Disclaimer: los personajes de Slam Dunk no me pertenecen, sino a: Takehiko Inoue
Nota: Capítulo dedicado a mi querida Hika Hika
I'll survive
By: Seymour
Chapter 3:
Los tres estaban en aquella pequeña sala. El pelirrojo, recién llegado, se acercó con paso firme hasta quedar frente de Sei "por favor, retírate" le pidió con voz monótona. El muchachito clavó su mirada azulada en la color miel y frunció delicadamente su ceño "pero… ¿no gustarías que les trajera algo de beber¿Té¿Café?.. ¿Cerveza?" era la oferta que anunciaba con tal de asegurar su pronto regreso.
"no, gracias… no hará falta… esto durará nada" dictó el pelirrojo "ahora ve y acuéstate"
Sei, algo desilusionado formó un adorable puchero con sus labios mientras, dejó rodar sus dedos arácnidos sobre el brazo del hombre ante él. Para pronto hacerse del cuello de Hanamichi y rodearlo con sus brazos. Obligándolo a descender hasta su altura "no te tardes demasiado, te estaré esperando" con clara picardía deposito un beso en la punta de la nariz del pelirrojo y una vez concluido el acto observó fugazmente con el rabillo del ojo al otro hombre que se encontraba en la sala.
"tú solo ve" le volvió a repetir Hanamichi mientras se deshacía delicadamente del agarre. Y así, sin más, Sei se vio en la obligación de retirarse "oh, un gusto en conocerlo señor Rukawa" le dijo con esa voz tan melodiosa pero a la vez tan llena de burla.
Ambos hombres siguieron con la mirada el agraciado andar del muchachito hasta que desapareció de sus campos visuales. "vaya, no sabia que tenias esos gustos" sentenció Rukawa mientras se desplomaba en el sofá en el cual había estado sentado minutos atrás. "bah, aunque en realidad sí… digamos que tus gustos siguen un cierto patrón"
Hanamichi, imitando al morocho, también se dejó caer pesadamente sobre el sofá el cual antes había sido ocupado por Sei "no entiendo a que te refieres"
"digo, ese chico: cabello negro, piel nívea, ojos azules; tan similiar a…"
"¿tan similar a quién? Sabes una cosa, no te queda el papel de intrigante"
"bueno, pero si no me interrumpieras, podría terminar de hablar tranquilo" Rukawa dejó escapar un suspiró y recargó su espalda contra el mullido sofá "pero como te estaba diciendo: tan similar a mí" se auto señaló mientras delineaba una escueta sonrisa.
Hanamichi posó sus codos sobre sus rodillas adoptando una postura claramente masculina "ignoraré esa tontería….¿podemos ir directamente al grano¿A qué viniste?"
"no quieras desviar el tema" sentenció Rukawa "¿cuál es tú relación con ese mocoso?" ¡Ja! Y él le decía a Hanamichi que no desviara el tema.
"¿perdón?" y al tiempo que cuestionaba, una de sus cejas se arqueaba, denotando sorpresa.
"dijo que eran amantes"
"… oh" se quedó en silencio por unos instantes, lo cual no dio buena espina al morocho "lo sea o no, es mi problema. No veo razón para tú curiosidad."
"… más que razón yo hablaría de derechos, pero antes de que me digas que no los tengo, déjame que te diga: si los tengo. ¿y desde cuándo? Desde que me dijiste que me amabas" soltó abrupta y llanamente.
El pelirrojo quedó mudo. Claramente sorprendido para luego lenta y titubeantemente separar sus labios "y tú te burlaste, y hasta donde yo sé, con tus burlas terminaron tus derechos"
"detalles, simples detalles. El hecho es: me dijiste que me amabas; y si, capaz yo me haya burlado, capaz me haya disgustado, capaz me haya puesto algo violento…" le respondía intentando quitarle la mayor importancia a aquellos hechos del pasado "pero" Rukawa imitó la postura del pelirrojo y lo observó directamente a los ojos "el amor no se muere así de la nada"
"… sabes que no te entiendo" fue la única frase del otro hombre
"es muy facil de entender, aunque claro para un da'aho como tú capaz no, pero… la cuestión es que: tú me amas, y yo regrese" sentenció su gran y magnifica explicación, la cual mas que nada dejaba cabos a atar por propia cuenta de Hana, quien se quedo por largo rato observando a ese hombre de cabellos negros y ojos azules. Intentando descifrar lo que sus palabras intentaban implicar… hasta que luego de varios minutos lo logro.
"… ¿te das cuenta que tus reclamos, excusas, explicaciones y demás son simplemente infantiles y absurdas? O sea que¿me estas pretendiendo decir que regresaste porque creíste que yo, aún, te estaría esperando? O sea… ¿En que cabeza cabe esa remota idea?"
"¡en que me confesaste que me amabas!" y así, Rukawa seguía repitiendo una y otra vez la base de todo su fundamento.
"… Pero eso fue hace ya 10 años atrás, por el amor de Dios" no podía creer las incoherencias que aquel hombre era capaz de pronunciar.
"¡pero dijiste que me amabas!" el mismo latiguillo una y otra vez. Parecía un niño pequeño y caprichoso que no sabía como excusarse.
"Rukawa… entedés que pasaron diez años desde que te dije 'eso' O sea, no habrás pretendido que yo luego de tu rechazo te esperaría cual santo casto a que a tu incoherente ser dijera un día 'uy, regresaré a Japón y buscaré a Sakuragi'… O sea¿sos consiente de que es realmente absurdo lo que me estas planteando?"
"… pero me amabas… y el amor no muere así de la nada. Sino, no sería verdadero amor" La verdad que lo de 'santo casto' lo había afectado un poco.
"………… y capaz no lo era" medito unos segundos "capaz, nada. Realmente no lo era. Yo era un adolescente, tenía unos 16 o 17 años… ahora estoy comenzando a rozar los 30, y si de algo estoy seguro es que: no te amo más." Lo dijo serio, intentando convencer al zorro con sus palabras
"no te creo… y por más que, según vos, no me ames ahora… eso no quita que lo hayas echo tiempo atrás… por eso mismo" tomó aire "volverás a hacerlo" sentenció como la cosa más normal del mundo "te volverás a enamorar de mi Sakuragi"
"¿eh?" y sí, Rukawa aparentaba haber perdido toda razón
"lo que escuchaste, me parece bien… no me amas ahora, te 'rompi el corazón' si quieres… pero lograré que me vuelvas a amar, que te vuelvas a confesar a mí"
"………… ¡ah! Encima¿yo seré el que se tenga que volver a confesar? Tú y tú orgullo."
"esto no se me había ocurrido antes" se decía el morocho, mientras comenzaba a hablar consigo mismo "es una idea brillante, después de todo: te enamoraste de mí una vez¿por qué no una vez más?" Se puso de pie y meditabundo se encaminó hasta la salida y desapareció.
El pelirrojo quedó perplejo en la sala. "…está loco" susurró para sí. Rukawa se había marchado, así como había llegado. Sin previo aviso y dejando a un aún más confundido pelirrojo. "muy loco"
Quedó pensativo, cansado, abrumado, nervioso. Toda esa situación era realmente exasperante. Nunca pensó en la posibilidad de volver a verlo así que menos que menos pensó en qué hacer si lo tuviera frente de él. Hablando justamente sobre 'aquel' tema que él mismo había decidido enterrar.
Fue en ese tanto deliberar cuando escuchó los pasos de unos pies descalzos recorrer el pasillo y el suave cerrar la puerta de una habitación. "…" se puso de pie y se enfiló hacia dicha puerta. "que maña la de escuchar las conversaciones ajenas" dijo mientras se acercaba a la cama donde el jovencito de cabellos negros y largos se encontraba recostado. La cama estaba toda deshecha, los cabellos caían sedosos sobre la blanca almohada. Ese rostro dulce y curioso intentaba hacerse el dormido, aunque sus párpados lo traicionaban con el poco natural cerrar de ojos… pero Hanamichi lo conocía, ya lo hacía muy bien, y sabía que a pesar que el muchachito demostrara 'inocencia' no era lo mismo demostrarla que poseerla.
"Hana, por fin viniste" se refregó sus ojos perezosos para luego dejar escapar un exagerado bostezo de su dulce boquita.
"Sei¿cuántas veces te tengo que decir que no finjas conmigo¿Y cuántas más te debo decir que escuchar a escondidillas? no queda bien" se agachó un poco, acaricio los cabellos y luego deposito un beso sobre la frente "que tengas buenas noches" le dijo para luego apagar la luz del velador y dirigirse hacia la puerta de salida.
"no le creas" susurró Sei en medio de esa oscuridad.
"…" Hana solo se quedó en silencio. La dulce voz del pequeño se denotaba preocupada "buenas noches" fue la única respuesta que le pudo brindar.
…:…
Rukawa caminaba por las iluminadas calles de la ciudad. No se podía creer ni él mismo la manera en la que se había retirado de la casa del pelirrojo. Capaz algo maleducado pero había sido lo único que se le había ocurrido para dejar de afrontar la 'triste' realidad. Cada palabra que Sakuragi había pronunciado era verdad. A esas alturas de la vida, su regreso no debía de significar nada y que iluso había sido al creer que podría reclamar aunque sea una miseria.
"arrrrrgh" se frotó sus cabellos en frustración. Si las cosas fueran siquiera más simples… pero su idea no estaba del todo desacertada. De hecho siempre las buenas ideas por lo general surgían bajo presión, al menos en su caso. Reconquistaría al pelirrojo. Se tenía mucha fe, sí; pero para poder llevar a cabo esa meta primero debería recavar información. 10 años lo separaban, era sin duda una cantidad de tiempo significante y demasiadas cosas pudieron haber tenido lugar "como por ejemplo ese mocoso" susurró mientras pateaba una lata hasta el infinito y más allá.
"y esa pobre lata ¿qué culpa tiene para recibir semejante golpe?" una voz masculina le cuestionó por detrás. El morocho se giró a ver al interlocutor no muy amigablemente.
"¿Mitsui?" se sorprendió de encontrarse con el ex tirador de 3 tiros.
"¿Qué haces por aquí? De hecho ¿qué fue de tu vida luego de aquella cena cuando te llevó Haruko? Te desapareciste." Le dijo acusadoramente mientras escondía sus manos del frío en los bolsillos de su jean.
"podría decirse…"
"Hisashi, sabes no encontré el sabor que… a… ti… te…" y las palabras del otro hombre que se había acercado al mayor de los dos morochos iban muriendo en su boca lentamente al darse cuenta de la presencia de otra persona junto a su amigo "¿Rukawa?"
"¿Oye, por qué no vienes a comer con nosotros?" invitó Mitsui. Rukawa pareció meditarlo unos segundos. Los suficientes para darse cuenta de que esta podría ser la solución a sus problemas, necesitaba ponerse al día… y quienes mejor que aquellos dos 'muchachos' que tenía ante él. "claro, será un placer" dijo acercándose a la pareja y esperando a que estos indicaran el camino a marchar.
Fue así como después de unos 5 minutos de andar finalmente llegaron a destino. Una casa con jardín frontal situada en una calle bastante tranquila aparentemente. Mitsui y Kogure iban delante de él, y por lo que su posición le permitía observar, el ex subcapitán estaba algo nervioso, por decirlo de alguna manera.
"ponte cómodo" le dijo Mitsui antes de perderse dentro de la cocina, dejando a solas a Rukawa y Kogure.
"Kogure Sempai… ¿le molesta que haya aceptado la invitación?" y sí, estaba siendo extremadamente respetuoso y amable pero había varias razones para ello: 1) tenía que ganar la confianza de ambos hombres, sino no le contarían nada; 2) Kogure le ¿caía bien?; 3) no tenía más razones.
"no, no es nada de eso… es solo que" y en el rostro del pobre hombre, el cual para ser sinceros estaba igual a como lo recordaba, se veía la frustración que implicaba el deliberar si contar o no contar la razón de su perturbación.
"lo que le sucede es que se siente incómodo con el que tú no sepas que nosotros somos pareja" anunció Mitsui mientras regresaba a la sala con una bandeja, vasos y bebidas. "no quiere que te sientas incómodo y te enteres por terceras personas… y te vayas a enfadar, o sentir ofendido" hablaba el hombre como si las palabras que escapaban de sus labios no tuvieran demasiada importancia, mientras, al de lentes solo una frase se le venía a la mente: 'tragame tierra'.
Pero por su lado Rukawa simplemente se quedo en silencio, observando a Mitsui y luego pasando su mirada hacia Kogure. "… yo no tengo problema con respecto a eso" susurró
"ves bobo, esto no es para que te pongas así" anunció Mitsui mientras una vez cerca de su pareja. Lo jaló del brazo y le hizo pegar contra su cuerpo en una caricia algo bruta.
"además, yo también soy como Uds." dijo mientras desviaba la mirada hacia un cuadro sin gracia que había en una de las paredes. Fue en algún momento que sintió la mirada de los dos hombres sobre él y antes de que le pudieran atacar a preguntas prefirió adelantárseles "uds fueron sinceros conmigo, yo lo voy a ser con uds… yo regresé a Japón por Hanamichi. Y hoy vine hasta aquí porque… pasaron 10 años y yo necesito saber que fue de Hanamichi en este tiempo…" Se quedó en silencio y luego retomó con una de las preguntas más importantes y circunstanciales de toda su existencia "y sobre todo ¡quién es ese niño!"
Mitsui liberó lentamente a Kogure para luego sentarse a su lado. "pues…." Tomó uno de los vasos y bebió un trago. Era claro que quería demorar toda explicación posible lo más necesario. ¿Qué contarle¿Por donde comenzar?
"Hanamichi es tutor de Sei" escucho la voz apacible, y ya serena, de Kogure "Hanamichi lo tiene a su cargo desde hace 3 años ya"
"¿tutor?" Rukawa no caía, la verdad el esperaba que le confirmaran las palabras que Hanamichi no se atrevió a negar ni a admitir
"tutor legal" sentencio Mitsui "el muchacho es huérfano y Hanamichi pues… se hace responsable de él"
"oh…………….. ¿y de dónde salió¿Qué¿Fue como con un perro que te encontrás en la calle?" Bueno, que Hanamichi fuera tutor del muchachito tenía más sentido que la loca idea de que fuera su amante
"pues…. Podría resumirse de esa manera" rió nervioso Kogure "nosotros muy bien los hechos de cómo se conocieron no los sabemos. Solo se que Sei es huérfano… y bueno, Sakuragi lo tomo a su cargo"
"……… pero ese niño dijo que eran amantes"
Kogure tanto Mitsui se quedaron en silencio observando a la seria expresión del morocho de ojos azules hasta que finalmente Mitchy interrumpió el silencio con una sonora carcajada "no me digas le creerás a ese niño"
"Hanamichi no me lo negó" sentenció Rukawa en su defensa
"Pero Rukawa, Sei es apenas un niño… ¿cuántos tiene¿15?… ¿16, no más. Además, en su circunstancia es comprensible que sienta algún tipo de 'amor' por Hanamichi. Después de todo, él ve a Sakuragi como su 'salvador'. No sé, digo yo… capaz confunde ese sentimiento de agradecimiento con amor. Además… el hecho de que Sei crea amar a Hanamichi no implica que nuestro pelirrojo le corresponda los sentimientos." Y esas eran las sabias palabras de Kogure que aliviaron un poco al intranquilo ser de Rukawa, pero igual… no estaba del todo convencido.
Rukawa lo escuchó con expresión seria, pero que luego se fue relajando. Lo que Kogure decía, tenía sentido. Además, el tiempo diría. Ahora simplemente se tenía que limitar a trazar el plan para re-enamorar a Sakuragi… y seguir poniéndose al día.
Saymour says: Capítulo tres listo. Gracias por los reviews nuevamente, muy amable, se los aprecia n.ñ Y erh… Karma, Alicia Keys… ese es el tema que escuchaba cuando siempre me ponía a escribir xP (simple acotación) … y una pequeña duda ¿a nadie le cae bien Sei .?
