Hola!

Bueno acá está (finalmente!) el sexto capítulo.Mil perdones por no haber actualizado antes, entre el colegio y que no encontraba inspiración me costó escribirlo. Pero acá está y ojalá que les guste. Este capítulo va dedicado a mi amiga Naki que me ayudó a escrbirlo. Te pasaste!

Disclaimer: Beyblade no me pertyenece, solo al trama y Mei Hiwatari. Akemi lepertenece a mi amiga Akemi-keitomi y Nakima pertenece a mi amiga Nakima Sankatsu.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Capítulo Seis, Una noche en el club...

Había pasado una semana desde las batallas y habían transcurrido sin novedad. Tala y Kai entrenaban a diario con los Bladebreakers y otro tanto en la mansión. Mei y Akemi entrenaban de vez en cuando en la mansión y salían con Nakima.

Esa tarde, era una soleada tarde de verano y los hermanos Hiwatari junto con Akemi y Tala, se encontraban entrenando en el patio. Tala y Kai estaban batallando y Akemi practicaba su lanzamiento.

Mei, por su parte, estaba sentada en el suelo, algo alejada, con las piernas cruzadas, ojos cerrados y sus manos sobre sus rodillas, como si estuviera meditando. Frente a ella, su beyblade esquivaba unas latas en forma de zigzag una y otra vez haciendo múltiples piruetas.

Tala, quien había terminado su batalla con Kai, se acercó a ver lo que hacía la chica.

"¿Cómo puedes dirigir tu beyblade si no ves el camino?" le preguntó a Mei. Ésta se mantuvo en silencio un rato antes de contestar fríamente, su beyblade continuando su rutina:

"Sí veo el camino" dijo sin molestarse en abrir sus ojos, con una actitud digna de su hermano.

Tala, algo molesto y confundido por la conducta de la peliazul, preguntó duramente "¿Cómo puede ser?"

Mei abrió un ojo para mirarlo y lo volvió a cerrar. El pelirrojo vio como la joven levantaba la mano y atrapaba su beyblade fácilmente. Luego abrió sus ojos, se levantó y dirigió su mirada al chico.

"Kurai y yo somos una" dijo monótonamente.

"¿Qué?"

"Quiero decir que Kurai y yo estamos unidas" dijo algo irritada.

Al ver la cara de confusión de Tala, Mei soltó un suspiro de frustración y se golpeó la cara con la mano en señal de desesperación.

"Lo que intento explicarte es que lo que yo siento lo siente Kurai, mi fuerza es la fuerza de Kurai" dijo como si le estuviera explicando a un niño pequeño.

"No tienes porqué hablarme en ese tono" dijo Tala fríamente y frunciendo el ceño.

Al ver la expresión del ojiazul, Mei abandonó de inmediato su actitud fría y empezó a reír.

"¿Qué te parece tan divertido?" preguntó éste molesto.

"Lo siento, lo siento" dijo Mei entre risas "Es que pareces un niño pequeño cuando pones esa cara"

Tala esperó pacientemente a que Mei dejara de reír. Cuando está se calmó lo miró de nuevo y le sonrió.

"Perdón por haber actuado tan pesada, es que no me gusta que me interrumpan mientras practico. No era mi intención molestarte" Luego se acercó un poco más al chico y puso cara de niñita buena "¿Me perdonas?" Tala seguía con expresión de pocos amigos así que la chica decidió poner cara de perrito triste "¿Por favor?"

Al ver esto, Tala no pudo más que sonreír levemente. La chica le devolvió el gesto.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Al terminar su pelea con Tala, Kai decidió ver en que estaban las chicas. Su hermana parecía estar meditando y decidió no molestarla por su propio bien. Luego se fijó en la pelirroja.

Akemi practicaba su lanzamiento una y otra vez pero no parecía satisfecha con los resultados. Lanzaba su beyblade con todas sus fuerzas, sin embargo, este perdía velocidad después de unos segundos.

"Maldición" murmuró la chica en lo que debió de haber sido como su vigésimo intento, su beyblade volviendo a su mano.

Kai miraba todo esto algo divertido aunque no lo mostraba. Después de un rato, decidió ayudar.

"¿Qué te pasa?" preguntó.

"Como si te importara" gruñó la pelirroja molesta intentando lanzar de nuevo su beyblade.

"Si no me importara, no te estaría preguntando" dijo Kai monótonamente "¿Qué te sucede?" preguntó nuevamente acercándose a Akemi.

Akemi suspiró. "No puedo lograr que mi beyblade mantenga su velocidad, disminuye apenas unos segundos después de haberlo lanzado" dijo cansada.

Sin decir una palabra Kai se puso detrás de la chica.

"Ponte en posición de lanzamiento"

Algo dudosa, Akemi le hizo caso. Luego sintió un par de fuertes brazos rodearla y una par de manos posarse sobre las suyas. Luego, se sonrojó al sentir el aliento del chico en su oído.

"Junta un poco más tus piernas para que tengas un buen apoyo" susurró Kai. Mientras le daba instrucciones se encontró embriagado por el aroma a rosas de la joven. Trató de ignorarlo sin mucho éxito y le dio las últimas indicaciones. "Ahora, lanza" dijo soltando las manos de Akemi.

La chica sacudió un poco la cabeza como para salir de un trance e hizo lo que el chico le dijo. Su beyblade giraba más veloz que nunca.

"¡Lo hice¡Lo hice!" decía Akemi feliz. Kai se permitió una pequeña sonrisa. La chica estaba tan feliz, que sin pensarlo, echó sus brazos al cuello de Kai y lo abrazó. Sorprendido por tal acto, Kai instintivamente la abrazó por la cintura. Cuando los dos se dieron cuenta de lo que sucedía se miraron y se sonrojaron.

"Lo siento" murmuró Akemi aun algo ruborizada. Se separaron y se volvieron a mirar "Gracias" dijo la ojiazul con una pequeña sonrisa. Kai solo se cruzó de brazos y cerró los ojos.

Antes de que cualquiera de los dos pudiera decir o hacer algo más, se escucharon unas voces a los lejos.

"¡Chicos¡Chicos!"

Kai y Akemi dirigieron sus miradas hacia donde provenía el grito y vieron a Nakima corriendo y agitando la mano. Al escuchar el alboroto, Mei y Tala llegaron también al lugar.

"¿Cómo estás?" preguntó Mei con una pequeña sonrisa cuando la rubia llegó.

"Esperen... un... momento..." dijo Nakima jadeando.

"¿Te encuentras bien?" preguntó Akemi alzando una ceja y cruzándose de brazos.

"Si, ya estoy mejor, gracias por tu preocupación" respondió Nakima con sarcasmo.

"¿Qué te trae por aquí?" interrumpió Mei.

Ante eso, Nakima sonrió.

"Pues, acaban de inaugurar un nuevo club y me preguntaba... ¿les gustaría ir?"

"¡Claro!" respondieron las chicas inmediatamente.

"Yo no voy" dijo una voz fría tras ellas. Todos se dieron vuelta a ver a Kai.

"Como quieras" dijo Nakima un poco irritada "¿Y tu Tala?"

"Yo tampoco" dijo este cruzándose de brazos.

"Bueno, supongo que iremos sólo nosotras tres" dijo Akemi encogiéndose de hombros.

"No"

Todos se volvieron nuevamente hacia Kai, Akemi y Mei con miradas asesinas.

"Que tu no quieras ir Kai, no significa que nosotras no podamos" dijo Mei enojada.

"Ustedes no van a ir solas" dijo Kai "Y es el fin del asunto"

"Si es eso es todo, no debes preocuparte" saltó Nakima "Invité a Rei y estoy segura de que no tendrá problemas en invitar a dos amigos más para Akemi y Mei"

Ante estas palabras, ambos chicos abrieron los ojos en señal de sorpresa y molestia.

"Está bien, iré. No tengo nada mejor que hacer" gruñó Tala y entró a la mansión.

"¡Genial¿Y tu Kai?" preguntó Naki.

"Hn" fue toada la respuesta de Kai y siguió a Tala.

"Lo tomaré como un sí" dijo Nakima alegremente.

Por su parte, Mei y Akemi miraban todo esto bastante perplejas.

"Eso fue..."

"...extraño"

"Los celos nunca fallan" dijo la chica de ojos verdes sabiamente.

La peliazul y la pelirroja se miraron extrañadas, pero decidieron que era mejor no preguntar nada.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Esa noche, apenas llegaron al club, Rei y Nakima fueron a bailar mientras que Mei, Akemi, Tala y Kai buscaron una mesa, se sentaron y pidieron algo para tomar. Los cuatro estaban en silencio; nadie decía nada. Aburrido de esta situación, Tala se levantó. Los otros tres lo miraron extrañados.

"A donde vas?" preguntó Mei alzando una ceja.

"A bailar" le contestó Tala "Vienes?" le preguntó ofreciéndole una mano.

La chica negó con la cabeza. "No gracias, no me gusta mucho. No se bailar muy bien" se disculpó.

"Yo tampoco se bailar y tampoco me gusta, pero es mejor que estar aquí callados" le dijo con una sonrisa.

Mei se veía algo dudosa, pero Akemi la codeó suavemente.

"Ve a divertirte" le dijo.

Mei sonrió. "Claro, tienes razón" y con eso se fue con Tala.

Akemi y Kai se quedaron mirando como Tala y Mei se alejaban, o más bien dicho, Akemi se quedó mirando, ya que Kai estaba sentado de brazos cruzados y ojos cerrados. Akemi se le quedó mirando por un rato.

"Quieres bailar?" preguntó finalmente la chica.

Como toda respuesta, Kai abrió los ojos y la miró fríamente.

"No" fue su única respuesta antes de volver a su posición original.

"Vamos, no seas aburrido! Acaso piensas quedarte ahí sentado toda la noche?" le preguntó Akemi con las manos en la cadera, claramente molesta por la actitud de Kai.

Kai ni se inmutó. Akemi suspiró frustrada y pegó sus ojos a la pista de baile. De pronto, un chico se acercó a la mesa de los dos jóvenes.

"Quieres bailar?" preguntó dirigiéndose a Akemi.

En ese instante, Kai abrió los ojos. Si las mirada mataran, este tipo ya estaría enterrado bajo veinte metros de tierra. Al chico no pareció importarle y seguía con los ojos fijos en la muchacha de cabello rojo.

Por su parte, Akemi no pudo evitar sentirse ligeramente molesta por la actitud de Kai.

'No quiere ir a bailar cuando yo le ofrezco, y ahora se enoja cuando otro chico me invita? Ya verá' pensó la ojiazul. "Me encantaría" le respondió sonriéndole. Y con eso se fue, dejando a Kai sólo en la mesa con una mirada asesina.

Nakima y Rei seguían bailando animadamente y ninguno de los dos parecía tener intenciones de ir a sentarse.

"Bailas muy bien" le dijo Rei.

"Gracias" le sonrió Naki "Tu tampoco lo haces nada mal"

Rei se sonrojó ante el comentario y desvió la mirada hacia donde estaban los cuatro chicos sentados.

"Parece que somos los únicos que lo estamos pasando bien" dijo el muchacho de ojos dorados.

"Creo que tienes razón" dijo Naki mirando en dirección a la mesa. Justo entonces, Tala se levantó junto con Mei y desaparecieron entre la multitud. "Aunque al parecer, Mei y Tala tampoco lo están pasando tan mal" comentó. Rei rió.

Luego, los chicos vieron como Akemi parecía tratar de establecer una conversación con Kai. Se dio por vencida y se quedó mirando la pista de baile. De pronto, se les acercó un chico y Akemi se fue con él, dejando a Kai fulminándola con la mirada.

"Kai no se ve nada contento" comentó Rei.

"Esto se va a poner interesante" murmuró Nakima.

Mei y Tala se encontraban bailando, o por lo menos, Mei lo estaba. Tala era un completo desastre y no podía agarrar el ritmo de la canción.

"Vamos Tala! Debes soltarte y dejarte llevar por la música!" dijo Mei, esforzándose por no reírse de los intentos de baile de su compañero.

"Qué crees que hago?" preguntó con sarcasmo. Se quedó mirando como Mei se movía y giraba libremente "Pensé que no sabías bailar" dijo alzando las cejas.

Ella rió. "Yo también" dijo y tomando a Tala de las manos, lo obligó a girar con ella.

"Oye!" se quejó el algo mareado.

"Sólo relájate y suéltate!"

De pronto, la canción que estaban bailando, fue reemplazada por un lento. Todas las parejas se abrazaron y siguieron bailando. Aprovechando que ella aún lo tenía tomado de las manos, Tala puso los brazos de Mei alrededor de su cuello y luego la abrazó por la cintura acercándola a él, sintiendo un leve aroma a jazmines.

"Esta es la clase de baile que me gusta a mi" le susurró Tala al oído, haciendo que la chica se sonrojara al sentir su respiración "La clase de baile en donde no es necesario moverse tanto"

Mei rió ante este comentario y apoyó su cabeza en el pecho de Tala, dejándose llevar por la música...

Akemi se encontraba bailando y tratando de ignorar la mirada de Kai sobre ella cuando pusieron el lento. Ella miró a su pareja. Este se empezó a acercar. Suspiró. No tenía ganas de bailar una canción así con él pero... ¡que mas daba! No le quedaba otra opción. Resignada, levantó sus brazos para abrazarlo por el cuello cuando...

"Es mi turno" se escuchó una voz detrás del muchacho.

Akemi levantó la vista para encontrarse con unos ojos color rojo oscuro. El chico que estaba con ella se volteó para mandar a volar a Kai, pero cuando vio la mirada que decía 'Lárgate-o-ya-verás' que este le dirigía, decidió que era mejor obedecer y se fue. Luego, Kai la tomó por la cintura y ella puso sus brazos alrededor de su cuello y siguieron bailando en silencio.

"Porqué lo hiciste?" preguntó Akemi después de un rato sin mirarlo a la cara.

"Porqué hice qué?" preguntó él con voz monótona.

"Porqué viniste a bailar conmigo? Pensé que no querías"

"Piensas que es por ti?"

Akemi se apartó un poco de él para mirarlo a los ojos. "Y si no, por quién?"

Como toda respuesta, Kai se quedó callado mirándola. Akemi bajó la mirada y se separó de él, saliendo del club. Kai la siguió con la mirada.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Mei y Tala seguían bailando, pero una persona de cabello rojo saliendo del club llamó la atención de la chica.

"¿Qué pasó?" preguntó Mei en voz alta. Tala miró hacia donde miraba la peliazul.

"No lo sé" dijo el chico. Juntos, empezaron a buscar cual podría ser el motivo de la reacción de la joven, hasta que ambas miradas cayeron sobre un chico de cabello azul que estaba parado en la mitad de la pista de baile.

"¿Qué hizo ahora el idiota de mi hermano?" preguntó Mei, sus ojos pasando de un rojo oscuro a un rojo sangre.

"Tranquila" la calmó el pelirrojo "Sea lo que sea, no nos deberíamos meter. Eso es asunto de ellos"

Ella sólo suspiró. Luego miró al joven de ojos azules. "Estoy algo cansada. ¿Volvamos a la mesa?"

Al llegar, se encontraron con Nakima y Rei, quienes estaban descansando.

"¿Qué le pasó a Akemi?" preguntó la joven de ojos verdes frunciendo el ceño.

"No lo sé" suspiró la peliazul "No lo sé..."

Después de eso, los cuatro se pusieron a conversar, pero ninguno notó como Kai salía del club con mucha prisa.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Akemi se encontraba no muy lejos del club, sentada en el banco de un pequeño parque. Se encontraba ajena a todo lo que sucedía a su alrededor, pensando en cierto chico de ojos rojos y cabello azul. No podía comprender porqué la indiferencia del joven le afectaba tanto. Siempre había admirado al famoso Kai Hiwatari. Pero nunca nada muy serio. Sin embargo, ahora después de conocerlo personalmente, después de unos cuantos días lo que era simple admiración se transformó en algo más. La chica suspiró. ¿Porqué le pasaban estas cosas a ella?

Kai caminó hasta un pequeño parque y la vio al instante. Su cabello rojo se mecía suavemente al compás del viento. Ella no parecía haberse dado cuenta de su presencia. Se quedó mirándola un momento, hipnotizado. Se empezó a acercar lentamente hacia ella.

Se detuvo y se paró donde ella no pudiera verlo. Su cara, sus ojos, su pelo, su boca, era hermosa. Pero nunca se lo diría, nunca. No se atrevía. Bajo esa cara sería, dura y orgullosa se escondía un chico tímido y dudoso. Especialmente cuando se trataba de enfrentar a una chica.

La miro mucho rato y luego se acercó definitivamente y se sentó junto a ella. Miraba hacía cualquier parte, evitando a la chica.

"¿Qué quieres?" le preguntó Akemi con tono enojado.

Kai sintió un escalofrío en su espalda. Trató de mirarla pero no pudo así que cruzó sus brazos y cerró los ojos.

"Perdón" dijo con tono duro y frágil a la vez. "Pensé que ese chico te podría hacer algo. No confío en la gente de los clubs."

La chica estaba choqueada ¿Kai se había preocupado por ella¿Acaso estaba soñando? No sabía como contestarle. Su orgullo le decía que le dijera un simple y duro gracias, pero su corazón le recordaba todo el esfuerzo que debió haber hecho Kai para decir aquello.

Lentamente se apoyo en el hombro del chico.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Mei miro a los chicos con que estaba sentada alrededor de la mesa. Naki dormitaba apoyada en el hombro de Rei y este le acariciaba el pelo. Tala miraba hacia cualquier lado algo dormido también.

Se habían puesto a conversar y se les había pasado el tiempo volando. Mei también estaba algo dormida, no estaba acostumbrada a la vida nocturna.

"¿No creen que es hora de que nos vallamos?" Les preguntó. Los dos chicos asintieron. "¿Naki?" Le dijo al mismo tiempo que la sacudía. La chica se despertó y miró para todos lados.

"¿Qué pasa?"

"Nos vamos…"

"Pero si está entretenido."

"Estabas durmiendo" le comentó Mei en tono burlón.

"Uh, está bien." Contestó parándose. Rei se paró junto a ella y también Mei y Tala se pararon. "Los acompañamos a tu casa, total está en camino a las nuestras." Comento refiriéndose a la de Rei y la suya.

Después de eso salieron del club. Cruzaron la calle y llegaron a un parque. El modo más rápido de llegar a la casa de Mei, era cruzándolo.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Kai se ruborizó al instante, no sabía bien que hacer, pero la rodeó con su brazo y empezó a acariciar su pelo.

Akemi se sorprendió por la reacción de Kai. Lentamente levanto la cabeza hasta quedar frente al chico.

Se acercaban cada vez más hasta quedar unidos por un apasionado beso.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Nakima, quien iba delante de todos, de repente se quedó paralizada.

"¿Qué suce…?" Mei no alcanzó a terminar cuando quedó igual a Naki.

Rei y Tala se acercaron a las chicas.

"Parece que se reconciliaron" comento riendo.

"Les duró poco la pelea" agregó Tala.

"¿No creen que deberíamos dejarlos solos?" preguntó Rei.

"¡No¡Yo quiero ver que va a pasar!" alegó Nakima.

"Hay otra manera de saberlo" le dijo Mei sonriendo maliciosamente. Se acercó a Nakima y le cuchicheó algo al oído. En el rostro de la chica se empezó a dibujar una sonrisa idéntica a la de Mei.

"Rei, esta noche me quedaré a dormir en casa de Mei" anunció Naki. Los dos chicos las miraron extrañados. Naki y Mei solo sonrieron pensando en lo que iban a hacer el día siguiente.

Bueno, ahí está el cap. Dejen rr!