Summary: Joey, después de muchos intentos, al fin le gana a Seto Kaiba. Tal es su humillación, que el CEO no encuentra nada mejor que vengarse con lo que el cachorro más quiere… su hermana, quien ha estado enamorada desde siempre de él. Pero no sabe que las consecuencias de sus actos no se harán esperar… ¿Es que no te enseñaron que la venganza nunca es buena, Kaiba?
Pairings: Principalmente SxJ
Disclaimer: Yo no poseo a los personajes de Yu-Gi-Oh, pertenecen a sus creadores y respectivos socios comerciales.
Warning: Es un fic yaoi (chicoxchico), así que si no te gusta este género, será mejor que huyas. Espero que lo acepten, es mi primer fic, no tengan duda de criticar lo malo, eso me hace mucho mejor como escritora. Y lo último, esto es aproximadamente cuando nuestros protagonistas tienen 20 años.
CAMPAÑA: Me sumo a la campaña liderada por nuestra amiga Katrinna, no permitamos que el PLAGIO se lleve nuestro trabajo, así que si conoces una historia Robada, por favor denúnciala a sus respectivos dueños. No es justo que nuestras horas de dedicación se vayan a la basura y se vean inmiscuidas en una total falta de respeto para el Autor y los lectores. Que sea este pequeño aviso lo único que plagiemos porque entre más luchemos, más saldremos adelante. ALZA LA VOZ, NO TE QUEDES CALLADO ANTE EL PLAGIO.
JUEGOS DE VENGANZA
By Darling Kitty
Capítulo 2: Pactos y secretos
Sabía que en una situación como ésta, él debía ser quien debía mantener la calma. Eso se veía extraño por su personalidad, pero tenía que levantarle el ánimo a quien, todavía consideraba, su pequeño; aunque su corazón estuviera partido en mil pedacitos. A diferencia de Mokuba, nunca se había ilusionado, sabía que Kaiba era imposible de imposibles… en un principio, sólo esperaba que este sentimiento pasajero se fuera de su vida y volver a ser el mismo Joey Wheeler de siempre.
Bastante estúpido fue creerse eso… tan pasajero ha sido, que lleva dos años con ese amor y en vez de disminuir, se ha intensificado y madurado más de lo que él quisiera.
- ¡Mokuba, espera! – exclamó el rubio al ver que el menor se iba del lugar – ¡Mokuba! – exclamó nuevamente cuando el chico se encerró en el baño – Moki… ábreme – golpeó suavemente la puerta - ¿no ves que se van dar cuenta?
- ¿Por qué, Joey? – se lamentaba el chico - ¿por qué él y yo no?
- Quizás te estás precipitando, sólo la invitó a salir, y…
- Claro, como mi hermano es el mujeriego número uno de Domino e invita a salir todas las noches a una chica distinta… ¡si la invitó a salir es porque le importa! – conocía a Seto demasiado bien para creer que "sólo quería divertirse", cuando sólo de pensar en esa última palabra, le causaba alergia.
¿De qué estamos hablando? De la seriedad personificada, del que no da pie sin pisada…
- Bueno, ella aceptó… porque – pensaba en qué decirle a Mokuba para hacerlo sentir mejor sin muchos resultados, y por qué no decirlo a sí mismo – bueno, salió con él quizás porque no todos los días se puede salir con el tipo más rico de la ciudad, o será que lo encuentra mejor opción que Tristan y Duke… o qué sé yo, uno nunca entenderá a las mujeres.
- Eres tú el que no entiende – le reclamaba – siempre van a preferir al "señor perfecto"… ¡hasta tú lo has hecho! – Joey estaba asombrado, pensó que la rebeldía del chibi era una cuestión de edad, pero tal vez ese era un asunto mucho más de cuidado. Se quedó en silencio, en el fondo, el moreno tenía razón, pero…
- Si escogiera amarlo o no amarlo, tú sabes mejor que nadie que hubiera escogido que no, es triste amar cuando sólo quieren tu presencia lejos… y aunque creo que sólo te estás anticipando a los hechos, pero si me ponen en la situación en que las personas que más amo son felices entre ellas, amén a eso. No soy nadie para separarlos.
Mokuba quedó en una pieza ¿Ese era el mismo infantil y payaso Joey el que hablaba¿Su amigo?
- Moki, de un tiempo no sé qué te pasa con Kaiba – dijo preocupado el rubio – y no me mandes a volar con el discurso "es que estás enamorado de él", pero es ese bastardo ricachón quien ha sacrificado su vida por ti, lo mínimo que debes hacer por él es disimular, poniendo tu cara llena de risa – fue en ese momento cuando el chico del piercing abrió la puerta.
- Claro, para ti es tan fácil decirlo…
Eso era cierto. Serenity, desde que vive con Joey, siempre ha estado muy cariñosa con Mokuba, lo que ha hecho que el adolescente sin mucha experiencia en este campo (aunque las apariencias engañen) a ilusionarse más de la cuenta, podría decirse. De cierta manera, todavía creía en eso del "primer amor nunca se olvida". Y Kaiba tenía gran culpa en eso, pero no tenía tiempo para autoanálisis sicológicos de su infancia, tenía que poner su mejor cara de risa ¿Era su idea o la admiración que siente hacia Seto ya no existe?
La respuesta. No.
- Gracias, Joey – su sonrisa fue sincera, el rubio era un sol – no sé que haría sin ti.
- Serías más aburrido que una ostra…
- O que Seto.
Ambos se rieron.
- Bajemos, si no, sospecharán de nosotros… Moki, tal vez, Seto necesita una amiga, ya sería hora… Serenity es muy dulce y quizás nos amanse a nuestro dragón de ojos azules…
Definitivamente… o Joey peca de bueno o peca de idiota…
Después de un "¡hola, Seto!" y carita de un niño sonriente que no quiebra un plato forzada, Mokuba se subió a la limosina lo más rápido que pudo, apenas se despidió de Serenity y Joey; no se sentía bien, lo único que quería es que el día terminara pronto. No tenía el más mínimo interés en hablar con su hermano, así que se fue mirando por la ventana, como si fuera lo más interesante del mundo.
- Moki¿te pasa algo? – preguntó el genio – pareces muy callado.
- Nada.
- ¿Cómo que nada? – como si el castaño no supiera que esa es la respuesta más vieja del mundo.
- No me pasa na-da – le recalcó lo último¿es que no lo puede dejar en paz?
- Te conozco – mostró una leve sonrisa y armándose de paciencia – y sé que te pasa algo.
- Si me conoces tanto supergenio, entonces adivina – se lo dijo de mala gana sin dejar de mirar a la ventana.
- ¡Mokuba!
- Quiero estar solo, por favor – la voz del chico se suavizó, lo último que quería era tener una discusión con el señor "yo siempre tengo la razón", porque siempre salía perdiendo y Seto, también prefirió dejándolo por la paz.
Seguía mirando la ventana, no iba a solucionar los problemas de esa forma pero por lo menos se sentía más tranquilo ¿Qué iba a hacer? De todos los rivales del mundo, el último quien esperaba en la lista era al mismísimo Seto Kaiba, y nadie más que él sabe que su poder es su voluntad y que su voluntad es su poder. Y para su hermano, casi no hay imposibles.
Aunque Serenity diga que su estilo rebelde le agrade, si se mira con Seto, no hay punto de comparación.
Suspiró de tristeza.
Era pelea perdida, más fácil era que Tristan, Joey y Duke sacaran un doctorado de física nuclear.
Aunque se imaginaba como estaría Joey en ese minuto, aún cuando sus supuestas buenas intenciones y casi en el límite de la idiotez, ahora que lo piensa mejor, él siempre se trata de convencer a sí mismo que todo está bien ¡Pobre Joey! Por tratar de consolarlo, el rubio se olvidó de sí mismo.
Todavía no puede olvidar su cara cuando descubrió que estaba enamorado de Seto Kaiba…
Flashback
Era otra de esas horribles conferencias, estaba obligado a ir a ellas, por ser el vicepresidente de Kaiba Corp. y su hermano era quien dirigía dicha conferencia, en que los expertos de la tecnología se enfrascaban hablar horas y horas, cosa que lo estaba matando del sueño; debió haberlos grabado, así sabría qué hacer cuando tuviera esas noches de insomnio. Le gustaba la tecnología empleada en sus videojuegos pero odiaba que le explicaran como hacerlo.
Pero los expertos parecían que oían a un profeta viviente, todos parecían absortos en lo que hacían y decían.
De repente, vio por allí, un supuesto científico rubio que estaba durmiendo la mejor siesta de su vida, y con una apariencia, bastante sospechosa. Menos mal que no roncaba o lo hubieran acribillado.
Sin embargo, cuando oyó el nombre de Seto Kaiba, despertó al segundo, y aplaudía al expositor anterior como si hubiera oído todo "bravo, no sé qué demonios dijiste pero bravo", era lo que decía y sus colegas le miraron raro. Pero cuando entró el CEO, lo miraba con una cara de devoción única, que hablara de la nanotecnología o del clima no le interesaba, era él quien le importaba.
Nunca nadie había mirado así a Seto Kaiba, todos lo hacían como el gran genio que era, en cambio, ese tipo le miraba con…
Amor. Pasión. Deseo… Y hasta con lujuria.
Ya veía el pequeño Kaiba que a Seto lo secuestrarían a la habitación más cercana y que ese tipo no respondería de sus actos.
El discurso de Kaiba comenzó y para variar, Mokuba entendió todo a medias, no sería el tremendo genio como su hermano, pero inmediatamente se daba cuenta que ese excéntrico personaje (que no sabía todavía cómo se habría metido en ese lugar tan exclusivo) estaba loco por su hermano. El parlamento estaba en inglés más encima…
- What fuck is talking this guy? (¿Qué $ está hablando este sujeto?)
Ni él mismo lo hubiera dicho mejor. Ese tipo le estaba cayendo de las mil maravillas, aparte de molestarlo por su pintoresca frase, le tendría que hacer un largo cuestionario acerca de sus miraditas dedicadas a su hermano ¡Oh, sí! Esto sería divertido.
Cuando terminó la tediosa conferencia, venía un cóctel con todos los invitados. El pequeño no dudó ningún momento en acercarse a la persona que hizo que fuera la mejor convocatoria de su vida, observando que, cuando llegó a él, literalmente sudaba helado. Ya sospechaba quien podría ser…
¿Pero será posible que él… precisamente él… es-estuviese enamorado… de Seto?
Si se lo hubieran contado, francamente, no lo hubiera creído.
- Hola – saludó el moreno – nunca lo había visto por aquí… ¿señor?
- Ehhh… Miller… J-James Miller…
- Ahhh… - le seguía la corriente – que extraño, yo nunca he oído de usted…
- Bueno… yo ehhh…soy nuevo en esto…
- Aja – lo miraba como si tuviera todo el tiempo del mundo – bueno señor "Mi-ller", bienvenido a KC, espero que disfrute su estancia – le dirigió con mucha cortesía el moreno.
- Gracias – el invitado ya casi podía respirar con alivio. No lo habían reconocido, el chico ya casi
- Oye, disculpa…
- Dime… - en eso, vio que el chico se había acercado a su oído y le susurró…
- ¿De casualidad tus amigos te llamamos "Joey"?
Peligro. Peligro. Mokuba Kaiba lo había descubierto y las salidas de emergencia no estaban disponibles, ahora sí que sería perro asado y sin derecho a súplica. Ya incluso podía olerse, ardía de tanto ponerse rojo. Y la risita maléfica del chiquillo no lo tranquilizaba en lo absoluto.
- Tranquilo, Joey – lo calmó el chico – no le diré nada, pero… ¿se puede saber qué haces aquí?
- Yo… eh, nada interesante – respondió el rubio nervioso.
- Claro, andamos de shopping¿no ves? – ironizó el moreno – no entiendo cómo entraste a este lugar.
- De entrar, chibi, eso fue lo más fácil… uno de los guardias hace rato que le tiene ganas a una vecina mía e hice un trato, tu me entiendes – le pegó un codazo con un guiño en el ojo.
- Ya veo – comentó, arqueando una ceja – pero aún no me explicas qué demonios haces aquí.
- Yo eh… bueno… yo… - Joey temblaba más que gelatina y se movía para todos lados.
- ¿No me digas que era un sueño estar en una conferencia de ciencia tecnológica, escuchando temas en inglés que nunca en tu vida entenderías? – definitivamente ese chico era Kaiba.
- Yo-yo no… etto… eh - ¿qué haría el rubio? No quería decirle que estaba aquí porque hace seis meses que no veía a Kaiba y que lo quería mirar aunque sea a la distancia. Suena estúpido¿verdad?
- ¿Por qué no me dices mejor que necesitas un babero y una foto de Seto para tu próximo cumpleaños? – preguntó Mokuba – ¿o quieres que sea más explícito?
Ahí Joey palideció.
Definitivamente, Seto se moriría si supiera que alguien le pisa los talones en esto del arte del sarcasmo.
- ¿Ah? – no podía decir algo más coherente.
- Te gusta¿verdad? – sonrió sinceramente – me alegra que alguien como tú se haya fijado en él. No te imaginaba gay, pero en fin.
- Mmm – el lenguaje monosílabo de Joey no lo abandonaba en lo absoluto. Que el hermano del tipo que te tiene las hormonas y el corazón a full se entere que estás así, no es fácil de asimilar.
- Joey, ni que te enamorarás de Drácula – "bueno, asecha y mata a sus víctimas pero tampoco es para tanto", pensó el chibi.
- No sé qué hacer – musitó con temor – soy patético – eso fue con tristeza, a lo que había llegado por ver al castaño.
- No digas eso – se compadeció de él, hay que ser muy desafortunado para fijarse en Seto – haremos que tu viaje no sea en vano. Ven.
No sabía la razón, pero ese "ven" le dio más miedo que la mismísima estancia permanente en el reino de las sombras. En menos de veinte minutos, le hicieron cirugía: peinado, de lentes intelectuales pero no lo hacía menos atractivo, de ojos aguamarina de contacto y con un traje que costaba más que todos los sueldos de su vida.
Con cierto aire Wheeler, pero casi irreconocible.
Mokuba le pidió que lo siguiera, pensó que el corazón le estallaría al instante, si había hecho eso era porque algo tramaba y eso de que "haremos que tu viaje no sea en vano" decía mucho. Casi le da un infarto surtido cuando se estaban acercando al mismo presidente de la corporación.
¿Qué pasaba si Kaiba lo reconocía? Era historia.
Pero si no. Un cruce de palabras amables dentro de lo que se puede y un lindo recuerdo.
¿Por qué no? El riesgo lo valía y la oportunidad era única.
- Seto, te presento al catedrático de tecnología microchip de la Universidad de Princeton, James Miller – fue la rimbombante presentación de Mokuba para el falso investigador.
- Mucho gusto – cortés pero escueta respuesta del CEO para Miller – extraño, una escuela tan prestigiosa y no he leído nada acerca de usted – con esa afirmación, Joey quedó paralizado.
- Bueno… yo, digamos…ehhh, es que acabo de cumplir diecinueve años y estoy empezando con un gran proyecto – mintió, de esta no se salva.
- ¿Y sobre qué? – preguntó con cierto interés, veamos si ese tarado de su misma edad se acerca a su intelecto. Ese gringo era sólo un genio de segunda.
"Que la suerte Wheeler me acompañe", pensó para ver si un milagro aparecía.
- Deja que te sorprenda, hermano, estoy seguro que Miller nos sorprenderá¿verdad? – le dijo Mokuba para salvarle el pellejo a Joey.
- Creo que su hermano está en lo cierto – dijo con mucha clase el rubio, que todavía le retumbaba su corazón de angustia – no me gusta dar a conocer mis proyectos antes de ser publicados.
- Entonces cambiemos de tema, y mejor díganos qué le parecieron las exposiciones – lo dijo el genio mientras tomaba un sorbo de vino tinto, con una falsa amabilidad. Para él, todos eran competencia y le encantaba lucir su superioridad en cada uno de estos coloquios.
- Bastante interesante, sobre todo la suya, los portales virtuales siempre me ha parecido atrayentes, pero creo que podría ser muy peligroso… es maravilloso, pero debería tener una programación limitada, ésa es mi humilde opinión – su experiencias con Yugi lo han salvado otra vez. Velitas para su nuevo santo.
El CEO profundizaba en el análisis de su discurso. El tipo parecía saber mucho y nada a la vez, respuestas vacilantes pero airosas. Una de dos, un genio humilde o un idiota con mucha suerte.
No sabía con quien realmente estaba hablando.
- Ah, ya veo… señor Miller, de casualidad¿le gusta algo más que la ciencia? – tenía unas ganas de decirle que es un sin vida, ya quería buscarle algo malo, le desesperaba.
- El arte… específicamente la pintura y la escultura, podríamos decir que es mi… placer culpable – a Joey Wheeler le devolvieron el calor al cuerpo y hasta se sentía capaz de seducir, Seto Kaiba se había metido en sus terrenos. Que no cambie el tema, no en vano era estudiante de Arte.
- Vaya, pensé que todos ustedes vivían en el laboratorio - ¿es su idea o Miller le estaba coqueteando?
- No me pierdo ninguna exposición o evento del Princeton Museum of Art, el año pasado trajeron Dalí, parecía niño en navidad…
- ¿Le gusta Dalí?... mi favorito, me gusta la perspectiva que le otorga a cada una de sus obras – quién le dijo al dragón de ojos azules que todos estos tipos eran cuadrados, ñoños y sin vida. James Miller. Un tipo interesante.
Aún así… ¿por qué sentía que le era familiar?
- Una respuesta muy pobre para ser usted, señor Kaiba – le replicó Joey sin afán de humillar sino de impresionar – Dalí es mucho más que eso… juega mucho con lo cotidiano y lo religioso, muy detallista, excéntrico, algo paranoico y enamorado, eso lo hizo un genio…¿qué me dice usted?
- Nada mal… nada mal… - lo dijo después de un silencio, que valió oro para el rubio y la mandíbula en el piso para Mokuba.
Podía morir en paz… había dejado a Seto Kaiba con la palabra en la boca.
Fin del flashback
Después de eso, Joey buscó la primera excusa y voló. La mejor y exasperante experiencia con Kaiba se había llevado con él, James Miller nunca más apareció, aunque más incentivado para conquistarlo como el Joey, el bocón de siempre, pero como ha visto, ha sido un rotundo fracaso.
Para rematarla, quiere salir con la hermana de Joey, destrozándole de paso, todas sus esperanzas.
Más encima la invitó a una exposición de pinturas, que la pelirroja no tiene la más mínima idea que es el evento social del año. Y no quieren que piense que Serenity sólo la quieren para "amiga".
Amigas se invitan a un helado, no a los eventos benéficos más exclusivos. Para eso están las no…
Ni quiere pensar en eso, le hierve la sangre.
Por única vez en la vida, no dejaría que Seto se salga con la suya. No en vano era un Kaiba.
Algo se le tenía que ocurrir. Y pronto.
Se suponía que no sabía nada de la cita, pero era obvio que se lo contaría, después de todo debía saber que debía salir. Estaba más que interesado saber que sentía ella por el CEO, era su última esperanza. O a lo mejor, al fin poder olvidar a ese tipo que le ha traído solamente dolores de cabeza y a ciertas partes muy íntimas.
Su linda Serenity, en cambio, era la pareja perfecta para Seto.
Bella, dulce y delicada. Un verdadero tesoro a la altura del chico más acaudalado del mundo.
Nada que ver con el matón que tiene de hermano.
Kaiba se merece lo mejor. Y él no lo era precisamente, sin contar con todos los prejuicios y el escándalo internacional por ser dos hombres.
- ¿Y tú? – le habló con dulzura, como quien no quiere la cosa - ¿por qué estamos tan contentos? – antes que terminara de preguntar, la pelirroja lo abrazaba.
- Es cierto, soy tan feliz, Joey. Nunca creí que a mí me pasaría esto – se colgaba de los brazos de su hermano, estaba tan contenta, que tenía que compartirlo con alguien.
Un mal presentimiento tenía el rubio. Podría ser pero no quería, ahora sí que entendería perfectamente a Mokuba.
- ¿Y por qué tanto derroche de felicidad? – el show debía continuar.
- Prométeme que no te vas a enojar – lo miró con un poquito de miedo, como si acababa de cometer una travesura.
- Tú nunca me harás enojar – fue la afirmación acompañado de una sonrisa.
- Es que… yo… b-bueno… yo… me es difícil, Joey – estaba con muchos nervios, para ella era declarársele al mismo Kaiba – pero yo… ehhh… estoy enamorada.
- ¡Eso es grandioso, Serenity! – felicitó a su hermana – ya es hora que te decidieras por Tristan o Duke. Sea cual sea tu elección, te apoyaré, son muy buenos chicos – a lo mejor eran sólo imaginaciones suyas y su hermana apenas sabía la existencia del castaño.
- No, Joey, no son ellos… pero yo… - se sonrojó – creo que tengo posibilidades con ese chico. Me invitó a salir.
Listo. Eso fue todo para olvidarse para siempre de Seto Kaiba, además era correspondido ¿Cómo no? A cualquier persona que escoja como su pareja, la podría hacer feliz.
Quería salir de ahí. Quería llorar. Quería morirse.
Era fácil decir que sería feliz si las dos personas que más amaba eran pareja, pero verlos sería doloroso.
Es cierto, nunca se había ilusionado con Kaiba, pero cuanto había deseado amanecer con él, sólo una vez. Acariciarlo, besarlo, decirle todo lo oculto dentro de su alma, ser una sola carne. Eso ya no sería posible.
No había cosa que más deseara que Serenity fuera feliz.
Pero dolía. Dolía demasiado.
- Es que ese chico es idiota o ciego si no le gustaras – sólo quedaba poner su mejor cara y nada más - ¿quién es el afortunado?
- No te vas enojar¿verdad? – realmente temía la reacción del rubio.
- No – la miró con falso enfado – te lo prometo.
- Es… es… es Kai… Kaiba…
- ¿Mokuba? – si habían preguntas estúpidas era esa… pero era mejor hacerse el tonto.
- Joey… ¿cómo dices eso? Moki es sólo un niño. Es lindo pero el que me mueve el piso es su hermano.
Sólo respiró hondo. Una reacción en la que su hermana no sospecharía nunca, creía que era de enfado. Sin embargo, era sólo de desconsuelo, necesitaba asumirlo.
- Si escogiste a Kaiba y te corresponde, no voy a oponerme, sis. Tú sabes que lo único que quiero es tu felicidad – la tenía abrazada – pero pobre que te haga algo el maldito gato ricachón ese, que lo hago pedazos – fue una advertencia y no estaba disimulando.
- ¡Eres el hermano más maravilloso! – esa chica no podía tener más suerte. Joey y Seto a su lado. Para Serenity, lo único que faltaba para la perfección era que ellos se llevaran bien.
Pero eso ya lo veremos.
Para variar ya estaba fumando, más que nunca lo necesitaba, sólo rogaba que la hermana de Wheeler no saliera sin sesos igual que él. Aunque lo que le demostró el otro día dejaba en claro que al menos era bastante más sensata.
Su única satisfacción es que ese perro debe estar al borde de la cólera y lanzando ladridos a todas partes. Quizás no fue muy maduro vengarse con él por un duelo pero eso es solamente la gota que rebalsó el vaso.
Si al menos fuera calladito como los otros, sería más fácil aguantarlo pero el muy mal nacido habla cada vez que puede, siempre está acusándolo como si lo conociera, como si no tuviera conciencia del ser inferior que es.
Quizás no creía en la cursilería del amor a primera vista, pero sí la repulsión a primera vista. Desde el momento que cruzó miradas con Wheeler le produjo un rechazo tan grande que no pudo ignorar, quería alejar la escoria de su lado.
Así empezó todo… no había podido poner mejor apodo como aquel imbécil que "perro": mediocre, fiel hasta llegar a la estupidez, que le agrada que lo aplaudan sabiendo unos cuantos trucos y que todos lo adoraran.
Para Seto Kaiba, humillar ese tipo era una sensación tan única, dejarle en claro cada vez que podía que el mundo sería un lugar mejor sin él.
Aparte, le enervaba que el otro tomara su odio casi como una diversión y lo tuviera que ver hasta en las cosas más impensables. Seguramente fue él quien influyó para que Mokuba se pusiera esa porquería en la lengua, pero si le decía que nunca más se junte con el rubio, su hermanito era muy capaz de encadenarse a la puerta de su casa, armando un escándalo de niveles insospechados. Y eso, no, gracias.
No era el tipo capaz de mandar a matar a alguien y Wheeler tampoco valía tanto para hacer eso. Aunque sí un operación con guantes de seda, una que al fin el perro pulgoso se alejara de su vida para siempre y que no lo viera ni siquiera para los duelos de cartas.
Ahí vio a esa pelirroja, la única que ha podido calmar con esa bestia de nombre Wheeler. Bonita, clásica niña de bien, con una dulzura para dejarlo en un coma diabético y está loca por él ¿Por qué no? Podía pasarla bien un rato y eliminar a esa peste de paso.
De momento se pregunta, qué pasaría si le hicieran lo mismo a Mokuba. De seguro, ahí sería capaz de asesinar a alguien. Pero la gente como el perro sarnoso, se lo merecen, pecan sólo por la presencia.
Enciende otro cigarrillo, necesita nicotina en la sangre o se volverá loco…
- Señor Kaiba, su auto está listo – señaló el mayordomo.
- Muy bien, salgo inmediatamente.
Muy bien, que comience la función…
- ¡Voy a bajar! – gritó la pelirroja cuando ya estaba lista para salir. Luego de estar recuperada de la típica histeria femenina por no saber qué ponerse para tal ocasión y del casi ataque que le dio cuando llegó a su casa un hermoso vestido de diseñador, zapatos y joyas, cortesía del mismísimo señor Kaiba.
Joey vio a su hermana con orgullo. Y se veía hermosa con ese vestido muy al estilo de su dragón: discreto, elegante y encantador; algo impaciente se veía, algo normal, no todos los días tu amor platónico te pide que salgas con él.
- Te ves bellísima – le dijo el rubio emocionado, besándola en la frente; mientras que Serenity estaba apenada mirando al piso – sis, nunca bajes el rostro ante nadie, eres tan digna como cualquier otra chica – le levanta la barbilla con su mano – ahora ve y dale una patada en el trasero a Kaiba de mi parte.
- ¡Joey! – la pelirroja rió de buena gana, justo en ese momento, tocaron el timbre.
- Yo voy – dijo el rubio – las damas nunca deben demostrar impaciencia – con eso se fue a abrir, con el corazón latiéndole rápidamente. Imaginarse ese tipo en traje, no le estaba ayudando mucho a su situación, definitivamente ese tipo era la reencarnación del demonio, nadie podía ser tan exquisitamente bello.
- Wheeler, el tiempo es oro, que seas un fracasado y no lo sepas no es mi problema – fue el "cordial" saludo que recibió del ojiazul apenas abrió la puerta con un cigarro en la boca.
- Bueno, Kaiba yo… - no sabía el motivo, en ese momento era la primera vez que Joey se sentía cohibido con el CEO – yo… quiero…
- ¿Qué?
- Sólo quiero pedirte algo…
- Habla rápido – lo miró con desprecio.
- Cuídala mucho… – el castaño no se esperaba esa frase, sólo pudo asentir a la petición antes de llevarse a Serenity e irse en el elegantísimo auto.
Quizás no era mal tipo.
Sólo cometió el error de cruzarse en su camino. Pobre desgraciado.
Joseph Wheeler…
Lo odiaba demasiado, pero enfrentarlo era una delicia…
Era el único que no se cansaba de pelear con él y…
Sus ojos tenían algo. No podía definirlo.
Siempre era así.
Simplemente tenía un no sé qué…
Mientras tanto, Joey cerraba la puerta de la casa y apoyó su espalda en ella. Lo único que le alegra es que había terminado su tortura, no pudiendo evitar un sonido, que se oyó similar a un gemido.
Ya no podía actuar más.
Amaba a su hermana, pero no podía evitar los celos al verla irse del brazo de Kaiba. Mokuba tenía razón, estaba interesado en Serenity, hasta amabilidad se podía ver en el CEO, algo no muchas veces mostrado en él.
- Pobre de que le hagas algo, bastardo ricachón…
Una lágrima fugaz atravesó su cara¿no podía enamorarse de alguien más posible? No, era un perro que vivía como una rata, con la cabeza de un burro, que come como caballo y enamorado de un gato… su vida era digna de una granja. Aunque estaba ahora embarrado en el fango.
En este minuto, era mejor ponerse a ver la televisión y cambiar de canal en canal hasta que se cansara, ya se imaginada que la película estelar de la noche en todos los canales era una de amor, desde "City of Angels" hasta "Ghost"… ¡Qué lindo!
No pasó ni cinco minutos…
Lo que faltaba, alguien tocaba el timbre, como si quisiera compañía.
- ¡Moki! – de que no se lo esperaba, no se lo esperara, pero que tuviera cara de felicidad desbordante - ¿qué haces aquí?
- Entra y apúrate, que no tenemos toda la noche – ordenó el chiquillo dándole de empujones al rubio.
Tenía la idea del año y había tenido un día lleno de planificaciones.
- ¿Eh?... no entiendo…
Joey… ¿te sabes el cuento de la cenicienta?
Creo que ya se está viendo la razón del título XD, sin querer Joey y Mokuba están tramando una contravenganza (si existe esa palabra u.u pero igual se entiende ) en contra del genio que será digna de recordarse, largo flashback pero necesario. No que al gato le gustaba jugar… entonces juguemos… De a poco el fic tomará más forma, sobre todo con Joey, que todavía quedan cabos sueltos. El próximo capítulo recién habrá cierta interacción en nuestra parejita estrella ♥o♥ así que no se lo pierdan. Muchas gracias por su apoyo y ya saben para donde van los tomatazos, críticas y felicitaciones a la autora.
Hasta la próxima entrega.
Shabi.
Próximo capítulo: El destino de un Ceniciento
Respuestas a Reviews del capi anterior
Ginny –Flor de Cerezo–: Muchas gracias por tus elogios, me sacaste más de un sonrojo O/O, espero que la historia te siga interesando, puesto que ha tomado un giro bastante inesperado XD. A mí también me imagino a Moki así y o (mejor lleguemos ahí), pero enamorado, es posesivo, como un buen Kaiba. Y al parecer Seto no es el único que le gusta jugar con fuego, veamos quienes se van a quemar XD.
Aikoss: Muchas gracias por el aviso n.n, esto de la tecnología me pilla T.T Espero que te siga gustando este Moki, quien interactúa más en el capi XP.
dark angel-loveless: Espero que te guste esta segunda entrega con este giro tan peculiar, cuídate mucho n.n
Relena Sakurazuka Kaiba: Yo también quiero puro darle al cachorro y no consejos XD, y el CEO que lo tiene en bandeja de plata, lo odia ò.ó Hay tipos tan afortunados… Veamos como irá el Kaiba v/s Kaiba y la idea de Moki n.n' a ese niño sí que se le ocurre cada cosa (aunque será el hetero de esta historia )
Paulyta: Casi me caí de espaldas cuando supe el tuyo XD, y gracias por lo que me dijiste O/O Espero que siga gustándote la historia sé lo tremendamente exigente que eres ¿Qué escribirás una historia de ygo? en msn me dirás todos los detalles. Al fic, ehhh, no matarán a Kaiba pero Moki tiene una idea n.n y que obviamente se enamorará de Joey o.oahí quedará la grande. Y Serenity, ya vas a ver cuando la pobre despierte de la burbuja, pobrecita. Tú también actualiza pronto Coincidencias.
