Capítulo 4
Visita ilegal al Campeón
Andaba patosamente y mi cara reflejaba cansancio y molestia, pero a pesar de que el aspecto que daba era deplorable, quería al menos intentar alegrar un poco mi rostro, no quería mostrarme tan abatida ante Tasuke, sabía que le preocuparía mucho. Ya sólo mi aspecto en sí le darían motivos para preocuparse, por lo menos quería que me viese alegre, o algo animada. Me puse la parte de arriba del chándal, así ocultaría las vendas de los brazos, y con la gorra las de la cabeza, las demás se disimulaban bastante bien (no es que me hubiesen herido en tantos sitios, si no que quien me atendió era aún algo inexperto y me vendó hasta la saciedad XD)
Entré en la escuela Pokémon. A pesar de que era por la tarde y a esa hora ya no impartían clases, sabía que algunos profesores se quedaban parte de la tarde en la escuela, corrigiendo exámenes o pensando las tareas que pondrían al día siguiente, cosas de esas, y sin duda uno de los que se quedaba cada tarde, o casi cada tarde era Tasuke, el profesor más trabajador que he conocido nunca, para él el conocimiento es un tesoro divino, estudiar es una tarea maravillosa y entretenida (¿?¬¬), y suspender, ser algo inculto o no tener interés en aprender algo es un hecho espantoso e incomprensible. Con razón es tan increíblemente culto, le encanta saber sobre muchas cosas, y por esa misma razón da clases y está tan entregado a ellas. No sólo le encanta aprender, si no que la gente aprenda y él les pueda explicar y ayudar a comprender...
Tasuke: ¿NO TE DA VERGÜENZA? .
Estudiante: Eh, bueno, yo... UU
Tasuke: ¡SUSPENSO EN ELÉCTRICO, ¡SUSPENSO EN PSÍQUICO, ¡SUSPENSO EN ROCA! .
Estudiante: ... -.-
Tasuke: ¡Y ENCIMA ME HE ENTERADO DE QUE HACE TRES SEMANAS FALTASTE A LA CLASE OPTATIVA DE VENENO! .
Estudiante: Es que...
Tasuke: ¡NO HAY EXCUSA! ¡CÓMO PUEDES DESAPROVECHAR LA GRAN OPORTUNIDAD DE ESTUDIAR, ADEMÁS EN EL NIVEL AVANZADO POR TONTERÍAS?
Estudiante: Jo, pero...
Tasuke: ¡NADA DE PEROS, A partir de ahora quiero verte cada día en clase, y te voy a tomar cada semana las lecciones de todas las asignaturas, ¡Optativa incluida! .
Estudiante: ...
Puf, ya estaba echando sus típicas chapas, aunque lo hacía igualmente tuvieses tres suspendidas, tuvieses ocho, o tuvieses una, o incluso sólo por el hecho de no ir a una clase un día, o por haber llegado tarde una vez... imaginaos las broncas que me llevaba yo, que solía legar tarde cada día a primera hora XD
Él me había dado durante los cuatro años que cursé en esta escuela, clase de Bicho, aunque sabía muchísimo sobre todas las asignaturas que se impartían en la escuela. A pesar de tener tanto genio era muy buena persona, y normalmente muy agradable, amable y comprensivo, cosa difícil de imaginar cuando le veías en ese estado. Y realmente era el que mejor impartía las clases de toda la escuela, no es de extrañar, con la ilusión que ponía en sus clases, lo que no quiere decir que no te dieran ganas de dormirte a veces; cuando se pone en plan técnico sólo él entiende lo que está diciendo.
Esperé a que el estudiante saliera de la sala, Tasuke iba detrás de él, llevaba una cara que reflejaba una mezcla de tristeza y preocupación, le preocupa demasiado que la gente suspenda, se preocupa más que los propios estudiantes, ¡Si se puede decir que parece que le han suspendido a él! O.o
Al verme cambió la expresión de su cara por una amable sonrisa.
Tasuke: ¡Silvia, ¡Cuánto me alegro de verte!
Silvia: Jeje, yo también
Tasuke: ¡Por cierto! Ya me enteré de que te admitieron como aprendiz en el gimnasio Azafrán, no sabes lo orgulloso que estoy de ti
Silvia: Ah... Jeje... Este... Bueno...
Tasuke: (Poniéndose serio) ¿Qué pasa?
Silvia: Eh... No, Que...
Tasuke: Silvia, No habrás hecho alguna de las tuyas, ¿verdad?
Silvia: ¡Que va, ¡Pero si me esforcé mogollón, ¡No fue justo que me echaran, porque...!
Tasuke: ¿TE HAN HECHADO? O.O
Silvia: ¡Yo no tuve la culpa, yo...! .
Tasuke: ¡SÍ, SÍ LA TUVISTE! . , ¡ERES UN DESASTRE SIEMPRE HACES ALGUNA! ¡SI NO FUERAS TAN TRAVIESA Y TE TOMARAS MÁS EN SERIO LAS COSAS, SEGURO QUE NO TE HABRÍA PASADO!
Silvia: ¡Si tú no sabes que pasó...!
Tasuke: ¡ME LO PUEDO IMAGINAR! ¡TE HE TENIDO MUCHO TIEMPO EN CLASE COMO PARA NO CONOCERTE, NO PUEDO CREER QUE HAYAS DESAPROVECHADO LA OPORTUNIDAD DE APRENDER PROFESIONALMENTE A ENTRENAR PSÍQUICOS, Y ENCIMA CON SABRINA! ¿CÓMO PUEDES...? .
Silvia: ...¬¬
Tasuke: Vale, vale, ¬¬, no te quiero recibir con otra bronca, bastante habrás tenido con que te echen, lo siento...
Silvia: ...
Tasuke: Conservas al pokémon psíquico que te dieron, ¿verdad?
Silvia: Sí, aunque no me hace mucho caso...
Tasuke: Manejar a un pokémon psíquico es muy complicado, y requiere mucho tiempo, es comprensible, pero no puedes ir con un solo pokémon que además aún no controlas, ven, te voy a dar una cosa.
Volvía a tener su tono amable y cariñoso de siempre, habíamos salido de la escuela y habíamos andado un rato durante la conversación, ahora estábamos junto a su casa, que fue donde me ofreció a pasar al pedirme que viniera.
Ya dentro se dirigió a algo parecido a un armario, sacó un objeto alargado de él y se acercó sonriendo.
Tasuke: Es una caña de pescar, creo que te vendría muy bien, pues necesitas más pokémon en tu equipo, y es de suponer que probablemente quieras tener un pokémon de tipo agua contigo, con cañas como esta son fáciles de atrapar, creo que te servirá
Silvia: ¡Muchas gracias:D, ahora ya podré tener un tipo de pokémon más en mi equipo
Tasuke: Sí , me alegro de que te anime.
Plegué la caña (sí, era plegable, para poder transportarla con comodidad XD) y la metí en mi mochila.
Tasuke: Silvia, ¿Has pensado como vas a continuar tu entrenamiento?
Silvia: Había pensado en volver a ser cazabichos, es lo único que se me da medianamente bien ¬¬
Tasuke: ¡No digas eso, siempre te has entrenado pokémon tipo bicho, por eso empezar a entrenar otros tipos de pokémon te está resultando costoso, pero no quiere decir que no puedas, solo has de habituarte, una derrota, dos, tres o incluso más, no pueden hundirte, todos los grandes entrenadores han pasado por malas rachas alguna vez, si tuvieses la ocasión de hablar con los miembros del Alto Mando seguro que te podrían contar mucho no sólo de victorias, si no de sus propias derrotas cuando empezaron...
Silvia: Ya... el Alto Mando...
De repente me vino a la cabeza una disparatada idea... ¡El Alto Mando, ¡Quiénes mejores que ellos para enseñarme a entrenar! O.O, Claro que tendrían que acceder... pero nada perdía intentándolo, en cambio si no lo intentaba me arrepentiría, estaba segura.
Silvia: Tasuke, ¿Quién de los cuatro miembros de la Élite es el más experto?
Tasuke: ¿Te refieres a quién es el Campeón del Alto Mando? Silviaaaaa ¬¬, eso debe saberlo todo entrenador, el Campeón es Lance.
Silvia: Aja
Tasuke: ¿Por qué? O.o
Silvia: No, por nada
Tenía mucha confianza con él, pero preferí no decirle cual era mi propósito esta vez, porque sabía que no me daría su aprobación, ya se lo diría cuando lo hubiese hecho...
Me ofreció quedarme a dormir esa noche en su casa, pues no tenía donde dormir, y al día siguiente temprano me despedí agradeciéndole todo.
Tasuke: Ven a visitarme más a menudo , por cierto, ¿A dónde te diriges?
Silvia: Pues... No lo tengo muy claro, a probar suerte por ahí, ya te mantendré informado.
Tasuke: De acuerdo , que te vaya bien ¡Y no hagas ninguna tontería!
Silvia: Que nooo :P
Tomé rumbo al oeste de Ciudad Verde, según tenía entendido, por ahí se iba hacia la Meseta Añil, donde los cuatro miembros del Alto Mando esperan a los pocos entrenadores que osan retarles... vamos, que se pasan un montón de tiempo esperando, supongo que mientras aprovecharán a entrenar...
Salí de la ciudad y me adentré entre las altas hiervas de la nueva zona por la que andaba, a no demasiada distancia podía ver un extraño y colosal edificio, si se podía llamar edificio, más bien parecía la entrada de un castillo medio épico y medio modernista, por decir algo.
La zona por la que caminaba estaba en silencio total... no se oía nada ni se veía a nadie, ni siquiera pokémon salvajes, por el momento. Caminaba dificultosamente, apartando las enormes hierbas con manos y pies, estaba deseando llegar a una zona más despejada de vegetación que podía ver desde donde me encontraba...
Solo oía mi respiración y el crujido de las hiervas más pequeñas al pisarlas mientras pensaba qué empezaría diciéndole al Campeón, pero algo interrumpió mis pensamientos bruscamente.
¡¡¡TITIRIRÍ; TIRIRÍ TIRIRÍ, TITIRIRÍ...!
Silvia: ¡AH, ¡Qué susto leches, ¡Casi me da algo, ¡El dichoso teléfono móvil...! ¿Quién será el oportuno?¬¬
Silvia: (Clic) ¿Quién?
Primo: ¡Soy yo, ¡Ya me he enterado, ¿Cómo es que te han echado del gimnasio Azafrán? ¬¬
Silvia: ¿Qué?
Primo: ¡Que soy tu primo! ¡Que me he enterado de...!
Silvia: ¿Cómo? ¡No te oigo nada!
Primo: ¬¬
Primo: ¡QUE YA SE LO DEL GIMNASIO DE SABRINA! ¡QUE...!
Silvia: Nada, no te oigo nada
Primo: ¡AGG! . ¡A VER CUANDO TE CAMBIAS DE TELÉFONO, SIEMPRE EL MISMO ROLLO!
Silvia: Nada, que no me entero, te cuelgo, ya te llamaré desde un Centro Pokémon, como siempre...
(Clic)
Ya estaba más que harta, desde que se me estropeó el móvil no había quien oyese nada por él... bueno, al menos así me libraba de otra bronca más, aunque no oyese bien lo que me decía, pude distinguir algo como "Gimnasio Azafrán", y ya me imaginaba de que iría la conversación XD
Por fin llegué ante aquel extraño edificio. En frente de mí se hallaba una puerta gigantesca, de color rojo oscuro, pero curiosamente no había nadie vigilándola, así que subí las escaleras (también gigantescas) que llevaban hacia la puerta y la empujé con timidez, era bastante pesada. Esperaba que al entrar hubiera alguien que me llamaría la atención o me interrogaría, pero no, para mi sorpresa me encontré con un larguísimo pasillo totalmente vacío, con paredes, suelo y techo de mármol blanco, lo que le daba un aspecto extraño y reluciente.
Anduve un ratito con mis pisadas retumbantes como único sonido durante el recorrido, hasta que por fin vi señales de vida; un guardia frente a una puerta igual de enorme o más que la anterior, sólo que con forma ovalada, (la otra era rectangular) y de un rojo más oscuro todavía. El guardia me miraba como esperando que me acercara a él, cuando estaba casi junto a él me percaté de que a mi derecha y a mi izquierda había otos dos caminos abiertos, sin puertas y sin guardia.
Guardia: ¡Hola!
Silvia: Hola...
Guardia: ...
Guardia: Adelante
Silvia: (Encaminándose hacia la puerta) ¡Ah! ¡Gracias:D
Guardia: ¡No, espere! Me refiero a que me enseñe sus medallas
Silvia: ¿Mis... mis meda...? ¡Ah, ¡Mis medallas! Mis medallas... eeeh... ¿Se necesitan medallas para pasar o qué:O
Guardia: ¬¬ ¡Claro!
Silvia: ... ah...
Guardia: uf UU, bueno, muéstreme cuantas tiene, con menos de ocho no le puedo dejar pasar...
Silvia: ¿Cuántas tengo? Eeeeh...
Guardia: ¬¬ Creo que mejor empiezo preguntándole, ¿Tiene alguna medalla?
Silvia: no...
Guardia: ¡¿NO:O, ¡¡¿¿PENSABA RETAR A LA ÉLITE SIN HABER LUCHADO CON NINGÚN LÍDER! ¡¡¿¿ESTÁ LOCA! ¡LO SIENTO, PERO NO PUEDO DEJARLE PASAR!
Silvia: ¡No, si yo no venía a retarles, quería hablar con el Campeón!
Guardia: ¡¡¿¿QUÉ! ¡¿PERO USTED QUE SE CREÉ! ¡¿QUÉ PUEDE ENTRAR TRANQUILAMENTE A LA MESETA AÑIL A HACER UNA VISITAL ALTO MANDO COMO QUIEN VA A CASA DE SUS AMIGOS! Lo siento, pero eso si que no, si quiere hablar con el Campeón escríbale a su club de fans, y si quiere entrar que sea con al menos ocho medallas y ganas de que le den una lección. Y ahora le tengo que pedir por favor que abandone este lugar, ya que no tiene nada que hacer aquí. Váyase a entrenar o a conseguir medallas, o a hacer algo de provecho y déjese de tonterías, por favor ¬¬
Silvia: Ya... ¬¬
Me di media vuelta y volví sobre mis pasos a través del largo pasillo que acababa de cruzar... pero mientras andaba, iba hablando conmigo misma internamente; "No, no puede ser, ¡Ya estoy harta de que me echen de los sitios! No puedo quedarme tan feliz, esta vez conseguiré mi propósito, ese tío no sabe lo tozuda que soy... y hasta ahora no he hecho nada, sólo aguantarme con lo que me ha tocado, ya es hora de que reaccione. Digo que voy a ver al Campeón y eso voy a hacer ¿¡Qué pasa? ¿Es que no se puede hablar con los miembros de la Élite como con personas normales? ¿Son tan alucinantes que tienen que estar apartados del mundo y no les puedes ni dirigir la palabra? ¡Venga, no me fastidies! ¬¬"
Estaba realmente enfadada, llevaba una temporada en que las cosas no me estaban saliendo muy bien. (como ya se ha visto anteriormente). Había ido hasta ahí con toda idea y para colmo el cambio del tono amable y servicial del guardia a los gritos de incredulidad sumados a otro tono distinto que sonaba como "Esta chavala está loca" me había hecho aún mayor el malestar y el bajón que llevaba encima y esta vez no lo iba a pasar por alto.
Se hallaba el guardia ante la puerta, ojeando algo que parecía una revista cuando oyó un ruidito. Al principio levanto levemente la cabeza y ojeó un poco a su alrededor, pero al no ver nada, enseguida bajó la mirada de nuevo a la revista. Los ruiditos se hacían más intensos y más próximos, con lo que volvió a subir la mirada para encontrarse justo en frente suyo, algo muy curioso que le miraba dulce y alegre.
Guardia: ¿Qué? ¿Un Pokémon? o.O ¿Eres un Pokémon?... ¿Qué haces tu aquí pequeño, ¡Qué extraño eres! ¡Jamás había visto un Pokémon como tú...:O ¡Que colores! ¿Dónde está tu entrenador? ¿Cómo has entrado?... me recuerdas a un cleafairy... Pero no, no eres igual... que curioso (le acaricia primero con timidez y luego con más confianza)
Cleffa: Cleffaaaaaaaaa ññ
Guardia:
Mientras, me fui acercando sigilosamente. Estaba tan embobado y sorprendido con mi Cleffa, que no se enteró de que pasé cerca de él. Menos mal que mi cleffa se había ido un poco hacia la derecha, de forma que el guardia se había girado también hacia esa dirección, y al pasar por el lado de la izquierda me daba parcialmente la espalda. Suerte que los cleffa son tan inquietos... aún así creí que me pillaría, pero no lo hizo por el momento, estaba agachado, acariciando a Cleffa y diciéndole tonterías. Crucé cerca de él con agilidad y sigilo (Cosa que aprendí en kung-fu XD), y me aproximé a la puerta, lo tenía todo pensado; ahora abriría la puerta al tiempo que metía a Cleffa en la pokéball (una suerte que eso se pueda hacer desde cierta distancia XD) y cruzaría al otro lado. Todo muy rápido, al guardia no le daría tiempo a detenerme.
Estaba aún el guardia entretenido con Cleffa. Empujé la puerta y para mi sorpresa no se abrió ni un ápice, empujé todavía más fuerte y nada, pero bien porque notó al fin mi presencia o bien porque en el segundo intento de abrir la puerta ésta crujió levemente, el guardia, para mi horror, miró hacia donde me encontraba y antes de que su gesto de sorpresa cambiase a un gesto de indignación, me dejé llevar por los nervios de la situación y al grito de; "¡NO, ¡NOO! . , ¡ABRETE MALDITA, ABRETEE!" comencé a patear la puerta con brusquedad, ante la perplejidad del guardia.
Al poco desistí, dándome cuenta de que de nada me servía, y cesé mis golpes con un suspiro, esperando sentir la presencia del guardia inmediatamente detrás de mí, oír los gritos de profunda cólera, que con razón daría, y al darme la vuelta ver su cara chispeante de rabia. Lo que seguiría a eso no me lo quería ni imaginar.
Pero para mi sorpresa, permanecí frente a la puerta, con la cara mirando hacia el suelo unos segundos sin oír nada a mis espaldas. No pude soportar esa tensión y por fin me di la vuelta para encontrarme cara a cara con el silencioso guardia, que me miraba con un rostro medio de enfado medio de sarcástica resignación y que tenía en sus brazos a mi Cleffa. Por fin rompió el silencio:
Guardia: Es inútil, esa puerta se abre con una llave, ¡Una llave que sólo yo tengo! ¬¬, ¡Así que por favor deje de hacer el ridículo y lárguese de una vez, o me veré obligado a llamar a la policía! .
Bajé de nuevo la vista al suelo y cambié mi rostro de sorpresa por un cara que reflejaba tristeza y arrepentimiento. El guardia continuaba con mi Cleffa en brazos pero esta vez su expresión sí era de rabia y enfado, y me clavaba fijamente la mirada.
Justo cuando estaba a punto de empezar a dar un paso, me fijé en el gesto alegre y divertido de mi Cleffa, que continuaba en los brazos del guardia, y al poco me percaté de que en sus patas delanteras sostenía algo. A pesar de mi vista miope pude distinguir que era una llave de mayor tamaño que las normales.
Silvia: ¿Se abre con una llave? ¿Qué llave? o.O, ¿Esa que está ahí, en el suelo? (Señalando a una zona del suelo detrás de donde nos encontrábamos)
Guardia: ¿QUÉ? ¡MI LLAVE! (palpándose el bolsillo), ¡¡¿DÓNDE ESTÁ, DÓNDE?
¡¡¿¿CÓMO LA HE PODIDO PERDER! . ¡¿DÓNDE! ¡¡NO LA VEO!
apenas estaba diciendo estas palabras, preso de los nervios y mirando rápidamente de un lado a otro, cuando mi Cleffa saltó hacia mí, y velozmente la cogí en brazos, tome la llave y abrí la puerta, todo fue rapidísimo. Al cerrar la puerta, ya en el otro lado, me dio tiempo a ver al guardia, con su cuerpo orientado de espaldas, pero su cabeza girada hacia la puerta que acabábamos de cruzar, con un gesto de la más absoluta perplejidad, y al terminar de cerrarla alcancé a oír algo así como; "¡¡NO! ¡¡NO! ¡¡ESPERA! ¡¡NO...!" justo terminé de cerrarla y ya no oí más.
Nos miramos Cleffa y yo, con un gesto de traviesa complicidad, y echamos a correr al tiempo que reíamos. ¡Vaya con mi Cleffa! No sólo había salido nerviosa, si no astuta y gamberra XD. Empezaba a pensar que el hecho de que al llamar la atención del guardia se desplazase algo hacia mi derecha, de forma que el guardia se dirigiese hacia esa dirección y me diese la espalda al pasar yo por la izquierda, no había sido pura casualidad debida a la naturaleza inquieta de esa especie de pokémon... tan pequeña y ya tan espabilada
No habíamos corrido apenas un tramo del extraño y nuevo pasillo dónde nos hallábamos, cuando vimos que poco más adelante el lugar cambiaba completamente, tornándose rocoso y con poca luminosidad. Justo antes había un cartel bastante grande donde se leía; "Calle Victoria". Cleffa y yo nos miramos, nos dirigimos otra mirada de complicidad unida a una traviesa sonrisa y continuamos andando hacia la llamada Calle Victoria...
Fin del Capítulo 4
