Capitulo 2: "El dócil guardaespaldas"

No sabía a ciencia cierta cuando se dignaría ese hombre llamado Takarai a aparecer en su vida para ocupar el puesto que se le estaba exigiendo, pero lo realmente preocupante era que a su alrededor ya comenzaban a suceder cosas extrañas, como por ejemplo, la necesidad de sus parientes por tenerla en casa, lo cual la asustaba, pero al lado del guardaespaldas, podía sentirse un poco mas tranquila, claro que vigilaba hasta lo que conversaba con su novio, y ni siquiera podía besarle con tranquilad por la constante intervención del policía.

-No quiero que te dañen.-Le dijo Gackt acariciando su rostro con delicadeza.

-Lo se, cariño, pero tu sabes…

-Porque no vienes conmigo, a mi casa, estarás más segura.

-No puedo, tengo que estar con mi familia, aunque no confíe en ellos.

-Maiko, sabes que puedes contar conmigo, estaré siempre contigo, protegiéndote.

-Muchas gracias, Gackt, pero no es necesario que pases tanto tiempo conmigo, tienes cosas que hacer, y ya enviaron a alguien para cuidarme a parte de este guardaespaldas.

-¿Estas segura?

-Si, no te preocupes.

-Entonces regresare a mi trabajo. Cuídate mucho por favor.-Le dijo tomándola entre sus brazos y besándola con pasión aunque le estuviesen mirando.

-Ah, que lindo beso…-Suspiró un sujeto muy animado caminando desde la calle hasta el parque donde ella se encontraba viendo como su novio partía en su vehiculo al trabajo.--My lady.-Dijo colocándose frente a ella con esa sonrisa conquistadora que dañaba cualquier corazón frágil.

-U…usted…

-Con su permiso…-Dijo recostándose sobre ella, obligándola a dejarse envolver por su cuerpo, hasta robarle un beso tan desesperado que la dejo sin aliento cuando de improviso se puso de pie y le tomo la mano.

-¿Qué…que...que fue eso?-Pregunto atónita.

-Desde hoy en adelante serás mi novia.-Decidió con una sonrisa satisfactoria.

-¿Qué!-Dijo colocándose de pie con rapidez buscando ayuda en su guardaespaldas, pero estaba 10 árboles mas atrás haciéndose el desentendido.-Yo ya tengo novio¡No puede venir aquí a hacer…eso¡En un parque!-Dijo mirando a todos quienes ponían sus ojos en ellos.

-No encuentro otra forma de entrar en su vida más que de esa forma.

-¡No¡No!-Dijo tapándose el rostro avergonzada.

-Pero yo soy un buen amante.

-Ya tengo novio, se llama Gackt Camui y es el mejor, y lo amo.

-Gackt Camui, empresario de 32 años, muy sofisticado, con una novia de 24 años muy hermosa por lo demás, y que le gusto a su joven guardián.

-¿De que habla?

-Nada, usted dijo que tendríamos que actuar, y es lo que hago, así que cambie esa carita…-Dijo colocando su rodilla en la banca, para acercarse a su rostro osadamente.-..Y déme un beso.

Maiko recibió su beso con bastante complejidad, tratando de quitárselo de encima, lo cual fue inútil, a pesar de que su cuerpo fuese tan delgado, un hombre así no podía estar suelto atacando a cualquier joven bonita y recatada como ella, pero había que reconocer, que aquel beso estaba lleno de fuego y sentimientos.

-Besa bien…-Suspiró el acompañante con una sonrisa de satisfacción acompañada con sus labios humedecidos por su lengua, en acción de saborear el beso de la joven.

-Si Gackt se entera es capaz de matarlo.

-No si antes lo mato yo…

-¿Eh?

-Digo, al ver a su novia en brazos de alguien como yo.

-¿Puede quitarse, por favor?

-Esta bien, ahora hablemos de los planes.

-Esta bien, pero…No vuelva a hacer eso.

-¿A hacer que?-Pregunto inocentemente.

-Olvídelo, dígame lo que tiene en mente.

-Primero que nada, nadie debe saber quien soy.

-Lo sé.

-En segundo lugar, no puede salir con nadie sin mi autorización, es más, cuando su novio quiera verla, tendremos que ir los cuatro, ustedes dos, y sus guardaespaldas.

-Ah, no.

-Es por su bien.-Le decía mientras miraba el horizonte con su sonrisa tan pasiva.

-Esta bien, se que es por mi, pero…Olvídelo, no estoy para rehusarme a nada en estas condiciones.

-Usted es demasiado hermosa como para estar metida en estos problemas.

-Yo no me involucre por mi cuenta, ni siquiera se porque es todo esto. Mi padre esta desaparecido, no se si esta vivo, mi corazón lo necesita y en la unica persona en la que confío es en Gackt.

-Ahora podrá confiar en alguien más que en él…en mí.

-Ah, lo dudo…-Dijo mirándolo de pies cabeza y haciendo un gesto de incomodidad por su modo tan particular de tratar a una contratista de sus servicios.

-¿Quién me propuso para el trabajo?

-Mm…

-Sus Detectives.

-No son mis detectives.

-¿Usted cree que soy un tonto, verdad?

-No podría haberlo dicho mejor.

-No siempre soy así…sabe?

-¿Y como es entonces?

-Serio, sincero...-Respondía mirando el cielo con el seño fruncido.-…Sensible, apacible, romántico…no siempre un tonto.

-Quiero a mi lado alguien que pueda ser capaz de ayudarme, no ha acosarme.-Explico poniéndose de pie y paseándose frente a él.

-No la estoy acosando.-Contesto siguiéndola.

-Lo esta haciendo.

-Solo actuó. Está bien, no actuare como si la quisiera. Solo haré mi trabajo, seré su acompañante hasta que sea estrictamente necesario.

El vehiculo de Gackt Camui se detuvo frente a un callejón del lado oeste de la ciudad, portando un maletín negro procurando no ser visto por nadie en la zona. Oculto por unas grandes gafas oscuras y una chaqueta ploma, que no era parte de su atuendo, se adentro al callejón para encontrarse con un hombre mayor que le esperaba impaciente con celular en mano. Un silencio detestable se formo entre ellos hasta que por fin hablo.

-Tardo, estábamos esperándolos.

-Tengo el dinero que me pediste.

-Cuánto.

-Un millón de dólares, pero cumple con tu trabajo.

-No se preocupe, el trabajo estará listo antes de lo pensado.

-Te daré el resto cuando extermines a esa persona.

-Muy bien.

Hideto Takarai la siguió hasta la puerta del departamento y allí se quedo esperando con una sonrisa a que le invitara a pasar, lo cual no parecía querer hacerlo, menos temiendo que sus familiares descubrieran la identidad de este sujeto tan irritante con sonrisa de niño mimado y una pose bastante seductora que no soportaría por mucho tiempo.

-Permiso.-Dijo de repente entrando a la casa y saludando a los familiares de la joven que no sabía donde esconderse para no pasar una vergüenza.

-¿Quién es usted?

-Mucho gusto, soy el amante de Maiko.

-¿Amante!

-Que? No! No es mi amante!-Trato de explicar Maiko interponiéndose entre él y su alterados familiares,

-Como que no?-Pregunto Hideto, tomando su mano y alcanzando sus labios para besarlos profunda y deliciosamente, lo que no pudo ser evitado, y ni siquiera apartado.

-¿Este mocoso es tu amante? Maiko¿Estas engañando a Gackt?-Pregunto su tía totalmente descompuesta por lo visto.

-No! Claro que no! Y usted!

-Vamos, estamos en confianza, dime Hideto, o Hide, o Hyde, como gustes.

-Ni que fueras James Bond! Maldición!

-Em podría serlo, pero soy muy tímido.-Contesto él agachando la cabeza.

-Eh? Tímido? ¬¬ Dios!

Mientras Hideto Takarai hacia de las suyas, un hombre había sido encontrado muerto en un callejón con un maletín vacío, y con una misión muy importante que no podría realizar. Los testigos afirmaban haber visto un auto gris en el sector, antes de la muerte llevada a cavo por tres puñaladas en la espalda.

-Dios mío! Dios mío!-repetía Gackt Camui conduciendo su vehiculo hacia su trabajo con las manos ensangrentadas y un gran problema de por medio que nadie debía descubrir por su propio bien./

continuara...