Si seguro me deben querer matar, pero es que no tengo tiempo de escribir y en las ultimas semanas me paso de todo, así que no prendí la compu en dos semanas seguidas y eso retrasa el trabajo, en fin, espero sepan disculparme y lean este capitulo, prometo que el próximo sube pronto. YOGINNY

CA PITULO 4: OLVIDARTE ES MÁS DIFICIL QUE ENCONTRAR EL SOL DE NOCHE

Para cuando Hermione se despertó la luna ya estaba en el centro del estrellado firmamento. Parecía que la noche era perfecta, salvo por el extremo calor que estaba haciendo y que había obligado a los Weasley a dormir con todas las ventanas abiertas de par en par, permitiendo ver las estrellas.

Hermione siempre había disfrutado de verlas. Le gustaba como se desparramaban, como se reunían junto a la luna, o tal vez era que le recordaban a las pecas de Ron, ahora ya no tan visibles, pero aun presentes.

Cuando lo vio por primera vez en el expreso, lo primero que noto, fueron esos pequeños puntos sobre su rostro. Le parecieron feas, después graciosas, más tarde dulces y por ultimo pensó que eran lo que más representaba a Ron, por eso cada vez que veía a alguien cubierto de pecas, no podía evitar pensar en su amigo pelirrojo y sonreír como una tonta.

Miro su reloj: tres, cuarenta y cinco. Se sentó con cuidado en la cama y vio a Ginny dormir toda desparramada abrazando una almohada mientras decía algo por lo bajo. Hermione estaba a punto de poner los pies contra el suelo cuando recordó la presencia de alguien más, que efectivamente estaba bajo sus pies.

Luna. No podía creer la desfachatez de la chica. Llegaba y como si nada, se instalaba como si fuera su casa, la dueña de casa, más precisamente. Hermione no habría tenido problemas con ella si no fuera que el año anterior la escucho diciendo a un a chica de tercero de Gryffindor que Ron era su novio. Y eso no le gusto nada.

Luna había sido siempre la chica loca de la escuela, y por más que a Hermione nunca le gusto que la llamen así, desde ese día todo lo que Luna decía para ella estaba mal. No lo hacia de forma inconciente, al contrario, era todo muy intencional. Y quizás esas intenciones aumentaron cuando la vio besar a Ron al llegar.

Ahogando un impulso de despertarla, paso por sobre ella y con extremo cuidado salio de la habitación, tratando de hacer el menor ruido posible. Cosa poco posible en una casa que se cae a pedazos.

Salio de la habitación de su amiga pelirroja pensando en que habrá estado soñando Luna para sonreír de esa forma y rogando que no sea con cierta persona. Miro con cuidado de que no haya nadie y sonrió algo nerviosa.

Bajo las escaleras cuidadosamente y no vio a nadie. Mataría a Ron si la dejaba sola en ese momento, después de haber sido el quien planeo semejante cosa.

-Ron…-lo llamo bajito, pensando que seguramente estaba escondido. Y como pensó bien el pelirrojo salio de entre unos sillones sonriéndole alegremente.

-Pensé que no vendrías…-le dijo el hablando alto, pero luego se cayo al darse cuenta que podrían ser descubiertos.

-Prometí que vendría, y aquí estoy…

Hermione se giro y vio como Ron había estado jugando al ajedrez solo. ¿Que cosa tiene ese juego que lo esta jugando todo el día? Lo miro y vio que le sonreía a la nada y el corazón le dio un vuelco.

Ron era como un niño pequeño, siempre pensado en otras cosas, siempre jugando, comiendo, bromeando. Pero también podía ser adulto, como tenia la mente clara en los momentos difíciles, como era capaz de sacrificarse por los demás.

-¿Vamos?-pregunto Ron. Hermione se puso algo nerviosa y Ron le dio un golpecito en la espalda, haciéndola temblar. Seria muy difícil esconder eso.

-No se…estoy nerviosa…-dijo inventando una excusa, que quizás no lo era después de todo.

-Todo saldrá bien, ya veras-dijo optimista, como siempre-ya veras que cuando los gemelos se lleven el susto de su vida nos reiremos como nunca.

Hermione asintió con la cabeza y entonces Ron la tomo de la mano. Hermione sintió que las piernas le temblaban, pero aun así camino a donde sea que Ron la llevaba.

Se detuvieron delante de una pequeña puerta bajo la escalera que llevaba al altillo, que daba directamente a la habitación de los gemelos y donde los Weasley guardaban algunas cosas, muggles en su mayoría.

-¿Que hacemos acá?-pregunto la castaña sin entender.

-Por acá podremos ver como Fred y George se quedan pegados al techo del susto-dijo riendo malvadamente. Hermione solo sonrió. ¿Que más podía hacer? Si cada vez que lo veía reír se derretía por completo.

Ron hizo un gracioso movimiento con la cabeza indicándole entrar. La castaña lo miro a los ojos, sabia que allí encontraría la confianza necesaria, y así fue.

Hermione fue la primera que entro. Era un lugar chiquito y todo mohosos y maloliente. La castaña entro con cuidado de no golpearse la cabeza y se sentó de costado a una pequeña abertura que dejaba ver a los gemelos dormir pasivamente. Ron entro detrás suyo y se sentó justo frente a ella. Hermione había tenido que flexionar las piernas para que puedan ambos entrar.

-¿Asustada?-le pregunto sonriendo.

-Un poco-dijo Hermione. El lugar era demasiado chiquito, tenia a Ron al frente suyo y una extraña voz en su cabeza le dijo que no se fuera nunca de allí.

-No te preocupes, no pasara nada…-dijo Ron mirándola fijamente a los ojos. Hermione le mantuvo la vista por un tiempo, pero luego se volvió a ver a los chicos dormir.

Era difícil mirarlo a los ojos. Esos ojos color cielo, eran el puro reflejo de la inocencia. Ron era demasiado obvio con sus miradas. Hermione sabía cuando se enojaba, cuando estaba triste, cuando estaba nervioso y más aun cuando estaba contento. Como en ese preciso momento, los ojos le brillan de emoción.

Hermione se volvió a mirarlo y vio que el había estado mirándola todo ese tiempo. Sin quererlo sintió como el corazón se le inflaba de alegría y a la vez las orejas se le tornaban carmesí.

-Bien, ¿y ahora que hacemos?-pregunto Hermione. Ron sonrió y saco una soga que se perdía por debajo de la pared que daba a la habitación de los gemelos.

-Con esto haremos llegar la llama hasta los fuegos artificiales-dijo sacando lo que parecía se un encendedor-espera y veras…

-Ron… ¿estas seguro de querer hacer esto?

-Por supuesto que si…-dijo el chico divertido-Ahora si sabrás lo que es diversión.

Lo miro entre ofendida y divertida. Si que era un tonto. Por supuesto que ella odiaba las bromas de este tipo, es más nunca le habían gustado. Odiaba ponerse nerviosa al tiempo que las manos le sudaban, odiaba contener la risita tonta por horas y después arrepentirse de haber participado. Se odiaba a ella misma po no ser lo suficientemente fuerte como para decirle todo eso a Ron. Pero más aun odiaba el estarse divirtiendo con toda la situación.

Ron prendió la punta de la soga y ambos en silencio y con el corazón ahogándose en adrenalina vieron las llamas de fuego pasar por debajo de la puerta. Se miraron unos segundos, ambos sonrieron y apurados se juntaron a ver por la pequeña abertura.

Hermione tardo unos segundos en notar que los fuegos artificiales no estallaban y entonces se preocupo, pero Ron parecía no haberlo notado ya que seguía mirando con una sonrisa de niño con juguete nuevo, a sus hermanos dormir.

-Ron ¿Qué pasa? ¿Por qué no estallan?

-Espera un poco más…-pero Ron no pudo terminar la frase ya que la puerta detrás suyo se abrió de golpe haciendo a los dos chicos girarse a ver quien era.

Harry Potter se encontraba parado allí con el pelo todo revuelto, los anteojos mal colocados y la varita en alto apuntándolos directamente. El chico, al verlos, bajo la varita y puso cara de no entender nada. Hermione abrió la boca para decir algo, pero Ron tomo a Harry del cuello del pijama y lo metió en su escondite.

-Auch…-de quejo Hermione cuando Harry cayo encima suyo.

-Lo siento-se disculpo Ron.

-¿Se puede saber que hacen escondidos bajo la escalera a estas horas de la noche?-pregunto el pelinegro a sus amigos. Ambos chicos se miraron preocupados y Ron, sonriendo, fue el que le explico a Harry todo el plan, y más precisamente, el porque del plan.

-Estamos haciéndole una broma a los gemelos-contó Ron divertido, mientras detrás de él Hermione se ponía colorada y esquivaba los inquisitivos ojos verdes de su amigo.

-¿Que? ¿Para que?-pregunto el chico sin entender.

-Hermione debe probarme algo-dijo Ron cruzándose de brazos y mirándola divertido.-Le pusimos fuegos artificiales debajo de sus camas…

-¿Y Hermione acepto hacer esto?-pregunto Harry mirando a su amiga perplejo.

-Solo para probar que si disfruto de las bromas…-se defendió la castaña, mientras Ron evitaba reírse-pero esta en especial me esta preocupando… ¿porque no estallan los fuegos artificiales?

Ron levanto ambos hombros y se volvió a mirar a los gemelos. Dormían apaciblemente. Hermione vio a Harry de reojo, el chico parecía preocupado. El no había dicho que hacia ahí…

-¿Harry?-lo llamo en un susurro, haciendo a sus dos amigos enfrentarla-¿Que hacías levantado a estas horas?-le pregunto. Ron se volvió a mirarlo y Hermione noto como el ojiverde se ponía más nervioso, aun.

-Er…esto…yo…yo vine a buscar algo, eso-dijo como si un foco se le hubiese prendido en su cabeza.

-¿Que cosa?-quiso saber Ron. Hermione por su parte lo miraba dudosa, había algo raro en todo esto.

-Ehhh…mi escoba…eso, mi escoba y entonces sentí ruidos y vine a ver y los encontré a ustedes-dijo Harry. Ron sonrió, aparentemente creyéndole, pero Hermione no se tragaba semejante mentira. Si que era malo Harry para mentir, pensó para sus adentros mientras lo miraba sin disimulo, pero entonces creyó tener la respuesta.

-¡Te viniste a encontrar con alguien!-grito Hermione sin medir su voz. Ron, al comienzo, temeroso de ser encontrado le tapo la boca, pero luego se giro lentamente a ver a su amigo que estaba completamente colorado.

-No…-fue lo único que alcanzo a decir porque la puerta se volvió a abrir dejando ver una figura pequeña, de grandes ojos y pelo rubio.

-¿Luna?-preguntaron Ron y Hermione mirando a Harry sin entender. ¿Harry esperaba a Luna?

-No no no no no…-dijo el pelinegro negando con ambas manos delante de su rostro. Ron sonrió divertido y Hermione creyó que Luna traería más de un problema.

-¿Que hacen todos acá?-pregunto la rubia. Hermione rodó los ojos y vio a los gemelos dormir sin problemas-¿Puedo entrar?

-En realidad…-empezó Ron buscando una excusa.

-Ya no entramos-dijo Hermione siendo lo más cortante posible.

-¿De que hablan?-dijo Luna sin darle importancia al comentario de Hermione, y sin decir más se metió, pasando por encima de Harry y sentándose junto a Ron que la miraba preocupado.

Hermione lanzo un gruñido y se volvió a ver a los gemelos. Dormían como angelitos, bueno, si se les puede poner ese calificativo a los gemelos Weasley.

-Cómodo este lugar, ¿no?-dijo Luna sin separar sus ojos de Ron que miraba a Hermione de reojo, la cual se hacia visiblemente la tonta.

-Eh, si-dijo Ron. Harry por su parte estaba ahora más nervioso que antes.- ¿Se puede saber que te pasa? Estas actuando muy raro…

Harry abrió la boca para decir algo, pero en ese preciso momento los fuegos artificiales comenzaron a estallar. Hermione se llevo ambas manos a los oídos ya que el ruido era muy fuerte. Miro por la pequeña rendija y vio como los gemelos, sentados en sus camas se miraban sin entender. Un momento…los fuegos artificiales no habían explotado en esa habitación, no había luces de colores, ni ruidos fuertes, ni los gemelos estaban pegados al techo.

Hermione se giro a ver a Ron que estaba pálido como una hoja de papel, mientras Luna, que estaba aferrada a su brazo cerraba los ojos con fuerzas y gritaba: ¡Fuegos Artificiales!

-¿Que pasa Ron?-pregunto Hermione preocupada, pero Ron no le contesto. Aparto a Luna sin cuidado y salio torpemente de la escondite. Harry salio por atrás y detrás suyo Hermione.

-Ron…-lo llamo Harry pero el pelirrojo no reaccionaba. Por favor, que no pase nada malo…

Hermione camino hasta su amigo el pelirrojo y vio que este decía algo muy bajito. Lo sacudió un poco y recién este pareció reaccionar.

-Las explosiones no venían del cuarto de los gemelos…

-Ya se eso Ron, pero ¿de donde venían?-pregunto Hermione preocupada.

-Creo que yo puedo contestar eso, Hermione-dijo una voz detrás suyo. Hermione sintió que le caía un balde de agua helada y se giro para encontrarse con la Sra. Weasley y su esposo vestidos con graciosa ropa de dormir, parados en medio de la escalera que daba a su habitación. El Sr. Weasley tenía los pelos parados, literalmente parados.

-Mama…-dijo una voz desde el otro lado. Ginny venia sobandose el brazo, claramente se había caído de su cama del susto-¿Que paso?-pregunto con cara de susto.

-Deberíamos preguntarle Ron, ¿no les parece?-dijo la voz de George detrás de sus padres. Ron bajo la cabeza. Hermione sabía muy bien que lo encontraría culpable.

-Ronald Weasley-empezó su madre-¿Que significa esto?

Hermione miro como las orejas de su amigo se tornaban coloradas al tiempo que levantaba la vista para enfrentar a su madre. Hermione recién noto, como bill y el profesor Lupin miraban la escena con el entrecejo fruncido desde el otro lado de la sala.

Recién entonces Hermione noto que todo había sido una mala idea, una muy mala idea.

-Fue un experimento que salio mal-dijo Ron con una tímida sonrisa que en sus mejores momentos hubiera funcionado, pero que a las cinco de la mañana, no parecía ser un arma muy potente.

-¿Experimento?-dijo Luna sin que nadie le preste atención.

-Ronald Weasley, vas a tener muchos problemas-dijo su madre bajando a grandes zancadas las escaleras que la separaban de su hijo menor. Hermione sabiendo lo que pasaría creyó mejor interferir.

-Fue mi idea-dijo en medio de un silencio sepulcral solo interrumpido por las grandes pisadas de Molly Weasley. Hermione sintió entonces la mirada de todos en ella.

-Hermione…-dijo Ron muy bajito, como pidiéndole que no se metiera.

-Yo le dije a Ron que me ayudara a hacerle una broma a los gemelos-dijo sin mirar a los ojos a la mayor de los Weasley-yo le dijo que quería vengarme de ellos, ayer en el lago me tiraron al agua y seguramente fue su culpa, entonces quise cobrarme la que me hicieron…

-¿Poniendo fuegos artificiales debajo de nuestra cama?-pregunto el sr Weasley. Hermione lo miro y negó levemente con la cabeza.

-Debajo de la cama de ellos-dijo Harry detrás suyo.

-¿Entonces también Harry, cariño, estabas metido en esto?-pregunto la Sra. Weasley preocupada.

-Fred y George seguramente descubrieron donde estaban y los cambiaron de lugar, para que Ron se lleve el castigo de su vida-dijo Ginny conectando piezas. Hermione se volvió a ver a los gemelos que sonreían triunfantes, pero en cuanto su madre se giro a mirarlos pusieron cara de santos y negaron fuertemente con la cabezas.

-¡Nosotros no hicimos nada!-grito Fred.

-Suficiente-dijo el profesor Lupin, interviniendo en la conversación por primera vez-Molly, Arthur, me parece que sus hijos deben arreglar esto entre ellos. Pero me parece que no estamos para bromas de este tipo, chicos.

-¿A que se refiere?-pregunto Luna.

-Me refiero a que estamos en medio de una guerra, cualquiera se podría haber asustado demasiado y comenzar a tirar hechizos, fue un acto inconsciente-termino Lupin antes de sonreír-De cualquier forma, fue una broma muy inteligente, Fred y George.-y sin decir más dio media vuelta para volver a dormir.

Hermione lo vio alejarse y sintió extrema culpa. El profesor tenía toda la razón. No era momento para esas bromas, ella acababa de ser asustada de por vida luego de que incendiaran su casa y se ponía a hacer bromas de este tipo. Un momento… ¡sus padres!

Hermione giro para ver si se habían levantado. Harry estaba junto a la pared mirando a todos preocupado, Luna se peinaba el cabello como si nada, Ron miraba a los gemelos con odio, la Sr. Weasley y su esposa deliberaban en una esquina, los gemelos lo hacían desde el otro lado, Ginny estaba siendo vista por bill que analizaba su brazo, pero no había rastros de sus padres.

Con cuidado se acerco a Bill y a Ginny que le sonrieron al llegar junto a ellos.

-¿En serio fue tu idea?-pregunto Ginny divertida. Hermione sonrió algo tímida, estaba dispuesta a llevarse toda la culpa. Ginny rió más fuerte, hasta que Bill le hizo doler el brazo.

-Lo siento, pero ya esta-dijo el mayor de los chicos Weasley.

-¿Dónde están mis padres?-pregunto. Bill se volvió a mirarla y le sonrió.

-Con papa le pusimos un hechizo silenciador a su puerta-dijo el chico sonriendo-de esa forma no sentirían ningún ruido raro que llegue a asustarlos.

-Gracias-dijo Hermione. En realidad estaba demasiado agradecida.

-Bien-dijo una voz detrás suyo-Ron vamos a tener una pequeña charla-dijo la Sra. Weasley-ven, vamos.

-Pero fue mi culpa-dijo Hermione al extremo de preocupada.

-No hace falta Hermione que intentes cubrir a tu amigo-le dijo la Sra. Weasley. Hermione se llevo una mano a la cabeza y respiro resignada. Ron desde donde estaba le sonrió agradecido y comenzó a subir las escaleras con su madre hacia la habitación de esta.

-No lo esta encubriendo…yo fui testigo, fue idea de ella-dijo Luna por detrás. Hermione se giro a mirarla con claros deseos asesinos, mientras Ginny reía, seguramente porque vio la cara de su amiga. Luna retrocedió un poco y miro a otro lado.

La Sra. Weasley que se había detenido, negó con la cabeza y subió un poco más las escaleras. Pero se detuvo al escuchar dos fuertes golpes que venían desde lo más bajo de la casa.

Hermione se sobresalto y miro como todos sacaban sus varitas con cuidado. Harry y bill fueron los primeros en bajar, seguidos de cerca por el señor Weasley. Hermione y Ginny bajaron también con cuidado, ante la mirada reprobatoria de la Sra. Weasley.

Cuando llegaron abajo, Bill abrió la puerta con fuerza, mientras todos apuntaban a la persona parada frente a ellos. Una chica rubia, de cabellos largos, ojos como el cielo y sonrisa de cristal miro a todos asustada y levanto amabas manos.

-¿Pegdon integugpo?

En un lugar bastante lejano, más precisamente fuera de Inglaterra, se extendía una hermosa casa de varios pisos, habitada por gente muy alegre. Parecía que dentro una fiesta de disfraces se estaba llevando a cabo. Una mujer regordeta, de grandes cachetes rosados, recibía a todos los invitados con un apretón de manos y una alegre sonrisa bonachona.

Uno de los invitados, era un hombre robusto, cubierto con una capa negra que no le dejaba ver el rostro. Su andar era cansino y su postura demasiado incorrecta. Cuando la mujer lo vio sonrió aun más, le estrecho la mano con fuerza y le presento a dos chicas más jóvenes que casi desmayan ante esa presencia.

El invitado entro a la amplia casa y se mezclo fácilmente entre los invitados. La gente de vez en cuando lo reconocía y lo saludaba elegantemente.

Pero cuando el hombre llego al centro de la sala, levanto su brazo en alto y sin apuntar con la varita a una persona en especial, pronuncio en un raro idioma, palabras aun más raras, haciendo que todos cayeran al suelo.

Se acerco al hombre más cercano, disfrazado de pirata y lo pateo. El cuerpo del hombre giro y entonces pudo comprobar que su plan había funcionado. Los había matado.

Camino entre los cuerpos deteniéndose ante una figura gigante delante de él. Una figura con cara de serpiente y ojos llenos de maldad.

-Muy bien hecho-dijo Lord Voldemort con una sonrisa satisfecha-Hacia tiempo que no veía un hechizo tan potente en un joven tan prometedor…

El hombre encapuchado se arrodillo delante de su nuevo señor, y con un gesto de subordinación le beso la mano. Voldemort, pareció medio reacio al comienzo, pero luego sonrió satisfecho.

-Ahora ve…te espera una misión muy importante…tráeme al chico lo antes posible, antes que se de cuenta de toda la verdad.

-Si-fue lo único que contesto la figura antes de desaparecer detrás del marco de una puerta.

-Ya se acerca el final Potter…

No se ustedes pero odie este capitulo, me fue muy difícil de hacer y no me quedo muy lindo, espero su opinión y perdón…YOGINNY