Capítulo 8
Hacia la oscuridad
Agarré el brazo de mi primo con decisión.
Silvia: ¡Primo...!
Primo: ¡Deja de llamarme primo! ¡Tengo un nombre! .
Silvia: Ya... ¡escucha! ¿dónde vamos?
Primo: (Parándose) A las afueras de Ciudad Verde, donde tengo aparcado el jeep... (reflexionando) puedes venirte conmigo si quieres, aquí ya no tienes nada que hacer y en Johto te tengo más cerca para vigilarte ¬¬... además puede que encuentres algún nuevo objetivo... ¡PERO SIN PONERTE PESADA QUE TE CONOZCO! ¡Y MÁS TE VALE NO HACER NINGUNA NUEVA LOCURA O SI NO...!
Silvia: Me quedo aquí de momento, si no te importa...
Primo: ... como quieras, de todas formas aquí conoces más lugares y tienes más amigos... ¡pero que no tenga que volver a sacarte de la cárcel! . ¡Y tira esa basura de móvil que no hay quien hable contigo!...
Silvia: Vale, vaaale...
Primo: (calmándose y sonriendo levemente) Yo continuaré mi viaje por Johto... mi incansable pero esperanzadora búsqueda de...
Silvia: Primo, porfa... que no estoy ahora para oír tu vida...
Primo: ¿Cómo? ¬¬ ¡De acuerdo, no te cuento mi vida, pero tampoco me pidas que te cuente leyendas...! .
Silvia: ¡No, no! Perdona, jo... es que no estoy de humor... en serio...
Continuamos andando y mi primo permaneció mirándome unos segundos, con unos ojos que reflejaban molestia, pero no me dijo nada. Yo tampoco fui muy considerada, pero es que cuando mi primo se pone a hablar de sus peripecias se emociona, y puede pasarse un montón de tiempo hablando de lo mismo, a mi me gusta escucharle, y sin duda a él que le escuchen, pero en ese momento no tenía la cabeza para oír algo que además sabía lo que iba a decir, por que sé perfectamente lo que se dedica a hacer en Johto, y además cuando empieza ha hablar de ese tema, enlaza otros temas del estilo a ese, y no hay quien le pare... y encima a veces se le empieza a ir al olla y bueno... XD, realmente a mí me encanta escucharle como ya he dicho... pero en ese momento estaba muy nerviosa por el plan que estaba trazando en mi cabeza y lo que me conllevaría... y después de todo lo que había pasado y las broncas que había recibido estaba bastante desanimada, pero me arrepentí enseguida de haberle dicho aquello, me salió del alma en aquel momento por el estado en que me encontraba, pero después me sentía bastante mal, no me gusta rechazar lo que alguien me cuenta, aunque sea una tontería y menos si me lo cuenta con ilusión. Me sorprendía que no hubiese seguido reprochándomelo, quizá se había vuelto a enfadar y me había retirado de nuevo el habla.
Al cabo de un rato llegamos a la zona donde tenía aparcado el jeep. Antes de montarse en él, se volvió hacia mí y me dijo; "¿Seguro que no quieres venir?", "Sí", le contesté yo. "No necesitas que me quede algo más de tiempo, ¿verdad?", "No, tranquilo", le dije yo. Y de pronto, justo antes de que se fuera, dije lo que tenía que haber dicho hace mucho...
Silvia: Oye... perdón... perdón por todos los problemas que he causado...
Primo: (Mirándome serio) ... De acuerdo... ¡Pero que no se vuelva a repetir nada igual!
Silvia: No, no...
Primo: ... Ya hablaremos, ¡Y recuerda cambiarte de móvil!
Silvia: Sí, sí...
Silvia: ¡Oye!
Primo: ¿Qué?
Silvia: Y perdona por haberte interrumpido cuando me ibas a hablar de tus viajes...
Primo: ...Es igual... yo tampoco he sido especialmente amable contigo, la verdad... no dudes en llamarme si ocurre algo.
Silvia: Vale... o.O
Arrancó el jeep y se encaminó al Sudoeste... ¡Era realmente extraño que mi primo admitiera que no había hecho algo adecuadamente! Estaba agradablemente sorprendida, aunque si es cierto que su tremenda tozudez suele apagarse momentáneamente ante un toque de humildad, no era la primera vez que pasaba, pero tampoco era muy común... y menos después de la que había armado.
Me di media vuelta y caminé sobre mis pasos, ya no me sentía tan mal, aunque ahora debía de pensar en cómo empezar con mi nuevo plan... lo primero era hacerse miembro, pero ¿Cómo? ¿Dónde?...
Volví hacia Ciudad Verde, era ya por la tarde, ¡que días llevaba! Me habían echado del gimnasio de Sabrina hacía tres días (contando el día en el que estaba), y las dos noches posteriores a mi expulsión, había dormido una noche en casa de Tasuke y otra noche en la cárcel... esta noche iba a ser distinta, acababa de recordar que muchos de los miembros rocket actúan de noche, que es más probable encontrarles cara a cara de noche que de día, o al menos esa era una de las cosas que se decía de ellos en Ciudad Verde. Tenía ya decidido como intentaría entrar... no se me ocurría otra forma que aproximarme a un rocket y decirle que quiero hacerme miembro del Team Rocket, supuse que me diría dónde he de ir ó que he de hacer para ello.
Aunque no me hacía ninguna gracia acercarme a uno de ellos, y menos después de lo ocurrido en la Calle Victoria... de todas formas más me valía acostumbrarme, si me hacía miembro estaría rodeada de rocket... sólo esperaba que no diese la casualidad de que el rocket que con suerte esperaba encontrarme no fuera algún participante del ataque en la Calle Victoria.
Volví a encontrarme en el centro de Ciudad Verde, y me hallaba cerca del Centro Pokémon buscando algún sitio en el que merendar cuando oí una voz diciendo mi nombre y giré mi vista hacia la izquierda.
Silvia: ¡Tasuke!
Tasuke: ¡Hola Silvia! ¡Que casualidad! Te encuentro al entrar a la escuela y te encuentro al salir
Silvia: jeje XD
Tasuke: ¿Dónde esta tú primo?
Silvia: Se ha ido
Tasuke: ¿Se ha ido ya? o.o Vaya... no he tenido oportunidad de despedirme.
Silvia: Sí, antes, cuando me estabais echando la bronca... ¬¬
Tasuke: Yo no sabía que se iba a ir en ese momento... en fin ... a propósito de broncas, hay algo que he olvidado preguntarte antes... ¿tiene algo que ver tu entrada ilegal a Meseta Añil con la misteriosa aparición de Lorelei en la Escuela Pokémon?
Silvia: Eeeeh...
Tasuke: ...¬¬
Silvia: Vale, sí
Tasuke: (Suspirando) ¿Pero que harías para que apareciera allí? ¡Seguro que tu Pokémon psíquico tuvo algo que ver en eso, porque otra explicación no hay! ¡No te puedes imaginarte el descontrol que se produjo en todo el centro, no hubo forma de...!
Silvia: ¡Ya! jajajajajaja XD, ¡Apareció Lorelei con unas pintas que...!
Tasuke: ¡Silvia! ¡No tiene ninguna gracia! ¬¬
Silvia: ¡Jajaja! ¡Pero si fue la caña! XD ¡Encima apareció en clase de electri...!
Tasuke: ¡Basta! . ¡No fue "la caña" ni fue nada! (suspirando)... Silvia... cuanto más creces en mayores líos te metes... esta mañana ha llamado Lorelei preguntando por su Jinx... También tienes algo que ver con eso, ¿verdad? ¬¬
Silvia: ¿TODAVÍA NO HA APARECIDO? O.O ...
Tasuke: ¡¿Qué hiciste con ella!
Silvia: ¡Nada! ¡Solo le dije que fuera a buscar a su entrenadora:O ¡¿Aún no ha vuelto!
Tasuke: ... (suspirando) ¬¬, sí... a la tarde ha llamado diciendo que ya había aparecido... (mirándome unos instantes con gravedad) Si es que no tienes remedio, Silvia...
Silvia: ... (suspirando)
Tasuke: Bueno, dejémoslo, lo hecho, hecho está y este tema ya ha sido hablado... por cierto... esta mañana ha venido Chris con su wooper a visitarnos.
Silvia: ¿SÍ:D
Tasuke: Sí, ha estado hablando un rato con nosotros y ha preguntado también por ti , le he dicho que te encontrabas aquí, en Ciudad Verde en este momento, me ha pedido que si podía te dijera que la llamases para quedar... aunque ella se dirigía a Ciudad Plateada, y creo recordar que me ha dicho que saldría esta misma tarde hacia allí.
Silvia: Jeje, ya le dije por teléfono que estaba aquí, sí efectivamente creo que salía por la tarde hacia Plateada.
Cristina era una antigua compañera de clase, como se puede deducir. Su pokémon era un wooper hembra con el mote de "Alaska". Daba igual que ya no estuviéramos juntas en clase, nos pasábamos el día hablando igualmente, en aquellos momentos por teléfono, claro.
Tasuke nos conocía a prácticamente todos los alumnos del centro, por no decir todos, pues aunque a mí sólo me daba la asignatura de bicho, sabía un montón sobre todas las asignaturas, y por tanto las impartía todas en diferentes clases. Él decía que no era originario de Kanto, ni siquiera de Johto... decía venir de una lejana región llamada Hoenn, donde hay muchos pokémon totalmente desconocidos para los habitantes de Kanto y de Johto, pero que a su vez algunas especies de estas regiones también resultaban extrañas y desconocidas para los entrenadores de Hoenn.
Le gustaba mucho hablar de su región natal, a la cual describe como " un lugar amplio y visiblemente hermoso y luminoso, lleno de misterios y con un ambiente amable". No era demasiado común que comenzase ha hablar de ello durante la clase (en cambio si era totalmente común fuera de ella), pues eso sería interrumpir la lección, y ya he explicado como era con esos temas, pero cuando lo hacía le brillaban los ojos al contarlo. Decía que su ciudad natal se llama Ciudad Arborada, una ciudad/bosque donde las casas están hechas en los árboles, y la gente vive en dichos árboles con sus pokémon, para cruzar de un árbol a otro lo hace por estrechos "puentes" hechos de madera y cuerdas.
A algunos alumnos les costaba creer aquello, a pesar de que es difícil dudar de las palabras de Tasuke, no solo por su seguridad hablando, si no porque no se le ocurriría mentir ni inventarse nada jamás, eso es algo notable cuando le conoces.
Pero aún así era muy descabellado el concepto de una ciudad donde la gente vive en los árboles, por su puesto, él también, así que como no, adquirió el mote de "Tarzan", XD, lo cual le molestaba muchísimo.
Por aquella razón en su equipo tenía varios pokémon totalmente desconocidos para nosotros... excepto para los alumnos que venían de las regiones de Hoenn o Aura, pero eran mínimos. La mayoría de profesores tenían uno, o como mucho dos o tres pokémon, él era el único que tenía un equipo completo de seis, ¡tenía más que el propio director de la escuela, para las clases de bicho, la única asignatura que me daba, sacaba siempre su Beedrill, pero en ocasiones nos enseñaba con orgullo y cariño su equipo, que aparte de tener un Ninetales y un Vaporeon, tenía otros tres pokémon extrañísimos para los que solo conocíamos las regiones de Johto y Kanto; Un pokémon eléctrico llamado Manectric, un poémon de tipo planta llamado Breelom, y uno de tipo siniestro llamado Absol. Eran extrañísimos, pero preciosos, y gracias a sus tremendos conocimientos estaban entrenados increíblemente, aunque realmente nunca los habíamos llegado a ver en acción, sólo realizando algunos ataques que a veces nos mostraba, ante la insistente petición de los alumnos.
Algunos contaban que un tiempo antes de venir a Ciudad Verde llegó a vencer a todos los líderes de la región de Hoenn, y que retó a los miembros del Alto Mando de allí, pero que perdió al llegar al tercer oponente... aún así es todo un logro, además es bien sabido para quienes conocen algo sobre esa región que el nivel de entrenamiento general es muchísimo más alto que en Kanto o Johto, líderes y Alto Mando incluidos, al igual que el nivel de la escuela pokémon de allí es mucho más duro y exigente que en Nuestra escuela de Kanto.
Nunca le había preguntado por la veracidad de ese rumor, sabía que no le importaría que lo hiciera, pero aún así temía que no le sentara bien recordarlo, si es que era cierto.
Estuve en rato hablando con él y al caer la noche me preguntó si tenía dónde dormir, le contesté que sí, que no se preocupara. Ya cuando se fue hacia su casa, pensé en cual sería el sitio más adecuado para encontrar a un rocket... de pronto me vino una idea a la cabeza; ¡Sabía perfectamente dónde había miembros rocket! No tenía que buscarlos, además ¿quién me dice que voy a encontrarme alguno esa misma noche y precisamente por Ciudad Verde? Mi nuevo plan era una locura total, bueno, como todos XD, pero desde luego tenía asegurado el hecho de encontrar rocket... ¿Dónde había miembros rocket en Ciudad Verde en aquel momento? Pues muy fácil, en la cárcel. Todos los rocket a quienes habían arrestado en la Calle Victoria.
Aunque aquel nuevo plan me dificultaba las cosas mucho más... no sólo debía de colarme en la cárcel para hablarles si no que encima todos esos rocket eran los que me atacaron... no sólo es que no me agradara volverles a ver, si no que podía extrañarles mucho que después de aquello me quiera hacer de repente miembro rocket... puf, a ver cómo lo hacía.
Me aproximé sin prisa hacia la cárcel de Ciudad Verde, que formaba parte de la comisaría de allí, tenía que pensar como colarme... no me iban a dejar entrar por las buenas y menos de noche... pero tampoco podía ir tal como estaba, los rocket me reconocerían enseguida. Puede que no todos, pues el ataque sucedió muy deprisa y la Calle Victoria está mal iluminada, pero al menos el rocket que me agarró y los que me levantaron podían reconocerme perfectamente.
Enseguida tuve una idea...
La cárcel estaba silenciosa y oscura, la única zona iluminada era en la que se encontraba el guardia del turno de noche que estaba leyendo un libro para pasar el rato.
Unos fuertes gritos procedentes de fuera le hicieron dar un respingo:
Voz: ¡AAAAAAAAH! O.O, ¡SOCORROOOOO! ¡¡¡MI ABRA! ¡¡¡ME HAN ROBADO MI ABRAAAAAA! .
Guardia N: ¡¿Eh! (levantándose) ¡¡Agente Mara! ¡AGENTE MARA!
Mara: (apareciendo por una puerta) ¡Lo he oído! ¡Vámos!
Los gritos continuaban en el exterior, la agente Mara junto con otros tres policías salieron rápidamente y con decisión de la comisaría hacia la calle, el guardia nocturno permanecía en el fondo de la comisaría, en la zona que comunica con la cárcel, junto a su puesto de vigilancia pero de pié y mirando con asombro hacía la puerta de salida al exterior. No se percató de que una pequeña y suave "bola" rosa chillón y verde había aprovechado que los policías habían abierto la puerta principal al salir, para colarse ella rápidamente, y no había sido vista por ellos debido a su pequeño tamaño, a la velocidad con la que entró, y a lo decididos que salían a combatir el mal. Aquella "bola" rosa y verde se encontraba ahora dentro de la comisaría desplazándose veloz, pero silenciosamente hacia el preocupado guardia nocturno. Aprovechaba las zonas más oscuras para tener menos probabilidades de ser vista y procuraba esconderse detrás de todo lo que pudiera; ¡menos mal que al ser de noche había un solo guardia vigilando la zona de la cárcel! Si no hubiera sido algo más difícil. La "bola" rosa y verde, que evidentemente era mi Cleffa, llegó hasta la mesa del guardia y se hizo con una anilla que tenía un montón de llaves enganchadas a ella, el guardia ni se inmutó, seguía mirando hacia la puerta. Cleffa volvió a salir rápidamente por el mismo camino que había tomado al llegar, fuera de la vista del guardia, y antes de que este se pudiera percatar de nada, propinó un golpe a la puerta de salida, que, aunque al ser tan pequeña aún no tuviera demasiada fuerza, fue suficiente para que se abriera varios centímetros (menos mal que esa puerta sólo tenía cerrojo por fuera) poder escurrirse entre aquel poco espacio y salir así al exterior.
Mientras, no muy lejos de allí, los policías perseguían al supuesto ladrón que llevaba un abra fuertemente agarrado en sus brazos, y que corría rápidamente huyendo de ellos. El sujeto en cuestión llevaba un traje oscuro, que aunque bajo el cielo nocturno no se distinguía bien, era un traje tradicional chino, totalmente negro, con el cuello típico de los trajes chinos, y unas cuerditas blancas enlazadas a modo de botones, con un llamativo cinturón color amarillo atado a la cintura, y de su rostro poco se puede decir, pues lo llevaba cubierto por un pañuelo hasta la nariz, dejando únicamente visibles los ojos, y el pelo suelto, que le cubría el resto de la cabeza.
Realmente era yo misma quien había gritado pidiendo ayuda, pero también era yo quien corría con mi propio Abra, los policías al salir después de oír mis gritos, solo vieron a este extraño personaje corriendo con un Abra y enseguida dedujeron que era la ladrona, ni se pararon a pensar que podía ser la misma persona que pedía ayuda, evidentemente.
Me había puesto el traje que usaba en mis entrenamientos de kung-fu, me había tapado parcialmente la cara con un pañuelo y me había soltado el pelo para asegurarme que no me reconocieran, además el hecho de tener un pañuelo ocultando el rostro me hacía parecer más sospechosa de robo.
Corría con toda mi alma, y los policías aún no habían podido atraparme... ¡Como agradecía los entrenamientos en el gimnasio de artes marciales! Pero al poco rato, vi cerca de la comisaría un algo pequeño, rosa y verde que a pesar de que por culpa de mi vista no distinguía bien, deduje que era Cleffa, y me dirigí rápidamente hacia ella.
Los policías debieron de sorprenderse bastante cuando me vieron aproximarme a las cercanías de la comisaría, y más aún cuando me vieron detenerme unos instantes y agacharme, menos mal que al estar de espaldas a ellos no veían que me había parado junto a mi cleffa, quien sonrientemente me entregó la anilla con las llaves, y rápidamente la metí en su ball, que disminuí apretando su botón central, y guardé bajo mi cinturón amarillo, al igual que las llaves. Mantenía a Abra sujeto con uno de mis brazos, ya tenía a los policías a escasos metros de mi cuando me levanté y comencé de nuevo a correr, pero ahora no era necesario que no me alcanzaran, así que lo procuré poner fácil pero creíble.
Me dirigí hacia una zona cercana entre unos matorrales donde detrás había una casa que me impedía avanzar, y al encontrarme frente a la pared de dicha casa fingí sorprenderme ante aquel repentino impedimento. Hice ademán de querer huir hacia un lado para esquivar la casa, pero en ese momento los policías que después de mi parada me habían estado persiguiendo desde muy cerca, ya me tenían rodeada.
Me di la vuelta para encontrarme con sus duras miradas y, con expresión de quien está en un buen aprieto, deposité a Abra en el suelo frente a ellos, gesto que quería significar que devolvía el Abra con resignación, pero que realmente hacía para que Abra usara su teletransporte y no le retuvieran pensando que es un Abra robado. Mi Abra nunca hace teletransporte cuando está en mis brazos (lo cual me sorprende), pero sí cuando le dejo en el suelo y está en una situación poco agradable, como ya se ha demostrado anteriormente, así que como estaba previsto, Abra desapareció ante sus ojos, antes de que pudieran hacer movimiento alguno.
Mara: (dirigiéndose a uno de los policías) ¡Tú y yo buscaremos a ese Abra! (dirigiéndose al resto) ¡Vosotros encargaos de arrestar a esta ladrona y de encontrar al entrenador o entrenadora a quien a robado!
Policías: ¡Entendido!
La Agente Mara y uno de los policías se dirigieron en busca de Abra tomando caminos opuestos para así encontrarlo cuanto antes, otro de los policías se acerco rápidamente hacia mí, me colocó de cara a la pared con dureza y me puso unas esposas en las muñecas, el policía restante se marchó a buscar a la supuesta víctima del robo.
Llegamos a la comisaría y entramos, el guardia permanecía en su puesto, pero aún de pié.
Guardia N: ¡Ah! ¡Menos mal que habéis conseguido atrapar a esa granuja!
Policia 1: ¡Sí! No ha sido fácil, pero finalmente la hemos rodeado y no ha tenido escapatoria.
Guardia N: (sonriendo) Je je, no hay quien pueda con vosotros.
Policía 1: No entiendo cómo se le ocurre robar tan cerca de la comisaría... ¡Es de locos! o.O
Guardia N: Estos ladrones de hoy día son demasiado descarados ¡Ya les da igual donde robar! ¡No les importa que estén los mismísimos defensores de la ley en sus narices!
Policía 1: Cierto... ¿hay alguna celda libre para ella?
Guardia N: ¡Claro! Hay varias libres. Acompáñame, por favor.
El guardia se adentró en el pasillo donde se hallaban las celdas y el policía me conducía tras él. Mientras cruzábamos el pasillo podía ver las celdas de otros presos, (la inmensa mayoría rocket), en la que unos dormían, y otros pocos me miraban con curiosidad. Parecido panorama al de aquella mañana al salir de la cárcel, solo que esta vez estaba entrando en vez de saliendo, como el día anterior por la noche.
Nos paramos cerca del final del pasillo y el Guardia abrió la puerta entornada de una de las celdas vacías, el policía me quitó las esposas y me condujo dentro, seguidamente el guardia cerró la puerta de un golpe seco y ambos volvieron a andar sobre sus pasos dejándome a mí de nuevo enjaulada.
Intentando asomarme costosamente entre las verjas pude ver como el policía se dirigía de nuevo al exterior, y el guardia nocturno volvía a ocupar su puesto al final del pasillo, que desde donde me encontraba se veía lejano.
En la celda situada frente a la mía no había nadie, pero en la que estaba situada a la izquierda de esta sí; había tres rocket, uno dormido en una cama situada al fondo, otro sentado en el suelo y apoyado contra la pared de la celda mirándome fijamente con seriedad y aburrimiento, y otro también apoyado contra la pared, pero este de pié y de brazos cruzados mirándome por el rabillo del ojo con curiosidad, y haciendo algún comentario al otro rocket sentado que no alcanzaba a oír.
No pasó mucho rato hasta que decidí dirigirme a ellos:
Silvia: (aparentando dureza y decisión) ¡Eh, vosotros!
Rocket 1: (volviendo la mirada totalmente hacia mi) ¿Qué es lo que quieres?
Silvia: Quería preguntaros algo
Rocket 2: (con tono borde) ¿El qué?
Silvia: Quiero hacerme miembro del Team Rocket, y me he imaginado que vosotros sabríais cómo.
Tras mi respuesta, sus enfurruñadas caras cambiaron hacia una expresión de sorpresa seguida de unas irónicas carcajadas a las que se unieron las de muchos de los rocket de el resto de las celdas.
Rocket 1: ¡Jajaja! ¡¿Tú quieres ser miembro rocket? ¡pues estando en la cárcel mucho no vas a poder hacer! ¡Jajaja!
Silvia: Bueno, tú eres miembro rocket y también estas en la cárcel.
Esta observación pareció molestarle bastante.
Rocket 1: ¡Pero nuestro caso es muy distinto! .
Rocket 2: ¡A nosotros no nos cogen por robar un simple pokémon! ¡Jajaja!
Rocket 1: ¡Los rocket que estamos aquí, hemos sido arrestados por intentar hacer algo mucho mayor!
De pronto intervino un rocket de otra celda.
Rocket 3: A nosotros no nos cogen por robar un simple pokémon, pero si es cierto que hay un par de inútiles en el Team Rocket a quienes les pillan siempre por mucho menos que eso...
Rocket 1: ¡Jajaja! ¡Pero esos inútiles de Jessie y James son una excepción...!
Rocket 2: ¡Son la vergüenza del Team Rocket! ¬¬
Guardia N: (Desde lejos) ¡Un poco de silencio ahí al fondo!
Rocket 1: (bajando la voz y dirigiéndose a mí) Si quieres ser del Team Rocket tienes que ser buena entrenadora y buena ladrona... si no ¡Olvidate!
Rocket 2: ¡Sí..! ¡Y tener algo dentro de tu vacía cabeza también! ¡Solo a un estúpido se le puede ocurrir intentar robar cerca de la comisaría!
Se oyeron unas cuantas risas burlonas provenientes de diferentes celdas.
Rocket 1: (Con orgullo y burla) No nos interesa tener en nuestra organización a semejante inútil como tú.
Rocket 3: Sí... cuando seas capaz de robar un caramelo en una tienda sin que te pillen nos lo pensaremos.
Se volvieron a oír unas cuantas carcajadas, pero esta vez mucho más numerosas y ruidosas.
Guardia N: (desde lejos) ¡¿No me habéis oído! ¡Dejad de armar jaleo! . ¡No se como podéis tener tantas ganas de charla a las 2 de la madrugada!
Silvia: (bajando el tono y con molestia) ¿Pero que os pensáis? ¿Creéis que soy tan idiota como para robar junto a la comisaría? ¬¬ ¡He venido aquí para preguntaros como puedo ser un miembro rocket!
Aquello para ellos debió de ser el sumun de lo irracional, esta vez las carcajadas retumbaron por todo el pasillo despertando a muchos de los rocket dormidos, incluyendo el de la celda de los rocket con los que estaba hablando, y enfurecieron aún más al cansado guardia.
Guardia N: ¡Ya basta! . ¡Un poco de silencio, que esto no es ninguna fiesta!
Rocket 4: (Despertándose molesto) ¿Qué es lo que pasa? ¿Es que ya no se puede dormir ni en la cárcel? ¬¬
Rocket 1: ¡Jajaja! XD ¿Pero crees que somos estúpidos?
Rocket 2: ¡Claro! ¡es que resulta que ella quería ser rocket y le ha pedido al guardia que le arreste para poder hablar un rato con nosotros:P
Rocket 3: ¡Si lo que has intentado hacer es que te arresten para hablar con nosotros, eres aún más estúpida de lo que pareces...!
Rocket 1: ¡Vas a estar aquí bastante tiempo haciéndonos compañía!
Rocket 3: Ni siquiera esos ineptos de Jessie y James habrían caído tan bajo... ¬¬
Rocket 2: No sé.. de esos dos se puede esperar cualquier cosa...
Silvia: ¿Creéis que voy a ser tan idiota como para no pensar en eso? ¡Puedo salir de aquí cuando me dé la gana! ¬¬
Rocket 1: (Con tono burlón) ¡Ah! ¿Sí?
Rocket 3: ¡Adelante! ¡Queremos ver cómo haces el ridículo:P
Empezó a haber alboroto entre las celdas, donde los rocket se iban comunicando unos a otros que la ladrona arrestada hacía un rato, decía poder salir de la cárcel en cualquier momento, a sus palabras se unían un coro de risas burlonas e incrédulas o de comentarios de reproche ante semejante tontería.
Saqué de entre mi cinturón un pequeña ceboball que aumenté presionando el botón central, y asomé muy parcialmente entre las verjas, de forma que aunque no estuviera del todo fuera, el pokémon al salir de ella apareciese al otro lado de la celda, hice salir a Cleffa que despertó enseguida la curiosidad de los rocket.
Rocket 1: ¿Qué pokémon es ese? o.O
Rocket 2: ¡Que raro! ¿habéis visto que colores? o.o
Rocket 4: ¿Qué especie es? ¿No os recuerda a un Cleafairy?
Rocket 1: ¡Eh, tú! ¿de dónde has sacado ese pokémon?
Rocket 3: ¡Es un pokémon raro, pero es demasiado pequeño! ¡Si pretendes atacar al guardia con eso, lo único que vas a conseguir es que le dé la risa! ¬¬
Yo no dije nada, si no que me limité a dejar que Cleffa actuara como sabía que debía de hacer, se dirigió silenciosamente hacia el guardia, como había hecho anteriormente, solo que esta vez por otro camino, ante las asombradas miradas de los rocket que la veían pasar frente a sus celdas, al ver un pokémon tan inusual. Llegó junto al guardia nocturno, que aún no se había percatado de su presencia, le agarró de la pernera del pantalón y tiró de ella insistentemente.
Cuando el guardia lo notó, enseguida bajo la vista hacia el suelo, sorprendido, para encontrarse con la angustiada mirada de mi Cleffa, quien estiraba hacia el sus patitas delanteras, como pidiéndole que la cogiera.
Guardia N: ¿Eh? O.O ¿Quién eres tú? ¿Qué haces aquí?... (Mirando hacia las celdas con aire interrogante) ¿De donde has salido?
Cleffa: (Estirando sus patitas) ¡Cle:'(
Guardia N: ¿Qué? ¿Estás asustada? o.O ¿Quieres... quieres que te coja?
Cleffa: ¡Cleeeee:'(
Guardia N: (Pensativo) ... Seguro que eres un pokémon robado que alguno de estos delincuentes a mantenido consigo hasta ahora... seguro... eres un pokémon muy extraño eso es lo que buscan estos ladronzuelos. No me sorprende que estés asustado... ¿como has salido de la celda..? o.O
Cogió en sus brazos a Cleffa y esta enseguida comenzó a cantar junto al guardia, que calló dormido enseguida... el hecho de que la cogiera en brazos era necesario para tenerle cerca y poder cantar de forma que solo le afecte a él, si no habría tenido que cantar más alto, y eso podía habernos hecho dormir a todos.
Los rocket, sorprendidos ante aquella inesperada situación, callaron un instante creando un extraño silencio entre las celdas, pero pronto este silencio fue roto por uno de ellos.
Rocket 3: Muy bien, le has dormido ¿Y qué? ¬¬ ¡Sigues estando aquí encerrada, como todos!
Rocket 1: Encima cuando despierte estará aún más enfadado... ¬¬
Tampoco respondí ante ninguno de estos comentarios, sin prisa, pero sin pausa, saqué de entre mi cinturón amarillo la anilla con las llaves, y ante la incredulidad de los rocket que podían ver lo que estaba haciendo desde sus celdas, probé alguna llave hasta dar con la que correspondía a mi puerta y salí de mi celda. No podía ni creerme la suerte que había tenido cuando me habían arrestado, pues el guardia al conducirme hacia mi celda no necesito ninguna llave para abrirla (las celdas vacías tenían la puerta entornada) ni tampoco para cerrarla, pues las llaves de esas celdas solo se usaban para abrir sus puertas, si no podía haberse percatado en aquel momento de que le faltaban las llaves.
Se oyeron un montón de exclamaciones procedentes de todas las celdas del pasillo.
Rocket 2: Pero... pero... ¡¡¡¡¿De dónde las has sacado! O.O
Rocket 1: ¡No me lo puedo creer! .
Silvia: ¡¿Seguís pensando que soy tan estúpida! ¬¬ ... ¿Me vais a decir como puedo unirme al Team Rocket? Por que si no me largo, aquí no tengo nada que hacer...
Rocket 1: ¡Yo puedo conducirte hacia donde está nuestro jefe!... pero para eso me tienes que sacar de aquí, claro.
Rocket 3: ¡Si...! ¡Y de paso nos liberas a todos! Así demuestras si realmente eres digna de unirte al Team Rocket, jeje... además sumará puntos a tu favor a la hora de unirte...
Me quedé unos instantes sin saber cómo reaccionar... ¿Liberar ilegalmente a los arrestados? Ó mejor dicho... ¿Ayudar a escapar a unos delincuentes de la cárcel? ¿Y encima precisamente los que nos habían atacado al rockero y a mí en la Calle Victoria? ¡Ni en bromas! .
Silvia: (con tono serio) Si estáis aquí es porque habéis fracasado... eso os enseñará a espabilar para la próxima vez... ahora pagad las consecuencias, yo no tengo porque liberaros ¬¬
Rocket 1: (Con rabia) ¡HAZ LO QUE TE DÉ LA GANA! ¡PERO SI NO NOS LIBERAS NO TE PODRÉ CONDUCIR ANTE EL JEFE, Y NO PODRÁS SER UNO DE NOSOTROS! .
Rocket 3: ¡Escucha! Nos equivocamos contigo... ¬¬ ¡¡¡¡¡PERO SÁCANOS DE AQUÍ! .
Ahora si que lo tenía claro... era cierto, si no les liberaba no podrían conducirme hasta su jefe... ¿Y si liberara únicamente a uno de ellos? Pero las celdas eran de varios rocket, y sus compañeros querrían salir con quién liberase... y no iba a dejar salir a uno y cerrar la puerta en las narices de sus compañeros de celda cuando fueran a salir detrás de él... era ridículo y podía resultar también sospechoso...
Suspiré para mis adentros y de mala gana me dirigí con las llaves hacia la celda de los tres rocket, los dos con los que había hablado y el que se había despertado, y probé varias llaves hasta abrir su celda. No me podía creer lo que estaba haciendo... aquello era incluso peor que colarme en Meseta Añil...
Para cuando abrí la primera celda, ya lo tenía decidido... no me quedaba otra que liberarlos a todos, si no resultaría sospechoso, además, como había dicho uno de los rocket, eso podría sumar puntos para que me cogieran en el Team Rocket, que era lo que necesitaba para arruinar sus planes... unos cuantos rocket en libertad, una infiltrada en la organización... merecía la pena, según mi criterio... además aquellos rocket iban a acabar saliendo de la cárcel más tarde o más temprano, eso estaba claro...
Los tres rocket de la primera celda, salieron maliciosamente sonrientes de ella, y yo, con más seguridad tras mi reflexión, comencé a abrir rápidamente las puertas de todos los arrestados, hasta que no quedó ni uno entre rejas.
Los malvados rocket sonreían satisfechos, yo permanecía mirándoles a espera de su reacción, pero continuando con mis intentos de mostrarme dura, fría, y profesional, y desde que había empezado a hablar con ellos, tenía un tono más grave y serio en mi voz a pesar de que en algunos momentos había respondido a sus comentarios con un tono más propio de mi.
Rocket 15: ¡Salgamos de aquí antes de que regresen la Agente Mara y sus compañeros!
Todos comenzaron a correr hacia la salida y metí rápidamente a Cleffa en su ball antes de unirme a la estampida de rocket que se dirigía directamente a la puerta. Justamente cuando los que encabezaban al grupo abrieron la puerta de salida, se toparon con la Agente Mara y sus tres compañeros, que regresaban de su búsqueda sin resultados.
La primera reacción, tanto por parte de los rocket como de los policías, fue una exclamación de sorpresa, después, se oyó un "¡DETENEDLOS! . " proveniente de la Agente Mara, y desde mi perspectiva pude ver como los rocket que tenía frente a mi, se habían dado la vuelta y corrían ahora en dirección contraria a la salida.
Pero ante otro grito de "¡ALTO IDIOTAS, ALTO! . " pronto la mayoría de ellos se pararon en seco.
Rocket 19: ¡¿POR QUÉ HUÍS, ESTÚPIDOS! . ¡SÓMOS MUCHO MÁS NUMEROSOS QUE ELLOS!
Ante Aquel comentario, los rocket que no se habían detenido al principio lo hicieron, de forma que ya no quedaba ni un rocket fuera de control, y muchos de ellos esbozaron una malvada sonrisa al tiempo que los policías cambiaban su dura expresión a una más insegura...
Casi inmediatamente comenzaron a oírse los clásicos sonidos de las pokéball al abrirse y en pocos segundos la comisaría estaba llena de decenas de diferentes tipos de pokémon entrenados por los rocket dispuestos a atacar, frente los cuatro growlithe y los dos wartortle por parte de los policías...
Lo que pasó después es difícilmente explicable... recuerdo que se oyó un tremendo estruendo proveniente de la efectuación de los ataques del gran número de pokémon por parte del Team Rocket al mismo tiempo, junto con las ordenes a gritos dadas por dichos rocket... situación que me recordó excesivamente a su ataque en la Calle Victoria... como se notaba que eran los mismos miembros... No pude ver como intentaban defenderse los policías y sus pokémon... una inmensa combinación de fuego, electricidad, agua, etc.. se alzaba, cubría todo como una gran ola, y se aproximaba velozmente hacia los agentes. Lo siguiente que recuerdo es que ni siquiera pude reaccionar ante aquello ni ver las consecuencias de dicho ataque, una tremenda explosión, ya conocida, hizo que me despegara del suelo, elevándome con violencia, al igual que al resto de seres, tanto humanos como pokémon, que tenía a mi alrededor... y los muebles... y las paredes... ¿LAS PAREDES?
Me pareció que había estado volando una eternidad cuando caí al suelo, el golpe fue violento y comencé a rodar por el suelo hasta que logré frenarme... menos mal que Ciudad Verde tiene amplias zonas de hierba, tuve la suerte de caer en una de esas zonas.. bueno, yo, un rocket que vi caer justo después de mí... otro rocket... otro rocket... un pokémon... una mesa... el guardia... otro montón de rocket que iban cayendo uno detrás de otro... la Agente Mara... un policía... otro policía... otros cuantos pokémon... un trozo de verja... ¿eh? o.O... una puerta... o.O ó al menos algo que parecía haber sido una puerta.. un montón de trozos de pared que iban cayendo cada pocas milésimas de segundo.. un rocket agarrado a uno de estos trozos que acabó también en el suelo...
Ante semejante panorama miré sorprendida y aturdida a mi alrededor, aún sentada, para encontrarme que ya no estaba dentro de la comisaría, si no en frente de ella... bueno, o de lo que había sido una comisaría... pues le faltaba gran parte del techo, de las paredes solo quedaban unos escombros, de los muebles ni hablamos...
Rocket 17: ¡IDIOTA! . ¡CUANTAS VECES HAY QUE DECIRTE QUE NO SAQUES A TU ELECTRODE!
Rocket 9: ...
Rocket 26: ¡¿ES QUE NO TUVISTE BASTANTE CON LO SUCEDIDO EN LA CALLE VICTORIA POR CULPA DE TU POKÉMON! . ¡NO APRENDES NUNCA!
Rocket 29: ¡SI NO LLEGAS A SACARLO NO HUBIÉRAMOS FRACASADO! ¡PERO LO TUVISTE QUE ESTROPEAR! ¡COMO SIEMPRE! ¡Y ENCIMA AHORA VUELVES A HACERLO! .
Rocket 9: ¡Aunque no hubiera sacado a mi electrode y no hubiera hecho autodestrucción, no hubiéramos podido contra el Alto Mando! ¬¬
Rocket 14: ¡DEJAD DE DISCUTIR, INÚTILES! . ¡Y SALGAMOS PITANDO DE AQUÍ ANTES DE LLAMEN POR REFUERZOS!
Nos incorporamos como pudimos y comenzamos a correr, yo corría en la dirección en la que lo hacían los rocket, la mayoría de ellos se detuvieron un momento a meter sus pokémon en sus respectivas balls, y se unieron al resto de los que corríamos.
Corría muy patosamente debido al aturdimiento de la explosión... al resto de los rocket también se les veía aturdidos y magullados, pero corrían rápidamente. Se empezó a oír el sonido de los coches de la policía que se acercaban al lugar de los hechos, y comenzaron a iluminarse cientos de ventanas de las casas de alrededor, yo seguía todo lo rápido que podía a los rocket que al poco rato de correr, se detuvieron cerca de un inmenso edificio que parecía cerrado, situado encima de una pequeña colina. Pero en lugar de acercarse a dicho edificio y entrar, se dirigieron hacia un montón de vegetación cercana al lugar, se adentraron en ella, y acabaron en una especie de cueva que luego resultó ser entrada a un pasillo estrecho y oscuro, por el que seguí a los rocket hasta llegar a una zona mas amplia y mejor construida...
Varios de los rocket se dieron la vuelta para dirigir su mirada hacia mí y uno de ellos comenzó a hablar.
Rocket 1: No creo que el jefe se encentre aquí en estos momentos... pero seguramente haya algún rocket que pueda atenderte... detrás de esa puerta.
Llamé con timidez a la puerta indicada y una voz grave y dura me indicó que pasara. Abrí lentamente la puerta para encontrarme una habitación oscura, donde alguien con un traje negro y una enorme "R" roja me esperaba sentado en una gran mesa... este en cambio no llevaba antifaz. Me miraba con ojos fríos, y me acerqué a él lenta e inseguramente.
Rocket E: (Con tono frío) ¿Qué es lo que querías?
Silvia: Pues... ... he venido a hacerme miembro rocket...
Rocket E: Entiendo... ¿Y cuál es tu propósito en el Team Rocket?
Silvia: Pues... ¿pues cuál va a ser? ... Robar pokémon y conseguir los mejores pokémon del mundo...
Rocket E: ¿Cuál es tu nivel como entrenadora?
Silvia: ... He estudiado en los dos niveles de la escuela pokémon... he sido aprendiz de Sabrina... tengo un pokémon psíquico y uno normal...
Rocket E: No está nada mal... (Sonriendo con malicia) ¿Cuál es tu experiencia como delincuente?
Silvia: Bueno... he estado un par de veces en la cárcel...
Rocket E: ¡No quiero conocer tus fracasos! ¡Si no tus éxitos!
Silvia: ... eehh... He.. liberado de la cárcel a todos los rocket que estaban arrestados en la comisaría de esta ciudad.
Rocket E: (Sorprendiéndose) ¿En serio?
Silvia: Sí... a todos los rocket que fueron arrestados tras participar en el ataque de la Calle Victoria.
Rocket E: Si eso es cierto estás admitida de inmediato... una entrenadora con los conocimientos de los dos niveles de la escuela pokémon, con conocimientos psíquicos, y capaz de liberar de la cárcel a varias decenas de rocket es un perfil excepcional para nuestro equipo...
Silvia: Palabra que es cierto... los mismos rocket a los que liberé me han traído hasta aquí...
Rocket E: (Sonriendo levemente) Bien... comprobaré la veracidad de tus palabras, pero en cualquier caso estás admitida... ¿Cuál es tu nombre?
Silvia: Sil... bueno... prefiero tener un alias...
Rocket E: ... eso es más profesional... desde luego... si quieres ser conocida solo por tu alias, manteniendo en secreto tu verdadero nombre, así se hará, no todos los miembros lo hacen así, pero para nosotros es preferible... apuntaré solo tu alias... Dímelo.
Silvia: (Reflexionando unos instantes) La... Laramie...
Rocket E: ... ¿Laramie? De acuerdo... ¿Qué edad tienes?
Silvia: 14...
Rocket E: ¿Tan solo 14 años? o.o ¿Y has sido capaz de hacer todo lo que dices haber hecho? Bueno, que más da, lo importante es que realmente seas eficaz... ¿De dónde eres?
Silvia: No soy de ninguna región cercana... vivo prácticamente al otro lado del mundo...
Rocket E: ... Da igual, he de apuntar el nombre de tu ciudad natal.
Silvia: Vale... es
Rocket E: Ahora has de darme un número de teléfono donde localizarte en todo momento.
Silvia: ¿Un... número? Eh.. ¿El de mi móvil por ejemplo?
Rocket E: Sí...
Silvia: Ah.. vale... es el
Rocket E: De acuerdo, apuntaré tus experiencias de entrenamiento y de cara a la ley que me has contado antes... y ya te puedes considerar un miembro rocket.
Silvia: ... ah... o.o
Rocket E: Antes de nada te diré las reglas, son bastante simples y evidentes, pero he de recordarlas siempre por si hay algún entrometido dispuesto a saltárselas... en ese caso se puede dar por perdido...
Silvia: ... o.o
Rocket E: Todo miembro rocket debe guardar completa fidelidad al jefe, cumplir siempre su trabajo, sea cual sea, y a cualquier precio, y no fallar nunca en ninguna misión, no debe dar ningún tipo de información sobre esta organización o nuestros planes a nadie que no sea miembro, y no debe perder ninguna oportunidad de conseguir un pokémon valioso, ya sea por su fuerza o por lo poco común de su especie, que deberá de ser entregado inmediatamente a nuestro jefe, en ningún caso ha de dar datos de otros miembros rocket, no desvelar la identidad de ninguno y menos de nuestro jefe... debe tener éxito en todas sus misiones, y dar motivos de que el mundo entero tema y respete al Team Rocket... el hecho de incumplir las normas básicas trae consecuencias fatales...
Silvia: Ya...
Rocket E: (Levantándose con expresión severa) ¡A partir de ahora mismo eres un miembro rocket, alias: Laramie! Regresa al amanecer a este mismo lugar y el jefe te asignará una misión y te será entregado un uniforme rocket, aparte recibirás el resto de indicaciones necesarias.
Silvia: (Asintiendo con la cabeza enérgicamente) ¡Vale!
Rocket E: Regresa al amanecer... no lo olvides... Rocket Laramie...
Fin del capítulo 8
