Capítulo 3
Un Viaje Accidentado
Me dirigía rumbo a las afueras de la parte norte de Ciudad Azafrán, con intención de coger el Magnetotren, un tren de alta velocidad que se dirigía a Johto, (la región situada al oeste de Kanto), pero que hacía una parada de camino en Ciudad Plateada, donde me bajaría. Ya tenía claro dónde ir, a Ciudad Verde, la ciudad que tan bien conocía, donde había estudiado cuatro largos años; quería visitar, y de paso pedir consejo a un buen amigo que hice allí. Aunque antes de llegar a la estación me desvié a la derecha, aparentemente directa al gimnasio de Sabrina... pero no era ahí a donde realmente me dirigía, si no a otro gimnasio distinto, situado al lado del de Sabrina, y por supuesto más pequeño; el gimnasio de artes marciales de Kanto.
Entré tímidamente mirando hacia mi alrededor.
Sara: ¡Silvia, Que raro que vengas tan pronto a entrenar... ¿Te has cambiado de hora?
Silvia: ¡Que va, venía a decirte algo...
Sara: ¿A mí? ¿El qué pues? o.O
Silvia: Parto hacia Ciudad Verde... como temía, al final me han echado del gimnasio de Sabrina. -.-
Sara: ¿Qué dices? ¡Anda ya! ¿Y eso:O
Silvia: Ya sabes como me iba... era de esperar -.-
Sara: ¡Bua chaval! ¡Que fuerte! o.O pensaba que no sería para tanto realmente...
Silvia: Pfff... soy un desastre con los psíquicos, y al parecer soy tan nerviosa que no consigo concentrarme tampoco...
Sara: ¿Pero no te ayudan las clases de meditación que hacemos a veces aquí? ¡Si no se te dan tan mal:O
Silvia: Ya, aquí no, pero allí me era imposible, quizá por lo nerviosa que me ponía mi Sensei... ¬¬, pfff, no sé, pero el caso es que ahora iba a coger el Magnetotren...
Sara: Ay, Silvia, Silvia, y a ver si vienes más a entrenar, que eres cinturón amarillo y no puedes permitirte faltar... tienes mucho que aprender XDD
Silvia: Ya XD, eso haré, si el problema que tenía era que en el gimnasio Azafrán pocas veces tenía tiempo libre para hacer otra cosa que no fuera ejercitar la mente.
Sara: Ya, ya sé, bueno, ¡Siento dejarte pero es que va a empezar la clase, y aún tengo que ir al vestuario a por la pokéball de mi hitmonchan! XD
Silvia: Vale, jeje, venga, ¡Hasta pronto!
Salí del gimnasio de artes marciales con aire pensativo... ciertamente las clases de meditación y relajación que a veces imparten en ese gimnasio, no me habían ayudado a mi concentración con los psíquicos en el gimnasio de Sabrina... aún tenia poco nivel en kung-fu, el arte marcial que practicaba en ese gimnasio, pero si es cierto que tampoco se me daba tan mal la meditación... aún así tenía casi asumido mi fracaso con ese tipo de pokémon.
Por fin llegué a la estación del Magnetotren donde me pidieron el ticket, que por supuesto había olvidado comprar, con lo cual tuve que recorrerme media ciudad para encontrar a quien vendiese tickets y volver a la estación XD, donde me volvieron a pedir el ticket, el cual tenía metido junto con un montón de cosas en alguno de los muchos bolsillos de mi chamarra, con lo cual tuve que ir sacando todo lo que tenía en mis bolsillos y pedir a alguien que me lo sujetara (Acabó un pobre chaval con las manos llenas de caramelos, cromos, pokeballs vacías, papeles con mensajes de los que me mandaba en clase, muñecos pokémon, bolígrafos, objetos que ni yo misma sabía de donde habían salido y un largo etcétera...) para al fin encontrar el ticket, enseñarlo, ir corriendo a pillar el Magnetotren que justo ya se estaba a punto de ir, empezar a entrar en una de sus puertas que estaba a punto de cerrarse... y tener que volver a la entrada de la estación, donde continuaba aquél pobre chaval cargando con mis cosas, que de la prisa se me había olvidado cogerlas. Y ¡ala, a esperar una hora más en la estación, aburriéndome, y encima teniendo que aguantar las miradas de gran parte de los que esperaban conmigo, pues era gente que venía detrás de mí, y por mi tardanza con el asunto del ticket no habían podido pasar... mira que me aparté hacia un lado mientras buscaba el ticket para que la gente que venía detrás pudiera pasar, pero no, se tenían que quedar mirando como hacía el ridículo XD, pues bueno, ahora que no me miraran como si yo fuera la causante de todos sus males, el único que realmente perdió el Magnetotren por mi culpa fue el chaval que sujetó mis cosas, y era de los pocos que no me había reprochado nada con la mirada.
Al fin cogí el tren, y llegué a la estación de Ciudad Plateada, donde me bajé. Una pena que no parara directamente en Ciudad Verde, pues ahora me tocaba cruzar andando el bosque Verde, pero tampoco me podía quejar, hasta hace nada no había ni siquiera un Magnetotren en Kanto, este era totalmente nuevo, cuando estudiaba en la escuela Pokémon aún ni había.
"Bueno", pensé, "De todas formas el bosque Verde no es excesivamente grande, además me conozco bien el camino, cuando iba a la escuela de Ciudad Verde, a las tardes solía acompañar a un grupo de cazabichos y a otros compañeros de clase a este bosque, lo cruzo en nada de tiempo..."
Me adentré en la espesura del bosque y no llevaba ni diez pasos cuando una repentina voz cortó el silencio aterrador del lugar y me hizo dar un brinco:
Entrenador Guay: ¡Oye! Eres entrenadora ¿verdad?
Silvia: ¿Q... Qué? O.o ¡Ah, este...
Entrenador Guay: ¡Te reto a un combate!
Silvia: Eeehh... Pues va a ser que no, ¿Eh?...
Entrenador Guay: ¿QUÉ? ¿ESTÁS RECHAZANDO MI DESAFIO? ¡QUÉ HUMILLACIÓN! .
Silvia: No, es que no estoy en condiciones de...
Entrenador Guay: ¡Nadie rechaza un combate pokémon, no lo hacen ni los cobardes! .
Silvia: A ver... es simplemente que tengo prisa y además no considero que pueda luch...
Entrenador Guay: ¡COBARDE, ¡MUESTRA TUS POKÉMON! .
Silvia: Na... Que no hay forma ¬¬
Joven: ¿Qué pasa? ¿Qué son esos gritos:O ¡Entrenadores, ¡Vamos a combatir:D
Silvia: ¡Pero que manía! ¡Que nooo! ¬¬
Joven: ¿No:O
Pokéfan: ¡No, ¡eso ha dicho!
Silvia: ¿y tú de dónde has salido?
Pokéfan: He oído unas voces y me he acercado... estoy buscando buenos entrenadores para combatir.
Silvia: ¡Venga, ¡Otro más! ¬¬, anda, yo me las piro...
Entrenador Guay: ¡Tú no vas a ninguna parte! .
Silvia: ¡Pero mira! Si ya tienes aquí unos geniales entrenadores con los que combatir...
Entrenador Guay: ¡NADIE ME DICE QUE NO A UN COMBATE! .
Cazabichos 1: ¿No? ¿Quién ha dicho no a un combate:O
Cazabichos 2: Creo que aquella chavala... ¡Eh! yo también quiero combatir contigo, y de paso mostrarte lo geniales que son los pokémon bicho... sobre todo los míos, ¡JAJAJAJA:D
Silvia: Estais fatal... , ¡Dejadme! No tengo tiempo ni ganas para... .
Entrenadora Guay: ¿Un combate? ¿Dónde? ¡Yo también quiero!
Estudiante: ¿Quién no quiere combatir? ¿Tú, jajaja, ¿sabes a que se viene al bosque Verde?
Cazabichos 1: ¡A capturar y combatir:P
Pokéfan: Nadie se va de aquí sin un combate... :P
Silvia: Glup...
Joven: ¡Jajaja, ¡Mirad! ¿os presento a una gallina! XDD
Silvia: ¡¡¡¿Quieres que te presente mi puño!¬¬
Entrenador Guay: ¡GRRRR! ¡NADIE ME DESHONRA NEGÁNDOSE A COMBATIR CONMIGO, ¡YO TE VOY A PRESENTAR A MIS "JOYAS"!
Estudiante: ¡Eso, ¡Te vamos a enseñar como combaten los entrenadores de Ciudad Verde:P
Silvia: ...
Sólo uno o dos segundos después de que aquél estudiante dijera esas palabras, empezaron a oírse los clásicos sonidos que hacen las pokéball al abrirse para liberar al pokémon de su interior, muchísimos de estos clásicos sonidos, todos seguidos, que retumbaban en mi cabeza como si se tratara de una ametralladora, y antes de que me diera cuenta, encontré ante mí, a un montón de pokémon de tipo bicho, planta, normal, y volador, mayoritariamente, junto a otro montón de entrenadores ansiosos de darme una lección, un número de entrenadores aún mayor del de hace un momento.
Algunos me miraban con cara simpática, como si la situación les divirtiera, y otros con una sonrisa traviesa y maliciosa...
Por supuesto ante la avalancha de ataques que de pronto me venía encima, salí corriendo hacía la espesura más profunda del bosque, sin poder evitar que me alcanzara parcialmente el tornado de un Pidgey de alguno de los entrenadores, que me desplazó unos metros más lejos del grupo y, tras caer al suelo e incorporarme, seguí corriendo llevando tras de mí una jauría de locos entrenadores, acompañados de sus pokémon igual de locos que sus dueños ¬¬, y para colmo se iban sumando los entrenadores con los que nos cruzábamos durante la carrera, menudo panorama ¬¬, ya se que para ellos esto es un juego, algo gamberro aunque un juego después de todo, pero tenía un día como para aguantarles...
Corría entre la espesura de los árboles intentando esquivar sus troncos, oyendo tras de mí un jaleo ensordecedor, el espectáculo era tal, que acabé por perder por un segundo orientación y equilibrio y me estampé contra un árbol, a lo que siguieron las risas de algunos entrenadores y las exclamaciones de asombro y preocupación de otros.
Pero la cosa no acabó aquí, al primer golpe de mi cuerpo contra el árbol, le siguió otro golpe a mi cabeza de algo que caía de dicho árbol ¬¬, y esta vez, en vez de oír las risas y exclamaciones que ya estaba esperando, oí un grito general que me dejó helada , y un desagradable y potente zumbido a mi alrededor que no me hizo ninguna gracia... y al abrir los ojos, que había mantenido fuertemente cerrados desde el segundo golpe, lo primero que vi fue a un Kakuna junto a mi, probablemente lo que había caído del árbol, y al subir la cabeza... un montón de furiosos Beedrills que me rodeaban, molestos probablemente por haber tirado a su compañero.
Me quedé mirando a los Beedrills, que me rodeaban al completo, y prácticamente me rozaban, aunque aún había algún pequeño hueco por el que veía a los entrenadores completamente presos de pánico, y corriendo de un lado a otro diciendo algo que no lograba oír ni entender y a sus pokémon en un estado similar...
Agente Mara: ¡Y que sea la última vez que hacéis algo parecido, podrían haberla matado! .
Entrenadores: ... UU
Entrenador Guay: Fu.. fue mi culpa, si no hubiese montado aquél jaleo en el bosque, humillándola y llamando la atención de los demás quizá... :'(
Agente Mara: No pienses en lo que podías haber hecho. Lo hecho, hecho está, ahora preocuparos de no meter a nadie en ningún lío más ¬¬. Espero que después de esto os lo penséis dos veces antes de molestar a un entrenador.
Entrenadores... si -.-
Estaba observando la reprimenda de la Agente Mara a los gamberros entrenadores del bosque Verde con el ceño llamativamente fruncido. Por su culpa tenía un aspecto ridículo, con tanta venda, tanta crema y tanta historia... ¡Y además me dolía todo el cuerpo una barbaridad! .
Menos mal que alguien había oído los gritos y el escándalo que montaron los entrenadores y llamo a la policía de Ciudad Verde para que fuera a ver que pasaba... Ellos, con sus pokémon adecuados y bien entrenados, lograron alejar a los beedrills, pero por supuesto eso no impidió que me llevara unos cuantos picotazos junto con algún otro ataque, y encima me habían tenido que poner una inyección contra el veneno ¬¬
Para colmo había reconocido durante la bronca a varios antiguos compañeros de clase, al parecer ellos a mí no me habían reconocido, pero en esos momento pasaba de decirles cuatro cosas, quería ir por fin a donde tenía pensado ir desde el principio, a ver si lo conseguía de una vez, que llevaba un viaje... así que salí del Centro Pokémon, desde donde había estado observando la bronca a través de una ventana, y me dirigí directa hacia la escuela, a pesar del aspecto tan llamativo que llevaba.
Fin del capítulo 3
