Los personajes de esta historia no me pertenecen. Son propiedad de no se quien y de WB.

No obtengo beneficio alguno por escribir esto salvo mi propio entretenimiento.

AVISO: Este fanfic será YAOI, si este género no te interesa o te resulta desagradable no lo leas y punto, comprendo perfectamente esa postura. Chase/Jack

Este capítulo tiene Slash.

Capítulo 9. Venganza y Final

- Mas alto.

Chase esquivó con facilidad.

- Mas rápido.- Añadió al comentario.

Jack gruñó y dio una voltereta para a continuación intentar dar una patada en el plexo de Chase, este le detuvo con el antebrazo y respondió con una contra que envió a Jack al suelo con la pierna atrapada.

- No ha estado mal, pero sigues centrandote demasiado.

Jack frunció el ceño tumbado en el suelo.

- Hace un minuto has dicho que mi problema era falta de concentración.

- Tu problema es que no tienes termino medio, o no te centras, o te enfocas tanto que pierdes de vista tu alrededor.

El pelirrojo se rascó la cabeza pensativo, Chase se cruzó de brazos con severidad y le ordenó incorporarse. Jack obedeció e inmediatamente continuaron con el entrenamiento, Jack estaba impaciente por recuperar las fuerzas y Chase tanto o mas impaciente por fortalecerle y enseñarle un par de trucos de combate, puede que Edea hubiese sido una maestra dedicada, pero Chase era uno excelente. Y ambos ansiaban venganza.


Omi puso la expresión de cachorrito perdido mas apenada que se pudiese imaginar cuando Chase Young y Jack Spicer aparecieron de nuevo a las puertas del templo Xaolin, apenas dos semanas después de que el guerrero inmortal se hubiese llevado al pelirrojo de allí mismo.

- Oh, Jack Spicer, confiaba en que hubieras decidido abrir tu corazón a las fuerzas del bien.

Jack suspiró, Omi era una máquina de repetir frases, ya fuera "preparate para una humillante derrota", a "esta es una gran oportunidad para mejorar mis artes Xaolin"... y un laaargo etc, incluyendo el invitarle a unirse a los monjes.

- Me temo que tendrás que esperar sentado, bola de queso.

Omi se sentó... obviamente no había captado el sarcasmo.

- Lo que quiere decir es que eso jamas ocurrirá, Omi.- Aclaró Rai.

- Oh, pero me ha dicho que espere.- Replicó el pequeño monje confuso.

Kimiko observó con una media sonrisa el nuevo atavio de Spicer, este llevaba unos pantalones y camisa similares a los propios, pero con colores en negro y amarillo, en la cintura, en vez de una cinta anudada, llevaba un cinturon identico al de Chase, con el ojo de dragón incluido. No cabía duda de que finalmente era el discípulo de Chase Young.

En el futuro maldeciría tener un nuevo enemigo aliado con Chase, pero de momento le resultaba algo encantador. No podía esperar a coger su telefono movil y contarselo a todas sus amigas.

- ¿Has venido a preparar otro ataque conjunto?.- Aventuró Raimundo.

- Si, esta vez en nuestro terreno.

Los monjes Xaolin permitieron la entrada al duo y comenzaron a discutir el plan. Al alba la bruja Edea volvería a probar sus puños.


Todo estaba dispuesto. Jack tomó una gran bocanada de aire y expiró lentamente. La idea de enfrentarse a Edea le ponía nervioso, cuando amaneciera activarían los shen gon wu, usando la magia para atraer a la bruja. Sin duda esta sabría que era una trampa... pero su punto debil era su sobervía, y en su estado de loca furia por haber sido "traicionada" no pensaría en las consecuencias, acudiría a combatirles. Luchar contra Edea... Jack se estremeció.

- Podemos ocuparnos nosotros solos.

Jack no se molestó en volver la vista, Chase tenía una presencia tal que anunciaba su llegada.

- Ya no soy ese niño acobardado.- Replicó Jack cruzandose de brazos.- Lucharé.

- Ya lo suponía.

Chase se arrodilló a su espalda. Estaban sobre uno de los tejados del templo Xaolin, cubiertos por las escasas estrellas. La oscuridad era intensa, luna nueva, una noche negra como la boca del lobo. Pero cálida, con una suave brisa del sur.

- Has cambiado mucho, Jack.- Comentó poniendo las manos sobre sus hombros.

- Aja...

- Me gusta.- Susurró masajeándo los tensos músculos.- He esperado mucho tiempo a que cambiaras.

Jack le miró por encima del hombro con un gesto entre irritado y confundido.

- ¿Qué? Oh, vamos...

- Es la verdad.- Chase abrazó la cintura de Jack desde detrás, pegándose a su espalda.

- ¿Mucho tiempo?

- Demasiado, eras un niño, por fin eres un hombre.

Chase puntualizó su afirmación colando las manos por debajo de la ropa, deslizando los dedos sobre la piel, dibujando un mapa hasta frotar los pezones endureciendolos. Jack emitió una debil protesta cogiendole por las muñecas.

- Aquí no.

- Todos duermen.- Replicó Chase lamiendo y mordisqueando el lóbulo de la oreja.

Jack no encontró mas argumentos en contra, ni los quería, pasó un brazo hacia atrás, hundiendo los dedos entre los mechones negros y expuso su pálido cuello a los labios sedosos y los peligrosos dientes.

El amanecer encontró a Jack y Chase entrelazados en el tejado, el uno en los brazos del otro, con las ropas desarregladas. Chase entreabrió los ojos, regalandose la mirada con el brillo intenso del amanecer sobre el cabello de Jack, parecía estar en llamas. Hermoso.

- Ya amaneció, Jack, levanta.

El pelirrojo remoloneó, escondiendo el rostro en el musculoso torso de Chase, nunca había sido madrugador ni tenía buenos despertares, incluso si despertaba sobre el cuerpo de Chase Young, de hecho, mas se resistiría a abandonar aquella posición.

- Debemos irnos.- Insistió Chase con una sonrisa.

Jack se negó a moverse, aspirando el olor masculino y salado, se removió sin levantarse. Se habían abrazado y besado hasta que ambos habían competido tocando el cuerpo del otro hasta que habían acabado en una intensa masturbación mutua. Jack semisonrió al sentir como los recuerdos le enardecían de nuevo. Y a juzgar por la risilla de Chase, este lo había notado. Jack se ruborizó intensamente y mantuvo el rostro escondido.

- Jack.- La voz era sencillamente ronroneante.- Cuando Edea sea un montón de polvo regresaremos a mi ciudadela... y te haré mio, completamente mio.

Jack se estremeció al estrecharse el abrazo de Chase, era realmente un torturador con aquella voz de dormitorio.

- Chase...

- Pero primero hay que ocuparse de Edea.

A regañadientes Jack se incorporó y se frotó el desaliñado pelo, quizá debería cortarselo, o dejarselo aun mas largo para poder recogerlo en una coleta. Se ajustó el cinturón y las ropas, no quería volver a oir la risilla de Kimiko al mirarle con aquella expresión de pícara.


Los monjes Xaolin, la debilitada Wuya, Chase Young y Jack Spicer se reunieron en la explanada de entrenamientos. Cada uno con un Shen gon wu. Los activaron, y esperaron.

El viento fue el aviso, las nubes grises cubrieron el cielo, pronto la nieve azotó con fuerza, los relámpagos púrpuras iluminaron la oscuridad que habían traido las nubes, el viento aulló cada vez con mas fuerza. Omi, Clay, Raimundo y Kimiko activaron sus armas de guerreros Wudai, Wuya se equipó la Espina del Rayo (Thorn of thunderbolt ), Chase llamó a sus tres guerreros mas fieles y Jack activó el shen gon wu que mas quería, el bastón del mono.

De entre las nubes descendió la terrible Edea.

- Necios, os aplastaré a todos juntos.

Alzó los brazos y los guerreros de roca surgieron del suelo con sus lasers y armaduras... para explotar de forma casi inmediata cuando los artefactos mecánicos se autodestruyeron a una orden de Jack. Edea gritó airada traspasando a Jack con una gélida mirada.

- ¡Traidor¡¡Gusano, me apuñalas por la espalda después de todo lo que hice por ti!

Jack, armado con el bastón del mono, apretó los afilados colmillos con determinación.

- Lo que hiciste por mi te lo agradezco, pero tu locura me ha hecho mas daño que bien. Lo siento, Edea, pero estas enferma.

Edea alzó el Bastón de Morag. Comenzó la batalla.


Omi salió disparado por los aires, repelido por un poderoso conjuro, Jack miró hacia atrás y tras comprobar que el pequeño monje no podría continuar aquella batalla regresó al combate con un agudo grito simiesco, no obstante finalmente su pierna cedió, gravemente dañada por una explosión de llamas púrpuras, y cayó al suelo con un grito de dolor, un fogonazo de magia heylin habría acabado con él si Chase no hubiera aparecido a su lado para apartarle de la trayectoria.

- Chase... lo siento.- Gruñó Jack, sintiendose una carga.

- Ya has hecho suficiente.- Replicó Chase.

El guerrero inmortal rugió y saltó hacia Edea dejando a Jack atrás. Una parte de él agradecía que Jack estuviese incapacitado sin estar gravemente herido para poder mantenerle lejos del combate, otra parte clamaba venganza. Y la tendría. Edea ya estaba cansada y herida, solo necesitaba un momento, una oportunidad. Y sabía como conseguirla.

- ¡Edea!

La bruja se volvió hacia él con una sonrisa macabra.

- ¿Cuan agudo es tu olfato, bruja¿Puedes oler algo de tu olor sobre tu caballero¿O por fín se ha borrado para dejar solo el mío?

La sonrisa se transformó en una mueca de odio endemoniado y Edea se abalanzó hacia él ciega de ira. Un grave error contra un experto guerrero como Chase. Con un rápido giro y una patada el bastón de Morag salió disparado de las manos de Edea

Para caer en las de Wuya.

- ¡Noooooooooo!

Wuya rió y activó el bastón de Morag, Edea solo pudo gritar mientras su poder volvía a ser drenado por la traicionera aprendiz. Traición tras traición. La bruja Heylin aulló estremeciendo a todos los presentes mientras sus energías desaparecían. Antes de que Wuya obtuviese toda la magia Omi reapareció en el combate, en su mano traía el poderoso Shen gon wu que podía destruir todos los demás, el Kuzusu Atom. Wuya apenas pudo reaccionar cuando el Bastón de Morag se vaporizó entre sus manos antes de proporcionarle el total de su magia Heylin.

Chase dirigió una sonrisa complacida a Omi, el cual le respondió con una igual antes de desmayarse y caer al suelo de la misma. El guerrero inmortal devolvió su atención a Edea, que languidecía arodillada, con la mirada perdida y una expresión abotargada, como si estuviese muy lejos de allí.

A esas alturas no era un peligro para nadie pero... Chase se volvió, Jack estaba sujetandose la pierna, tenía un corte sangrando a lo largo de la mejilla y Chase no había olvidado en absoluto su estado cuando le había recogido del templo Xaolin, por no hablar del dolor que había brillado en sus ojos.

No, Edea no sería una amenaza para nadie nunca más. Chase se acercó con paso firme y sujetó el delicado rostro de la bruja entre sus poderosas manos. Un giro brusco, un gesto seco. Edea cayó al suelo como una muñeca rota.

Chase no dedicó mas atención a sus alrededores, ahora solo miraba a Jack mientras se acercaba a este. Los monjes estaban heridos, pero nada preocupante, Omi se recuperaría. Wuya no era tan poderosa como antaño, volvía a ser una bruja heylin, pero nunca sería rival para él.

Nada le separaría de Jack Spicer. Nunca más.

- Jack¿te encuentras bien?

El pelirrojo asintió y miró mas allá, hacia el cuerpo sin vida de Edea.

- ¿Está... está...?

- Muerta.- Confirmó Chase.- No merecía nada mejor, Jack, la he hecho un favor.

- Pero...

Jack no se sentía del todo cómodo, de hechó sintió un aguijonazo de temor... nunca había visto morir a nadie. Sabía que Chase sin duda habría matado pero... nunca había pensado en ello. Chase le acarició la barbilla y paso la lengua por el corte de su mejilla, lamiendo la sangre melosamente.

- Nadie que te haga daño saldrá bienparado, Jack.- Le susurró al oido.

- Puedo cuidarme...- Jack dejó que Chase le levantara del suelo en brazos, con la pierna herida no podía quejarse demasiado.

- Primero tendrás que aprender a cuidarte mejor.

Jack no pudo replicar, Chase se concentró cuidadosamente y se desapareció con Jack y sus guerreros felinos.


Era un nuevo comienzo, medio recostado sobre un banco de la ciudadela, Jack se relajaba escuchando las cascadas, después de una semana empezaba a sentirse bien... en paz. Su vida volvía a tener un curso, un curso claro, volvía a sentir el poder del propósito, acompañado del hecho de que nunca volvería a enfrentarse a la soledad. Chase apareció desde una de las balconadas con aquella sonrisa que le hacía sentir que su columna se derretía.

- ¿Por qué te gusta tanto ese shen gon wu?

Jack miró el bastón del mono, apoyado contra el banco, lo había usado para ayudarse a andar mientras se le curaba la pierna, y sonrió.

- Porque me encanta esa sensación.

- ¿La sensación?.- Chase enarcó las cejas con curiosidad.

- La de libertad, cuando uso el bastón del mono... todo lo demás parece secundario¿recuerdas el año del mono verde?

Como olvidarlo, para mantener a los monjes alejados de la fuente del conocimiento había dado a Jack el plan de conseguir una armada de monos y usar el bastón del mono para atacar el templo Xaolin. Por supuesto sabiendo que el bastón del mono acabaría dominando por completo a su portador, transformandole en un mono completo.

- Lo recuerdo.

- Cuando piensas como un mono tus únicas preocupaciones son tener fruta dulce, rascarte y saltar de rama en rama, sin mas problemas. Y sobre todo me gusta esa sensación de libertad, por no hablar de la agilidad aumentada. Pero creo que ya no lo necesitaré más.

Chase sonrió y se sentó junto a Jack para a continuación acariciar la rodilla del pelirrojo.

- Parece que tu pierna ya está bien.

- Eso parece.

- Acabo de recordar que prometí hacerte mio, y yo siempre cumplo mis promesas.

Jack se entregó inmediatamente al abrazo de Chase, ansioso, la simple idea de llegar hasta el final con Chase le enviaba oleadas de calor por todo el cuerpo. Le deseaba con tanta fuerza que no podía contenerlo, quería más que sus manos o labios, lo quería todo.

No sabía como habían conseguido llegar hasta el dormitorio ni como se habían desnudadoni le importaba, Jack aferró las sábanas bajo sus dedos con desesperación, ansiando que Chase hiciera algo, lo que fuera, porque si seguía sintiendo su ardiente mirada recorriendole acabaría derramandose sin que le tocara siquiera.

- Chase... por lo que mas quieras...- Le miró y se regaló la vista con el musculoso y perfecto cuerpo del inmortal.

Tenía un dios arrodillado entre sus piernas. Chase era pura masculinidad, era como una estatua de bronce, un dios hecho carne. Jack abrió mas las piernas, ofreciéndose, no quería esperar más, no podía esperar más.

Chase deslizó las manos por los muslos blancos como la porcelana, la piel de Jack era tan sedosa como parecía, su cabello rojo se aremolinaba sobre la almohada, contrastando como un halo de sangre derramada alrededor de su cara, enmarcándole como un martir pagano, un sacrificio ofrecido a su persona. Y así pensaba tomarlo.

- Jack, mírame.

El pelirrojo obedeció, mirándole con aquellos ojos carmesí nublados de deseo, y Chase se inclinó hasta la hombría henchida y pasó la lengua por el rosado glande, Jack arqueó la espalda con un grito sofocado al verse finalmente devorado por la boca de Chase.

- ¡Oh, dios!

Chase absorvió el miembro entre los labios y deslizó sus dedos, humedecidos con una crema, entre las redondeadas nalgas hasta deslizar un dedo por la virginal abertura. Jack abrió los labios en una "ah" silenciosa al sentir la intrusión entre el placer, la sensación era extraña, incómoda y a la vez le producía un hormigueo delicioso.

Chase preparó pacientemente a Jack, moviendo los dedos con lentitud y lubricando a menudo, lamiendo y torturando la firme columna de su amante, después de siglos de existencía podía unir control suficiente para asegurarse de que Jack deliraba por él antes de penetrarle. Solo cuando Jack suplicó a viva voz, solo cuando la entrada a su cuerpo se convulsionó desesperada en torno a sus dedos, solo cuando las gotas de preeyaculación resbalaron copiosamente, solo entonces Chase se retiró y cubrió con la crema su ya dolorida erección. Esperaba que Jack estuviese realmente tan preparado como pensaba, porque no podía más, iba a estallar.

- Jack, te quiero.

Jack no podía esperar nada mejor que oir esas palabras. Cuando Chase le llenó con su carne ni siquiera se tensó por la impresión, se aferró a los poderosos antebrazos de Chase y se sintió desvalido, llevado por la marea irrefenable que era el deseo.

Teniendo en cuenta la juventud de Jack, el excesivo deseo que sentían el uno por el otro, y la dolorosa espera de Chase, los amantes no tardaron apenas nada en encontrar el culmen del placer. Chase apenas había empezado a moverse con un ritmo de tambor cuando Jack gritó y le abrazó derramandose entre ellos, cubriendo sus torsos con su esencia. Cuando las paredes de Jack se contrajeron y dilataron sobre su hombría Chase no pudo detener la escalada y empujó con fiereza hasta morder el hombro de Jack para ahogar la vocalización de su placer.

Ambos quedaron exhaustos, Chase se apartó para dejar respirar a Jack sin desplomarse sobre él.

- Jack...

- ¿Mmmh?

- Puedo hacerlo mucho mejor.

Jack no pudo contener una risilla y se volvió apoyando la cabeza sobre el torso de Chase.

- No puedo creer qua haya nada mejor.


Nota de la autora: Siempre lo digo en el último capítulo y creo que nunca dejaré de decirlo, nunca me gusta como me quedan los finales, siempre tardo en escribirlos y jamas me quedo contenta, es como una fobia, me bloquean. Pero bueno, espero que a mis magníficos lectores les guste, y con eso me conformaré. Muchas gracias por todo el apoyo a lo largo de este fanfic, espero no tardar en forjar una nueva historia.