían a tierra sin disparar ni atacarles.

Jack Spicer estaba sostenido por uno de los Jackbots, su ropa estaba rasgada y tenía heridas y contusiones por todo el cuerpo, Clay se apresuró a recojerle de los brazos mecánicos del robot y se estremeció. Además de herido y magullado Jack estaba helado, demasiado frio.

- ¡Necesitamos mantas, y el botiquin!.- Clay corrió al interior del templo, Jack tenía un aspecto lamentable y si no le calentaban pronto sería mucho peor. Los monjes corrieron a la zaga de Clay y se apresuraron a preparar una cama, Omi corrió a alertar a Dojo y al maestro Fung. Jack Spicer les necesitaba.


Un frio horrible, lanzas de hielo, un fuego helador que quemaba en su gelided, los ojos crueles, la voz hiriente, un grito angustiado de mujer y a la vez airado... el resplandor de las llamaradas púrpuras... el dolor... La niebla del sueño empezó a disiparse lentamente.

Jack intentó abrir los ojos pero la debil luz de las velas le hirió y desistió del intento al ser asaltado por un horrible dolor de cabeza, como punzadas, y estaba seguro de que si intentaba levantarse se marearía. Ya no tenía frio, sino calor, mucho calor...

- ¿Jack?

Esa voz era conocida... ¿Dojo? Jack no se atrevió a volver a intentar abrir los ojos pero gimió debilmente en respuesta.

- Bebe esto, chico.

Dojo le levantó lenta y cuidadosamente para que no se atragantara y le puso un cuenco en los labios, Jack agradeció inmensamente la sopa tibia.

Se revolvió levemente y Dojo le apartó la manta, estaba empapado en sudor. El dragón se rascó la escamosa cabeza con preocupación, Jack había superado el antinatural frio que le había dominado pero ahora tenía una fuerte fiebre que seguía debilitándole. Las heridas estaban vendadas y atendidas, pero unidas a la fiebre eran preocupantes. Necesitaría muchos cuidados para salir del peligro. Dojo no dudaba quien había provocado aquellas heridas, las marcas del fuego púrpura eran claras, Edea había atacado a Jack. El por qué, no lo sabía.

- Voy a por agua fria para los paños.

Esta vez Jack no dio señal de haberle escuchado, estaba dormido de nuevo y su rostro tenía un gesto angustiado cubierto de sudor. Tenían que bajarle la fiebre cuanto antes.


Kimiko miró su computadora con nerviosismo. ¿Debía hacerlo¿Y si se equivocaba?

Hacía dos días Jack Spicer había sido atacado por Edea, sus heridas eran similares a las que ellos habían sufrido antes de retirarse de la lucha. Pero Jack había sufrido un castigo mucho mayor y ahora el frio que le había atenazado se había convertido en una fiebre que le llevaba del calor y sudor a los temblores. Debilitado como estaba, las heridas no se estaban curando adecuadamente. El maestro Fung les había asegurado que Jack se recuperaría... si tenía la voluntad.

Kimiko devolvió la mirada a la pantalla. Cuando había entrado a la habitación y encendido la computadora había tenido las ideas claras, ahora dudaba... No, tenía que confiar en su instinto.

Siempre le sorprendería que Chase Young tuviese conexión a internet y dirección de correo electrónico.


Si ver aparecer a los jackbots con un malherido Jack no había sido suficiente, Raimundo estuvo al borde de un paro cardiaco cuando abrió la puerta de los dormitorios y se dio de bruces con Chase Young. El bostezo se le cortó en seco ante la mirada asesina del guerrero.

- ¿Dónde está Jack Spicer?

- Enfermería. Sexta puerta a la derecha.- Respondió inmediatamente.

Raimundo permaneció paralizado mientras Chase se alejaba en la dirección indicada y cuando se recuperó de la impresión salió corriendo a alertar de la presencia del guerrero en el interior del templo Xaolin. Pronto Clay, Omi y Kimiko se reunían ante la puerta de la enfermería, dudando entre entrar o no. Bueno, en realidad Omi no tenía duda alguna en que debían entrar a proteger a Jack Spicer.

- Debemos acudir a defenderle, Jack Spicer está indefenso.

Kimiko tiraba de la camisa de Omi frenando sus rápidas piernas.

- No, Omi, estoy segura de que no le hará nada.

- Kímiko, no podemos permitir que nuestros enemigos campen a sus anchas por aquí.

La joven japonesa se dio cuenta de que no tenía mas remedio que dar explicaciones si no quería que sus compañeros llegasen a otras conclusiones.

- Yo contacté con Chase Young diciendole que Jack estaba con nosotros.

Los monjes la miraron como si le hubiera salido una segunda cabeza.

- Tengo la cabeza hecha un nudo.

- Un lio.- Corrigió instintivamente Ray a Omi.- ¡Kimiko¿por qué hiciste eso!

- ¡Practicamente has invitado a Chase Young al templo!.- Añadió Clay alarmado.

Kimiko se ruborizó un poco avergonzada por no haber consultado antes con sus amigos, pero ya no tenía remedio, y dada la rapidez con que Chase había respondido al email era mas que probable que sus suposiciones estuviesen acertadas.

- Bueno... solo me pareció adecuado que Chase supiera que Jack se encontraba malherido y que le estabamos cuidando.- Contestó con una sonrisa encantadora tratando de calmar los ánimos.

- ¿Y por qué deberíamos informarle de eso? Bastante estamos haciendo cuidando de Jack, que es un enemigo.

Ray recibió una crítica mirada de Omi y Kimiko a duo... algo bastante terrorífico.

- Vale, vale, cuidar de Jack es lo correcto y estamos encantados de cuidarle y espero que se ponga bien...- Las miradas seguían taladrándole.- ¡Oh, por favor, ya sabeis que me preocupa mucho no me obligueis a admitirlo!

Clay le dio una palmada aprobadora que casi le tira al suelo.

- Bueno, no cambiemos de tema.

Omi asintió, dirigiendo una mirada confusa a la monje del fuego. Si el monje del agua aprendiera a usar esos ojos de cordero con malicia hubiese sido invencible sin duda.

- ¿Por qué avistaste a Chase, Kimiko¿No querras que Jack Spicer se una a él, verdad?

Kimiko volvió a ruborizarse, pero esta vez no era vergüenza propia. Sabía que Omi no se refería a "eso" pero desde luego estaba muy cerca. Era la hora de las explicaciones y esperaba no tener que recurrir a las flores y las abezas o algo igualmente ridículo.

- Bueno... es correcto avisar a alguien de que un conocido se encuentra enfermo y donde está¿no?

Omi asintió vigorosamente, el resto no se dejaría despistar tan facilmente.

- Eso es correcto entre amigos y familiares, y desde luego no lo es avisar a un enemigo mortal de que otro enemigo, por especial que sea, está en el templo... ¿para que venga a visitarlo?

- Exacto, para que pueda visitarlo.- Respondió Kimiko.

- Si, Chase Young ha venido a ver a Jack Spicer porque se preocupa por él¡lo sabía!.- Exclamó Omi cruzandose de brazos con orgullo.- Yo tenía razón.

Kimiko suspiró aliviada, vale, iban por buen camino, solo quedaba que Clay y Raimundo quedasen satisfechos con la explicación.

- No estoy convencido.- Clay se frotó los hombros con incomodidad.- Chase parecía a punto de explotar cada vez que miraba a Spicer¿qué te hace pensar que no le está despedazando ahora mismo?

- Antes de enfrentarnos a Edea, Chase Young me dijo que quería llevarse a Jack Spicer con él para convertirle en su discípulo.- Respondió Omi por Kimiko.

Si Kimiko tenía alguna duda sobre sus suposiciones estas se evaporaron al oir aquello.

Chase ignoró el parloteo de los monjes al otro lado de la puerta. No le preocupaban.

Su atención estaba puesta en un joven de piel blanca, ahora en un poco saludable tono de leche agria, que estaba tendido sobre un futon con el torso desnudo bañado en sudor. Dojo, el dragón al que ya había intentado comerse en una ocasión, estaba poniendo un paño empapado sobre la frente febril. Al percatarse de su presencia, el dragón se puso a temblar.

- Cha... Chase Young¿qué... que haces aquí?

Chase le ignoró y se acercó hasta ponerse en pie, imponente, junto al convaleciente. El mensaje desde el templo Xaolin, proveniente de la joven monje del fuego, le había puesto en marcha hacia allí al instante. Era escueto, Jack estaba malherido y bajo los cuidados del templo Xaolin. Suficiente para que Chase no perdiese un instante en acudir.

Dojo temblaba aterrorizado, algo lógico ante alguien cuya comida habitual era sopa de dragón. El guerrero sin embargo no le prestaba atención, su petrea mirada estaba fija en Spicer. Finalmente Chase se arrodilló junto al lecho, extraño, casi parecía... preocupado.

- ¿Le atacó Edea?

Dojo quedó momentaneamente aturdido por la súbita pregunto pero se recuperó antes de que Chase decidiera estrangularle en busca de respuestas.

- Suponemos que si... llegó con marcas del fuego púrpura de magia heylin.

- ¿Se recuperará?

Eso sí descolocó por completo a Dojo, aquello era indudablemente preocupación. ¿Chase Young preocupado por Jack Spicer? Eso tenía marcarlo en el calendario. Chase carraspeó amenazadoramente por la tardanza en la respuesta.

- Eh... ah... supongo que si…

- ¿Supones?

- El... el maestro Fung dice...

- Que ahora depende de su voluntad el recuperarse.

De otra puerta interior de la enfermería había salido el maestro Fung. Con su gesto severo pero paternal a su manera. El maestro permaneció de pie, a distancia. Chase estudió al otro hombre con cuidado, era un guerrero capaz y competente, no era rival para él, pero sin duda le haría sudar. Pero no iban a enfrentarse, el maestro Fung estaba en un estado de precaución, no hostilidad.

- Hemos vendado sus heridas y le hemos dado medicinas, ahora solo depende de Jack el superar la fiebre y sanar.

Chase frunció el ceño y tras un instante pasó los brazos por debajo de Jack y fue a levantarle. Inmediatamente el Maestro Fung se adelantó como un rayo y le agarró los brazos con firmeza deteniendole. El viejo sostuvo la mirada asesina de Chase.

- Jack Spicer está bajo la protección de este templo.

Chase no cejó en su agarre del cuerpo, repentinamente fragil, de Jack.

- No haré ningún daño a Spicer.

- Está enfermo, se quedará hasta que recupere la salud.

- Yo me ocuparé de él.- Chase enseñó los colmillos amenazador.

- Spicer vino a este templo Xaolin en busca de ayuda y refugio y los obtendrá. No permitiré que te lo lleves.

Las pupilas de Chase se estrecharon, su melena se erizó en puas reptilianas y sus manos se empezaron a transformar en garras. Un rugido retumbaba en su garganta.


- ¿Entendeis?

Miradas consternadas. Kimiko se tiró de las coletas, era increible que no lo entendieran.

- Trataré de ser AUN mas simple. Chase y Jack, sentados en un arbol... ¿cómo continúa?

Silencio. Raimundo miró a Omi, Omi a Clay, Clay miró a Raimundo, Raimundo redirigió su mirada a Kimiko.

- Euh... esa canción es para los tortolitos.

Kimiko asintió sonriendo esperanzada.

- ¡Exacto¿Y eso significa que...?

- ¿Qué tiene que ver eso con Chase y Jack?

Agh, estaban mas ciegos que un topo tuerto con un orzuelo en el ojo sano. Había tratado de ser sutil para que llegasen a sus propias conclusiones pero eran incapaces.

- Vayamos por partes, Jack siempre ha admirado a Chase¿verdad?

- Verdad.- Le respondieron a trio.

- De hecho le admira hasta la adoración, practicamente le venera, incluso ahora puede percibirse que Chase no le es indiferente¿verdad?

- Verdad.

- Perfecto, todos habreis percibido lo profundamente afectado que se encontraba Chase por el hecho de que Jack estuviese al servicio de Edea¿verdad?

- Verdad.

- Recientemente Chase ha decidido que quiere que Jack se una a él, incluso fue en su busca cuando atacamos a Edea, una gran molestia, y estuvo... mmh, "convenciéndole" de ser su discípulo¿verdad?

Los monjes no parecieron percibir la sutil inflexión en "conveniéndole", pero asintieron.

- A si mismo, cuando le comuniqué que Jack estaba aquí, herido, no ha tardado un instante en presentarse. Todo esto nos indica que Chase tiene... sentimientos por Jack, y probablemente Jack también mantiene sentimientos por él.

Practicamente podía oir los engranajes moviéndose en las cabezas de sus amigos. Raimundo fue el primero al que las ruedas condujeron a la respuesta. Abrió los ojos como platos y se puso rojo como la grana.

- Sen... ti... mientos... sentimientos... ¿de sentimientos, sentimientos?

Clay siguió la linea de Raimundo y su moral tejana sufrió un colapso de lineas con descarrilamiento, quedando en estado catatonico, recto como una estatua sin parpadear siquiera y adquiriendo un desagradable tono verde en la piel.

Omi seguía en la feliz tierra de la ignorancia.

- Exacto.- Kimiko dio una palmada de alegria.- Sentimientos. No sé hasta que punto son románticos pero sin duda existen.

- ¿Románticos?.- Eso encendió finalmente la luz en Omi, el pequeño monje estaba realmente extrañado ahora.- Pero Chase Young y Jack Spicer son chicos.

Kimikó palmeó la cabeza de Omi para darle seguridad ante semejante revelación.

- A veces algunas personas se sienten atraidas por aquellos de su mismo género, Omi. No debes dejar que eso te preocupe, sencillamente existe.

- Ooooh... de acuerdo, ya lo entiendo.

Era probable que en realidad no lo entendiera pero se iba haciendo una idea. Probablemente ni siquiera sabía como se hacían los niños, de modo que poco importaba. Raimundo por su parte empezó a calmarse... con lentitud, eso si, y Clay corrió en busca de un lavabo para vomitar.

Apenas se habían recuperado de la impresión al oir un amenazador gruñido al otro lado de la puerta de la enfermeria. Asustados, los monjes abrieron la puerta para ver al Maestro Fung y a Chase, a medio camino entre hombre y dragón, mirandose por encima del incosciente Jack.

- Me llevaré a Jack a mi ciudadela, bajo MI protección.

- Aquí tendrá toda la protección que necesita.

- Tengo mejores medicinas.- Gruñó Chase.

El maestro Fung disimuló una sonrisa sabia.

- Nosotros estamos cuidando de Spicer, no es necesario.

- ¡Jack Spicer es mio!.- Chase estaba al borde de transformarse en dragón.- ¡Yo cuidaré de él y le protegeré¡Apártate, viejo!

Inmediatamente el maestro Fung se apartó y se puso en pie dignamente, se diría que había ganado la discusión en vez de perderla.

- De acuerdo, espero que Jack Spicer recupere la salud.

Chase se calmó ligeramente y recuperó su aspecto humano mientras levantaba a Jack del lecho y le llevaba en brazos. Al volverse se encontró con las miradas pasmadas de los monjes y la sonrisa traviesa de Kimiko.

Un carraspeo bastó para que se hicieran a un lado, excepto Omi, que se quedó en pie frente a él con un gesto cargado de curiosidad.

- ¿De veras cuidarás de Jack Spicer?

- Así es.

Con esta confirmación Omi se apartó, con aquella característica sonrisa inmensa de media luna. Chase abandonó el templo Xaolin con paso firme, y la cosquilleante e incómoda sensación de que el Maestro Fung no había pretendido en ningún momento impedirle realmente que se llevara a Jack.

Nota de la autora: Jack siempre lo pasa mal... pero solo es para que despues puedan mimarlo. Omi es una cucada, me encanta verlo como una especie de hermanito menor de todos, incluido Chase y Jack.