El viento soplaba solo en una dirección meciendo lentamente su abrigo, en el suelo yacía el cuerpo de un hombre ensangrentado y aún con las cuchillas incrustadas en su espalda. La mirada de rencor de su cuidador traspasaba miles de distancias, con sus manos empuñadas queriendo tomar esos cuchillos y clavárselas a quien estaba tras de esto. El sonido de la ambulancia y la policía alertarían a su indigno asesino y una nota en el suelo llamaba a un juego "¿Quieres encontrarme? Pues entrégame tu vida y me veras mientras mueres" Los pasos luego de esto fue ocultarse antes de que le vincularan con el desastroso final de todos sus cercanos.

MY SECRET SIGNS

Capitulo 1: "Un asesino"

-Este asesino esta acabando con todos los cercanos a esta muchacha.-Dijo el Detective a cargo de la investigación.

-Debemos tenerla vigilada, no sabemos que pasa realmente, además, cada asesinato que se ha efectuado, no podemos localizarla, y eso es extraño.-Comentó su colega.

-¿Esta diciendo que sospecha de esa joven?

-No podemos dejar de lado las pistas, y ella es una de ellas.

-Esta bien¿La dejaremos con un guardia a cargo?

-Deja a Takarai.

-¿A Hideto?

-Es el brazo derecho del jefe, así que no hay problema.

-Está bien, viene en camino.

Hideto Takarai era el brazo derecho del jefe del servicio de investigación de la ciudad de Osaka. Nadie había trabajado con él, pero tenia un extenso currículo que lo acreditaba como eficiente para cualquier trabajo que se le asignara, sin embargo, su figura no lo demostraba en lo absoluto.

-Señorita, no estará sola en estos momentos, hemos asignado a un hombre para que este con usted las 24 horas del día, junto a su familia.-Dijo el detective a la joven de 24 años que le miraba desde un sitial, junto a sus tíos.

-No confío en nadie en estos momentos.-Contestó viendo el reflejo de su familia presente por el espejo de la sala y luego al detective, intentando dar un aviso a sus palabras.

-Este hombre es un guardia de la policía, su nombre es Richarson, y pude contar con él desde ahora.-Le dijo haciendo señas por la espalda a sus hombres quienes detuvieron en la puerta del edificio al nuevo protector.

-No puede pasar ahora, señor Takarai.

-¿Por qué¡Que ocurre?-Preguntó sonriendo un hombre delgado con sonrisa despreocupada.

-El detective pidió que le esperara en la oficina del conserje, viene en un momento, por favor.

-Está bien, le espero.-Respondió marchándose a la oficina indicada moviendo los brazos con ligeros movimientos.

-Que infantil.

La joven se puso de pie cohibida por la presencia de su familia resguardando supuestamente su vida, después de que el último de los hombres de su familia más cercana muriera acuchillado cruelmente en plena calle de la ciudad frente a sus propios ojos.

-¿Puedo confiar en este guardia, verdad?-Pregunto con cierto gesto en el rostro que el detective entendió de inmediato.

-Claro que puede.

-Me gustaría hablar con ustedes, en forma privada.-Pidió volteando hacia sus familiares.-Si es que ustedes me lo permiten.

-¿Pero para que? Ya esta todo claro.-Insistió su tío, un hombre con apariencia de ruso, fornido y con un tanto de personalidad prudente pero exagerada.

-No se preocupen, vuelvo en seguida, Detective, por favor.

-Si, vamos. Richarson, quédate con ellos, mientras hablo con la señorita.

-Si, sr.

La señorita Usami, una joven de características físicas mas acorde a lo americano, siguió al Detective hasta el ascensor, y junto a sus hombres bajaron hasta le primer piso, donde esperaría el real objeto de tanta actuación frente a sus familiares.

-Gracias a Dios entendió mis señales.-Dijo la Joven suspirando aliviada.-No confío en nadie dentro de esa habitación, solo a usted, porque fue amigo de mi padre y el lo recomendó, donde quiera que esté.

-No debe preocuparse, las investigaciones sobre el paradero de su padre no cesaran hasta encontrarlo con vida.

-Temo que sea de otra forma.

-Infiltraremos a uno de nuestros hombres en su vida cotidiana para que le acompañe, sin que sus familiares y personas más cercanas se enteren.

-Espero que sepa actuar.

-Lo sabe, es un buen chico, algo infantil, pero nadie sospechara de él.

-Espero que sí, porque ahora mas que nunca necesito que alguien de confianza este a mi lado ayudándome. No sabemos quien es el asesino, pero esta acercándose a mí con rapidez.

-Si algo malo pasa, él se hará cargo, por favor, adelante.

La señorita Usami entro a la oficina del conserje, allí algunos detectives monitoreaban el edificio, mientras otros preparaban café y fumaban cigarrillos.

-Takarai, quiero presentarte a alguien.

-Mm

-La señorita Maiko Usami.

Un joven de baja estatura y una figura delgada pero atractiva volteo hacia ella, dejando caer sobre su ropa algo de café y un cigarro a la alfombra que casi arma un incendio. Del mismo modo, ella contemplo su dulce rostro, tan inspirador y reconfortable, que no sabía si estaba en lo correcto, y él podría protegerle.

-Un placer, Usami.

-El placer es mío, Takarai, pero puede decirme Hideto.

-Takarai esta bien.

-Bueno…si usted quiere.

El detective lleno algunos formularios, entrego una carpeta a Takarai mas algunos Discos con información confidencial para que los analizara. Los ojos de Maiko Usami estaba fijos en él, contemplando y analizando sus actitudes, sus movimientos todas sus expresiones mientras hablaba con el detective a cargo. ¿Realmente este hombre joven tan débil a simple vista podría ayudarle?

-Dejaremos pasar unos días antes de que puedas aparecer en la vida de la señorita Usami.

-Me parece bien.-Contesto mirándole con una sonrisa delicada.-¿Y como aparecerá¡Cual será la explicación?

-No se preocupe, eso va por cuenta mía.-Respondió Takarai cerrando la carpeta y abrochándose el abrigo.-Ahora si me disculpan, tengo cosas que hacer, como leer estos informes, y pensar en una estrategia.

-Bien, pero oculta tu rostro, y sal por el estacionamiento, no quiero que te vean en el lugar.

-No se preocupe, soy un as del disfraz. Adiós, Señorita.

-A…dios…

Maiko se quedo con la boca abierta viendo como se colocaba un sombrero y se marchaba del lugar como una débil sombra que apenas los guardias si percibieron, quizás esto podría ser bueno, pero era desconfiada y nadie era lo suficientemente bueno como para poder protegerla de un asesino en serie como era el hombre perdido en el mundo portando los mas macabros pensamientos. El detective solo sonrió ante su expresión de asombro y siguió planteándole el seguimiento que le harían para mantenerla vigilada. El edificio donde vivía sería monitoreado las 24 horas por los hombres de la policía y cualquier movimiento extraño sería reportado para mandar un agente encubierto a ver si todo marchaba bien. Claro que esta investigación podría demorar semanas, incluso meses, pero eso no era importante, su padre así lo hubiese querido.

-Dejaremos que el señor Takarai vea como entra encubierto a su vida.

-¿Esta seguro que el podrá hacer un buen trabajo? Ese asesino esta suelto y pronto vendrá para matarme!

-Confíe en él, ya verá, el sabe lo que hace.

-Ya no se qué pensar, no parece alguien de mucha fuerza, como un policía.

-No, pero es hábil en lo que hace.

-¿Seguro?

-Señorita, el trabajo para los mismos reyes, así que tranquilícese, no pasara nada malo.

-Imposible sabiendo que en cualquier minuto podría morir y…

-Cerramos esto, regrese con su familia, nosotros nos encargaremos de todo.

-Por cierto, quiero que vigilen también a mi novio.

-¿Su novio? Verdad, lo estaba olvidando.

-Su nombre es Gackt Camui, y pueden también hacerle daño, podría hacer algo al respecto?

-Esta bien, ahora mismo iremos a verle.

-Gracias, se lo agradezco mucho.

Todos los hombres visibles de la policía abandonaron el edificio para ir ahora en busca del segundo protegido de la investigación, y también para interrogarlo en la muerte del Tío paterno de la joven, ocurrido la noche anterior a unas cuantas cuadras de la calle principal. Ahora debía de actuar, desconfiaba de todos los que le acompañaban, sobre todo a sus tíos, que cuando supieron de la desaparición de su hermano y cuñado corrieron a ver a la hija por si llegaban a encontrarlo muerto y leer el testamento, o alterarlo, conversación que Maiko Usami escucho antes de la ultima muerte. Seis parientes a su lado esperando el deceso de su padre para cobrar una herencia, la única persona cercana en la cual podía confiar era su novio, un empresario joven de familia trabajadora, sin vinculación a ninguna falta de criterio.

-¿Usted es el señor Gackt Camui?

-Si, yo soy.-Contestó un hombre alto, muy elegante y apuesto, que con traje formal les recibía en su casa a 20 minutos del centro de la ciudad.

-Tenemos que hablar de algo serio.

-Maiko me llamo, estoy a su disposición.

-Muchas gracias, solo le haremos unas preguntas.

Se recostó en su cama, procurando cerrar la puerta con llave y afirmarla con un mueble para que no fuese tan fácil de abrir, la ventana la aseguro también con otro mueble. Con el sueño superficial trato de descansar, pero el recuerdo de aquella sombra aniquilando a puñaladas el cuerpo de uno de sus familiares la atormentaban.

-Espero que esto se solucione, no quiero que nadie mas muera, no quiero morir…-Murmuro conciliando el sueño por fin, después de tanto pensar.

En las calles de la ciudad un hombre vestido de negro, semejante a un dócil felino, se enfrentaba a un pobre hombre ebrio saliendo de entre las calles abandonadas tambaleantes y rabiosas.

-Tu ni nadie me va a dañar.-Dijo el misterioso hombre caminando de espaldas.

-Eres un chiquillo perverso, sabias?-Dijo el ebrio tambaleante sobre la vereda.

-Lo soy, lo soy, no por algo me dicen…Jajaja…-Rió volteando hacia los edificios y sintiendo el golpe de un cuerpo caer con fuerza al suelo metros mas allá de donde se encontraba.-Tonto.

Al día siguiente los medios reportaron un atropello en las calles aledañas a los bares de la ciudad, el sospechoso, según los testigos, era un hombre joven vestido de negro que rió cuando el hombre fue arrollado y desapareció entre los callejones como una sombra. /

Continuara…