Summary: Joey, después de muchos intentos, al fin le gana a Seto Kaiba. Tal es su humillación, que el CEO no encuentra nada mejor que vengarse con lo que el cachorro más quiere… su hermana, quien ha estado enamorada desde siempre de él. Pero no sabe que las consecuencias de sus actos no se harán esperar… ¿Es que no te enseñaron que la venganza nunca es buena, Kaiba?
Pairings: Principalmente SxJ
Disclaimer: Yo no poseo a los personajes de Yu-Gi-Oh, pertenecen a sus creadores y respectivos socios comerciales.
Warning: Es un fic yaoi (chicoxchico), así que si no te gusta este género, será mejor que huyas. Espero que lo acepten, es mi primer fic, no tengan duda de criticar lo malo, eso me hace mucho mejor como escritora. Y lo último, esto es aproximadamente cuando nuestros protagonistas tienen 20 años.
CAMPAÑA: Me sumo a la campaña liderada por nuestra amiga Katrinna, no permitamos que el PLAGIO se lleve nuestro trabajo, así que si conoces una historia Robada, por favor denúnciala a sus respectivos dueños. No es justo que nuestras horas de dedicación se vayan a la basura y se vean inmiscuidas en una total falta de respeto para el Autor y los lectores. Que sea este pequeño aviso lo único que plagiemos porque entre más luchemos, más saldremos adelante. ALZA LA VOZ, NO TE QUEDES CALLADO ANTE EL PLAGIO.
NOTA: No quiero ser una noña sabelotodo, pero me gusta hacer las cosas lo mejor posible. No siempre hablamos en un lenguaje neutro, y los hombres saben mucho de mujeres, autos y sus intereses; tocándome averiguar algunas cositas. Así que por esta vez, explicaré algunos términos extraños al final del capítulo.
JUEGOS DE VENGANZA
By Darling Kitty
Capítulo 3: El destino de un Ceniciento
- ¿QQQUUUUEEEEEEEE? – se oyó un grito furioso en todo el barrio - ¿te volviste loco, Mokuba Kaiba?
- Pero Joey…
- Nada de Joey… Yo ni amarrado me vuelvo a disfrazar, casi me dio un ataque esa vez. No voy a ir a perseguir a tu hermano y a mi sis.
- Joey…
- NO, NO y NO… ésa es mi última palabra – dijo el rubio cruzándose de brazos – si quieres tanto perseguirlos, anda tú, yo ya estoy grandecito para esos juegos.
- Ni muerto, mi hermano me reconocería aunque fuera vestido del hombre invisible y Seto me castigaría sin permiso a fiestas en los próximos cincuenta años – el pequeño Kaiba puso una cara de horror de solo imaginárselo y Joey no pudo evitar una carcajada.
- Bien merecido te lo tendrías por metiche… Moki, creo que esto es una locura, no lo pienso hacer – lo dijo luego que se logró poner más serio – Serenity y Kaiba necesitan privacidad, nosotros no podemos andar merodeándolos como si fuéramos chiquillas de secundaria… aunque debo admitir que la curiosidad me mata – lo dijo con una media sonrisa melancólica – aún así, no voy a ir.
Aunque no le gustaba demasiado la idea, podía engañar a todos e inclusive a sí mismo, pero no a Mokuba Kaiba. De un año, el día que lo descubrió, a ahora, ha sido la única persona quien ha podido confiar plenamente, el chibi se ha transformado en el hermanito que nunca tuvo.
Aún así… la oferta era demasiado tentadora.
El único recuerdo "bonito" que tiene con Seto es cuando se disfrazó de James Miller.
¿Es que tendría que volver a hacerlo¿En dónde quedó su seguridad a prueba de balas?
- Chibi, donde va a ir tu hermano son lugares exclusivos¿cómo demonios piensas que entraré ahí? – sonrió triunfante, ésa no se la podría rebatir.
- Eso estuve haciendo toda la tarde, soquete – gruñó el pequeño Kaiba – tratando de convencer al director del evento para que deje entrar a Miller, un buen amigo mío – Joey lo miró con espanto – pero a cambio, tengo que salir con su hija, que está para vomitar en el retrete, puag – sacó la lengua en señal de asco.
- Debiste haberme preguntado antes de planear esta sandez – reprimió Joey al chiquillo.
- ¿Dejarás que yo me sacrifique en vano? – lo miró con esos ojitos de angelito – yo que estuve toda la noche pensando en cómo ser felices, y tú…
Mokuba, el pequeño chantajista… ¿quién dijo eso?... ¡ja! Mejor dicho, es la mismísima reencarnación de Maquiavelo. Que Seto Kaiba se ponga los pantalones, porque el día que este niño proponga manejar KC…
Además no era cualquier evento el que le estaba ofreciendo que fuera, sino era la exposición de las obras realizadas por los mejores alumnos universitarios a beneficio. Y obviamente, entre esas obras estaba la suya; qué no daría por ver la cara del CEO cuando mirara su pintura.
Su cuerpo comenzó a arder de los nervios, un pequeño temblor se apoderó de él, claramente era de ansiedad. El deseo de ir era cada vez más fuerte. Pensaba determinadamente en los pros y en los contras, otra vez se tendría que arriesgar.
Pero…
No… no sería justo para Serenity, que por lo visto está muy interesada en Kaiba, demasiado para su gusto. Ni que tampoco se lo fuera a quitar, o sea, las posibilidades eran absolutamente nulas. No era que tuviera el autoestima en los suelos, al contrario, pero no hay que ser muy inteligente para darse cuenta que el ojiazul no consideraría a casi nadie a su altura. Y en la forma más simple y cruda, él mismo no es considerado por Kaiba como el santo de su devoción.
Y si va, seguramente va a parecer mujer despechada y masoquista viendo como "él" está con otra persona. Joey Wheeler no tendrá donde caerse muerto, pero al menos tiene dignidad.
- Mira ceniciento, tu hada madrina no tiene toda la noche, mi "varita mágica" aún no hace esas cosas – le habló Mokuba impaciente - ¿qué me dices?
Una respuesta madura y atinada es un NO rotundo. El tiene su orgullo, ir sería caer demasiado bajo, ya debe olvidarse de esa quimera llamada Seto Kaiba, si no le va a corresponder ni en mil años y…
- E-Está bien… – fue su respuesta vacilante – pero si me pasa algo, tú eres el responsable de todo.
Después de todo… la carne es débil.
También le encantaba ser respetado y James Miller es el único que era capaz de lograr el de Kaiba. "Soy un pobre diablo necesitado de atención", pensó.
- Muy bien, espérame cinco segundos – el chico abrió la puerta de la calle y silbó muy fuerte.
- ¿Qué haces?
- Ya verás, ahora pueden pasar...
El rubio casi se cayó de espaldas cuando entraron dos personas a su casa, un hombre y una mujer. Cada uno lleva una maleta como para irse de viaje una semana y lo miraban muy sospechosamente.
¡Ay, no, en qué lío se acababa de meter Joey Wheeler.
- ¿Qué significa esto, Mokuba? – habló entre malhumorado y asustado, ya del chibi se esperaba cualquier, lo que se dice, cualquier cosa.
- Te presento a mi estilista personal, Sayuri Tomoe y mi diseñador, Jean Paul Le Roy – le contestó como si fuera lo más evidente.
- ¿Esto es una broma, verdad? – preguntó Joey mirando a sus dos invitados.
- Haber, Wheeler – habló el moreno lo más serio posible – va ir la gente más importante de toda Asia: cantantes, grandes empresarios, deportistas, políticos e inclusive la misma realeza. Lo único que lamento es que no veré a Noriko Ukai (1) – lo dijo con lágrimas en los ojos.
"¿C-cantantes?... ¿em-empresarios?... ¿realeza?..."
Joey no estaba poniendo atención a nada de lo que hablaba Mokuba, que por cierto, le estaba empezando dar un discurso de etiqueta. Ahora le bajó el miedo, el chibi le estaba hablando demasiado en serio. Y estos dos, que le miraban con cara de tirársele encima para quizás qué cosa.
Oh, oh… ¿todavía podía arrepentirse, o no?
Tanto lujo la agobiaba, nunca ha comido en aquel restaurant, claro, era el mejor de toda la ciudad… miraba a todos lados como si fuera un pequeño pajarillo que sale por primera vez del nido.
Serenity Wheeler casi no podía comer por el nudo que tenía en el estómago. Era más correcto decir que a ella se la estaban comiendo los nervios y, cómo no, Kaiba es…, tan especial, no era un cliché decir que él no era como los demás chicos. Tan ausente y a la vez, tan presente, mirándole y escuchándole como si nada más existiera en aquel lugar, mas también es indiferente y si estaba de ánimo, le analizaba cada gesto, cada palabra.
¿Cómo no podía estar asustada?
Ese era Seto Kaiba, y a pesar de todo, sentía al mismo tiempo una sensación de fascinación que recorría por todo su cuerpo.
- ¿Te molesta si fumo? – preguntó el CEO antes de prender su cigarrillo.
- No se preocupe por mí – se notaba que estaba cohibida.
Porque por más que pensaba, tiritaba porque no tenía ni la más mínima idea de lo que hablaría con Seto Kaiba… ¡Por Dios, ese tipo era un genio e impresionarlo sería difícil. Por más que trataba tranquilizar su respiración, no podía.
Era la oportunidad de su vida y las palabras no le salían. Esto sólo le pasaba a ella.
- Supe que Wheeler y tú no crecieron juntos… ya me parecía extraño que no se parecieran tanto en su manera de actuar – si ella no comenzaba a hablar, tendría que hacerlo él con lo poco que sabía sobre ella. Quizás esto de la venganza no fue buena idea, se estaba aburriendo de lo lindo. Aunque, antes muerto que pedirle a Ishizu Ishtar que fuera su acompañante.
- Es cierto, pero creo que me siento más feliz que nunca ahora que vivo con mi hermano – ahora la hizo de diez, lo único que le faltaba a Kaiba era hablar del perro Wheeler en la cita – creo que es mejor que estar con una madre que sólo se preocupa del dinero¿no crees? – no tenía idea la razón por la cual le confidenció eso.
- Ni que me lo digas, conozco muy bien a ese tipo de personas – odiaba a ese tipo de personas como a nadie en el mundo. Todos querían algo de Kaiba, claro… el dinero llama, y él tenía de sobra.
Después de eso, se llevó una gran sorpresa, Serenity no era la versión femenina del sabueso. Salvo por algunas facciones, ambos hermanos no se parecían casi en nada. La pelirroja resultó ser una chica de mundo, hablando tres idiomas; hablaba de otras cosas que no fueran artistas, la telenovela de moda o de chicos; y era hasta agradable, no la había pasado tan mal después de todo.
Pero había algo que no le gustaba. No se había equivocado al decir que era tan dulce para darle un coma diabético, y aunque la idea de enamorarse no estaba en lo absoluto dentro de sus planes, si alguna vez quisiera andar con alguien por eso que llaman "atracción" no sería una de esas niñas en que a todo el mundo les da ganas de abrazarlas como ositos del felpa.
A la larga eso es para aburrirse, él necesitaba algo de emoción, algo que le dé ganas de levantarse todos los días. No lo demostraba, pero la monotonía la odiaba, por eso era demasiado fanático de los duelos de monstruos y de tener su imaginación siempre activa. De un tiempo, ya ni eso lo sacaba de la rutina, lo más cercano eran las maldades que hacía el pequeño demonio que tenía por hermano menor.
Cada vez necesita más ese cosquilleo en la panza de excitación, algo que lo invitara al reto…
¿Pero qué?
- Kaiba¿le sucede algo? – pregunta la pelirroja al ver que el castaño estaba demasiado en silencio.
- Lo siento, es que a veces me pierdo en mis propios pensamientos – se excusó el castaño y se acordó de la exposición – creo que se nos hace tarde – miró su reloj.
- ¿Y de qué trata? – preguntó Serenity con emoción.
- Son las pinturas de universitarios con talento y que la gente importante compra a beneficio de alguna fundación – Seto respondió porque, en realidad, se sintió obligado – más de alguno se ha hecho mundialmente famoso por eso.
- Ya veo...
- ¿Nos vamos? – preguntó el CEO a la chica, ofreciéndole su brazo.
- Claro – le tomó el brazo como respuesta.
Seguramente no sería su tipo de compañía perfecta, solamente se sentía conforme. Al menos, todavía no se le ha lanzado encima. Eso sí, tendría que lidiar con la famosa prensa, o más bien, ignorarlos mientras le persiguen mientras se averiguan hasta si su acompañante tiene alguna ascendencia de nobles o alguna ridiculez por el estilo.
Que esperen sentados los periodistas, que se vaya a enamorar algún día…
Se miraba al espejo y no se convencía. Caminó dos pasos e hizo algunos movimientos para ver si era su reflejo y comprobó que así era. Es que era otro, no se podía reconocer él mismo; más parecía uno de esos modelos de revista, ésas de las que tiene Tea, que un científico propiamente tal. No quería decir que no le agradaba lo que veía.
Le agradaba y bastante.
Sencillo y distinguido. Sobrio y sensual.
Lo que más le gustaba es que mantenía toda la frescura de Joey Wheeler, sin dejar lo clásico. Nada de smoking, eso de los formalismos no habían sido hechos para él. Un traje negro y una camisa blanca abierta en los primeros botones.
Peinado cuidadosamente, con esos lentes rectangulares que hacen ver que está pasado de moda eso de que "si es intelectual es un tipo horrible" y esos ojos aguamarina que le dan profundidad a su mirada con una pizca de picardía propia de Joey.
En pocas palabras…era un rubio hecho tentación andante.
- ¿Cómo me veo? – sonrió Joey, feliz de su cambio – hey, tan mal no estoy – agregó al ver que nadie le decía una sola palabra.
- ¿Mal? – preguntó Mokuba – agradece que no soy gay o mujer, que te hubiera violado aquí mismo – Joey se sonrojó, era la forma del chibi para decirle "te ves espectacular".
- Déjeme decirle, con todo respeto, que quedó endemoniadamente atractivo – fue el comentario del diseñador… menos mal que dijo que era con todo respeto.
- ¡Wow! – fue lo único que pudo decir Sayuri, orgullosa de su obra maestra. Se demoró más de una hora para lograr eliminar todo rasgo oriental que tuviera el chico mestizo, algo sumamente difícil.
Con esos comentarios, a quién no se le sube el ego. Pero a nuestro amigo, la ansiedad aumentó demasiado y lo único que quería era partir ya, empezaban a sudarle las manos de los nervios.
- Lo único que me queda decirte Joey es que AGUANTATE EL HAMBRE y no comas como si el mundo se fuera a acabar y lo mismo para beber, no quiero pasar vergüenzas – le advirtió el chico del piercing, ya conocía muy bien el estómago de su amigo.
- Sí, mami – le respondió de mala gana. En una situación como esta, a quién se le ocurriría comer… a él no.
- Sólo falta algo… haber… - se acerca Mokuba al rubio.
- ¡Auch! – se queja después que el chibi le quita el arete en una forma nada delicada, sobándose la oreja – me hubieras avisado.
- Prefiero haberlo hecho por mi propia cuenta, a ti, de seguro que se te olvida – le indicó con una falsa reprobación – ahora te quiero mostrar tu auto, sígueme – le habló el chico al más puro estilo Kaiba, con mirada congelante incluida.
- ¿A-Auto? – murmuró Joey - ¿cómo que auto?
- No creo que seas tan idiota y te vayas con un traje de quince mil dólares en un autobús o caminando – el moreno lo miró con incredulidad, esas preguntas no eran apropiadas si uno tenía un poco de juicio. Era Joey, precisamente el rey sin juicio. Suspiró resignado cuando pensó eso.
Así que finalmente, el cachorro siguió al pequeño Kaiba para saber cuál iba a ser su transporte, después de todo, un auto no le vendría mal a nadie para lucirse un poco. Cuando vio el auto, casi se murió, ni aunque trabajara toda su vida podría tener un auto como ése, le dio pena siquiera tocarlo.
- Joey…
- "…" – no tenía nada que decir el rubio.
- Lo alquilé en la tarde – le explicó Mokuba como si fuera a comprar al supermercado - ¿te gusta?
- ¿Este es mi carruaje? – preguntó mitad en broma, mitad en serio; sin recuperarse de la impresión totalmente.
- ¿Está bonito, verdad?
- Moki, esto es un Z8 (2), yo en mi vida he andado en esta cosa y si la choco, yo… bueno… no lo podría pagar nunca – el susto y la responsabilidad eran demasiada.
- Sé que tendrás cuidado, Joey, si no, no te lo confiaría – le dio valor – ahora Casanova, ándate antes que termine el evento y cuídate – esta vez los ojos azul violeta reflejaban una ternura sincera y en un impulso abrazó al rubio – no se te olvide que ahora te llamas James Miller y no llames la atención, mañana mismo los periódicos se darán cuenta que eres un don nadie – no le gustó la última frase que utilizó, pero los dos estaban conscientes que ésa era la verdad.
- De acuerdo – asintió Joey – Jean Paul, señorita Sayuri, muchas gracias – se inclinó para agradecer.
- De nada, fue un placer – los dos dijeron al unísono.
- Ahora sí, me voy – respiró hondamente antes de irse, innegablemente lo que se venía no era nada fácil.
- Buena suerte, Joey – fue lo único que dijeron los tres antes de que partiera el lujoso auto.
Como si no supiera, con Kaiba, siempre todo se basa en la suerte. Aunque el CEO no creyera en ello.
Puso un pie afuera, mirando hacia el recinto. No sabía de lo que le podía ocurrirle, asustándolo mucho. Hay que aclarar que le gustaba el riesgo, pero no la total incertidumbre. Cerró el auto con extremo cuidado y caminó hacia la exposición con una aparentada tranquilidad. Mientras tanto, dos mujeres inmediatamente se pusieron a cuchichear acerca de este tipo totalmente desconocido, que incitaba conocerlo de más de una forma, y en especial, en una forma "muy física".
- ¿Quién es ese tipo? – preguntó una periodista a la otra, quien no reconoció al rubio – a este no lo he visto ni en pelea de perros.
- Con lo bueno que está… te digo, lo que menos me interesa es su nombre – le contestó la otra con una gran sonrisa y dirigiéndole una mirada libidinosa a Miller.
Joey se sintió bastante extraño, éste no era su lugar, comúnmente se colocaría como un mono para las fotografías y coquetearía con las chicas en son de broma. Ahora trataba de ser discreto, para que no lo descubrieran, y a la vez, se sentía tan fascinado en este mundo lleno de elegancia, flashes y glamour. Con el temblor que tenía sobre su cuerpo, no se dio cuenta de los montones de miradas que recaían sobre él, más de alguien se percató de la belleza de este chico, y eso que sólo estaba en la puerta.
- Su nombre – le dijo un guardia duramente mientras le impedía la entrada.
- James Miller.
El guardia miró la lista, e incrédulo vio que al final estaba su nombre – adelante, señor, bienvenido – le dijo suavizando la mirada.
- Gracias…
No quería quedar como idiota, pero en su vida nunca había visto gente famosa aparte de los que pertenecían al círculo del duelo de monstruos y ahora los veía por todos lados como una plaga. Siempre se ha preguntado lo que pensarán, porque por supuesto que no se iba a guiar por el estereotipo del CEO.
Aún así, se dio tiempo para mirar las pinturas. Muchas las reconocía, eran de sus amigos que trabajaron muchas horas para realizar muy buenos trabajos, sólo esperaba que el suyo también tuviera buena crítica. Lloraba de la felicidad cuando le dijeron que su pintura saldría seleccionada para estar enmarcada en la casa de un millonario. No por eso exactamente, sino porque era una posibilidad de saltar a la fama como artista.
"Maldito gato millonario, a dónde te llevaste mi hermana", pensó con celos, no sabiendo si era por él o por su hermana al observar que no estaban por ninguna parte.
Ahí seguía mirando las pinturas un poco desconcentrado, cuando de repente lo sintió que estaba cerca, tragando fuertemente saliva. Su corazón latía rápidamente y sentía un estremecimiento que subía por toda su médula espinal.
Miró hacia atrás por inercia, haciéndolo con una desesperante lentitud.
Sin duda alguna, era él. No había otra persona capaz de hacerlo sentir de esa manera.
Junto a Seto, estaba su pequeña hermana, su cabeza le dice que hacían una linda pareja. Pero su corazón lo hace entender un poco el egoísmo de Mokuba, no podía evitar esos deseos de posesión del castaño e envidiar un poco a Serenity.
¿Recordará a Miller? Si no, haría el ridículo más grande de su vida y el hazmerreír de todo el mundo. Lo tenía que hacer él, Kaiba no se le acercaría ni aunque fuera el fin del mundo. Así que agarró el primer vaso que pilló y se lo bebió de un sorbo, necesitaba valor, estaba tan eufórico que ni se dio cuenta que el sabor amargo del whisky le hacía arder a morir la garganta., siente miedo de alguien… y no era más que de sí mismo. Era un ser de lucha y esfuerzo, sin miedo a nada, pero esta vez pensaba mucho antes de dar otro paso.
"Dios mío, si sólo es un chico de mi edad"
Ni ese fugaz pensamiento lo hizo relajarse, estaba más tenso que un toro antes de irse al matadero. El valor lo abandonó completamente, entonces se devolvió. Estaba demasiado dubitativo, en su vida ha sabido mentir y ahora tenía que fingir ser otra persona. Más que el miedo a plantarse ante el empresario, era esa maldita dualidad de sentimientos era lo que lo atormentaban, su hermana y el hombre que ama se enfrentaban en su lucha interna. Aquel chico era noble por naturaleza, pero por primera vez en su vida, el amor lo tenía encaprichado.
"Joey, solamente a ti se te ocurre meterte en semejante lío"
Era sólo una vez más, un encuentro rápido y otro lindo recuerdo con el que compartirá con Mokuba cuando estén pasados de copas y riéndose a carcajadas por las idioteces que se les ocurría antaño. Ahora, un poco más convencido, volvió a encaminarse hacia donde suponía que estaba Kaiba, pero en cuanto se dio vuelta se estrelló con alguien. Bonita forma de debutar en sociedad.
- Lo siento mucho – fue todo lo que dijo el rubio, sin mirar a la persona con quien se estrelló.
- Fíjate por donde caminas, idiota, para eso están los ojos – esa voz la reconoció inmediatamente. De tanta gente¿no se pudo estrellarse con otra persona?
Al parecer, él era su destino. Y uno muy oscuro.
- Mr. Kaiba – lo llamó con ese sonsonete gringo que recién se estaba acostumbrado a utilizar, ronca y sedosa para quien lo oyera. Los ojos de su receptor estaban fríos como siempre, salvo por cierta sorpresa.
- ¿Miller? – el ojiazul lo había reconocido. Aunque su genialidad le decía que había algo diferente en él y que le seguía sintiendo tan familiar como antes.
Para Joey, sus pupilas celestes mostraban un brillo palpable y el tiempo se detuvo. Eso era lo que quería volver a sentir, tener una ínfima parte de Seto Kaiba pendiente de él. Lo necesitaba, en estos diez meses que habían pasado nunca se pudo olvidar de eso, hacer por un instante que su ardiente deseo no fuera uno reprimido, que lo consumía poco a poco.
- Tanto tiempo – lo saludó acompañado de una reverencia educada, rompiendo el momento antes que Seto se diera cuenta de algo – buenas noches, si me permite… está muy bella su compañía – haciéndole también una reverencia a Serenity, quien le sonreía.
¡Cielo Santo! Si ella no lo reconocía, no lo haría nadie. Primera prueba superada.
- Serenity Wheeler, mucho gusto…
- James Miller, y el gusto es mío…
- ¿Qué hace por aquí? La facultad de ciencias informáticas de Princeton no queda en la esquina – las palabras punzantes del CEO le hicieron devolver la inseguridad al chico, era evidente que no cruzaría la mitad del planeta para ver una exposición de alumnos universitarios.
- Voy a dar una cátedra en la Universidad de Domino, en la que me invitaron cordialmente – mintió, sintiéndose muy aliviado.
- ¿De qué? – preguntó el ojiazul con real interés – la otra vez no me dijo de qué se trataba – ése fue un reproche que ni Joey se acordaba, pero lo puso en jaque otra vez.
- Energía nuclear en la computación – "¿existe esa soberana estupidez?", se preguntó. Como también si tenía mitomanía, su reciente habilidad para mentir ahora es impresionante.
- ¿Sobre computación cuántica (3)? – preguntó con más interés que antes, las respuestas vagas de Miller tenían el doble efecto de desconcierto y maravillarlo – no es el lenguaje indicado para decirlo eso de "energía nuclear en la computación" – su voz era con sorna, cómo odiaba las imperfecciones.
- Era para que la señorita Serenity me comprendiera, es de mala educación hablar temas que los demás presentes no entiendan – otra vez el tipejo salió airoso de su respuesta, cómo lo desesperaba. Y Joey asombrado¿es qué el traje que le dio Mokuba le daba poderes especiales en su bocota? O será que no se veía otro, sino que se sentía otro.
- A mí me importa un comino la etiqueta – le contestó el ojiazul con rabia – yo hablo como se me pega la gana.
- Si usted lo dice… – miró hacia cualquier lado en señal de disgusto y luego ambos se miraron fijamente a los ojos, era un duelo entre sus egos. Joey estará locamente enamorado y todo lo que quieran de Kaiba, pero un desafío con el dragón para él era algo único, algo que él quería vencer como diera lugar. Extravagante forma de amar a un chico extravagante.
Serenity no quiso que esto pasara a mayores, se notaba que el hombre era de armas tomar – a propósito, señor Miller – inmediatamente el rubio le puso atención a su hermana, que quedara pendiente la lucha de orgullos - ¿qué le ha parecido la exposición?... ¿los japoneses son tan buenos como los norteamericanos?
- Me agrada, se nota que hay muchos chicos con grandes posibilidades, y aquí como en Norteamérica, hay de todo: buenos, malos, regulares, sólo el estilo es distinto ¿Qué opina usted Mr. Kaiba?
- Sólo serán unos muertos de hambre – ni a la pelirroja le gustó la expresión del ojiazul, su hermano era artista y estaba orgullosa de eso – sólo hay un idiota con futuro de todos los cuadros que he visto y es el que está en frente. Seto Kaiba se queda con lo mejor y me llevaré esa pintura.
Los dos miraron el cuadro y se quedaron petrificados, sobretodo a Joey, quien creía que le faltaba el aire. No podía creerlo, ése era su cuadro… era el suyo ¿No estaba soñando verdad? Estaba avanzando de ser un perro idiota a un perro idiota con futuro. Si algún día se olvida de Kaiba, ya tendrá algo con que restregarle a la cara; aunque será difícil que llegue ese día.
- Es un cuadro fabuloso – trató de disimular la pelirroja, si supiera que ese cuadro es de Joey quizás lo rompe en pedazos sin importar que todo el mundo estuviera presente.
Sin embargo, desde que Miller apareció, la cita se fue a cualquier lado, pareciera que ni ella existiera. Inclusive ese rubio le ponía más atención que su acompañante. Se estaba acostumbrando a la sensación de que ese chico la tratara amablemente, tenía que hacerse ver que por algo Serenity Wheeler fue escogida entre todas las chicas para estar acompañada del brazo del soltero tan codiciado.
¿Cómo lo hacía Joey para llamar la atención? Bueno, era algo natural en él.
- Kaiba… ¿sabía usted que el próximo año postularé a una beca para la Escuela de Arte de la Universidad de Domino? – esa es la mentira más grande de la pelirroja había hecho en su vida. Pero funcionó, Seto otra vez se focalizó en ella.
- ¿En serio? No sabía que pintaba, me agradaría ver algunas de sus pinturas – otra sorpresa para el castaño, la hermana de Wheeler hasta tal vez tenía talento. Ahora se pregunta si el perro ese fue adoptado.
- Claro que sí, algún día de estos le mostraré mi colección – esa mentira blanca sería fácil de sustentar.
Joey tenía un mal presentimiento de todo esto. Serenity será su hermanita querida pero ella no sabía ni pintar con lápices correctamente¿cómo lo haría para mostrarle un cuadro medianamente decente? Ok, para eso está el hermano mayor dispuesto a todo, salvándola de la peor situación, den a eso una profecía autocumplida.
- Mi estilo favorito es el surrealista – dijo la chica, viendo que ése era el de su hermano; nunca se negaría a este "pequeño favor" – ese estilo es el mejor reflejo del alma, siempre revuelta y enredada, mostrándose transparente y atormentada – hablaba en copia exacta de lo que le dijo Joey una vez, quien ahora estaba sorprendido, el efecto Kaiba es abrumador, todo el mundo se transforma.
- Yo opino que los ojos son los que muestran todo, esos nunca engañan – comentó Kaiba, que encontró cursi e intelectual lo que dijo la pelirroja.
- No siempre es así. Si se fija, Mr. Kaiba, los ojos no son tan sinceros como parecen. Uno con la vida los puede entrenar para hacerlos parecer algo que no son lo que parecen – Joey de adrede quiso decir la palabra "entrenamiento", algo que obviamente saldría muy casual de alguien que se supone que no se conocían definitivamente en nada – a su salud, Mr. Kaiba – su forma perezosa de saborear el champagne y la mirada segura del rubio apoyaba su teoría. Sabía que causó un efecto resonante en la mente de Seto; esa frase lo debe haber tocado mucho.
Maldita sea. Dos encuentros y dos veces que este tipo lo dejaba con la palabra en la boca. Seto no tenía que decirle, si tenía toda la razón. A lo mejor, este tipo sí era un genio, sólo que le gusta esconderlo y muy bien.
- ¿No lo cree así? – continuó el rubio en su intervención, el ojiazul sólo gruñó.
- Lo siento mucho, Mr. Kaiba, Señorita Serenity, pero debo irme – el rubio miró la hora y como sea en una hora más debía estar en casa, debía llegar antes que ellos – como siempre, ha sido un placer volver a hablar con usted.
- Lo mismo digo, Miller – le contestó Kaiba en un tono seco.
- Ha sido un gusto conocerlo – ésa fue Serenity.
- Igualmente…
Ah, no, esto no se quedará así como así. Hace mucho tiempo que no sentía esto, ese sobresalto que hace que la vida sea una cuestión más interesante de ser vivida, aunque sea a través de la competencia, ésa es la manera en que le habían enseñado a hacerlo. Y ahora estaba disfrutando, James Miller se ha ganado la curiosidad suya, pero nunca lo admitiría.
No se dejaría ganar, como siempre, él siempre es quien hace la última jugada.
- Miller - Kaiba lo llamó y el aludido se dio vuelta con una mirada alegre. No importa, él pronto se la quitaría de la cara – ¿cuándo será su cátedra?
- Este martes – dijo un día al azar, inventar es gratis.
- Entonces llámeme el lunes a mi oficina – le pasa una tarjeta – para confirmar hora y lugar, me gustaría que proyectos tienen los norteamericanos, por nada me perdería su clase…
Jaque Mate. Joey palideció y un terremoto trascendió en todo su cuerpo ¿Qué iba a hacer?
- De acuerdo – asintió temerosamente antes de retirarse, mirando por última vez esos enigmáticos ojos azules que lo hacían perder la cabeza.
Porque hacer esto era perder la cabeza y ya se le fue de todo control.
"Mierda".
Quien le dijera que las mentiras eran como una bolita de nieve que se agranda, seguramente se quedaría con un par de dientes menos. A él se le acaba de caer una avalancha encima y se dio cuenta cuando era demasiado tarde. Aquí sí que se le acabó la "suerte Wheeler" y no tenía la más mínima idea de qué iba a hacer para salir de todo este embrollo.
No sabía que ya había hecho lo más improbable que le podría pasar… llamar la atención de Seto Kaiba…
"Mokuba Kaiba, si salgo vivo de ésta… ¡te matoooooooo!"
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NOTA:
(1) Noriko Ukai toca el segundo sintetizador en Nittle Grasper, banda famosa que finalmente compite con Bad Luck en la serie Gravitation. Es la chica que tiene el pelo violeta, es bonita y simpática; nada que ver con la loca de Ayaka xD.
(2) Un BMW Z8 es uno de los autos más elegantes y caros del mundo. Es uno de los autos que James Bond ha utilizado en una de sus películas. Su valor oscila desde los US$ 115.000 (aproximadamente unos 90.250 euros). Si se les antoja ver este modelito, visiten la siguiente página: http/ Computación cuántica es un conjunto de teorías computacionales (valga la redundancia xD) que no tienen nada que ver con la computación que utilizamos actualmente, que está en desarrollo experimental. Lo que dice Joey es totalmente cuerdo, corrió con suerte para variar xD.
Ok, esto está comenzando a perderse el control, las mentiras aumentan y aumentan sin parar 0.o. Este capi hasta yo lo encontré un poco profundo u.u' pero el primer encuentro debía ser penetrante para llamar la atención de Kaiba (ojo: sólo su atención, primero tiene que descubrir que es homosexual para que sienta algo por Miller o Joey xP, lo primero es lo primero y eso es todo un proceso). Y lo otro, antes de que digan que odian a Serenity, me puse en el lugar de ella y pensé, quién no mentiría para impresionar a Seto Kaiba, alguien que es muy difícil de sorprenderse con algo, ella quiere ser algo especial ¿Y quién no? Muchas gracias por todo el apoyo y ya saben que hacer para decirle quejas, tomatazos y felicitaciones a su humilde servidora n.n.
Se me cuidan y nos vemos.
Shabi.
Próximo capítulo: Caja de sorpresas.
Respuestas de reviews del capítulo anterior
Ginny –Flor de Cerezo-: Seto es malvado pero Moki no se queda atrás xD, justamente quiso que volviera James Miller a la escena quien ha encantado a todo el mundo .. Los sentimientos de Serenity y Seto, se aclararán de a poco, sobre todo los del dragón --' porque no es muy dado con los sentimientos. Espero que te haya gustado este chap también ;).
Fleur de role: Ya viste la cenicienta, tan maduro él xD, aunque si no, no sería nuestro mismo Joey. Aunque el pobre ya no sabe qué hacer con tanto encanto ). Muchas gracias, me hiciste sonrojar O/O.
Paulyta: Ahora que me dices, creo que me fui un poco. Pero ahora entiendes más o menos porque Joey hizo la locura que hizo u.u para él hasta lo encuentra emocionante. Y yo también quisiera a Moki de consuelo ¬, pero antes Serenity tiene que dárselas en el piso. En cuanto a Seto, ve a saber tú, eso se verá a medida que avance el fic n.n. Y tú tranquila, que con coincidencias, me basta y me sobra, que me gusta ese fic . Nos vemos en msn.
dark angel-loveless: Como dicen, la venganza mata el alma y la envenena, pero es muy dulce xD. Espero que te haya gustado la interacción, no es la gran cosa, pero me gusta tomarme mi tiempo n.n
okami reiko: Creo que le diste en el blanco o.o, el joven Miller ha vuelto en gloria y majestad, pero han empezado los enredos al por mayor xD. Perdona por la impaciencia pero espero no demorarme más de dos semanitas por capi.
Merle Kanasuki: Me alegra que te haya gustado mi forma de narrar y el fic / Espero que te siga gustando la trama :)
Randa1: Creo que Moki ha tomado otras riendas en su contravenganza. Creo que en el camino te darás cuenta porque es una venganza de vuelta, sobre todo casi llegando al final ñ.ñ Aún así, espero que te siga gustando el fic.
