He aquí la tercera parte de mi historia, ) muchas gracias! Y espero la estén disfrutando de todo corazón! 

Resumen: El la olvido. Ella lo rechazo. Ahora sus caminos se juntan una noche triste de luna llena. Ella cuida niños tristemente esperando algo; él es un lobo solitario buscando amor...

Ámame a la Luz de la Luna

Elsa Gabriela

- ¿Como has estado, Kouga¡Supongo que de maravilla! – preguntó Aome rompiendo el silencio que los rodeaba.

El la miro directamente a los ojos y entonces ella desvió la mirada, para ocultar algo, un secreto, una verdad, de el único hombre que era capaz de descubrirlo con solo observarla.

Por unos instantes, pensó en fingir su respuesta, ser correcto y decir que se encontraba de maravilla, pero lo pensó largamente, eligiendo sus próximas palabras cuidadosamente, y le dijo...

- No estoy bien, Aome. Hace muchos meses que me encuentro en este estado. Sin conseguir respuesta alguna a mis preguntas deprimentes. La vida no me a tratado como esperaba que lo hiciera, y por lo que puedo ver en tu forma de actuar, hablar o mirar, a ti tampoco.

Lo miró repentinamente, sorprendida. Con su delicada boca abierta en una pequeña 'o'. Se acercó más a él. Coloco un mechón se su elegante cabello negro detrás de su oreja, lo estaba viendo triste y profundamente, y antes de que el pudiera reaccionar, ella rompió a llorar. Cayendo fuertemente contra el suelo, cubriendo su rostro con su vestimenta rosada, ya gastada por su continuo uso.

- Aome...-

No fue capaz de decir otra palabra, no encontraba algo que decirle para consolarla. ¡Por todos los cielos! Él también estaba sufriendo, desde hacía mucho tiempo, y el verla le recordó sobre su terrible estado, y a el también le vinieron ganas de llorar y lo hizo junto a ella, abrazándola fuertemente para calmar sus nervios, para callar los miedos y esconder el sufrimiento. Así estuvieron un buen rato, dejando que la suave brisa de aquella noche de primavera los envolviera en su suave aroma a flores de jazmín.

- Hacía mucho tiempo que no te veía, Kouga. Después de derrotar a Naraku hace un año, te esfumaste del mapa.

Aome comentó, ahora estaba lado a el, recargada contra el hombro del joven lobo. Miraban la luna desde la cabaña. Estaban sentados afuera admirando la noche.

- Muchas cosas han pasado...-

Comenzó Kouga, tomando una de sus manos entre las suyas. Jugando con sus dedos, y ella no podía hacer otra cosa más que mirarlo, alegre de encontrar un amigo en quien confiar.

Estaba a punto de contar su relato, quería hacerlo, estaba preparando. Viéndola directamente a sus hermosos ojos café, las manos quedaron abandonadas, y sus miradas se entrelazaron como los dedos de una pareja de novios en el parque.

Pero, antes de que pudiera decir una palabra, un joven anciano se diviso a lo lejos, con una pequeña niña en sus brazos.

- Disculpen la interrupción. Pero me dijeron unos aldeanos que usted es la señorita Aome. Sacerdotisa que puede curar a mi nieta.-
- Esa soy yo, señor, mucho gusto.

Kouga la miró mientras hablaba con el recién llegado. Miro como hablaba y sonreía, pero por más que sus palabras expresaran cariño y preocupación, su mirada jamás lo hacía.

Ella asintió a algo dicho por el señor, tomo a la niña en sus brazos y camino de vuelta a él. El anciano ya estaba lejos de vista, y ella cargaba a la pequeña cuidadosamente.

- Mira, su nombre es Haievun. Tiene seis años, y tiene mucha fiebre. Al parecer no saben como ayudarla pues la familia no tiene mucho dinero, así que han recurrido a mí.
- Es muy bonita, - comento Kouga silenciosamente. Maldiciendo al destino pues su oportunidad de hablar con su amada había sido robada.

Después de mirarse tristemente, el sol comenzó a salir de entre las montañas. Anunciando el amanecer. Y antes de que Aome pudiera detenerlo, es se despidió de ella. Con un suave beso en la mejilla, desapareció entre la maleza de los arboles, y los niños comenzaron a llegar.

- Gracias, Kouga. Nos veremos esta noche¿verdad?

Suspiro Aome, mirando el bosque en el cual se encontraba su amigo. Entró en la cabaña. Colocando a la pequeña Haievun en su cama, para poder ayudarla.

Lejos de ahí, Kouga espero ansiosamente la noche. Necesitaba contar sus problemas a alguien que fuera capaz de entenderlos, y Aome era la única persona en quien él ahora podía confiar.

¡LISTO! Otra parte más completada. ) Probablemente me tarde más en subir la cuarta, pues me gradúo en dos días!

Gracias a:

dmrapr-cma-Anti-muerta

&

Mi-x-LuBrE-x-CaLa

Por dejarme un super review que me encanto.

Suerte,

Elsa Gabriela