29. LA BATALLA FINAL

Ginny cerró la puerta tras Tonks y Harry, esperó cinco minutos y la volvió a abrir, asomó su cabecita y al ver que no había nadie salió. Selló la puerta con un hechizo que impedía que alguien que no tuviera sangre Weasley por las venas la abriera como le había dicho Hermione que hiciera. No sabía muy bien porque estaba haciendo esa locura, solo sabía que tenía que encontrar a Draco. A pesar de cómo se había portado con ella, a pesar de que a veces sentía que le odiaba, tenía que encontrarle porque si Tonks sabía que le habían iniciado eso solo podía ser porque él se lo había dicho y si él se lo había dicho era porque no quería ser mortífago, porque estaban en el mismo bando

La mejor forma de llegar hasta los mortífagos sin ser vista era acercarse a ellos por el campo de quidditch y hacia allí se dirigió. Notaba como sus piernas temblaban de miedo pero aún así sujetaba su varita con coraje, incluso estaba dispuesta a matar si hacía falta.
Estaba entrando en el campo de quidditch cuando vio como dos figuras se acercaban a ella. Un escalofrío recorrió su cuerpo cuando vio las máscaras que les cubrían los rostros. De repente oyó una voz, que nunca había sido capaz de olvidar, la voz del que había intentado matarla en su primer año dándole ese maldito diario.

"Vaya, vaya¿qué tenemos aquí? Una Weasley"


Draco siguió a su padre con asco, no quería estar cerca de él nunca más, no después de lo que le había obligado a hacer, si no hubiera sido por él ahora mismo estaría en el castillo, muerto de miedo por el ataque de los mortífagos pero por lo menos no estaría en el bando de los asesinos. Se separaron un poco del grupo de los mortífagos. Su padre le cogió del hombro y le dijo con orgullo:

"Tenemos una misión muy especial, hijo. Tenemos que llevarle a Potter al Señor Oscuro y si no podemos llevarle vivo, tenemos que llevarle muerto" Draco podía imaginarse la perversa sonrisa que tendría su padre tras la máscara.

"Estará dentro del castillo. Vayamos por el campo de quidditch" Ordenó el joven a su padre. Lucius Malfoy siguió a su hijo sin rechistar orgulloso del carácter que demostraba el heredero de los Malfoy. Ya casi estaban saliendo del campo cuando Draco vio como una figura se acercaba hacia ellos. Un escalofrío recorrió su cuerpo cuando la reconoció y oyó como su padre decía:

"Vaya, vaya¿qué tenemos aquí? Una Weasley"


Severus sabía que tenía que avisar a la Orden para que el ataque no les pillara de sorpresa, así que tras ver como Lucius arrastraba a su hijo se fue alejando poco a poco del grupo de mortífagos que estaba esperando la orden de su Señor. No sabía como iba a entrar en el castillo, todos los alumnos se lanzarían a su cuello, lo mismo que la mayoría de los profesores. Tenía que encontrar a Tonks, a Remus o a Albus antes de que fuera demasiado tarde.

Tonks y Harry salieron del castillo intentando no ser vistos, ambos sabían que Voldemort se encontraría en la retaguardia mirando con placer la batalla que acababa de empezar entre los mortífagos y los miembros de la Orden. Todos estaban demasiado ocupados intentando sobrevivir y llevarse a la tumba a gran parte de los enemigos que no se dieron cuenta de otro pequeño enfrentamiento.

"Un mortífago" Susurró Harry a Tonks al ver como alguien se acercaba. La auror preparó la varita dispuesta a proteger con su vida a Harry si era necesario.


"Vaya, vaya¿qué tenemos aquí? Una Weasley"

Ginny sujetó la varita con fuerza mientras Draco hacía lo mismo, preparado para intervenir en cualquier momento. Ginny le dirigió un expelliarmus a Lucius Malfoy pero él era más rápido y desarmó a la joven pelirroja. Ella les miró altivamente mientras sonreía demostrando un valor que en realidad no sentía. "Crucio" Gritó el mortífago haciendo que Ginny cayera al suelo por el dolor. Lucius la miraba con una sonrisa satisfecha, pero no era suficiente, quería disfrutar más así que le dijo a su hijo:

"Mátala" Draco le miró asombrado mientras Ginny escondía la cabeza entre sus piernas para que ninguno de los dos rubios viera las lágrimas que resbalaban por sus mejillas. Draco tomó la decisión, era ahora o nunca. Con calma pronunció las palabras de la maldición asesina. Ginny se estremeció al oír perfectamente sus últimas palabras pero aún así no se atrevió a levantar la cabeza, vio una luz verde y luego... nada. No sentía dolor, no sentía como su alma salía de su cuerpo, no se sentía muerta, lo que sí sintió fue como una dulce mano le acariciaba el pelo. Por fin se atrevió a moverse y al levantar la cabeza vio como Draco la miraba con una sonrisa triste:

"¿Estás bien?" Le preguntó mientras con ternura le secaba las lágrimas. Ella simplemente asintió incapaz de decir nada. Draco le tendió la mano y la ayudó a levantarse. Una vez que estuvo de pie se lanzó a su cuello llorando mientras él la abrazaba intentando calmarla.

"Creía que me ibas a matar" Dijo ella por fin entre sollozos.

"Nunca sería capaz de matarte" Contestó él con cariño. "Por cierto¿qué haces aquí afuera?" Le preguntó él.

"Me dijo Tonks que estabas fuera y yo salí a buscarte"

"Estás loca" Le dijo él abrazándola más fuerte. "Volvamos al castillo" Le ordenó mientras se soltaba del abrazo de la pelirroja y la cogía de la mano obligándola a seguirle.


Tonks preparó su varita y cuando el mortífago estuvo a su alcance lanzó un expelliarmus que dio a Severus en el pecho haciendo que saliera disparado.

"No te muevas" Le dijo a Harry mientras se acercaba al mortífago dispuesto a acabar con él de una vez por todas. Al ver Severus como Tonks se acercaba dispuesta a lanzarle otro hechizo se quitó la máscara. Los ojos de la auror se abrieron como platos.

"No sabía que eras tú" Le dijo mientras le tendía la mano para que se levantara.

"Eso espero" Le contestó él con una sonrisa.

"¿Y la Orden?"

"Ya están luchando"

"¿Y vosotros?"

"Vamos a por Voldemort"

"Seguidme" Dijo Snape mientras comenzaba a andar con su varita en la mano.

"Vamos Harry" Dijo la auror. Harry no se había perdido de vista la escena y no se podía creer lo que acababan de ver sus ojos.

"Yo contigo no voy a ningún sitio" Le contestó el gryffindor mientras la apuntaba con la varita. Snape se dio la vuelta al oír a Harry.

"Deja de hacer el tonto Potter" Le ordenó.

"Tú eres un mortífago y ella es una traidora. He dicho que no voy a ningún sitio"

"Nunca aprenderás¿verdad Potter? El único traidor que hay aquí soy yo y no estoy traicionando precisamente a Albus"

"Pero Dumbledore dijo..." Empezó Harry dudando de lo que había pensado.

"Hubiera estado bien que Albus le dijera a los hijos de los mortífagos que yo era su aliado, seguro que ahora mismo Voldemort me estaba poniendo un altar" Dijo con sarcasmo el antiguo profesor de pociones.

"Un mortífago mató a mi primo, no tengo otra cosa mejor que hacer que ser su aliada" Añadió Tonks harta de la conversación. "Ahora Harry, síguele" Ordenó furiosa.

Harry por fin, aunque con cierta duda les siguió.


Ginny y Draco estaban ante las puertas del castillo. La pelirroja iba a abrir la puerta cuando Draco la cogió del brazo y la besó con pasión dejándola los labios enrojecidos. En un primer momento ella se dejó hacer pero enseguida se separó.

"Ahora no es el momento Draco" Le dijo la pelirroja atónita ante el comportamiento del rubio pues ahora se estaba quitando la túnica y desordenándose la camisa. "¿Qué haces?" Le preguntó Ginny puesto que en ese momento el rubio la estaba desordenando el pelo y la camisa a ella.

"Los slytherins querrán una explicación por mi ausencia" Ginny entendió las intenciones del rubio.

"Mi hermano te mata" Añadió la pelirroja, él se encogió de hombros y Ginny abrió la puerta.

La primera persona que vieron fue a Hermione que les esperaba con la varita en alto. "¿Estás bien?" Le preguntó a Ginny mirando con desconfianza al rubio.

"¿Algún problema?" Preguntó la pelirroja tras asentir suavemente con la cabeza.

"Los slytherins" Dijo la castaña mirando acusatoriamente al rubio.

"Yo me encargo de ellos" El rubio se fue hacia el Gran Comedor.

"¿Qué ha pasado?" Preguntó Hermione mirando la ropa de Ginny.

"Ya te contaré. Vamos al Gran Comedor"

"Tu hermano le va a matar"

"Pues vamos a evitarlo" Añadió la pelirroja.
Draco entró en el Gran Comedor y se acercó a la mesa de los slytherins. Todos aparentaban cansancio y parecían haber luchado contra los antiguos miembros de ED que todavía les tenían apuntados con las varitas.

"¿Qué ha pasado aquí?" Preguntó el rubio mientras se sentaba tranquilamente.

"Hemos intentado salir de aquí para ayudar a nuestros padres mientras tú te revolcabas con alguna" Le dijo Pansy furiosa.

"Sois estúpidos" Les dijo Draco altanero. Zabinni se levantó furioso y le sujetó por los cuellos de la camisa amenzadoramente.

"¿De qué hablas?"

"Que el Señor Oscuro no nos quiere ahí fuera"

"¿Y tú como lo sabes?" Draco se levantó la manga de la camisa, enseñando a sus compañeros la marca que ensuciaba su brazo. Todos le miraron alucinados. "Y ahora, os estáis quietecitos y dejáis de molestar"


Ya habían llegado a la entrada del bosque prohibido desde donde Voldemort miraba con una sonrisa la batalla. A su derecha se encontraba Bellatrix que tenía la misma sonrisa que su Señor, a su izquierda estaba Colagusano que miraba la batalla como una rata asustada. Al ver llegar a Harry, Tonks y Snape, Voldemort sonrió.

"Encargaros de ellos" les dijo a sus dos vasallos. Bellatrix se acercó a Snape con una sonrisa mientras que Colagusano se acercó a Tonks suspirando resignado por su destino, por lo menos no tendría que luchar con Snape.

Tonks le envió dos hechizos a Colagusano que ante el poder de la auror se desmayó. Aunque tardó poco en librarse del mortífago no pudo oír la conversación entre Bellatrix y Severus.

"Sabía que llegaría el día en el te reconocerías como un traidor"

"Me alegro ser yo el que te va a matar Bellatrix, va a ser un placer" Le contestó él con una sonrisa.

"Eso habrá que verlo porque nunca ha habido ningún mortífago mejor que yo" El hechizo que lanzó en ese momento Bellatrix dio en el blanco y Severus salió disparado por los aires por segunda vez esa noche. Bellatrix sonrió y se acercó al antiguo profesor de pociones cuando oyó:
"Mejor ser un buen auror que el mejor de los mortífagos" Bellatrix se dio la vuelta para enfrentarse a su sobrina pero no tuvo tiempo ni para mirarla a la cara porque la maldición asesina salió de la varita de la auror vengando así la muerte de Sirius.

Tonks con un rápido movimiento de varita acercó a Severus la suya y ambos se acercaron a Harry y Voldemort que en ese momento habían dejado atrás las palabras obligando nuevamente a sus varitas a enfrentarse. Un estrecho rayo dorado unía las dos varitas, estaban encerrados en una red dorada en forma de campana, una especie de jaula de luz. Tanto Tonks como Severus sabían perfectamente que era lo que había pasado, priori incantatem. Se quedaron mirando como Voldemort dominaba la situación, los guijarros de luz se acercaban lentamente a la varita del joven Potter y veían impotentes como la varita de Harry vibraba sin que el gryffindor pudiera hacer nada para evitarlo.

De repente ambos entendieron la profecía, Harry no tenía que luchar solo esa batalla, ellos tenían que ayudarle. Se miraron y asintieron. Dirigieron sus varitas a la espalda de Harry y ambos susurraron lo mismo. Era un hechizo muy antiguo que servía para dar su energía a quien recibiera el hechizo. Un rayo azul salió de ambas varita directo a la espalda de Harry. De repente Harry sintió como si su magia se multiplicara, se sentía capaz de vencer a cualquiera, incluso a Voldemort. Los guijarros de luz que casi habían tocado su varita cambiaron de sentido y se dirigieron a gran velocidad hacia la varita de Voldemort que miraba furioso al traidor y a la última de los Black.

Cuando los guijarros tocaron su varita, empezaron a salir sus anteriores víctimas, poco a poco iban saliendo personas de su varita mientras que él intentaba no soltarla a pesar de las fuertes vibraciones y del calor que desprendía la varita. Habían salido diez personas de su varita cuando no pudo evitar soltarla. Una gran fuerza le hizo salir disparado, se chocó contra el árbol que tenía en su espalda.

Harry se acercó a él con una mirada de odio, estaba tan concentrado que no oyó como Snape y Tonks se desplomaban tras el gran esfuerzo de ayudarle. Estaba a dos pasos del grandioso Voldemort, del-que-no-debe-ser-nombrado, del Señor Oscuro y Harry solo veía el miedo en sus ojos, pero él no se iba a dejar engañar por ese temor aparente. Era el momento, había llegado el fin de la guerra.

"Avada Kedavra"


¡Hola¿Qué tal todo el mundo? Primero pedir disculpas por el retraso porque dije que iba a subir el nuevo capítulo hace un mes y aquí estoy subiéndolo ahora. Tengo buenas excusas como esa de que se me rompió el portátil en el que tenía escritos los tres capítulos que faltan, la vida es muy dura, ya lo sabemos todos. Ahora quiero confesar una cosa, sino hubiera sido por las CINCO personas que utilizaron un poquito de su tiempo en dejarme un review no hubiera subido el capítulo porque es bastante desmoralizante que según fanfiction hayan entrado 170 personas en el capítulo y que CINCO personas solo te hayan dejado review. Este capítulo quiero dedicárselo por lo tanto a: leodyn, sakura shidou, clau, amsp14, honeybeem.

Respecto al fic como os habréis podido dar cuenta se está acabando, quedan solo dos capítulos y espero poder subirlos pronto, depende de las ganas que tenga de escribir que son directamente proporcionales al número de reviews. Así que ya sabéis, si queréis que suba pronto el próximo capítulo dejadme muchos reviews diciéndome su opinión sobre la historia (pensaréis que parece un chantaje, yo os digo: es un chantaje)

Por si no lo subo antes de irme a mi pueblo de la prehistoria: FELIZ VERANO.