30. ¿ODIO¿AMOR?

Harry se acercó lentamente al cuerpo inerte de Tom Ryddle, su cara estaba contraída por el miedo y Harry supo que estaba muerto. Se dio la vuelta y vio que Tonks y Snape estaban desmayados no muy lejos de él. Ninguno de los dos le preocupaba, lo que verdaderamente le preocupaba era la batalla que estaba transcurriendo enfrente de él. Mortífagos y miembros de la Orden se seguían lanzando maldiciones a diestro y siniestro. Los aurores eran atacados por los seguidores del Señor Oscuro que no sabían que su Señor estaba muerto, que ya no tenían nada por lo que luchar. Era él el encargado de acabar con la sangrienta lucha. Tenía que hacer saber a todos que Voldemort estaba muerto.

Sonriendo pronunció el encantamiento que había aprendido en su primer año en Hogwarts:

"Wingardium Leviosa" Moviendo lentamente su varita comenzó a elevar el cuerpo de Voldemort y a acercarlo a la batalla. Los mortífagos miraban aterrados el cuerpo muerto de su antiguo señor mientras que los aurores sonreían ante la imagen. Poco a poco los mortífagos que aún vivían iban desapareciendo despejando el campo que había sido testigo de la cruenta batalla. Decenas de cuerpos estaban tendidos, unos heridos y otros sin vida. Los aurores y miembros de la Orden supervivientes empezaron a buscar a sus seres queridos entre los vivos y más tarde entre los cuerpos tendidos.

Harry vio como la profesora McGonagall se acercaba a él corriendo, veía las lágrimas en sus ojos pero con una expresión fría le preguntó si estaba bien, al asentir el muchacho ella le ordenó que volviera al castillo y se acercó lentamente a Severus y a Tonks que no habían recobrado la consciencia.

Molly Weasley le abrió la puerta del castillo tras darle un gran abrazo, lloraba, cinco de sus hijos habían participado en la batalla y no tenía noticias de ellos, estaba aterrada. La entrada del castillo estaba vacío así que se dirigió cansado hacia el Gran Comedor. Cuando entró en él oyó que alguien le llamaba por su nombre y sintió como alguien le abrazaba. Él se hundió en el abrazo de la pelirroja contento de volver a verla una vez más, no notó como una fría mirada gris se clavaba en ellos.

La mayoría de los slytherins se levantaron fijando su mirada en Potter ya que sabían que había estado en la batalla y que seguramente habría visto la victoria de uno de los dos bandos. Draco apenas tuvo tiempo de reaccionar, un hechizo salió de la varita de Pansy directa a la espalda de la pelirroja cuando el rubio conjuró un campo de fuerza que protegía a la pareja.

Ante la rara sensación del campo de fuerza Ginny y Harry se dieron la vuelta y miraron a los slytherins que seguían apuntándolos con las varitas.

"Se acabó" Dijo Harry con una sonrisa burlona "Esta varita" dijo elevando su varita ante la mirada asombrada de todos los alumnos "me ha ayudado a matar al-que-no-debe-ser-nombrado, pero¿por qué temer a un muerto? Me ha ayudado a matar a Voldemort"

Muchos alumnos se estremecieron al oír ese nombre pero se alegraron ante la noticia. Inmediatamente después los miembros del ED detuvieron a todos los que apuntaban al niño que vivió con la varita.

"¿Es cierto?" Le preguntó Ginny a Harry mientras sus ojos brillaban de la emoción. Él asintió feliz por poder dar esa noticia. Ginny le volvió a abrazar y más tarde sintió como lo hacían Hermione y Ron. Ninguno de los cuatro vio como un rubio abandonaba el Gran Comedor triste a pesar de la victoria.


Severus sentía un gran dolor de cabeza, lo último que podía recordar era como Tonks y él habían dado su energía a Harry, pero no era capaz de acordarse de nada más. Al darse cuenta del peligro que aún corrían se incorporó corriendo. Sintió una gran sorpresa al ver que estaba en la enfermería y que la señora Pomfrey le miraba con una agradable sonrisa.

"¿Qué ha pasado?" Consiguió preguntar a pesar del mareo que le había dado al incorporarse tan bruscamente.

"Se acabó todo, Harry consiguió matar a Voldemort y los mortífagos que todavía estaban vivos huyeron" Severus asintió y empezó a mirar a su alrededor. Todas las camas de la enfermería estaban ocupadas, no había ningún visitante porque la enfermera de Hogwarts no quería que molestaran a sus pacientes.

Vio un par de cabelleras rojas en las camas, también le pareció ver a Lupin y a Kingsley en otras camas. Se empezó a desesperar al no ver a quien estaba buscando. Intentó levantarse pero la señora Pomfrey se lo impidió empujándole para que se volviera a tumbar, él se sentía tan débil que ni siquiera una protesta salió de sus labios mientras sentía el miedo recorrerle por todo su cuerpo, no sabía lo que iba hacer si ella no estaba bien, una cosa tenía clara, ahora no podía vivir sin ella. Volvió a desmayarse.


Ginny vio como su madre se acercaba corriendo hacia ella y la aplastaba entre sus brazos mientras lloraba. Le daba miedo preguntar pero al final lo hizo:

"¿Cómo están todos?" Ron que estaba cerca de su madre y su hermana atendió a la respuesta de la señora Weasley:

"Papá y Bill están en la enfermería, los gemelos y Charlie está bien, pero... pero... Percy..." No pudo seguir porque el llanto se lo impedía. Ron y Ginny comprendieron lo que había pasado con el joven Weasley y no preguntaron nada más, solo abrazaron a su madre intentando consolarla.

Por fin entró en el Gran Comedor un profesor, McGonagall se acercó a la mesa de los profesores y con un sencillo hechizo aumentó el volumen de su voz para que todos la oyeran.

"Aunque muy pocos de los que estáis aquí habéis sido testigos de lo que ha pasado fuera ha habido una gran batalla, me gustaría poder llamarla la batalla final porque el-que-no-debe..." de repente se interrumpió al acordarse de que el antiguo director de Hogwarts siempre decía que era estúpido tenerle miedo a un nombre, ahora tenía que respetar su memoria "... porque Voldemort ha muerto" Los alumnos ya sabían la noticia porque se la había comunicado Harry "Pero esa muerte ha implicado otras muertes como la de Dumbledore. Aún así todos tenemos que seguir adelante, esta batalla ha sido el principio de la paz"

El anuncio de la muerte del director dejó a todos sin palabras pero sabían que la profesora de transformaciones tenía razón, había que seguir adelante. Mientras la nueva directora se acercaba a los slytherins para encerrarlos hasta que supiera quien había querido ayudar a los mortífagos Ginny se separó de su madre y sus amigos para buscar a Draco antes de que se lo llevaran con el resto de los slytherins pero no pudo encontrarle, había desaparecido sin dejar rastro y Ginny no pudo evitar preocuparse.


Harry también había abandonado el Gran Comedor y estaba sentado en la enfermería, al lado de la cama de Snape que seguía desmayado. Había conseguido entrar a pesar de la oposición de la señora Pomfrey, pero ni siquiera ella podía negarle nada a quien había acabado con Lord Voldemort.

Por fin Snape empezó a moverse y a abrir los ojos. Se incorporó y miró asombrado a Potter.

"¿Cómo está, profesor?" Le preguntó el muchacho.

"Bien" Contestó Severus sin comprender que hacía allí, pero Harry no se hizo mucho de rogar.

"Quería darle las gracias"

"No tienes que agradecerme nada, hice lo que tenía que hacer"

"Quiero hacerlo" Le interrumpió Harry "Gracias por salvarme el primer año, gracias por haberme protegido todos estos años y gracias por ayudarme hoy, sin usted no habría podido vencer a Voldemort"

Harry vio algo que le asombró, Snape estaba sonriendo y lo que era increíble era que la sonrisa estaba dirigida a él.

"Ha sido un placer Potter" Le contestó el profesor de pociones.

"Harry" Dijo el muchacho.

"¿Qué?" Preguntó confundido el profesor.

"Llámame Harry" Le contestó el pelinegro mientras se levantaba. Iba irse cuando Severus le llamó:

"Pot... Harry si quieres algo solo dímelo¿vale?" Harry asintió y se iba a ir cuando Snape dijo algo que hizo que sonriera: "¡Ah! Y mi nombre es Severus"

Severus se quedó mirando con una sonrisa a Harry, sorprendido de descubrir que no era como su padre y que incluso era un buen chico. En ese momento se acordó de Tonks y como la señora Pomfrey no estaba cerca, se levantó y empezó a buscarla por todas las camas.

Por fin la encontró, estaba en la cama más alejada de la suya y estaba dormida con una tierna sonrisa en los labios. Él se sentó a su lado, no quería despertarla, solo quería observarla. Pero cinco minutos después de que se sentará en la silla ella empezó a moverse.

Él la miró preocupado, pero sonrió al ver que abría los ojos. Tuvo una reacción muy parecida a la que había tenido él, se incorporó rápidamente y él notó como se mareaba ya que cerró los ojos muy fuerte pero enseguida los abrió para enfrentarse a lo que fuera con coraje.

Al verle sentado a su lado sonrió, pero aún así intento levantarse. Él se lo impidió empujándola hacia atrás.

"¿Qué ha pasado?" Preguntó confundida.

"Todo se ha acabado" Le contestó Severus aunque él todavía no sabía que era lo que había ocurrido.

"¿Y Harry?" Volvió a interesarse Tonks.

"Está bien" Le aseguró el profesor de pociones.

"¿Estás seguro?" Preguntó de nuevo la profesora de defensa.

"En realidad no" Dijo él pensativo.

"¿Qué le pasa?" Tonks se volvió a incorporar.

"¡Me ha pedido que le llamara Harry!" Dijo en tono asombrado Severus.

"Eres tonto" Afirmó Tonks antes de volver a desmayarse.

Severus volvió a mirarla con una sonrisa, lo cierto es que era preciosa.


Draco subió a la torre de astronomía. Se sentía fatal, había matado a su padre pero eso no hacía que sus entrañas se revolvieran con angustia. No podía sacar de su cabeza la imagen de su Ginny abrazando a Potter. Se había quedado solo, su padre estaba muerto, su madre no le perdonaría haber matado a su padre, sus amigos, por llamarlos de alguna manera estaban detenidos y sabían que él era un traidor y por último solo quedaba Ginny que seguro que ya no querría saber nada de él, ya tenía a Potter.

Miró a los campos de Hogwarts y vio desolación, muerte, horror, miedo... así se sentía él. Oyó como alguien entraba en la torre, se dio la vuelta lentamente y vio a Potter.

"Hola" Dijo el moreno.

"Hola" Contestó el rubio asombrado del saludo.

"La mayoría de los slytherins han sido detenidos" Le informó Harry.

"Ahora bajo para que me detengan a mí también, además me pueden detener por dos cosas, por ser slytherin y por ser mortífago" Dijo el rubio mientras miraba por última vez las decenas de cuerpos que estaban esparcidos por Hogwarts.

"Tú no vas a ser detenido" Harry se puso al lado del rubio.

"¿Por qué¿Me vas a matar?" Lo cierto era que así le hacía un favor al rubio.

"No. Nunca haría daño a quien salvó a Ginny" Draco no dijo nada, solo suspiró, Potter debería estar contento de que hubiera salvado a su noviecita. "Te debe estar buscando" Añadió el pelinegro.

"¿A mí?" Preguntó el rubio asombrado.

"No iba a buscar a quien considera su hermano mayor" Draco sonrío y se dirigió hacia la puerta. "Draco" Le llamó "Como la hagas daño te mato"

"Gracias Harry" Contestó el rubio.

Salió a buscar a la pelirroja y sabía donde encontrarla. Se dirigió a la sala común de slytherin y allí se la encontró, dándole patadas a la estatua que encerraba su sala común.

"Claro que no me sé la contraseña pero quiero entrar¿me oyes? Quiero hablar con alguien que seguro que está ahí dentro y tarde o temprano te vas a cansar de mí y me vas a abrir así que haznos un favor y déjame pasar ya"

"Es tan cabezona como tú y no te va a abrir" Le dijo el rubio divertido por la situación.

"Hola" Dijo la pelirroja al volverse.

"Hola" Contestó él.

"Creí que te habías ido"

"¿Adónde?" Preguntó alucinado Draco.

"Con los mortífagos"

"¿Qué hago yo con ellos si no hay ninguna mortífaga tan guapa como tú?" Le preguntó con cariño mientras se acercaba a ella y la abrazaba con fuerza.

"Tenía miedo de que lo hubieras hecho, no sé que habría hecho sin ti" Le confesó la pelirroja sonrojada.

Draco cogió la barbilla de Ginny con cariño y la levantó obligándola a mirarle a los ojos. "Te quiero Gin"

"Yo a ti también" Le dijo ella antes de besarle con cariño.


"Me aburro" Dijo Tonks a Severus que la sonreía divertido. "Quiero salir de aquí"

"Pero la señora Pomfrey ha dicho..."

"Después de enfrentarme a mortífagos y al mismo Lord Voldemort la señora Pomfrey no me da miedo" Dijo la profesora de defensa levantándose. "¿Vienes o te quedas?" Le preguntó a Severus que la miraba alucinado.

"Voy, voy" Dijo el profesor de pociones siguiéndola.

Salieron a los jardines que todavía tenían restos del horror que allí se había vivido. Pero Tonks solo pudo ver a dos jóvenes, uno rubio y la otra pelirroja, que iban de la mano hablando animadamente. Al verles les saludaron alegremente y Tonks y Severus les respondieron con cariño.

"¿Quién pudiera tener su edad?" Le dijo Tonks a su acompañante.

"Yo nunca había sido tan feliz como lo soy ahora" Dijo él como respuesta todavía mirando a sus alumnos.

"Yo tampoco" Contestó ella mientras le miraba. " Por cierto Severus" Llamó la atención del profesor de pociones. "Te quiero"

"Yo también te quiero Nymphadora" La iba a besar pero ella se apartó y le dijo:

"Ni cuando tú lo dices suena bien, que nombre más horrible"

"Entonces me tendrás que tener ocupado para que no lo diga nunca"

"Hecho" Dijo ella mientras se acercaba a besarle.


Ninguna de las parejas eran testigos de que estaban siendo observados. McGonagall sonreía preguntándose en que momento habían pasado del odio al amor.


¡Hola a todo el mundo! El penúltimo capítulo, sé que parece el último pero quiero añadir un epílogo que espero que también leáis.

Como esta vez he recibido muchos reviews he decidido subir rápido el capítulo y aquí estoy, para que veáis que los reviews también tienen su recompensa.

Esto es casi el final y me gustaría muchísimo saber vuestra opinión, las oportunidades de dejarme un review se están acabando y no quiero que os quedéis con las ganas, así que aprovechar, es el momento. Solo quedan 19 reviews para llegar al 200, reconocer que queda mucho mejor 200 que 199 y a mí me haría mucha ilusión y sin vosotros no puedo llegar.

Yo creo que no tengo que decir nada más solo que gracias por la paciencia si has leído hasta aquí porque corto no es.

Muchos besos a todos.