6. UNA CARTA PARA TONKS

Por fin Ginny tenía un plan, Malfoy le iba a pagar lo de Dean. Desde el día en que Malfoy había hecho que Dean la dejara Dean no le había vuelto a hablar, ella lo había intentado un par de veces pero como este no había querido Ginny había llegado a la conclusión de que si no la iba a escuchar, ese chico no la merecía.

Ginny decidió que su plan tendría que esperar hasta el día antes de Navidad, con un poco de suerte Malfoy se quedaría sin pareja para el Baile de disfraces y con un poco más de suerte para siempre. El principal problema era que Malfoy, sinceramente, estaba muy bueno, pero con ayuda de un par de sus amigas, quizás consiguiera lo que se proponía.

Se dirigía Ginny hacía el despacho de Snape, el último castigo con Snape, nadie podía dudar que ese no era un buen día. Llamó al despacho de su profesor y nadie respondió. Volvió a llamar y oyó pasos que provenían de su derecha, miró y vio a Tonks dirigirse hacia ella.

"Me ha dicho Dumbledore que te diga que hoy el castigo lo tendrás que cumplir conmigo porque el Profesor Snape se ha tenido que ir."

"¡Genial!" Dijo la pelirroja mientras sonreía. "Espero que este castigo sea más agradable que los que he estado teniendo."

"Yo tengo a otra persona castigada y me parece que de agradable para ti nada." El para ti le había salido sin querer. Para Tonks esos castigos habían sido bastante malos al principio, pero poco a poco, se había estado haciendo amiga de Malfoy. Era un buen chico cuando no intentaba impresionar a nadie. Y además no le recordaba en nada a su tía ni a Lucius Malfoy. Era muy dulce, muy agradable y hasta sabía decir ¡por favor! Sabía que si hubiera tenido otra familia sería el chico más codiciado de Hogwarts y no solo por su físico como lo era ahora.

"¿Con quién tengo que compartir castigo?" Preguntó Ginny curiosa.

"Con el que hizo que te castigaran" Respondió Tonks.

"¿Puedo hacerlo otro día? Por favor, nadie se va a enterar."

"Lo siento Ginny pero tienes que hacerlo hoy y no hay más que hablar."

Se dirigieron hacia el despacho de Tonks. Cuando entraron Malfoy estaba ocupado con unos papeles, después de tanto tiempo castigado, ya sabía lo que tenía que hacer sin que se lo indicaran.

"Ginny ayuda a Malfoy." Draco levantó la vista incrédulo al oír el nombre de la pelirroja pero de principio no hizo ningún comentario.

Tonks tuvo que salir un momento y entonces Malfoy hizo el esperado comentario.

"¿Qué pasa Weasley, ya no puedes tener contenta a tu profesora favorita?" Dijo con una sonrisa malévola.

"Lo que pasa es que tu profesor favorito ha tenido que salir y como todavía seguía castigada por tu culpa he tenido que venir aquí."

"¡Uy! Siento mucho lo del castigo pero seguro que tu sientes más lo de tu adorado Thomas." Dijo maliciosamente Malfoy. Tenía que recordarle que por su parte la guerra no había acabado y aunque ella no hiciera nada, todavía tenía que hacerle pagar los meses de castigo.

"Mi querido ¿quién?" preguntó Ginny despistada.

"Thomas, bonita, Thomas." Respondió Malfoy molesto porque la niñata le estaba intentando tomar el pelo.

"¡Ah! ¡Es verdad! ¡Qué maleducada fui!" "¡Qué novedad!" Farfulló Malfoy "Se me olvidó darte las gracias." Dijo Ginny amablemente.

"¿Las qué?"

"Las gracias. Me enseñaste lo tonto que era y ya sabes lo que dicen, mejor tarde que nunca." En ese momento volvió Tonks que dijo:

"Ya os podéis ir y espero no tener que volver a veros castigados."

Los dos chicos salieron y se fueron sin volver a dirigirse la palabra.

Hacía mucho que no recibía una llamada de Lord Voldemort, ¿Qué querría ahora? Después de decirle a Dumbledore que mandara a alguien para estar con Weasley se fue sin perder un momento. En 20 minutos llegó y allí estaba Lord Voldemort esperando.

"Hola Snape. Hace mucho que no venías a verme." Dijo mientras registraba la mente de su espía. No vio nada raro así que siguió. "Seguro que Dumbledore no está muy contento contigo últimamente porque hace mucho que no le das ningún informe así que he pensado que lo mejor es que te lleves esto." Le entregó una carta. 2La encontramos en la celda de Black, su querida prima tenía una llave. A nosotros solo nos sirve para que parezca que sigas con ellos. Ahora me gustaría que me dijeras que está pasando en Hogwarts."

"Nada raro señor, lo único que he podido notar es que la prima de Black está en el colegio para proteger a Potter porque no le quita ojo y además Dumbledore ha montado una Navidad muggle para que casi ningún alumno vuelva a su casa en vacaciones porque dice que así están más seguros los alumnos."

"¿Y por qué no iban a estar los alumnos seguros en su casa?" Preguntó Voldemort sabiendo la respuesta pero queriendo oírla.

"Por usted, señor."

"Ahora háblame de la Orden"

"Ahora está más inactiva debido a las medidas que está tomando el ministerio, por decirlo de alguna manera, la Orden está al servicio de lo que quiera el ministerio. Ya no hay reuniones, los informes van o a Fudge o a Dumbledore y si tienen que tomar alguna medida la toman ellos e informan a los implicados. Lo que es peor porque hay a gente a la que no le gusta que le manden, prefieren opinar."

"¿Te han mandado algo desde entonces?"

"Que me siga reuniendo con usted cada vez que pueda y que le saque información."

"Muy bien Snape le dirás a Dumbledore que has venido, hemos hablado de matar muggles, que luego han traído la carta del banco que la he leído y la he roto, cuando te he mandado marchar la has cogido y la has reconstruido. Ya te puedes ir y espero que tu próximo informe sea más productivo."

Snape se inclinó haciendo una reverencia. Lo primero que hizo después de aparecerse en el Bosque Prohibido fue mirar el destinatario del sobre que llevaba. Le dio la vuelta y vio en una clara escritura un nombre: "TONKS". Snape se volvió a preguntar por milésima vez que qué querría Voldemort de ella.

Snape subió al despacho de Dumbledore y le contó su entrevista con todo detalle.

"Creo que quien debe leer la carta es Tonks, nosotros no tenemos ese derecho. "Snape asintió "Yo no voy a bajar a cenar, te importaría dársela." Snape negó con la cabeza y salió del despacho de su amigo.

Tonks bajó rápidamente a cenar, estaba muerta de hambre, se sentó en su sitio habitual a pesar de la sorpresa que se llevó al ver que el sitio de su derecha estaba ocupado por Severus Snape en vez de por Hagrid.

"Buenas noches" dijo con una sonrisa mientras se sentaba "espero que su reunión haya ido bie..." derramó un vaso de agua, se puso colorada, farfulló unas disculpas y lo limpió todo con un movimiento de varita. Snape se acordó de la chica de 17 años que siempre hacía bien sus pociones pero que casi nunca las entregaba porque justo antes tenía un accidente. Esa chica era muy curiosa, si estaba nerviosa no derribaba nada pero en cuanto se calmaba era un peligro andante. Seguramente eso explicaba los pocos accidentes que había habido al principio del curso.

"La reunión ha ido muy bien y por cierto tengo algo para ti" le dijo mientras le tendía el papel por debajo de la mesa. Tonks empezó a leerlo y Snape vio como poco a poco se le encharcaban los ojos, al ver eso se arrepintió de haberse dejado llevar por la curiosidad y no haber esperado a otro momento. De repente Tonks se levantó y se dirigió a la puerta del Gran Comedor. Snape no sabía porque pero la siguió. Iba tan preocupado que no se dio cuenta de que todos los alumnos le miraban con curiosidad. La mayoría se preguntaban que qué le habría hecho a su profesora de defensa.

Snape siguió el ruido provocado por los pasos de su compañera, al torcer una esquina se la encontró sentada en el suelo con la cabeza entre sus piernas. Snape no sabía que hacer, nunca se había tomado la molestia de consolar a alguien pero le dolió ver a su compañera así.

"¿Quién te ha dado esto?" Preguntó Tonks mientras levantaba su cabeza.

"Voldemort, la encontraron en la cámara que tenía Sirius en el banco. ¿Estas bien?" Preguntó suavemente a la vez que daba un paso hacia ella.

"¿La has leído?"

"Ni Dumbledore ni yo queríamos invadir tu intimidad."

"Muchas gracias" Susurró Tonks mientras se secaba las lágrimas con la manga y le daba la carta a Snape quien se sentó al lado de su amiga y empezó a leer una carta que decía así.

Querida Tonks:

Si lees esto supongo que será porque esté muerto.

Quiero que sepas que estoy orgulloso de ser un Black solo porque así he podido ser tu primo. Es un honor tenerte como amiga y más como prima. Sé que no nos conocíamos mucho porque cuando tú acabaste Hogwarts yo ya estaba en Azkaban pero este año te he llegado a conocer bastante bien y te quiero pedir tres favores el primero es que no cambies nunca, el segundo es que cuides de Harry, sólo me tenía a mi y no puedo dejarle solo, Tonks, el tercero es que luches, eres una Black, sé que es un apellido que no se puede llevar con orgullo, quiero que hagas lo posible para que eso cambie aunque ya no vaya a haber más Blacks.

A partir de ahora eres la tutora legal de Harry junto con sus tíos, díselo.

Dile a Harry que le quiero y aplícatelo también a ti.

Sé feliz.

Sirius Black

Snape no sabía que decirle pero ella se hizo cargo de la situación. Le cogió la carta de las manos se levantó y se intentó ir pero Snape la cogió del brazo ella se dio la vuelta y se desahogó en el hombro del mayor enemigo de su primo.

Bueno hasta aquí este capítulo espero que les guste.

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