Boku no Hero Academia, pertenece a Kōhei Horikoshi.
47.
Los alumnos de la clase 1-A, que participaron en la misión de rescate de Eri-Chan: Eijirō. Tsuyu, Uraraka, Kyōka e Izumi.
— ¿Eri-Chan quiere ver a Midoriya, Jirō y a Togata-Senpai? —preguntó Tusyu, solo para estar segura de que escuchó bien.
—Su petición es exclusiva para ellos tres —informó Aizawa. —Es lo primero que ha pedido, desde que está hospitalizada, en cuanto descubrió que su Kōsei se ha calmado, y que ya no hay brotes de regresión.
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— ¿Estarán bien? —preguntó una enfermera preocupada por los tres jóvenes héroes y por la pequeña Eri. —Nos sugirieron que la mantuviéramos alejada de cualquier cosa que pudiera desencadenar sus recuerdos de ese incidente.
—Estábamos algo preocupados, por alguna posible reacción violenta —admitió el doctor. —Pero hasta ahora, nada de eso ha ocurrido. No hay que preocuparnos en este momento. Dado el nivel actual de la niña, las posibilidades de una reacción violenta, es prácticamente de cero.
— ¡Te trajimos algunas frutas! —dijo Mirio sumamente emocionado. — ¿Tienes una fruta favorita?
—Manzana —dijo ella. Mirio cortó la manzana para ella.
—Todo este tiempo, cuando tenía fiebre, solo... —Eri comenzó a derramar algunas lágrimas. —Solo podía pensar, en que no les agradecí que me rescataran. Se esforzaron mucho. Pero... no sabía sus nombres —Dijo ella, mirando a Midoriya y a Jirō.
—Soy Artemisa —dijo la peliverde, intentando hablar suave y amablemente (aunque no tenía motivos para esforzarse).
—Earphone Jack —contestó la de cabello violeta, haciendo una pose heroica, a sabiendas de que se veía ridícula y logrando que Eri se riera.
—Quería... —la niña apretó su bata de hospital. —Quería pedirles perdón. Se lastimaron por mi culpa. Sabía que había muchas otras personas malvadas allí.
—Nosotros estamos bien. Nos alegra que te encuentres mejor —dijo Mirio sonriente. —Prometo, que vendré a verte pronto. —llevó una mano a su barbilla, mientras intentaba pensar en una idea —Si tan solo hubiera un lugar, donde pudiéramos llevarte... y que fuera... divertido.
—Hablé con el director —le interrumpió Aizawa. —Eri-Chan no vivirá permanentemente en el hospital y es posible que la U.A se haga cargo de ella. El director ha dado permiso, para que venga al Festival Cultural, para que conozca las instalaciones.
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En los dos días siguientes, cada clase debía de elegir qué haría para el Festival Cultural y la clase 1-A, decidió que tocarían música, lo cual los colocó a todos, bajo la tiranía de Jirō, porque ella deseaba que supieran tocar correctamente varias canciones.
Izumi tuvo que pasar el resto del día y la semana, soportando a sus compañeros haciendo comentarios sugerentes sobre si Jirō era así en la cama.
Pero el Festival parecía avanzar con buen pie, entre los planes de otras clases de hacer grandes festines culinarios, eventos y demostraciones de talentos, puestas en escena de obras de teatro y mucho, pero en verdad: mucho más.
El más grandioso Festival Cultural en la historia de la U.A, estaba a la vuelta de la esquina.