Capitulo 10: "Infierno"
Tsuzuki estaba bastante adormilado, el día le había dejado exhausto, no oía, o tal vez mejor dicho, no quería percibir sonido alguno, quería cerrar su mente al mundo exterior, y tal vez la única manera fuera escapar al mundo de los sueños, donde las cosas son como uno la desea, ni más ni menos…
Pero aquel llanto se hacía cada vez más agudo, más cruel, más letal, más hiriente… Al fin logró penetrar por completo en su cabeza y su cerebro reconoció al instante ese timbre de voz.
"Hisoka" – pensó de inmediato.
Su nervio óptico luchaba contra la orden que el cerebro enviaba al párpado, tenía que abrirse para dejar paso a la visibilidad, o tal vez fuera el hecho de que aún no asimilaba que su pequeño niño necesitaba ayuda, el cansancio era terrible, perdí dominio de si. Al fin abrió los ojos, al fin salió de su trance, sus cinco sentidos poco a poco recobraban su agudeza, ahí entonces, escuchó susurros, dolorosos susurros, miró a todos lados entes de concentrarse, oír y pensar de donde provenían esos sonidos; lo descubrió sentado, junto al ventanal, las luces de la cuidad tan agitada se reflejaban en sus ojos y en los restos de lágrimas que había por todo su rostro, su mirada lucía perdida, como los miles de sonidos que emanaban de no sé donde, de sabrá Dios que madrugada tan caótica en la ciudad…
Una mano sobre su rostro, apretando duramente la sien, casi enterraba las uñas en su piel, más, después de observarlo tan extraño, unos instantes después, todo parecía tener sentido de nuevo, su rostro se serenaba, no del todo, pero así era, la tensión desaparecía.
"Hisoka¿estás bien?" – preguntó, temiendo que sus palabras fueran inadecuadas, pues era obvia su situación.
"Tsuzuki…" – dijo en voz queda, y apenas tuvo la oportunidad, se puso de pie y corrió a donde el más grande, lo tomó por la fuerza y lo aprisionó en un abrazo. Por instantes, sintió la enorme necesidad de llorar…
"Tranquilo, nunca te dejaré solo, es una promesa que me he hecho a mi mismo, aunque suene ilógico" – decía aquello mientras pasaba de manera suave sus dedos entre los cabellos del chico.
"Yo lo sé, no necesitabas decirlo – prefirió no inquirir más en el asuntó, sólo se acurrucó en el cuerpo de Tsuzuki y lo apretó aún más hacia él – Tsuzuki, hay algo, bueno, en realidad son muchas cosas que debes saber, sobre nuestra misión"
"Podemos dejar eso de lado, no es necesario hablar, tenemos tiempo…"
"¡No! Eso es lo que no debemos hacer, perder más tiempo"
"¿Qué es lo que quieres decir?"
"Él… él me dio datos acerca de nuestra misión, nos puede conducir a la verdad más pronto de lo que imaginamos"
"No te entiendo, por eso estabas llorando, por eso estás despierto a estas horas"
"Si, créeme o no, así es"
Aún seguían abrazados, Hisoka, instintivamente fue cambiando la posición de sus brazos, de la espalda, los bajó a la cintura de Tsuzuki, y se arropó aún más en él, Tsuzuki no pudo evitar sentirse feliz por el contacto, quería corroborar esa sensación en Hisoka, así que tomó su rostro y lo levantó para verle a los ojos.
"Me alegra que te haya servido de consuelo, al menos soy algo para ti"
"Eres más que eso, no lo dudes"
"No sé como tomar esas palabras, me haces dudar"
"Como son, así de simple"
En aquellos instantes, Hisoka recordó las palabras que hace unos momentos le había dedicado su ángel, por primera vez en mucho tiempo, se dio permiso para actuar sin razón, solo llevado por los impulsos del corazón, intentó amar…
Hisoka obligó a su contraparte a ponerse de rodillas, lo tomó de las manos, obligándolo a que por ningún motivo dejara de tocarlo, trazando un tierno camino a sus caderas. Hisoka dio un beso en la frente a Tsuzuki y prosiguió así por todo su rostro; rozaba suave y sensualmente la tez del oji violeta, de pronto llegó a sus labios y se detuvo en seco, los miraba incrédulo, por fin, el pasado se quedaba en su lugar, sólo tenía en mente hacer suyo a Tsuzuki, daba en su mente las gracias a Gamaliel.
Finalmente, sus labios estaban a escasos milímetros, el contacto era inminente… Tsuzuki no podía creerlo, sus sueños se estaban haciendo realidad, Hisoka, al fin abría las puertas de su corazón para él.
"Te amo Hisoka"
Mas sin embargo, segundos después de esas palabras, el cuerpo de hisoka se tironeó hacía atrás, una serie de llagas hicieron acto de presencia en su cuerpo, eran las mismas marcas que Muraki una noche había plasmado en su cuerpo, ardían rojas, imitando el color del mismo infierno y todo el dolor que se puede producir en ese lugar. El tormento comenzó, la maldición lo obligaba a gritar hasta desgarrar la garganta con su voz, el martirio era insoportable, el dolor de las heridas era incontenible, cayó de espaldas al suelo.
"¡TSUZUKI!"
"¡HISOKA NO!" – decía mientras mentalmente se reprendía a sí mismo por tal provocación, se arrepentía de haberle dicho que lo amaba, ahora se daba cuenta que su amor lo mataba, que no podía ser si es que lo quería con vida…
En la cabeza de Hisoka, se repetía una y mil veces la frase que Muraki le había dicho aquella noche:
"Eres mi muñeca"
La habitación ya estaba saturada de gritos de desesperación, terror, odio, venganza; y fuera que tal vez la visión de Tsuzuki estuviera fallando, pero las llagas parecían sangrar, la maldición de Muraki se reescribía en su cuerpo con agonía. Tsuzuki lo tomó entre sus brazos, e improvisó una oración, no invocando a ningún dios ni a nada, sólo la paz del chico, y fue ahí, cuando repentinamente alzó la mirada y junto al ventanal vio la silueta de una mujer acompañada de un hombre y un chico, brillaban aquellos seres, la mujer y el chico color plata, mientras que el hombre en color oro.
"El amor cura cualquier alma, no le hace mal a nadie, sólo ten fe" – leyó en los labios del hombre, o al menos eso creía, puesto que ningún sonido fue emitido por parte de ellos, sólo sabía que comprendió el mensaje; después desaparecieron.
Al instante, Hisoka caía inconciente, vencido por el dolor y el esfuerzo del llanto, poco a poco aquel rojo iba disminuyendo, las heridas se difuminaban de nuevo en su piel, recobraba su tono habitual. Minutos después, Tsuzuki comprendió que el estado de Hisoka era de profundo sueño, lo cargó y lo llevó a donde su cama, lo colocó suave, para no perturbar su sueño, lo observó fijo, luego dio paso a sus pensamientos.
"Nuestra misión y ahora veo cosas… Y lo peor es que Muraki está cerca, y tiene la intención de jodernos la existencia, maldito sea, no pudimos demostrarnos nuestro amor y ahora debo evitarlo, o el podrí sufrir aún más… Tenemos mucho de que hablar mañana…"
A lo lejos, la ciudad parecía calmarse un poco, el ruido ya no era ensordecedor, tal vez ya era tiempo de dormir.
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Día siguiente…
Contemplaba su rostro, miraba sin poder evitar ser más que eso, un observador un tanto obsesionado con tocar esa criatura, aquella que guarda celosamente un secreto, el secreto para salvar el mundo.
"Duerme – susurró suave – duerme, amor mío, amor imposible, amor de más de una vida… ¿Por qué justo cuando llegas ya estas diciendo adiós?"
"Adiós"
Dio un último vistazo y caminó hacia el ventanal, pasó ambas manos sobre el cristal, y miraba, no la ciudad, sino buscando algo que no estaba seguro que encontraría, aquel resplandor, aquellas siluetas, lo tenían intrigado.
"Tres, una mujer acompañada de un hombre y un chico"
Se dio por vencido, descubrió lo inútil y tonto de su esfuerzo, no conseguiría nada, salvo romper el vidrio, si es que imprimía más fuerza a su toque.
"Dorado y plata, ese era el brillo, espero que Hisoka me diga algo respecto a eso, sino me volveré loco"
POV de Hisoka…
"Mi muñeca preferida, mejor dicho, mi más preciada marioneta, fiel a donde voy, me sigues por doquier, hacia la fatal trampa que preparo para ti, hacia el dolor que tengo que grabar en tu piel, hacia tu perdición…"
"¡No, deja de seguirme, no soy tuyo!"
"¿Seguirte? Tú eres quien viene a mí, mi telaraña es fuerte"
"Mentira" – en sueños veía como Muraki lo estrechaba entre sus brazos, como su cuerpo se paralizaba ante tal acción, como no podía evitar que una sed de furiosos besos se impactaran sobre sus labios, cuello y pecho… Ahora estaba totalmente desnudo, a merced de la bestia que lo acechaba…
"Siempre serás mío, siempre harás lo que yo deseé"
"¡NO!"
Abrió los ojos al instante, un grito se ahogó en su garganta, más por miedo que por la falta de aire, tomó su cabeza y una transpiración intensa brotó de su frente, manos, espalda, pecho, incluso hasta las piernas, sudor frío y salado…
"Hisoka, al fin despiertas – Tsuzuki de inmediato notó el malestar ¿Te encuentras bien?"
"No… Muraki" – las lagrimas brotaban de nuevo de sus ojos
"¡Bastardo!" – al decir esto se lamentó…
"Veo lo que creo ver y no veo más, de lo que pueda contar no recuerdo nada, no hay necesidad de llorar, y no sé porque lo hago…"
"No estás solo" – tomó asiento en la cama de Hisoka, pasó sus manos por las suyas y depositó un beso en cada una, después limpió las lágrimas de su rostro…
"¿Qué sientes?" – se atrevió a preguntar.
"Alivio y… algo más"
"¿Puedes decirme que es más para ti?"
"Cariño, ternura, amor, amistad"
"Ya veo, después de todo, sólo somos compañeros de trabajo"
"Espero que sólo sea por hoy" – Hisoka, sin ganas de terminar su frase, abrazó a Tsuzuki, quien correspondió, no tan efusivo como la noche pasada…
"¿Estas mas tranquilo¿Podrías contarme lo que te pasó anoche?"
"Si" – lo miró y empezó la travesía…
Hisoka narró a detalle cada momento, cada instante de lo sucedido con Gamaliel, y sobre todo, como es que se enteró que fue su ángel guardián en algún momento de su vida, y como se separaron, la causa principal de su llanto… Esa historia provocó una serie de pensamientos en Tsuzuki, la mujer, el hombre, el chico, significarían algo… Concluyó que aquí el empata era Hisoka, no él, tal vez era una alucinación y es que nunca fue creyente, hasta ser shinigami…
"Tradiciones de un pueblo que datan de milenios, catolicismo, cristianismo, cómo gustes llamarle, y ahora, ángeles y demonios"
"Y nosotros, shinigamis, guardianes de la muerte, o ángeles negros ante Dios"
"Va en serio, el peligro es para todos"
"exacto, y no es por querer parecer maniático, pero Muraki, él está aquí, él tiene algo que ver, lo sé, sólo mira mi cuerpo, mis heridas, la maldición se enciende al rojo vivo" – Hisoka desbotonó su camisa y mostró su pecho grabado al rojo vivo.
"Te creo, basta ver como te pusiste anoche, vamos cúbrete… Seguro él tiene el jarrón"
"Gracias" – decía mientras abotonaba su camisa.
"Bueno, ahora, aclárame una duda"
"¿Cuál?"
"¿Crees que yo sea capaz de ver algo como tú?"
"No lo sé, pero si se presentaron ante mi, seguro lo harán ante ti"
"Anoche, cuando caíste en trance, vi siluetas, un hombre, una mujer y un chico, eran doradas y plateadas"
"Hay que trabajar en equipo, ellos sólo quieren comunicarse con nosotros, al fin y al cabo, somos creaciones de Dios"
"Si, estaré más atento"
"Por cierto Tsuzuki, ayer antes de todo lo que pasó, hojeé un rato el libro que compramos en el museo, se me ocurrió que tal vez la Ciudad de México, no es el mejor lugar para recibir una congregación de almas"
"…"
"Pudiera ser, el lago de Pátzcuaro"
"…"
"En el museo, no sé si recuerdes, vimos que era prácticamente lo más representativo en día de muertos, la ofrenda de todo el país, pues dentro del lago hay una isla, Janitzio, donde se juntan las ofrendas de todo el país, por ende, miles de lamas estarán ahí, no crees que el demonio pudiera atacar ahí…"
"Tiene bastante lógica, ahora que lo pienso, la ciudad es un tanto grande en el sentido de la población, además, dudo que tenga remembranza, y quizá las ofrendas estén dispersas por doquier, no juntas, como es el caso de Janitzio"
"Le has dado al clavo, Pátzcuaro es ideal para cualquier reencarnación o lo que sea"
"¿Dónde estoy?"
"Michoacán, odio admitirlo, pero Jared podría ayudarnos, y tal vez acompañarnos"
"Si, es un chico noble"
Unas horas más tarde, en el desayuno…
¿Michoacán? Pero si la ciudad es fantástica¿por qué querer irse/
/ Negocios - Hisoka inquirió fríamente…
Más, algo curioso sucedió, notó, que la cercanía con Jared, no le hacía del todo bien, sus llagas ardían, no tan fuerte como en la noche, pero lo hacían y un dolor molesto se sentía en la piel… el nombre de Muraki resonó en su mente…
"No te alarmes Hisoka, debes ser fuerte a todo lo que venga, nunca me separaré de ti" – Gamaliel cubrió con sus alas al oji verde y dirigió una mirada acusadora a Jared.
"Gamaliel, gracias" – sintió su presencia, su comunicación era mental, Tsuzuki y Jared no les tenían en cuenta.
De pronto, no sólo las alas de gamaliel rodeaban a Hisoka, también sus brazos, irradiaba luz, calor y amor…
"De nuevo vuelves a ser mi razón de vida, te amo, Kurosaki Hisoka"
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Nadeshcka: No te preocupes, lo del jarrón apenas empieza, lo hice a propósito para meter duda… Mil gracias por tu review, que bueno que te cayó bien Gamaliel, pues habrá más como él… besos!
Yaoi-hunter: Bueno, el porque del rechazo, creo que con este capitulo queda claro, y ese angelito pudiese ser el rial de Tsuzuki… gracias por el review!
Yamiel: Sabes que ese seudónimo podría ser nombre de ángel porque termina en "el"… Lo acabo de notar XP… Bueno, supongo que ahora si voy a morir, por lo del rechazo, supongo que ahora si quedó más claro, bueno eso espero… besos.
Forfirith-Greenleaf: (Antes de escribir, se pone a brincar como loca por el balcón, regresa, se sienta, esboza una sonrisa y se dispone a escribir)… Bien, después de todo ese baile, ya, puedo decir que mil gracias por tu review, no sabes como me suben lo hiperactiva, me inyectan adrenalina, y mil cosas más… te mando mil besotes y abrazotes :D !
Dalloway: Muraki, bueno, pues creo que ya dio señales de vida en este capitulo, espero pronto llegar a su gran aparición…XP… Y mi adorado Jared, no, no puedo eliminarlo del mapa, si es tan lindo… (Suspiro)… No te preocupes, yo prometí que esto era un Tsuzuki x Hisoka y eso será… un abrazototote XD
Mito sam: Siento lo corto de los capítulos, es que no dan para más, bueno, así lo siento, no sé ustedes… No te preocupes por los reviews, es más bonito saber que alguien lee, aunque no lo deje, bueno, a mi parecer… XP… te me cuidas mucho, y no me regañes por lo corto de este capítulo XD…
Crazy-Writer-Xion: Mil gracias linda, eres la primera que quiere a mi Jared, no sé porque a todas les da mala espina… Y no, no se van a separar, lo juro… besos
Aguila Fanel: Bueno, ya verás… que bueno que te agradó Gamaliel, gracias por el review, y por las felicitaciones en cada capitulo… :D
Dark-aliss: Pues, no sé exactamente cuantos capítulos tiene esta historia, tal vez 15 o 20, no sé cuanto se alargue o acorte…Por otro lado, créeme, Hisoka sufre, pero va a desquitarse bien y bonito…Gracias por el review XD
Yatta: Muraki ya dio señales de vida, espera paciente su triunfal entrada… y pues como decía acá arriba, faltan entre 5 y 10 capítulos más o menos, no lo sé… ¿Por qué quieres saber? Me acaba de entrar la duda… bueno, gracias por el review, besos!
