Capítulo 7: "Más susceptible en México…"
Tatsumi habló por la noche a Tsuzuki y a Hisoka…
Afortunadamente encontró libre el vuelo que salía a México a primera hora, y ordeno dos boletos. Tanto el oji verde como el castaño, tuvieron una noche un tanto pesada, pues necesitaban empacar lo necesario para un viaje del cual no sabían su duración, pero del que si sabían su misión…
A pesar de los sentimientos de emoción, aventura o misterio que aquello pudiera producir, Hisoka no paraba de pensar, camino al aeropuerto, en Tsuzuki, ni en la oportunidad que desperdició de demostrarle su amor, lo que realmente sentía por él…
Se dejó llevar por el miedo en esos momentos, por los recuerdos de un pasado vil y mezquino, no por la realidad que vivía, en la cual, a pesar de todo, era feliz, nadie le reprochaba nada, nadie culpabilizaba…
¿Qué haría cuando lo viera? ¿Estaría enojado o triste? ¿Se dirigirían la palabra? No lo sabía realmente, lo único que alcanzaba a percibir era que la comprensión de Tsuzuki estaba revuelta con melancolía; pues ambos sabían que se amaban, pero ambos sabían que hacía falta algo, un detonante tal vez, algo que marcara la diferencia, y tal vez ese beso hubiera sido lo que necesitaban…
Llegó al lugar citado y a través de la ventanilla del taxi vio como Tsuzuki aguardaba por él, solo, junto a un montón de maletas apiladas a su lado, en la entrada del aeropuerto…
Cuando el auto hubo parado, el taxista y Hisoka salieron del vehículo, fueron a la cajuela y sacaron el equipaje del chico, después, el servicio del aeropuerto no se hizo esperar y una especie de "botones" llegó con un carrito donde apiló las maletas de Hisoka, este ordenó ir donde Tsuzuki…
"¡¡¡Hola Hisoka!!! ¿Listo para la aventura?"- Tsuzuki lo saludó muy animado, tanto que parecía que el día anterior no había sucedido nada entre ellos dos, como si le hubieran borrado la memoria, Hisoka se extraño bastante, solo pudo contestar un:
"Si"
"Pues andando, que el avión salen en media hora… ¡Ah! Por cierto, Tatsumi y Watari no tardan en llegar, me hablaron por el celular, que los esperáramos un momento"
"Si claro… ¿Tsuzuki estás bien?"
"¿Por qué la pregunta?"- aquello si que aturdió aún más a Hisoka, Tsuzuki estaba fingiendo…
"Por… ¿ayer?"
"El ayer es solo eso… Yo estoy de maravilla… ¿Y tú?"
"También, creo"
"Mejor arriba esos ánimos amigo, hay mucho que nos espera por delante"
"Si" – amigo, que vacío se escucho eso…
Fueron a una pequeña sala de espera, tomaron asiento, y en unos momentos, tanto Tatsumi como Watari ya estaban ahí, ambos estaban algo alarmados, con un reporte en manos…
"Llegó información de México – explicó Tatsumi – hay una victima más, supongo que se trata de lo mismo, pues el cadáver está en las mismas condiciones que el otro, el de la chica. Bueno, es algo precipitado decir esto, pues apenas hoy, hace como unas horas lo encontraron, sin causa aparente de muerte"
"¿Hoy? – dijo Tsuzuki asombrado - ¿Pues que hora es allá?"
"Mientras aquí apenas van a dar las siete, allá aproximadamente van a dar las dos de la tarde, pero del día anterior"
"¡Ya tan pronto me complican la vida! ToT" – exclamo Tsuzuki.
"Increíble, ya van dos, parece que lo de los tributos va en serio, pero quien será, al menos en nuestra lista de sospechosos ya está Muraki, pero los correos fueron enviados a todos nosotros, eso me hace dudar" – habló Hisoka.
"Hay dudas en el aire, para ello van al lugar, pero no se desanimen, traemos una pista, este chico fue encontrado en la Ciudad de México, la capital del país, lo cual indica que, por el momento, ahí está nuestro sospechoso… Pero por otro lado, el jefe les manda esto" – informó Watari a la par que entregaba un sobre a Tsuzuki…
"Mucha suerte, espero resuelvan todo esto, si nos necesitan, ya saben, llamen, que iremos al instante" – recalcó Tatsumi.
"No lo duden… Ya no les quitamos tiempo, en unos cinco minutos abordan el avión, corran, sino se les va a ir" – finalizó Watari con la despedida.
Para estos momentos el equipaje de la pareja ya había sido llevado al avión, solo restaba dar unos cuantos pasos para comenzar con el juego, por llamarlo as
La pareja abordó el avión, una amable azafata indicó el asiento que deberían ocupar durante el vuelo, y les dio las típicas indicaciones para que el despegue nos les cayera de sorpresa…
Hisoka tomó asiento del lado de la ventana, miraba el cielo a su alrededor, y sin quererlo, como que se sentía culpable, si, la actitud que tomó Tsuzuki era muy caballerosa de su parte, pero, él la sentía como un escudo, como si Tsuzuki hubiera pintado una raya entre los dos, como si a partir de ese momento, la relación que llevaban, terminara de un momento a otro, y esa situación incomodaba, incluso mantenía inseguro al chico de los ojos verdes…
No apartó esas ideas de su cabeza durante el viaje, incluso ocasionalmente miraba a su contraparte, y él estaba como si nada, solo le decía: "¿Estás bien Hisoka?", y el chico asentía, así, una y otra vez , mientras el tiempo pasaba y Tsuzuki se distraía comiendo o bebiendo una copa de vino, o simplemente escuchando música…
A Hisoka le daba la sensación, por unos momentos, que él trataba de ignorarlo, y al escabullirse un poco en el corazón de Tsuzuki, al adentrarse aún más de lo debido con ayuda de su don, su empatía, sintió cosas que tal vez no debi
Tsuzuki estaba destrozado en esos momentos, pero no lo reflejaba por miedo a lastimar a Hisoka, por miedo de verle llorar, por miedo de ver de nuevo en sus ojos lo que vio el día que trató de robarle un beso…
También pudo percibir que Tsuzuki se daba por vencido, sentía que él nunca llegaría a llenar el corazón de Hisoka, su alma lloraba por ello, pero trataba de resignarse y no mostrarlo, por el chico, pues a pesar de todo, lo amaba con toda la fuerza de su ser, y, así tuviera que reprimir cada lágrima, cada sentimiento de aflicción, cada deseo, iba a cumplir la promesa que se había hecho a si mismo: Llenar de júbilo, de seguridad, de felicidad el corazón y el alma de Hisoka, borrar todo recuerdo malo y poner en su lugar nuevos sueños, quimeras, fantasías…
Tsuzuki quería hacer todo aquello con su amor, pero ahora veía que aquel anhelo se alejaba, y lo peor era que a manos de Hisoka, el chico obligó a Tsuzuki a ser verdugo de su propia cabeza, lo obligó a sonreír al morir…
Después de adentrarse en los sentimientos de Tsuzuki, un sentimiento de culpa invadió aún más a Hisoka…
"Que he hecho… no creí que aquello significara tanto para él… ¿Por qué no me lo ha dicho?... No creí ser capaz de sembrar esas semillas de dolor en él… Debería decirle… debería intentar arreglar ello… debería besarlo… No lo s" - Hisoka no paraba de darle vueltas al asunto en su cabeza, hasta palideci
"¿Seguro que te sientes bien?" – reitero Tsuzuki por enésima vez, y al mirarlo, a diferencia de su interior, Hisoka lo vio radiante, alegre, seguro de si mismo… Sólo le respondió:
"Creo que es el avión, me siento mareado"
"Yo tengo la solución para ello… ¡¡¡Señorita azafata, venga un momento por favor!!!"
"Si señor, ¿Qué se le ofrece?"- contestó muy amablemente la chica.
"¿De casualidad tendrá chocolates?"- dijo Tsuzuki sonriendo en extremo al pronunciar el nombre de ese delicioso dulce.
"Si, creo que hay algunos" – dijo algo sacada de onda.
"Me los podría dar todos, si no es molestia"
"Claro, en seguida vuelvo" Ô.
"¿Chocolates?"- dijo Hisoka extrañado.
"Si, eso te ayudara a sentirte mejor y a recuperarte, claro, eso según Remus Lupin, de Harry Potter "
"¿Qué? O.o"
"¿No has leído sus libros, señor culto?"
"Son para niños"
"¡Ay si tú, te crees muy grande!"
"¡Aquí están sus chocolates!"-dijo la chica.
"Gracias"- la azafata se fue.
"Ahora comételos"- y Tsuzuki se los puso todos en las manos a Hisoka.
"No me los voy a comer todos"
"Bueno, dame unos, pero al menos come uno, te hará bien, ya lo he probado y si funciona, además hay bases científicas, si estas mareado es por falta de energía, y las puedes obtener comiendo alimentos ricos en carbohidratos, como el chocolate, además, tiene la característica de que es energía inmediata la que te da"
"¿De dónde aprendiste todo eso?"
"Supongo que de los dos únicos días en que trabaje de verdad, hay muchas cosas en la red, lástima que ya no tenga la motivación de esos días…"- Hisoka sintió aquellas palabras como una indirecta bien directa, a lo mejor y Tsuzuki quería decirle, pero igual le daba miedo lastimarlo…
No le quedó más remedió que comer los chocolates, ya le había causado tanto mal a Tsuzuki, mínimo se sentía con la responsabilidad de complacer en esa sugerencia.
Unas horas después…
México, D.F. Aeropuerto Internacional, aproximadamente las 6:00 p.m.
"Llegamos, no lo creo…"- dijo Hisoka.
"Créelo, y pues a lo nuestro"- dijo muy serio y seguro.
Ya habían bajado del avión, solo les restaba ir a recoger su equipaje y hospedarse en un buen hotel, por primera vez en su vida, en todo el tiempo que trabajaron de shinigamis, el jefe estuvo dispuesto a pagar todos los gastos del viaje, lo supo al abrir y leer el sobre que le había entregado Watari, el cual, además del mensaje, contenía una tarjeta de crédito, sin limite alguno…
Antes de salir, prendieron el traductor instantáneo de largo alcance cerebral y visual, se colocaron los audífonos como Watari les enseño y los lentes de contacto, era hora de ver que tal la libraban con el idioma…
Salieron y de inmediato se vieron acosados por muchos hombres que ofrecían su servicio de taxistas:
/ Pásele, pásele, por acá, taxi seguro/
/Jefe, por aquí, hasta guía turística gratis/
/No gracias/- dijo Hisoka, pues le daban mala espina.
/¿Por qué no Hisoka?/ - dijo Tsuzuki muy sonriente.
/Mejor hay que pedir uno del aeropuerto, es más seguro/- sin querer Hisoka dijo esto frente a uno de los taxistas, el cual se despidió de una manera muy particular del chico…
/ ¡Pinche chino! ¡Chinga tu madre! Te crees la gran cosa por ser extranjero/ - Hisoka no entendió muy bien a que se refería lo primero, pero, concluyó que seguro tendría que ver con la segunda frase…
/¿Qué significa todo eso que te dijo?/- le preguntó Tsuzuki de manera muy inocente, ambos tenían que aprender mucho de los "modismos" usados en México.
/Ni idea, vámonos/ - y por fin encontraron un taxi que pertenecía al servicio del aeropuerto, abordaron, colocaron su equipaje en la cajuela y pidieron indicaciones…
/ ¿Japoneses?/ - preguntó amablemente el taxista.
/ Si, somos de fuera y no conocemos, nos podría llevar a un buen hotel, en un buen lugar por favor/ - pidió Tsuzuki amablemente.
/ ¡Claro que si jefe!/
/ Disculpe, le puedo hacer otra pregunta, señor/- habló de nuevo Tsuzuki.
/Claro/
/ Espero no se moleste, pero, que significan las palabras "Chinga tu madre" /- el taxista estalló en carcajadas…
/¡¡¡ ¿Quién les dijo semejante cosa?!!!/
/ Otro taxista/- aclaró Hisoka.
/Bueno, no hagan caso, esa expresión significa, fuera de aquí, no molesten, mejor molesten a su mamá/
/ Interesante, pero que loco/- dijo Hisoka.
/ Si, mejor acostúmbrense, así es México/
/Ya vemos/- finalizó Tsuzuki.
El trayecto era largo, pues el taxista decidió llevarlos a los hoteles más lujosos de la Ciudad de México, los que están en Avenida Paseo de la Reforma, la calle más larga de la ciudad, misma que está decorada con estatuas y monumentos a los más grandes héroes de la historia de México y los libertadores de cada país de América Latina, Tsuzuki se deleitaba la pupila con ello, a la vez que a cada instante interrogaba al taxista con preguntas como: "¿Quién es ese? ¿Qué hizo?", Hisoka no le ponía mucha importancia, venía pensando en otras cosas, como en Tsuzuki y su lío de sentimientos…
De pronto el taxista prendió el radio, sintonizó una estación de música moderna, y el sonido de unas guitarras acústicas empezó a invadir el vehículo, Tsuzuki no le ponía atención, iba maravillado, pues en su camino se toparon con el Ángel de la Independencia, el monumento más sobresaliente de esa avenida, el taxista explicó a Tsuzuki que aquel representaba la libertad del pueblo mexicano, Tsuzuki lo quería mirar por todos lados… Ese ángel lo intrigaba bastante, mas su simbolismo, se preguntaba a si mismo si todo con lo que estaba adornado significaría algo en concreto, no evitar compararlo consigo mismo, mejor dicho, con un shinigami, pues al fin y al cabo, él también era un ángel…
/ ¿Es de oro?/ - Preguntó Tsuzuki.
/ Se supone, en realidad lo dudo mucho/ - dijo el taxista sonriente.
Hisoka seguía escuchando la música, y sin querer empezó a poner atención a la letra, por instantes creyó que era tonta, pero al seguirla con detenimiento, se identificó con ella a tal grado, que quería conseguirla en un CD para escucharla una y otra vez, la letra era más o menos así:
/ Lucha de gigantes, convierte el aire en gas natural, un duelo salvaje advierte lo cerca que ando de entrar, en un mundo descomunal, siento mi fragilidad…
Vaya pesadilla, corriendo, con una bestia detrás, dime que es mentira todo, un sueño tonto y no más, me da miedo la enormidad, donde nadie oye mi voz…
Deja de engañar, no quieras ocultar, que has pasado sin tropezar, un monstruo de papel, no sé contra quien voy, pues que a caso hay alguien más aqu
Creo en los fantasmas, terribles, de algún extraño lugar, y en mis tonterías para, hacer tu risa estallar, en un mundo descomunal, siento tu fragilidad…
Deja de engañar, no quieras ocultar, que has pasado sin tropezar, un monstruo de papel, no sé contra quien voy, pues que a caso hay alguien más aqu
Deja que pasemos sin miedo…/
No pudo evitar sentir que aquella canción, era el resumen de las vidas y el romance entre él y Tsuzuki…
Al fin llegaron a un hotel, de primera, cinco estrellas, pagaron al taxista y Tsuzuki dio un dinero extra por la guía turística por el Paseo de la Reforma, entraron al hotel y vieron con agrado que por ahí desfilaban hindúes, árabes, japoneses o chinos, quien sabe, rusos o alemanes o franceses o estadounidenses, quien sabe había muchos rubios, casi como Watari…
Pidieron una habitación, para dos, obviamente, y quedaron oficialmente registrados, un par de botones ayudaron con el equipaje, y subieron a su habitación…
La vista a la ciudad era hermosa, lástima que en ella se encontrase un demonio dormido, a punto de surgir para acabar con ella, sin embargo, para evitar ello, ahí estaban Tsuzuki y Hisoka.
Un poco de cansancio invadía a ambos shinigamis, pero, a pesar de todo, esa noche no pudieron dormir en absoluto…
Tal vez sea la novedad de estar en un lugar diferente con horario diferente, la emoción que el día siguiente traerá consigo, o el saber que a escasos centímetros de ti, en otra cama, está el ser que más amas en este mundo y no puedes tocarlo ni hacerlo tuyo…
Al menos, esas eran las razones de Tsuzuki, dejó escapar un leve suspiro y por todos los medios posibles trató de poner su mente en blanco para poder dormir. Por otro lado, Hisoka no podía concebir el sueño sintiendo todo, absolutamente todo lo que su Tsuzuki sentía…
"¡Maldita sea, ve tu y abrázalo!..." – a pesar de pensar en ello, y de ordenárselo a su cuerpo, este no respondía.
Al fin los primeros rayos del sol se colaron por el ventanal del hotel, al fin había una razón por la cual levantarse o al menos para dejar de fingir que estaban dormidos, ambos.
"Buenos días Hisoka" – Tsuzuki le dedicó una tierna sonrisa.
"Hola, dormiste bien, me daba la impresión que no" – preguntó serio.
"Supongo que tienes razón, creo que se debe al cambio de horario, como estamos atrasados un día, a lo mejor y el sueño se esfum
"¿Qué tal si vamos a desayunar? Tengo un poco de hambre"
"¡¡¡Buena idea!!! -"
"Entonces a arreglarse un poco, vamos a desayunar en el hotel o en otro lugar"
"Precisamente te iba a sugerir que en otro sitio, para ir conociendo la ciudad, es hermosa"
"Y ruidosa"
"Bueno, supongo que otra de las razones por las cuales no dorm
"En fin, me cambio en el baño" – Tsuzuki quiso articular algo, pero comprendi
"Esta bien"
Con los dispositivos bien colocados y atentos a todo, solicitaron un taxi, pidieron de inmediato que los llevaran a un restaurante de comida típica del país…
/ Les sugeriría cualquier puesto de tacos al pastor, pero se ven muy fresas/ - tanto Tsuzuki como Hisoka dudaron que responder ante tal comentario.
/ ¿A qué se refiere, exactamente?/ - preguntó Hisoka.
/ Bueno, que de seguro son persona muy finas y que les desagradaría comer en un lugar de quinta/
/ Entiendo, pero si cocinan delicioso, no es entonces, un lugar de quinta/ - alegó Tsuzuki.
/ Como quieran, conozco un lugar de la alta, se llama "Don Taco", ahí pueden probar lo que les recomiendo, o de plano, los llevo a un lugar donde vendan comida oriental/ - sugirió el taxista.
/ No, esta bien donde dice, queremos conocer esos ¿tacos? Nunca he visto uno, creo/ - dijo Tsuzuki.
En poco tiempo llegaron al lugar, estaba algo vacío, así que no tardaron en atenderles…
/ ¡Oh wow! ¡Hisoka, si funciona! ¡Estoy leyendo el menú y entiendo todo a la perfección! / - dijo maravillado
/¡Idiota, calla, no seas tan obvio!/
/Lo siento, es la emoción… ¿Qué será sopa de huitlacoche con flor de calabaza?/
/ Ni idea, mejor no pidas eso/
/Entonces pidamos los famosos tacos/
/Bueno, mínimo sabemos que es carne/
Un mesero atendió su orden y en pocos minutos ya estaban sobre su meza un pequeño cazo de barro con la carne, unos tortilleros hechos de palma con tortillas recién hechas a mano, unos platos con cilantro, cebolla y piña picados, y su respectiva salsa verde…
/ Interesante… Disculpe, ¿y todo esto es un taco?/ - el mesero no pudo evitar soltar una pequeña risa ante el comentario de Tsuzuki…
/ No, ustedes tienen que hacerlos, les damos esa opción para que los preparen a su gusto/
/¿Nos podría dar la muestra? Somos extranjeros/ - aclaró Hisoka. El mesero accedió gustoso…
/ Primero se toma la tortilla – Tsuzuki también tomo una, para seguir paso a paso al mesero – se coloca la carne al gusto, piña, cebolla, cilantro, esta hoja verde; y salsa, si quieren un toque picoso, se enrolla y se lo comen/ - acto seguido, lo colocó en el plato de Hisoka.
Tsuzuki procedió a comer el suyo, y, sin quererlo, le había puesto mucha salsa, su boca no estaba acostumbrada a la sensación del picante, así que pidió a gritos algo con que calmar aquello. El mesero le ofreció agua de jamaica, Tsuzuki bebió el vaso completo, con lo que logro aplacar el efecto.
/ Mejor llévese la salsa, creía que sabría más o menos como a los condimentos en Japón/ - dijo decepcionado.
El mesero hizo lo que pidió y dejo a los chicos disfrutar de sus tacos sin salsa, casi termina con todo el caso, pues la carne al pastor era más deliciosa de lo que el taxista les había dicho. Pasada una hora, el mesero volvió, trayendo consigo un pequeño carrito lleno de postres…
/ ¿Son lo que creo que son?/ - dijo Tsuzuki entusiasmado.
/ ¿Y que cree que son?/ - contraatacó el mesero.
/Una especie de postres/
/Correcto ¿gustan alguno?/
/Bueno - Hisoka fue el primero en responder – que tal este/ - tomo uno.
/Ate con queso, más mexicano no se puede/ - expresó el mesero.
/Yo quiero esa torrecita/ - dijo Tsuzuki, el mesero la puso en su lado de la mesa.
/Morelianas con helado, no tan mexicano/
La textura del ate entremezclada con su sabor era la definición perfecta de delicioso, a Hisoka le fascino ese postre. Por su parte y como buen fanático del dulce, de igual manera, Tsuzuki estaba complacido. Terminaron, pagaron complacidos la cuenta con l tarjeta de crédito y dejaron una buena propina, ya contaban con pesos mexicanos…
Salieron de "Don Taco" y se dispusieron a recorrer las calles de la ciudad.
/Hermoso, no lo crees Hisoka, sin embargo, no te supera en lo más mínimo/
/Si/ - no quiso voltear a verle, maldita sea, porque seguía evadiéndolo… Tsuzuki no siguió mas con el tema, le dolió el modo en que llegó aquella respuesta, pidió alivio al cielo…
Y el cielo obedeci
/ ¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Echen pajaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!/
Un microbús venía a toda velocidad, cosa que no era de extrañarse en la agitada ciudad, y un chico, de escasos 24 años de edad, estaba a punto de caer de dicho microbús, aquellas palabras fue lo único que se le ocurrió articular…
Sin embargo, no cayó en paja, cayó sobre Tsuzuki…
Con la velocidad con la que el tipo salió disparado y la inercia en Tsuzuki, la caída se vio un tanto aparatosa, pues ambos fueron a dar a un poste de luz, claro, recibiendo más daño Tsuzuki por ser quien amortiguara el golpe del chico…
Si chicas como yo hubiéramos tenido la dicha de presenciar ese accidente y ver la posición final de esta, seguro hubiéramos pensado en el yaoi, pues pareciera que ambos, Tsuzuki y el chico, estuvieran a punto de besarse…
/ ¡¡¡Tsuzuki, estas bien!!!/ - gritó de pronto Hisoka, fue ignorado por completo…
/ Lo siento, no era mi intención, ya había pedido la parada, pero el bus de pronto arrancó y…/ - trató de justificarse el chico.
/ No, no te preocupes, de hecho, estoy aquí para ayudar en todo lo posible/ - Tsuzuki estaba un poco fuera órbita a causa del golpe. De inmediato el chico se puso de pie, estiró su mano para ayudar a levantar a Tsuzuki, este aceptó y al instante, pareciera que una corriente eléctrica fluyera por su cuerpo.
Tsuzuki miró la mano del chico, su piel morena denotaba su raza mexicana, pero cuando alzó su mirada, se topó con unos hermosos ojos azules, apenados, tímidos, pero en exceso brillantes y que irradiaban tanta calidez humana; los miró por un largo rato.
El chico de igual forma hizo con Tsuzuki, en su vida había visto ojos violetas, ni siquiera sabía si ese color existiera en ojos, en ese momento solo sabía que se embriagaba de ellos…
/ Me llamo Jared/
/ Soy Tsuzuki, gusto en haber amortiguado tu caída/ - el comentario provocó el rubor en Jared…
Sus reviews:
Yatta: Por fin en México, no sé por que presiento que me vas a matar, no solo tú, todas por lo del final… Pero en fin, ya estamos, eso es lo que cuenta, gracias por tu review, como ya lo he dicho, es fuente de aliento. Nos vemos, bye.
Yami: Me alegra saber que te agrada cada capitulo, lo malo es que maldita pagina, no te deja subir los reviews completos, por eso no entiendo mucho lo que dicen, o me dejan con la idea inconclusa, en fin, que bueno que te divierten…
Saritakinomoto: Siempre me da gusto recibir tus reviews, y espero que seas firme con eso de escribir de Yami no Matsuei, estaré al pendiente cuando lo hagas, así como tu eres conmigo .
Selene Sumeragi: Hola, gracias por el sermón de merecer las cosas, creo que al fin va entrando en mi cabeza, no, en serio, gracias por tu apoyo… Otra cosa, tu amiga me cayó muy bien, como le dije, locura es lo que le hace falta al mundo… por cierto, que bueno que te agrada el fut XD
Balby: gracias por leer la historia de corrido, ese sacrificio vale mucho para mi… Aunque, por tus comentarios acerca de Tsuzuki y Hisoka, creo que en este cap me vas a odiar, mira lo que ha pasado…
Tatsumi habló por la noche a Tsuzuki y a Hisoka…
Afortunadamente encontró libre el vuelo que salía a México a primera hora, y ordeno dos boletos. Tanto el oji verde como el castaño, tuvieron una noche un tanto pesada, pues necesitaban empacar lo necesario para un viaje del cual no sabían su duración, pero del que si sabían su misión…
A pesar de los sentimientos de emoción, aventura o misterio que aquello pudiera producir, Hisoka no paraba de pensar, camino al aeropuerto, en Tsuzuki, ni en la oportunidad que desperdició de demostrarle su amor, lo que realmente sentía por él…
Se dejó llevar por el miedo en esos momentos, por los recuerdos de un pasado vil y mezquino, no por la realidad que vivía, en la cual, a pesar de todo, era feliz, nadie le reprochaba nada, nadie culpabilizaba…
¿Qué haría cuando lo viera? ¿Estaría enojado o triste? ¿Se dirigirían la palabra? No lo sabía realmente, lo único que alcanzaba a percibir era que la comprensión de Tsuzuki estaba revuelta con melancolía; pues ambos sabían que se amaban, pero ambos sabían que hacía falta algo, un detonante tal vez, algo que marcara la diferencia, y tal vez ese beso hubiera sido lo que necesitaban…
Llegó al lugar citado y a través de la ventanilla del taxi vio como Tsuzuki aguardaba por él, solo, junto a un montón de maletas apiladas a su lado, en la entrada del aeropuerto…
Cuando el auto hubo parado, el taxista y Hisoka salieron del vehículo, fueron a la cajuela y sacaron el equipaje del chico, después, el servicio del aeropuerto no se hizo esperar y una especie de "botones" llegó con un carrito donde apiló las maletas de Hisoka, este ordenó ir donde Tsuzuki…
"¡¡¡Hola Hisoka!!! ¿Listo para la aventura?"- Tsuzuki lo saludó muy animado, tanto que parecía que el día anterior no había sucedido nada entre ellos dos, como si le hubieran borrado la memoria, Hisoka se extraño bastante, solo pudo contestar un:
"Si"
"Pues andando, que el avión salen en media hora… ¡Ah! Por cierto, Tatsumi y Watari no tardan en llegar, me hablaron por el celular, que los esperáramos un momento"
"Si claro… ¿Tsuzuki estás bien?"
"¿Por qué la pregunta?"- aquello si que aturdió aún más a Hisoka, Tsuzuki estaba fingiendo…
"Por… ¿ayer?"
"El ayer es solo eso… Yo estoy de maravilla… ¿Y tú?"
"También, creo"
"Mejor arriba esos ánimos amigo, hay mucho que nos espera por delante"
"Si" – amigo, que vacío se escucho eso…
Fueron a una pequeña sala de espera, tomaron asiento, y en unos momentos, tanto Tatsumi como Watari ya estaban ahí, ambos estaban algo alarmados, con un reporte en manos…
"Llegó información de México – explicó Tatsumi – hay una victima más, supongo que se trata de lo mismo, pues el cadáver está en las mismas condiciones que el otro, el de la chica. Bueno, es algo precipitado decir esto, pues apenas hoy, hace como unas horas lo encontraron, sin causa aparente de muerte"
"¿Hoy? – dijo Tsuzuki asombrado - ¿Pues que hora es allá?"
"Mientras aquí apenas van a dar las siete, allá aproximadamente van a dar las dos de la tarde, pero del día anterior"
"¡Ya tan pronto me complican la vida! ToT" – exclamo Tsuzuki.
"Increíble, ya van dos, parece que lo de los tributos va en serio, pero quien será, al menos en nuestra lista de sospechosos ya está Muraki, pero los correos fueron enviados a todos nosotros, eso me hace dudar" – habló Hisoka.
"Hay dudas en el aire, para ello van al lugar, pero no se desanimen, traemos una pista, este chico fue encontrado en la Ciudad de México, la capital del país, lo cual indica que, por el momento, ahí está nuestro sospechoso… Pero por otro lado, el jefe les manda esto" – informó Watari a la par que entregaba un sobre a Tsuzuki…
"Mucha suerte, espero resuelvan todo esto, si nos necesitan, ya saben, llamen, que iremos al instante" – recalcó Tatsumi.
"No lo duden… Ya no les quitamos tiempo, en unos cinco minutos abordan el avión, corran, sino se les va a ir" – finalizó Watari con la despedida.
Para estos momentos el equipaje de la pareja ya había sido llevado al avión, solo restaba dar unos cuantos pasos para comenzar con el juego, por llamarlo as
La pareja abordó el avión, una amable azafata indicó el asiento que deberían ocupar durante el vuelo, y les dio las típicas indicaciones para que el despegue nos les cayera de sorpresa…
Hisoka tomó asiento del lado de la ventana, miraba el cielo a su alrededor, y sin quererlo, como que se sentía culpable, si, la actitud que tomó Tsuzuki era muy caballerosa de su parte, pero, él la sentía como un escudo, como si Tsuzuki hubiera pintado una raya entre los dos, como si a partir de ese momento, la relación que llevaban, terminara de un momento a otro, y esa situación incomodaba, incluso mantenía inseguro al chico de los ojos verdes…
No apartó esas ideas de su cabeza durante el viaje, incluso ocasionalmente miraba a su contraparte, y él estaba como si nada, solo le decía: "¿Estás bien Hisoka?", y el chico asentía, así, una y otra vez , mientras el tiempo pasaba y Tsuzuki se distraía comiendo o bebiendo una copa de vino, o simplemente escuchando música…
A Hisoka le daba la sensación, por unos momentos, que él trataba de ignorarlo, y al escabullirse un poco en el corazón de Tsuzuki, al adentrarse aún más de lo debido con ayuda de su don, su empatía, sintió cosas que tal vez no debi
Tsuzuki estaba destrozado en esos momentos, pero no lo reflejaba por miedo a lastimar a Hisoka, por miedo de verle llorar, por miedo de ver de nuevo en sus ojos lo que vio el día que trató de robarle un beso…
También pudo percibir que Tsuzuki se daba por vencido, sentía que él nunca llegaría a llenar el corazón de Hisoka, su alma lloraba por ello, pero trataba de resignarse y no mostrarlo, por el chico, pues a pesar de todo, lo amaba con toda la fuerza de su ser, y, así tuviera que reprimir cada lágrima, cada sentimiento de aflicción, cada deseo, iba a cumplir la promesa que se había hecho a si mismo: Llenar de júbilo, de seguridad, de felicidad el corazón y el alma de Hisoka, borrar todo recuerdo malo y poner en su lugar nuevos sueños, quimeras, fantasías…
Tsuzuki quería hacer todo aquello con su amor, pero ahora veía que aquel anhelo se alejaba, y lo peor era que a manos de Hisoka, el chico obligó a Tsuzuki a ser verdugo de su propia cabeza, lo obligó a sonreír al morir…
Después de adentrarse en los sentimientos de Tsuzuki, un sentimiento de culpa invadió aún más a Hisoka…
"Que he hecho… no creí que aquello significara tanto para él… ¿Por qué no me lo ha dicho?... No creí ser capaz de sembrar esas semillas de dolor en él… Debería decirle… debería intentar arreglar ello… debería besarlo… No lo s" - Hisoka no paraba de darle vueltas al asunto en su cabeza, hasta palideci
"¿Seguro que te sientes bien?" – reitero Tsuzuki por enésima vez, y al mirarlo, a diferencia de su interior, Hisoka lo vio radiante, alegre, seguro de si mismo… Sólo le respondió:
"Creo que es el avión, me siento mareado"
"Yo tengo la solución para ello… ¡¡¡Señorita azafata, venga un momento por favor!!!"
"Si señor, ¿Qué se le ofrece?"- contestó muy amablemente la chica.
"¿De casualidad tendrá chocolates?"- dijo Tsuzuki sonriendo en extremo al pronunciar el nombre de ese delicioso dulce.
"Si, creo que hay algunos" – dijo algo sacada de onda.
"Me los podría dar todos, si no es molestia"
"Claro, en seguida vuelvo" Ô.
"¿Chocolates?"- dijo Hisoka extrañado.
"Si, eso te ayudara a sentirte mejor y a recuperarte, claro, eso según Remus Lupin, de Harry Potter "
"¿Qué? O.o"
"¿No has leído sus libros, señor culto?"
"Son para niños"
"¡Ay si tú, te crees muy grande!"
"¡Aquí están sus chocolates!"-dijo la chica.
"Gracias"- la azafata se fue.
"Ahora comételos"- y Tsuzuki se los puso todos en las manos a Hisoka.
"No me los voy a comer todos"
"Bueno, dame unos, pero al menos come uno, te hará bien, ya lo he probado y si funciona, además hay bases científicas, si estas mareado es por falta de energía, y las puedes obtener comiendo alimentos ricos en carbohidratos, como el chocolate, además, tiene la característica de que es energía inmediata la que te da"
"¿De dónde aprendiste todo eso?"
"Supongo que de los dos únicos días en que trabaje de verdad, hay muchas cosas en la red, lástima que ya no tenga la motivación de esos días…"- Hisoka sintió aquellas palabras como una indirecta bien directa, a lo mejor y Tsuzuki quería decirle, pero igual le daba miedo lastimarlo…
No le quedó más remedió que comer los chocolates, ya le había causado tanto mal a Tsuzuki, mínimo se sentía con la responsabilidad de complacer en esa sugerencia.
Unas horas después…
México, D.F. Aeropuerto Internacional, aproximadamente las 6:00 p.m.
"Llegamos, no lo creo…"- dijo Hisoka.
"Créelo, y pues a lo nuestro"- dijo muy serio y seguro.
Ya habían bajado del avión, solo les restaba ir a recoger su equipaje y hospedarse en un buen hotel, por primera vez en su vida, en todo el tiempo que trabajaron de shinigamis, el jefe estuvo dispuesto a pagar todos los gastos del viaje, lo supo al abrir y leer el sobre que le había entregado Watari, el cual, además del mensaje, contenía una tarjeta de crédito, sin limite alguno…
Antes de salir, prendieron el traductor instantáneo de largo alcance cerebral y visual, se colocaron los audífonos como Watari les enseño y los lentes de contacto, era hora de ver que tal la libraban con el idioma…
Salieron y de inmediato se vieron acosados por muchos hombres que ofrecían su servicio de taxistas:
/ Pásele, pásele, por acá, taxi seguro/
/Jefe, por aquí, hasta guía turística gratis/
/No gracias/- dijo Hisoka, pues le daban mala espina.
/¿Por qué no Hisoka?/ - dijo Tsuzuki muy sonriente.
/Mejor hay que pedir uno del aeropuerto, es más seguro/- sin querer Hisoka dijo esto frente a uno de los taxistas, el cual se despidió de una manera muy particular del chico…
/ ¡Pinche chino! ¡Chinga tu madre! Te crees la gran cosa por ser extranjero/ - Hisoka no entendió muy bien a que se refería lo primero, pero, concluyó que seguro tendría que ver con la segunda frase…
/¿Qué significa todo eso que te dijo?/- le preguntó Tsuzuki de manera muy inocente, ambos tenían que aprender mucho de los "modismos" usados en México.
/Ni idea, vámonos/ - y por fin encontraron un taxi que pertenecía al servicio del aeropuerto, abordaron, colocaron su equipaje en la cajuela y pidieron indicaciones…
/ ¿Japoneses?/ - preguntó amablemente el taxista.
/ Si, somos de fuera y no conocemos, nos podría llevar a un buen hotel, en un buen lugar por favor/ - pidió Tsuzuki amablemente.
/ ¡Claro que si jefe!/
/ Disculpe, le puedo hacer otra pregunta, señor/- habló de nuevo Tsuzuki.
/Claro/
/ Espero no se moleste, pero, que significan las palabras "Chinga tu madre" /- el taxista estalló en carcajadas…
/¡¡¡ ¿Quién les dijo semejante cosa?!!!/
/ Otro taxista/- aclaró Hisoka.
/Bueno, no hagan caso, esa expresión significa, fuera de aquí, no molesten, mejor molesten a su mamá/
/ Interesante, pero que loco/- dijo Hisoka.
/ Si, mejor acostúmbrense, así es México/
/Ya vemos/- finalizó Tsuzuki.
El trayecto era largo, pues el taxista decidió llevarlos a los hoteles más lujosos de la Ciudad de México, los que están en Avenida Paseo de la Reforma, la calle más larga de la ciudad, misma que está decorada con estatuas y monumentos a los más grandes héroes de la historia de México y los libertadores de cada país de América Latina, Tsuzuki se deleitaba la pupila con ello, a la vez que a cada instante interrogaba al taxista con preguntas como: "¿Quién es ese? ¿Qué hizo?", Hisoka no le ponía mucha importancia, venía pensando en otras cosas, como en Tsuzuki y su lío de sentimientos…
De pronto el taxista prendió el radio, sintonizó una estación de música moderna, y el sonido de unas guitarras acústicas empezó a invadir el vehículo, Tsuzuki no le ponía atención, iba maravillado, pues en su camino se toparon con el Ángel de la Independencia, el monumento más sobresaliente de esa avenida, el taxista explicó a Tsuzuki que aquel representaba la libertad del pueblo mexicano, Tsuzuki lo quería mirar por todos lados… Ese ángel lo intrigaba bastante, mas su simbolismo, se preguntaba a si mismo si todo con lo que estaba adornado significaría algo en concreto, no evitar compararlo consigo mismo, mejor dicho, con un shinigami, pues al fin y al cabo, él también era un ángel…
/ ¿Es de oro?/ - Preguntó Tsuzuki.
/ Se supone, en realidad lo dudo mucho/ - dijo el taxista sonriente.
Hisoka seguía escuchando la música, y sin querer empezó a poner atención a la letra, por instantes creyó que era tonta, pero al seguirla con detenimiento, se identificó con ella a tal grado, que quería conseguirla en un CD para escucharla una y otra vez, la letra era más o menos así:
/ Lucha de gigantes, convierte el aire en gas natural, un duelo salvaje advierte lo cerca que ando de entrar, en un mundo descomunal, siento mi fragilidad…
Vaya pesadilla, corriendo, con una bestia detrás, dime que es mentira todo, un sueño tonto y no más, me da miedo la enormidad, donde nadie oye mi voz…
Deja de engañar, no quieras ocultar, que has pasado sin tropezar, un monstruo de papel, no sé contra quien voy, pues que a caso hay alguien más aqu
Creo en los fantasmas, terribles, de algún extraño lugar, y en mis tonterías para, hacer tu risa estallar, en un mundo descomunal, siento tu fragilidad…
Deja de engañar, no quieras ocultar, que has pasado sin tropezar, un monstruo de papel, no sé contra quien voy, pues que a caso hay alguien más aqu
Deja que pasemos sin miedo…/
No pudo evitar sentir que aquella canción, era el resumen de las vidas y el romance entre él y Tsuzuki…
Al fin llegaron a un hotel, de primera, cinco estrellas, pagaron al taxista y Tsuzuki dio un dinero extra por la guía turística por el Paseo de la Reforma, entraron al hotel y vieron con agrado que por ahí desfilaban hindúes, árabes, japoneses o chinos, quien sabe, rusos o alemanes o franceses o estadounidenses, quien sabe había muchos rubios, casi como Watari…
Pidieron una habitación, para dos, obviamente, y quedaron oficialmente registrados, un par de botones ayudaron con el equipaje, y subieron a su habitación…
La vista a la ciudad era hermosa, lástima que en ella se encontrase un demonio dormido, a punto de surgir para acabar con ella, sin embargo, para evitar ello, ahí estaban Tsuzuki y Hisoka.
Un poco de cansancio invadía a ambos shinigamis, pero, a pesar de todo, esa noche no pudieron dormir en absoluto…
Tal vez sea la novedad de estar en un lugar diferente con horario diferente, la emoción que el día siguiente traerá consigo, o el saber que a escasos centímetros de ti, en otra cama, está el ser que más amas en este mundo y no puedes tocarlo ni hacerlo tuyo…
Al menos, esas eran las razones de Tsuzuki, dejó escapar un leve suspiro y por todos los medios posibles trató de poner su mente en blanco para poder dormir. Por otro lado, Hisoka no podía concebir el sueño sintiendo todo, absolutamente todo lo que su Tsuzuki sentía…
"¡Maldita sea, ve tu y abrázalo!..." – a pesar de pensar en ello, y de ordenárselo a su cuerpo, este no respondía.
Al fin los primeros rayos del sol se colaron por el ventanal del hotel, al fin había una razón por la cual levantarse o al menos para dejar de fingir que estaban dormidos, ambos.
"Buenos días Hisoka" – Tsuzuki le dedicó una tierna sonrisa.
"Hola, dormiste bien, me daba la impresión que no" – preguntó serio.
"Supongo que tienes razón, creo que se debe al cambio de horario, como estamos atrasados un día, a lo mejor y el sueño se esfum
"¿Qué tal si vamos a desayunar? Tengo un poco de hambre"
"¡¡¡Buena idea!!! -"
"Entonces a arreglarse un poco, vamos a desayunar en el hotel o en otro lugar"
"Precisamente te iba a sugerir que en otro sitio, para ir conociendo la ciudad, es hermosa"
"Y ruidosa"
"Bueno, supongo que otra de las razones por las cuales no dorm
"En fin, me cambio en el baño" – Tsuzuki quiso articular algo, pero comprendi
"Esta bien"
Con los dispositivos bien colocados y atentos a todo, solicitaron un taxi, pidieron de inmediato que los llevaran a un restaurante de comida típica del país…
/ Les sugeriría cualquier puesto de tacos al pastor, pero se ven muy fresas/ - tanto Tsuzuki como Hisoka dudaron que responder ante tal comentario.
/ ¿A qué se refiere, exactamente?/ - preguntó Hisoka.
/ Bueno, que de seguro son persona muy finas y que les desagradaría comer en un lugar de quinta/
/ Entiendo, pero si cocinan delicioso, no es entonces, un lugar de quinta/ - alegó Tsuzuki.
/ Como quieran, conozco un lugar de la alta, se llama "Don Taco", ahí pueden probar lo que les recomiendo, o de plano, los llevo a un lugar donde vendan comida oriental/ - sugirió el taxista.
/ No, esta bien donde dice, queremos conocer esos ¿tacos? Nunca he visto uno, creo/ - dijo Tsuzuki.
En poco tiempo llegaron al lugar, estaba algo vacío, así que no tardaron en atenderles…
/ ¡Oh wow! ¡Hisoka, si funciona! ¡Estoy leyendo el menú y entiendo todo a la perfección! / - dijo maravillado
/¡Idiota, calla, no seas tan obvio!/
/Lo siento, es la emoción… ¿Qué será sopa de huitlacoche con flor de calabaza?/
/ Ni idea, mejor no pidas eso/
/Entonces pidamos los famosos tacos/
/Bueno, mínimo sabemos que es carne/
Un mesero atendió su orden y en pocos minutos ya estaban sobre su meza un pequeño cazo de barro con la carne, unos tortilleros hechos de palma con tortillas recién hechas a mano, unos platos con cilantro, cebolla y piña picados, y su respectiva salsa verde…
/ Interesante… Disculpe, ¿y todo esto es un taco?/ - el mesero no pudo evitar soltar una pequeña risa ante el comentario de Tsuzuki…
/ No, ustedes tienen que hacerlos, les damos esa opción para que los preparen a su gusto/
/¿Nos podría dar la muestra? Somos extranjeros/ - aclaró Hisoka. El mesero accedió gustoso…
/ Primero se toma la tortilla – Tsuzuki también tomo una, para seguir paso a paso al mesero – se coloca la carne al gusto, piña, cebolla, cilantro, esta hoja verde; y salsa, si quieren un toque picoso, se enrolla y se lo comen/ - acto seguido, lo colocó en el plato de Hisoka.
Tsuzuki procedió a comer el suyo, y, sin quererlo, le había puesto mucha salsa, su boca no estaba acostumbrada a la sensación del picante, así que pidió a gritos algo con que calmar aquello. El mesero le ofreció agua de jamaica, Tsuzuki bebió el vaso completo, con lo que logro aplacar el efecto.
/ Mejor llévese la salsa, creía que sabría más o menos como a los condimentos en Japón/ - dijo decepcionado.
El mesero hizo lo que pidió y dejo a los chicos disfrutar de sus tacos sin salsa, casi termina con todo el caso, pues la carne al pastor era más deliciosa de lo que el taxista les había dicho. Pasada una hora, el mesero volvió, trayendo consigo un pequeño carrito lleno de postres…
/ ¿Son lo que creo que son?/ - dijo Tsuzuki entusiasmado.
/ ¿Y que cree que son?/ - contraatacó el mesero.
/Una especie de postres/
/Correcto ¿gustan alguno?/
/Bueno - Hisoka fue el primero en responder – que tal este/ - tomo uno.
/Ate con queso, más mexicano no se puede/ - expresó el mesero.
/Yo quiero esa torrecita/ - dijo Tsuzuki, el mesero la puso en su lado de la mesa.
/Morelianas con helado, no tan mexicano/
La textura del ate entremezclada con su sabor era la definición perfecta de delicioso, a Hisoka le fascino ese postre. Por su parte y como buen fanático del dulce, de igual manera, Tsuzuki estaba complacido. Terminaron, pagaron complacidos la cuenta con l tarjeta de crédito y dejaron una buena propina, ya contaban con pesos mexicanos…
Salieron de "Don Taco" y se dispusieron a recorrer las calles de la ciudad.
/Hermoso, no lo crees Hisoka, sin embargo, no te supera en lo más mínimo/
/Si/ - no quiso voltear a verle, maldita sea, porque seguía evadiéndolo… Tsuzuki no siguió mas con el tema, le dolió el modo en que llegó aquella respuesta, pidió alivio al cielo…
Y el cielo obedeci
/ ¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Echen pajaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!/
Un microbús venía a toda velocidad, cosa que no era de extrañarse en la agitada ciudad, y un chico, de escasos 24 años de edad, estaba a punto de caer de dicho microbús, aquellas palabras fue lo único que se le ocurrió articular…
Sin embargo, no cayó en paja, cayó sobre Tsuzuki…
Con la velocidad con la que el tipo salió disparado y la inercia en Tsuzuki, la caída se vio un tanto aparatosa, pues ambos fueron a dar a un poste de luz, claro, recibiendo más daño Tsuzuki por ser quien amortiguara el golpe del chico…
Si chicas como yo hubiéramos tenido la dicha de presenciar ese accidente y ver la posición final de esta, seguro hubiéramos pensado en el yaoi, pues pareciera que ambos, Tsuzuki y el chico, estuvieran a punto de besarse…
/ ¡¡¡Tsuzuki, estas bien!!!/ - gritó de pronto Hisoka, fue ignorado por completo…
/ Lo siento, no era mi intención, ya había pedido la parada, pero el bus de pronto arrancó y…/ - trató de justificarse el chico.
/ No, no te preocupes, de hecho, estoy aquí para ayudar en todo lo posible/ - Tsuzuki estaba un poco fuera órbita a causa del golpe. De inmediato el chico se puso de pie, estiró su mano para ayudar a levantar a Tsuzuki, este aceptó y al instante, pareciera que una corriente eléctrica fluyera por su cuerpo.
Tsuzuki miró la mano del chico, su piel morena denotaba su raza mexicana, pero cuando alzó su mirada, se topó con unos hermosos ojos azules, apenados, tímidos, pero en exceso brillantes y que irradiaban tanta calidez humana; los miró por un largo rato.
El chico de igual forma hizo con Tsuzuki, en su vida había visto ojos violetas, ni siquiera sabía si ese color existiera en ojos, en ese momento solo sabía que se embriagaba de ellos…
/ Me llamo Jared/
/ Soy Tsuzuki, gusto en haber amortiguado tu caída/ - el comentario provocó el rubor en Jared…
Sus reviews:
Yatta: Por fin en México, no sé por que presiento que me vas a matar, no solo tú, todas por lo del final… Pero en fin, ya estamos, eso es lo que cuenta, gracias por tu review, como ya lo he dicho, es fuente de aliento. Nos vemos, bye.
Yami: Me alegra saber que te agrada cada capitulo, lo malo es que maldita pagina, no te deja subir los reviews completos, por eso no entiendo mucho lo que dicen, o me dejan con la idea inconclusa, en fin, que bueno que te divierten…
Saritakinomoto: Siempre me da gusto recibir tus reviews, y espero que seas firme con eso de escribir de Yami no Matsuei, estaré al pendiente cuando lo hagas, así como tu eres conmigo .
Selene Sumeragi: Hola, gracias por el sermón de merecer las cosas, creo que al fin va entrando en mi cabeza, no, en serio, gracias por tu apoyo… Otra cosa, tu amiga me cayó muy bien, como le dije, locura es lo que le hace falta al mundo… por cierto, que bueno que te agrada el fut XD
Balby: gracias por leer la historia de corrido, ese sacrificio vale mucho para mi… Aunque, por tus comentarios acerca de Tsuzuki y Hisoka, creo que en este cap me vas a odiar, mira lo que ha pasado…
