Capítulo 5
Los Cuatro Emperadores
Aquel lugar llamado Calle Victoria era algo tétrico; de vez en cuando se oían extraños y lejanos ruidos difícilmente identificables, probablemente pertenecientes a los Pokémon salvajes que habitan allí, además no había suficiente iluminación, cosa al parecer propia de la Calle Victoria. A una vista miope como la mía le afecta notablemente que no haya suficiente luz, aunque para una vista normal una iluminación como esa no supone ningún problema. En mi caso si ya de por sí no veía bien, en ese sitio poco iluminado mi capacidad visual se hacía más pobre aún, lo cual podía ser peligroso teniendo en cuenta que es un lugar donde has de prestar mucha atención, pues cruzar la Calle Victoria no consiste solamente en dar un paseo...
Pero a pesar de todo estaba bastante tranquila, sabía, gracias a ciertas lecciones de la escuela Pokémon, que esa calle es algo así como una última prueba de demostración de cualidades antes de llegar por fin a donde se encuentra el Alto Mando, prueba para la que por supuesto no estaba preparada ni de lejos, pero también sabía que lo que hacía a la Calle Victoria ser la prueba previa al Alto Mando eran dos dificultades en su camino; Los pokémon salvajes de gran nivel que te podían salir al paso muy fácilmente, y la facilidad de perderse en ese laberíntico lugar.
Yo tenía la gran ventaja de que en los cursos de especialización que estudié en la escuela de Ciudad Verde, nos instruían a veces en temas sobre el mundo de los entrenadores, aparte de técnicas de combate, estrategia, entrenamiento, etcétera, y por tanto también nos daban datos muy útiles y poco comunes referentes a este mundo. Uno de ellos era un mapa de cada zona que podía suponer un problema para los entrenadores de la región de Kanto, así que los alumnos acabamos teniendo un mapa general de la región de Kanto, un mapa de la montaña Moon, necesario para ir de ciudad Plateada a Ciudad Celeste... y un mapa de la Calle Victoria, necesario para los que aspiraran a retar al Alto Mando alguna vez. ¡Que suerte tenía:D, ¡En esos momentos me alegré considerablemente de haber estudiado en el nivel especializado de entrenadores de 10 a 14 años! Y por supuesto llevaba los tres mapas siempre conmigo, en mi mochila, (aunque supuestamente me los tendría que saber de memoria porque en la escuela mandaban aprendérselos XD), siempre usaba el mapa de Kanto, porque si no me perdía fijo, con lo que soy XD, ahora por fin daría uso a otro mapa.
Supuestamente también debía de haber sabido que a Meseta Añil solo se puede entrar con ocho medallas oficiales mínimo, pero supongo que cuando enseñaron eso en clase, yo, o estaba en las nubes, o estaba hablando, o simplemente no estaba XD.
Saqué el mapa de la mochila y aceleré mi paso, quería cruzarlo rápido, además sabiendo por qué camino ir no se tarda mucho en atravesarlo, el problema eran los pokémon salvajes, para eso si que no había remedio, lo único que podía hacer si veía alguno era correr.
Metí a Cleffa en la pokéball y comencé a ir aún más deprisa, casi corriendo, veía volar por encima de mi cabeza a un gran número de Golbats y Zubats, y no me sentía nada cómoda.
Entraba en túneles, subía y bajaba escaleras... parecía que no llegaría nunca, y tenía la sensación de que los Golbat del camino estaban muy molestos con mi presencia, lo cual me ponía mucho más nerviosa de lo que ya me encontraba.
Estaría ya aproximándome a la esperada salida de la Calle Victoria cuando oí muy cerca de mí algo parecido a un bramido y casi al instante una voz humana:
Rockero: ¡¡¡¡CUIDADOOOOO!
Silvia: ¡¿Eh! o.O
Al darme la vuelta vi a un furioso Ryhorn que corría bruscamente hacia mí con intención, al parecer de embestirme.
Se hallaba tan cerca de mí cuando me percaté de su presencia que no me dio tiempo de reaccionar, algo le embistió primero a él impidiendo su ataque, y desplazándolo hacia mi derecha.
Rockero: ¡BIEN GOLEM! ¡VUELVE! (dirigiéndose a mí) ¡CORRE! O.O
Recogió al Golem que había frenado la embestida del Ryhorn y ambos salimos pitando de allí... al poco de correr nos topamos con una de las muchas escaleras de ese lugar y subimos rápidamente por ellas. Al ryhorn no le había dado tiempo a levantarse, reaccionar y perseguirnos, y habiendo subido las escaleras, de momento estábamos a salvo.
Rockero: ¡UF, ¡Menudo susto, menos mal que me encontraba allí en ese preciso momento, si no probablemente no te hubieras podido librar del ataque.
Silvia: Seguro, ¡Muchas gracias por salvarme!
Rockero: De nada, como decía, es una suerte que justo pasara yo por ahí... aquí no suele haber apenas entrenadores, pocos osan retar al Alto Mando, me alegro de conocer a alguien más con el valor y nivel suficiente como para retarles.
Silvia: Ya... eeeh...
Rockero: ¿Que tipo de pokémon entrenas? Yo tengo de tipo roca y eléctrico, pero sobre todo eléctricos, me apasionan ... me informo y estudio mucho sobre ellos... ¿Tú tienes alguno eléctrico? o.O
Me di cuenta de que esa conversación que había empezado podía ser muy, muy larga, sobre todo con él, que claramente era el clásico entrenador sociable al que le encanta hablar, y yo también estaría encantadísima de hablar con él si no fuera por la prisa que me corría; Me había colado en el lugar donde me encontraba, era consciente de que el guardia habría avisado a alguien de eso, y en cualquier momento podrían encontrarme... a pesar de todo, lo de los pokémon eléctricos me hizo recordar mis clases de eléctrico en la escuela pokémon, ese chaval decía que le encantaba estudiar sobre ellos, yo lo que recordaba de las clases es que eran una considerable chapa en la que dificultosamente permanecía despierta, sobre todo si tocaba a primera hora XD, pero en esa clase más te valía prestar atención, no sólo por lo que imponía el "profe", si no también por el genio de Napoleón, su eléctabuzz, que soltaba chispas cuando notaba que su entrenador estaba molesto, ¡Eso es sincronización! XD
(Recordando)
Alfredo: ... Y entonces si la energía contenida en diez mil voltios tiene contacto con H2O, la capacidad de fluidez de dicha energía aumenta considerablemente debido a la materia... ¿Lo estáis entendiendo?
Todos: ...
Alfredo: ¿Ya estáis tomando apuntes?
Todos: ...
Alfredo: ¡¿Pero que os pasa! ¿Todavía no habéis despertado?¬¬ A ver, Juanma, léeme lo que has apuntado, que miedo me da.
Juanma: ¿YO? Eeehh... a ver... "Los voltios del H2O aumentan la materia de diez mil contactos que fluyen por la energía..."
Alfredo: ¿EH? O.O, a ver... ¿Alguien le puede corregir?¬¬ a ver Andrea
Andrea: ¿Yo? ¡Ah, eeeh... Espera... Eeeh... "Los átomos del H20 tienen voltios que fluyen por diez mil materias..."
Alfredo: ¿PERO QUE DECÍS? . ¿QUÉ ÁTOMOS? ¿CUANDO HE HABLADO YO DE ÁTOMOS? ¿ALGUIEN PUEDE DECIRME ALGO QUE SE PAREZCA MEDIANAMENTE A LO QUE HE INTENTADO EXPLICAR! .
Luki: Yo creo que se lo que has querido decir... que el agua facilita el paso de la corriente eléctrica, ¿No?
Alfredo: ¿Qué quieres? ¿Qué te aplauda? ¬¬
Luki: o.O
Alfredo: ¡ESTÁIS PA´LLÁ, ESTÁIS MAJARAS! ¬¬ Ya no sé lo que estaba explicando... (mirando hacia mi pupitre) ¡Silvia, ¡Deja ya de hablar con Andrea! ¿Qué estaba diciendo?
Silvia: ... algo de la corriente eléctri...
Alfredo: ¡QUE ESTÁIS MAJARAS! ¡ESTÁIS PA´LLÁ! . , ¡Ana Belén! Baja de la estratosfera, y atiende, que luego así escribís esas burradas.
Napoleón: ¡¡¡ELEEEEECTABUUZ! . (soltando chispas)
Alfredo: Mirad, si hasta Napoleón se ha enfadado, pff ¬¬, bueno, venga Juanma, ahora intenta explicármelo con tus palabras, sin mirar los apuntes.
Juanma: Eeeh... lo... los diez mil voltios de la estratosfera capacitan los átomos de la fluidez de la electricidad del H2O que materializan el paso de Napoleón a la corriente de dichos aplausos...
Alfredo: ¿PE... PERO QUE APLAUSOS! ¡¡¡¿QUÉ ESTRATOSFERA! ¡¡¿¿QUÉ PINTA NAPOLEÓN! ¡APLAUSOS DE VOY A DAR YO A TI, POR HABER DICHO EL MAYOR DISPARATE DEL SIGLO!¬¬
Juanma: ¿ Pe.. pero no has dicho antes algo de estratosfera y de Napoleón, y de...?
Alfredo: ¡ESTÁIS PA´LLÁ!
Interrumpí mis recuerdos al darme cuenta de que aún no había respondido la pregunta del amable entrenador, que se hallaba en frente de mí esperando pacientemente mi contestación.
Silvia: No... no tengo ningún eléctrico aún... pero si es cierto que me gustaría
Rockero: ¡Sí! ¡Debes tener uno, son geniales!
Silvia: Perdona por interrumpir la conversación, pero es que tengo algo de prisa, encantada de conocerte, y gracias otra vez por salvarme
Rockero: ¡De nada! ¡Ha sido un placer! , ¡Espero que nos volvamos a encontrar otra vez en el futuro! ¡Y suerte con el Alto Mando!
Silvia: ... ¡Gracias! ¡Lo mismo digo! (pensando) "Suerte no, Un milagro es lo que necesito... "
Corrí hacia la salida que al fin podía ver desde donde me hallaba adelantándome al entrenador que se encaminaba con paso más lento. Cuando salí de la Calle Victoria por fin, me topé con un lugar que recordaba bastante a un Centro Pokémon, pero mucho más grande y con un ancho camino a su izquierda, entre otras cosas.
Había entrado con rapidez y frenado en seco al llegar allí, cuando de pronto me vino a la cabeza que probablemente la gente que se encontraba en el lugar (una enfermera y otro guardia) habían sido alertados de mi presencia ilegal por el guardia de la entrada, pero era tarde pues ya me habían visto.
Para mi sorpresa me recibieron con una sonrisa... no debían de estar alertados aún, lo cual me extrañaba bastante, pero bueno, mejor XD.
Guardia 2: Hola , bienvenida a la Meseta Añil, cuando quiera puede entrar a combatir contra el Alto Mando, pero antes dígame nombre y apellidos, por favor. Y si necesita poner en forma a sus pokémon la enfermera Joy le atenderá encantada.
Enfermera Joy: ¡Claro! ¡Y enhorabuena por llegar hasta aquí y por tu valor! Muy pocos se atrever a retar al Alto Mando
Después de decirle al guardia mi nombre y mis apellidos y agradecerle que me deseara suerte, entre por la puerta que me conducía a la sala del primer miembro de la Élite... ¿Combatir? Ni soñarlo por supuesto, sólo me quedaba decir que realmente a lo que había venido era a hablar con Lance, pero sabía que me arriesgaba a que me echaran, pues muy probablemente Lorelei, la primera oponente que me iba a encontrar, no accedería a dejarme pasar por ese motivo, y aunque lo hiciese, lo cual sería rarísimo, tendrían que dejarme pasar también los dos siguientes miembros de la Élite que tienen sus salas situadas justo antes de la de Lance, y eso si que era prácticamente impensable.
Había llegado a la sala hacia unos momentos pero estaba vacía. Me pregunté por un momento si Lorelei o los demás miembros habrían sido advertidos de mi presencia, entonces si que estaría perdida... pero me imaginé que no, pues ni siquiera la enfermera y el guardia habían sido avisados y hacía tan solo un momento que había estado con ellos, probablemente no, pero... ¿Y si les estaban avisando ahora a alguno, o a todos y por eso no aparecía Lorelei?
Dejé de pensar en eso, pues me ponía mucho más nerviosa, y ya me estaba empezando a doler agudamente el estómago de los nervios y la inseguridad que llevaba encima. Aún no sabía ni qué haría cuando apareciese Lorelei.
Me fijé con más detalle en la sala; era colosal, y tenía las paredes y el suelo de un material cristalino que recordaba al hielo, el techo era del mismo material solo que de tono blanquecino, y la puerta... la puerta que se hallaba al otro lado por la cual se accedía a la siguiente sala estaba herméticamente cerrada... probablemente se abriría mediante un mecanismo, pues no tenía manillar ni parecía que se pudiera empujar...
No tuve tiempo de fijarme en mucho más, pues de pronto apareció Lorelei como de la nada. Luego me fijé en que había una pequeña puerta en la parte superior derecha de la sala, probablemente entró por ahí:
Lorelei: ¡Hola! Soy Lorelei, el primer miembro del Alto Mando al que te has de enfrentar. Será un placer luchar contigo, pero te advierto que no por eso voy a ser menos dura... ¡VAMOS JINX!
Jinx: (Saliendo de la pokéball y situándose en el lugar adecuado) ¡¡JIIIIIINX!
Silvia: ...
Silvia: ¡Vamos Abra!
Abra: (Saliendo de la pokéball y situándose donde le corresponde) ¡ABRA!
Era obvio que la probabilidad de ganar era del cero por ciento, pero mi intención no era precisamente luchar; sabía que Abra solo conoce teletransporte, y que además lo usa voluntariamente si le apetece. Mi plan era que al sacarle desapareciera, como estaba asegurado que haría, y con la excusa de que me ha desaparecido, decir que tengo que ir a buscarlo, para que me dejara pasar a las siguientes salas con ese pretexto, pues Abra no se va muy lejos cuando hace teletransporte... era totalmente ridículo y sabía que lo más probable era que no funcionase, pero no se me ocurría nada más, y ante situaciones desesperadas... medidas desesperadas XD
Lorelei: ¿Un abra? ¡Vaya! Es la primera vez que luchan contra mí con un pokémon sin evolucionar... ¡JINX! ¡RAYO HIELO!
Jinx: ¡JIIIINX!
Apenas había acabado Lorelei de dar la orden yo ya estaba pensando: "Vamos Abra, desaparece, como haces siempre, que no te llegue el rayo hielo..." aún estaba Jinxs tomando aire para lanzar el ataque cuando vi en el rostro de Abra un pequeño gesto de concentración, propio de él, con lo que sabía que estaba a punto de teletransportarse.
"Eso venga, desaparece, rápido, ¡desaparece!... . "
y desapareció Lorelei ¬¬
Silvia: ¡AAAH! O.O, ¡ABRA! ¡¡¿QUÉ LECHES HAS HECHO! ¡TRAELA AHORA MISMO! ¡¿ESTÁS LOCO!
Todo esto había sucedido en solo unos instantes, y Jinx no había llegado a hacer el rayo hielo, se había parado en seco al darse cuenta de la desaparición de su entrenadora y tras el primer impacto de sorpresa, al no entender lo que estaba ocurriendo, se enfureció considerablemente y se dirigió rápidamente hacia nosotros, por lo cual, evidentemente, cogí a mi Abra y corrí hacía otro lado de la sala intentando huir. Pero por supuesto aquello estaba totalmente cerrado, ni siquiera la puerta por la que había entrado estaba abierta.
Silvia: ¡ABRAA! ¡AL MENOS TELETRANSPÓRTALE A JINX TAMBIÉN, QUE ESTÁ DESCONTROLADA! ¡RÁPIDO, ANTES DE QUE NOS ATAQUE! O.O
Abra: ¡ABRA!
Volví a ver en el rostro de mi Abra su clásico gesto de concentración, mientras yo miraba a la furiosa Jinx, esperando verla desaparecer en cualquier momento...
Y desapareció Abra ¬¬
Silvia: ¡AAAAAH! . ¡NOO! ¡NO ME LO PUEDO CREER! ¡NO ME DEJES SOLA CON...!
No llegué terminar la frase, tenía a la furiosa Jinx justo en frente mío y de nada servía pegar gritos a alguien que ya ni siquiera se encontraba en esa sala, además que eso podía poner aún más nerviosa a Jinx...
Intenté buscar con la mirada alguna vía de escape, pero no llegué a ver ninguna, y el pokémon de Lorelei me estaba acorralando en el lugar donde nos encontrábamos...
Saqué a Cleffa de la pokéball, que inmediatamente se situó delante de mí, de cara a Jinx. Ésta la miro furiosa y empezó a hacer un amago de lo que supuse sería un ataque.
Silvia: ¡¿No te da vergüenza! .
Jinx: ¿Jinx? O.o
Silvia: ¡¿Intentar atacar a un pobre e indefenso bebé! ¡¿Eso es lo que te enseña tu entrenadora! ¬¬
Jinx: Jinx.. O.O
Cleffa: (Haciendo pucheros) Cleffaaaa :'(
Jinx: ...
Silvia: ¡No me lo puedo creer! ¬¬ ¿Cómo se te ocurre? ¡Menudo ejemplo de Pokémon de una miembro del Alto Mando! ¡Traumatizar a un bebé! .
Cleffa: Cle... :'(
Jinx: (bajando la cabeza) ... Jinx UU
Había conseguido frenar su enfado, pero de repente se me ocurrió algo que me podría sacar de la situación completamente.
Silvia: ¡Además, tu entrenadora a desaparecido!
Jinx: ¿Jinx? o.O
Silvia: ¡No se como puedes estar aquí perdiendo el tiempo cuando Lorelei puede estar en cualquier sitio...! ¡Parece que te da igual! Yo no puedo saber donde está porque mi abra a desaparecido también y solo él sabe donde le ha enviado. Yo voy a buscar a mi abra, pero tu deberías de ir a buscar a tu entrenadora en vez de ponerte a perseguir a la gente... ¬¬ ¡Corre! ¡Tú ve a por ella y yo iré a por mi abra!
Jinx: ¡JINX!
Salió de la sala como un rayo, llena de firmeza y seguridad... ¡Había funcionado! ¡No me lo podía creer! o.O Tenía el paso libre hacia la siguiente sala, sólo debía encontrar el botón que activaba el mecanismo para abrir la puerta.
Miré a mi sonriente y feliz Cleffa... ¡Menuda actriz estaba hecha! XD, no sólo era inteligente y traviesa si no que también actuaba de maravilla y sabía perfectamente cuando debía de seguirme la corriente , claro que no se podía decir lo mismo de mi Abra... cuando desapareció Lorelei, llegue a pensar que mi Abra era tan patoso que había hecho mal el movimiento, aunque era ridículo, como si no se hubiera teletransportado veces... ¬¬, pero en aquel momento tan tenso no caí. Me di cuenta al desaparecer él tras la orden de que hiciera desaparecer también a Jinx, ¡Lo había hecho a posta! . ¡No tenía ninguna gracia, por supuesto! No entendía porque se comportaba así conmigo...
Respecto a Lorelei no me preocupaba donde se hallara, por la razón de que mi abra debido a su poco nivel no le habría mandado muy lejos... probablemente a la entrada de Meseta Añil, o como muy lejos a Ciudad Verde, no había porque preocuparse... lo que debía preocuparme era la bronca que me caería si me volvía a ver, el hecho de que me pillaran ahí dentro por colarme, o cómo iba a atravesar las dos siguientes salas que me tocaban antes de la del Campeón...
No fue difícil encontrar el botón del mecanismo; a la derecha de la puerta, no muy lejos de la misma. Eso sí; ¡El botón era bastante pequeño en comparación a la enorme puerta!
Rápidamente crucé con mi Cleffa en brazos hacia la siguiente sala...
Fin del capítulo 5
