Los personajes de esta historia no me pertenecen. Son propiedad de no se quien y de WB.
No obtengo beneficio alguno por escribir esto salvo mi propio entretenimiento.
AVISO: Este fanfic será YAOI, si este género no te interesa o te resulta desagradable no lo leas y punto, comprendo perfectamente esa postura. Chase/Jack
Este capítulo tiene slash.
Capítulo 8. Curación
Jack entreabrió los ojos. La cabeza aun le dolía, como un lejano sonar de tambores en su craneo, pero ahora era soportable, o al menos no temía desmayarse. El vaiven de frio y calor había cesado para convertirse en una sensación de debilidad y fiebre contenida. Se arriesgó a tratar de enfocar la mirada y se encontró con un techo blanco, además estaba en un lecho sensiblemente mas cómodo que un futon, con una suave sábana cubriéndole.
Tenía el leve recuerdo de la voz de Dojo¿o lo había soñado? Estaba casi seguro de haber estado en el templo Xaolin, pero no podía jurarlo, dada su desorientación.
Lo que si recordaba, con agudo dolor, era lo ocurrido en el castillo de Edea.
Edea le había atacado... Edea... la mujer por la que lo hubiese dado todo... le había atacado loca de rabia, totalmente fuera de sí. Jack se sintió completamente desolado.
" ¡Yo debía ser la única¡Eres mi caballero, solo mio!"
¿Celos? Jack no podía entenderlo, Edea no había podido soportar que pensase en algo más que en ella, era... era una locura, absurdo. Solo una demente hubiese actuado de una manera tan salvaje, Edea había perdido el control, le había atacado con su magia y sus guerreros de piedra... realmente había tratado de matarle...
Edea había intentado matarle. Jack gimió quedamente sintiendo la humedad de las lágrimas resbalar sobre su piel. Edea le había atacado, con lanzas de hielo, llamas púrpuras, el doloroso frio y el aun mas doloroso grito airado de la bruja.
" Si no lo soy todo, entonces no te quedará nada."
Estaba loca, Edea, la bruja heylin, la unica persona a la que había jurado y mantenido lealtad... había resultado una demente.
"Os entrena, os manipula y a su manera os ama."
Chase le había advertido, le había indicado aquella locura de Edea.
" Te matará, Jack, como a todos los anteriores."
La mujer había enloquecido aun más encerrada en la Caja de Pandora. Cuando había tenido algo menos que su completa devoción había decidido matarle. Jack no pudo contener un sollozo¿cómo había podido estar tan ciego¿cómo había salido todo tan mal? Cuando por fin parecía que todo tenía sentido, se quebraba entre sus manos.
Intentó calmarse, había conseguido escapar de Edea gracias a sus robots, les había ordenado que le llevaran al templo Xaolin... de modo que era bastante seguro que había estado allí y que la voz de Dojo no había sido un sueño. Pero aquel no era el templo, quizá los monjes le habían llevado a un hospital, pero no olía a hospital, estos siempre tenían un característico olor a medicinas y lejia. Olía bien, algo agradable, eucalipto, sentía que le facilitaba la respiración.
Además no estaba en una aséptica y deprimente habitación de hospital. Estaba en una cama amplia, de sábanas azules y grandes almohadones. Sobre una mesilla de noche un leve humo salía de un incensiario, de allí provenía aquel olor a eucalipto tan beneficioso.
Vió moverse algo a los pies de la cama, Jack intentó incorporarse pero una oleada de dolor en la cabeza y el temblor en los brazos le convenció de lo contrario. Volvió un poco la cabeza y finalmente abrió los ojos como platos al ver salir un enorme león. El gran felino cabeceó, bostezó enseñando los magníficos colmillos e inmediatamente se transformó en un fornido guerrero de aspecto nórdico. Era uno de los felinos- guerreros de Chase Young.
Luego estaba en la ciudadela de Chase Young. Lo cual ni tenía explicación ni le tranquilizaba despues de... bueno. Intentó hablar pero su garganta solo emitió un gañido sordo, el vikingo no dijo palabra, le alcanzó un vaso con zumo de naranja y Jack bebió sin resistirse, demasiado debil para cuestionar nada. El vikingo volvió a convertirse en león y se marchó del dormitorio. Jack intentó hablar de nuevo pero el león ya se había marchado.
Poco despues fue Chase Young en persona quien apareció en el marco de la puerta. Jack desvió la mirada de los ardientes orbes dorados, furiosos. Pero en un instante Chase estaba junto a su cama, sujetandole la mandíbula con firmeza y obligándole a mirarle.
- No te atrevas a volverme la cara, Jack.- Advirtió Chase con gesto enojado.
Jack tragó saliva, mas avergonzado que amedrentado.
- Fue Edea¿no es cierto? Te advertí sobre ella, necio.
Fue como un puño en el pecho, Jack aferró las mantas con rabia¿por qué se lo tenía que echar en cara? Ya le dolía lo suficiente.
- No es necesario que me lo restriegues.- Dijo finalmente.
Chase le soltó la mandíbula para apretar los puños y enseñarle los colmillos en una mueca enfurecida. Jack se encogió ante la agresiva postura y la furia de sus ojos de reptil. Recordaba cuando había abandonado a Chase en pos de Wuya, como se había transformado en la bestia draconica para darle caza, su mirada sobre él durante su enfrentamiento con la bruja Heylin, taladrándole con aquellos ojos resplandecientes.
- ¡Casi haces que Edea te mate!
- ¡Tu tenías razón, de acuerdo, tu tenías razón!.- Jack ya no podía contener las lágrimas.- ¡Soy un idiota por pensar que podía confiar en alguien¡Tu tenías razón y yo como siempre estaba equivocado!
El arranque le costó las fuerzas, se desplomó con un horrendo dolor de cabeza y jadeando. Para su sorpresa Chase no respondió con insultos o gritos, se limitó a levantarle cuidadosamente la cabeza y acomodarle bien sobre el almohadon.
- Te estas recuperando bien, sigue así. Ahora duerme.
- Pero...
- Duerme.
No había lugar a discusión y realmente tenía un cansancio notable. Antes de que Chase se marchase ya estaba dormido.
Cuando volvió a despertar Chase estaba allí, sentado sobre un sillón a la vera de la cama. Antes de que pudiese abrir la boca fue Chase quien habló.
- Te encontré en el templo Xaolin... ¿por qué estabas allí?
- Yo... escapé de Wuya, necesitaba un lugar seguro en el que...
- ¿Por qué no viniste aquí?
Había acusación en su pregunta. Jack mostró claramente su sorpresa.
- Ah... tú... creí que... que no querrías verme por aquí...
- ¿Qué¿Qué demonios te hizo pensar eso?
- Después de... bueno.- Jack se ruborizó intensamente.- Supuse que no estarías nada contento después de... después de...
- ¿Después de que te marcharas corriendo tras Edea pudiendo estar conmigo?.- Ayudó a terminar Chase con sarcasmo.
Jack no se molestó en asentir, demasiado perturbado. Sus ojos evitaron la mirada de Chase y se vieron irremediablemente atraidos por su boca. Los labios de Chase eran hermosos, llenos y definidos, ocasionalmente Chase se lamía brevemente el labio inferior con inconsciente sensualidad. Entre su estado de desnudez bajo la fina sábana, la memoria de aquel encuentro y la altamente seductora presencia de Chase, tenía dificultades para mantener sus pensamientos y reacciones fuera del ámbito sexual.
Chase se cruzó de brazos calmándose, o al menos simulando calma, le irritaba que Jack, herido, hubiese buscado refugio con los monjes Xaolin en vez de acudir a él. Era una muesca en su orgullo, se sentó al borde de la cama con frustración.
- Euh... ¿por qué no estoy en el templo Xaolin?.- Preguntó el pelirrojo con precaución.
- Porque te saqué de allí, obviamente, aquí te recuperarás mejor. Además, estarás mas seguro.- Chase abrió el cajón de la mesilla y levantó un cuenco con un ungüento medicinal.- Aun tienes morados y abrasiones, esto terminará de curarlas.
Chase apartó la manta y frunció el ceño mirando las llamativas contusiones sobre la blanca piel de Jack, era un crimen marcar un cuerpo de una palided tan pura. Edea se las pagaría, todas juntas. Pero primero tenía que ocuparse de Jack, se quitó los guantes y se untó los dedos con la crema, en unas horas debería hacer su efecto.
Jack se estremeció pero agradeció intensamente el frescor de la crema sobre su piel, y aun más las manos de Chase, suaves y fuertes a la vez. De haber sido fisicamente posible hubiese ronroneado.
- ¿Por qué te atacó?.- Preguntó súbitamente Chase masajeando un feo morado en el costado.
Jack volvió a ruborizarse, tiñendo sus pálidas mejillas con un todo rosado, las manos de Chase ya no eran tan relajantes, mas bien le ponían... tenso.
- Edea... ella... te olió.
Chase arqueó las cejas no poco confuso.
- ¿Me olió?
- Ella... te olió... sobre mi.
Chase soltó una franca carcajada y cogió mas ingüento sin dejar aquella malélova y satisfecha sonrisa. Así que Edea se había vuelto loca de celos... bien, era la perdida de ella, y la ganancia de Chase. Era una suerte que el nuevo Jack fuese mas fuerte y habil y había escapado con vida, de no ser así Chase... hubiera enloquecido.
Terminó de tratar las magulladuras del torso y Jack pensó que habíafinalizado cuando la sábana fue retirada con calma, revelando el resto de su cuerpo desnudo. Jack respiró con cierta pesadez y su hombría ganó turgencia sensiblemente, elevándose. Dirigió una preocupada expresión a Chase, sin saber si ahora el guerrero se burlaría de él por haberle... "casi" rechazado anteriormente y mostrar ahora su obvio deseo.
Sin embargo Chase se limitó a mantener una leve sonrisa y extender la crema por los morados del estómago y las piernas ignorando la problemática area. Mientras las manos de Chase continuaban su labor, su mirada recorrió el cuerpo de Jack hasta encontrar la preocupada expresión de Jack, sonrió mas ampliamente.
- Pareces estar recuperandote, muy bien, muy... sano.- Calidas manos masajearon sus rodillas y continuaron hacia arriba por la cara interna de los muslos.
La voz de Jack era tensa y grave, excitado por el suave y seductor contacto.
- Yo... ah... me equivoqué...
- Obviamente, pero por fortuna podemos enmendar ese error.
Jadeando, Jack solo pudo articular un "oh".
Las magníficas manos recorrieron los blancos muslos y acariciaron las ingles separandole las piernas. Jack cerró los ojos y sujetó la muñeca de Chase para detenerle.
- Espera, no estoy... es decir... no podría... no podría corresponderte...
- Ssssh.- Chase le apartó la mano con gentileza.- Ahora es para ti, mas tarde, cuando te encuentres mejor, habrá tiempo para ambos. De momento, relájate.
El ungüento resultó maravilloso cuando las manos de Chase envolvieron la longitud del rígido miembro de Jack, en un movimiento lento y firme.
Jack arqueó la espalda dejando de que el placer le consumiera en tanto las manos de Chase le masturbaban no sin unacierta rudeza que le resultaba deliciosa. El dolor sordo en su cabeza pareció desaparecer, al igual que el mareo. En poco tiempo estaba al borde del orgasmo.
- Oh... cielos... Chase, no puedo creer... voy a...
La excitación de tener a Chase sentado junto a él, tocándole, masturbándole, era demasiado para contener su sensibilidad, su amante era un dios en la tierra, y estaba dándole placer.
Chase mantuvo el torturante ritmo contenido, deslizando el pulgar alrededor del inflamado glande. Jack se mordió el labio con frustración, Chase se inclinó y le besó con ferocidad, marcando los delicados labios, invadiendo con la lengua. La fria armadura sobre la piel desnuda fue como una descarga eléctrica por todo su cuerpo, Jack le pasó los brazos por el cuello, enredando los dedos en la sedosa melena negra como el ébano, Chase se frotó contra él, estimulando sus pezones contra el metal y Jack se dejó llevar con un grito sofocado derramándose entre las manos del guerrero inmortal.
- ¡Oh dios!.- Exclamo recuperando el aliente del devastador beso y el placer que le recorría .
Chase rió levemente.
- No, Jack, es Chase.
- Es lo mismo.- Replicó Jack jadeando.
Chase rió de nuevo y se incorporó para empezar a desvertirse. Puede que Jack no estuviese en situación de responder a sus atenciones pero Chase tenía toda la intención de seguir dejando su olor sobre Jack, marcando territorio. Nada ni nadie volvería a acercarse a Jack sin afrontar que era propiedad de Chase Young.
Chase se metió en el lecho junto a Jack y pasó un brazo sobre él posesivamente.
- Chase...- Jack se meció contra el musculoso torso.- ¿Qué ocurrirá...?
- Sssh, duerme. Ya nos ocuparemos del resto mañana.
Resultaba facil dejarse llevar, Chase era dominante de forma tan natural que era... irresistible. Jack volvió a dormir, sintiendose seguro.
Al amanecer Jack Spicer se sentía renacido, Chase estaba junto a él, Jack apoyaba la cabeza sobre su pecho, escuchando los poderosos latidos del guerrero. Ya no había dolor, ni fiebre, ni aquella angustia interna. Tenía a Chase... ¿verdad?
- Estas despierto.- Afirmó mas que preguntó.
- Aja.- Chase entreabrió un ojo y le acarició la espalda hasta pasar los dedos con un cosquilleo sobre sus nalgas.- Lo estoy.
- Verás... no es que no confíe en ti, pero he tenido malas experiencias siempre que...
- Jack Spicer, mi palabra tiene valor, eres mi aprendiz, mi compañero... y pronto mi amante.
Suficiente para Jack, viniendo de alguien que respetaba la palabra dada incluso a sus enemigos. Por no hablar del efecto que la palabra amante tuvo sobre él.
- ¿Y Edea?
- Nos ocuparemos de Edea, Jack, muy pronto.
Desde luego que se ocuparía de ella, y después... volvería a marcar territorio.
Nota de la autora: Mientras escribo el fanfic estoy viendo todos los capítulos que me faltaban de Xiaolin Showdown en el youtube, de modo que no dejo de pensar en historias distintas, de todos modos dejaré terminado este fanfic antes de pasar a otros.
Gracias por los magníficos reviews y apoyo a este fanfic, siempre ayuda saber que hay personas que disfrutan leyendo tanto como yo escribiendo. Poneis una sonrisa en mi cara, de veras.
