Hola! Aquí el 5 capitulo, espero sea de su agrado, a mi me gusto, aunque me quedo algo cortito. Espero sus reviews! YOGINNY

CAPITULO 5: SE NOS MUERE EL AMOR

Fleur Delacour, con su cabello rubio, sedoso y todo brillante se encontraba parada, bajo el marco de la puerta con el rostro asustado, debido seguramente a la gran cantidad de varitas apuntándole directamente.

Era, para Ron, la representación de la belleza. Cuando la había visto por primera vez, había quedado como un tonto mirándola, y ahora no era muy diferente.

Ron sacudió un poco la cabeza. No podía evitarlo, era más fuerte que el.

Sabía que era una veela, y que eso, prácticamente le nublaba todo pensamiento, pero odiaba sentirse así, más que nada, odiaba ser el único que se sentía así. Giro su cabeza torpemente para ver el rostro de su familia y amigos, todos parecían sorprendidos. Pero para sorpresa de Ron, la rubia tenia el mismo efecto en Bill.

-¡Fleur!-grito Bill corriendo hacia ella. La tomo de la mano y la hizo entrar a la casa, dejándola en el centro de la sala.-Mama, papa, chicos…esta es mi novia Fleur.

-Ya la conocemos, Bill-dijo el profesor Lupin esquivando con la mirada a la chica. Ron sonrió complacido, al parece el no era el único al que lo inundaban esas sensaciones.

-Fleur, querida-dijo Molly Weasley bajando las escaleras que la separaban de Ron y saludando a la linda chica con un abrazo, al que la otra correspondió, aunque con menos entusiasmo-Me alegra tenerte en casa…siéntete cómoda…

Ron respiro aliviado seguramente su madre se había olvidado de el. Se volvió ligeramente para tener un mejor ángulo de la rubia. Bill si que tenía suerte, él en su vida se conseguiría una chica tan linda.

Miro a Harry que estaba junto a Fred y George, hablando Merlín sabe que, y luego miro a Hermione. La chica estaba mirándolo directamente a el, y parecía bastante enojada, pero en cuanto vio que la vista de Ron se posaba en ella, giro la cabeza violentamente.

Ron analizo la situación. Sabia bien que sus sentimientos por Hermione habían cambiado, quizás hacia mucho ya. Hacia ya tres años, se había encontrado el mismo rompiendo su juguete de cierto jugador búlgaro, pensando en Hermione, mirándola cuando ella no lo notaba. Las cosas con Fleur eran completamente diferentes. Cierto es que tenia un efecto más que peculiar en el, pero nada más. Ron nunca había pensado en ella en otro momento en el que no este, o había sonreído a la nada recordando como arrugaba la nariz cuando se enojaba, o había deseado poder hacerla feliz.

Se volvió a mirar a la rubia. Bill estaba junto a ella, rodeándola con un abrazo sobre protector, o más bien, marcando lo que es suyo. Ambos padres Weasley hablaban con ellos, muy animados.

-¡¿Que hace Fleur Delacour aquí!-pregunto la voz de Luna a sus espaldas.

Ron se giro a mirarla. No era que no soportaba a Luna, sino que era una chica demasiado rara para su gusto, o para el gusto de cualquiera.

-Es la novia de Bill-aclaro Ron-vino a pasar unos días…

Luna solo levanto ambos hombros resignada y bajo contenta los escalones, hasta llegar junto a ellos. Ron se dejo caer en su lugar y quedo sentado en la escalera mirando la escena. Estaba cansado, quería dormir, no eran horas de hacer vida social. Mejor se escapaba.

Despacio y tratando de hacer el menor ruido posible se paro en su lugar y subió los escalones de a dos. Cuando se creyó a salvo se puso derecho y sonrió por su logro, pero no bien hizo ademán de mover un pie hacia su habitación la voz de su madre lo detuvo.

-NI PIENSES RONALD WEASLEY QUE TE SALVASTE DE ESTA-grito la mujer. Ron se golpeo la cara con una mano y se quedo en su lugar esperando por su madre que pronto llego.

-Mama…es tarde, porque no mejor esperamos hasta mañana y ahí recién me castigas de por vida…-le sugirió el pelirrojo.

-¿Tienes sueño?-pregunto la mujer con preocupación, que resulto ser falsa, ya que inmediatamente después que Ron asintió con la cabeza, ella replico-Mire usted…yo ya no tengo sueño, unos fuego artificiales me despertaron…y como yo ya no tengo sueño, nadie más dormirá…

-¡Mama!-dijo Ron asustado.-Esta bien…no duermo, ¿eso no es ya suficiente castigo?-pregunto mientras entraban a la pieza de su madre.

-No, Ron-contesto la mujer-no es suficiente. ¿Porque lo hiciste?

-Era una broma…-dijo el chico sin saber que más agregar. Sabia que se venia el interrogatorio del que tanto hablaban los gemelos después de haber hecho alguna "travesura".

-¿Que tienen que ver Harry y Hermione?- pregunto su madre.

-Nada, yo los obligue a los dos a participar…

-¿Cómo que los obligaste?-pregunto su madre asustada, seguramente se imagino una que otra amenaza con la varita.

-Bueno…le dije a Harry que me acompañe que se iba divertir ya que el nunca hacia nada divertido, solo perseguir magos tenebrosos con intenciones de matarlo…-¡buena mentira, Ron!- y los dos sabemos que eso no es divertido…

-¿Y Hermione?- pregunto su madre que claramente no se había creído lo de los magos tenebrosos. Decididamente era un interrogatorio.

-A Hermione le dije que ella no sabia divertirse…pero ni ella ni Harry sabían lo que iba a hacer…Fred y George andan siempre burlándose de mi, quería ser yo quien me burle de ellos…

-Entonces Ginny tiene razón-dijo la Sra. Weasley-los gemelos cambiaron los fuegos artificiales de debajo de sus camas a la nuestra…

Ron asintió con la cabeza. No se las dejaría tan fácil a sus hermanos y decididamente se las cobraría, y con intereses.

-Yo solo…

-Esta bien, Ron-dijo la pelirroja mujer levantándose de su lugar sobre la cama-hablare con esos chicos…pero tampoco puedo dejar que sigas así, vas a tener que ayudar a tu padre a ordenar el cobertizo toda esta semana, ¿entendido?

Ron asintió con la cabeza levemente. Sabía que la había sacado barata, considerando que realmente todo había salido al revés de lo planeado. Seguramente ahora Hermione estaría enojada con el, y no lo hablaría por un largo tiempo. Y lo más probable era, que esta no era la ultima vez que los gemelos lo molestarían, pero el estaría preparado para su próxima broma.

El lunes parecía que seria un día realmente aburrido. La mañana estaba completamente cubierta, parecía que en cualquier momento comenzaría a llover, pero eso no le molestaba en lo más absoluto. Habían tenido un rico desayuno, cortesía de su madre, y ahora caminaba por la callecita principal del callejón Diagon junto a sus amigos para conseguir los libros que necesitarían ese año.

Ron no veía la hora de volver a Hogwarts. Seguramente todos creían lo contrario. Pero Ron extrañaba poder hacer lo que quiera, y cuando decía lo que quiera, se refería a que nadie lo obligue a ordenar su ropa, a hacer sus tareas, ni a tener que compartir sus cosas con seis personas más. Claro que entre Hermione y Ginny se encargaban de hacerlo hacer la mayoría de esas cosas.

Ron iba junto a Harry que estaba algo distrito mirando el cielo, mientras Hermione iba junto a Ginny y Luna. Delante del grupo Bill y Fleur iban demasiado acaramelados como para notar si alguno de ellos faltaba, por lo que Ron decidió tomar su propio rumbo. Iría por ahí a comprar algunos dulces, que ya se le habían acabado.

-Harry…-lo llamo bajito.

-Mmmmm…

-Creo que me voy a comprar algunos dulces…ya no me quedan-dijo el chico antes de girarse sobre sus talones, pero inmediatamente lo hizo la voz de su hermano lo hizo volver a su ubicación original.

-Ni sueñes que te iras solo, Ron-dijo Bill sonriéndole divertido.-Vamos a comprar los libros en aquella tienda-dijo señalando una pequeña tienda de puerta casi inexistente de lo vieja que era.

Ron bajo la cabeza, ante la sonrisa de Ginny que se burlaba de el. Vio de reojo como Hermione lo miraba de forma inexpresiva, y se sintió aun peor.

-¡Vamos a compgag libgos!-dijo Fleur divertida aferrándose al brazo de Bill risueña, haciendo al mayor de los pelirrojo sonreír medio ruborizado. Ron se le quedo mirando como un tonto, hasta que una voz lo entretuvo.

-A mi no me molestaría que me lleves de la mano, Ronald-dijo Luna sonriéndole de una forma muy rara. Ron arrugo el entrecejo, ante la estrepitosa risa de Harry y Ginny.

-Ahhh…bueno-dijo caminando entre la gente con dirección a la tienda, sin intenciones de mirar a Hermione.

Cuando llego frente al local, miro a su interior. Parecía mucho más pequeño ahora, las paredes cubiertas de libros de segunda mano, y llena de gente. Entre todos distinguió a Neville, junto a Dean Thomas y a Parvati Patil. Ron sonrió, seria bueno hablar con ellos, ya que sus propios amigos estaban bastante raros últimamente.

Se giro a ver al resto. Todos caminaban en su dirección lentamente. Cuando encontró los ojos de Hermione la chica miro hacia otro lado. Ron respiro resignado y entro al local.

-¡Ron!-escucho que lo llamaron y efectivamente era Neville que camino hacia el sosteniendo entre sus manos a su viejo sapo.

-Hola Neville-saludo con una mano, detrás de el se acerco Dean con una extraña sonrisa nerviosa y Parvati moviendo el pelo de forma graciosa.

-Hola Ron…-dijo Dean esquivando la mirada-¿Ginny esta contigo?-pregunto. Ron arrugo el entrecejo pero con la cabeza señalo a la calle por la que venia su hermana y sus amigos. El chico sonrió y salio de la tienda. Por el vidrio pudo ver como abrazaba a Ginny, ante la mirada atónita de todos, y la furia de Bill, y para sorpresa de Ron, de Harry también.

-¿Vienes por tus libros?-pregunto Parvati, cuando la mirada de Ron se había vuelto a quedar en Hermione.

-Si…pero ni se cuales son…

-No hay problema, nosotros te ayudamos a buscarlos…-dijo Neville sonriendo, pero en ese momento se le escapo su sapo que salio entre la gente.- ¡Trevor!-grito el chico antes de perderse entre la gente. Parvati rió divertida.

-Bueno, voy a ayudarlo…si ves a Lavander dile que no se valla sin saludar-y sin decir más le guiño un ojo y fue detrás de Neville.

-Andamos muy conquistadores, ¿no?-dijo la voz de Bill detrás de el. Ron rodó los ojos y se giro para ver a su hermano.

-Ron…-llamo Luna y Ron quiso que la tierra lo tragase, esa chica salía con cada cosa.

-¿Si?

-Si quieres puedo ir a buscarte tus libros-dijo con una sonrisa. Ron sonrió alegre y asintió con la cabeza. A su lado sintió un leve gruñido, pero no quiso mirar.-Bien…

-No me parece bien que la trates así…-dijo una voz a hacia tiempo no escuchaba.

-¿Así como?-pregunto enojado. La verdad era que quería hablar con ella, pedirle que no se enoje con el, que no fue su culpa, pero lo único que podía hacer era discutir con ella.

-Como si fuera tu esclava…-dijo Hermione mirándolo a los ojos, por primera vez después de mucho tiempo.

-No la trato como esclava, yo no le estoy pidiendo que haga nada que no quiere-dijo acercándose a ella peligrosamente-Luna se ofreció solita.

-Eso es verdad…-intervino la rubia, haciendo que Hermione la mire sin comprender y niegue con la cabeza.

-Luna puede traer los tuyos también-dijo Ron mirando a la rubia que asintió con la cabeza no muy convencida.

-Tampoco es para que es aproveches-intervino Ginny que había estado escuchando todo, como siempre.-Yo buscare los tuyos Hermione…

-No hace falta, Ginny-dijo la castaña poniéndose tan terca como siempre.

-Si, hace falta-dijo Ginny quitándole su lista y tomando a Luna del brazo.

-¿Nadie se ofrece a buscar los míos?-pregunto Harry a la nada. Ron sonrió divertido, pero en ese momento volvió Ginny y tomo a Dean de la mano y se lo llevo con ella. Harry miro la escena con la boca demasiado chiquita, como si estuviera apretando los dientes, y se metió entre las estanterías detrás de su hermana y su novio.

-Harry esta raro…-dijo Hermione sentándose en una pila de libros en una esquina.

-También estas rara…-dijo Ron sentándose junto a ella y buscando su mirada.

-Yo estoy normal-dijo la chica si mirarlo. Ron negó con la cabeza, pero luego estuvo seguro de lo que tenía que decir.

-Quería pedirte disculpas por lo que paso-dijo Ron rascándose la nuca-yo no lo planee de esa forma, pero quédate tranquila que yo le dije a mama que ni Harry ni vos tuvieron algo que ver con la broma…

-Ron…-dijo Hermione muy bajito-Yo ya se que no fue tu culpa…

-¿Y entonces porque estas enojada?-pregunto, esta vez mirándola directamente, pero Hermione seguía viendo unos libros contra la pared.

-No estoy enojada-dijo la castaña, pero Ron no le creyó.

-¿Es por Luna?-pregunto Ron, sin saber muy bien a que se refería el mismo con esa pregunta.

-¿Luna?-dijo la chica, esta vez encontrando sus ojos-¿Que tiene que ver Luna con todo esto?

Ron arrugo el entrecejo. Si Hermione no estaba enojada antes, ahora si lo estaba. Ron respiro resignado y se cruzo de brazos. Al parecer el era el único que quería arreglar las cosas, Hermione estaba con una actitud muy rara, ni siquiera como para intentar dejar de discutir con el.

-Bueno…-dijo Ron-esta bien, perdón.

-¿Perdón?-pregunto la chica.

-Si, te estoy pidiendo disculpas….nose que hice, pero no me gusta que estés así…

-Ya te dije que estoy bien, Ronald-dijo Hermione parándose de su lugar y perdiéndose entre los estantes.

Ese fue un golpe al orgullo de Ron. Ronald Weasley nunca pedía perdón, nunca. En especial a Hermione. Pero lo había hecho y ella se había enojado. Los años anteriores habían pasado días sin hablarse por el orgullo de ambos, porque ninguno bajaba la cabeza, pero Ron había querido cambiar eso y le había ido bastante mal

Enojado con Hermione, y consigo mismo, lanzo un largo gruñido de cansancio y fastidio. Se cruzo de brazos y se puso a largar, por lo bajo, una que otra maldición.

-¿Que te ocurre?-pregunto Bill cerca suyo. Ron levanto la vista, por lo menos ahora estaba solo, sin Fleur.

-Nada…-dijo Ron mirando hacia la calle. Pero Bill no pareció entender la indirecta y se sentó junto a el.

-¿Es una chica?-pregunto con una sonrisa traviesa que le recordó mucho a Ginny. Ron se volvió a mirarlo e intento poner la mejor cara de "estas hablando cualquier cosa" que le salga.

Bill pareció entonces rendido y se paro en su lugar, pero apenas lo hizo Ron comenzó a hablar.

-Es una chica tan pero tan rara…parece que no existe en el mundo tema sobre el que ella no tiene opinión, no hay momento en el que no me haga enojar, ni en el que estemos peleándonos…

Ron miro a su hermano que estaba serio, pero parecía comprender exactamente lo que había dicho su hermano menor.

-¿Es linda?-pregunto Bill con una sonrisa.

Ron se quedo mirándolo unos segundos y sonrió contento. Una de esas sonrisas que dicen más de mil palabras, y reflejan más de una emoción. Bill rió divertido y le dio unos golpecitos en la espalda.

-¿Y ya se lo dijiste?-pregunto el chico, pero ante la sorpresiva mirada de Ron, comprendió que la respuesta era negativa.

-¿Decírselo?-repitió Ron incrédulo-¿Que le diga?

-Claro-dijo el pelirrojo mayor como si fuera lo más obvio.

-No, Bill-dijo Ron con una sonrisa-el día que yo confiese lo que siento la tierra se partirá en dos, y comenzaran a surgir los mayores desastres que pueden ocurrir en el mundo, y la gente se arrodillara rogándole al cielo que las cosas vuelvan a ser igual a antes de que yo haya dicho algunas palabras….

Bill se quedo mirándolo un rato. Parecía que estaba procesando esas palabras que en la cabeza de Ron tenían mucho sentido. El pelirrojo se sintió medio incomodo por el silencio y busco entre la gente a la chica en cuestión.

Estaba en una esquina, mirando unos posters sobre un nuevo libro de hechizos. El pelo parecía molestarle, ya que se lo había sujeto en un rodete y miraba todo con esa expresión de análisis en que siempre miraba lo que estaba cuestionando.

-¿Sos consiente que lo que dijiste es una completa estupidez?-pregunto Bill mirándolo preocupado. Ron solo hizo una mueca de no darle importancia, hasta que Bill le dio un golpe en la cabeza.

-¿Porque hiciste eso?

-Porque sos un idiota…-dijo el chico. Ron intento decir algo, pero su hermano lo volvió a interrumpir-¿Te hace sentir mariposas?

-¿Que?-pregunto Ron sin creer la pregunta. Siempre había pensado que eso de las mariposas era una estupidez, pero la verdad era que lo que el sentía era un gran dolor de estomago, que algunos podrían llegar a comparar con unas cuantas mariposas en el estomago.

-Mariposas…snich…lo que quieras-dijo Bill haciendo morisquetas en el aire.

-Ah…si-dijo Ron si mirarlo directamente.

-Entonces tienes que decírselo…no todos los días se encuentra a alguien que te tenga en ese estado de idiotez como para ponerte a inventar tontas excusas para no decírselo…

Y sin decir más, Bill se paro de su lugar y camino entre los estantes. Ron lo vio alejarse, creyendo por primera vez, que Bill era bastante sabio.

A lo lejos vio a Ginny, Dean y Harry, parecían estar peleando, y sin comprender porque, no le gusto nada la escenita. Luna estaba junto a Fleur, hablando entre risas, en una esquina. Ron busco a Hermione con la mirada, pero entonces, otra figura se paro delante de él.

-¡Ron!-dijo la chica a la que Ron le costo reconocer. Lavander Brown corrió hasta el y, para su sorpresa, le dio un beso en la mejilla.

-Ah…hola Lavander-dijo mirando por sobre la chica en búsqueda de su amiga castaña.

-¿Cómo estuvo tu verano?-pregunto Lavander, pero ni lo dejo responder-yo me fui a unas playas de España con mi familia, fue muy lindo…

-Ah, que bien-dijo Ron, cuando finalmente distinguió a Hermione entre la gente-Parvati dijo que la esperes…me voy, nos vemos en Hogwarts…

Ron camino entre la gente hasta que llego junto a la castaña. La chica leía la solapa de un libro de cuentos para niños, y parecía sonreír. Ron se quedo mirándola, realmente le dolía el estomago, y si como Bill decía, eso no se sentía siempre, el no dejaría escapar su oportunidad.

Se detuvo justo detrás de la chica, tan cerca que podía leer sobre su hombro el libro que estaba leyendo.

-¿Lo leíste de chico?-pregunto la chica, que parecía haber adivinado que el estaba detrás.

-¿Cómo sabias que estaba aquí?-pregunto con una sonrisa.

-Nadie huele a chocolate como vos, Ron-le informo la chica dejando el libro y caminando entre los estantes. A Ron se le lleno el pecho de orgullo y las fuerzas necesarias para su confesión llegaron de repente.

-Hermione…-la llamo, la chica se giro y lo miro directamente a los ojos.

-¿Que?

-Tengo algo que decirte…-dijo refregando sus manos, y mirando, sin poder evitar, los labios de la chica.

-¿Que?-pregunto impaciente Hermione.

-Bueno…yo…vos…-dijo rascándose la cabeza. No era tan fácil.

-¿Estas bien Ron?-pregunto preocupada la chica y se acerco a el. Le puso una mano sobre la frente y Ron sintió que la cara se le ponía roja.-No tienes fiebre….

-No estoy enfermo-dijo sin moverse de su lugar y mirándola a los ojos. Hermione, en vez de moverse de su lugar, se quedo allí quieta, todavía con la mano sobre la cara de Ron y con los ojos brillándole de una forma extraña.

-¿Entonces?-dijo en un suspiro casi imperceptible.

-No…no se-dijo aproximándose a la cara de Hermione sin separar sus ojos de los rosados labios de la chica, pero cuando sus narices se rozaron, y Hermione ya había cerrado los ojos, Harry salio de la nada.

-¡Odio a Dean!-grito el moreno, sin notar que sus amigos habían saltado a varios metros de distancia uno del otro, se habían puesto rojos y se miraban de reojo.

-¿Que paso?-pregunto Hermione, mirando a Ron.

-Es un idiota-dijo el moreno, caminando entre la gente y saliendo del edificio. Ron miro a la chica que estaba algo nerviosa, pero el volvió a tomar la iniciativa y se acerco nuevamente, pero Hermione se alejo.

-¿Me querías decir algo importante?-pregunto la chica. Ron se volvió a poner nervioso y sonrió.

-Si…yo…yo estoy-dijo ante una mirada iluminada de Hermione.-Yo estoy…estoy seguro que vamos a poder vengarnos de los gemelos-dijo en un tono tan poco convincente que ni el mismo se lo creyó.

Hermione respiro fuerte, parecía haber estado conteniendo el aire desde hacia bastante tiempo y miro hacia la calle nuevamente.

-Bueno-dijo la castaña. Ron pudo ver que tenía los ojos medio tristes, y se sintió el mayor cobarde sobre la tierra-será mejor que nos vayamos…

Y sin decir otra cosa, se perdió entre la gente. Ron miro con tristeza su reflejo sobre el mostrador y quiso golpearse con algo. Tenía un serio problema, y la verdad era que no sabía como resolverlo. Estaba enamorado de Hermione, pero no sabia como decírselo.

Respirando, sin fuerzas, y salio detrás de todo el mundo. A lo lejos vio a Lavander junto a Parvati que le sonreía coqueta, mientras delante suyo, Hermione caminaba entristecida junto a Ginny.

Este seria un año más que diferente.