Capitulo 3: "El misterio crece"

Gackt Camui era demasiado prudente, y eran en pocas ocasiones cuando perdía la cabeza y se demostraba alterado, como ahora, cuando supo que un hombre con apariencia juvenil estaba al lado de su novia autodenominándose amante ante toda su familia. No aguanto entonces esa rabia y fue enseguida a buscarle, siendo atendido cordialmente por los familiares de su joven novia que para colmo no se encontraba en casa.

-Joven Gackt, por favor, tome asiento… ¿Quiere un jugo, o un café?-Preguntaban atendiéndolo como un verdadero rey, puesto que sabían el poder extraordinario que poseía por sobre la economía del país, podría ayudarles si lo necesitaban.

-No se preocupen, solo quiero saber a que hora regresara Maiko.

-Maiko…no creo que llegue temprano.-Dijo el tío abuelo de la joven con preocupación.

-¿Dónde esta?

-Salio con un joven llamado Takarai.

-¿Takarai¿Dijo Takarai?

-Su nombre es Hideto Takarai.

-Lo sabía, Lo sabía! Era ese sujeto!

-¿De que hablas?

-Esperare a Maiko.

-Puedes esperarla en su habitación si quieres.

-Lo haré, con permiso.

Gackt entró a la habitación de su novia, la cual era ya parte de si mismo por estar un compromiso de por medio, y comenzó a caminar alrededor de ella observando cada rincón, y cada objeto predispuesto con orden en ese espacio. Habían dicho que Maiko tenía un amante, un sujeto salido de la nada, propuesto por los policías de investigación para cuidarla, su nombre daba vueltas en su cabeza provocándole nauseas, y es que mas allá de todo lo escuchado por boca de su propia novia, había una historia aparte que necesitaba descubrir.

-Esta tarde fue encontrado en cadáver de un hombre cerca al centro de la cuidad. No ha sido identificado hasta el momento, pero fuentes de la policía de investigaciones atribuye el hecho a la sombra misteriosa de las cuchillas, apodado así por que sus asesinatos siempre son con estas armas puncionadas en los cuerpos de sus victimas sin piedad.

Las noticias daban el aviso. Había pasado a una gasolinera para lavarse las manos contaminadas con sangre ajena por razones que no quería siquiera mencionar en su mente, pero estaba involucrándose mas de lo debido, y el trato hecho antes de lo sucedido había quedado en el aire; temía por ensuciar su imagen, no quería que se enteraran de lo sucedido pues la unica persona perjudicada sería su novia.

-¿Cuándo dejará de comportarse como un idiota?-Preguntó Maiko sacando las llaves de su departamento.

-No soy un idiota, ahora, si le molesta que sea tan atento lo siento, no nací para ser indiferente ante una mujer como usted.-Respondió apoyándose a la pared y mirándole hasta casi rozar sus mejillas con sus labios rosados y húmedos.

-Debería ser solo una sombra silenciosa y no opinar nada a menos que se le pregunte.

-No fue mi intención ser entrometido, pero…conozco todo sobre usted, y quiero complacerla, más que nada.

-Creo que alguien se quedara sin trabajo!

-Entonces, creo que me sentare en la sala a leer una revista mientras usted descansa de mí¿Le parece?

-Me parece.

Cuando Maiko entro al departamento no había nadie, mas que su tía Naoko viendo la televisión y saboreando unos ricos frutos secos, los cuales ofreció al joven acompañante, mientras su sobrina hacia una mueca y se marchaba a su habitación. Estaba agobiada al tener junto a ella a un hombre de la escala de inmadurez como el de Hideto Takarai, alguien totalmente opuesto a un policía o un detective profesional que no se ponía a coquetear con sus clientes.

Unas manos delicadas se aferraron a su cuerpo en cuanto abrió la puerta del cuarto y las conocía perfectamente. Se dejo abrazar por él mientras suspiraba lentamente, Gackt sonrió sin dejar de estar preocupado por su bienestar, la amaba demasiado como para dejarla estar en peligro fuera de su alcance.

-Mi vida…

-¿Qué haces aquí? Me asustaste.

-Vine a verte, pero me dijeron que habías salido así que decidí esperarte.

-Te extrañe mucho, no soporto estar lejos de ti, pero es que no me permiten…

-Ese sujeto…Takarai, no confío en él.

-Yo tampoco, pero lo propusieron los detectives…no puedo si no aceptarlo.

-Ten cuidado.

-¿Por qué lo dices?

-Solo ten cuidado, por favor.

-Esta bien, no te preocupes más y mírame…-Dijo volteando hacia el y tomando su rostro entre sus manos, para contemplarle dulcemente.-¿Por qué volviste temprano?

-No preguntes.

-Esta preocupada, cuando escuche que habían encontrado a un hombre muerto, y un auto de las características del tuyo, me asuste.

-¿Pensaste que yo…

-No, solo pensé en ti, en que podrían haberte atacado…y me preocupe mucho.

-Discúlpame por haberte preocupado tanto.-Pidió abrazándole con fuerza, y sintiéndose realmente culpable de todo lo que podría estar pasando.

Gackt Camui estaba preocupado y a la vez molesto por los incalculables hechos ocurridos en la semana, donde estaban involucrándole de forma perversa, y no podía sentirse peor al ver a un sujeto sentado en la sala del departamento de su novia leyendo el periódico y viendo la televisión como si fuera un entrañable amigo.

-Buenas tardes.-Saludo mirándole de pies a cabeza, pero este le respondió sin darle mayor importancia a su presencia.-Me ha dicho Maiko que te quedaras vigilándola las 24 horas del día.

Hideto levanto la vista, cerro el periódico al que casi arruga por enfado y se levanto para llegarle ni a los hombros a este joven empresario.

-Si.-Respondió con voz apagada y entrecortarte, mirando con sonrisa nerviosa y temerosa a la señorita Usami.-Tu novio es muy alto, y fuerte…-Dijo con una sonrisa que mas parecía estar pidiendo perdón que nada.

-Solo quiero decirle que si le coloca un solo dedo encima a mi novia le aseguro que lo matare.

-Na! Habla como asesino…Señor Camui.-Respondió con una sonrisa despiadada ocultándose tras su cabello.

-No me provoques, esta bien?

-Esta más que bien, creo conocer a los tipos como usted…

-Ya, basta, no peleen…no tienen porque pelear, no hay razón.

-Si la hay. Y ya que estas con este señor, creo que me ire.-Dijo Gackt tomando su chaqueta y saliendo del departamento muy nervioso, seguido por su novia que aferrandose a su brazo le impedía su partida.

-No te vayas, quédate conmigo.

-Pero estas con él, no?

-Pero tu eres mi novio! Solo tú puedes hacerme sentir reconfortada, protegida-Contesto rodeando su cintura con sus brazos.

-Maiko…

-Quédate y hazme sentir protegida, por favor.

No podría rehusarse a esa petición, entregándole todo el sentimiento a unas palabras débiles con suaves suspiros de tristeza. Tenía cosas que hacer, una cita programada para esa noche y debía dejarla aunque solo con eso encontrara su enfado.

-Lo siento, cariño, pero debo regresar, debo arreglar unos asuntos y mañana te prometo que estaré contigo todo el día, para que no tengas que lidiar con este patán.-Contesto mirando a Takarai.

-Esta bien, pero por favor, prométeme que no saldrás con ninguna chica esta noche.

-No saldré con ninguna chica.

-Gracias.

Después de que le diera un beso en la frente y mirado a Hideto Takarai de manera intrigante abandono el edificio y en su vehiculo color tierra se marcho a su cita que tendría a las nueve de la noche en un rascacielos de la ciudad. Hideto por su parte tenía el leve presentimiento de que ese hombre ocultaba algo en su mirada de hombre correcto y perfecto, además sabía perfectamente que era una persona peligrosa dispuesta en su camino solo para verse en la obligación de acabarle.

-Yo también saldré.-Anunció Takarai luego de media hora marchado el novio de la joven.

-¿A dónde va?

-A pasear, también tengo una vida, señorita.-Le dijo irónico tomando su abrigo y mirando fijamente al segundo guardia dispuesto en la puerta.-Vigila a Usami, en mi ausencia.

-Si señor.

Gackt Camui tenía algo que ocultar, estaba involucrándose en sucesos demasiado sospechosos que no podrían ser simplemente explicados. Su tez serena, pero sus ojos demasiado preocupantes iban camino a un sitio alejado del bullicio de la ciudad, concentrando toda su magnificencia en un pequeño encierro donde las palabras no saldrían siquiera para lastimar. En su vehiculo llevaba algunos papeles, y un buen sistema por si algo malo llegaba a pasarle, en ese caso, tenía un abogado y su testamento responsabilizando a solo un hombre.

-Buenas noches.-Dijo entrando a la habitación y sentándose frente a tres hombres de aspecto amenazante dispuestos a su lado entre unos dos guardias.

-Pedimos discreción y lo único que logramos es uno de nuestros hombres muerto,

-No fue mi culpa, no rompí con nuestro trato. Si se dieron cuenta, esa maleta estaba a su lado, Pague por el trabajo, y no es mi culpa que ese sujeto haya mandado a alguien para no terminar con el traro.

-Cómo creerte.

-Pague ese dinero, cuando lo hice llego un hombre que nunca había visto en mi vida que cumple con todas las características de ese bastardo.

-Como puedes estar seguro de que fue mandado por el?

-Ese sujeto quiere lograr que nuestro trato no se realice, que quedemos sin protección para hacer de las suyas.

-Lo que creemos es que es una trampa de usted para no pagar ni un centavo por el trabajo que le ofrecimos de acabar con sus problemas.

-Me rehusó a aceptar esos términos!-Respondió colocándose de pie y golpeando la mesa con fuerza.-No estoy aquí para discutir mi responsabilidad en esto! Pague lo que se debía para que realizaran mi petición de aniquilar y si esto sigue así damos por terminado el trato y buscare hombres que si puedan cumplirme!

-Si lo hace, creeremos definitivamente que usted esta haciendo todo esto para beneficiarse.

-No pueden ser tan necios.

-No ponemos nuestra vida en juego por nada, si quiere que estemos de su lado, páguenos la cantidad determinada y olvidaremos por esta vez lo sucedido.

-Tendrán el dinero mañana.

-Y usted mañana mismo tendrá ejecutándose el plan.

-Hasta mañana.

Gackt salió enfurecido del lugar, puesto que era la unica forma de lograr sus objetivos, esta vez estaba entre la espada y la pared, dejándose llevar por la unica posibilidad de realizar todo cuanto quisiera para estar tranquilo, y aunque ello significara pagar una suma significativa de dinero, respondería sin intensiones de negociar mas de lo normal por miedo al fracaso. Luego de tantos lamentos, se dirigió en su automóvil hacia el centro de la cuidad donde una mujer muy sofisticada y hermosa le esperaba para beber una copa juntos mientras hablaban de proyectos.

-¿Qué pasa que traes esa carita, cariño?-Pregunto ella cruzando las piernas y viéndole sentar frente a sus ojos con mucho nerviosismo.

-Todo esta mal, definitivamente todo esta mal.

-¿Qué sucedió?

-Asesinaron al hombre que le di el dinero, se suponía que esta misma noche acabaría con todo, pero lo mataron.

-Ese hombre de las noticias era él?

-Se llevaron lo que había pagado y lo mataron, a mis espaldas, y no pude hacer nada.

-La culpa lo tiene esa muchachita barata.

-No le digas así.-Le dijo tomándole con fuerza de la muñeca.

-Suéltame, me dañas!

-Si no hago algo esto va a salirse de control!

-Pues si te importa tanto, paga ese dinero y acaba con esto de una vez por todas!

-Eso intento. Mañana pagare el precio nuevamente, pero esta vez nadie impedirá el final del plan.

Por su parte, Maiko no tenía idea de los planes ocultos de su novio, y admirando cómo ese sujeto con características sicológicas de un niño le vigilaba desde un sofá muy tarde por la noche, comenzaba a cuestionarse aquellos incansables momentos en los cuales Gackt le había dejado sola para desaparecer misteriosamente. No es que llegase a pensar de inmediato que le engañara con otra mujer, aunque si lo pensaba no lo aceptaba, tan solo tenía miedo que anduviera en cosas extrañas que pudiesen afectar su integridad.

-Iré a dormir, buenas noches.-Dijo ella despidiéndose del sujeto que comenzó a mirarle extraño y casi a punto de seguirle.-¿Qué pasa?

-Dormiré aquí.

-Aja, has lo que quieras.

-Pero…me gustaría que me acompañaras.

-¿Cómo? No seas tonto, buenas noches.

-¿No me darás un cobertor o algo para abrigarme? Las noches suelen ser frías cuando se esta solo.-Explicó con grandes ojos sin esbozar ninguna maniática sonrisa; a los pocos minutos tenía sobre su cuerpo dos cobertores y una almohada para que armara su cama en el sillón mientras relevaba al guardia dispuesto para ella estratégicamente.

-Buenas noches.

-Buenas noches.

Ese día terminaba, pero habían cosas que comenzarían a salir de su escondite para comenzar a probar que nada es lo que se piensa, y Hideto Takarai tendría que elegir entre el destino y el trabajo./

Continuara...