Reconciliación

Abrí mis ojos y no reconocí el lugar en el que me encontraba, me sentía bastante confundida.

-¿Ya te sientes mejor?

Vi a la mujer que me estaba hablando y me sentí más confundida.

-¿Dónde estoy?

-Estábamos de compras y te desmayaste estamos en la oficina del centro comercial.

Mi mente se aclaró un poco y comprendió que lo sucedido no había sido un sueño, la mujer que estaba con mi hermana era…

-Nos preocupaste mucho, ¿quieres algo? –Le preguntó Izayoi amablemente.

-No… gracias. –Vi al hombre que estaba sentado lejos en una silla, sus ojos reflejaban una enorme tristeza, pero no más que la que sentía mi corazón destrozado. Mil pensamientos estaban en mi cabeza al mismo tiempo, me sentía muy aturdida, no comprendía mucho lo que estaba sucediendo, solo sabía que InuTaisho estaba con otra mujer.

-Bien Kagome, creo que es hora de que vayas a descansar a casa, debemos llamar al médico.

-Ya me siento bien hermana.

-Izayoi, creo que es hora de que nos vayamos.

-Hay amor ayúdalas hasta el auto, seguro que Kagome se siente muy débil.

-…Si….

InuTaisho se acercó a Kagome y la tomó del brazo para ayudarla a levantarse mientas Kikyo e Izayoi fueron a hablar con el gerente para decir que todo estaba en orden.

-Yo puedo sola gracias… -Le dijo Kagome a InuTaisho.

-Déjame ayudarte por favor.

-Has hecho suficiente.-Kagome se alejó caminando a donde estaba su hermana para retirarse.

-¿Ya te sientes bien Kagome?

-Si, perfectamente, gracias por todo.

-Las espero con gusto el viernes por la noche.

-Por supuesto.- Contestó amablemente Kikyo.

Ambas mujeres se retiraron caminando.

InuTaisho se quedó muy serio.

-¿Qué le pasará a esa niña? Que extraño, bueno talvez esté embarazada.

InuTaisho se quedó pensativo, eso no podía ser posible, -no en tan poco tiempo debo hablar con ella tratar de explicarle. Debí decirle la verdad desde el principio.

-Bien vamonos querido.

-Si, ya debo regresar a la oficina.

El auto iba en completo silencio y ambas jóvenes mujeres llegaron a su casa.

-Voy a recostarme un rato.

-saldré un rato, si necesitas cualquier cosa llámame estaré con InuYasha.

Kagome no contestó cerro la puerta y después escucho el motor del auto cuando Kikyo se alejaba. No pudo resistirlo más comenzó a llorar, se quedó llorando en el piso de la habitación, no supo por cuanto tiempo, de sus ojos n podían dejar de salir lagrimas ni un instante, se sentía tan tonta, no dejaba de reprocharse a si misma por lo sucedido, era su culpa, como pudo pensar que un hombre como InuTaisho no tendría familia, una bella esposa a la que amaba, con la que no dudaba salir a ningún lado, la había engañado completamente y se lo había creído,

-Pensé que el realmente me amaba. –El sonido del teléfono la sacó de sus pensamientos, decidió no contestarlo, no tenía ganas de hablar con nadie, el teléfono dejó de timbrar y después comenzó a sonar su celular, pensó que era Kikyo preocupada por lo que esta vez contesto.

-¿Bueno?

-¿Kagome donde andas? Seguro con tu amorzote.

-¿Puedes venir Sango? Necesito hablar contigo.

-¿que te pasa Kagome? ¿Estas llorando?

-Ven… por favor amiga.

-Si, voy enseguida.

El teléfono volvió a sonar en cuanto colgó.

-¿Bueno?

-…Kagome… yo…

-Soy una tonta, debí ver quien era antes de contestar.

-…necesito hablar contigo…

No lo resistió más y colgó sin pensar, lo último que quería era escuchar su voz.

-Soy un idiota, no debí hacer esto. InuTaisho se quedó pensativo, recargó su cabeza sobre sus puños sentado en su escritorio, recordó cuando ayudo a Kagome y se dio cuenta del poco tiempo que habían pasado juntos, todo había pasado muy rápido… muy rápido… talvez no debió de haber pasado.

Kagome se quedó sollozando un rato más hasta que escuchó que llamaban a al puerta. Se levantó lentamente, limpió su cara con la mano y se dirigió a la puerta. Se puso frente a la puerta respiro un poco, no quería preocupar mucho a su amiga, sango, había llorado bastante por el momento aunque no lo suficiente como para sentirse bien, de hecho aun creía que todo era una mentira, un sueño del que pronto despertaría, un sueño que cuando terminara vería que está InuTaisho a su lado, así como ayer que estaba con el, viviendo uno de los momentos más felices de su vida, parece como si la vida le hubiera cobrado tanta felicidad.

Mientras abría la puerta dijo –Vaya que llegaste rápido, seguro has venido corriendo.

-¿Sabías que iba a venir?

-¡Kouga!

-¿Estas bien?

-Si, ¿Por qué lo preguntas?... pasa… Dijo mientras se volteaba ocultando su rostro que aun se encontraba rojo y sus ojos hinchados.

Kouga entró a la casa, Kagome lo guió hasta la sala, le ofreció algo de tomar y Kouga acepto, más por compromiso que porque tuviera ganas de beber algo, Kagome le entregó un baso con soda de fresa, mientras trataba de ocultar su cara y sin dejar de pensar que quería que llegara Sango.

La casa estaba en un incómodo silencio, Kagome no tenía ganas de hablar con Kouga, quería estar sola, Kouga trató varias veces de decir algo, pero a final de cuentas no decía nada.

-...Kagome…

En ese instante sonó el teléfono, Kagome no quería contestar, seguramente era InuTaisho… solo pensar en su nombre hizo que una pequeña lágrima que había estado conteniendo desde que llegó Kouga saliera.

-¿No vas a contestar?

-¿eh? Si… -Se puso de pie y se dirigió al teléfono.

-… ¿Bueno?

-Kagome, soy Sango.

-Esperame… -Tapó la bocina con la mano. –Ahora regreso Kouga.

-Si, esta bien.

Subió las escaleras. -¿Por qué no has venido?

-No voy a poder ir hasta más tarde, mi papá quiere que vaya por el al trabajo, el carro se descompuso y tengo que ayudarle, me llamó cuando ya iba camino a tu casa.

-Esta bien, no te preocupes.

-Estoy esperando a Miroku, mientras puedes contarme que es lo que pasó.

-Sango… tenías razón… -Comenzó a llorar Kagome.

-¿Qué pasa, no me asustes

-InuTaisho… el tiene esposa, los vi ahora en el centro comercial.

-…Lo siento amiga…

-El es, el padre de InuYasha el novio de Kikyo.

-"…"

-Solo estaba jugando conmigo, me siento tan mal sango, pensar que ayer a esta hora estaba con él, pensando que realmente me amaba. Todavía tuvo el descaro de llamarme hace un rato.

-¿Y que hiciste?

-Le colgué el teléfono.

-Kagome, en cuanto pueda voy a tu casa, discúlpame llegó Miroku.

-Si… hablamos después.

-Bye.

Kagome puso las manos sobre su rostro, sentía desesperación, tristeza. Escuchó que tocaban la puerta de su cuarto.

-¿Puedo pasar Kagome?

-…Pasa Kouga.

Le dio un pañuelo desechable, ahora no podía negar que estaba llorando, Kouga se sintió muy triste, deseaba consolarla, pero sabía que ella no se lo permitiría.

-No me veas así siéntate aquí conmigo.-Le dijo mientras reía un poco.

-¿Puedo saber que tienes?

Los ojos de Kouga eran sinceros, Kagome se recargó sobre el pecho de su amigo, después de todo no habían dejado de ser amigos, él la abrazó y acarició su cabello, aún estaba enamorado de ella y le partía el corazón verla de esa manera, más sin saber que era lo que le ocurría.

-Si puedo ayudarte en algo… dímelo Kagome.

-Por favor, no me preguntes nada, solo quiero que me abraces.

Kouga sabía que Kagome no sentía lo mismo que él hacia ella, decidió no decir más y tratar de consolarla no dejándola sola, se veía bastante mal, sintió como si fuera una niña que necesitara de toda su protección.

-Verás que todo va a salir bien Kagome… sea lo que sea.

-Gracias Kouga.

Comenzó a llover, esa fue la primera noche fría del año.

InuTaisho regresó a su casa temprano, no se sentía muy bien, él realmente amaba a Kagome, pero sabía que ella nunca lo perdonaría por lo que había hecho. Entró a su habitación, Izayoi entró después se encontraba en la cocina cuando llegó InuTaisho, al entrar en la habitación se sorprendió de verlo tan temprano en casa.

-Hola, hacia mucho que no llegabas tan temprano. –Le dio un pequeño beso en los labios para saludarlo.

-Si, lo sé.

-¿Te sientes mal, te ves algo pálido.

-Será mejor que te recuestes, y descanses, ¿tienes hambre?

-No… gracias, prefiero dormir.

-Esta bien. -Izayoi se levantó de la cama, pero InuTaisho la tomó del brazo y la abrazó.

-Quédate aquí conmigo.

-¿Estas bien?

-Si, solo quiero que estés conmigo.

Ese siempre había sido su lugar, al lado de Izayoi, pero necesitaba a Kagome.

Al día siguiente Kagome no se levantó para ir a la escuela, había llorado toda la noche, no había dormido, le dolía mucho la cabeza, pero le dolían más sus pensamientos, una y otra vez en su cabeza la misma imagen, "InuTaisho y su esposa" .

-Kagome ¿no vas a ir a la escuela?

-No…

-Esta bien, nos vemos al rato… ¿quieres que llame al médico o a mamá?

-No, no llames a mamá, la preocuparías por nada.

-"…"

Kikyo salió de la casa bastante preocupada por su hermana.

Así pasaron tres días Kagome ni siquiera se levantaba de la cama, no comía.

-Kagome.- Dijo Kikyo- Si no vas a la escuela vas a reprobar el semestre, están comenzando los exámenes finales, solo quedan dos semanas más de clases.

Kagome no dijo nada.

-Si no vas mañana a la escuela llamaré a mamá quieras o no, a ver si ella si te saca que demonios te pasa, ya me desesperaste.-Salió azotándole la puerta a Kagome.

Mientras salía Kikyo de la casa se encontró con Kouga, quien también estaba muy preocupado por Kagome. –Espero que puedas levantarle el animo, pasa esta en su habitación.

-Gracias.

Kouga tocó la puerta y Kagome le permitió pasar, se encontraba con la televisión encendida, mas no estaba prestándole atención.

-Kagome, tienes que levantarte, no puedes dejar que sea lo que sea que te este pasando te derrote de esta manera.

-…Gracias Kouga.

-Te lo digo en serio, anda anímate… arreglate, mientras yo te haré el desayuno.

-Si vas a hacer el desayuno, no creo que me den muchos ánimos.-Dijo Kagome riendo.

-Me alegra hacerte reír aunque sea por un momento.

-Gracias Kouga, y bueno creo que aceptare que me hagas el desayuno.

-Ok, estaré abajo.

Kagome se puso de pie y se vio al espejo. –De verdad que das pena… Kouga tiene razón, sonríe Kagome, sonríe… -Se dijo a si misma.

Tomó una larga ducha, tenía muchísima hambre, salió de la ducha, desenredó su cabello, se puso solo un poco de maquillaje, se vistió y bajó a desayunar.

-Espero te guste lo que te hice de desayunar….

-¿Dónde está el desayuno?

-Pues como sé que no me tienes mucha confianza en la cocina, decidí que mejor te saco a desayunar, aún es temprano. –El reloj marcaba las 8:37am

-Tienes razón es muy temprano, creo que aceptaré la invitación.

-Entonces vamos.

-Solo voy por mi bolsa.

-Si…

Subió rápidamente las escaleras, le dejó un recado a Kikyo, tomó su teléfono y decidió mejor dejarlo en casa, a partir de ese día trataría de pensar menos en InuTaisho, lo menos que quería era tener alguna llamada o mensaje de él, que habían estado llegando diariamente.

Salió con Kouga toda la mañana primero fueron a desayunar y después a pasear, la verdad es que eran muy buenos amigos podían pasar muchas horas platicando de todo y de nada sin aburrirse el uno al lado del otro.

-Kagome…

-¿Dime?

-No quiero que pienses que soy un fastidioso ni nada por el estilo, pero…

-¿Qué pasa Kouga?

-Me gustaría que fuéramos novios de nuevo.

-Yo…

-Si no quieres no me contestes ahora, piensalo, sé que algo te tiene muy triste, y comprendo si nunca quieres contármelo, pero por favor piensa en lo que te diga. ¿Esta bien?

Kagome asintió con la cabeza, no podía hacerle esto a Kouga, no podía estar con el solo por despecho, en verdad lo pensaría y trataría de darse un tiempo para pensalo bien.

-Pero…-Dijo el joven de ojos azules.

-¿…?

-Quiero invitarte a salir conmigo esta noche, y a eso me tienes que decir que sí.

-¿A dónde?

-Mis padres quieren que los acompañe a una cena de negocios y sé que me aburriré mucho, y tener tu compañía le quitaría lo aburrido, aparte sé que te da menos tiempo de estar triste cuando no estas en casa. ¿Qué dices?

-Ok, pero no regresaremos muy tarde.

-A la hora que guste señorita.-Dijo Kouga sonriendo.

A media tarde regresó Kagome a su casa, Kouga había quedado de pasar por ella a las 9.

-Que bueno es verte despierta.

-Ya me siento mejor, gracias.

-No me vas a decir que era lo que tenías.

-"…" el día que fuimos al centro comercial… bueno, yo estaba saliendo con… con… con… ¡un amigo de Sango, pero no quería que nadie supiera y…. y…

-¿Y?

-Lo vi con otra chica en el centro comercial, por eso no quería ir, sospechaba que el salía con otra, y pues me puse triste pero no es nada, después de todo solo salimos poco tiempo y creo que después de todo no significó nada para ninguno de los dos.

-Bien… pensemos que te voy a creer y que no me dices mentiras, me da gusto que ya estés bien.

-Por cierto, voy a salir esta noche con Kouga.

-Esto me huele a que de nuevo traen algo… que bueno Kouga te quiere muchísimo.

-No quiero verlo como una cita…

-Estas loca… pero que hacer, por cierto yo también voy a salir esta noche. Ah mamá llamó te manda saludos, dice que se quedará más o menos otro mes, que consiguió trabajo.

-¿trabajo?

-Si, así que parece que estaremos bastante tiempo solas… dice que te portes bien.

-¿Qué le dijiste chismosa?

-No le dije nada.

Anocheció y ambas mujeres comenzaron a arreglarse. –Bien Kagome me voy ya llegó InuYasha….

-Esta bien.

-No me esperes.

-No me digas que no piensas regresar… yo también le voy a decir a mamá.

-No le dije nada y si no regreso te llamaré así que lleva tu celular.

-Si. –Contesto con un tono de enfado. Vinieron a su mente imágenes de InuTaisho y ella juntos.- Deja de pensar en eso tonta.

Kouga llegó puntual.

-Pensé que vendrían tus padres.

-Ellos nos alcanzarán, ya sabes como son las mamás, siempre se les hace tarde en arreglarse.

Llegaron a una enorme casa.

-¿Aquí es? Es enorme.

-Si, tienes razón, es más bien una fiesta no una cena de negocios, le entendí mal a papá, espero no te moleste.

-No, para nada. –Dijo sonriendo Kagome.

-Eres muy linda cuando sonríes.

-¿eh--¿Eh? Gracias. –dijo completamente sonrojada.

Entraron a la enorme casa.

-¿Y de quien es la fiesta?

-Ni idea, ¿Dónde estarán mis papás?

-Hay mucha gente.

-Si, tienes razón.

-Buenas noches.

-Mamá que bueno que llegaron, la verdad comenzaba a sentirme incómodo.

-Kagome, linda que gusto verte.

-Señora Harashi hacia mucho tiempo que no nos veíamos, me da mucho gusto verla.

-Vengan, estamos sentados en aquella mesa.

-Si.

Llevaban algún tiempo sentados platicando, cuando Kagome vio una silueta conocida a lo lejos. -… ¿Kikyo?

-Muchas gracias por venir…

Kagome volteó a ver quien era la persona que se encontraba platicando con la mamá de Kouga, su rostro le pareció conocido.

-¿Y cuantos años cumplen de casados?

-20 años.

-Es una fiesta de aniversario… ella es Izayoi… .-Kagome comenzó a buscar y sus sospechas eran ciertas, a lo lejos pudo ve r InuTaisho conversando con InuYasha y su hermana Kikyo… -20 años.

-Kouga discúlpame voy al baño.

-¡Kagome! Eres la hermana de Kikyo verdad.

-…Si….

-¿Cómo seguiste?

-Bien, gracias, solo era la presión de la escuela.

-Me da gusto de que estés bien. –Kagome vio como InuTaisho comenzó a caminar en dirección hacia donde se encontraba conversando con Izayoi. –InuTaisho, recuerdas a la hermana de Kikyo, vino con la familia Mizuno.

-"…" … Es un gusto tenerlo por aquí.

-Gracias.

-InuTaisho necesito hablar de algo contigo.- interrumpió el padre de Kouga.

Kagome comenzó a sentir nauseas, y le pidió a Kouga salir al jardín.

-¿Te sientes bien Kagome?

-Si… ya me siento mejor.

-Kagome… por favor dime que et pasa, quiero ayudarte.

-Kouga…

-No quiero que pienses que te estoy reprochando ni acusando… ¿se trata de un hombre verdad?

-"…"

-No puedo molestarme contigo por algo así… y me gustaría ayudarte, espero que las cosas se arreglen entre ustedes dos, yo…

-Ya lo decidí Kouga… no pienses que es por lo que me sucedió, pensándolo bien eso no tuvo tanta importancia.

-No entiendo.

-Sobre lo que me preguntaste esta tarde… decidí que si quiero que seamos novios de nuevo.

-¿De verdad Kagome?

-Si. –Le dijo sonriendo.

-Te quiero Kagome… -Kouga le dio un tierno beso, de verdad la había extrañado mucho, había regresado solo para volver sus ojos, no le importaba dejar todo por ella. A lo lejos Kagome vio una silueta bastante familiar, sabía perfectamente quien era.

-Quiero decirte algo Kouga… pero no quiero que pienses mal.

-¿Qué pasa, dime.

-Kikyo no regresará a la casa, y sin mamá me da algo de miedo estar sola.

-¿Quieres que estemos juntos?... no te lo digo de mala manera. –Le dijo bromeando. Y la volvió a abrazar para besarla.

-Kouga te busca tu padre…

-Señor Tsuki… -Se sentía algo apenado porque lo encontró besando a Kagome. –Enseguida regresaremos.

Kagome le dio una horrible mirada a InuTaisho, estaba segura de que lo había hecho a propósito.

-Esperame aquí Kagome, ahora regreso.

-…Kouga… -Se alejó caminando rápidamente para regresar al lado de Kagome lo más pronto posible.

-No te metas en mi vida, lo que tuvimos tú y yo se terminó.

-Perdóname Kagome…

-¿Qué te perdone?... que te perdone tu esposa, si sigues metiéndote en mi vida, no dudaré en decírselo.

-No tienes derecho a chantajearme así.

-No tenías derecho a jugar conmigo.-Kagome comenzó a caminar en busca de Kouga, se alejó unos cuantos pasos y volteó y con una sonrisa fingida dijo. –Feliz aniversario, señor Tsuki.

InuTaisho dio unos largos pasos y la tomó del brazo, no lo resistió y le dio un beso en los labios.

Kagome le respondió con una gran cachetada. –Te odio InuTaisho.- Kagome se alejó llorando, estaba segura de que volverían las mismas noches tristes de la semana, no podía dejar de amarlo, se sentó a sollozar en una de las bancas del jardín.

-¿Kagome te sientes bien? –Preguntó el ahora novio de Kagome.

-No, ¿podríamos irnos ya?

-Si, claro… ¿Quieres que te lleve a tu casa?

-¿Te molesta si vamos a tu departamento?

-No, por supuesto que no…

Esta sería una larga noche para todos.

-Continuará-