28. EL ATAQUE
El día pasó muy lentamente para Draco, sentía la necesidad de hablar con Tonks o Dumbledore cuanto antes. Lo primero que vio nada más entrar en el Gran Comedor fue a Ginny tonteando con algún estúpido Gryffindor de séptimo año, apartó la vista sabiendo que ahora lo que menos importaba era la pelirroja. Ese día tenía clase de pociones y Dumbledore las impartió, justo al acabar la clase se acercó para intentar hablar con él pero él llamó a Potter y los dos salieron de la clase hablando amigablemente. Él los miró irse con impotencia pero no se preocupó demasiado puesto que ahora tenía clase de defensa y quizás pudiera hablar con Tonks. El resultado del intento fue igual de desastroso que con Dumbledore solo que esta vez la profesora de defensa salió de la clase hablando con Granger. Después de defensa se fue a comer y por último a la clase doble de herbología. Después de esa clase se vio libre y se dirigió al despacho de la joven auror pero se encontró con Pansy que lo obligó a acompañarla hasta la biblioteca y una vez allí le obligó a estar con ella. Cuando por fin se libró de ella ya eran las siete de la tarde pero aun así se dirigió al despacho de Tonks
Al llegar llamó a la puerta, nadie contestó así que volvió a llamar. Esta vez si que contestaron, la puerta se abrió y vio como una pelirroja salía por ella mientras seguía hablando con Tonks que la sonreía desde el interior del despacho.
"Mañana nos vemos en Hogsmade que si tu tienes que corregir exámenes yo tengo que estudiar y vamos a la tienda de Fred y George" Tonks asintió desde dentro. La pelirroja se volvió y al ver a Malfoy su sonrisa se convirtió en sarcástica y sin decir nada se fue.
"Hola Draco" Dijo Tonks al ver al rubio parado enfrente de ella. "Pasa, siéntate" El chico hizo lo que ella le decía. "¿Qué querías?" Le preguntó con una amable sonrisa.
"Ayer me iniciaron" Dijo sin dudar el rubio. Los ojos de la auror se abrieron como platos. "Soy un mortífago" Ahora Draco se levantó la manga y le mostró a Tonks la marca que le habían puesto la noche anterior.
"Necesito que me cuentes todo, absolutamente todo" Pidió ella. Draco no dudó en esto tampoco y empezó a hablar, le contó todo lo que recordaba intentando no dejarse nada.
"Entonces" Habló Tonks cuando el rubio había terminado su relato "¿No sabes lo que tiene planeado Voldemort?" Él negó con la cabeza triste de no poder servir de más ayuda. "Está bien, no pasa nada" Intentó consolarle "Si sabes algo me lo cuentas, a mí o a Dumbledore" Draco sabía que la conversación había terminado así que se dirigió a la puerta y salió del despacho sabiendo que había elegido un bando de forma definitiva.
Cinco después de que Draco abandonara su despacho la profesora de defensa hizo lo mismo y fue al despacho de Dumbledore.
"Tenemos un problema" Dijo Tonks nada más entrar en el despacho del director.
"¿Cuál?" Preguntó curioso Dumbledore ante lo directa que era Tonks.
"Draco ha sido iniciado" Lo cierto es que a ella no le gustaba irse por las ramas.
"¿Cuándo?"
"Ayer por la noche" Dumbledore no podía creer que el rubio hubiera podido abandonar el castillo sin que le descubrieran.
"¿Desde cuándo lo sabes?"
"Me lo acaba de contar"
"¿Te lo ha contado él?"
"Eso he dicho"
"¿Traía noticias de Severus?"
"Le vio pero Severus no pudo darle ningún mensaje, Bellatrix Lestrange no se lo permitió" El director suspiró. Tonks tenía razón, eso era una mala señal, seguro que querían a Draco para algo y para eso se habían dado tanta prisa en iniciarlo y si le querían para algo seguramente sería para ponerle en primera línea en un gran ataque. Voldemort no desperdiciaría a ningún mortífago bien entrenado para eso.
"Tienes razón, tenemos un problema"
"¿En serio?" Preguntó ella con escepticismo ante la conclusión del director.
"¿Te he hablado de lo que hizo el año pasado Hermione Granger para reunir al ED?" Tonks asintió. "Haz lo mismo, encanta una moneda para que Draco pueda comunicarse con nosotros en el caso de que haya un gran ataque y le avisen en el último momento" Ella volvió a asentir y salió del despacho del director después de que él le dijera que no podía olvidar la reunión que tendría después la Orden en la sala de los menesteres.
Fue a su despacho cogió una moneda y hechizó una moneda, ahora solo tenía que buscar a Draco, dársela y explicarle como funcionaba. Lo que no sabía Tonks es que no iba a ser capaz de encontrar a Draco, al menos dentro del castillo.
Cuando Severus sintió el quemazón en el brazo no se extrañó, lo cierto es que llevaba esperándolo todo el día. Sin prisa pero sin demorarse demasiado se dirigió al salón del castillo donde vio como poco a poco se fue llenando por todos los mortífagos que como él habían sentido la llamada.
El salón ya estaba casi repleto y Severus miraba de un lado a otro buscando mortífagos que por un descuido dejaran algo que les identificara al descubierto, pero era incapaz de reconocer a nadie. Todos los mortífagos llevaban el rostro tapado por las máscaras y las túnicas de todos eran idénticas. Solo había dos mortífagos al descubierto, Colagusano que como siempre estaba al lado de su señor temblando de miedo y el de Bellatrix que dirigía su mirada altanera por todo el salón. Cuando todos los mortífagos empezaron a calmarse y el silencio pareció apoderarse del salón Severus creyó reconocer a Draco, un mechón rubio sobresalía entre su máscara y su capucha, era un mechón Malfoy y de su padre no podía ser porque todavía estaba en Azkaban, poco a poco empezó a acercarse a su antiguo alumno.
"Mis queridos mortífagos" Comenzó a hablar Voldemort con su grave voz "Hoy va a ser un día grande para nosotros. Espero que dentro de cinco minutos como mucho nuestros amigos que por defender la pureza de sangre habían acabado encerrados en Azkaban se reunirán con nosotros acompañados de nuestros aliados naturales, los dementores" Todos los mortífagos miraron alucinados a su señor, todos habían descubierto que ese día iba a pasar algo grande al ver lo lleno que estaba el salón, pero ninguno se imaginaba algo como eso.
Voldemort no tuvo tiempo de seguir hablado puesto que una puerta se abrió y por ella entró una docena de mortífagos, todos ellos escondido tras sus máscaras. Todos los mortífagos se estremecieron al ver en la puerta a los guardianes que custodiaban a sus compañeros, unos cincuenta dementores esperaban en la puerta las órdenes de lord Voldemort, pero sus primeras palabras no fueron para ellos.
"Bienvenidos mis queridos amigos, habéis llegado en el momento justo puesto que iba a comentarle a vuestros compañeros en que consistirá la misión de esta noche" Los recién llegados se arrodillaron y escucharon con atención la misión. "Hoy va a ser el día en el que vamos a acabar con la resistencia. Vamos a atacarla y vamos a destrozarla. Sé de buena tinta que hoy toda la llamada Orden del Fénix se va a encontrar en el castillo de Hogwarts tranquilamente celebrando una fiesta en honor a uno de sus miembros, lo que no saben es que nosotros también estamos invitados a la fiesta" Se rió de su propio chiste "Quiero que acabéis con ellos, con todos ellos, con los sangre sucia, con los traidores de sangre, con todos"
Los mortífagos sabían que las órdenes de su amo habían concluido así que con decisión se dirigieron hacia la salida del salón. En lo que no muchos se fijaron fue en que Voldemort se levantaba de su trono y les seguía. Los que se dieron cuenta se extrañaron ya que él no solía participar en sus batallas.
Draco se estremecía de terror, iba a Hogwarts donde Ginny estaba encerrada sin saber el peligro que corría, tenía que avisar a la Orden pero no sabía como hacerlo y tampoco sabía lo que tendría que hacer una vez que estuviera en la batalla. ¿Pelear con un bando o con el otro? Necesitaba que alguien tomara las decisiones por él, todavía no estaba preparado para tomar ese tipo de decisiones, todavía no era adulto. De repente sintió como una mano le tocaba el hombro, se dio la vuelta y vio los ojos de Snape a través de la máscara, sonrió más tranquilo y siguió andando.
Una vez en las afueras del castillo uno a uno los mortífagos se fueron desapareciendo y apareciéndose en el bosque prohibido, desde donde se veía a Hogwarts que respiraba en paz. El sol estaba desapareciendo por el horizonte y según su tradición los mortífagos se sentaron a esperar que desapareciera por completo para poder atacar en la oscuridad que ellos representaban.
Había buscado por todas partes y era imposible encontrarle, Draco no se encontraba en el castillo. Había ido a la sala común de Slytherin tras hechizar la moneda pero los compañeros de casa de Draco le habían dicho que el rubio había abandonado la sala común con bastante prisa. Entonces Tonks empezó a registrar el castillo, piso por piso, aula por aula, aún así nada, no conseguía encontrarle. Entonces se le ocurrió una idea genial, el mapa del merodeador, seguro que a Harry no le importaba prestárselo.
Ya casi había llegado a la sala común de Gryffindor y al pasar por un gran ventanal se detuvo bruscamente, algo había llamando su atención, había una gran cantidad de gente en las afueras del bosque prohibido. Todavía había la suficiente luminosidad para poder distinguir al grupo que allí se encontraba, un estremecimiento recorrió la columna de Tonks al ver las máscaras y las oscuras túnicas.
Sin dudarlo ni un momento volvió a echar a correr pero ahora cambió su dirección, cinco minutos después se encontraba en la sala de los menesteres. Todo estaba perfectamente decorado para celebrar el cumpleaños de Kingsley, una de las locas ideas de Dumbledore en el momento más inoportuno.
"Hay un grupo de mortífagos en el bosque prohibido" Dijo Tonks sin esperar a que la mayor parte de los allí reunidos se dieran cuenta de su presencia.
"¿Qué?" Preguntó Dumbledore sin querer entender nada.
"Están aquí, son muchos y vienen a por la batalla definitiva" Todos los allí reunidos se levantaron nerviosos cogieron sus varitas y se prepararon para recibir órdenes.
"Tonks ve por Harry, le necesitamos, sin él no podemos derrotar a Voldemort, que coja su capa invisible y el mapa del merodeador. Después avisa a los miembros de la ED que cuando tú y Harry salgáis del colegio que cierren las puertas, que se encierren en el castillo, que protejan las puertas y que se enfrenten a cualquiera que quiera salir para ayudar a cualquiera de los dos bandos" Tonks asintió y salió de la sala no sin antes escuchar como Dumbledore decía "El resto seguirme, el momento definitivo ha llegado"
Tonks volvió a dirigirse a la torre de Gryffindor, al llegar allí dijo la contraseña y entró apresuradamente, vio como Ron y Harry estaban jugando al ajedrez mágico y como Hermione y Ginny se reían de ellos.
"Harry, Ron, Hermione, Ginny venid conmigo" No dejó tiempo a que los muchachos preguntaran porque ella se dio la vuelta y volvió a salir por el retrato de la dama gorda. Ellos la siguieron confusos.
"Harry tienes que venir conmigo, coge tu capa de invisibilidad y el mapa del merodeador" Los chicos seguían mirándola sin comprender "Los mortífagos están en el bosque prohibido"
"¿Y nosotros?" Preguntó Hermione.
"Vosotros vais a buscar a todos los miembros del ED y cuando Harry y yo salgamos vais a cerrar las puertas, no vais a dejar que entre nadie, a no ser que sea un profesor y vais a luchar con cualquiera que quiera salir sin importar a que bando quiera ayudar"
"Nosotros podemos luchar como Harry" Protestó Ron.
"Necesito que protejáis a los niños que estén dentro del castillo, no olvides que son el futuro y tan e incluso más necesarios como cualquier otro" Ron asintió no demasiado convencido. Tonks vio que estaban todos parados sin hacer nada. "¿A qué esperáis?" Preguntó ella impaciente.
"Voy por mis cosas" Dijo Harry mientras atravesaba corriendo el retrato de la dama gorda que no le había pedido contraseña por una vez al escuchar el relato de Tonks
"Ron busca a los de la ED de Gryffindor, yo busco a los de las otras casas y tú Ginny sella las puertas tras Tonks y Harry, nos vemos en el Hall" Se fue corriendo camino de la casa de Ravenclaw mientras que Ron entraba a su sala común.
"¿Y si alguno de los slytherin quiere salir a ayudar a los mortífagos?" Preguntó la pelirroja a Tonks
"No se lo permitáis aunque tengáis que dejarle inconsciente, aunque tengáis que matarle"
"¿Y si no podemos impedirle salir?" Volvió a interesarse la pelirroja.
"Proteged al resto"
"Habrá algún estudiante ahí fuera a parte de Harry"
"Supongo que habrá algún hijo de mortífago que ya haya sido iniciado como Draco" Ginny iba a decir algo pero Harry las interrumpió.
"¿Nos vamos?" Tonks asintió y los tres empezaron a correr camino a la puerta del castillo. Cinco minutos después ya habían llegado a las puertas. Harry y Tonks las cruzaron. Tonks ayudó desde fuera a Ginny a cerrar las puertas miró a su amiga a los ojos y la sonrió sabiendo que quizás fuera la última vez que la viera, que la batalla final había comenzado.
Al lado del bosque los mortífagos se levantaron y empezaron a andar hacia el castillo mientras Voldemort les miraba con orgullo sin saber que en el castillo ya se habían puesto las defensas en marcha. Draco notó como alguien se acercaba a él y le cogía del hombro y le obligaba a seguirle. Sin decir nada siguió al que sabía que era su padre, lo único que hizo fue mirar a Severus que desde debajo de su máscara le miraba preocupado, con una sonrisa, que su amigo no pudo ver pero que si correspondió, se despidió porque sabía que la batalla final había comenzado.
¡Hola! Siento mucho haber tardado tanto en actualizar pero he estado muy liada y a veces es imposible sacar tiempo e inspiración para escribir. El 24 termino los exámenes y voy a intentar subir un capítulo esa semana pero no prometo nada. Ya es definitivo, quedan 3 capítulos y espero poder subirlos antes de desaparecer en verano de la civilización y de los ordenadores.
Me gustaría dedicarles este capítulo a todas las personas que en algún momento me han dejado un review, porque sin ellas no hubiera podido llegar hasta aquí. Y que aunque no los conteste leo los reviews anónimos y los tengo muy en cuenta.
Cuando tenga tiempo quiero escribir un one-shot, aceptó sugerencias sobre las parejas.
Muchas gracias por leer hasta aquí y no olvidéis dejarme un review. Besos
