Capitulo 3: "¿Por qué hablamos en vez de mostrar nuestro amor?"

No, no, no, no, no… Tsuzuki se lamentaba lo ocurrido, por que fue tan cobarde, maldita sea, y lo pero del caso, ahora Hisoka estaba enojado con él…

Peor aún, no tenía ropa limpia y llegó a casa a lavar al menos un mugroso pantalón, bueno, al menos tenía lavadora, así que solo puso a llenarla con un poco de agua, agregó jabón de polvo y su ropa sucia…

La puso a funcionar, miraba girar su ropa, le recordaba mucho en esos momentos a su cabeza, el nombre de Hisoka hacía lo mismo dentro de él…

Hisoka, Hisoka, Hisoka…

Es increíble lo que hace el amor, y más cuando te enamoras de alguien como él, tan diferente a ti, de hecho, tal vez la única cosa que tenían en común era el hecho de ser shinigamis, y que irían a México, y que tendrían juntos clases de español…

"¡¡¡Cierto!!!....ÇÇ Tatsumi eres muy malo, por que desde mañana, otro idioma, si a veces ni siquiera hablo bien el que se supone debo saber, voy a llorar…"

La lavadora se detuvo, afortunadamente era automática, eso indicaba que estaba a punto de desechar el agua sucia y que había que abrir la toma del agua para el siguiente ciclo…

Bueno, en lo que terminaba, tal vez iría a buscar en su refrigerador algún postre, Hisoka no lo había dejado comer ninguno, y sin uno, no podría ni dormir…

Al fin el cielo estaba de su parte, todavía había ahí pastel de chocolate, un detalle que lo hacía un tanto feliz, lo sacó todo, buscó un tenedor y empezó a comérselo directamente del plato, no tan rápido como a veces solía hacerlo, iba muy lento, la razón, solo era un trozo pequeño y quería disfrutarlo al máximo…

La lavadora termino de hacer su trabajo, muy eficientemente por cierto, hasta ya estaba seca, bastante arrugada, pero que más se le podía pedir, ahora a plancharla, mañana no debía hacérsele tarde, eso provocaría más la furia de Hisoka…

Faltaban unas dos calles para que llegara a su casa, en realidad estaba molesto con Tsuzuki, por que no le dijo todo en esos momentos, si, el chico de 16 años sentía que él le hacía falta en su vida, pero no estaba del todo molesto con Tsuzuki, también lo estaba consigo mismo, desaprovechó una buena oportunidad de decirlo él también, y le miedo le había ganado…

Llegó, entró, no tenía pendientes así que se dirigió directo a su habitación, vio tan cómoda su cama que se desplomo en ella, tenía deseos de dormir para siempre y no despertar nunca…

Era ilógico, hasta para él, de hecho, tal vez lo más idiota que había pensado en las dos que había vivido, aunque después de haber meditado un poco ese asunto, no lo era tanto comparado con la ideas que le llegaban a su cabeza cuando vivía prácticamente encerrado en esa mazmorra, en aquella casa, donde supuestamente convivía con sus padres, él si los quería tanto, como fue posible que no lo aceptaran tal y como era…

Y por que pensar en esas cosa en esos momentos, la razón, muy simple, Tsuzuki lo quería tal y como era, y él a él, aunque le costara la vida decírselo o demostrárselo.

Ya estaba cansado de pensar en ese tipo de cosas, y como no, ya eran las dos de la mañana, que rápido se le había pasado la noche, y aún seguía con esos ajustados jeans y esa chamarra que lo acaloraba bastante…

Poco a poco comenzó a desvestirse, y al hacerlo, no podía evita pensar en la manos de Tsuzuki, tal vez anhelaba que el hiciera ese trabajo por él, quien sabe, tal vez si lo hiciera con él superaría por completo el maldito trauma que Muraki dejó en el, tal vez si él llenara con besos t caricias su cuerpo podría desvanecer esas dolorosas huellas en su cuerpo, no solo las físicas, si no las de su alma…

En minutos se encontraba solamente en ropa interior, dejando su pecho expuesto a las corrientes de aire que se colaban por su ventana, hacía calor y ese viento le refrescaba, decidió dormir de esa manera…

Día siguiente…

Tsuzuki estaba por entrar a su oficina, de cierto modo no quería hacerlo, tenía miedo de encontrarse con Hisoka, y que su discusión de la noche anterior siguiera, que tonto, como rayos se le había salido decir tal cosa, bueno, era verdad, era tan bello su niño, como no exteriorizarlo, lo malo era que no fue en el momento preciso…

Bueno, al fin encontró fuerzas para empujar esa puerta y entrar, la sentía tan pesada, y fue pero aún cuando solo asomó la cabeza, pero con los ojos cerrados.

Los abrió, y se sorprendió al ver que Hisoka no estaba all

Entró por completo, se sentía tan aliviado, y era mejor ponerse a trabajar, si Hisoka lo encontraba así, tal vez ya no reclamaría… Que extraño, era la primera vez en su vida de shinigami que al entrar en la oficina, pensaba en trabajar y no en desayunar o en hacer cualquier otra cosa que ni al caso…

Prendió su computadora, espero un rato a que cargara su configuración.

Al ver en la pantalla, vio que tenía un mail, (lo siento, no se de donde saqué tal cosa) lo abrió y leyó lo siguiente:

"Yo tengo el jarrón… si, el arameo es difícil, pero genial cuando dices las palabras para capturar almas y logré atrapar una…

¿Te interesa no?... a mi más, imagínate tener el control del mundo, pero quien quiere a todo el mundo si existes t

¿Te sacrificarías por el mundo entero?"

Tsuzuki estaba sorprendido, pues la ver la procedencia del mail, vio que era de México, lugar donde había muerto aquella persona de manera extraña, la otra pregunta era quien rayos había mandado tal cosa…

"Quien quiere a todo el mundo si existes tú…"- repetía aquellas palabras…

"Tendría que ser una persona muy valiosa"- dijo Hisoka quien entraba a la oficina

"¡Hisoka!... eh… buenos días…"- y como no quería verle a la cara, solo fijó su vista en la computadora, y sin querer miró el reloj, pasaban quince minutos de la hora de entrada…

"Siento haber llegado tarde, ¿estás trabajando o lago así? Es raro en ti, por lo regular vienes a flojear"- estaba molesto aún, y la razón de su retrazo era el chico que tenía en frente, se durmió tarde por solo darle vueltas al asunto.

"Pues si…"- contestó como niño regañado, y esta repuesta impresionó a Hisoka, sin embargo no lo demostró, es más, tal Tsuzuki merecía una felicitación, cosa que no obtuvo…

"Ya era hora, al fin, mínimo aparentas ser alguien maduro"- le decía mientras tomaba asiento en frete de su escritorio y encendía su computadora.

"Si tienes razón"- contestó con voz temblorosa, si que le había dolido lo dicho por Hisoka, quería llorar, pero ahí no, se puso de pie, una lágrima quería escaparse de sus ojos, lo logró, pero el la arrebató de su rostro con la manga de su gabardina…

"¿Dónde vas? Es hora de trabajo, no de comer"- reclamó Hisoka

"No te importa"- contestó con el llanto en la garganta, al notarlo Hisoka, no pudo evitar sentirse culpable…

Tsuzuki salió de la oficina, estaba desorientado, no sabía a donde ir, cuando, de la nada y sin querer, chocó con Watari, quien en las manos llevaba un pilar de papeles y los tiró todos al suelo.

"Lo siento Watari, no me fijé, te ayudo a recoger esto"- en los ojos de Tsuzuki las lágrimas ya abundaban, Watari se impactó al ver esto, no muy seguido se veía llorar a Tsuzuki y si lo hacía, era por razones muy duras…

"Tsuzuki, mírame, ¿Qué tienes?"- dijo tocando uno de sus hombros. Tsuzuki trataba de evitar mirarlo, no quería que se diera cuenta de su situación, mucho menos contarle lo que sentía por la persona que lo había hecho llorar…

"No nada"- contestó temeroso

"Como nada, uno cuando llora no es por nada, las lágrimas son el lenguaje del alma, así como la risa, tu alma está dolida Tsuzuki"

"Watari…"- dijo y se aferró al rubio en un abrazo…

"Ya, tranquilo, desahógate, cuéntame si quieres, ven, vamos a mi oficina, te invito un postre"

"Si, gracias"

Ambos terminaron de levantar los documentos que se le cayeron a Watari, este último ayudó a levantarse a Tsuzuki, y después fueron a la oficina de Watari.

Sin embargo, hubo una persona que estaba mirando toda esa escenita, se sentía muy mal consigo mismo y, lo admitía, hasta estaba celoso de que Watari estuviese consolándolo…

Hisoka, después de unos minutos de que Tsuzuki saliera de su oficina, decidió ir tras él, pero no le agradó nada lo que encontró, apretó tanto sus puños que sentía sus uñas enterradas en su piel, fue un completo idiota, pero era totalmente inútil ir tras ellos, ahora la tarea de hacerlo sentir mejor era de Watari, no de él, y tenía que entenderlo…

En la oficina de Watari…

"Tsuzuki ¿Por qué contienes tu llanto, déjalo salir?"

"He llorado tanto, que a veces pienso que ya me he secado"

"Tsuzuki, no te pongas así, todos los que te queremos estamos aquí, no te abandonaremos"

"Gracias Watari, no sé si este completamente loco, pero cuando me dan ganas de llorar, me da por recordar mi pasado, si cuando era niño los hubiese conocido a ustedes, todo hubiera sido diferente"

"Lo que paso, paso, trata de reponerte de ello, hoy no estás solo, hay tres personas que estamos dispuestos a hacerlo"

"Yo no contaría con Hisoka"

"¿Por qué?"

"Porque estoy llorando por él"- y su llanto creció de manera tal que casi lo contagia a Watari, no gritaba ni nada por el estilo, pero sus ojos violeta reflejaban tremendo dolor que cuando uno se atrevía a mirarlos, tenía que tomar parte de ello, parte de esa carga, que era muy cruel y pesada, reflejaba todo su pasado, ni una vida nueva había alcanzado para desechar todo aquello…

"No sé por que no me sorprende Tsuzuki"- decía con una lágrima en sus ojos.

"Watari, sabías"- dijo atónito

"No es que me lo hayas dicho, pero tus ojos son demasiado expresivos, solo mírame, estoy llorando con el simple hecho de verlos, y cuando miras a Hisoka, irradias tanto amor, tanta ternura, admiración, lástima que tal vez Hisoka no lo note, quien sabe, tal vez su don no es muy grande"

"Gracias Watari, que bueno que chocamos"- decía queriendo reír

"Si, que suerte, pero mira, lo compre hoy antes de llegar, todavía esta tibiecito"- y mostró un gran pastel de tres leches con crema francesa cubriéndolo y una deliciosa capa de nuez moscada en la parte superior…

"Que buen amigo eres"- los ojos de Tsuzuki querían recuperar su brillo, los postres eran su delirio…

Cuando Watari comenzó a partirlo, solo se veía escurrir a través del pan la leche con la que estaba bañado y como estaba recién hecho, olía a gloria, fue por unos platos desechables y pasó ese pedazo a Tsuzuki, quien detuvo su llanto por completo y comenzó a comerlo gustoso.

Watari lo imitó, realmente sabía muy bien ese pastel, tenía muy buen gusto…

En la oficina de Hisoka…

Su don de empata comenzaba a hacerlo sentirse más culpable aún, sin estar presente en la oficina de Watari, sabía que Tsuzuki sufría bastante y que hasta empezaba a recordar su pasado, y que con ello había logrado hacer llorar al propio Watari…

Hisoka estaba realmente arrepentido, no tenía por que ser tan cruel con él, ni haberse enojado tanto con lo del restaurante, total no lo había insultado, al contrario, se le había salido un halago y debió comprender que por pena no se iba a atrever a decirlo de nuevo…

"No debí actuar as

Comenzó a dar vueltas por la oficina, pero su impotencia para demostrar sentimientos, lo hacía no admitir que tenía que pedir disculpas…

"¡¡¡Maldita sea!!!"- y sin querer golpeo unas cosa que se encontraban en un escritorio, y por desgracia, era el de Tsuzuki.

Comenzó a recogerlas, y sin querer volteó a ver la computadora de Tsuzuki, había un mail, cuando hubo de poner todas las cosa que tiró en su lugar, tomó asiento y comenzó a leerlo…

"Yo tengo el jarrón… si, el arameo es difícil, pero genial cuando dices las palabras para capturar almas y logré atrapar una…

¿Te interesa no?... a mi más, imagínate tener el control del mundo, pero quien quiere a todo el mundo si existes t

¿Te sacrificarías por el mundo entero?"

Cuando termino de leerlo estaba más que furioso, su enojo no se comparaba ni con la fuerza de un rayo, claro, y la razón era bastante obvia, el mail que había recibido Tsuzuki no podía ser mas que de una solo persona…

"Quien quiere al mundo si existes tú...

¡¡¡¡Muraki!!!!"

BISHOUJO-HENTAI: Bien aquí esta este capítulo, espero que haya sido de tu agrado, tus reviews me causan mucha gracia, no se por que, son directo y ya, tal vez eso sea…

Reiko Noriko: Gracias por tomarte la molestia de haber leído mis tonterías a más de media noche, eres una gran amiga, que bueno que te este gustando, a mi el tuyo me fascina…

Yatta: Me da gusto el saber que te sentiste identificada (o) con lo de Tsuzuki, no por burla, si no que no creí que a alguien le hubiera pasado eso, al menos eso si fue bastante fantasioso, según yo, y bueno, todavía no me decido quien curará el alma a quien.

Sadame: No, al contrario, las gracias son para ti, por tomarte la molestia de leer mis "pensatividades"… ¿No te gustó la cena?... ni modos, espero mejorar, gracias por hacérmelo notar, pero si, en México pasarán mas cosas interesantes.

Selene Sumeragi: ¡¡¡¡Que bueno que te agrado mi idea, me subes la autoestima a los cielos!!!!

Vaya, no creí que nadie se fijara en esos detalles de mi fic, lo del pantalón, y lo de tan bello, pobrecito, no quisiera imaginármelo así, y mira, a causa de ello, todo lo que pas

Bueno, con respecto al lemon, no lo sé todavía, este es mi segundo fic, pero te aseguro que trataré.

Nuevamente, siento mucho en actualizar tan tarde, es que no me llegaba la inspiración de nuevo, si lo sé, estoy medio tarada, pero aún así, lo logr

Gracias, por todo, por tomarse la molestia de leer esta basura y por dejar un review alentador…

Nakano Ryu.