Bueno, después de tanto tiempo, por fin lo voy a continuar el fic. Lo siento, pero estoy con crisis de inspiración. Pero les prometo que acabo de salir de vacaciones y tengo tres semanas para escribir cuanto se me antoje! (A menos que viaje, eso si) y la voy a terminar la historia en ese lapso. Ahora ¡basta de vanas palabras! A escribir.

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Capítulo 7. La prueba. Situaciones inesperadas

El jueves había amanecido ya y parecía ser uno de esos días en los cuales nada anormal tenía la posibilidad de darse a suceder. Llegada la tarde, Cindy ya se encontraba en el laboratorio de Jimmy para terminar el proyecto. Como conejillo de indias, Carl se había ofrecido (en realidad había sido forzado) a ser el primer humano en el cual se probara el experimento. Estaba sentado en una silla, con un gran casco en su cabeza.

- Ya está todo listo – decía Jimmy – Cindy, por favor enciende la pantalla y conecta el cable al neuroimager 3000.

- Están seguros de que esto no dolerá, ¿verdad?

- Tranquilo, Carl – Cindy había encendido la pantalla ya, y conectaba el aparato – de todos modos, está comprobado que esta cantidad de descarga eléctrica no causan daños significativos, además, solo son momentáneos.

Carl palideció.

- ¡Jimmy, suéltame! ¡Soy muy joven para sufrir una descarga! ¡Nunca pude confesar mis sentimientos a—

- ¡Ya está! - Cindy lo había encendido.

Carl se quedó quieto por unos momentos mientras la maquina identifica un canal de entrada hacia sus pensamientos. Luego volvió en sí, consciente del lugar en el que estaba. Sin embargo, la pantalla estaba en blanco.

- ¡Carl, piensa algo! – dijo Jimmy.

- No puedo, Jimmy, ¡no puedo!

- ¡Concéntrate! – su amigo volvió a animarlo.

- ¡Sí se puede, sí se puede! – él mismo trataba de darse ánimos. La pantalla mostraba pedazos centelleantes de luz, pero nada.

- ¡Vamos, Carl!

- Bueno - Carl apretó fuertemente los ojos tratando de concentrarse - yo pienso en… una bonita pradera… con llamas…. y…y…

- ¡Piensa algo, idiota, o te comerás mi puño! – Cindy no pudo más con su impaciencia y amenazando a Carl con su mano derecha se había subido a una silla y lo zamarreaba por el cuello.

- ¡Cindy, suéltalo!

En ese momento, la pantalla cobró vida y aparecieron dibujitos animados de Carl, Jimmy y Cindy, estilo Mickey Mouse antiguo, en blanco y negro. Cindy, vestida como una villana, amarraba a Carl (vestido de damisela en peligro) a las vías de un tren y como el único sonido que se escuchaba era el de una música de piano, pronto un cuadro negro apareció con las letras "¡Auxilio, auxilio!". La música de suspenso inundaba el ambiente mientras se veía el tren acercarse a toda velocidad, cuando de repente llegó Jimmy, como el héroe de la película, y derrotando a Cindy, había logrado salvar a Carl. "Gracias, amigo" "No es nada, sino, ¿para qué estamos los amigos?" habían aparecido en los últimos cuadros, seguidos por un "El fin" tras el cual, la pantalla volvió a su color blanco y la música había terminado.

Cindy se había detenido y junto con Jimmy, como estatuas, miraban la pantalla estupefactos con la boca abierta y el ceño fruncido.

- ¿Qu-que- fue eso? – dijo él al final, después de recuperarse.

- Yo, yo… ¡Por la noche pasan esos programas antiguos y como son muy bonitos yo los veo siempre! ¡Lo admito! – Carl palideció y luego de calmarse un poco, añadió – solo no se lo digan a nadie.

- Puedes dar eso por seguro – Cindy entonces lo soltó y suavemente se fue alejando de él tan disimuladamente como pudo.

- Creo que te veremos mañana, gracias Carl, puedes irte – dijo Jimmy – y por favor, ya no veas esos programas.

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- Entonces tú llevarás los gráficos y yo me encargaré del neuroimager 3000 – dijo Jimmy, acompañando a Cindy hasta la puerta de atrás por la que se entraba a su cocina.

- Así es – le respondió ella – me alegra que por fin hayamos terminado todo.

- Sabes, deberíamos hacer esto más seguido…

- ¿A que te refieres?

- Bueno – dijo él, tímidamente, mirando al piso – trabajar juntos, y no pelear tanto… realmente eres una muy buena compañera de trabajo, Cindy.

- Gracias –dijo sonrojada – a mi también me gustó trabajar contigo, Jimmy.

- Jeje – a él también se le subió el rubor a sus mejillas cuando…- ...¿Me llamaste Jimmy?

- Bueno, sí, sabes Jimmy yo--

La puerta se abrió de golpe y Frankie salió con dos enormes bolsas de compras, que apenas podía cargar sola.

- Lo siento si interrumpo algo, pero Jimmy, ¡Ayúdame con estas bolsas ya!

- Si, enseguida – dijo él tomando una.

- Gracias – dijo ella – apúrate y entra adentro, tienes que ayudarme a acomodar todo.

- Ahora voy.

- Bueno, esta bien – dijo, y luego miró hacia el otro lado, descubriendo una cara que la miraba con estupefacción – ¡Cindy! Lo siento, no te vi. Permíteme saludarte.

- No hay problema. Yo ya me iba.

- Bueno, hasta luego – dijo ella y entró a la cocina.

- Nos vemos mañana – dijo Jimmy.

- Si – dijo Cindy, alegremente y se marchó, dejando a Jimmy con la duda de qué era lo que le quería decir.

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Bueno, no sé como me salió el capítulo, ¡pero el final está cerca! Espérenlo con ansias.

Manden reviews! Alégrenme el día!